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Intersticios sociales

versão On-line ISSN 2007-4964

Intersticios sociales  no.5 Zapopan Mar. 2013

 

Avances de investigación

 

La élite política en Sinaloa: conformación y permanencia, 1950-20101

 

Octaviano Moya Delgado

 

Universidad Autónoma de Sinaloa, URN

 

Artículo recibido: 22 de agosto de 2012
Aceptado: 11 de enero de 2013

 

Resumen

Una de las preocupaciones más evidentes de la sociedad es saber quiénes gobiernan y la forma en que lo hacen. Aun cuando importantes teóricos de la democracia representativa han concluido que los supuestos de una clase superior que dirige y otra dirigida han quedado rebasados para explicar la realidad de algunos regímenes, lo cierto es que son los miembros de los partidos y ciertos grupos de la sociedad quienes logran escalar y permanecer en los espacios de poder. El objetivo general es conocer bajo qué circunstancias o condiciones se conforma la élite política en Sinaloa. Se toma Sinaloa que pese a no ser una entidad tan importante sus políticos han mantenido fuerte presencia en la política nacional, desde los gobiernos posrevolucionarios hasta los del Partido Acción Nacional (PAN) en la alternancia política. La hipótesis planteada sostiene que la conformación de la élite política sinaloense es consecuencia de elementos del control y presencia territorial que ejercen pequeños grupos regionales y cuyo proceso de reclutamiento y socialización obedece más a cuestiones familiares o de parentesco que de tipo profesional.

Palabras clave: Reclutamiento, élites, grupos de poder, rotación de cargos, alternancia política.

 

Abstract

One of the most obvious concerns of society is to know who govern and the way they do. Although important representative democratic theorists have concluded that the assumptions of a higher class who directs and another directed have been rebased to explain the reality of some regimes, the truth is that they are members of political parties and certain groups of society who achieve scale and remain in positions of power. The overall objective is to know under what circumstances or conditions is satisfied the political élite in Sinaloa. Sinaloa is taken that despite not been an important entity politicians have maintained a strong presence in national politics, from the revolutionary governments until the PAN political alternation. The hypothesis maintains is that the formation of the political élite in Sinaloa results from the checks and territorial presence exerted small regional groups whose recruitment and socialization is more a family or relationship issues that professional type.

Keywords: Recruit, élites, power groups, rotation of positions, political alternation.

 

Introducción

Una de las preocupaciones más evidentes de la sociedad es saber quiénes son los que gobiernan y la forma en que lo hacen, más aún cuando existen pequeñas minorías que se mantienen en la dirección de las principales instituciones políticas. A partir de la división entre gobernantes-gobernados surge la discusión de la forma en cómo se originan estas élites y los elementos que permiten su permanencia en los espacios de poder. Algunos estudios referentes al tema han encontrado la explicación acerca de la posición que ocupa el individuo en la escala social con una connotación económica en las relaciones de representación política de la sociedad, cuestiones hereditarias de familia,2 la sagacidad psicológica3 y el acceso al poder político por mecanismos de elección y representación, basados en reglas institucionales.4 Esta última noción corresponde a los estudiosos de la democracia representativa donde generalmente se encuentran los partidos políticos como instituciones intermedias entre la sociedad civil y sociedad política, como asociaciones de ciudadanos que se integran para conquistar el poder y dirigir los órganos del Estado.

Aunque en el régimen democrático los cargos políticos de representación popular se obtienen mediante procesos de elección, equitativos, limpios y con reglas del juego aceptadas por los contendientes, son los miembros de los partidos y ciertos grupos de la sociedad los que logran escalar y permanecer en los espacios más importantes de poder. En consecuencia, se denomina élite política al reducido número de personas que se encuentran en una especie de rotación de cargos y responsabilidades, como dirigentes partidistas, en cargos legislativos y en la administración pública federal y local. Son los miembros de este grupo selecto a quienes se les identifica como los más representativos de sus organizaciones y quienes defienden postulados ideológicos e intereses de organización o gobierno ante los grupos opositores. A la vez, asumen de manera constante el liderazgo y hacen valer su poder de decisión, tanto al interior de sus partidos como en los demás ámbitos de competencia política, ideológica y electoral.5 Este sector de las organizaciones políticas que conforman las élites partidistas es el que comúnmente se encuentra en una especie de rotación de cargos y responsabilidades, como dirigentes partidistas, miembros de cuerpos legislativos locales y federales, representantes populares a nivel municipal, estatal y federal.

Los estudios realizados acerca de clase y élites políticas en México iniciaron a principios de la década de 1970 con las obras de Adams, Smith,6 Ai Camp,7 Medina Viedas,8 Rousseau,9 entre otros. Sin embargo, la mayoría de ellos se circunscriben a la época del sistema autoritario, fundamentándose más en cuestiones antropológicas y otras teórico-filosóficas bajo un análisis estructural. Del análisis de las élites políticas se desprenden distintos enfoques que permiten indagar sobre las causas que las constituyen. Francisco Suarez Farías lo define a partir de cuatro tipos: 1) de toma de decisiones (Dahl), que define a los miembros de la élite en términos de su poder e influencia para tomar decisiones que afecten al comportamiento del grupo social –de aquí se desprende el modelo pluralista entendido como poliarquía–; 2) el posicional (Mill), determina a la élite como aquella que ocupa las máximas posiciones formales dentro del aparato estatal, económico, religioso y militar, con lo cual se permite un elevado grado de objetividad y claridad en el criterio de selección; 3) el reputacional (Hunter) se basa en la opinión que manifiestan otros sobre un actor determinado, toma como guía la evaluación que realiza un jurado acerca del prestigio de sus colegas y así definir si existe o no la élite; 4) el enfoque de sociología y trayectoria institucional del liderazgo político (Farías) recupera elementos de E. D. Batzel y busca vincular la composición sociológica con la carrera política de los líderes para determinar si éstos vienen de algún grupo social o de esquemas específicos de carrera política, burocrática o de partido político.10 Por otro lado, en el ámbito local se encuentran trabajos importantes respecto de las élites, en donde destacan Rogelio Hernández en el Estado de México, Javier Hurtado en Jalisco y Cirilo A. Guzmán en Tabasco,11 los cuales muestran, entre algunos otros aspectos, la relación entre identidad partidista con el parentesco o afinidad; asimismo analizan las características que distinguen este segmento del personal político, así como el dónde y cómo se adquieren dichas características, lo que sin duda representan trabajos importantes que abren perspectivas de análisis y son de enorme utilidad.

En Sinaloa se han realizado algunas investigaciones acerca de la élite política durante el porfiriato12 y de ésta en los principales centros de poder político, como Culiacán.13 De igual forma, algunas publicaciones con carácter descriptivo abordan aspectos relativos al ascenso y descenso de los gobernadores.14 En forma reciente se han estudiado a las élites partidistas y parlamentarias buscando distinguir elementos de diferenciación social y política y su orientación hacia la consolidación democrática en sistemas subnacionales.15 En tal virtud, resulta fundamental buscar nuevos elementos que aporten a la explicación del funcionamiento de las élites y aquellas que garantizan su permanencia. Esto tiene una implicación directa con los modelos democráticos de elección y decisión que se establecen en países como México, las relaciones entre organismos e instituciones políticas, económicas, religiosas, intelectuales, culturales de todos los niveles y la sociedad civil; de ahí el interés por los estudios de las élites.

En tal sentido, la interrogante inicial fue conocer bajo qué circunstancias o condiciones se conforma la élite política en Sinaloa. De manera particular, interesa saber cuáles han sido sus principales características sociodemográficas y políticas, así como los elementos que garantizaron su permanencia. ¿Existe semejanza en la conformación de las élites que gobiernan con las de oposición?, ¿la fuerza y control territorial es factor para determinar la inclusión y permanencia de los miembros de la élite? La hipótesis planteada sostiene que la conformación de la élite política actual de Sinaloa es consecuencia de elementos del control territorial que ejercen pequeños grupos regionales y cuyo proceso de socialización obedece más a cuestiones de tipo familiar o de parentesco que profesionales. La operacionalización de la hipótesis, relativa a la conformación de la élite, se estructuró mediante dos dimensiones teóricas: 1) conformación y socialización, y 2) creación de redes. En la primera, se consideran dos dimensiones empíricas: las características sociales y políticas, analizadas por medio de las variables de edad, sexo, ocupación, escolaridad y lugar de residencia. La segunda dimensión teórica (socialización) se analizó mediante las redes sociales cuyas variables tienen relación directa con el parentesco, y las redes políticas con la pertenencia o afiliación a organizaciones sociales, civiles o empresariales, así como de tipo profesional basadas en la actividad y relación de tipo administrativa, burocrática o política. Se tomaron como marco teórico las teorías de la democracia y de las élites. De manera específica se adoptó el método posicional considerando las posiciones de representación, gobierno y dirección partidaria, que daban cuenta de dieciséis diferentes cargos políticos. Con ellas se construyó una estructura ordenada conforme a rangos de importancia.16

La selección de estos cargos fue dentro del periodo que va de 1950 a 2010. El resultado arrojó un total de 1 103 posiciones políticas, de las cuales se procedió a realizar una selección de políticos que por su trayectoria ocuparan el mayor número de cargos, resultando 115 personas que fueron consideradas como miembros de la élite política sinaloense y constituyeron el universo de estudio. Con ellos se estructuró una base de datos que contenía todos los elementos establecidos por las variables. Debido a que el periodo de estudio era amplio, se recurrió a una división de tres etapas para su análisis: 1) gobiernos civiles del régimen autoritario (1950-1979); 2) apertura democrática (1980-1995); y 3) pluralidad política (1996-2010). Para la recopilación de datos respecto de los miembros de la élite se utilizaron la investigación y recopilación documental, mediante una exhaustiva revisión bibliográfica en bibliotecas, hemerotecas, archivos púbicos y privados, tesis de posgrado con referencia al tema y consultas en revistas y periódicos especializados. Concluida la base de datos, para la codificación y decodificación de la información se utilizó el programa estadístico SPSSS, así como un método estadístico para la interpretación de los datos. A continuación se presentan los resultados.

