Introducción
La pandemia por COVID-19 y el distanciamiento social para evitar su propagación llevó a que la mayor parte de los sistemas educativos cerraran sus establecimientos y generaran otras vías para que los alumnos continuaran sus estudios desde sus casas como la televisión, la radio, la entrega de materiales impresos (fotocopias), entre muchas más. Particularmente en la educación superior, uno de los medios más empleados fue el uso de plataformas sincrónicas como Zoom, Meet o Teams, donde los maestros trasladaron, sin ninguna adecuación didáctica, la enseñanza que impartían de forma presencial. Hodges et al. (2020) acuñaron el término Educación Remota de Emergencia (ERE) para denominar al cambio intempestivo que realizaron las instituciones escolares y sus profesores a plataformas digitales para dictar clases, asignar tareas, realizar evaluaciones. Sin embargo, la ERE adoleció de un modelo pedagógico y de formación docente, puesto que su objetivo consistió en ofrecer, de manera temporal y rápida, continuidad a la formación de estudiantes durante la crisis sanitaria. De forma genérica y coloquial, en las conversaciones cotidianas, los medios de comunicación y las redes sociodigitales se denominó a la ERE como educación virtual o educación a distancia.
En el contexto de la pandemia, diferentes estudios han documentado las condiciones que enfrentaron estudiantes y profesores en la educación virtual, tales como escaso dominio de tecnologías digitales, falta de equipos de cómputo y tabletas, conexiones débiles a internet, espacios adecuados para tomar clases en casa (ANUIES, 2022; Díaz-Barriga-Arceo et al., 2022; Iño, 2021; UNESCO-IESLAC, 2020). Sobre todo, las investigaciones han revelado que los estudiantes de nivel superior tuvieron altas cargas de tareas, experimentaron aburrimiento, ansiedad, desmotivación e incluso depresión (ANUIES, 2022; Cobo et al., 2020; OEI, 2020).
Un ámbito poco explorado sobre la educación virtual son las expresiones que se han emitido sobre ésta en las redes sociodigitales (Facebook, Twitter, Tik-Tok, por mencionar algunas), las cuales han tenido una presencia significativa en los últimos años, pero con la pandemia adquirieron una relevancia trascendental, ya que se convirtieron en las principales vías de información y comunicación de persona a persona y entre grupos. Así, durante el confinamiento social por la crisis sanitaria, en estas plataformas digitales circuló una ola de Imemes (internet memes) sobre las dificultades, estados de ánimo, opiniones e imaginarios en torno a la educación virtual. Éstos expresan aquello en lo que una audiencia digital tiene interés en una determinada situación, así se vinculan con los acontecimientos y las preocupaciones sociales del momento por lo que ocupan un lugar preponderante en la batalla por captar la atención de los públicos y, en consecuencia, en la difusión de ciertos hechos, problemáticas o preocupaciones, por tal razón se propagan con rapidez (Gutiérrez, 2022; Lankshear y Knobel, 2012). Conviene advertir que los Imemes se han transformado en una suerte de vitrinas digitales que reflejan el pensamiento social contemporáneo, de ahí que su análisis permita comprender el espíritu del tiempo, entendido como las ideas, opiniones y valoraciones que son propios de un momento (Jodelet, 2020). Al respecto es pertinente mencionar que el análisis de los Imemes sobre la educación virtual en la pandemia por COVID-19 que circularon en las redes sociodigitales puede ser una vía para analizar y comprender las limitaciones de ésta, los problemas de equipamiento y conexión de estudiantes y profesores, las emociones que desencadenó esta modalidad, así como las críticas ante un modelo educativo emergente de formación (Majdzińska-Koczorowics y Ostanina-Olszcwka, 2021).
En este marco desarrollamos un estudio con el propósito de analizar las representaciones sociales de la educación virtual que se proyectaron en un conjunto de 41 Imemes que circularon en Facebook, Reddit y Twitter entre marzo de 2020 y septiembre de 2021. El texto se organiza en cuatro apartados. En el primero se aborda la relación entre representaciones sociales e Imemes, en el segundo se expone el acercamiento metodológico, en el tercero se presenta el análisis del corpus de estudio y el cuarto apartado cierra con las consideraciones finales.
Orientaciones teóricas
Para el ser humano enfrentar cambios en su realidad social es difícil, ya que su aceptación implica adaptarse o generar otras pautas de comportamiento. En este sentido, se hace frente a las novedades en el intercambio de puntos de vista con otras personas, lo que puede provocar conflictos o coincidencias (Jodelet, 1989). En este proceso de comprensión y asimilación es que los actores elaboran representaciones sociales, como una forma de conocimiento socialmente compartido para entender y conducirse en la vida cotidiana, establecer relaciones con los otros y el mundo; además éstas les permiten orientar las acciones y comunicaciones sociales (Jodelet, 1989). En otras palabras, posibilitan hacer familiar lo extraño (Farr, 1986).
