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Intervención (México DF)

versión impresa ISSN 2007-249X

Intervención (Méx. DF) vol.15 no.29 México ene./jun. 2024  Epub 19-Nov-2024

https://doi.org/10.30763/intervencion.292.v1n29.71.2024 

Editorial

Editorial

Florencia Puebla Antequera* 
http://orcid.org/0000-0002-8853-7376

*Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), México.


Estimadas lectoras y estimados lectores:

Con gran emoción les presento los contenidos del número 29 de la revista Intervención. Éste surge en un contexto de acomodos y ajustes relacionados con las nuevas necesidades, pensamientos y proyecciones que nos dejó la pandemia por el virus SARS-CoV-2. Entonces, y por la complejidad del contexto en el que vivimos, nos propusimos brindar un número actualizado con las preguntas y reflexiones que hoy en día atraviesan a los patrimonios y a las herencias culturales.

Puedo decir con seguridad que tanto la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), a lo largo de su trayectoria en la educación superior, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se han consagrado como espacios donde se construye conocimiento académico sobre lo patrimonial. Y también donde se documenta el desarrollo que han tenido las ideas y las prácticas en torno de ello. En esto, la revista Intervención ha fungido como un fiel reflejo de los temas y las perspectivas teórico-metodológicas que estuvieron en boga conforme pasó el tiempo, y las miradas que las y los profesionales han tenido sobre su praxis.

Por el importante papel que esta publicación tiene, es que acepté la empresa de ser la octava editora, labor que comienza con este número 29. El proceso que llevó editarlo no me fue fácil, debo reconocerlo. Primero, porque si bien había participado como autora y como evaluadora, tenía poca experiencia en estar del otro lado del trabajo editorial académico. En segundo, porque siempre falta tiempo, y al ser una tarea colaborativa, se necesita no detenerse y que las partes integrantes se encuentren bien coordinadas e involucradas para que la publicación se concrete en tiempo y forma; pero con la rigurosidad y alta calidad que ejerce y merece.

En los meses en que preparamos este número aprendí muchísimo, y lo que más disfruté fue observar la transformación de los textos. Cada autora y autor inician con ideas, y el equipo editorial se dedica de lleno a pulirlas, darles forma, resaltar los aportes más interesantes y relevantes, e incluso, a reestructurar el texto, en caso de ser necesario. Una parte de ellas y ellos comentó con sorpresa cuánto había mejorado su propuesta inicial. Y aquí creo necesario resaltar el gran trabajo que realiza el equipo que forma parte de esta revista: Paula Rosales, Yolanda Madrid, el Comité Editorial (CERI), Alejandro Olmedo, traductoras y traductores y cantidad de personas que llevan a cabo una excelente labor y hacen que el proceso sea enriquecedor para la editora.

Además, observé cuán invisibilizada está la tarea editorial en la academia, ya que no se tiene en cuenta todo el proceso que un texto transita desde su postulación hasta su publicación. Sin el increíble compromiso que tiene el equipo que trabaja en Intervención, este número no hubiese salido a la luz, ni esta revista llevaría 15 años de trayectoria.

También aprendí sobre la gran diversidad de disciplinas que comprende la revista. Al venir del mundo de los museos y del estudio de lo patrimonial desde una perspectiva antropológica, las áreas de la restauración y la conservación me eran lejanas. Lo que sí puedo notar, al observar éste y los números anteriores, es el gran peso y espacio que tienen los textos dedicados a estos temas; y por ello, buena cantidad de lectoras y lectores la consideran como una revista específica de conservación y restauración, mas no de museos. Estamos tratando de revertir esta situación, y volver a posicionar las temáticas que competen al ámbito museal con la rigurosidad y actualidad que el contexto merece. Asimismo, estamos tratando de revertir los sesgos de género que tenemos a la hora de escribir, y aquí hacemos un esfuerzo por emplear un lenguaje no sexista en nuestras redacciones.

Otra característica que noté es que cuando se escribe sobre procesos de conservación y restauración, muchas veces se hace desde nociones muy técnicas y descriptivas. Éste, creo, fue uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos en los textos. Como bien se mencionó, el objetivo de este número es brindar reflexiones que construyan prácticas profesionales acordes con los debates contemporáneos. Entonces, nos tocó pedirles a autoras y autores mayor reflexión tanto teórica, metodológica, como introspectiva sobre la formación y el ejercicio de su profesión.

