Introducción
El Museo del Área Fundacional (MAF) es una institución dependiente del municipio y se localiza en la plaza Pedro del Castillo (Cuarta Sección de la ciudad de Mendoza, Argentina), en lo que constituyó la Plaza Mayor de la ciudad, fundada en 1561. Se inauguró en 1993, tras un proceso de investigación propiciado por el Estado municipal que puso en valor histórico, urbano y patrimonial ese sector de la ciudad.
El MAF es un museo arqueológico de sitio que contiene restos arquitectónicos de los edificios que funcionaron sucesivamente en ese predio desde principios del siglo XVII hasta la década de 1980: el antiguo Cabildo colonial, el matadero público (posterremoto de 1861) y, más tarde, la feria municipal de frutas y verduras (Bárcena y Schávelzon, 1991). El sismo de 1861 destruyó completamente la ciudad y representó un hecho bisagra en la configuración urbana. Su reconstrucción se realizó en torno del emplazamiento actual (hacia el sector sur oeste), y la ciudad vieja y sus habitantes sufrieron un proceso de marginalización, empobrecimiento y olvido.
El Centro de Investigaciones Ruinas de San Francisco (CIRSF) se ocupa desde 1998 de investigar y rescatar, a partir de la labor de su equipo de arqueología urbana, la historia de ese sector fundacional de la ciudad. Esta dependencia y el MAF trabajan en mutua retroalimentación para investigar, conservar y difundir el patrimonio de la ciudad y de sus habitantes. El Museo brinda a sus visitantes la posibilidad de observar la recuperación de esa historia, en sus distintas etapas, ligada a los restos arqueológicos que alberga y protege. Las colecciones que musealiza provienen tanto de su propio acervo (compras y donaciones) como del CIRSF (colecciones arqueológicas obtenidas en el proceso de investigación) a las que se suman, en las exposiciones temporales, materiales en préstamo provenientes de instituciones y/o personas particulares.
El siguiente texto es resultado de un proceso de intercambios dialogados, búsquedas e inquietudes sostenidas por las autoras, posicionadas como mujeres investigadoras, arqueólogas e historiadoras; también, compañeras de trabajo y amigas que compartimos tareas en el Área Fundacional. Desde el año 2018 nos conformamos como un colectivo cuyo fin consiste en llevar a cabo exposiciones temporales que visibilicen a sectores sociales ausentes en el actual guion permanente del museo en particular y, en general, en la narrativa de los museos históricos de Mendoza. De modo colectivo y consensuado, concretamos tres exposiciones temporales con denominadores comunes, trabajadas desde un marco teórico-metodológico convenido previamente y una perspectiva de género, cuyas temáticas giraron en torno a las mujeres y/o infancias en Argentina y en Mendoza entre el último tercio del siglo XIX y las primeras décadas del siguiente.
Cabe mencionar que el MAF no cuenta con un espacio destinado a exposiciones temporales, por lo que se montaron en una sala permanente denominada sala Paisajes en Pugna. En esta última, se musealizan temas que abordan los efectos inmediatos y a largo plazo del terremoto de 1861, y la consecuente división geográfica y sociocultural, entre la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva de Mendoza (Marengo y Puebla, 2023).
Estas exposiciones transitorias se concretaron de manera integrada y en diálogo con los contenidos históricos y el lineamiento museográfico de la sala y en coincidencia con el recorte temporal abordado en la misma. Una vez que se desmontaron se transformaron en exposiciones itinerantes, conformadas por materiales museográficos que se adaptaron a las características de los espacios a donde se trasladaron.
