Introducción
Los procesos globales de apertura económica han modificado significativamente los territorios rurales de México desde la década de 1980, y han dado lugar a cambios en las estrategias de las familias, en sus estructuras productivas, sociales e institucionales. Estos procesos y sus consecuencias, se observan en el aspecto analítico, a tratar de comprender con otra óptica los nuevos procesos que se llevan a cabo en el sector rural y el papel central que las familias rurales y sus estructuras sociales desempeñan.
En el nuevo contexto de los proceso globales y neoliberales se ha acuñado el concepto de “la nueva ruralidad” donde destacan ciertos rasgos y cambios fundamentales de la sociedad rural tales como la creciente diversificación de actividades productivas llamada pluriactividad y multifuncionalidad, donde se da importancia a los empleos e ingresos no agrícolas, dentro y fuera de la finca, en las estrategias de sustento de los campesinos y trabajadores agrícolas (Kay y Figuerola, 2009; Kay, 2015). Para sortear la situación de pobreza, desigualdad, y exclusión social en que viven las comunidades y familias rurales, ésta han implementado estrategias de sobrevivencia como la participación de las jefas de familia en el trabajos remunerado, desarrollando actividades agrícolas y no agrícolas dentro y fuera de la finca, donde el proceso de migración nacional e internacional de miembros de la familia en el tiempo o bien se dan formas de integración colectiva para la conformación de pequeñas empresas para ofrecer productos y servicios en mercados locales y regionales; nacionales e incluso internacional.
Como respuesta al dominio neoclásico que ha marcado el capitalismo globalizado de las últimas décadas y sus efectos negativos en el sector agrícola y rural Barkin (2006) con una visión comunitaria del desarrollo rural hace notar que a pesar de los problemas que el campo y los campesinos en México han afrontado y siguen afrontando, numerosos grupos sociales activamente trabajan para fortalecer sus comunidades, para rehabilitar y proteger sus ecosistemas, y contribuir a forjar un nuevo tipo de “pacto social” en el cual ellos pueden contribuir al mejoramiento de su calidad de vida. De esta manera, pequeñas organizaciones implementadas por iniciativa propia y comunitaria han sido importantes estrategias para generar estructuras y procesos alternativos para generar un proceso de desarrollo más sostenible.
Ejemplo de ello, son los grupos de microfinanciamiento o microempresas que apoyan actividades productivas e incentivan nuevas actividades productivas como la transformación de productos agropecuarios; elaboración de artesanías y manualidades, el establecimiento de pequeños comercios; elaboración de productos medicinales; el brindar servicios de ecoturismo y turismo rural, entre otros. Estas experiencias de procesos y estructuras no son únicas en México, muchas han sido documentadas también alrededor del mundo, pero especialmente en países en desarrollo (RENDRUS, 1996; 2017). En este mismo sentido, Kay (2015) describe qué movimientos contestatarios del neoliberalismo han surgido en comunidades rurales e indígenas en Latinoamerica cuyo principal objetivo es construir un sistema alternativo agrario basado en la “soberanía alimentaria”, el cual es prometedor pero también polémico.
En este contexto, estudios rurales contemporáneos han asignado especial énfasis a los temas de organización y la construcción del capital social que se desarrollan entre las iniciativas y estrategias de los actores sociales en sus territorios (Durston, 2002; Lugo-Morín, 2013). En esta nueva visión, la solución de la pobreza plantea el involucramiento de los pobres en las actividades económicas de sus comunidades, y por lo tanto, para que se dé el desarrollo económico, es crucial encontrar formas y medios por los cuales trascender socialmente, como construir cohesión social, confianza y en general, fortalecer el capital social. En este sentido, Woolcock y Narayan (2000) afirman que “las redes sociales de los pobres son uno de los recursos primarios que tienen para enfrentar el riesgo y la vulnerabilidad, y los agentes externos necesitan encontrar formas de complementar estos recursos, más que sustituirlos”.
Numerosas han sido las propuestas teóricas y los estudios empíricos para abordar cómo el capital social juega un papel estratégico en los sistemas sociales y en la consecución de sus resultados y beneficios. Así, el capital social aparece como uno de los desarrollos conceptuales más prometedores para explicar las causas del desarrollo o del subdesarrollo y proponer alternativas más allá de las inversiones tradicionales en capital físico o humano. Dentro de los pioneros teóricos, Bourdieu (2002) sitúa al capital social como una herramienta explicativa para efectos sociales que hacía posible entender por qué las personas podían movilizar en su favor el capital físico o económico de un grupo más o menos institucionalizado.