Las representaciones sociales son acerca de procesos, objetos, personas, temas, instituciones que son relevantes y están ligados a las prácticas de los actores, a esto se le denomina objeto de representación. Generalmente éste tiene presencia en las comunicaciones sociales, por ejemplo, en las conversaciones cara a cara, la televisión, la prensa, las redes sociodigitales, por mencionar algunas. Al respecto, Jodelet (1989) explica que las representaciones sociales tienen sus orígenes, propiedad y funciones en relación con los actores que las producen, los procesos que afectan su vida cotidiana y la comunicación social. Ahora bien, éstas se producen en un contexto particular que involucra un periodo de tiempo, historia y lugar específicos. Por tal razón, el momento y los espacios particulares en los que se elaboran las representaciones sociales son condicionantes para los objetos de representación y los canales de comunicación por los que éstas circulan.
En México, de forma clásica los estudios sobre representaciones sociales y educación se han concentrado en el análisis de información obtenida a través de cuestionarios, asociación de palabras, entrevistas, grupos focales (Cuevas y Mireles, 2016). De forma menos frecuente, se han desarrollado indagaciones para identificar las representaciones sociales que se propagan en los medios de comunicación masiva como la prensa (Gutiérrez-Vidrio y Cuevas, 2012), o bien discursos políticos (Gutiérrez-Vidrio y Cuevas, 2018), ya que son espacios de comunicación donde se construyen y difunden ciertas imágenes sociales en torno a problemas educativos. Lo que muestran estas investigaciones es que, por un lado, son diversas las vías de comunicación donde se proyectan las representaciones sociales y, por otro la necesidad de ampliar el análisis de objetos educativos con diversos referentes empíricos tales como la prensa, los discursos políticos y las plataformas digitales como Facebook, Twitter, TikTok, entre otras.
En esta línea, Jodelet (2020) advierte que las representaciones sociales se delinean por el espíritu del tiempo, que comprende un sistema de ideas que orienta las posiciones de las personas en un período histórico particular. Así, hay una relación orgánica entre las representaciones sociales y el espíritu del tiempo que es posible estudiar como un sistema de pensamiento que guía las posiciones del público. Uno de los rasgos del momento actual es la presencia que tienen las redes sociodigitales en la vida cotidiana, ya que en éstas los actores interactúan socialmente, obtienen información, realizan valoraciones y emiten opiniones (Cervantes y Chaparro-Medina, 2021). Además, dado que el desarrollo de la web 2.0 impuso importantes cambios tanto en el comportamiento como en los hábitos de consumo cultural de los cibernautas, estos tienen ahora la condición de prosumidores1 (cf. Islas, 2008).
En estas redes sociodigitales circulan los memes, denominación popular para señalar a las imágenes y vídeos con textos para expresar ciertas opiniones en alusión a los acontecimientos del momento, que se replican de forma rápida (Lanskshear y Knobel, 2012). En la literatura especializada se emplea el término Imeme para indicar a las composiciones multimodales (texto, imagen, audio) que abordan una situación específica de efervescencia que, generalmente, es tratada con humor, sarcasmo, ironía, burla (Gutiérrez-Vidrio y Reyna-Ruiz, 2020). Los Imemes se difunden con facilidad gracias a las redes sociodigitales; pueden tener una permanencia temporal considerable en estas redes e incluso en ocasiones son intervenidos en sus imágenes y textos para maximizar la idea que se intenta reproducir o hacer referencias cruzadas con otros acontecimientos (Lankshear y Knobel, 2007). Los Imemes circulan principalmente en las redes sociodigitales y las personas que los consumen y replican comparten determinados valores, preferencias e intereses, esto Lanskshear y Knobel (2012) lo denominan espacios de afinidad.
En este sentido los Imemes que circulan en las redes sociodigitales son artefactos culturales icónicos del momento y el espacio en el que se difunden representaciones sociales. En esta tesitura se parte de la idea que los Imemes tienen una estrecha relación con las representaciones sociales, ya que su consumo por parte de los prosumidores contribuye a la conformación de sus visiones y valoraciones con respecto de diferentes objetos o aspectos que son del interés del público que los consume (Harringhton, Díaz y Bolívar, 2020).
Además, como mostraremos en este texto, debido a su circulación en los entornos digitales, los Imemes pueden ser considerados como elementos contagiosos y humorísticos de la cultura digital que son “creados y compartidos por usuarios que usualmente pertenecen a comunidades online” (Chen, 2012: 7).
Acercamiento metodológico
Con el fin de lograr el propósito de la investigación se establecieron tres criterios para la selección del corpus de estudio; el primero fue que estuviera conformado por Imemes que trataran la educación virtual o las clases virtuales en el contexto del cierre de las instituciones escolares por causa del COVID-19; el segundo criterio fue que hicieran alusión a la situación mexicana y el tercero, que se hubieran publicado en Facebook, Reddit o Twitter. Bajo tales pautas se realizó la búsqueda en estas redes en el periodo comprendido entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, en el que la mayor parte de las instituciones de educación superior de México se mantuvieron en ERE. Se recuperaron 41 Imemes, los cuales fueron agrupados en una base de datos que incorporó los siguientes elementos: el texto que presentaban, el tema que se abordaba (por ejemplo, cansancio, falta de comprensión de contenidos, distractores para tomar clase) y el referente de imagen empleado (dibujos animados, futbolistas, cantantes, animales).