Con la intención de responder a las anteriores interrogantes, el trabajo presenta un análisis sobre la élite política en Sinaloa. La exposición se desarrolla en cuatro partes partes: la primera rescata algunos datos relevantes de la entidad; la segunda desarrolla los elementos más significativos que han dado lugar a la conformación y socialización de la élite; la tercera muestra las redes sociales y familiares como factores de permanencia de la élite política sinaloense; y la última parte recobra los aspectos más relevantes en forma de conclusiones.

 

La élite política sinaloense

Los políticos sinaloenses han mantenido una presencia importante en la política nacional. En la etapa posrevolucionaria los generales Ángel Flores, Francisco R. Serrano y Benjamín Hill compitieron contra el poder de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. En otro momento, Leopoldo Sánchez creó presencia nacional por la fuerte confrontación con Carlos A. Madrazo, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por los procesos de democratización política en la designación de candidaturas, lo que dio muestra de la escasa sumisión del gobernador hacia la decisión de quien encabezaba una de las principales instituciones priístas.17

Lo cierto es que el avance agrícola y la infraestructura hidráulica en la entidad, la convirtieron en un polo de desarrollo rural con una orientación estratégica en el noroeste de México.18 Por tal motivo Sinaloa ha sido sede de organizaciones agropecuarias de importancia nacional como La Unión Nacional de Productores de Hortalizas y El Consejo Nacional Agropecuario, entre otras; las cuales abonaron al crecimiento de líderes sociales y políticos que se han destacado en distintas organizaciones hasta llegar a ocupar altos cargos en sindicatos, organizaciones sociales y empresariales. Antonio Toledo Corro, Juan S. Millán Lizárraga, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, Emilio Goicochea Luna, Jorge del Rincón Bernal y Heriberto Félix Guerra son un claro ejemplo. De igual forma, algunos políticos tuvieron una participación importante en el gobierno federal como Antonio Toledo Corro, Renato Vega Alvarado, José Ángel Pescador Osuna y Francisco Labastida Ochoa, entre otros.

De manera simultánea al proceso de reclutamiento de la élite priísta, durante las últimas tres décadas en las que el país sufrió cambios y transformaciones políticas importantes, algunos sinaloenses fueron actores principales. En 1982 Arnoldo Martínez Verdugo compitió por la presidencia de la republica postulado por el Partido Socialista Unificado de México; aunque su participación política fue importante y se constituyó en un líder de las organizaciones de izquierda, su peso electoral en dicha elección fue mínimo. En 1988, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón Maquío, integrante de la élite económica, desencadenó la participación de los empresarios en la política y se estableció como un líder que revitalizó las posibilidades de triunfo del PAN. En la elección del año 2000, Francisco Labastida Ochoa, candidato del PRI, fungió como un actor relevante.

Con la alternancia política en el gobierno federal dos aspectos se hicieron visibles. Por una parte, el ejercicio de gobierno dio lugar a que políticos panistas se incorporaran a nuevos espacios administrativos y de representación;19 algunos sinaloenses como Emilio Goicochea Luna, Rafael Morgan Ríos, Humberto Rice y Heriberto Félix Guerra tomaron posiciones políticas importantes. Por otro lado, la pérdida de la presidencia de la república, como el principal eje articulador que daba cohesión y permanencia a la élite priísta le significó un cambio sustancial en cuanto a sus reglas y formas de organización política. Ante la ausencia de dicho elemento de unidad, la presidencia nacional del PRI fue en consecuencia la máxima institución que podía aglutinar y dar dirección política. Sin embargo, poco pudo articular entre los poderes locales expresados por los gobernadores, quienes se convirtieron en elementos dispersos de poder y control. La pérdida de la presidencia significó la ruptura de una línea de movilidad política para los miembros de la élite, principalmente para los gobernadores que, concluidos sus mandatos, tenían aspiración de continuar sus carreras incorporándose al gabinete del gobierno federal. Al no existir esto más, lo único que garantizaba y daba la permanencia era lograr el control político en forma territorial.20

Posteriormente, durante el proceso de desafuero en contra del jefe de gobierno del Distrito Federal en 2004, pudo observarse un dato relevante: dos diputados federales sinaloenses priístas mostraron una actitud contradictoria; Francisco Frías Castro tuvo una actuación polémica pero firme como integrante de la sección instructora al pasar al pleno de la Cámara de Diputados el caso desafuero de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), mientras que Armando Leyson Castro fue uno de los dos diputados del PRI que votaron en contra. Nuevamente en 2006, para el proceso de selección interna del candidato del PRI a la presidencia de la república, en la conformación del grupo denominado Todos Unidos Contra Madrazo (Tucom), coalición formada por los exgobernadores Arturo Montiel del Estado de México, Enrique Martínez de Coahuila, Tomás Yarrington de Tamaulipas y Manuel Ángel Núñez Soto de Hidalgo, el sinaloense y senador Enrique Jackson competía sin tener control en algunas de las entidades del país pero con una enorme presencia y quizá mayor a la de algunos de estos gobernadores.

Estos aspectos, entre otros, abren la necesidad de examinar a la élite política local en Sinaloa y explicar los cambios y transformaciones que ha sufrido durante la transición democrática en contextos locales, además de entender bajo qué circunstancias se ha establecido su conformación. Por esta razón conocer con mayor certeza quiénes conforman la élite, de dónde provienen, cómo se integran y a qué intereses responden, resulta de vital importancia.

 

Conformación y socialización

¿Cuáles son los cambios más significativos que ha mostrado la élite política en Sinaloa? Diversos estudios se han encaminado a conocer la morfología de las élites y con ello identificar los cambios en cuanto a sus características sociales, políticas o culturales utilizando el método prosopográfico; pero sobre todo se han abocado a estudiar el impacto que éstos tienen en distintos procesos históricos. Utilizando dicho método para analizar la élite sinaloense se encontró que respecto de la pertenencia partidista se mantiene aún la hegemonía del PRI al predominar de 90% a 72% dentro de las etapas de estudio, lo cual resulta un dato interesante dado que en el proceso de apertura democrática, a pesar de adelgazarse la proporción de políticos priístas, dentro de la pluralidad política han alcanzado de nueva cuenta una proporción hegemónica recuperando espacios perdidos.

En cuanto a la residencia u origen geográfico, un análisis de los datos obtenidos muestra que agrupando tan sólo la aportación de los principales municipios de Sinaloa (Culiacán, Guasave, Ahome y Mazatlán), la proporción de estos políticos alcanza 70% en general, con una disminución mínima de 66%, 53% y 66%, respectivamente, para cada una de las etapas de investigación. De manera particular, se observa que la élite sinaloense se ha nutrido con políticos del norte de la entidad en donde se han incrementado de 30% a 52%, contra una disminución de políticos originarios del centro. La explicación podría encontrarse en al menos dos aspectos importantes: primero, en las últimas dos etapas varios políticos del norte de Sinaloa han resultado electos gobernadores, de los cuales destacan Valdez Montoya, Alfonso G. Calderón y Francisco Labastida Ochoa; segundo, el norte de la entidad se ha constituido como un polo de desarrollo económico fundamental y ello genera importantes líderes que participan electoralmente.

En cuanto a las características sociodemográficas, como la escolaridad, sobresalta el incremento de políticos que cuentan con un nivel de estudios profesionales alto, pero principalmente de aquellos con muy alto nivel (maestría o doctorado), con una proporción en aumento de 5% a 20%. Asimismo, dicho aspecto se vincula con el tipo de universidad en la que cursaron sus estudios y la zona geográfica de ésta. Durante los gobiernos civiles la totalidad de los miembros de la élite estudiaron en universidades públicas; 59% lo hizo en universidades dentro de la entidad y 41% fuera de ella. La proporción de quienes provenían de universidades públicas disminuyó a 85% y 80% respectivamente, en las últimas etapas de análisis, incrementándose también la proporción de políticos formados en universidades privadas fuera de la entidad. Si 20% de los políticos sinaloenses que conforman la élite provienen de universidades privadas y la proporción de quienes han cursado estudios profesionales fuera de la entidad se ha reducido de 41% a 33%, la cifra sigue siendo importante. Respecto de las principales universidades donde cursaron estudios profesionales fuera de la entidad destacan: de instituciones públicas, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); entre las privadas están la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Las carreras profesionales predilectas por los miembros de la élite son derecho, ingeniería, contaduría y economía. Con dichos resultados se aprecia que la élite sinaloense fue conformándose a partir de elementos locales que rompieron con el dominio de las instituciones del régimen político y que estableció lazos afectivos, intereses comunes, así como un propio sistema de competencia entre sus integrantes. La élite política sinaloense se ha definido más desde lo local (véase cuadro 1).

