Documentar la riqueza de especies a partir de inventarios florísticos resulta fundamental para conocer la flora de una región (Villaseñor & Meave 2022). Estos inventarios son listas detalladas que registran el número de especies de plantas observadas en un área determinada (Villaseñor 2015). La realización de inventarios florísticos a escalas locales y regionales contribuye significativamente al conocimiento de la diversidad de especies (Martínez-Camilo et al. 2019, Steinmann 2021, Pío-León et al. 2023), lo cual beneficia a otras disciplinas biológicas al proporcionarles información valiosa (Krishnamurthy et al. 1995, Clarke & Funk 2005, Cutts et al. 2021, Adjossou et al. 2022, Villaseñor et al. 2022). El conocimiento sobre la cantidad y diversidad de especies presentes en un área está estrechamente relacionado con los esfuerzos de conservación de los recursos naturales y la implementación de prácticas de manejo adecuado (Hurtado-Reveles et al. 2022). La evaluación de la diversidad florística resulta crucial para comprender su estado actual y elaborar estrategias de gestión efectivas que contribuyan a su conservación (Jayakumar et al. 2011).
La flora de México destaca como una de las más diversas a nivel mundial. Se estima que el país alberga un total de 25,077 especies de plantas vasculares, incluyendo las especies exóticas (Villaseñor & Meave 2022). Este número representa el 7.3 % de las 342,953 especies de traqueofitas reconocidas en todo el mundo (Govaerts et al. 2021). Además, aproximadamente el 50 % de las especies vegetales en México son endémicas, es decir exclusivas del país (Rzedowski 1991, Sosa & De-Nova 2012, Villaseñor 2016, Sosa et al. 2018). De esta manera, la flora endémica de México se posiciona como la segunda más rica en América después de Brasil (Ulloa et al. 2017). Asimismo, se destaca que 1,071 especies son consideradas exóticas en la flora mexicana, lo que representa el 4.3 % de la composición florística del país (Villaseñor & Meave 2022). Cabe mencionar que la mayoría de estas especies exóticas tienen su origen geográfico en el Viejo Mundo (Villaseñor & Espinosa-García 2004). Es primordial tener en cuenta todos los componentes que conforman la flora vascular de México para un entendimiento de la biodiversidad del país.
La distribución de las plantas en el país, así como su riqueza y endemismo, se explica por diversos factores. La ubicación geográfica respecto al continente americano ha propiciado la presencia de los elementos florísticos del sur y norte de América en la composición de la flora mexicana (Rzedowski 1978). Por otro lado, el territorio nacional constituye un complejo mosaico geológico con diversas edades, orígenes, y con topografía variada (Ferrusquía-Villafranca 1993, Mastretta-Yanes et al. 2015). Esto ha fomentado la diversificación y endemismo de linajes a través la formación de nuevas barreras geográficas, así como la colonización y su posterior divergencia por aislamiento (Salas de León et al. 1999, González et al. 2007, Ruiz-Sanchez & Specht 2014, Steinbauer et al. 2016, Anguiano-Constante et al. 2021). Además, las cadenas montañosas en México han actuado como corredores y refugios biológicos para las especies (Gugger et al. 2011, Scheinvar et al. 2016, Salinas-Rodríguez et al. 2022). También se ha comprobado que la heterogeneidad ambiental guarda una estrecha relación con los patrones espaciales de riqueza en el país, especialmente en lo que concierne con el clima (Luna-Vega et al. 2013, Torres-Colín et al. 2017, Martínez-Camilo et al. 2018).
Las características del suelo también tienen un papel fundamental en la configuración de la diversidad florística y endemismo en el país. Por ejemplo, suelos salinos y yesosos moldean la distribución de plantas con tolerancia de este tipo de suelos (Sánchez-del Pino et al. 1999, Vega-Mares et al. 2014, Flores-Olvera et al. 2016, Harker et al. 2021, Ortiz-Brunel et al. 2023c). Además, la adaptación de las plantas a las características del suelo ha propiciado el origen de nuevas especies (Nesom 2007, Alvarado Reyes & Flores-Olveda 2013, Ortiz-Brunel et al. 2023b, Sandoval-Gutiérrez et al. 2024). Por otra parte, es importante destacar las interacciones con otros organismos como polinizadores, los cuales podrían desempeñar un papel significativo en la diversificación de especies (Jiménez-Barrón et al. 2020, Wessinger 2020, Zeng & Wiens 2020). Estos factores, junto con otros, revelan que la distribución de flora en México no es homogénea ni aleatoria (Cruz-Cárdenas et al. 2013).
Jalisco es uno de los estados que más contribuye a la riqueza florística de México. Sin embargo, el número de especies ha mostrado inconsistencias. Ramírez-Delgadillo et al. (2010) registraron 6,734 especies de plantas vasculares en el estado. No obstante, Villaseñor (2016) documentó 7,155 especies nativas, situándose como el cuarto estado con mayor riqueza de especies en México. Estos hallazgos contrastan con los reportes de Cedano-Maldonado (2017), Pérez de la Rosa & Vargas-Amado (2017) y Vargas-Ponce et al. (2017), quienes estimaron la riqueza del estado en 5,810 especies. Las discrepancias entre los inventarios pueden atribuirse a los criterios de especies aceptadas, a sinonimias, a las fuentes de información consultadas, en particular aquellas sin respaldo de ejemplares de herbario, identificaciones erróneas, así como a la inclusión, o no, de especies exóticas (Lughadha et al. 2016, González-Elizondo et al. 2017, Govaerts et al. 2021).
En adición, el aumento en el conocimiento florístico debido al incremento en la exploración botánica en el territorio, así como la publicación de nuevos registros de localidades, nuevas especies y de estudios florísticos, reflejan el estado actual del conocimiento (Vargas-Rodríguez et al. 2006, Cuevas-Guzmán et al. 2015, Harker et al. 2017, García-Martínez & Rodríguez 2018a, Gándara et al. 2021, Flores-Argüelles et al. 2023, Rostro del Muro et al. 2024). No obstante, es necesario llevar a cabo inventarios florísticos regionales, incrementar las colecciones botánicas, así como curar las colecciones y bases de datos con el fin de obtener información más precisa (González-Elizondo et al. 2017, Martínez-de la Cruz et al. 2018, Rojas-Martínez & Flores-Olvera 2019, Villaseñor et al. 2022, 2023a,b).