Un punto de partida
Sostenemos nuestro trabajo desde el aporte de diferentes marcos teóricos y metodológicos. Partimos del nexo entre la investigación-acción, entendida como un proceso de transformación de las problemáticas sociales (Lewin, 1992). Esto lo nutrimos con la mirada latinoamericana de Fals Borda (1998), de Investigación-Acción Participativa, donde propone superar el léxico de lo académico y reflexionar sobre ese conocimiento sentipensante al servicio de los intereses de los grupos explotados. Al mismo tiempo, en las investigaciones se prioriza la forma colectiva en que se produce el conocimiento (Calderón y López, 2013). Finalmente, retomamos el trabajo Investigación Acción-Creación Artística (IACA) realizado por Huertas Barbosa y Vanegas Arias (2018), quienes proponen un proceso de investigación creación/formación en el que docentes en artes realizan diálogos de saberes junto a las comunidades con las que trabajan. De los últimos autores mencionados, tomamos el concepto de espiral investigativa (Huertas y Vanegas, 2018, p. 41), desde el cual las y los actores y las etapas del proceso se interrelacionan de una manera dialógica. Para puntualizar en el aspecto museológico, consideramos que el proceso de exposición constituye una acción creativa, “en cuanto se quiere transmitir lo que está ausente a partir de determinados elementos, parciales, de esa complejidad. Dicho proceso también es creativo, en cuanto que puede generar nuevos conocimientos y experiencias en los receptores del discurso expuesto: en los visitantes” (Arrieta, 2015, p. 13).
En nuestros trabajos prima una preocupación por los intereses, inquietudes y necesidades de determinados sectores de la comunidad,1 principalmente de aquellos que por distintas dificultades no pueden acceder al Museo. Otro de los puntos cruciales es la socialización de las investigaciones. Las exposiciones creadas por nuestro colectivo se trasladan a distintas instituciones educativas de la ciudad de Mendoza donde, mediante talleres de educación popular, buscamos entablar un diálogo con la comunidad. Esto, siguiendo lo planteado por Paulo Freire (1970) y las pedagogías decoloniales (Walsh, 2007) y la sistematización de experiencias (Jara, 2012), desde una perspectiva pedagógica feminista (Korol, 2007).
Nos adherimos al Feminismo Comunitario (Cabnal, 2010; Guzmán, 2015) en busca de construir nuestras genealogías feministas (Ciriza, 2015), y partimos del conocimiento situado problematizando la objetividad (Haraway, 2013). Desde esta perspectiva se cuestiona el deseo y la posibilidad real de alcanzar la objetividad en la ciencia así como también se pone en discusión:
[…] la relación que se establece entre la persona que conoce y lo que se conoce, entre la persona que investiga y la que es investigada; critica la utilización de la objetividad como medio patriarcal de control, el desapego emocional y la suposición de que hay un mundo social que puede ser observado de manera externa a la conciencia de las personas […] (Blazquez et al., 2010, p. 26).
Con estas ideas, consideramos que los museos no son neutros ni apolíticos sino que, por una parte, reflejan, difunden y refuerzan estereotipos de género a partir de la construcción y el uso sexista del conocimiento (Maceira, 2017), mientras que, por la otra, propagan la visión de que a lo largo de la historia los roles de género han sido inmutables y semejantes en todas las culturas, sin apartarse del tradicional esquema binario.
Un proceso similar ocurre con la temática de las infancias: en los tres últimos decenios se ha ampliado el campo de la historiografía de las infancias y las familias, lo que ha permitido abrir nuevas líneas de investigación (Sosenski, 2023, p. 275). No obstante, las fuentes empleadas y las visiones que predominan en los relatos remiten a un concepto de infancia como etapa de la vida humana naturalizada, estereotipada y retratada desde la mirada adulta (Pelegrinelli y Tabakman, 2020).
Optamos por afirmar que no existe “una infancia”, sino múltiples, y que ser niña o niño son experiencias diversas que enmarcan situaciones vitales y, por lo tanto, devienen distintas según cada contexto histórico, familiar, social, cultural, económico y político. Las infancias han cambiado a lo largo del tiempo y el espacio, así como se han modificado los modos de comprenderlas y abordarlas (Carli, 1999).
