Los bosques son áreas forestales que dan soporte a una gran diversidad biológica. Además, desempeñan un papel importante en la regulación del clima en el Planeta, estabilizan los suelos y equilibran los flujos de agua, por mencionar algunas funciones (ONUAA, 2016). A su vez, proporcionan una variedad de bienes y servicios ambientales de forma directa e indirecta a la población (Conafor, 2010). La pérdida de recursos naturales y de ecosistemas es un problema a nivel global. México está en la lista de los principales países con altas tasas de deforestación (Ventura-Ríos et al., 2017).
En 2013, se estableció una plantación de 6.10 ha de Pinus cembroides Zucc. en el municipio Galeana, Nuevo León, a fin de contribuir al aumento de la superficie forestal y contrarrestar la deforestación. Previo a su establecimiento, y como parte de la preparación del terreno, se realizaron obras de conservación de suelos mediante la apertura de 480 tinas ciegas (zanjas trincheras) (TC) por hectárea y 1 000 terrazas individuales (TI), también por hectárea.
Las TC son un conjunto de excavaciones intercaladas y diseñadas en curvas de nivel (Figura 1A), con el fin de reducir la longitud del recorrido de agua, captar la que escurre y disminuir los procesos erosivos (Conafor, 2023). Por otro lado, las TI (Figura 1B) tienen como principal propósito retener el agua de los escurrimientos superficiales para incrementar la supervivencia y crecimiento de las plántulas (Conafor, 2023).

A = Tinas ciegas; B = Terrazas individuales en el ejido La Tapona; C = Transectos (unidades de muestreo) de 50 m en cada una de las curvas de nivel seleccionadas.
Figura 1 Obras de conservación de suelos y transectos evaluados.
El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de las TC y TI en la supervivencia, así como el crecimiento de las principales variables dasométricas de una plantación de P. cembroides de 10 años en Galeana, Nuevo León, México. Se planteó la hipótesis de que los individuos ubicados en las TI presentarán mayores porcentajes de supervivencia y crecimiento en diámetro basal, diámetro de copa y altura total que en las TC.
La investigación se llevó a cabo en el ejido La Tapona del municipio Galeana, Nuevo León, México. El clima es templado seco o seco [BSok(x´)] con una temperatura media anual que oscila entre 12 y 18 °C (García, 2004). La precipitación anual es de entre 400 y 600 mm; y el suelo predominante es de tipo Leptosol (INEGI, 1986).
La plantación se estableció con una distancia entre plantas de alrededor de 2 m y una separación promedio entre curvas de nivel de 5.20 m. Las plántulas tenían una altura promedio de 30 cm.
En el año 2023, 10 años después de establecida la plantación, se llevó a cabo la evaluación. La superficie de la plantación se delimitó mediante recorridos de campo e imágenes satelitales. Se siguió un diseño de muestreo sistemático aleatorio, en el que se seleccionaron 13 curvas de nivel de cada tratamiento (tinas ciegas y terrazas individuales) con una intensidad de muestreo de 21 %. En cada curva de nivel seleccionada se delimitó un transecto (unidad de muestreo) de 50 m, debido a que no todas tenían la misma longitud (Figura 1C) (Prieto y Goche, 2018).
En cada transecto de 50 m se consideraron todos los individuos de P. cembroides. En el caso de tinas ciegas fueron 12 por transecto y en las terrazas individuales 25. A cada ejemplar se le midió la altura total (m), el diámetro de copa (m) y el diámetro basal a los 10 cm del suelo. Estas mediciones se hicieron con un flexómetro Truper ® modelo FA-3M de 3 m para la altura total; el diámetro de copa se midió en dos direcciones (norte-sur y este-oeste) con una cinta métrica Stanley ® modelo 30-088, y el diámetro basal se registró con un vernier digital Steren ® modelo HER-411 de 15 cm (Alanís et al., 2020).
Para evaluar la supervivencia, se contabilizaron las plantas vivas y muertas (%). Posteriormente, se aplicó la siguiente Ecuación (Conafor, 2010) para obtener el porcentaje de supervivencia de la plantación de P. cembroides:
Donde:
p = Proporción estimada de árboles vivos (expresada en %)
∑ = Sumatoria de los datos de acuerdo con la variable a o m
ai = Número de plantas vivas en el transecto
mi =Número de plantas establecidas en el transecto
Con las variables de diámetro basal y diámetro de copa se estimaron el área basal y área de copa por individuo (Alanís et al., 2020).
Para el análisis estadístico, se aplicó una prueba de Kolmogorov-Smirnov con la corrección Lilliefors, a fin de reconocer si los datos cumplían con los supuestos de normalidad (Ghasemi y Zahediasl, 2012).
Con el fin de probar la hipótesis nula (Ho) de que no existen diferencias significativas entre TI y TC en la supervivencia de P. cembroides, se utilizó la prueba t de Student (α=0.05). Para las variables de altura total, área basal y de copa se utilizó la prueba no paramétrica de U de Mann-Whitney. Los datos se analizaron con el programa estadístico Statistical Package for Social Sciences versión 13.0 para Windows (SPSS, 2009).
En el Cuadro 1 se presentan los valores promedio de altura total, diámetro basal a los 10 cm de la base y diámetro de copa. La altura de los ejemplares de P. cembroides indica un crecimiento de alrededor de 30 cm en 10 años.