En los últimos años, han sido publicados varios fascículos de la Flora de Jalisco y áreas colindantes (González-Villarreal 2017, Rendón 2017, Ortiz-Brunel & Munguía-Lino 2022, González-Gallegos et al. 2023b). Además, se han realizado trabajos florísticos para diversas localidades en el territorio jalisciense, ya sean de un grupo particular de plantas o, en general, plantas vasculares (Macías-Rodríguez & Ramírez-Delgadillo 2001, Harker et al. 2005, 2008, 2017, Vargas-Rodríguez et al. 2012, Frías-Castro et al. 2013, Guerrero-Hernández et al. 2014, Morales-Arias et al. 2016, Ramírez-Díaz 2016, García-Martínez & Rodríguez 2018b, González et al. 2018, Macías-Rodríguez et al. 2018, Nieves et al. 2018, Acosta-Pérez 2021, Padilla del Muro 2022). Asimismo, se han identificado nuevas especies endémicas de Jalisco que contribuyen a la diversidad florística del estado (Flores-Argüelles et al. 2019, 2020b, 2022, 2024, Vázquez-García et al. 2019, 2021a,b, 2022a,b, 2023a, 2024a,b, Castro-Castro et al. 2018, González-Villarreal 2018, Jiménez Ramírez & Cruz Durán 2018, Juárez-Gutiérrez et al. 2018, Peinado-Arellanes 2018, Cuevas-Guzmán et al. 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, Jimeno-Sevilla et al. 2019, Ocampo 2019, Rodríguez & Ortiz-Brunel 2019, Ruiz-Sanchez et al. 2019, 2021, 2022, 2024, Sánchez-Chávez & Zamudio 2019, García-Ruiz et al. 2020, González-Zamora et al. 2020, 2021, Zabalgoitia et al. 2020, Cuevas-Guzmán & Vázquez-García 2021, Hernández-Cárdenas et al. 2021, Acevedo-Rosas & Cházaro-Basáñez 2022, Alvarado-Cárdenas et al. 2022, Nesom 2022, González-Gallegos et al. 2023a, Maldonado-Moreno et al. 2023, Ortiz-Brunel et al. 2023b,c, Ramírez-Morillo et al. 2023, 2024).
La diversidad de la flora en Jalisco se hace evidente al considerar los descubrimientos recientes de nuevas especies y endemismos, lo que lo convierte en una región de gran interés florístico. Con los avances y descubrimientos más recientes en la flora de Jalisco, el número de especies está en constante cambio. Por esta razón, se presenta un inventario actualizado de plantas vasculares de Jalisco, que incluye información sobre su distribución por municipios. Este inventario destaca las especies nativas, endémicas y exóticas, lo cual contribuye al conocimiento florístico del estado y del país. Además, la elaboración de esta lista permitirá detectar vacíos de información en relación con la flora de Jalisco.
Materiales y métodos
Área de estudio. Jalisco está ubicado al oeste de México y limita con los estados de Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Zacatecas. Además, limita al oeste con el Océano Pacífico. Sus coordenadas extremas son: 22° 45’ y 18° 55’ latitud norte; -101° 30’ y -105° 41’ longitud oeste (Figura 1). La superficie territorial del estado abarca 78,595.9 km2, lo que representa el 4 % de la superficie total del país, y está dividido en 125 municipios (INEGI 2020).
En Jalisco confluyen cuatro provincias fisiográficas: el Eje Neovolcánico, la Mesa del Centro, la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre Occidental (INEGI 2001). La elevación máxima en Jalisco es de 4,260 m snm en el Volcán Nevado de Colima, seguido del volcán de Fuego de Colima con 3,820 m snm y Cerro Viejo con 2,960 m snm (INEGI 2001). El estado cuenta con cuerpos de agua importantes como el lago de Chapala, así como las lagunas de Atotonilco, Cajititlán y las lagunas de Sayula, San Marcos y Zapotlán. Además, hay ríos significativos como el río Grande de Santiago, el río Ameca, el río Lerma, el río Atenguillo, entre otros (INEGI 2006b).
En cuanto al clima, en la zona costera y central del estado es cálido subhúmedo, en las partes altas de las sierras es templado subhúmedo, y en el norte y noreste es seco y semiseco (INEGI 2008). La precipitación promedio anual es de 850 mm, aunque supera los 1,000 mm al año en zonas costeras (INEGI 2006a). Según Rzedowski (1978), de los 10 tipos de vegetación descritos para México, Jalisco cuenta con nueve: 1) bosque de coníferas, 2) bosque de Quercus, 3) bosque espinoso, 4) bosque mesófilo de montaña, 5) bosque tropical caducifolio, 6) bosque tropical subcaducifolio, 7) matorral xerófilo, 8) pastizal y 9) vegetación acuática y subacuática.
Elaboración del inventario. Se registraron las plantas vasculares a nivel de especie, debido a la incertidumbre en la asignación adecuada de las categorías infraespecíficas (subespecies, variedades o formas) a los estados, biomas o regiones donde se han reportado. Se incluyeron especies nativas y exóticas en la flora mexicana siguiendo las siguientes definiciones: 1) especies nativas, taxones originados en un área determinada sin intervención humana o que han llegado allí sin asistencia de humanos desde una zona de la que son nativos; y 2) especies exóticas, aquellas cuya presencia está fuera del área de distribución original, y su introducción puede atribuirse a la intervención humana, ya sea intencional o no. El término exótico también contempla especies bajo cultivo (plantas no nativas), naturalizadas o invasoras (Richardson et al. 2000, Pyšek et al. 2004).