El siguiente reto del estudio fue el análisis del corpus, de forma recurrente los trabajos que se concentran en la producción de lo que circula en las redes sociodigitales optan por aproximaciones antropológicas como la etnografía virtual, la etnografía digital, la etnografía conectiva o bien la minería de datos (Gutiérrez-Vidrio y Reyna-Ruiz, 2020). Sin embargo, en la presente investigación se parte del principio de que las representaciones sociales se expresan en el discurso, lo que conlleva al análisis de éste. Por tal razón, se encontró pertinente emplear el análisis de discurso multimodal,2 ya que es una aproximación metodológica para comprender los corpus que hacen uso de diferentes recursos como texto e imagen por lo que se distinguen los Imemes. Además, se buscó, siguiendo a Lankshear y Knobel (2020), reconstruir el sistema ideológico o de visión del mundo en el que se sustentan los Imemes. Esto implica el análisis de los valores, creencias y cosmovisiones que permiten reconstruir los temas, ideas, posiciones más profundas o amplias que son transmitidas por un Imeme. Lo que nos dicen estos temas, ideas y posiciones sobre los diferentes grupos sociales, así como lo que nos comunican sobre el mundo o una versión particular del mismo. Este tipo de pautas analíticas permiten conectar el análisis de los memes con las representaciones sociales.
Presentación de resultados
Conviene advertir que los Imemes que conformaron el corpus de estudio se distinguieron por emplear imágenes macro, que son ilustraciones con un texto sobrepuesto para, comúnmente, ilustrar y enfatizar un sentimiento, idea o reacción (García, 2014), en este caso la representación social de la educación virtual. Asimismo, los protagonistas de los Imemes analizados, generalmente, eran los estudiantes y en unos cuantos los maestros. Esto podría parecer natural, sin embargo, en la ERE intervinieron diferentes actores como funcionarios educativos, actores políticos o incluso las grandes corporaciones que eran propietarias de plataformas como Zoom, Meet, Classroom, Teams, donde cada uno tuvo diferentes participaciones, responsabilidades y afectaciones por esta modalidad educativa. Lo que puede llevar a interpretar que, para quienes produjeron y consumieron los Imemes de la educación virtual, el principal protagonista fue el estudiante y sus vivencias en ésta y, en segundo lugar, los maestros.
Con el fin de poder reconstruir las representaciones sociales de la educación virtual los materiales se organizaron en cuatro categorías, a saber: experiencias de los alumnos en la educación virtual, tácticas de los estudiantes ante la educación virtual, el desconcierto ante el aprendizaje y las características de los profesores en esta modalidad educativa.
Experiencias de los alumnos ante la educación virtual
La experiencia hace referencia a la manera en que los actores construyen socialmente el mundo, de tal suerte que la socialización es indispensable, puesto que permite comprender e interactuar con las situaciones que se le presentan (Dubet y Martucelli, 1998). En dicho proceso, el actor recurre a su acervo de códigos para designar las cosas, los sucesos e incluso las emociones. En la modalidad presencial la experiencia de los estudiantes de educación superior se da cara a cara con sus profesores y compañeros, donde se expresan inquietudes y dudas sobre ejercicios, lecturas, tareas, por mencionar algunas que se crean y recrean como parte del proceso de formación. En contraste, como se ha mencionado, la educación virtual supuso un cambio importante para los estudiantes de nivel superior que debieron realizar actividades académicas diferentes o adaptadas para continuar con sus cursos según los recursos tecnológicos a su alcance (computadoras, tabletas o teléfonos celulares) y utilizar plataformas sincrónicas y asincrónicas. En el análisis de los Imemes se encontró que, si bien la experiencia de los estudiantes se conformó por el uso de la tecnología, a lo que se dio mayor peso fue a las consecuencias de la educación virtual: el cansancio, la ansiedad y el estrés.
En los Imemes 1 y 2, a través de comparar el antes y el ahora, se expresa, a partir del humor, la fatiga de los estudiantes después de dos años de clases virtuales. En el Imeme 1 aparece Izuko Midoriya, conocido como Duku de la serie de manga My hero academy, quien está alegre, con el texto “12 años de clases presenciales” y de lado izquierdo, el mismo personaje, pero en blanco y negro, con los ojos entrecerrados, con agotamiento y con la leyenda “dos años de clases virtuales”. El Imeme 2 utiliza la imagen de Antoine Griezmann, futbolista francés campeón del mundo; en la primera viñeta, de lado izquierdo éste se encuentra sonriente, con el pelo corto y dice “yo en mis primeras clases virtuales”, como si ocupara el lugar de un alumno. En la segunda viñeta aparece Griezmann pero con el pelo largo, despeinado, y tal parece que experimenta desaliento, con el texto “yo en mi segundo año de clases virtuales”. En estos dos Imemes se transmite la información de que la educación virtual provocó cansancio y desgaste en los alumnos. La sobrecarga de actividades escolares en la educación virtual fue un signo de ésta que ha sido reportado en diferentes trabajos (ANUIES, 2022; López-Ramírez y Andrés-Rodríguez, 2019; Iño, 2021).