Un segundo nivel de análisis lo constituye el matiz de la pluralidad. En éste sobresale que los miembros de la élite de afiliación panista provienen de los municipios de Culiacán, Mazatlán, Ahome y Salvador Alvarado. Más de la mitad realizó estudios profesionales en instituciones privadas (59%), en su mayoría en otras entidades del país. La institución pública en la entidad de la cual provienen tales líderes es la UAS, mientras que de las externas, entre las instituciones de educación superior privadas están la UAG, seguida del ITESM y de las públicas, la Universidad de Guadalajara (U de G). Las profesiones que dominan entre sus miembros son las de derecho y contaduría, con proporciones importantes de medicina y administración. La participación de los miembros del PAN se ubicó principalmente con un nivel medio (59%), seguido del nivel bajo (23%) y por último, el alto (18%).

Los políticos priístas que integran la élite provienen de todos los municipios de Sinaloa, con excepción de Badiraguato, Choix y Elota. Se caracterizan porque estudiaron casi en su totalidad en universidades públicas (94%) y en su mayoría dentro de la entidad (66%). Las universidades públicas de la entidad mencionadas son la UAS y la Normal Superior y, fuera de ella, la UNAM. Por otro lado, entre las universidades privadas también destacan el ITESM y la UAG. Las principales profesiones elegidas son derecho e ingeniería, seguidas de economía, educación y periodismo. Agrupando las dimensiones de participación por niveles de importancia, en general, son los miembros del PRI quienes muestran un mayor nivel de desempeño político. Si se reúnen los cargos establecidos anteriormente por orden de importancia, con las categorías de alto, medio y bajo nivel, se aprecia que en el PRI 34% de los miembros de la élite presentan un nivel alto de participación, 55% medio y 11% bajo.

En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sus liderazgos tienen origen en los municipios de Guasave, Culiacán y El Fuerte. Estudiaron principalmente en universidades públicas de la entidad, tales como la UAS y la Normal Superior, aunque una proporción considerable de ellos cuenta con estudios de posgrado en universidades públicas de otras entidades del país. Entre el tipo de estudios profesionales destacan, principalmente, educación, contaduría, administración e ingeniería. De acuerdo con el nivel de participación o desempeño de sus integrantes, se advierte que 61% de ellos se encuentran en un nivel bajo, 23% medio y 16% alto.

Otro aspecto fundamental para esta investigación radica en el proceso de integración de la élite. Si bien es cierto que ésta se define a partir de las posiciones que ocupan sus miembros en un periodo determinado, cierto es también que dentro de ella el peso específico de cada integrante varía en razón de su trayectoria, posición y recursos. Un rápido análisis respecto de las carreras políticas con el desempeño de cargos políticos para personas con afiliación partidista distinta muestra que en el caso de los panistas la mayor proporción de políticos que asumieron una responsabilidad fue dentro de un ámbito partidario, a nivel municipal (41%) y estatal (64%); dichas proporciones son casi semejantes a la de los políticos que han arribado a la representación legislativa local (68%) y federal (64%). Con los priístas se observa un dato contrario: una alta proporción asumió cargos públicos importantes, como el de diputado federal (63%), diputado local (54%) o presidente municipal (43%); la proporción menor se encuentra entre los más altos cargos de representación política, como senador (23%) o gobernador (16%). Estas proporciones eran incluso menores a cargos administrativos como los de secretarios y subsecretarios en el gabinete federal (10%). Lo anterior da una ventaja considerable a los políticos priístas sobre los políticos panistas, ya que garantizaba mayor trayectoria y experiencia. En el caso de los políticos perredistas los datos muestran aspectos un tanto contradictorios; en una mayor proporción de los miembros de la élite se observó experiencia partidaria en el nivel estatal (85%) y de manera cercana asumieron la responsabilidad de la presidencia del partido en la entidad (77%), sin embargo, dicha proporción desciende en cuanto a la representación legislativa a nivel local (69%) y más aún federal (38%) (véase cuadro 2).

El análisis de los datos muestra sin duda el espacio de movilidad, ascenso y descenso de la élite política integrante de los distintos partidos. Es claro que para los miembros del PRD, dados los escasos espacios de representación, su participación en el ámbito municipal los lleva a desempeñar un cargo partidario de mayor nivel en la dirección estatal del partido. Posteriormente, alcanzarán la posibilidad de dirigir al instituto político en el estado o ser parte de la estructura nacional, para, a partir de ahí competir por un espacio de representación en el Congreso local o federal. La representación política tiene entonces un sentido endógeno desde el partido.

Con los panistas, partido-representación guarda también cierta coherencia en los niveles bajo e intermedio; es decir, la participación a nivel municipal les abre la posibilidad de introducirse en espacios de representación, como regidurías en los ayuntamientos. Lo mismo aplica para el caso de dirigentes estatales al acercarlos a la representación legislativa local. Sin embargo, en la medida en que se analizan los cargos de representación más altos, como de senadores o administrativos federales o estatales, dichas proporciones se reducen drásticamente. Ello ratifica la afirmación establecida en otras investigaciones sobre la élite panista de que los cargos más importantes se encuentran reservados para un grupo reducido de individuos encumbrados por en la estructura partidaria.21 En el PRI los miembros de élite participan en dimensiones distintas. Hay quienes han ocupado puestos solamente políticos y no cuentan con ninguna experiencia administrativa, y hay aquéllos cuyos cargos y responsabilidades administrativas se encuentran en el mayor nivel. Por esta razón es más complejo definir trayectorias de ascenso, descenso o permanencia.

¿Tienen las características sociodemograficas algún impacto sobre el perfil político?, o lo que es lo mismo, ¿influyen este tipo de características en las posibilidades de ascenso de la élite? Podría considerarse que como parte de las asimetrías dentro de los grupos políticos, quienes poseen una mayor cantidad de recursos personales tienen mayor posibilidad ascender en la escala política y permanecer en la actividad durante un mayor tiempo. Para conocer la validez de dicha premisa se tomaron algunas variables sociodemográficas y establecieron cruces estadísticos con el perfil político. De esta forma, se consideró la escolaridad, tipo y región de la universidad donde realizaron estudios, así como municipio de origen o residencia en el estado. No obstante, los resultados arrojados a través de Chi-cuadrada y V de Cramer no mostraron –en lo general– alguna relación. Los coeficientes de contingencia y significancia de dichas variables sólo arrojaron una asociación media positiva; es decir, no existen datos empíricos que lo soporten como una constante (véase cuadro 3). En conclusión, con los elementos hasta aquí aportados respecto de la conformación de la élite resta conocer algunos de los aspectos relativos a su permanencia.

 

Permanencia de la élite

Redes sociales

Para estudiar la permanencia de la élite se recurrió al análisis de las redes sociales. La primera variable fue su adhesión a las organizaciones. Con ello se encontró que la participación se daba en espacios partidarios (36%), administrativos (34%), seguido de organizaciones agropecuarias (11%), empresariales (10%) y sindicales (6%); aunque dicha asociación mantenía sesgos importantes.

Al profundizar en la intervención de los políticos en organizaciones de acuerdo con la afiliación partidista, se encontró, como era de esperarse, que en el PRI siempre mantuvieron una presencia importante de personas que desempeñaban cargos administrativos (48%), seguida de partidarios (25%), agropecuarios (11%) y sindicales (9%). Entre las organizaciones partidarias, como las más importantes se distinguen Fundación Colosio y Cambio XXI. Como parte de las organizaciones agropecuarias, los miembros de este partido destacan por medio de los Comités Campesinos creados por la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), las Asociaciones de Agricultores (AAR) y los Fondos de Aseguramientos Agrícolas. Algunos integrantes de la familia Leyson, Lauro Díaz Castro, Óscar Félix Ochoa y Esteban Valenzuela García, entre otros, son un claro ejemplo de liderazgos en dicho sector. Entre las organizaciones sindicales se encuentran principalmente la Federación de Trabajadores de Sinaloa (FTS), la Federación de Organizaciones Populares del Estado de Sinaloa (FOPS) y en menor medida el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT), el Sindicato Nacional de Trabajadores, Obreros y Asalariados del Campo (SNTOAC), Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS), Sociedad de Interés Colectivo Agrícola Ejidal (SICAE) y Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana (STIASRM). De dichas organizaciones surgieron la mayor parte de los líderes del PRI en la etapa de gobiernos civiles que nutrieron y formaron a nuevas generaciones de políticos priístas. La importancia de algunas de estas organizaciones fue tal, que en algunas regiones o municipios de la entidad la representación política se decidía desde dentro de dichas organizaciones. Tal es el caso del municipio de Ahome, en donde la SICAE ocupó en prolongados periodos la representación legislativa hacia el Congreso federal y local y los gobiernos municipales.22 Salvador Esquer Apodaca, José Ángel Polanco Berumen y Alfonso Genaro Calderón se constituyeron en mentores de políticos como Juan Millán Lizárraga, Abraham Velázquez Iribe, Mario Niebla Álvarez, Francisco Javier Luna Beltrán, por mencionar algunos. La participación de los miembros de la élite en organizaciones civiles es casi exclusiva de los políticos priístas y se encuentran fundamentalmente en el Club de Leones, Colegio de Abogados, Patronatos del Hospital Civil de Culiacán, etcétera.