Creemos que es una necesidad urgente la incorporación a la museología del MAF de perspectivas que complejicen los relatos, que establezcan una actitud crítica ante los discursos de exposición tradicionales, además de romper con los roles de género androcéntricos y las visiones adultocéntricas, y de terminar con los estereotipos que conducen a actitudes discriminatorias (Prados, Izquierdo y López, 2013, p. 113).
Desde nuestro lugar de trabajo, coincidimos con los postulados de la museología crítica, que sostiene que el museo “tiene una responsabilidad moral hacia todos los miembros de la sociedad a la que dice servir. Empero, la responsabilidad no sólo es de la institución, sino también de las personas que en ella trabajan, ya que son ellos(as) las que fungen como vehículos en la propagación de un cierto imaginario social…” (Navarro, 2011, p. 53).
Metodología
Mencionamos a continuación las etapas de trabajo que desarrollamos en las tres exposiciones. Éstas son: 1) investigación colectiva, 2) elaboración del guion museológico, 3) elaboración del guion museográfico, 4) sistematización de experiencias y 5) itinerancia (Figura 1).

(Fotografías: María Marengo, 2018-2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 1 Distintas etapas de trabajo.
1) Investigación colectiva
El grupo de trabajo está integrado por las tres autoras. En ello reside lo colectivo, en que las tres consensuamos el proceso de trabajo, tomamos decisiones en forma conjunta y participamos coordinadamente de todas las etapas. Realizamos reuniones periódicas de diálogo y reflexión para definir los objetivos, la problemática y los principales ejes de cada exposición. En ese sentido, preferimos abordar temas no trabajados en el guion permanente del MAF pero vinculados con la historia de la ciudad de Mendoza y, particularmente, del lugar en el cual se encuentra el museo. De ese modo, apuntamos a complejizar y poner en tensión el relato histórico que brinda la institución, sumando nuevas narraciones e interpretaciones (Mieri, 2015, p. 133). Esta etapa prevé, asimismo, la búsqueda de fuentes primarias, fotografías y publicidades históricas2 en archivos, hemerotecas y bibliotecas de la provincia, así como también la lectura y el análisis de antecedentes bibliográficos.
2) Elaboración del guion museológico
La investigación histórica resultante se organiza por medio de un cedulario, esto es, textos de salas que tienen un máximo de 300 palabras por cédula. Esta extensión se justifica en una de las premisas de la interpretación temática que postula que “ser breve es relevante” por dos razones: una en torno al lapso de atención del público y otra en la posibilidad que un texto breve brinda de contar con mayor espacio para el diseño e imagen (Mosco, 2018, p. 157).
Al mismo tiempo, seleccionamos las imágenes con que ilustrar el contenido o que sirvan como disparadores de recuerdos o emociones. Buscamos también fragmentos de poemas, frases populares o canciones de artistas latinoamericanas y latinoamericanos que sirvan como títulos de los textos.3 Trabajamos con el área de Documentación y Registro de Colecciones del Museo y con el CIRSF para la búsqueda de materiales y objetos factibles de ser expuestos; aunque dimos prioridad a la incorporación de elementos aportados por el equipo de trabajo del área fundacional. El criterio curatorial con el que se decide la lista de obra que integra las exposiciones ha sido, principalmente, el de darle prioridad a la biografía cultural de los objetos,4 avanzando hacia las historias cercanas que los expresan en relación con las personas que los han donado o prestado, o las vivencias que puedan generarse en quien visita la exposición (Figura 2).

(Fotografías: María Marengo, 2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 2 Objetos musealizados y sus historias. Exposición Esos locos bajitos… Infancias inmigrantes en Argentina (finales del siglo XIX-mediados del siglo XX).