Aún nos falta mucho por lograr, y continuamos insistiendo en que lo descriptivo sea el puntapié para profundizar en perspectivas analíticas que ayuden a expandir nuestras formas de comprender lo patrimonial y la cultura. Creo como editora que el principal aporte de la producción académica es que un texto nos despierte preguntas, nuevas ideas y nos haga visibles otras maneras de trabajar.

Con esto en mente, presentamos el número 29 de Intervención. Comenzamos con la sección de ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN, y aquí tenemos el texto Características físicoquímicas de una colección de vidrio arqueológico de la Ciudad de México, México, escrito por José Roberto Peralta Rodríguez, Arturo García Bórquez y María de Jesús Alvizar Rodríguez. Ella y ellos nos comparten una exhaustiva metodología aplicada a piezas de vidrio histórico, encontradas en dicha ciudad. Ésta consistió en el uso de microscopio electrónico de barrido (MEB) con emisión de rayos X, y logró evidenciar la variedad de características tanto físicas como químicas que contiene este material. Con esto, el trabajo revela que, aplicando una eficiente metodología, se puede llegar a información específica que nos amplía el panorama de comprensión sobre los procesos de producción de vidrio del México pretérito.

Le sigue la sección de ESCAPARATE, con un singular trabajo, titulado El vestido atribuido a la emperatriz Carlota de México (1864-1867): evidencias históricas en su restauración, sección escrita por Ana Julia Poncelis Gutiérrez, Karla Castillo Leyva y Rosa Lorena Román Torres. Ellas narran el proceso de restauración de un vestido femenino de mitad del siglo XIX, realizado en el Seminario-Taller de Restauración de Textiles de la Licenciatura en Restauración de la ENCRyM.

En el texto nos comparten cómo es que, a raíz de un estudio del contexto histórico del vestido en restauración, llegaron a considerar que le pertenecía nada menos que a la emperatriz consorte de México, María Carlota. Lo aquí descrito nos muestra la metodología utilizada en este Seminario, que tiene en cuenta su doble función: la de intervenir la pieza para lograr un mejor estado de conservación, pero conociendo antes, la historia de cada objeto.

Posteriormente se encuentra la sección de INFORME ACADÉMICO, y aquí contamos con cuatro trabajos. El primero se titula Criterios de intervención en la restauración de la pintura sobre tabla Cristo atado a la columna, del Museo Diocesano de Arte Sacro de Salamanca, España, atribuida a Luis de Morales. Fue escrito por Alejandra del Barrio Luna, Eduardo Azofra Agustín y Tomás Gil Rodrigo; y profundizan sobre la intervención realizada a una pintura de tabla que forma parte de la exposición permanente del citado museo.

Allí se estudia la autoría de la pieza y se narran los criterios de restauración empleados, que integró un protocolo que concilió la investigación con la conservación, y estuvo relacionada con los valores histórico, artístico y teológico de dicha obra. Lo más interesante de este trabajo es que posicionan a la restauradora y al restaurador no sólo como ejecutores de técnicas, sino también como agentes en activo, que toman decisiones que van moldeando las metodologías empleadas en los procesos de restauración.

El segundo texto de esta sección lleva por título Tratamiento anóxico para la erradicación de insectos en los libros corales del Museo de los Descalzos, Lima, Perú, escrito por Javier Nakamatsu, Jhonatan Arízaga, Ivon Canseco y Patricia Gonzales. Se trata de una original forma de adecuar una metodología al contexto regional. Específicamente, nos relatan que las condiciones de Lima generan la proliferación de insectos en libros corales de época colonial; entonces, se adaptó un método para combatirlos.

Lo enriquecedor de este escrito es que autoras y autores dan cuenta de un buen ejemplo en el que se pudo desarrollar una estrategia de desinsectación de fácil acceso y a bajo costo. Esto nos ayuda a imaginar y diseñar posibles soluciones para la conservación de nuestros patrimonios, pero que a la vez sean viables en los contextos y situaciones con las que trabajamos en América Latina.