Con el fin de recabar toda la información posible respecto a las especies registradas en Jalisco, el inventario florístico se obtuvo principalmente de la revisión de especímenes depositados en el herbario Luz María Villarreal de Puga (IBUG) del Instituto de Botánica de la Universidad de Guadalajara, literatura y bases de datos electrónicas. La revisión de literatura incluyó estudios que listan especies de plantas vasculares en México y que documentan su distribución por estados (Méndez Larios & Villaseñor 2001, Lot et al. 2013, Balslev & Duno de Stefano 2015, Martínez et al. 2017, Martínez-Gordillo et al. 2017, Lot 2017, Dávila et al. 2018, Espejo-Serna & López-Ferrari 2018, González-Elizondo et al. 2018, Sánchez-Ken 2019, Rzedowski 2019, 2021, Alvarado-Cárdenas et al. 2020, Barrera-Robles et al. 2020, Steinmann et al. 2021, Martínez et al. 2023). También se examinaron estudios e inventarios florísticos realizados en el estado (p.e. Hernández-López 1995, Vázquez-García et al. 1995, Macías-Rodríguez & Ramírez-Delgadillo 2001, Vázquez-García et al. 2004, Acevedo-Rosas et al. 2008, Harker et al. 2008, Ramírez-Delgadillo et al. 2010, 2011, Cházaro-Basáñez et al. 2012, Vargas-Rodríguez et al. 2012, Frías-Castro et al. 2013, Guerrero-Hernández et al. 2014, Morales-Arias et al. 2016, Ramírez-Díaz 2016, Colin-Nolasco & Macías-Rodríguez 2017, Harker et al. 2017, García-Martínez & Rodríguez 2018b, Macías-Rodríguez et al. 2018, Nieves et al. 2018, Acosta-Pérez 2021, Padilla del Muro 2022). Por otra parte, se incluyeron trabajos en los cuales se describieron especies nuevas para Jalisco o que registraron al estado como parte de su distribución (p.e. Cuevas-Guzmán et al. 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, Flores-Argüelles et al. 2019, 2020b, 2022, 2024, Jimeno-Sevilla et al. 2019, Ocampo 2019, Rodríguez & Ortiz-Brunel 2019, Ruiz-Sanchez et al. 2019, 2021, 2022, 2024, Sánchez-Chávez & Zamudio 2019, Vázquez-García et al. 2019, 2021a,b, 2022a,b, 2023a, 2024a,b, García-Ruiz et al. 2020, González-Zamora et al. 2020, 2021, Zabalgoitia et al. 2020, Gándara et al. 2021, Cuevas-Guzmán & Vázquez-García 2021, Hernández-Cárdenas et al. 2021, Acevedo-Rosas & Cházaro-Basáñez 2022, Alvarado-Cárdenas et al. 2022, Francisco-Gutiérrez et al. 2022, Nesom 2022, 2023a, González-Gallegos et al. 2023a, Maldonado-Moreno et al. 2023, Ortiz-Brunel et al. 2023b,c, González-Rocha et al. 2024, Hernández-Cárdenas et al. 2024a, 2024b, Ramírez-Morillo et al. 2021, 2023, 2024, Rostro del Muro et al. 2024). También se registraron las especies citadas en estudios de grupos específicos, así como revisiones, sinopsis, monografías y guías de plantas (p.e. González-Gallegos et al. 2016, Sahagún et al. 2014, Sotuyo et al. 2017, Frías-Castro et al. 2017, Gutiérrez-Sánchez et al. 2018, Hernández-Cárdenas et al. 2018, Macías-Rodríguez et al. 2019, Flores-Argüelles et al. 2020a, Rzedowski 2020, Wood et al. 2020, Aragón-Parada et al. 2021b, Espejo-Serna et al. 2021, Reznicek et al. 2021, Francisco-Gutiérrez et al. 2023, Johnson & Ayers 2022, Estrada Castillón et al. 2023, Rzedowski & Carranza 2023, Alvarado-Cárdenas et al. 2024).
Se llevó a cabo la revisión de bases de datos electrónicas para obtener material de respaldo de las especies: 1) Global Biodiversity Information Facility (GBIF 2024), 2) Sistema Nacional de Información Biótica (SNIB-REMIB), de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO 2023), ambas bases de datos contienen información de ejemplares en formato digital de numerosos herbarios nacionales y extranjeros; y 3) Repositorio digital del Herbario Nacional de México (MEXU-UNIBIO 2023), del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También se incluyeron los registros de la base de datos Vitex versión 5.0, de especímenes depositados en el Herbario IBUG (Sahagún 2023). Además, se llevó a cabo un examen exhaustivo de la distribución de cada una de las especies para registrar su presencia por municipio, tanto a partir de la literatura como de las bases de datos y de los ejemplares de herbario. En aquellos casos donde no se contaba con la información del municipio, se realizó una búsqueda minuciosa en bases de datos electrónicas sobre la distribución de dichas especies; cuando no se obtuvo el dato sólo se cuantificaron para la riqueza del estado (ReBiOMex 2010, SEINet 2023, TROPICOS 2023).
Asimismo, se identificaron aquellas especies consideradas endémicas de México y de Jalisco. Para ello, se comparó nuestra lista de especies de Jalisco con la lista de plantas vasculares nativas de México (Villaseñor 2016). También se obtuvo la información de las especies exóticas al contrastar nuestro inventario con la lista de angiospermas exóticas de México (Villaseñor & Espinosa-García 2004) y la lista de Global Naturalized Alien Flora (GloNAF) (van Kleunen et al. 2019). Para la organización de las monilofitas y licofitas se utilizó la clasificación de PPG I (2016), mientras que para las gimnospermas se empleó la propuesta de Christenhusz et al. (2011) y para angiospermas APG IV (2016). Para garantizar la uniformidad de los nombres de las especies, éstos se estandarizaron de acuerdo con Plants of the World Online (POWO 2024) mediante Taxonomic Name Resolution Service (TNRS) versión 5.2 (Boyle et al. 2013). En casos específicos de cambios nomenclaturales de algunos grupos de plantas se utilizaron otras referencias (Hernández-Cárdenas et al. 2018, Alvarado-Cárdenas et al. 2021, Korotkova et al. 2021, Nesom 2023b, Vázquez-García et al. 2023b, 2024c, Cervantes-Meza et al. 2024, Soto-David et al. 2024).
Análisis de datos. Se contabilizó el número de especies nativas por grupo taxonómico, orden, familia y géneros, al igual que las especies endémicas de México y de Jalisco, así como las especies exóticas. De igual manera, se contabilizaron las especies registradas en cada uno de los municipios del estado. Además, se empleó el índice de diversidad taxonómica (B) (Squeo et al. 1998) para comparar la riqueza de especies entre municipios. Dado que el número de especies depende del área en forma logarítmica, el índice permite comparar la riqueza de especies de áreas con diferente tamaño. El cálculo del índice de diversidad taxonómica (B) se calcula de la siguiente manera:
donde n i es el número de especies, y ln A i es el logaritmo natural del área en km2. Mediante la transformación logarítmica de los datos, se disminuye el sesgo que está dado por las diferencias en las áreas.
Por otra parte, el índice de complementariedad (C) mide la disimilitud en la composición de especies entre pares de biotas (diversidad beta o recambio de especies). De esta manera, el índice permite encontrar el conjunto mínimo de áreas que contenga la mayor diversidad taxonómica (Cowell & Coddington 1994). Nosotros comparamos la complementariedad a nivel de especie entre los municipios de Jalisco. Para esto se utilizó la siguiente fórmula:
donde S j es el número de especies en el área j, S k es el número de especies en el área k y V jk es el número de especies en común entre ambas áreas. El valor de complementariedad varía de 0 (cuando la composición de especies entre ambos sitios es idéntica) a 1 (cuando ninguna especie es compartida entre ambos sitios). El valor de complementariedad también puede oscilar entre 0 y 100 % si se expresa como porcentaje (Cowell & Coddington 1994). El número de especies compartidas entre municipios se calculó con el programa EstimateS versión 9.1.0 (Cowell 2013).