También seleccionamos la sala y diseñamos la propuesta museográfica en el espacio, considerando el orden de las cédulas, los soportes museográficos, los recorridos previstos y las actividades interactivas. Es importante agregar que alentamos un recorrido autónomo, con el objetivo de que las y los visitantes lo hagan a su tiempo y puedan involucrarse, intervenir o detenerse en aquellos aspectos que les produzcan mayor interés o atractivo. Asimismo, nos motiva generar emociones, sensaciones, vinculaciones afectivas y empáticas en las/los visitantes, así como conexión con sus historias y circunstancias, más allá de la adquisición o no de contenidos conceptuales. Por ello, en las exposiciones se han establecido sectores para la participación de los públicos (Figura 3). Adicionalmente, creamos material pedagógico para el personal de recepción y las y los guías del Museo, y sugerimos que las instituciones educativas realicen actividades didácticas.
3) Elaboración del guion museográfico
Esta etapa nos resulta muy importante, ya que consideramos, debe existir diálogo y construcción mutua entre los guiones museológico y museográfico sin que se dé un corte abrupto entre el final de una etapa (el concepto) y el comienzo de otra (la puesta en escena) (Galindo, 2018). Para el diseño y montaje de la exposición, coordinamos con el área de Prensa de la municipalidad para las gráficas, y con el equipo de mantenimiento del Museo, para su colaboración en la puesta en escena de todo lo planificado anteriormente. Es una decisión nuestra, como colectivo de trabajo, tener injerencia directa en esta etapa:5 articulando con las demás áreas; ubicando cada punto expositivo; estableciendo los parámetros para el tipo de letra y tamaño de los textos; especificando los colores; reacondicionando o creando soportes y vitrinas; montando la colección y definiendo una estética que unifique la exposición temporal y tienda puentes con la permanente. Como reforzamiento de esta idea, utilizamos la técnica del origami6 para crear intervenciones en vitrinas y la museografía para cada una de las exposiciones (Figura 4). Esta injerencia nos permite reforzar, en palabras de Juan Manuel Garibay (2013) la “poética museográfica” de cada exposición entendiendo que
[...] en una exposición nos encontramos en un plano que no sólo es teórico, sino vivencial; es decir, se podrá plantear un universo teórico consistente, que de seguro tendrá elementos indispensables e importantísimos, pero si no se tiene un marco espacio temporal que active en él lo conceptual, sencillamente no operará como exposición, sino como teoría nada más. Y en ese caso… ¿para qué ir a una exposición? Mejor quedarse en casa y leer (Garibay, 2013, p. 4).
4) Sistematización de experiencias
Se trata de un intercambio de pareceres de la exposición, donde analizamos posibles modificaciones o correcciones, en caso de ser necesario. Aquí nos parece fundamental contar con el apoyo del personal del museo, por razón de que está en vínculo directo con el público.
Tras el desmontaje, y en reuniones de reflexión, sistematización y análisis de la experiencia, compartimos y recopilamos las intervenciones de visitantes y su participación en las actividades propuestas, además de los sentimientos y las sensaciones personales experimentados por el equipo del museo. Para complementar y sumar distintos puntos de vista, pedimos retroalimentaciones a colegas y pares investigadores así como al personal del MAF y del CIRSF. Con todos esos testimonios y evidencias realizamos un informe para entregar en la Dirección del Museo con la finalidad de que se emplee como material de consulta para futuros artículos de divulgación y difusión.
5) Itinerancia
Como ya mencionamos dentro de la propuesta metodológica, tiene gran relevancia el ofrecimiento de la exposición a distintos organismos e instituciones de la provincia, principalmente, instituciones educativas de formación docente, alejadas geográficamente del centro de Mendoza y con problemáticas socioeconómicas afines a las temáticas trabajadas7 (Figura 5).

(Fotografías: 2022; fuente: colección de las autoras)
Figura 5 Itinerancia de las exposiciones por instituciones educativas públicas de la provincia de Mendoza. A y B). Exposición Infancias. Postales de la vida de niños y niñas en tiempos modernos (finales del siglo XIX-principios del siglo XX) en el IES Vera Peñaloza, departamento de San Carlos (2022); C) Exposición Las huellas de la historia en el cuerpo de las mujeres, en CEBJA 3062, departamento de Tupungato (año 2022).