El tercer texto es Explorando el Faro de El Morro de San Felipe: prácticas profesionales y colaboración académica para la conservación del patrimonio cultural inmueble en el Viejo San Juan, Puerto Rico. Fue escrito por Sarahí Soriano Orozco y Rodrigo Sáinz Lara, y se relatan las redes interinstitucionales y colaboraciones académicas implicadas en la investigación de este patrimonio. En específico, este texto nos revela cómo un detallado estudio de la trayectoria histórica del faro nos ayuda a comprender sus materiales y elementos constitutivos para, así, tomar las mejores decisiones para su conservación.

El cuarto y último texto de esta sección se denomina Experiencias recientes en la producción de exposiciones temporales. Prácticas, enfoques y perspectivas desde el trabajo colectivo en el Museo del Área Fundacional de Mendoza, Argentina. Escrito por María del Carmen Marengo, Lorena Puebla y Karina Castañar, donde desarrollan la ruta de trabajo de un ciclo de exposiciones temporales realizadas en dicho museo.

En ésta se utilizó la perspectiva de investigación-acción-creación, y se elaboraron tres exposiciones temporales que dialogaron desde lo teórico con propuestas posmodernas, como es la perspectiva de género, y, en específico, con estudios feministas y sobre las infancias. Además, las autoras dejan ver cómo esta ruta de trabajo abre espacio al surgimiento de nuevos contenidos y objetivos expositivos, principalmente aquéllos relacionados con la visibilización de sectores sociales actualmente ausentes en las narrativas curatoriales de este museo. En síntesis, se trata de un interesante tema que nos ayuda a repensar y reconfigurar las formas en que trabajamos la divulgación y musealización de los patrimonios; así como los discursos que construimos en torno de éstos.

El número termina con una RESEÑA DE EXPOSICIÓN de la recientemente inaugurada Sala de Exposición del Pueblo Sami (febrero del 2024), en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Allí, Luis Alejandro Mosquera Delgado, como autor y colaborador del montaje, aborda la forma en que el Posgrado en Estudios y Prácticas Museales (PEMP) incorpora la elaboración y materialización de proyectos museográficos en sus procesos de enseñanza. Esto se transforma en una práctica pedagógica, donde el estudiantado va situando y desarrollando los conceptos teóricos vistos en el posgrado. Este proceso se relata en dicha reseña, generándonos una buena y aterrizada idea sobre cómo actualmente se enseña y aprende la museografía en la ENCRyM.

Una vez presentados los textos, resulta curioso observar cómo todos las y los autores se vuelcan a profundizar en el desarrollo metodológico, evidenciando un marcado interés en describir las formas en que trabajan, las técnicas y los procedimientos que aplican. No obstante, y como bien mencioné al comienzo, vuelvo a insistir en que tratemos de que esas descripciones no se queden en lo meramente técnico y descriptivo; considero que son mucho más enriquecedoras cuando nos invitan a profundizar en nuestras reflexiones sobre cómo concebimos y nos acercamos a lo patrimonial en la contemporaneidad. Sabemos que hacer este ejercicio lleva mucho más esfuerzo, al igual que erradicar los sesgos sexistas que imperan en nuestras formas de escribir. Esperamos que en los números siguientes hayamos podido avanzar en este desafío.

Ya para cerrar, no me queda más que invitarlas e invitarlos a leer este número 29, y espero de corazón que lo disfruten. Me gustaría terminar con una frase mencionada en la presentación del número 26 de esta revista, realizada el 11 de abril de 2024 en las instalaciones de la ENCRyM. En ese evento, su editora, la maestra Ana Lizeth Mata Delgado, dijo lo siguiente: “tenemos la responsabilidad de crear los textos que van a acompañar a las generaciones del futuro.

La frase quedó resonando en mi mente, y la traigo aquí con emoción y a modo de finalizar esta nota. Me uno al compromiso de Lizeth de colaborar en la producción de los textos que queremos leer en un futuro, y que serán los que formen a las próximas y próximos especialistas del patrimonio. En esta aventura estamos, y les agradezco profundamente que nos acompañen.

Florencia Puebla Antequera | Editora

Corrección de estilo por Alejandro Olmedo

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