La participación de los políticos panistas se encontraba principalmente en organizaciones partidarias (43%), empresariales (38%) y agropecuarias (10%). Su inclusión en organismos empresariales se encuentra enmarcada dentro de la etapa de apertura democrática. Fueron y siguen siendo la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y Confederación de estas cámaras (Concanaco) donde surgieron políticos que asumieron las posiciones más relevantes de representación. En ellas se encuentra la participación de Manuel de Jesús Clouthier del Rincón Maquío, primero en la política sinaloense y posteriormente en la nacional, desde el PAN. De aquí sobresalen Jorge del Rincón Bernal, Humberto Rice, Emilio Goicochea, así como Heriberto Félix Guerra. En el sector agropecuario contrasta que los políticos panistas tuvieron participación en las Asociaciones de Usuarios y Productores Agrícolas (módulos), que fueron, de acuerdo con una reforma de descentralización administrativa, un núcleo básico de participación entre usuarios del agua para el riego agrícola. Joaquín Montaño Yamuni es quizá una figura paradigmática, ya que con su experiencia dentro de dicho sector fue postulado como candidato externo en el PAN y adquirió posiciones políticas importantes. Otro dato relevante es que en la última etapa de pluralidad política, de nueva cuenta el desempeño de los políticos panistas se encontraba en el partido, por encima de las organizaciones empresariales. Quizá ello sea muestra de que sus liderazgos están disminuyendo o el relevo generacional dentro del partido los ha llevado a conformarse en más políticos y menos empresarios. Los políticos perredistas en 92% manifestaron participación en organizaciones partidarias y 8% en agropecuarias. En las distintas etapas de análisis, el partido ha sido la fuente principal de participación política.

Redes familiares

La familia fue la segunda variable de las redes sociales, misma que en Sinaloa se ha mostrado como una constante. Sin que sea privativo de algún partido político es claro observar que en los partidos aparecen miembros que ocupan distintas posiciones administrativas y de representación. No obstante, la permanencia en el poder puede entenderse también a partir de la creación de redes familiares que se comparten o disputan el poder y control territorial. En Sinaloa son claramente identificables familias cuya permanencia se ha prolongado desde inicios del siglo XX, algunas hasta a la fecha. Entre las familias cuyo predominio destaca desde la etapa posrevolucionaria hasta los gobiernos civiles se encuentran las familias Delgado Ibarra, Vega Gaxiola de El Fuerte, los Cuen-Cazarez de Badiraguato, los Riveros de Mocorito y sobre todo la familia Clouhtier, cuyos miembros se han mantenido en posiciones políticas relevantes hasta la actualidad. En una segunda etapa de análisis se encuentran familias cuya influencia permanece desde gobiernos civiles a la actualidad. De esta forma es posible identificar a familias como los Ibarra, Zamora, Xochihua y Valenzuela en Ahome; Leyson y Burgos de Guasave; Moreno y Rubio por Sinaloa; Salazar y Esparragoza de Badiraguato; Camacho en Angostura; Manjarrez en San Ignacio Vizcarra en Concordia; y Polanco de Escuinapa. Por cuestión de espacio a continuación se describen las familias de los municipios del norte de Sinaloa.

Culiacán:

Clouthier, Cañedo, Andrade, Martínez de Castro, Del Rincón y Carillo

La historia de la familia Clouthier tiene su raíz principal en el doctor Juan Augusto Clouthier (1). quien llegó a la ciudad de México procedente de Montreal cuando se desencadenó en Sinaloa un brote de cólera morbus. Por esta razón el gobierno decidió solicitar su ayuda y enviarlo al puerto de Mazatlán. Augusto Clouthier contrajo nupcias con Guadalupe Cañedo de Rojo. Del matrimonio Clouthier-Cañedo nacieron cuatro hijos: Manuel, Jorge, Guadalupe y Aurelia, quienes radicaron en Mazatlán hasta que murió el doctor, motivo por el cual la viuda y sus hijos se trasladaron a Culiacán.23

Clouthier-Andrade

De todos estos hijos el más destacado fue Manuel Clouthier Cañedo (2), quien se dedicó a los negocios por medio del comercio y a la política. En 1877 comenzó una nueva etapa en su ascenso económico al contraer matrimonio con una prima suya, doña Rafaela Andrade, cuya familia poseía grandes propiedades rurales comprendidas en la Alcaldía de Sataya. La prosperidad de dicho empresario aumentó cuando en 1895, en su calidad de presidente de la empresa Apolo, solicitó al Cabildo de Culiacán la exención de impuestos por la presentación de espectáculos en dicho teatro. El cabildo accedió a la solicitud y le autorizó recibir los beneficios por parte del Ayuntamiento de Culiacán y veinte años de exención de impuestos.24 A los 35 años fue prefecto del Cabildo de Culiacán, posteriormente diputado suplente (1878), regidor del Ayuntamiento de Culiacán (1887) donde fue nombrado además vicepresidente de la Alcaldía. Se mantuvo como regidor durante cuatro años más (1896-1910), para después fungir como perito de la Comisión de Timbre (1891), miembro de la Junta Patriótica de los Festejos Nacionales (1893-1895); dirigente del distrito y de la Alcaldía de Culiacán (1896-1901); en éste último año fue nombrado administrador principal del Timbre, también ocupó el cargo de prefecto interino en 1908.

Clouthier-Martinez de Castro

Del matrimonio Clouthier-Andrade el hijo más sobresaliente fue Manuel Clouthier Andrade (3), quien a su vez contrajo matrimonio con María Luisa Martínez de Castro de la Vega. La familia de Martínez de la Vega era una de las más importantes de Culiacán, y además de la herencia que recibió de sus padres, apareció como el único heredero de su tío Amado Andrade. Él, a diferencia de su padre, sí se dedicó a administrar sus propiedades rurales, que ya para entonces eran cuantiosas. Aguilar Gaxiola expresa que la familia Martínez de Castro se constituyó como una de las familias oligárquicas de Culiacán, al amparo de un sistema nacional de políticas económicas liberales de la concepción evolucionista de la administración pública y de la paz social como garante de las inversiones promovidas por el porfiriato.25 La familia Martínez de Castro que contaba entre sus miembros a Luis, Mariano, Pomposo, Conrado, Jesús, Ángel, Ricardo, Catalina y Luisa, fungió como una familia poderosa que expresó hegemonía y control sobre el poder local al grado de cogobernar con Francisco Cañedo; todos ellos con importantes actividades orientadas hacia el comercio y la política. Uno de los espacios en donde mantuvieron amplio control y dominio fue el Cabildo de Culiacán, en donde la presencia de dicha familia se mantuvo entre 1872 y 1898.

De esta forma, Ricardo Martínez de Castro se desempeñó como regidor en el Cabildo de Culiacán (1872-1893) y como presidente del ayuntamiento (1893). Pomposo Martínez de Castro fue también regidor (1889-1892) y presidente del ayuntamiento (1893), para ceder de nueva cuenta el espacio a su hermano Luis (1898).