Experiencias
En este apartado desarrollamos un análisis de los elementos transversales y las experiencias en torno a las tres exposiciones llevadas adelante. En el siguiente cuadro se sintetiza información acerca de las mismas (Figura 6).
Figura 6 Síntesis de información acerca de las tres exposiciones realizadas.
(Tabla: María Marengo, Karina Castañar y Lorena Puebla, 2024)
Exposición Las huellas de la historia en el cuerpo de las mujeres
Para esta exposición se realizó un intenso trabajo de archivo en busca de publicidades históricas, tanto en archivos virtuales (relevamiento de publicidades en la revista de publicación nacional Caras y Caretas) como en la Biblioteca Pública General San Martín (en revistas mendocinas). El eje de la búsqueda fue la imagen prescriptiva y los mandatos sociales, estéticos y de moda sobre las mujeres en el periodo abordado.
En cuanto al guion museológico, aparte de la brevedad de los textos y del lenguaje accesible en las cédulas, dimos prioridad al uso de fotografías históricas. Un aporte especial fue el empleo de un libro de registro de trabajadoras sexuales de la época referida, del que se replicaron imágenes en torno de las opresiones en los cuerpos femeninos, en clave local.
Uno de los aspectos que más nos desafió, y que abordamos con especial énfasis, fue el de incentivar en los públicos experiencias situadas que los interpelen, que los pongan en la piel de otras(os) y, con ello, vivencien aspectos tangibles de la historia presentada en nuestra propuesta. En esta primera exposición concretamos una instalación con la idea de visibilizar y poner a discusión las opresiones actuales sobre los cuerpos de las mujeres (Figura 7).

(Fotografías: María Marengo, 2018; fuente: colección de las autoras)
Figura 7 Panorámica de la exposición Las huellas de la historia en el cuerpo de las mujeres.
Se conformaba por una pequeña estructura recinto o carpa de tres paredes que eran espejos. En ellos se exhibieron publicaciones de la época en Argentina y Mendoza, tomadas de la prensa escrita, en las que se reproducían mensajes prescriptivos acerca de los mandatos sociales en torno de los ideales de belleza, la imagen corporal y las cualidades deseables en las mujeres. En el espejo frontal, ante la imagen reflejada del/de la visitante, se encontraba una cédula con las preguntas: ¿Te mirás? ¿Te gustás? (Figura 8).

(Fotografías: María Marengo, 2018; fuente: colección de las autoras)
Figura 8 Detalles de la instalación ¿Te mirás? ¿Te gustás? Exposición Las huellas de la historia en el cuerpo de las mujeres.
Una vez desmontada la exposición fue, por parte de instituciones educativas de formación superior y de nivel medio en distintos departamentos de la provincia de Mendoza (Maipú, Tunuyán, Tupungato, San Carlos, Godoy Cruz, Las Heras, Luján de Cuyo y ciudad de Mendoza), la más requerida para itinerar. En todas las oportunidades se realizaron talleres, debates y actividades grupales con estudiantes y docentes.
Exposición Infancias. Postales de la vida de niños y niñas en tiempos modernos (fines del siglo XIX-principios del siglo XX)
Se puso especial atención en esbozar una mirada histórica y crítica hacia las representaciones de las infancias entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, situadas en Argentina y Mendoza. Esta construcción se realizó a partir del abordaje de imágenes, fotografías y revistas, y también de materiales históricos y arqueológicos. En ese sentido, fue muy importante el abordaje de libros escolares publicados en ese periodo.
En relación con el guion museológico, se tuvo mayor preocupación en garantizar la accesibilidad de los contenidos, tanto en lo cognitivo como en lo físico, dando prioridad a textos cortos y soportes museográficos y visuales claramente señalizados. Así, se consideró especialmente la altura de las vitrinas y del mobiliario museográfico. También incorporamos códigos QR con enlaces de audio que abordaban el contenido de cada panel (Figura 9).