Resultados
Riqueza florística. El inventario florístico de Jalisco incluyó 7,110 especies de plantas vasculares, de las cuales 6,720 son especies nativas de la flora de México y 390 especies son exóticas (Tabla S1, Material suplementario), distribuidas en 67 órdenes, 242 familias y 1,623 géneros (Tabla 1). La distribución taxonómica de las especies reveló que las angiospermas fueron el grupo más diverso con 6,790 especies (95.5 %) (Tabla 1). De estas, las eudicotiledóneas representaron el 70.6 % de las plantas registradas. El segundo grupo mejor representado fue el de las monilofitas con 258 especies (3.6 %), seguido por las gimnospermas, el cual representa 0.5 % (36 especies), y las licofitas con 0.4 % (26 especies) (Tabla 1). Los órdenes con mayor número de especies fueron Asterales (929 spp; 13.1 %), Poales (825 spp.; 11.6 %), Fabales (679 spp.; 9.5 %), Asparagales (580 spp.; 8.2 %) y Lamiales (546 spp.; 7.7 %) (Tabla S1, Material suplementario). Algunas especies registradas dentro del estado se muestran en las Figuras 2, 3 y 4.
Tabla 1 Riqueza por grandes grupos de la flora vascular de Jalisco, México.
Grupo taxonómico | Familias | Géneros | Especies | |
---|---|---|---|---|
Licofitas | 3 | 4 | 26 | |
Monilofitas | 27 | 56 | 258 | |
Gimnospermas | 4 | 8 | 36 | |
Angiospermas* | 208 | 1,555 | 6,790 | |
Angiospermas basales | 2 | 2 | 6 | |
Magnólidas | 10 | 29 | 172 | |
Monocotiledóneas | 34 | 332 | 1,593 | |
Eudicotiledóneas* | 162 | 1,192 | 5,019 | |
Total | 242 | 1,623 | 7,110 |
*Incluye Ceratophyllales

Fotos: A.K. Gudiño-Cano (J, K, L, Ñ, O, U); J.P. Ortiz-Brunel (D, E, G, H, I, M, P, Q); P. Carrillo-Reyes (A, B, C, F, N, R, S, T, V, W).
Figura 2 Ejemplos de especies de la flora vascular de Jalisco. A. Dioon tomasellii; B. Juniperus flaccida; C. Pinus jaliscana; D. Aristolochia bracteosa; E. Agave chazaroi; F. Agave guadalajarana; G. Bessera ramirezii; H. Bessera tuitensis; I. Echeandia jaliscensis; J. Polianthes geminiflora; K. Polianthes zapopanensis; L. Prochnyanthes mexicana; M. Tigridia chrysantha; N. Alamania punicea; Ñ. Bletia coccinea; O. Bletia purpurea; P. Habenaria socorroae; Q. Laelia albida; R. Stanhopea radiosa; S. Trichocentrum oestlundianum; T. Trichocentrum pendulum; U. Calochortus purpureus; V. Pitcairnia abscondita; W. Tillandsia grossispicata.

Fotos: A.K. Gudiño-Cano (G, H, L, Q, U); J.P. Ortiz-Brunel (D, E, F, I, J, K, M, N, Ñ, O, P, R, S, T, V, W); P. Carrillo-Reyes (A, B, C).
Figura 3 Ejemplos de especies de la flora vascular de Jalisco. A. Tillandsia ionantha; B. Tillandsia pamelae; C. Ursulaea tuitensis; D. Cirsium jaliscoense; E. Cosmos jaliscensis; F. Cosmos landii; G. Cosmos scabiosoides; H. Dahlia coccinea; I. Dahlia pugana; J. Pittocaulon filare; K. Nymphoides fallax; L. Tournefortia hartwegiana; M. Mammillaria arreolae; N. Mammillaria limonensis; Ñ. Mammillaria mazatlanensis; O. Mammillaria senilis; P. Crossopetalum parviflorum; Q. Begonia tapatia; R. Lonicera pilosa; S. Bonellia nervosa; T. Bauhinia pringlei; U. Brongniartia mortonii; V. Gonolobus albiflorus; W. Laubertia contorta.

Fotos: A.K. Gudiño-Cano (B, H, J, N, S, U); J.P. Ortiz-Brunel (A, C, D, E, F, G, I, K, L, M, Ñ, O, P, Q, R, T, V, W).
Figura 4 Ejemplos de especies de la flora vascular de Jalisco. A. Matelea congesta; B. Pherotrichis leptogenia; C. Spigelia scabrella; D. Cephalanthus occidentalis; E. Ruellia jaliscana; F. Ruellia mcvaughii; G. Achimenes antirrhina; H. Salvia angustiarum; I. Salvia quercetorum; J. Penstemon roseus; K. Euphorbia diazlunana; L. Euphorbia macvaughii; M. Gossypium aridum; N. Pavonia oxyphylla; Ñ. Cuphea calcarata; O. Echeveria colorata; P. Graptopetalum amethystinum; Q. Pachyphytum contrerasii; R. Villadia platystyla; S. Ipomoea bracteata; T. Ipomoea invicta; U. Ipomoea perpartita; V. Ipomoea spectata; W. Hunzikeria gypsophila.
Las familias que más contribuyeron a la riqueza total de Jalisco fueron Asteraceae (906 spp; 12.7 %), seguido de Fabaceae (645 spp.; 9.1 %), Poaceae (558 spp.; 7.8 %) y Orchidaceae (415 spp.; 5.8 %). Es importante destacar que 4,882 especies (68.7 %) se concentraron en 25 familias (Tabla 2). En cuanto a los géneros más diversos, se encontraron Salvia L. con 90 especies (1.3 %), seguido de Ipomoea L. con 87 especies (1.2 %), Euphorbia L. con 86 especies (1.1 %) y Muhlenbergia Schreb. con 69 especies (1 %). Además, los 25 géneros más diversos incluyeron un total de 1,301 especies, lo cual representó 18.3 % de la flora total de Jalisco (Tabla 3).
Tabla 2 Familias de plantas vasculares con mayor riqueza de especies en Jalisco, México.
Familia | Especies | Familia | Especies |
---|---|---|---|
Asteraceae | 906 | Bromeliaceae | 108 |
Fabaceae | 645 | Cactaceae | 106 |
Poaceae | 558 | Asparagaceae | 104 |
Orchidaceae | 415 | Boraginaceae | 87 |
Euphorbiaceae | 220 | Pteridaceae | 82 |
Malvaceae | 215 | Apiaceae | 77 |
Solanaceae | 155 | Cucurbitaceae | 73 |
Lamiaceae | 149 | Plantaginaceae | 69 |
Convolvulaceae | 143 | Piperaceae | 66 |
Cyperaceae | 138 | Crassulaceae | 64 |
Rubiaceae | 138 | Malpighiaceae | 62 |
Apocynaceae | 128 | Amaranthaceae | 59 |
Acanthaceae | 115 | ||
Total | 4,882 |
Tabla 3 Géneros de plantas vasculares con mayor riqueza de especies en Jalisco, México.