Para Bourdieu la estructura de todo espacio social está constituida por lo que llama “poderes sociales fundamentales” y el capital social sería uno de sus poderes. Al respecto, Coleman (2000) refiere que el capital social es definido por su función que, por un lado, explican la acción colectiva (normas, reglas y obligaciones) y por otro, laacción racional individual movida por el interés propio; todo ello dentro de la estructura social que facilitan la realización de ciertas acciones para los actores. Por su parte, Putnam (2003) afirma que el capital social se compone esencialmente de confianza, normas de reciprocidad y redes de compromiso cívico y que éstas crean valor tanto individual como colectivo.
Putnam (2003) subraya que las reservas (stocks) de capital social tienden a ser autorreforzantes y acumulativas, en donde círculos virtuosos resultan en equilibrio social con altos niveles de cooperación, confianza, reciprocidad, compromiso cívico y bienestar colectivo. Con un enfoque institucional y haciendo referencia al rol del capital social en los procesos de desarrollo, el Banco Mundial (2017) señala que las instituciones, las relaciones, actitudes y valores que rigen la interacción de las personas facilitan el desarrollo económico y la democracia de las comunidades.
El capital social (CS) también se define como fenómeno comunitario ya que las instituciones locales de cooperación y co-gestión emergen como un resultado frecuente de la interacción de estrategias individuales. El capital social comunitario es la institucionalidad formal e informal que integra las normas culturales de confianza entre individuos, con las prácticas de cooperación entre todos los miembros de un sistema social (Durston, 2000). Es decir, el capital social genera capacidades en las personas para cooperar y trabajar en grupo que permiten alcanzar determinados objetivos comunes, sobre la base de un conjunto de normas y valores informales compartidos (Fukuyama, 2003). Así que el capital social se basa en relaciones sociales duraderas, capaces de procurar, con el tiempo, logros materiales y simbólicos, cuyos resultados no solo sirven a quienes ayudan a lograrlos sino también se extienden otros miembros dentro y fuera de la red (Etkin, 2007).
Teóricos como los arriba mencionados coinciden en que el capital social es un recurso basado enlas relaciones sociales que funciona como un mecanismo que detona prosperidad en diferentes ámbitos, no solo económica. Lugo-Morin (2013), explica que en el marco actual de globalización, se requiere explorar las potencialidades de los sistemas territoriales rurales y sus actores sociales para ubicar sistemas incluyentes; y en este sentido, el capital social juega un papel estratégico.
Flores y Rello (2001) identifican algunas formas de utilización del capital social que permite obtener beneficios tangibles entre las personas tales como: a) cooperación simple en procesos de trabajo (ayuda mutua para sembrar, cosechar o realizar otras tareas); b) obtener préstamos pequeños y protegerse contra riesgos; c) construir bienes colectivos y proporcionar servicios de beneficio común; d) para asignación de derechos, administración del uso de recursos comunes (agostaderos, bosques, agua); e) participación en proyectos productivos; f) en grupos amplios de ahorro y préstamo; g) defensa de intereses gremiales y políticos; h) representación de campesinos; e i) participación en proyectos de desarrollo rural.
En años recientes algunos estudios empíricos han mostrado evidencias del efecto positivo que tienen el capital social en el desarrollo y en el mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales y que en términos operativos, puede constituir un valioso conocimiento para el fortalecimiento de las organizaciones del sector rural y lograr beneficios materiales (económicos) y no materiales (sociales) a través de sus iniciativas (Martínez, 2003; González, 2009; Ojeda et al., 2010; Browuer, 2011; Castellucci, 2013; Martínez et al., 2015 ; Toiber et al., 2016).
Aunque los teóricos del capital social han coincidido en que las relaciones sociales y sus estructuras pueden proveer recursos valiosos o beneficios (materiales y simbólicos) a la sociedad, existe poca evidencia empírica, especialmente en el ámbito rural, a cerca de los tipos de beneficios obtenidos y los elementos del capital social que están inmersos en las empresas rurales. Además, la información que existe no profundiza en los elementos del capital social antes señalados y no se refiere a empresas rurales en México. Es por ello que el propósito de la presente investigación es analizar el papel que juega el capital social de las empresas exitosas de la Red Nacional de Desarrollo Rural Sustentable (RENDRUS) en México, y los beneficios materiales y no materiales que se derivan del este proceso para las familias.