(Fotografías: María Marengo, 2019-2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 9 Aspectos relacionados con la accesibilidad física y cognitiva. A) Panel con imágenes y código QR con enlaces de audio; B) y C) Vitrinas accesibles.
En esta exposición, y con el fin de llevar a cabo una experiencia situada, se generó un sector temático denominado “La muerte de un niño”. En ese espacio se referenciaron, a partir de fotografías históricas, textos de canciones, ambientación y mobiliario museográfico, algunas prácticas en torno de la muerte de los infantes en la familia tanto en el mundo rural como urbano, en el periodo de referencia (Figura 10).

(Fotografías: María Marengo, 2019; fuente: colección de las autoras)
Figura 10 A) Panorámica general de la exposición Infancias. Postales de la vida de niños y niñas en tiempos modernos (finales del siglo XIX-principios siglo XX); B) Sector temático “La muerte de un niño”; C) Vista del panel de inicio de la exposición Infancias. Postales de la vida de niños y niñas en tiempos modernos (finales del siglo XIX-principios siglo XX).
Esta exposición también ha itinerado, y fue solicitada por algunas instituciones educativas de Educación Superior en General Alvear y Tunuyán (Mendoza, Argentina).
Exposición Esos locos bajitos… Infancias inmigrantes en Argentina (finales del siglo XIX-mediados del siglo XX)
La búsqueda de fuentes para esta exposición se enfocó en fotografías, publicidades históricas y bibliografía en archivos digitales y bibliotecas de la provincia. El eje curatorial fue reconstruir, desde la presencia y los testimonios, la experiencia infantil en los procesos migratorios de finales de siglo XIX y principios del XX (Figura 11).

(Fotografías: María Marengo, 2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 11 Panorámicas de la exposición Esos locos bajitos… Infancias inmigrantes en Argentina (finales del siglo XIX-mediados del siglo XX).
En esta última exposición, además de los códigos QR con enlaces al audio referido a cada uno de los espacios expositivos y paneles, se incluyeron otros códigos QR con relatos de personas relacionadas con algunos objetos. Por medio de ellos se compartió una anécdota o experiencia de la vida familiar en estrecha relación con el fenómeno inmigratorio. Un ejemplo de esto fue una valija, perteneciente a un empleado del ferrocarril “Buenos Aires al Pacífico”, con objetos de papelería e instrumental ferroviarios, en la voz de una de sus nietas, quien recuperaba la historia de su abuelo y de su esposa inmigrante.
En esta exposición se multiplicaron las actividades y los dispositivos para lograr una mayor interacción y participación de los públicos mediante mensajes escritos en papel donde se respondía a consignas y a partir del uso de una pizarra colaborativa virtual. Uno de los dispositivos que más respuesta generó fue un marco con fotografías en el que se invitaba a los públicos a dejar por escrito un recuerdo o una anécdota. A lo largo del periodo que duró la exposición, se recibieron 378 mensajes entre recuerdos, agradecimientos al museo y dibujos. De éstos, 195 estuvieron directamente vinculados con la actividad propuesta, escritos tanto por personas adultas como por infantes. Figuran nombres de inmigrantes, anécdotas, lugares de origen y destino al migrar, sentimientos y valoraciones de todo el proceso (Figura 12).

(Fotografías: María Marengo, 2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 12 Una propuesta para la participación del público. Exposición Esos locos bajitos…Infancias inmigrantes en Argentina (finales del siglo XIX-mediados del siglo XX)..
Esta última exposición aún no ha comenzado su itinerancia, pero contamos en agenda con solicitudes de instituciones interesadas en recibirla en un corto plazo. Asimismo, se concretó una actividad de cierre de la exposición en la que participaron personas y grupos de distintas colectividades culturales que forman parte de la Mendoza contemporánea. Por ejemplo, una academia compartió danzas árabes y sus historias; además de que se realizó la presentación de un libro-biografía de un inmigrante español y una entrevista en vivo a una inmigrante italiana que llegó durante su infancia a Mendoza y residió en el vecindario del MAF. Por último, se exhibieron las contribuciones que realizaron grupos visitantes de la muestra, provenientes de los institutos de Educación Superior (Figura 13).