Fueron precisamente Luis y Mariano los miembros más renombrados de esta familia. Luis Martínez de Castro fue diputado por Sinaloa en el Congreso de la Unión (1909) y diputado local en el Congreso de Sinaloa en cinco ocasiones (1878-1892); las dos primeras para las IX-XI Legislaturas (1978-1980) por el distrito de Sinaloa, en la XII (1884) por Mazatlán, en la XIV (1888) por el distrito de Concordia y en la XV Legislatura (1890) por el distrito de Badiraguato. Mariano Martínez de Castro nació en Culiacán el 15 de mayo de 1850 y se graduó de ingeniero topógrafo en el Colegio de Minería en la ciudad de México en 1860; era dueño de la hacienda Las Trancas, que comprendía los terrenos del Patagón, La Bandera y Cabrera, con una extensión de 40 mil ha. Participó en las ideas de colonización extranjera de extensas zonas del país. Así, el 16 de agosto de 1880 firmó un contrato con el ministro de fomento para la construcción en el estado de un ferrocarril que uniera a Culiacán y Altata. El contrato, modificado varias veces, fue firmado por una compañía que se llamó de Sinaloa y Durango, y el capital fue suscrito en Boston, donde se organizó la compañía bajo la legislación de Massachussets. La línea se abrió al tráfico en 1883 y en 1890 fue traspasada a una compañía de Londres con el nombre de Ferrocarril Occidental Mexicano. En el ámbito político, Mariano se desempeño como regidor de la prefectura política de Culiacán (1876); senador suplente de Joaquín Redo (1877); senador propietario por Sinaloa al Congreso de la Unión (1987); ejerció la gubernatura del estado en dos periodos, el primero de 1880 a 1884 y el segundo de 1888 a 1892. Esta etapa se considera como de paz porfiriana y en Sinaloa se le conoció como "la era de Francisco Cañedo", comprendida entre 1877 y 1909. Las hermanas Catalina y María Luisa jugaron a su vez un papel importante mediante sus vínculos matrimoniales, gracias a los cuales expandieron el control hacia nuevas familias a la vez que incrementaron su poderío económico; tal fue el caso de Luisa que contrajo matrimonio con un importante miembro de la familia Clouthier. De los hijos de este matrimonio, el más notable fue Manuel de Jesús Clouthier Martínez de Castro.

Clouthier-Del Rincón

Manuel de Jesús Clouthier Martínez de Castro (4), originario de Culiacán, Sinaloa, dedicó su actividad al comercio, inversiones en bienes raíces, comercializadoras de agroquímicos, autos, camiones y maquinaria agrícola. Contrajo matrimonio con María Cristina del Rincón Bernal, originaria de Magdalena, Sonora. La ramificación hacia la familia Clouthier-Del Rincón, de acuerdo con lo que el mismo Jorge del Rincón comenta, se desprende de Pablo del Rincón, quien era originario de Zacatecas, en donde se destacaba como empleado del gobierno. Posteriormente se trasladó a Sonora donde se integró como personal de confianza del gobernador Pesqueira, hasta llegar a convertirse en autoridad municipal de Guaymas.26 Su hijo Francisco del Rincón Rodríguez, oriundo de Guaymas, Sonora, hizo estudios de contaduría en Tucson, Arizona, y vivió muchos años en Magdalena de Kino. Fue empresario de refresquería y ferretería, esta última de la Casa Latz. Ascendió hasta gerente general de la sucursal del Banco de Sonora en Guaymas, para después trasladarse a Culiacán en 1929, a la edad de 40 años. Francisco Rincón Rodríguez contrajo matrimonio con Cristina Bernal Angulo, con quien procreó 12 hijos, entre los que se encuentra Jorge y María Cristina del Rincón Bernal.

Jorge del Rincón Bernal nació el 27 de noviembre de 1930 en Guaymas, Sonora. Estudió la Licenciatura en Derecho, comenzó en la Universidad de Guadalajara pero se graduó en la Facultad de Derecho de la UNAM (1952-1955). Realizó estudios profesionales de Administración de Empresas en la Universidad Iberoamericana (UIA) (1957-1958) y Economía en la UAS (1967-1968). Fue miembro activo del PAN desde 1952; consejero nacional (1981-1988), estatal y miembro del CDE-PAN Sinaloa en varios periodos; presidente del CDE-PAN en Sinaloa (1984-1987); diputado local en la LII Legislatura del Congreso de Sinaloa (1986-1989) y diputado federal por la LIII Legislatura (1988-1991). Tras la elección por la presidencia municipal de Culiacán en 1983, argumentando fraude en su contra, se proclamó presidente del Cabildo Popular en un gobierno paralelo al gobierno municipal.27 Del matrimonio entre Manuel Clouthier Martínez de Castro y María Cristina del Rincón nacieron María Cristina, Manuel Maquío y Marco Antonio.

Clouthier-Carrillo

De la anterior descendencia, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón (5) es el más conocido. Nació el 13 de junio de 1934 en Culiacán, Sinaloa. Se graduó como Ingeniero Agrónomo Fitotecnista por el ITESM en 1957. Despuntó como empresario prominente. Fue miembro activo del PAN desde 1984, donde se desempeñó como consejero nacional (1988-1989). Su inicio formal en la política se encuentra en el proceso en el cual se postuló como candidato del PAN a la gubernatura de Sinaloa (1986) y candidato a la presidencia de la república en 1988. A raíz de los resultados electorales realizó un ayuno del 15 al 22 de diciembre de 1988 en protesta por los fraudes realizados en Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas. El 23 de febrero de 1989 el CEN-PAN lo nombró coordinador del Gabinete alternativo. El 1 de octubre de 1989 murió en un accidente automovilístico en la carretera México-Nogales.28 Maquío contrajo nupcias con Leticia Carrillo el 13 de junio de 1959. De este matrimonio nacieron 11 hijos: Leticia María, Manuel, Eric, Rebeca, Tatiana, Cid Esteban, Juan Pablo, Lorena, Lucía, Irene y Ricardo; muchos de ellos han tenido una participación activa en la vida pública.

Rebeca Clouthier Carrillo fue profesora en la Facultad de Mercadotecnia del ITESM; se desempeñó como regidora del Ayuntamiento de San Pedro Garza García (2006-2009); fue presidenta del CDE-PAN en Nuevo León hasta su renuncia el 12 de julio de 2005, continuó siendo consejera nacional del PAN.29

Tatiana Clouthier nació el 12 de agosto de 1964 en Culiacán, Sinaloa. Estudió la Licenciatura en Lengua Inglesa por el Tecnológico de Monterrey (ITM) y la Maestría en Administración Pública por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Cuenta con una carrera administrativa en donde se desempeñó en San Pedro Garza, Nuevo León, como directora de Asentamientos Humanos (1989-1991); asistente de la Secretaría de Servicios Primarios (1993-1994); directora de Turismo, Educación y Deportes (1994-1997); coordinadora de Educación Media Superior y Servicio Social de la Secretaría de Educación de Nuevo León (1997-2001); diputada federal (2003-2006).30

Manuel Jesús Clouthier Carrillo (6), miembro del PAN, en marzo de 1995 asumió la Dirección General del periódico Noroeste. En 2004 fue uno de los precandidatos del PAN a la gubernatura de Sinaloa; sin embargo, durante la etapa final decidió apoyar a su cuñado, Heriberto Félix Guerra, otro de los precandidatos que resultó ser el elegido. Fue diputado federal en la LXI Legislatura (2009-2012) y ante la dificultad de encontrar un espacio de competencia como senador se postuló como candidato independiente y ante la negativa del ife de darle registro formal, en la parte final de la campaña aceptó la invitación de AMLO, candidato de Movimiento Progresista, quien de llegar a la presidencia le asignaría la posición de contralor general.

Lorena Clouthier contrajo nupcias con Heriberto Félix Guerra, quien contaba con una trayectoria en el ámbito empresarial y destacó como presidente de Canacintra en Culiacán; vicepresidente de los industriales en el país y vicepresidente de la Comisión Nacional de Agroindustria del mismo organismo. En 1997 presidió el Consejo de Desarrollo de Sinaloa (Codesin). Destacó como miembro de Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios y secretario de Desarrollo económico en el gobierno de Juan S. Millán Lizárraga, en donde renunció para contender, primero como precandidato del PAN a la gubernatura y más adelante como candidato a gobernador de Sinaloa en 2004, compitiendo contra Jesús Aguilar Padilla; al perder con una mínima diferencia reclamó un fraude en su contra. En las elecciones de 2006 fue electo senador de la república por primera minoría, pero a meses de tomar posesión del cargo se separó para asumir una subsecretaría y posteriormente la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el gabinete federal del presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Familia Clouthier

Ahome: Ibarra, Xochihua, Zamora y Valenzuela

Ibarra

La familia Ibarra, pese a ser una de las más antiguas en el distrito de El Fuerte desde el siglo XVI, su principal elemento familiar pertenece al siglo XX: Canuto Ibarra Guerrero, nacido en este municipio en 1909. Pasó su infancia en el puerto de Mazatlán, donde trabajó como pescador, minero y officeboy del Banco de Mazatlán. Antes de establecerse en Los Mochis trabajó como ayudante en un negocio de abarrotes de su tío Emilio Ibarra Almada con quien después fundó diversos negocios. Fue presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa y presidente municipal de Ahome (1966-1968). Tras un inesperado derrame cerebral falleció en la ciudad de Culiacán el 27 de mayo de 1975.31 Su hermano, Benjamín Ibarra Guerrero también había sido presidente municipal de El Fuerte (1954-1956), y posteriormente Jaime Ibarra Montaño, hijo de Canuto Ibarra, obtuvo el mismo cargo (1981-1983).

Xochihua

Esta familia inició su participación política con Zenén Xochihua Valdez. Don Zenén nació el 30 de julio de 1933 en Los Mochis; fue un próspero agricultor y su participación en el PAN lo llevó a la representación legislativa en la L Legislatura del Congreso de Sinaloa (1980-1983), posteriormente al Congreso de la Unión como diputado federal en la LVI Legislatura (1994-1997). En la última parte de su carrera fue presidente del CDM-PAN en Ahome (1995-1998).