La premisa fundamental es que las empresas exitosas del sector rural representan una referente importante de conocimiento sobre el rol que el capital social ha tenido para el crecimiento, éxito y permanencia de sus iniciativas; así como de los beneficios (materiales y no materiales) que se han derivado de este proceso.
La utilidad de esta investigación podría constituir un valioso aporte al conocimiento para la implementación de nuevas estrategias de política pública para el fortalecimiento las empresas rurales. La constitución política en su artículo 27, sección XX, establece que “el estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural integral, con el propósito de generar empleo y garantizar a la población campesina el bienestar y su participación e incorporación en el desarrollo nacional… también tendrá entre sus fines que el estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la ley establezca” (Carbonell, 2014).
De la misma manera, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, en el apartado “sector agroalimentario”, establece que para incrementar la productividad del campo, se debe mejorar la organización y la escala productiva de los minifundios; la oportunidad y costo del financiamiento, se debe fomentar la innovación, el desarrollo tecnológico y un desarrollo regional más equilibrado. En la estrategia 4.8.4 del mismo PND, que se refiere a impulsar a los emprendedores y fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas, se señala que se debe apoyar la inserción exitosa de las micro, pequeñas y medianas empresas a las cadenas de valor de los sectores estratégicos de mayor dinamismo, con más potencial de crecimiento y generación de empleo, de común acuerdo con los gobiernos de las entidades federativas del país.
Como se observa, el contexto actual de globalización y políticas neoliberales, las estrategias de desarrollo rural encuentran en el capital social un elemento para explorar potencialidades e impulsar iniciativas de las familias y comunidades rurales en la búsqueda de alternativas que conduzcan al bienestar rural y desarrollo sostenible. Skippington (2016), refiere que el éxito de comunidades rurales remotas para enfrentar las actuales presiones económicas, tecnológicas, sociales y culturales dependen de la capacidad local de la gente para aceptar y manejar el cambio; así desarrollar y aplicar habilidades en la solución de problemas; para comunicarse efectivamente y proveer liderazgo social, cultural y económico, para desarrollar efectivamente las redes sociales comunitarias y pensar estratégica y creativamente más allá de las reales y aparentes restricciones que se les presentan.
Materiales y métodos
La Red Nacional de Desarrollo Rural Sustentable (RENDRUS) es una red nacional coordinada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas. Es una estrategia de extensionismo y desarrollo de capacidades, a través del intercambio de saberes y experiencias exitosas entre productores(as) de pequeña y mediana escala del sector rural. La red se propone vincular a los productores y sus organizaciones con la sociedad del conocimiento para generar un desarrollo rural sustentable (SAGARPA, 2014). En reuniones estatales y nacionales que se celebran anualmente desde 1996 al 2016, los productores participantes tienen la oportunidad de compartir los aspectos más sobresalientes de su proyecto y de establecer vínculos con otros productores e instituciones del sector agrícola y rural.
La muestra definida fue de tipo no probabilística de carácter intencional. El enfoque utilizado fue mixto, pues se consideró datos cuantitativas y cualitativos obtenido de entrevistas; el uso combinado de estos datos permitió lograr un mayor y mejor entendimiento del fenómeno bajo estudio (Hernández-Sampieri et al., 2014). El método básico fue la encuesta a una muestra de 20 representantes de empresas RENDRUS a quienes se lesaplicó un cuestionario estructurado con preguntas cerradas y abiertas.Así también, se realizaron entrevistas abiertas para de obtención de información cualitativo dirigido también a representantes de las empresas. Las variables que se utilizaron para el análisis correspondena los treselementos básicos que conformanel capital social en la empresa: 1) calidad de las relaciones y vínculos (internos y externos); 2) grado de confianza (interna y externas); y 3) el ejercicio de las normas y valores internas de las empresas. Asimismo, se examinan los beneficios (materiales ynomateriales) que se derivan de laconstrucción del capital social de las empresas.