En el Imeme 3 aparece el gato Silvestre, personaje de Loony Tunes de Warner Brothers, fumando cinco cigarros a la vez, con los ojos rojos, actitud ansiosa y sobre puestos los íconos de las plataformas Zoom y Classroom, así como de PDF3 y del lado derecho se ubica una jarra que parece de café. El texto del Imeme hace referencia a que los estudiantes estaban abrumados por la cantidad de tareas y actividades que debían realizar en la educación en línea mientras que los maestros consideraron que los alumnos disfrutaban esta modalidad educativa. En este Imeme se expresan las fuertes cargas de trabajo académico que tuvieron los estudiantes y la tensión que les provocó su realización. Lo cual coincide con algunos estudios que indicaron que en el nivel superior la educación virtual se distinguió porque el profesorado dictaba clases en plataformas sincrónicas por períodos de tiempo considerables, asignaba lecturas y una gran cantidad de trabajos escolares, pero sin una estrategia de aprendizaje definida, es decir con un propósito claro vinculado a la formación profesional de los estudiantes (Díaz-Barriga, 2021; Iño, 2019).
Parte de la experiencia de la educación virtual estuvo marcada por las generaciones o grupos de estudiantes a los que les correspondió seguir sus cursos en esta modalidad, que, según los Imemes, no contaron con la fortaleza de generaciones pasadas. El siguiente Imeme puede ser una muestra de esto.
En el Imeme 4 se hace uso de la imagen del perrito fuerte vs perrito débil, que surgió en 2017 para representar a los mismos grupos de edad, pero en generaciones distintas, es decir con anterioridad a ciertas edades se era fuerte y actualmente los jóvenes son débiles (Majdzińska-Koczorowics y Ostanina-Olszcwka, 2021). En el contexto de la pandemia, el Imeme 4 hace alusión a que en el pasado los estudiantes cumplían en tiempo y forma con sus actividades académicas consultando libros en papel, elaborando trabajos en máquinas de escribir, lo que requería no solo habilidades intelectuales sino también manuales, mientras que los alumnos de la pandemia a pesar de tener a sus disposición las tecnologías digitales, que simplifican la realización de sus trabajos escolares, experimentaron ansiedad, lo que al parecer los hace débiles. Este Imeme trata la vivencia de los estudiantes en las clases virtuales, ya que aunque tuvieron recursos importantes como el acceso a una gran cantidad de información en el entorno digital, carecieron de la fortaleza anímica para seguir sus cursos. Lo que resulta revelador, es que los Imemes abordan repetidamente el cansancio, la tensión y la ansiedad que provocó la ERE en los estudiantes.
La experiencia comprende una dimensión reflexiva que implica la enunciación de críticas sobre la situación en donde se encuentra el actor (Dubet y Martucelli, 1998). En esta tesitura, en el análisis se encontraron Imemes que hacían referencia a las dificultades que implicaba la educación virtual para estudiantes de determinados grupos sociales. En el Imeme 5 a través de un dibujo animado aparece un estudiante en su casa siguiendo sus clases en línea, mientras que fuera se encuentra otro alumno con ropa desgastada y sobre unas cajas que le permiten mirar a través de la ventana para tomar la clase. Con este Imeme se expresa una crítica a la desigualdad económica y brecha digital de los estudiantes, lo que provocó condiciones poco favorables para la formación profesional. Si bien éste fue un problema que desde el inicio de la pandemia advirtieron los expertos, lo singular es que se convirtió en un aspecto que conformó parte de la experiencia de los estudiantes en la educación virtual que se expresó a través de los Imemes.
Tácticas de los alumnos ante las clases sincrónicas
La experiencia escolar en los estudiantes se articula por el seguimiento del plan y los programas de estudios a través de los diferentes cursos que imparte el profesorado, en la presencialidad tiene lugar en el salón de clase, en el intercambio de ideas con los maestros y compañeros se da la convivencia con compañeros y amigos en diferentes espacios como jardines y pasillos que son un punto neurálgico (Dubet y Martucelli, 1998). Mientras que en la ERE las salas virtuales, las plataformas como Classroom y Moodle, así como los chats, fueron espacios en los que tuvo lugar la formación de los estudiantes. Esto llevó al alumnado a seguir sus actividades escolares desde sus casas. La cocina, la sala o la cama se convirtieron en aulas provisionales para seguir clases que, como se observó en la anterior categoría, provocaban agotamiento y estrés. Los cuatro Imemes que conforman esta categoría tienen como telón de fondo la irrupción de la institución escolar en los hogares de los estudiantes, es decir, en sus espacios privados que no estaban acondicionados para ser entornos adecuados de aprendizaje y al mismo tiempo, a través de la sátira, caricaturizan o parodian las tácticas que desplegaron los estudiantes para hacer parecer a sus profesores que se encontraban tomando clases en plataformas como Zoom o Meet.