(Fotografías: María Marengo, 2023; fuente: colección de las autoras)
Figura 13 Escenas de la actividad de cierre de la exposición Esos locos bajitos… Infancias inmigrantes en Argentina (finales del siglo XIX-mediados del siglo XX).
Como reflexión del proceso de trabajo, concebido éste en términos de espiral investigativa, consideramos que la flexibilidad y el retorno con el público ha redundando en un mayor acercamiento a las demandas de nuestra comunidad inmediata y sus intereses respecto a las temáticas planteadas. No se trata de un proceso acabado, sino que resulta perfectible al sostener la propuesta en el tiempo, volviendo la mirada hacia lo realizado para reflexionar y avanzar.
Reflexiones situadas y perspectivas futuras
Toda nuestra práctica está marcada por una visión empática hacia el pasado y hacia quienes se encuentran invisibilizados/as en los relatos históricos regionales. Cada recurso e imagen se eligieron a partir de la emoción y de las sensaciones que nos generaron e intentamos compartir, con mayor o menor éxito, con quienes se vincularon con las exposiciones. Por ello, no podemos hablar de conclusiones o discusiones, sino de reflexiones que surgen de nuestro hacer como mujeres e investigadoras de un espacio cultural público y abierto, ubicado en una zona de marginalidad, prostitución y migrantes en la ciudad de Mendoza.
La participación de los públicos se intensificó gradualmente no sólo en cantidad, sino que también fue adquiriendo mayor protagonismo dentro del propio espacio expositivo, completando y mejorando el contenido ofrecido. Sentimos que en este camino nos acercamos a la comunidad, pero que aún no llegamos de manera efectiva a sectores subalternos cercanos al Museo. Por ende, creemos necesario generar mecanismos de comunicación y participación de mediano y largo plazo con el vecindario, que se conviertan en una política cultural de la institución.
El hecho de itinerar con las exposiciones por instituciones educativas de distintos niveles y contextos socioeconómicos nos desafió a planificar y desarrollar dinámicas acordes con la infraestructura, los recursos disponibles, los tipos de públicos y las expectativas propias de docentes y estudiantes. Viendo retrospectivamente nuestros proyectos, observamos mejoras y avances importantes en ese sentido, previendo eventuales situaciones y adaptando los lineamientos museográficos y las estrategias pedagógicas.
La metodología que aplicamos, creemos, aporta significativamente a la labor museológica de la provincia, en cuanto que propone un trabajo en equipo, interdisciplinario, autocrítico, situado en una comunidad concreta con necesidades y expectativas específicas. El desafío, entonces, es permear este modelo de trabajo a todos los actores involucrados en las instituciones museales, primordialmente a quienes están en contacto con los públicos y a los que toman las decisiones para que todo su accionar sea coherente e integral.
Además, en nuestro caso, al trabajar en un museo arqueológico e histórico, nos atrae enormemente poder vincularnos con el pasado y sus protagonistas empáticamente, propiciando múltiples narrativas y miradas. Al mismo tiempo, consideramos que puede ser un abordaje factible de ser aplicado en cualquier institución de la ciudad de Mendoza que desee tener mayor sinergia con su comunidad inmediata.
El desafío a futuro es grande, ya que debemos también atender a la realidad de los espacios que ocupamos, con presupuestos y personal muchas veces limitados y con una necesidad imperiosa de fortalecer. Por un lado, la participación e identificación de las y los vecinos inmediatos y de las instituciones escolares cercanas, y por otro, la accesibilidad e inclusión tanto en la representación histórica como en los medios visuales y materiales empleados.