Resultados y discusión
Características generales de las empresas participantes
El origen de las empresas RENDRUS participantes fue de 10 estados de la república: Aguascalientes, Ciudad de México (CDMX), Chiapas, Coahuila, Estado de México, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala. El giro de las empresas fue de diferente tipo, pero destacaron aquellas de tipo agroindustrial (45%), seguido por las agrícolas (20%) y las de productos y servicios diversos (20%). Los años que las empresas llevaban operando fueron muy variables con un rango de 1 hasta 19 años de antigüedad. Cabe señalar, que 50% de las empresas superaban los cinco años de operación, lo cual significa que estas empresas tienen ya cierto grado de experiencia y consolidación en sus actividades empresariales.
Las fuentes de financiamiento para la operación de las empresas u organizaciones provinieron mayoritariamente de las aportaciones de sus mismos socios, ya que 19 de las 20 empresas estudiadas los socios contribuyeron con un porcentaje promedio de 77%. Otras fuentes de financiamiento externo también contribuyeron a la operación de las empresas, de tal manera que 34% provinieron de las instituciones públicas. Esto demuestra que la sinergia de recursos económicos de instituciones externas y de los mismos productores (aunque muy limitados), contribuyen para alcanzar metas y la permanencia de las empresas rurales (Levi, 2010).
El tamaño de las empresas, de acuerdo a la clasificación a la Secretaría de Economía (DOF, 2009), según el número de trabajadores (socios y no socios), las empresas que predominaron fueron las de tipo micro (de 0 a 10 trabajadores) con 35%, seguidas por las pequeñas (de 11 a 50 trabajadores) con 30% y el resto son de tamaño medianas y grandes (más de 50 trabajadores). Estos tamaños predominantes se deben primordialmente a que la mayoría de estas empresas son de tipo familiar (60%); es decir, que son dirigidas y dan empleo principalmente a miembros de la familia, aunque en algunos casos también generan empleos no familiares. Una evaluación reciente del impacto de la RENDRUS ha mostrado que las empresas han logrado a lo largo de su trayectoria, generar empleos familiares (incremento 34% en promedio) y no familiares (219 %) en los territorios en donde operan (Díaz et al., 2016).
Características sociodemográficas de los(as) representantes de las empresas
La presencia del género en el liderazgo de las empresas RENDRUS es sobresaliente, ya que 40% estaban bajo la responsabilidad de éste género y 60% por masculino.
Este dato revela que en el sector agropecuario de México la mujer tiene una participación cada vez más activa en la generación de ingresos. En este sentido, la encuesta nacional agropecuaria (INEGI-ENA, 2014) reportó un incremento de 11.9% en la participación de las mujeres en el sector agropecuario entre los años 2012 y 2014, y la participación económica de las mujeres rurales mayores de 12 años fue 17.1% en el año 2014.
En cuanto al nivel de educación formal alcanzado por los(as) representantes de las microempresas fue alto, la mayoría contaba con preparatoria y licenciatura; aunque el rango fue amplio, desde aquellos que no tuvieron estudios hasta el nivel de posgrado. Este dato cobra relevancia en el sentido de que las el nivel de gestión de las empresas de la RENDRUS, demanda capacidades y habilidades especiales para atender, entre otros aspectos, la problemática a que se enfrentan y para vincularse con mayor efectividad con otras instituciones para la búsqueda de información, capacitación e incluso financiamiento para sus proyectos.
Elementos internos del capital social en las empresas
Relaciones y vínculos sociales internos. Una base importante en la constitución de las empresas es la familia, ya que 60% de los representantes reconoció que los socios que conforman sus proyectos son de tipo familiasr, lo que destaca que los vínculos familiares forman la base, punto de partida, desarrollo y permanencia de sus iniciativas, que en este caso son las empresas del sector rural. El segundo grupo de las empresas que incluyó el estudio fueron aquellas que están integradas por socios y no socios residentes de la comunidad en donde operan (25%), lo que también puede significar que la convivencia y trato con vecinos y conocidos de la misma comunidad es también un elemento importante para llevar a cabo estas iniciativas microempresariales. Otra pequeña proporción (15%) fueron aquellas constituidas por amigos y vecinos de otras comunidades.
El tiempo de conocer e interactuar con los socios es también un elemento importante para generar confianza, establecer alianzas y trabajar para alcanzar objetivos comunes; y con ello fortalecer su capital social. En el caso de las empresas RENDRUS, el tiempo máximo de conocer a sus socios es grande, y va desde los 3 hasta los 41 años. Esto toma sentido de acurdo con el tipo de relación familiar y vecinal que está presente en la mayoría de las empresas. Sin embargo, cabe señalar que la existencia de un grupo o una red duradera de relaciones sociales, no implica generar capital social, sino que, ésta debe ser capaz de movilizar recursos como lo señala Bourdieu (2000).