En el Imeme 6 aparece al fondo una mujer dormida y en primer plano una laptop que tiene frente a la cámara un maniquí como si estuviera tomando clase, y se indica que es una de las tácticas que los estudiantes seguían en la educación virtual. Mientras que en el Imeme 7 se muestra, a través de un dibujo animado, a un padre sentado sobre la cama de su hijo mientras éste tiene pijama y duerme, el padre lo cuestiona sobre si tiene clases, a lo que responde que ya dijo presente. Es decir, el maestro pasó lista y el estudiante respondió para posteriormente regresar a su cama a dormir. Así, se hace alusión a que en los cursos sincrónicos los alumnos aparecían los primeros minutos de clase para que el profesorado notara su presencia y posteriormente, dejaban la cámara apagada para continuar durmiendo. Al mismo tiempo los anteriores Imemes ofrecen indicios de que en la ERE el profesorado, al no ser experto en entornos virtuales de aprendizaje, se concentró en verificar que los alumnos ingresaran a las plataformas como Zoom y Meet a través del pase de lista y posteriormente dictaban su clase, con poca interacción entre el grupo.
El Imeme 8 se presenta con dos viñetas, en la primera de lado izquierdo aparecen los integrantes del grupo de K-pop BTS con ropa de día, peinados, tomando clases en una plataforma sincrónica con la cámara encendida. En la segunda viñeta de lado derecho se encuentra una mujer con pijama, recostada en una suerte de camastro, quizá recién despierta, con su teléfono celular en la mano. La frase del Imeme apunta que los integrantes de BTS los acompañan en clases virtuales y la mujer está todavía acostada, pero tiene la posibilidad de tomar clases. Se observa que en la educación virtual los estudiantes, en su cama, con pijama y a través de celular o computadora podían seguir sus cursos. Así, la cama se convirtió en el objeto y el dormitorio en el espacio donde tuvo lugar la ERE. En este sentido Dussel y Paez (2022: 279) afirman que la educación virtual provocó “la domesticación del espacio escolar que, en línea con la cama multifunción, provoca una indiferenciación de tiempos y espacios, intensifica el trabajo y dificulta organizar un encuadre específico”. Lo que se observa en los Imemes es que la cama es uno de los objetos que integran la representación social de la educación virtual, como si ésta sustituyera al salón de clases y las bancas.
En el Imeme 9 aparece un hombre cocinando, tiene una laptop sostenida por su pantalón y unos audífonos puestos mientras realizaba la preparación de algún platillo, del lado derecho aparece “clases virtuales be like” (son como). En este Imeme se refiere nuevamente al hecho de que los estudiantes en la ERE siguieron sus cursos virtuales con la cámara de la computadora apagada (de la plataforma en donde tomaran clases sincrónicas) en tanto se concentraban en otras actividades en casa, como cocinar. La educación presencial demanda cierto tipo de vestimenta y comportamiento de los estudiantes, lo que aporta un encuadre pedagógico para seguir las clases y conseguir los aprendizajes (Dussel, 2020). La educación virtual en los Imemes es representada como la posibilidad de desarrollar otras actividades que van desde dormir hasta cocinar, que tienen lugar en espacios de la casa como el dormitorio o la cocina, donde los estudiantes entablan ciertas tácticas para no aburrirse en sus clases en línea o bien seguir descansando.
Un rasgo distintivo de esta categoría es que las imágenes que se emplean en las composiciones muestran espacios reducidos, con condiciones limitadas desde los cuales se siguieron los cursos, que probablemente invitaban a desplegar otras actividades más que de aprendizaje.
El desconcierto ante la falta de aprendizaje
En momentos de crisis, como la sanitaria, se rompe la estabilidad del ser humano, lo que lo lleva a realizar cambios inmediatos en diferentes dimensiones (económica, social, personal) y puede provocar alteraciones en la salud emocional como ansiedad, estrés, neurosis, depresión (Fernández-Poncela, 2021). En esta dirección, algunos estudios reportan que los estudiantes de educación superior experimentaron tristeza, ansiedad y miedo a consecuencia de la pandemia y el distanciamiento social que se impuso (ANUIES, 2022; Díaz-Barriga et al. 2022; Fernández-Poncela, 2021). En el análisis de los Imemes se identificó que la falta de aprendizajes en la educación virtual era un detonante de los estados emocionales antes mencionados.