Familia | Género | Especies |
---|---|---|
Lamiaceae | Salvia | 90 |
Euphorbiaceae | Ipomoea | 87 |
Euphorbiaceae | Euphorbia | 77 |
Poaceae | Muhlenbergia | 69 |
Orchidaceae | Habenaria | 67 |
Cyperaceae | Cyperus | 60 |
Bromeliaceae | Tillandsia | 59 |
Solanaceae | Solanum | 58 |
Asteraceae | Ageratina | 52 |
Pteridaceae | Hemionitis | 52 |
Asteraceae | Stevia | 51 |
Burseraceae | Bursera | 49 |
Fabaceae | Desmodium | 49 |
Poaceae | Paspalum | 49 |
Fagaceae | Quercus | 49 |
Asteraceae | Verbesina | 48 |
Lythraceae | Cuphea | 41 |
Orchidaceae | Malaxis | 41 |
Asparagaceae | Agave | 39 |
Fabaceae | Dalea | 38 |
Fabaceae | Mimosa | 37 |
Euphorbiaceae | Acalypha | 34 |
Solanaceae | Physalis | 34 |
Fabaceae | Senna | 32 |
Total | 1,301 |
Riqueza florística a nivel municipal. Los municipios que presentaron la mayor riqueza de especies de plantas vasculares fueron Autlán de Navarro (1,965 spp.; 27.6 %), seguido de Cuautitlán de García Barragán (1,843 spp.; 25.9 %), La Huerta (1,748 spp.; 24.46 %), Zapopan (1,550 spp.; 21.8 %), Guadalajara (1,458 spp.; 20.5 %), Casimiro Castillo (1,355 spp.; 19.1 %), San Sebastián del Oeste (1,313 spp.; 18.5 %), Talpa de Allende (1,281 spp.; 18 %), Cabo Corrientes (1,118 spp.; 15.7 %) y Tlajomulco de Zúñiga (920 spp.; 12.9 %) (Figura 5) (Tabla S2, Material suplementario). Estos 10 municipios contienen 72.9 % del total de la flora reportada para Jalisco, es decir, 5,184 especies se encuentran en dichos municipios. Por otro lado, los municipios con menor número de especies registradas fueron San Julián con 20 especies (0.3 %), Santa María de los Ángeles y Unión de San Antonio con 34 (0.5 %), seguido de Degollado con 39 especies (0.5 %) y San Diego de Alejandría con 45 especies registradas (0.6 %) (Figura 5). Es importante mencionar que de 225 (3.2 %) especies registradas para el estado no se pudo obtener su distribución por municipios debido a que los ejemplares revisados no contaban con la localidad puntual ni municipio. En otros casos la especie se encontró referida en la literatura reportada para el estado, sin embargo, no se mencionó el municipio o la localidad (Tabla S2, Material suplementario).

Figura 5 Riqueza florística para los municipios de Jalisco, México. La escala de colores representa la cantidad de especies registradas.
Endemismo. De las 7,110 especies documentadas en Jalisco, 3,310 especies (46.6 %) se registraron como endémicas de México. Del total de especies en Jalisco, 412 (5.8 %) fueron catalogadas como endémicas del estado, las cuales pertenecieron a 65 familias y 193 géneros (Tabla S1, Material suplementario). Las 20 familias con mayor número de especies endémicas del estado abarcan 341 especies, lo que representó el 82.8 % de la flora endémica total. Entre estas familias, Orchidaceae destacó al representar el 17.2 % de la flora endémica de Jalisco con 71 especies, seguida de Asteraceae con 55 (13.3 %), Lamiaceae con 25 (6.1 %), Asparagaceae y Bromeliaceae con 22 (5.3 %) y Fabaceae con 21 (5.1 %) (Tabla 4). Respecto a los géneros más ricos en especies endémicas de Jalisco, destacaron Habenaria Willd. con 31 especies (7.5 %), Salvia L. con 17 (4.1 %), Agave L. con 12 (2.9 %) y Malaxis Sol. ex Sw. con 11 (2.7 %), seguido de otros géneros con cifras similares. De las 412 especies endémicas de Jalisco, 163 especies se concentraron en 20 géneros, lo que representa 39.6 % de la flora endémica (Tabla 4).
Tabla 4 Familias y géneros de plantas vasculares con mayor riqueza de especies endémicas a Jalisco, México.
Familia | Género | Especies |
---|---|---|
Orchidaceae | Habenaria | 31 |
Lamiaceae | Salvia | 17 |
Asparagaceae | Agave | 12 |
Orchidaceae | Malaxis | 11 |
Asteraceae | Verbesina | 9 |
Asteraceae | Cosmos | 8 |
Bromeliaceae | Hechtia | 8 |
Bromeliaceae | Tillandsia | 8 |
Aristolochiaceae | Aristolochia | 7 |
Euphorbiaceae | Euphorbia | 7 |
Crassulaceae | Echeveria | 6 |
Magnoliaceae | Magnolia | 5 |
Solanaceae | Physalis | 5 |
Malvaceae | Triumfetta | 5 |
Asteraceae | Ageratina | 4 |
Orchidaceae | Brachystele | 4 |
Cactaceae | Mammillaria | 4 |
Orchidaceae | Mormodes | 4 |
Asteraceae | Perymenium | 4 |
Bromeliaceae | Pitcairnia | 4 |
Total | 163 |
Autlán de Navarro (785 spp.; 23.7 %), Cuautitlán de García Barragán (721 spp.; 21.8 %) y Zapopan (631 spp.; 19.1 %) fueron los municipios que presentaron la mayor cantidad de especies endémicas al país. Por otro lado, Talpa de Allende (94 spp.; 22.8 %), Cabo Corrientes (63 spp.; 15.3 %), Cuautitlán de García Barragán (60 spp.; 14.6 %), Autlán de Navarro (58 spp.; 14.1 %) y San Sebastián de Oeste (50 spp.; 12.1 %) destacaron como los municipios con mayor número de especies documentadas endémicas a Jalisco (Tabla S2, Material suplementario). La excepción fue el municipio de San Julián en el que no se registraron especies endémicas del país.
Especies exóticas. Se identificaron en Jalisco un total de 390 especies exóticas (5.5 %). Estas especies están clasificadas en 77 familias y 263 géneros (ver Tabla S1, Material suplementario). Entre las familias más relevantes por su riqueza de especies exóticas destacaron 15, las cuales concentraron el 72.3 % de la flora exótica del estado. La familia Poaceae presentó la mayor riqueza (113 spp.; 29 %), seguida por Fabaceae (32 29 spp.; 7.4 %) y Asteraceae (28 spp.; 7.2 %) (Tabla 5). En cuanto a los géneros, 15 de ellos representaron el 22.3 % de la flora exótica, donde Eragrostis Wolf fue el que más contribuyó en comparación con los otros géneros (Tabla 6). En términos de distribución por municipio, Guadalajara (128 spp.), Zapopan (124 spp.) y La Huerta (92 spp.) fueron los municipios con la mayor cantidad de especies exóticas registradas (ver Tabla S2, Material suplementario).