En cuanto a la calidad de las relaciones de los integrantes de las empresas, 80% afirmó tener “muy buenas” relaciones entre si y 20% consideró que son “buenas”. Este hallazgo concuerda con los resultados de la investigación de Toiber et al. (2016) que analizaron microempresas familiares RENDRUS dedicadas a la elaboración de productos procesados de nopal en Tlaxcala, donde los autores encontraron que las relaciones humanas que se dan entre los integrantes y socios son resultados de la confianza y apertura, lo cual contribuye a reforzar los lazos entre ellos.
El nivel de comunicación que se identifica en las empresas de la RENDRUS es alto. La mayoría de los encuestados (70%) opinó que la comunicación que se da entre los socios también es “muy buena”, lo que permite reforzar dichas relaciones y mantener un nivel de cohesión entre sus integrantes.
Un elemento importante del capital social es el cambio en la calidad de las relaciones a través del tiempo en las empresas RENDRUS. El 65% de los encuestados aseguró que han mejorado, 20% afirmó que la relación sigue igual, pues siempre se han llevado bien; y 15% estimó que la relación ha empeorado por diferentes motivos como se muestra en el Cuadro 1.
Tendencia en la calidad de las relaciones en el tiempo | Empresas (%) | Razones |
Ha mejorado | 65 | Tienen más puntos y objetivos en común Se identifican con el proyecto Hay mayor confianza y comunicación Han obtenido beneficios económicos Tienen mayor motivación |
Sigue igual | 20 | Siempre se han llevado bien |
Ha empeorado | 15 | Han existido problemas en la organización que dificulta el trato entre socios(as) Hay desconfianza por falta de transparencia y además No hay entusiasmo porque el negocio es lento |
Elaboración con datos de la encuesta, 2016.
El nivel de deterioro en la calidad de sus relaciones sociales internas, invita a generar alternativas para fortalecer este elemento del capital social y revertir esta tendencia para evitar el riesgo de desintegración de esas empresas.
Ejercicio de las normas dentro de las empresas. Una parte importante para que funcione correctamente una organización es el establecimiento y ejercicio de las reglas del juego en las relaciones laborales, también llamada “proceso de legitimación” (Etkin, 2007) o “normas de acuerdo social” (Robbins y Judge, 2009), las cuales buscan establecer los comportamientos y derechos comúnmente aceptados. Al respecto, en las empresas RENDRUS aunque existe un alto reconocimiento de la existencia de normas que rigen a sus socios (70%), solo 65% cuentan con un reglamento por escrito. Lo anterior sugiere que la existencia de reglamentos o normas escritas formalmente no limita el ejercicio de acuerdos consensuados por ellos mismos.
Expresión de valores entre los socios de las empresas. Una de las formas de expresión de los valores pueden ser evidenciados a través del trabajo en equipo y el comportamiento solidario entre los integrantes de un grupo social. Los datos obtenidos muestran que el trabajo en equipo es considerado un valor fundamental en las empresas estudiadas, ya que más de 50% refirieron que sus integrantes están “muy dispuestos a trabajar en equipo” además, 70% reconoció que en su empresa se comporta como una red solidaria de apoyo mutuo entre socios y hacia la empresa ante la presencia de problemas. Lo anterior demostró, que en las empresas existe un ejercicio continúo del valor de la reciprocidad y que fortalece el capital social de las empresas.
Aunado a lo anterior, el ejercicio de la confianza es uno de los elementos centrales en la conformación del capital social en las empresas y se analizó de acuerdo a tres conductas o acciones: de honestidad, responsabilidad y de competencia.
Confianza interna. Los datos muestran que existe un alto índice de confianza al interior de las empresas (Cuadro 2) y se expresa en altos porcentajes en la percepción de honestidad (90%) y responsabilidad (85%) entre los socios que las integran; además, 60% consideró que todos los socios de sus organizaciones tienen los conocimientos necesarios para desempeñar bien sus funciones. De ésta manera, los datos evidencian que existe confianza en las conductas de honestidad de los socios, que son competentes y responsables al realizar sus tareas y que cuentan con los conocimientos necesarios para desempeñar su trabajo, lo cual puede dar cuenta de la consolidación y éxito de las empresas RENDRUS.