En los Imemes 10 y 11 aparecen el doctor George O´Marley, personaje de la serie Greys Anatomy, y Lofi Girl, dibujo animado para música en YouTube, con expresiones que parecen de tristeza y desanimo; en los textos que acompañan a las imágenes se infiere que lo que desencadenó dichos estados emocionales fue la incomprensión de los contenidos de los cursos y la no adquisición de nuevos aprendizajes en la educación virtual. Esta falta de aprendizajes implicó, probablemente, preocupación con respecto al estado de sus conocimientos que finalmente es la intención de los estudios superiores: formarse para desempeñarse profesionalmente.
Con el análisis del Imeme 12 se puede reconocer lo que preocupó al estudiantado; en éste se emplea la imagen de una captura de pantalla de un chat de WhatsApp entre dos amigos, donde uno le pide al otro que cierre los ojos y describa lo que observa, a lo que el segundo responde “nada”, y el primero dice “eso es lo que he aprendido en la educación en la pandemia”. En el contexto del Imeme la palabra nada expresa que los estudiantes en la ERE no adquirieron conocimientos, el tono de la conversación es de desánimo. Los Imemes de las Figuras 10, 11 y 12 son una suerte de crítica a las clases virtuales, donde se infiere que esta modalidad, por sus características y la situación pandémica, no fue apropiada para comprender los diferentes contenidos de los cursos.
Con el análisis del Imeme 13 se indaga sobre lo que ocasionó la falta de aprendizajes en la educación virtual; en dos viñetas compuestas por imágenes de la película Sherk 2 y su personaje el Príncipe Encantador, donde en la primera parte aparece montado en un caballo, con un acercamiento de cámara y el texto que señala que se está estudiando medicina, lo que establece un paralelismo con cabalgar y aprender la profesión de medicina, la cual comprende diversas actividades entre las que se encuentran conocer la anatomía a través de la vista, el olfato y tacto para identificar las afecciones del paciente. Mientras que en la segunda viñeta se usa una imagen abierta en la que el Príncipe Encantador está montando un caballo de palo, que es una suerte de juguete, lo que puede ilustrar la similitud con cursar medicina en la pandemia a través de las clases virtuales, por ejemplo: tratar de aprender anatomía sin la observación directa del cuerpo humano. En otras palabras, con el Imeme del Príncipe Encantador se emite una crítica a la ERE, ya que poco se aprendió porque para los estudiantes no hubo un vínculo con los conocimientos de orden práctico.
En los Imemes 14 y 15 se aborda el temor que pudieron experimentar los estudiantes en la educación virtual. El ejemplo 14 utiliza una imagen de la película animada Ralph el Demoledor 2, donde una niña tiene una tableta y se encuentra con una expresión facial que implica, al parecer, miedo o incluso terror. El texto del Imeme indica “solo le temes a lo que no entiendes. Yo con las clases virtuales”. Como una suerte de que los contenidos difundidos en los dispositivos electrónicos generaron angustia a causa de la falta de comprensión de estos. En el Imeme 15 se identifican más elementos de lo que ocasionó temor en los estudiantes que cursaron la educación virtual, con una imagen de un joven que parece experimentar pánico a causa de las clases en plataformas sincrónicas, con asignación de tareas sin objetivos claros y el desarrollo de actividades en Classroom.
Los Imemes que conforman esta categoría, con humor, expresan las preocupaciones del estudiantado por la falta de aprendizajes en la educación virtual. Además, como se mencionó, emiten una crítica a la ERE debido a que no es un medio propicio para comprender contenidos de carácter teórico-práctico y a otras debilidades, como el exceso de tareas escolares y clases virtuales sin propósitos vinculados al desarrollo de conocimientos.
La imagen de los profesores en la educación virtual
Otro actor central en la educación virtual ha sido el maestro, puesto que en la contingencia sanitaria trasladó de forma inmediata su ejercicio de enseñanza a diferentes plataformas virtuales, en ocasiones con dominio de éstas y en otras con desconocimiento. En el rastreo de los Imemes, se encontraron algunos relacionados con experiencias que tuvieron los profesores en su trabajo de enseñanza en la pandemia. Se debe advertir que esto se realizó desde la mirada de los propios alumnos, quienes son los que generalmente realizaban los Imemes. Si bien no ubicamos Imemes en los que el propio profesor se autonombra en ello (Yo…), es revelador cómo estos contienen algunas de las vivencias que los profesores experimentamos durante la ERE. Esto indica que esos actores también enfrentaron desafíos al asumir la ERE y emplear diferentes recursos tecnológicos para intentar interactuar con sus estudiantes a través de plataformas sincrónicas y asincrónicas.
En el Imeme 16 se usan viñetas con imágenes de la película animada Las locuras del emperador, donde el profesor ante la pandemia y el distanciamiento social decidió impartir clases en línea y la reacción de los estudiantes es expresar que no tiene el domino de las tecnologías, incluso desconoce cómo encender un proyector en clase presencial. En este Imeme se expresa el poco manejo de las tecnologías digitales que al inicio de la pandemia tenían algunos maestros y encierra, de forma implícita, el cuestionamiento acerca de ¿cómo el profesorado podía impartir clases virtuales si desconocía las diferentes plataformas?