Tabla 5 Familias de plantas vasculares con mayor riqueza de especies exóticas registradas en Jalisco, México.
Familia | Especies |
---|---|
Poaceae | 113 |
Fabaceae | 29 |
Asteraceae | 28 |
Brassicaceae | 18 |
Malvaceae | 16 |
Solanaceae | 16 |
Polygonaceae | 10 |
Amaranthaceae | 9 |
Cucurbitaceae | 7 |
Lamiaceae | 7 |
Apiaceae | 6 |
Caryophyllaceae | 6 |
Cyperaceae | 6 |
Rutaceae | 6 |
Apocynaceae | 5 |
Total | 282 |
Tabla 6 Géneros de plantas vasculares con mayor riqueza de especies exóticas registradas en Jalisco, México.
Familia | Género | Especies |
---|---|---|
Poaceae | Eragrostis | 12 |
Poaceae | Cenchrus | 7 |
Poaceae | Digitaria | 7 |
Poaceae | Setaria | 7 |
Solanaceae | Solanum | 7 |
Cyperaceae | Cyperus | 6 |
Polygonaceae | Rumex | 6 |
Poaceae | Urochloa | 6 |
Malvaceae | Hibiscus | 5 |
Rutaceae | Citrus | 4 |
Cucurbitaceae | Cucumis | 4 |
Poaceae | Echinochloa | 4 |
Moraceae | Ficus | 4 |
Poaceae | Lolium | 4 |
Malvaceae | Malva | 4 |
Total | 87 |
Riqueza de especies por unidad de área. Se encontró que la riqueza de especies por unidad de área fue mayor en el municipio de Autlán de Navarro con 301 especies por km2. En segundo lugar se encuentra Guadalajara (291 spp./km2), seguido de Cuautitlán de García Barragán (255 spp./km2), La Huerta (229 spp./km2), Zapopan (224 spp./km2) y Casimiro Castillo (216 spp./km2). Estos resultados coinciden con los municipios mencionados previamente en términos de riqueza de especies, si no tomamos en cuenta el tamaño del área. Por otro lado, los municipios con menor riqueza de especies por km2 fueron San Julián, Unión de San Antonio, Santa María de los Ángeles, Degollado y San Diego de Alejandría (Tabla S2, Material suplementario).
Complementariedad de especies entre municipios. La comparación en la composición de especies entre municipios indica que las floras de Chimaltitán y San Julián, San Julián y Santa María del Oro, San Julián y Tecolotlán, así como Santa María de los Ángeles y Santa María del Oro no tienen especies en común (C = 100 %). Además, la mayoría de los municipios comparten pocas especies entre sí al tener valores de complementariedad superiores a 70 %. En cambio, las floras de Autlán de Navarro y Casimiro Castillo (C = 62.5 %) son las más parecidas en el estado, al igual que las floras de Jocotepec y Tlajomulco de Zúñiga (C = 63.8 %), Casimiro Castillo y Cuautitlán de García Barragán (C = 64.9 %), Cuautitlán de García Barragán y San Sebastián del Oeste (C = 69.2 %), San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende (C = 69.3 %), Cuautitlán de García Barragán y Talpa de Allende (C = 69.5 %) y, Lagos de Moreno y Ojuelos de Jalisco (C = 69.7 %) (Tabla S3, Material suplementario).
Discusión
Jalisco destaca como uno de los estados más significativos para la biodiversidad mexicana, especialmente por su notable riqueza de plantas vasculares. En este estudio se han documentado 7,110 especies en Jalisco, lo cual representa un aumento del 22.4 % respecto a lo reportado por Cedano-Maldonado (2017), Pérez de la Rosa & Vargas-Amado (2017) y Vargas-Ponce et al. (2017). Asimismo, este número supera en un 5.6 % la lista de especies de Ramírez-Delgadillo et al. (2010). Por el contrario, no hay un incremento en la riqueza de especies en comparación a lo registrado por Villaseñor (2016), si comparamos las especies nativas. En términos de la contribución a la riqueza de plantas en México, la flora de Jalisco representa 28.4 % del total nacional, superando incluso la cifra reportada para el noroeste de México, que se sitúa en un 28.3 % (Villaseñor & Meave 2022, Villaseñor et al. 2023a).
Es importante destacar que la dominancia en riqueza de especies del grupo de las angiospermas es un patrón recurrente en otras regiones de México, como lo evidencian diversos estudios (Ramírez-Delgadillo et al. 2011, Ávila-González et al. 2019, De-Nova et al. 2019, Vega-Mares et al. 2020, Aragón-Parada et al. 2021a, Salinas-Rodríguez et al. 2022, Noriega-Villa et al. 2023, Villaseñor et al. 2023a,b). En este contexto, Jalisco se ha posicionado como el cuarto estado con mayor diversidad de angiospermas en México (Villaseñor & Ortíz 2014). Además, en el ámbito de las gimnospermas, Jalisco destaca como uno de los estados más relevantes en términos de riqueza, especialmente para las coníferas, donde posee la mayor diversidad a nivel nacional (Contreras-Medina & Luna-Vega 2006, Gernandt & Pérez de la Rosa 2014). Estos hallazgos subrayan que la riqueza de plantas vasculares en Jalisco es aún más significativa de lo previamente conocido, consolidándose como uno de los estados más importantes en la flora de México en términos de diversidad y contribución al conocimiento botánico del país.
Los patrones de riqueza taxonómica por familia en Jalisco coinciden con los reportados por otros estudios florísticos en el país. Las familias registradas con el mayor número de especies (Asteraceae, Fabaceae, Poaceae y Orchidaceae) son consistentes con las cuatro familias más diversas de México (Villaseñor 2016). Este patrón ha sido corroborado por otros inventarios florísticos locales en diversas regiones de México, como la flora de Villas de Cacoma, Jalisco (Morales-Arias et al. 2016), Piedras Bola, Jalisco (García-Martínez & Rodríguez 2018b), Sayula, Jalisco (Macías-Rodríguez et al. 2018), Acultzingo-Maltrata, Veracruz (Rivera-Hernández et al. 2019), Sierra El Pelado, Puebla (Rojas-Martínez & Flores-Olvera 2019), Cañón de los Chivos, San Luis Potosí (Morales et al. 2020), Zicuirán-Infiernillo, Michoacán (Steinmann 2021), Parque Nacional El Potosí, San Luis Potosí (De-Nova et al. 2023), Santos Reyes Tepejillo, Oaxaca (Hernández-Cárdenas et al. 2023), Malpaís de San Andrés Corú, Michoacán (Valentín-Martínez et al. 2023), entre otros. Además, Jalisco ha sido identificado como el segundo estado con la mayor cantidad de especies de asteráceas, después de Oaxaca, y ocupa el cuarto lugar en riqueza de poáceas nativas en el país, precedido por Chiapas, Veracruz y Oaxaca (Dávila et al. 2018, Villaseñor 2018).