Su trayectoria le valió para abrirle paso a su hijo Zenén Xochihua Enciso (2), quien obtuvo su primer cargo de elección popular como regidor (1996-1998) durante el gobierno de Francisco Salvador López Brito, al encabezar la lista de regidores presentada por el PAN al Cabildo de Ahome. Más adelante, Zenén fue postulado por el PAN al Congreso local por la vía plurinominal en una posición cómoda y segura, resultando electo diputado (1998-2001). Al concluir dicho cargo tuvo su primera experiencia de competencia interna del PAN por la candidatura a la presidencia municipal; sin embargo, la locutora Irma Cota Soto, quien gozaba de mayor popularidad, lo venció sin muchas dificultades. A pesar de ello, vencido nuevamente fue candidato a regidor en la lista plurinominal presentada por el PAN; aunque Coto Soto perdió la elección ambos compartieron bancas en el Cabildo (2002-2004) como representantes de minoría. Con el triunfo del PAN en la presidencia de la república, después haber asumido tres cargos de elección popular fue designado delegado de la Sedesol en Sinaloa, en donde se mantuvo alrededor de ocho años (2002-2010). En el proceso electoral de 2010 abandonó la delegación federal y debido a fuertes presiones del PAN, al margen de alguna contienda interna, fue designado candidato a la presidencia municipal por una coalición entre distintos partidos políticos articulados contra el PRI, misma que obtuvo en el ayuntamiento de Ahome.

Valenzuela

La familia Valenzuela tiene a su principal elemento de competencia en Esteban Valenzuela García El Chino, quien nació el 2 de septiembre de 1948, en Ahome, Sinaloa. Se adhirió al PRI en 1966 y su actividad económica se centró en la agricultura, desarrollándose de manera próspera. Su actividad política se orientó hacia ese sector, ya que fue miembro en la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur (1974) y le valió para ser representante del Sector Campesino en el PRI (1995); posteriormente fue presidente de la Unión de Trilladores del Valle del Fuerte A.C. (1972-1986) y socio del Club de Leones de Los Mochis A.C. (1978). Asimismo, fue presidente del Comisionado Ejidal del Ejido 20 de Noviembre, de donde es originario, durante dos periodos consecutivos (1988-1994); casi a la par fue secretario administrativo y técnico de la Asociación de Usuarios Productores Agrícolas de Santa Rosa Módulo III (1992-1998) y presidente de la Asociación Ejidal de Productores de Hortalizas, Granos y Frutas de Ahome (1995-1998). No obstante, en 1998 al resultar electo secretario general del Comité Municipal Campesino No. 05 del Estado de Sinaloa (1997-1998), después de una conflictiva elección, se perfiló como un candidato con posibilidades de recuperar el gobierno municipal en Ahome que el PRI había perdido en 1995. El proceso interno en el PRI, recurriendo a elección abierta, le dio un amplio margen sobre su contrincante Rubén Felix Hays, quien se desempeñaba como presidente del CDM-PRI. Valenzuela alcanzó el triunfo: la presidencia municipal de Ahome (1998-2001). Al concluir el cargo, después de un breve reposo de actividad política, nuevamente en la elección federal de 2003 compitió por la diputación federal (2003-2006).

Su esposa María Victoria Vega, quien durante su administración se desempeñaba como presidenta del DIF junto con su compadre Ceferino González Alvarado, director de participación ciudadana, renunciaron a sus cargos para competir como diputados por el III y IV distritos electorales, respectivamente, de los cuales resultaron electos (2001-2004). En 2002 ambos eran diputados, uno federal y la otra local. Durante 2004-2006 El Chino se dedicó a sus actividades agrícolas, su esposa colaboró solamente en un cargo administrativo como jefa del departamento de operación Zona Norte del DIF Sinaloa (2006). En el proceso electoral de 2007, Valenzuela García se presentó a la competencia por la candidatura a la presidencia municipal de Ahome (2008-2010), misma que alcanzó sin mayores complicaciones, de tal forma que la pareja regresó a sus anteriores oficinas. En las elecciones locales de 2010 marcadas por el proceso que definió la primera alternancia a nivel estatal, Valenzuela García entregó la presidencia municipal a Zenén Xochihua Enciso. Desde luego, sus deseos por continuar en el poder le llevaron a competir en el proceso federal de 2012 por la candidatura a la diputación federal; aunque sin grandes complicaciones obtuvo la candidatura en el PRI, por un ajuste a lo establecido en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) respecto del número de candidaturas para mujeres, Valenzuela García fue despojado de su candidatura y el PRI eligió, por medio de una nueva designación, a su esposa María Victoria Vega Padilla, quien perdió ante el PAN la elección legislativa.

Zamora

La tercera familia política es la Zamora, cuya presencia se observa en tres procesos electorales. El principal elemento lo constituye Mario Zamora Malcampo, quien en el proceso electoral de 1995, siendo diputado con licencia, compitió por la presidencia de Ahome y perdió ante López Brito. En 2007, su hijo Mario Zamora Gastelum, egresado del ITESM en Economía y con estudios de maestría en la London School of Economic and Political Science en Londres, Inglaterra (2000-2001), después de haber ocupado pocos espacios administrativos compitió con éxito por una diputación Local (2007-2010). Casi para concluir el cargo solicitó licencia y compitió como candidato en 2010 por la presidencia municipal de Ahome, que lo llevó a una derrota.

Guasave: Pinto-Burgos y Leysón-Castro

Burgos Pinto

La familia Burgos Pinto tiene como antecedente a los presidentes municipales de Guasave: Nicolás Pinto (1919) y Vidal Pinto Solano (1933-1934), de quienes se presume son la línea sanguínea sucesoria. El principal desarrollo de dicha familia se ha dado desde la etapa de apertura democrática hasta la fecha, con Juan y Jesús Burgos Pinto.

Juan Burgos Pinto nació en 1947 en Guasave. Estudio la Licenciatura en Economía por la UAS (1967-1972); miembro del PRI desde 1965; secretario general en 1984 y presidente del CDE-PRI en Sinaloa (1987-1988); jefe de promoción social (1975); director de comunidades del ayuntamiento de Culiacán (1979); delegado de la Secretaría de Hacienda en Sinaloa (1980); presidente municipal de Guasave (1987); subdirector de gobernación en la Segob (1988); secretario general de Gobierno con Francisco Labastida Ochoa en Sinaloa (1988). Falleció el 5 de enero de 2007 en Culiacán, Sinaloa.

Su hermano, Jesús Burgos Pinto nació el 3 de agosto de 1953 en Guasave. Es licenciado en Derecho por la UAS (1967), abogado y productor agrícola desde 1978; fue director juvenil del CEM-PRI (1969), secretario de organización juvenil del PRI Sinaloa en 1975, presidente del CDM-PRI en Guasave (1984) y presidente de la Fundación Colosio de Sinaloa (1998). Ha laborado en el Ministerio Público del fuero común; ha sido secretario de la Asociación Municipal de la Pequeña Propiedad. Fue diputado de la LV Legislatura del Congreso del Estado (1995-1998); subsecretario de Desarrollo Urbano y Ecología de Gobierno del Estado (1999-2000); diputado federal de la LVIII Legislatura (2000-2003); gerente regional CNA (2003); diputado local en la LVIII Legislatura Congreso del Estado (2004-2007); presidente municipal de Guasave (2007-2010) y presidente del CDE-PRI en Sinaloa.

Leyson

De la familia Leyson destacan Teófilo y Miguel Leyson Pérez. Aunque se ha escrito que ambos son originarios de Ahome, su carrera política se desarrolló principalmente en Guasave. Teófilo se desempeñó en el mundo de las letras como historiador y cronista; de entre sus obras destaca un texto respecto del surgimiento de Los Mochis (1969). Miguel Leyson Pérez sobresalió como periodista que combatió la influencia de Elías Calles en Sinaloa. Apoyó a Rodolfo T. Loaiza para la gubernatura en 1940 y posteriormente estableció una relación política con Leopoldo Sánchez Celis. Fue presidente municipal de Guasave (1943-1944), presidente de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur (AARFSP), presidente del Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES, 1965-1966), presidente del CDE-PRI en Sinaloa (1966-1970) y al mismo tiempo diputado federal en la LXVII Legislatura del Congreso de la Unión (1967-1970). Miguel Leyson Pérez contrajo nupcias con María de los Ángeles Castro con quien tuvo diez hijos: Miguel, Angélica, Eduardo, Cristina, Carlos, José Luis, Arnoldo, Laura, Cecilia y Armando. De ellos, José Luis y Armando ejercieron carreras políticas.32

José Luis Leyson Castro nació el 19 de marzo de 1949 en Guasave. Es licenciado en Derecho por la UNAM, agricultor y ganadero prominente; fue presidente municipal de Guasave (1984-1986); diputado federal en la LVI Legislatura (1994-1997); delegado regional de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Nayarit.