En los Imemes 17 y 18 se hace alusión al uso cotidiano que dieron los maestros a las plataformas sincrónicas para impartir clases. En el Imeme 17 aparece el Profesor Utonio (de la serie animada Las Chicas Superpoderosas) frente a una computadora y en la segunda con un acercamiento éste se encuentra con sudor, apretando los dientes y, al parecer, experimenta estrés. El texto que ancla el significado indica “el profesor intentando terminar de explicar antes de que se cierre la sesión de Zoom”. Se debe señalar, que cuando se emplea esta plataforma sincrónica de forma libre (sin pago) solamente se cuenta con 40 minutos antes de que la sesión se corte de forma automática. Así, el Imeme se refiere a los profesores que no tenían una suscripción personal o institucional a esta plataforma y en esos minutos intentaban impartir los contenidos correspondientes a una clase, lo cual era insuficiente y les provocaba tensión. En el Imeme 18 aparece una imagen de la película animada Toy Story 3 con el personaje del Mono, que se encarga de vigilar de forma extremadamente eficiente las cámaras de vigilancia de la guardería donde se desarrolla la historia, y hay un texto que dice “el ojo en el cielo que lo puede ver todo”. Posteriormente, se encuentra otro texto que dice “el profe viendo a sus alumnos haciendo su examen en clases virtuales”. Así, en este Imeme se compara al maestro con la capacidad de vigilante que tiene el personaje del Mono para asegurarse de que los alumnos no copien en los exámenes. Al mismo tiempo, este Imeme puede ser un indicador de cómo los profesores adaptaron sus prácticas de enseñanza de la educación presencial a la ERE.
En el Imeme 19 se muestra a una persona con diferentes equipos de cómputo en un escritorio, como una suerte de realización de tareas paralelas, y el texto refiere a que es un maestro revisando las diferentes actividades que asignó a sus estudiantes. Con este Imeme se afirma, por un lado, una de las características de la educación virtual que fue la saturación de tareas a los estudiantes. Por otro lado, se pueden ilustrar las consecuencias que el profesorado experimentó, como altas cargas de trabajo y el desarrollo de estrategias para la revisión de trabajos, como el uso de diferentes dispositivos de cómputo al mismo tiempo.
El Imeme 20 es un ejemplo de las imágenes genéricas de otros Imemes que son intervenidos que se convierten de larga duración (Lanksher y Knobel, 2012) como el perrito fuerte vs perrito débil, donde ahora el protagonista es el maestro. Así, el perrito fuerte indica que los maestros antes de la pandemia ejercían autoridad y disciplina con sus alumnos para emitir órdenes, como guardar silencio o pedir participaciones de los integrantes del grupo. En tanto que los profesores en la educación virtual, representados con el perrito débil, tuvieron actitudes de excesiva amabilidad que podría entenderse como docilidad ante sus alumnos, por ejemplo, para invitarlos a participar en las clases.
En el Imeme 21 se presenta con cuatro fotografías del actor Jack Nicholson y aborda los efectos de la educación virtual en los maestros. Éste fue el único Imeme del corpus donde el maestro se representa a sí mismo. En la primera foto se encuentra el actor muy joven (casi adolescente) y se indica estudiando para maestro; en la segunda el actor, en una etapa madura, está un poco despeinado y con barba, se apunta con diez años en la docencia; la tercera foto está con edad más avanzada, calvo, despeinado y sonriente, para señalar que son 20 en la enseñanza; para finalizar, en la cuarta foto el actor en el personaje de Guasón de la película de Batman, quien es un criminal y psicópata, se enuncia que es el maestro en clases virtuales. En este Imeme Jack Nicholson representa al maestro y sus diferentes fotos se relacionan a la antigüedad en esta profesión, que, según las imágenes, es dura y cansada, pero que las clases virtuales han agotado a los maestros en un grado importante. Como se observa en los Imemes que conforman esta categoría, los maestros en la educación virtual necesitaron dominio de las tecnologías digitales, pericia para tratar los contenidos escolares en poco tiempo, actitudes como la observación de sus estudiantes en la pantalla, lo que pudo representar un desafío.
Consideraciones finales
Se observó que los Imemes que formaron parte del corpus se distinguieron por emplear imágenes de actores, futbolistas, grupos de K-pop, dibujos animados, personajes de anime y animales icónicos como perros. En éstas se incorpora un texto (generalmente breve) con un sentido a través de la sátira o broma para referir a situaciones por las que atravesaron los alumnos en la educación virtual. Así, los Imemes, constituyen una suerte de canal de comunicación para objetivar los aspectos o problemas que preocupaban a los estudiantes en la ERE y el confinamiento. De tal suerte que los memes elaborados en el contexto de la cultura digital implican propagación o contagio, pero también apropiación, remezcla, resignificación o resemantización de la información transmitida, pues los usuarios de Internet al reinterpretar las realidades construyen nuevos sentidos que trascienden el texto y la imagen (Milner, 2012), esto queda evidenciado en los Imemes estudiados.