Cuadro 1 Valores promedios y desviación estándar de las variables del arbolado medido en los diferentes tratamientos, tinas ciegas (TC) y terrazas individuales (TI).
Variables | Media y desviación estándar | |
---|---|---|
TC | TI | |
Altura (m) | 0.569±0.260 | 0.622±0.329 |
Diámetro basal (d 0 . 10 m ) | 1.96±0.886 | 2.01±1.00 |
Diámetro de copa (m) | 0.489±0.201 | 0.513±0.239 |
La prueba de t (α=0.05) mostró que no hay diferencias significativas en la tasa de supervivencia (p=0.471) de P. cembroides al comparar las TI y TC, y la prueba U de Mann-Whitney que no hay diferencias en las variables de altura, área de copa y área basal (Cuadro 2).
Cuadro 2 Prueba U de Mann-Whitney para las tinas ciegas y terrazas individuales.
Altura | Área de copa | Área basal | |
---|---|---|---|
U de Mann-Whitney | 11 658.000 | 12 003.500 | 12 348.000 |
Z | -0.918 | -0.491 | 0.064 |
Sig. asintót. (bilateral) | 0.358 | 0.624 | 0.949 |
Z = Valor de z; Sig. asintót. = Significancia asintótica.
La tasa promedio de supervivencia a los 10 años de la plantación fue de 52.69 %. La plantación con tratamiento de TC presentó 53.71 %, mientras que la de tratamiento con TI, 51.68 %, valor que supera ligeramente lo registrado por Ortíz-Rodríguez y Rodríguez-Trejo (2008) de 48.8 % en una plantación de Pinus hartwegii Lindl. a tres años de su establecimiento; ahí se atribuyó la supervivencia al efecto protector proporcionado por los estratos arbustivos y las herbáceas.
Sánchez (2008) evaluó la supervivencia de Pinus oaxacana Mirov en dos sitios con diferentes tratamientos (reforestación asociada a TC, reforestación con remoción previa de suelo [RS] y reforestación con cepa común [CC]). Las tasas de supervivencia de TC, RS y CC en el Sitio 1 fueron del 20, 29 y 30 %, respectivamente. Para el Sitio 2, el tratamiento RS alcanzó 50 % y las TC en el bordo fueron de 20 %. Para el Sitio 1, la reforestación no se consideró exitosa, ya que los valores fueron menores a 50 %. Por lo tanto, los registros alcanzados en este estudio para las TC (53.71 %) pueden considerarse aceptables, ya que los porcentajes de supervivencia para México en el 2019 son inferiores a 50 % (Coneval, 2018). Céspedes y Moreno (2010) mostraron que la tasa de supervivencia (%) consignada por la Conafor para los años 2002, 2003, 2004 y 2005 fueron de 49.5, 43.9, 58.3 y 55 %, respectivamente.
Por otra parte, Vásquez-García et al. (2016) llevaron a cabo una evaluación sobre la supervivencia y mortalidad en plantaciones forestales ubicadas en tres comunidades de la Mixteca Alta Oaxaqueña. En dicho estudio destaca la supervivencia a los 8 y 10 años en la plantación, con 72.35 y 79.52 %, respectivamente; la elevada respuesta fue atribuida a la atinada selección de especies y a las condiciones climáticas favorables, caracterizadas por una precipitación de 700 a 1 000 mm, cifra superior a la registrada en la presente investigación.
Cotler et al. (2013) analizaron las propiedades físicas y químicas de los tratamientos TI y TC después de cuatro años, y determinaron que ambos tratamientos se comportaron de manera similar, no mostraron un cambio en el contenido de humedad y porosidad, y con respecto al contenido de carbono y nitrógeno, los valores fueron inferiores en comparación con las parcelas de control.
Ventura-Ríos et al. (2017) estudiaron la estructura, altura, área basal y biomasa aérea en tres áreas reforestadas de cinco (R5), 12 (R12) y 14 (R14) años y un sitio de referencia (SR). Sus conclusiones refieren que la condición R5 presentó los valores más bajos para las tres dimensiones; además, las comparaciones entre R12, R14 y el SR solo evidenciaron diferencias significativas en la altura y la biomasa área.
De acuerdo con los resultados obtenidos en la presente investigación, la hipótesis es rechazada, ya que no se observaron diferencias significativas en la supervivencia y el crecimiento de los individuos de P. cembroides plantados tanto en las áreas de tratamiento TC como TI. La naturaleza poco profunda del Leptosol, que restringe el desarrollo del suelo y la penetración de las raíces, presenta desafíos; sin embargo, P. cembroides es una especie ampliamente utilizada en climas templado seco, áridos y semiáridos, debido a su resistencia a las bajas precipitaciones y su notable adaptabilidad a las condiciones de sequía, debido que su sistema de raíces le permite acceder al agua en las profundidades del suelo. Esta condición se refleja en la similitud de altura, el diámetro de copa y el diámetro basal. Posiblemente, esta uniformidad se atribuya al hecho de que, en las primeras etapas de desarrollo, la especie de pino estudiada se adaptó a las obras de conservación de suelo aplicadas en la zona en particular, y resultó beneficiada.