Los tres géneros con el mayor número de especies (Salvia, Ipomoea y Euphorbia) se encuentran entre los nueve más diversos en la flora mexicana (Villaseñor 2016). Las especies de Salvia halladas en Jalisco representan 29.4 % de la diversidad del género en el país (Martínez-Gordillo et al. 2017), mientras que Ipomoea el 27.8 % (Rzedowski & Carranza 2023) y Euphorbia alcanza el 32 % (Steinmann 2002). Por otro lado, Salvia es un género relevante en la flora mexicana, siendo el más abundante en la familia Lamiaceae en el occidente de México y en el país en general (González-Gallegos et al. 2016, 2020). Asimismo, Euphorbia es el género con el mayor número de especies dentro de familia Euphorbiaceae en México (Steinmann 2002) al igual que Ipomoea en las convolvuláceas (Austin & Huáman 1996, Rzedowski & Carranza 2023).
Con base en nuestros resultados, la flora endémica de Jalisco muestra un incremento del 38.3 % en el número de especies en comparación con lo reportado por Hernández-López (1995). Parte de este incremento se debe a la descripción de especies nuevas endémicas al estado. Por ejemplo, desde el año 2017 al presente año, se han descrito poco más de 60 especies endémicas al estado (Arreola-Nava et al. 2017, Cruz & Sousa 2017, Flores-Argüelles et al. 2017, 2019, 2020b, 2022, 2024, Pérez de la Rosa & Gernandt 2017, Sánchez-Ken 2017, Vargas-Rodríguez et al. 2017, Vázquez-García et al. 2017, 2019, 2021a,b, 2022a,b, 2023a, 2024a,b, Castro-Castro et al. 2018, Cuevas-Guzmán et al. 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, González-Villarreal 2018, Jiménez Ramírez & Cruz Durán 2018, Juárez-Gutiérrez et al. 2018, Peinado-Arellanes 2018, Jimeno-Sevilla et al. 2019, Ocampo 2019, Rodríguez & Ortiz-Brunel 2019, Ruiz-Sanchez et al. 2019, 2021, 2022, 2024, Sánchez-Chávez & Zamudio 2019, García-Ruiz et al. 2020, González-Zamora et al. 2020, 2021, Zabalgoitia et al. 2020, Cuevas-Guzmán & Vázquez-García 2021, Hernández-Cárdenas et al. 2021, 2024a,b, Acevedo-Rosas & Cházaro-Basáñez 2022, Alvarado-Cárdenas et al. 2022, 2024, Nesom 2022, 2023a, González-Gallegos et al. 2023a, Maldonado-Moreno et al. 2023, Ortiz-Brunel et al. 2023b,c, Ramírez-Morillo et al. 2023, 2024, González-Rocha et al. 2024). Por otra parte, los cambios nomenclaturales también afectan en las cifras de riqueza de especies endémicas, así como el incluir categorías subespecíficas y especies endémicas a las zonas colindantes (Hernández-López 1995, González-Elizondo et al. 2017). En otras palabras, si se incluyeran las especies endémicas al estado y zonas colindantes, así como categorías subespecíficas, las cifras de endemismo y riqueza en general aumentarían (González-Gallegos & Castro-Castro 2012, Villaseñor 2016, García-Martínez & Rodríguez 2018a, Ramírez-Morillo et al. 2021).
En comparación con el resto del país, el número de especies endémicas para Jalisco es significativo. Según Villaseñor (2016), Jalisco ocupaba el sexto lugar en cuanto endemismo, después de Oaxaca (760 spp.), Chiapas (403 spp.), Baja California Sur (242 spp.), Veracruz (238 spp.) y Guerrero (237 spp.). Sin embargo, con la actualización del inventario, el estado asciende al segundo lugar en este aspecto. Además, Jalisco ha sido identificado como una zona importante en términos de endemismos en los inventarios recientes del Eje Volcánico Transmexicano (Rzedowski 2020), donde el estado es el más rico en endemismos y en inventario de la Sierra Madre del Sur (Aragón-Parada et al. 2021b), donde ocupa el tercer lugar, solo después de Oaxaca y Guerrero. Por otro lado, el 46.6 % de las especies endémicas registradas en el estado son endémicas de México. Este porcentaje puede considerarse alto a diferencia de Guanajuato cuya flora endémica es del 38.3 % en comparación con el total de especies (Villaseñor et al. 2023b); o de Hidalgo, donde sólo el 29.2 % de su flora se compone de especies endémicas (Villaseñor et al. 2022). Con lo anterior, subrayamos la necesidad de continuar con los esfuerzos para documentar la diversidad florística de México.
Específicamente, las familias con mayor cantidad de especies endémicas como Asteraceae, Orchidaceae y Fabaceae continúan siendo parte de las familias más diversas, con la excepción de Liliaceae (Hernández-López 1995). Además, Jalisco destaca por albergar el mayor número de especies endémicas de asteráceas en México (Villaseñor 2018). En nuestros hallazgos, el género Salvia se posiciona como el segundo más rico en especies endémicas, lo que coincide con los resultados de Martínez-Gordillo et al. (2017), quienes resaltan la presencia de especies endémicas de Lamiaceae en Jalisco. Los patrones de riqueza de endemismos muestran ciertas diferencias en comparación con otros estados del país como Coahuila (Villarreal-Quintanilla & Encina Domínguez 2005), Nuevo León (Alanis et al. 2011), San Luis Potosí (De-Nova et al. 2018), Hidalgo (Villaseñor et al. 2022), Sinaloa (Pío-León et al. 2023) y Guanajuato (Villaseñor et al. 2023b). Estas discrepancias pueden atribuirse a características ambientales, historia geológica y evolutiva, entre otras. También hay que considerar el tamaño del área, el límite en la distribución de las especies, los cambios en las sinonimias, la curación de los datos (González-Elizondo et al. 2017, Villaseñor et al. 2023a), así como al esfuerzo de colecta.