El análisis del corpus reveló que en las redes sociodigitales circuló una representación social donde la educación virtual se conformó por cuatro ingredientes. El primero es que los profesores exponían contenidos de los programas de curso en las plataformas sincrónicas (principalmente Zoom), lo que demandó al estudiantado la realización de un número significativo de tareas en plataformas como Classroom. El segundo ingrediente son los espacios donde los estudiantes tomaron sus clases, principalmente en sus dormitorios y sobre sus camas, para, en algunos casos, tomar descansos o seguir durmiendo durante las clases. El tercer ingrediente comprende las características del profesorado que impartía los cursos virtuales en las que se destacaron, según los Imemes, la adaptación de plataformas sincrónicas y asincrónicas para dictar exposiciones, realizar exámenes, asignar y revisar tareas. El cuarto, se conforma por los efectos de la educación virtual en los estudiantes, donde el cansancio y el estrés fueron tema de los Imemes, debido a las clases expositivas y a la saturación de tareas. Otro efecto fueron los estados emocionales como el desánimo y la tristeza, ya que los alumnos consideraron que esta modalidad no permitía la adquisición de aprendizajes, principalmente de carácter procedimental. Así, dominó la preocupación en los alumnos debido a la falta de la comprensión de los contenidos. El quinto, y último ingrediente, implicó que los estudiantes, para hacer frente al cansancio producido por la educación virtual, desarrollasen estrategias para simular que seguían las clases sincrónicas (ver Cuadro 1).
Cuadro 1 Representación social de la educación virtual
Ingredientes de la representación de la educación virtual | Elementos |
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La educación virtual en pandemia se distinguió por | Clases expositivas a través de Zoom o Meet. Realización de un número significativo de tareas en plataformas asincrónicas (Classroom). |
Los espacios para seguir la educación virtual | Casa, principalmente en el dormitorio y sobre la cama. |
Las características de los profesores | En principio, limitaciones de las tecnologías digitales para la enseñanza. Posteriormente, uso de plataformas sincrónicas para impartir clases y aplicar exámenes. Asignación de cargas excesivas de tareas. |
Efectos en los estudiantes | Agotamiento y estrés por las altas cargas de trabajo. Miedo, tristeza y desaliento por la falta de comprensión de los contenidos del curso. |
Estrategias del alumnado | Simulación de los estudiantes para hacer creer al profesor que estaban atendiendo la clase. |
Fuente: elaboración propia a partir del análisis del corpus.
Sin duda, en el análisis se encontró que los Imemes de la educación virtual proyectaron las dificultades de los estudiantes ante ésta y los estados emocionales como desanimo, miedo y tristeza de estos actores por no comprender los contenidos de los cursos. Lo que coincide con lo reportado por estudios de carácter macro y micro social (ANUIES, 2022; Fernández-Poncela, 2021), pero el punto de diferencia es que se emplea el humor para dar a conocer las experiencias de los estudiantes en la educación virtual, las emociones que vivenciaron y las críticas a la modalidad virtual.
Conviene enfatizar que los hallazgos de esta investigación apuntan a las elaboraciones de sentido común, donde a través de los Imemes se proyecta y difunde una representación de la educación virtual, pero en ningún caso tratan de forma especializada la educación virtual, la enseñanza en línea, los ambientes virtuales de aprendizaje, la educación a distancia o la ERE. Las comunidades que consumen y replican los Imemes no necesariamente son expertas en educación virtual, pero ofrecen una representación social de ésta que se conforma por las experiencias de los estudiantes. Lo que puede aportar el análisis de esta representación social a los especialistas en el tema, e incluso a los tomadores de decisiones educativas, son los aspectos que resultaron difíciles para los estudiantes, como la impartición de clases expositivas en la pantalla y un alto número de tareas, al parecer sin objetivo de formación claro y el reto de los cursos de carácter teórico-práctico bajo esta modalidad. Esto deja entrever que durante los casi dos años y medio que las instituciones de educación superior permanecieron cerradas en la presencialidad no se buscaron alternativas de un modelo formativo centrado en el aprendizaje de los estudiantes sino en la transmisión de contenidos para cumplir con los programas de curso.
Para cerrar, consideramos que el análisis de los Imemes y las representaciones sociales que circulan en las redes sociodigitales es relevante para indagar las problemáticas educativas actuales, efervescentes y contemporáneas sobre aquello que preocupa a los prosumidores que pueden ser estudiantes, profesores, madres y padres de familia. No se puede negar el lugar preponderante en la sociedad que han adquirido Facebook, Instagram, Tik-Tok, Twitter, donde circulan diferentes contenidos que son consultados por los actores educativos ante problemáticas como una nueva reforma educativa, la violencia en espacios escolares, la Educación Remota de Emergencia, por mencionar algunas. El análisis de estas redes sociodigitales es necesario y pertinente, ya que puede ofrecer ángulos analíticos poco contemplados, pero que dicen mucho de lo que discute el gran público.