Armando Leyson Castro nació el 28 de septiembre de 1956 en Guasave. Cuenta con estudios de licenciatura en Derecho por la UNAM. Fue presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (1980-1981), gerente administrativo de Urbanor–Casas del Noroeste (1982-1984), agricultor, presidente del Club de Futbol Diablos Azules de Guasave A.C., vicepresidente del Club de Béisbol Algodoneros de Guasave A.C., secretario del Comité Directivo de la Asociación de Agricultores del Río Sinaloa Poniente (AARSP), miembro del Patronato local de Cruz Roja, presidente municipal de Guasave (1999-2001) y diputado federal en la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados (2003-2006).

La historia reciente de la familia Leyson es algo paradigmática. Después de haber militado gran parte de su vida en las filas del priísmo, los espacios de renovación de la élite local empezaron a ser reducidos para la pretensión de la familia. El descontento fue un elemento observable entre sus miembros y empezaron a competir en otros partidos políticos, como fue el caso de José Luis que compitió por el PRD a la diputación federal en 2000 y posteriormente, Armando Kory ante la negativa del PRI de darle oportunidades de competir nuevamente por la presidencia municipal de Guasave compitió por el PAN de manera consecutiva en 2007 y 2010.

Sinaloa: Moreno y Rubio

Moreno

El origen de la familia Moreno se encuentra en la unión entre Guadalupe Moreno (1) y Micaela Mendoza. De dicho vínculo surgieron ocho hijos: Pablo, Luz, Jesús, Feliciano, Paula, Juan, Dorotea y José Lino. Juan y Pablo fueron quienes actuaron en el ámbito de la política.

Juan Moreno Mendoza fue presidente municipal de Sinaloa (1951-1953) y por los registros que se tienen sólo ocupó ese cargo. Su hermano, Pablo Moreno Mendoza (2) fue diputado local en la XLVI Legislatura del Congreso de Sinaloa (1962-1965) y presidente municipal de 1966 a 1968. Contrajo nupcias con Magdalena Cota de cuyo matrimonio nacieron Pablo, Héctor, Humberto, Elsa y Mica. De nueva cuenta, los dos hermanos fueron quienes se dedicaron a la actividad política. Ello benefició a Pablo Moreno Cota (3), originario de El Opochi, Sinaloa, nacido el 17 de junio de 1948. Se licenció como ingeniero agrónomo, especialista en administración agrícola. Fue presidente municipal de Sinaloa (1978-1980) a los 22 años, tres administraciones después de haber sido alcalde su padre Pablo Moreno Mendoza. Fue diputado federal en la LIV y en la LVI Legislaturas (1988-1991, 1994-1997, respectivamente). Se desempeñó como secretario de Desarrollo Social y Sustentable en el gabinete del gobernador Jesús Aguilar Padilla (2005-2010) y presidente del CDE-PRI en Sinaloa (2012).33 Su hermano Héctor Moreno Cota fue solamente presidente municipal de Sinaloa (1987-1989).

Pablo Moreno Cota contrajo nupcias con Irma Ovalle, unión de donde nacieron tres hijos: Karla, Irma y Pablo. Su trayectoria le sirvió para que su hija Irma Guadalupe Moreno Ovalle (4) iniciara su carrera con el pie derecho. Fue diputada federal suplente de Guadalupe de Jesús Vizcarra Calderón, quien a meses de haber protestado el cargo solicitó licencia para asumir una secretaría en el gabinete de Sinaloa. Al concluir el cargo, Moreno Ovalle ocupó la Secretaría General del CDE-PRI en Sinaloa y en el proceso electoral de 2010 fue electa diputada local por la vía plurinominal.

Rubio

La segunda familia política tiene una historia más reciente. Su fundador fue Saúl Rubio Ayala, próspero agricultor y ganadero del municipio de Sinaloa. Su participación se dio como candidato a diputado del PRD en las elecciones federales de 2000, sin éxito. Compitió por la presidencia municipal en 1998, cuya participación lo llevó a una segunda derrota. En las elecciones siguientes compitió nuevamente por el PAN a la presidencia y obtuvo el triunfo electoral (2002-2004). Al concluir su periodo fue electo diputado local (2005-2007), sin embargo no concluyó su mandato debido a que algunos meses después de tomar posesión del cargo tuvo un trágico deceso al ser ejecutado a balazos el 16 de mayo de 2005. En vida, el liderazgo de Saúl Rubio sirvió para activar la zona serrana en el norte de la entidad a favor del PAN en donde se alcanzaron triunfos electorales de Choix y El Fuerte. Posterior a su muerte, integrantes de su familia arribaron a posiciones políticas importantes; tal es el caso de su esposa, Gloria Guadalupe Valenzuela García, quien fue postulada por el PAN como diputada federal en la LX Legislatura (2009-2012) por la vía plurinominal. De igual forma su hijo, Saúl Rubio Valenzuela, compitió por la presidencia municipal de Sinaloa por primera vez en 2007 postulado por el PAN, sin ningún éxito. La segunda ocasión compitió por una coalición entre PRD y PAN, obteniendo el triunfo electoral (2010-2012). En este mismo proceso, Eleazar Rubio Ayala, hermano de Saúl, obtuvo por el PAN la presidencia municipal de El Fuerte (2010-2012).

¿Cómo cuantificar el impacto que tienen las familias en la política sinaloense?

En el municipio de Sinaloa, entre 1950 y 2010, las familias Moreno y Rubio han gobernado por más de un tercio de las veintiún veces en que se ha renovado la presidencia municipal. La proporción se incrementa a 40% para las familias Burgos y Leyson también con la presidencia municipal de Guasave, entre 1980-2010. Con ello no puede afirmarse que la política sinaloense se constituya a partir de lazos consanguíneos o de parentesco, dado que de manera general entre todos los que han ocupado una posición política sólo hay este tipo de relaciones en 27%. No obstante, dicho análisis de los lazos consanguíneos nos lleva a considerar algunas variantes. Durante la etapa de gobierno civil un tercio de sus integrantes había llegado a la política sin tener ningún pariente, mientras que en el resto un tercio descendía de un padre político y una proporción semejante era para aquellos con un hermano en la política.

En la etapa de apertura democrática, salvo los integrantes que provenían del PAN, los miembros de la élite política no tenían a ningún pariente en la política. Sin embargo, esta relación cambió en la etapa de pluralidad política, donde todos sus miembros, sin excepción, mantuvieron una relación de parentesco de descendente a ascendente. Entre los políticos afines con el PRD, la relación de consanguinidad sólo se ha observado en línea horizontal, entre hermanos, como son los casos de Gregorio y Óscar Urías Germán y los hermanos Juan Nicasio y Teresa Guerra Ochoa. En el PAN, las familia Clouthier, Osorio, Rice y Xochihua cuentan con una segunda generación para el periodo estudiado de nuevos políticos que están asumiendo posiciones importantes. Lo mismo sucede con el PRI en donde políticos como Mario Zamora, Hernández Chávez, Moreno Cota, Francisco Labastida, Juan Millán, entre otros, tienen a sus hijos en posiciones de representación política o administrativas relevantes. Con ello surge la duda respecto de si los procesos de reclutamiento se dan de manera formal mediante las instituciones política-partidarias o si las redes familiares se imponen a dichas instituciones y reglas formales.

 

Conclusiones

Algunos aspectos importantes escapan al análisis del presente trabajo. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, la lucha entre el exgobernador y gobernador en funciones (Millán Lizárraga y Aguilar), por la designación de candidaturas a diputados y alcaldes en el proceso electoral intermedio de 2007. Dichas confrontaciones se observan como un fenómeno actual de la política local en las entidades del país. Este conflicto los llevó en la elección interna del PRI para la gubernatura de 2010 a apoyar a distintos candidatos, rompiendo la cohesión y su disciplina partidaria interna, hasta constituir coaliciones electorales con partidos de distinta orientación política. Con la derrota del candidato del PRI, el triunfo electoral de la coalición opositora se suma a alternancias semejantes ocurridas en Zacatecas, Tlaxcala en 1998, Baja California Sur en 1999 y Chiapas en 2006.

Otro elemento relevante es la realización de acuerdos, alianzas o coaliciones efectuadas tanto entre políticos del partido que gobierna, como de éstos con diferentes partidos. En la actualidad se cree que la pluralidad política es una exigencia incluso para el partido que gobierna y que el gobernador está obligado a cogobernar con los miembros de la élite, aunque éstos no pertenezcan al grupo del cual es parte. En tal sentido, algunos espacios de poder como el gabinete del Ejecutivo estatal acuden al principio de integración e inclusión so pena de tener fuertes pugnas internas que puedan significar desprendimientos políticos importantes. Si bien es cierto era un hecho visible los acuerdos entre el gobernador y algunos políticos de oposición, lo que se observa actualmente es que de manera reciente los propios políticos del partido que gobierna se han abierto hacia alianzas con políticos que representan fuerzas de oposición. Este último fenómeno se ha observado tanto en procesos de coyuntura política como en tiempos no electorales.34

En conclusión, los grupos que conforman parte de la élite han perdido rasgos de identidad, ya sea de tipo programático o ideológico. Los elementos que unían, cohesionaban y daban dirección a la élite política han cambiado, como se han modificado también las formas de organización y reglas de conducta. En este sentido, el fenómeno político que se observa es que dichos grupos que conforman parte de la élite política buscan su consolidación y permanencia más allá de los espacios antes reservados dentro de la representación que generaba su partido. Estos elementos muestran posiblemente dos cosas: la primera de ellas que los principales liderazgos políticos sinaloenses han mostrado cierto grado de desarrollo, mismos que en ocasiones han generado procesos políticos importantes y trascendentes en los procesos de cambio y transformación. La otra conclusión va en una dirección contraria y se relaciona mas con el interés de grupos o familias que mantienen un control político territorial y están dispuestos a hacer lo que sea con el objetivo de ejercer el poder de manera permanente.