Jalisco alberga una cantidad considerable de plantas exóticas de la flora de México. Según reportes, en el país se han registrado 1,071 especies exóticas (Villaseñor & Meave 2022), de las cuales Jalisco cuenta con 36.4 %. Las familias que presentan el mayor número de especies exóticas, como Poaceae, Fabaceae, Asteraceae y Brassicaceae, coinciden con las cuatro familias más diversas en cuanto a especies exóticas a nivel nacional (Villaseñor & Espinosa-García 2004). Es relevante señalar que, en comparación con el año 2004, ahora se conocen 390 especies exóticas en la flora del estado, en contraste con las 221 especies registradas anteriormente. Estos datos sitúan a Jalisco como el estado con la mayor cantidad de especies exóticas a nivel nacional, lo cual se confirma al compararlo con la flora exótica de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas (Villaseñor et al. 2023a). En otros estados se han observado proporciones similares a las que reportamos en Jalisco, como en Sonora (6.7 %) y Baja California Sur (7 %) (Van Devender et al. 2010, Garcillán et al. 2013). El aumento en el número de especies exóticas se atribuye principalmente con la expansión del comercio, transporte y turismo, destacando la introducción de especies de cultivo, ornamentales o forrajeras (Rzedowski & Calderón de Rzedowski 1990, McGeoch et al. 2010, Van Devender et al. 2010).
La predominancia de las familias Poaceae, Fabaceae y Asteraceae en la flora exótica de Jalisco también se ha corroborado en otros estudios (Villaseñor & Espinosa-García 2004, Van Devender et al. 2010, Garcillán et al. 2013, Meddour et al. 2020, Wani et al. 2022, Urrutia-Estrada et al. 2023). Además del uso y manejo de las especies exóticas, las características biológicas, como las tasas de reproducción, los mecanismos de polinización y dispersión, podrían explicar la alta abundancia de especies de estas familias (Pyšek 1998). Es importante mantener actualizadas las listas de estas especies para documentar de manera oportuna cualquier modificación; por ejemplo, anteriormente se habían calculado entre 159 y 171 especies exóticas de Poaceae (Villaseñor & Espinosa-García 2004, Dávila et al. 2006), sin embargo, ahora se conocen 224 especies en México (Sánchez-Ken 2019). Consideramos que la recolección y documentación de especies exóticas son aspectos fundamentales para desarrollar futuras estrategias de gestión, control y erradicación de estas plantas.
La distribución de especies en el estado permitió identificar zonas florísticas importantes por su concentración y composición de especies. Los municipios que reportamos como los más ricos en plantas vasculares constituyen áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad de Jalisco: Chamela-Cabo Corrientes, Manantlán-Volcán de Colima, Cerro Viejo-Sierras de Chapala y Sierra Vallejo-Río Ameca (Arriaga et al. 2000). Además de los valores altos de riqueza de especies presentes, en estas regiones es importante la cantidad de especies endémicas y en peligro de extinción, o alguna otra categoría de riesgo (Hernández-López 1995, Vázquez-García et al. 1995, Harker et al. 2017, Hernández-López et al. 2021, Flores-Argüelles et al. 2023). Por su ubicación geográfica cumplen la función de corredores biológicos debido a la conectividad de los sistemas montañosos (Villavicencio et al. 2009, Cuevas-Guzmán et al. 2010). Parte de estas áreas ya están protegidas, tales como la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán y la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala (CONANP 2023). Si bien, se encuentra el Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera, el área correspondiente a Zapopan y Guadalajara no figura dentro de las áreas prioritarias para la conservación en el estudio de Arriaga et al. (2000), así como el área de Lagos de Moreno-Ojuelos de Jalisco. Nuestros resultados al analizar el recambio en la composición de especies de los municipios, nos muestra que estas zonas son complementarias, pero también tienen una composición única al menos del 50 %, aproximadamente. El concepto de complementariedad es usado como un criterio de priorización de áreas al permitir minimizar el número de áreas protegidas, a la vez que se maximiza el número de especies conservadas (Posadas et al. 2011). Con todo lo anterior, podemos enfatizar las zonas que aún siguen siendo prioritarias para la conservación de la biodiversidad.
La heterogeneidad espacial, las condiciones ambientales, sumado a la cantidad y variedad de tipos de vegetación, dificultan la comparación de la riqueza de especies por unidad de área entre los municipios (Bravo-Bolaños et al. 2016, De-Nova et al. 2019, Harker et al. 2021). Además, estos valores de diversidad observados deben tomarse con reserva debido a las diferencias en la intensidad del esfuerzo de muestreo de cada municipio (Frías-Castro et al. 2013, García-Martínez & Rodríguez 2018b, Noriega-Villa et al. 2023). Una de las razones por las cuales se observa este sesgo en la intensidad de colecta podría deberse a la ubicación de las instituciones que desarrollan parte de la investigación y exploración botánica en Jalisco. Además, la facilidad de acceso a las áreas geográficas podría influir a que sean las áreas más colectadas (González-Elizondo et al. 2017, Martínez-de la Cruz et al. 2018). Este sesgo en la intensidad de colecta afecta la visualización de patrones de riqueza por municipio, sin embargo, es probable que conforme se incremente la exploración florística, la riqueza de especies y su distribución conocida aumente, tal como se ha demostrado con trabajos florísticos recientes y descripciones de especies nuevas (Acosta 2021, Padilla del Muro 2022, Cuevas-Guzmán et al. 2023, Chávez-Hernández et al. 2023, Figueroa et al. 2023, González-Gallegos et al. 2023a, 2023b, Harms & Wendt 2023, Maldonado-Moreno et al. 2023, Nesom 2023a, Ortiz-Brunel et al. 2023a,b, Ramírez-Morillo et al. 2023, 2024, Vázquez-García et al. 2023a, 2024a,b, Flores-Argüelles et al. 2023, 2024, Rostro del Muro et al. 2024, Ruiz-Sanchez et al. 2024). Con nuestros resultados, destacamos aquellos municipios que son relevantes para ser explorados y prioritarios para realizar inventarios florísticos.
El inventario florístico que presentamos aquí es perfectible. Por un lado, la curación de las colecciones que se consultan no siempre es adecuada, lo que puede generar errores de omisión y comisión en los inventarios. Las colecciones botánicas son la base del conocimiento florístico y una herramienta importante para estudios de diversas ramas científicas, es esencial depurar y curar las colecciones en la región, así como incrementarlas (González-Elizondo et al. 2018). Con ello, se sugiere la necesidad de continuar con las exploraciones botánicas ya que, como observamos en este estudio, hay zonas de Jalisco que son prioritarias en este sentido. A pesar de que la accesibilidad y la inseguridad son elementos involucrados en el proceso de recolección, es evidente que los resultados se modificarán cuando se disponga de información más detallada acerca de la flora de Jalisco. Por otra parte, las bases de datos digitales son relevantes para complementar el conocimiento florístico de una región, por ello, digitalizar los ejemplares de herbario y sistematizar la información es parte crucial para documentar la diversidad florística de una región (Villaseñor et al. 2022, 2023a,b). Finalmente enfatizamos la necesidad de realizar estudios taxonómicos y florísticos para mantener actualizadas las listas de especies nativas y exóticas, lo cual nos permitirá evidenciar el conocimiento más preciso y real de la riqueza y endemismo del estado.
Material suplementario
Se puede acceder al material complementario para este artículo aquí: https://doi.org/10.17129/botsci.3499.