 

Notas

1 El actual trabajo fue presentado como ponencia en el VI Congreso Latinoamericano de Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (Alacip) en Quito, Ecuador, del 12-14 de junio de 2012. Agradezco a Emilio Vladimir Sinue Reyes Cabrera el apoyo en la recolección de los datos.

2 Gaetano Mosca. La clase política. México: FCE, 1984.         [ Links ]

3 Wilfredo Pareto. Escritos sociológicos. España: Alianza, 1987.         [ Links ]

4 Robert Dahl. La poliarquía. España: Tecnos, 1997.         [ Links ]

5 Los conceptos político-sociológicos de clase política y élite política pertenecen a Gaetano Mosca, Vilfredo Pareto, Robert Michels, Gramsci, y otros. Antes el concepto de dominación lo había tratado Max Weber.

6 Peter H. Smith. Los laberintos del poder; el reclutamiento de las élites políticas en México, 1900-1971. México: El Colegio de México, 1981.         [ Links ]

7 Roderic Ai Camp. La política en México. México: Siglo XXI, 2000;         [ Links ] del mismo autor, Las élites del poder en México. México: Siglo XXI, 2004.         [ Links ]

8 Jorge Medina Viedas. Élites y democracia en México. México: Cal y Arena, 1998.         [ Links ]

9 Isabelle Rousseau. ¿Una revolución silenciosa? Élites gubernamentales y proyecto de modernización (1970-1995). México: El Colegio de México, 2001.         [ Links ]

10 Para un mayor análisis véase Luis Miguel Rionda. "Élites y política en México: Una Revisión crítica". Acta Universitaria. Guanajuato, Universidad de Guanajuato, vol. VI, núm. 2, 1996, pp. 33-45.         [ Links ]

11 Cirilo A. Guzmán. La élite gubernamental en Tabasco: Formación y trayectoria 1971-202. México, UAM-I 2004 (tesis de maestría).         [ Links ]

12 Félix Brito Rodríguez. La élite política de Sinaloa durante el porfiriano. Sinaloa: Difocur, 1995.         [ Links ]

13 Víctor Hugo Aguilar Gaxiola. La oligarquía de Culiacán: Poder, prestigio y dinero. El circulo dirigente del cabildo de Culiacán, 1872-1910. Sinaloa: Ayuntamiento de Culiacán-UAS, 2002.         [ Links ]

14 José María Figueroa Díaz. Los gobernadores de Sinaloa: poder y ocaso. Sinaloa: Difocur, 1987.         [ Links ]

15 Ernesto Hernández Norzagaray. Élites partidistas sinaloenses; identidades, percepciones, valores y actitudes políticas. México: CEE-UAS-IIEIP, 2005.         [ Links ]

16 Frank Brandenburg. The Development of Latin American Private Enterprice. Washington: National Planning Association, 1964, pp. 158-159.         [ Links ]

17 Figueroa Díaz, op. cit.

18 A la fecha, la entidad se encuentra entre las primeras productoras de camarón y cuenta con una flota pesquera considerable, así como puertos de importancia nacional. En el sector ganadero y agropecuario, Sinaloa se ha convertido en el principal productor nacional y destaca en el primer lugar en ganadería, pesca y agricultura. En pesca aporta la quinta parte de producción nacional de atún, camarón, sardina, especies de escama y tiburón. En agricultura es el primer productor de hortalizas y maíz, y segundo en soya, cártamo y arroz (http://www.inegi.gob.mx).

19 Ello se hizo evidente con una declaración de Germán Martínez, presidente nacional del PAN, al mencionar que en México había una nueva clase política con motivo de la defensa sobre Juan Camilo Mouriño. La declaración le valió a Martínez diversas críticas de algunos comunicadores y académicos, principalmente de Lorenzo Meyer. "Nuestra Clase política". El Universal. México, 20 de Marzo de 2008.         [ Links ]

20 Octaviano Moya. "El Senado Mexicano: Entre la representación y la competencia electoral". Ponencia presentada en el V Congreso de la Alacip. Buenos Aires, 28-30 julio de 2010.         [ Links ]

21 Fernando Arce Gaxiola. Las élites de PAN en Sinaloa. Sinaloa: UAS, 2011.         [ Links ]

22 Aunque en el presente trabajo no se muestran datos que sustenten dicha afirmación, el procesamiento de la información permiten ver la importancia de las organizaciones gremiales con la conquista de espacios de representación y gobierno a manera de cuotas.

23 Teófilo Frías Lara. "La Fortuna de los Clouthier Andrade a finales del Porfiriato". Clío. Revista de la Facultad de Historia. Culiacán, UAS, Facultad de Historia, vol. 5, núm. 20, mayo-agosto de 1997, pp. 113-125.         [ Links ]

24 Aguilar Gaxiola, op. cit., p. 117.

25 Idem.

26 Jorge del Rincón. Del Rincón político al político Del Rincón. Culiacán: Once Ríos, 2005.         [ Links ]

27 Gerente de la empresa Inmuebles y Condominios (1956-1957); presidente de la Compañía comercial de Guasave (1956-1970); director y presidente de Automotriz del Noroeste, (1969-2004); fundador de Metal y Constructora del Pacifico (1980); socio fundador del periódico Noroeste; director y Presidente del Consejo Empresarial de Sinaloa 1963-1969; presidente de la Canaco Culiacán y de la Fenaco de Sinaloa (1971-1973); presidente del CCE de Sinaloa (1975-1979); presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Automóviles Nissan (1980-1981). Idem.

28 Fundador del periódico Noroeste y colaborador en El Universal de la ciudad de México, La Opinión de Los Ángeles, California y la revista La Nación; catedrático en la UAS (1958-1959); miembro del Consejo de Desarrollo de Sinaloa durante el gobierno de Alfredo Valdez Montoya; consejero honorario de las Cámaras Alemana y Americana de Comercio; presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán; presidente de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas (1971-1973); presidente fundador del Comité Coordinador Empresarial de Sinaloa (1974-1978); consejero y presidente de la Coparmex (1978-1980); presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) 1981-1983; presidente del Grupo Mexicano del Comité Bilateral de Hombres de Negocios México-EUA con Roadman Rockefeller como contraparte.

29 La Jornada. México, 12 de julio de 2005.         [ Links ]

30 Consejera estatal del PAN, diputada federal suplente. Actualmente trabaja en la revista electrónica Reporte Índigo. Entre sus publicaciones pueden mencionarse Curul 206. Una visión del Congreso. Texas: Universidad de Texas, 2006;         [ Links ] Crónica de un fraude anunciado, 1992.         [ Links ]

31 Logró un emporio empresarial en la región compuesto por distintos negocios entre los que destacan: Mochis Automotriz, Maquinaria Agrícola del Valle, llantas BF Goodrich, Arrocera Santa Rosa, Algodonera de los Mochis, Establo Lechero Loreto, Pasteurizadora de Los Mochis, Inmobiliaria Inversiones Mochis, Hotel Colinas, etcétera.

32 Río Doce. Culiacán, 12 de julio de 2009.         [ Links ]

33 Delegado administrativo de la Dirección de Extensión Agrícola en el noroeste (1974-1975); delegado de corett en Sinaloa (1983-1994); delegado del CEN-CNCen Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Nayarit, Coahuila, Chiapas y Zacatecas (1981-1996); presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Sinaloa (1999-2006).

34 Como analogía al Grupo San Ángel conformado por diversos personajes de la política y la academia, se hace referencia a las reuniones sostenidas por diversos políticos para analizar los escenarios del 2010 en Sinaloa. En ellas resaltan los perredistas diputado local Juan Figueroa y el exdirigente estatal José Luis López Duarte, así como Ricardo Armenta Beltrán, exdiputado federal. Raúl Dagnino, ex alcalde priísta de Guasave, así como Luis Pérez Hernández, ex director de gobierno en el periodo de Juan Millán y los diputados panistas Alejandro Higuera Osuna, Sadol Osorio Porras, Adolfo Beltrán, Raúl Bojórquez y Ramón Lizárraga; por el PRI, el anfitrión diputado Gerardo Vargas Landeros, el senador Mario López Valdez y el diputado Jesús Valdez Palazuelos, entre otros. Alfredo Originales. "En privado". El Debate, 15 de agosto de 2009.         [ Links ]

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