Confianza | Niveles de confianza | ||
Confianza del representante de la empresa hacia los socios | Siempre 80% | Casi siempre 10% | A veces 10% |
Confianza entre los socios de la empresa | Mucha 70% | Regular 30% | Poca/nada 0% |
Confianza que tienen los socios hacia el proyecto/empresa | Mucha 80% | Regular 20% | Poca/nada 0% |
Elaboración con datos de la encuesta 2016.
Estos resultados coinciden con los señalado por Jiménez y Zambrano (2011) en su investigación con empresas familiares, en donde se identificó que la confianza (entendida como el clima prevaleciente para realizar negocios) entre los miembros de las familias conductoras de la organización y los empleados no familiares fue crucial para la consolidación y éxito de sus empresas. Al respecto, Castellucci (2013) también encontró que, aunque las relaciones interpersonales, comunicación y participación sean buenas, una limitada cooperación, reciprocidad y confianza entre los integrantes de la empresa puede limitar el desarrollo de sus empresas.
Elementos externos del capital social en las empresas
Relaciones y vínculos sociales externos de las empresas. Las relaciones de las empresas RENDRUS se extienden hacia el exterior enmayor omenor medida, ya que todas han establecido relaciones y vínculos con las instituciones de gobierno y, en segundo orden de importancia, en el ámbito municipal con el H. Ayuntamiento (65%) y bancos/cajas de ahorro (50%). Es de llamar la atención que se encontró una baja frecuencia de las empresas rurales que tienen con las organizaciones políticas (20%). La calidad de las relaciones establecidas con otras instituciones u organizaciones es variable según la percepción de los representantes de las empresas. En la Figura 1 se muestra el indicador promedio de la calidad de relaciones y vínculos externos de las empresas RENDRUS, para lo cual se considera la escala: 1= muy mala; 2= mala; 3= regular; 4= buena y 5= muy buena.
Confianza de las empresas hacia las relaciones externas. La confianza que tienen las empresas hacia actores o instituciones externas, es muy importante para establecer buena comunicación, solicitar apoyo, información y reforzar los vínculos. En este aspecto, la mayoría de los representantes de las empresas (85%) calificó a otras empresas u organizaciones con las que se relaciona como “muy confiables”. En el mismo aspecto, más de 50% consideró que las instituciones de gobierno, bancos y cajas de ahorro son “confiables” (60% y 55.56%, respectivamente). Sin embargo la mayoría (71.43%) calificó a las organizaciones políticas y al H. ayuntamiento (41.67%) como “poco confiables”. Esta percepción de los representantes puede estar relacionada con el hecho de que en los últimos años se han dado a conocer altos índices de deshonestidad por actos de corrupción e impunidad.
En suma, la evidencia de los datos muestra altos niveles en el ejercicio de los elementos del capital social, y que en su conjunto han fortalecido a las empresas RENDRUS en su operación y éxito.
Beneficios que se generan por las relaciones internas de las empresas. Los datos muestran que las empresas estudiadas han conseguido diversos beneficios trabajando de manera colectiva y al capital social que poseen. Como se muestra en el Cuadro 3, según la apreciación de los informantes, muestra que los principales beneficios identificados son los materialeso tangibles, dentro de cuales destacan losapoyos económicos y en especie, tanto de aportaciones de los socios alproyectocomodelosapoyosquehangestionado conotras instituciones al estar unidos como grupo. En los beneficios no materiales o intangibles destaca la disposición de apoyo recíproco por parte de los integrantes, lo cual indica que el valor de la solidaridad se encuentra muy presente en éste tipo de empresas. En segundo lugar se reportó la motivación al trabajo en equipo que se deriva de un buen ambiente laboral. Otros aspectos de menor frecuencia, pero no menos importantes, son aquellos asociados con el reconocimiento y prestigio en su comunidad, así como la confianza en el proyecto, los cuales están relacionados con sentimientos y emociones resultantes de la satisfacción personal y colectiva.
Tipo de beneficios | Concepto | n | (%) |
Beneficios materiales |
Económicos | 17 | 85 |
Apoyos en especie | 10 | 50 | |
Aumento en la productividad | 2 | 10 | |
Beneficios no materiales |
Disposición de apoyo hacia el trabajo y hacia quien lo necesite de los integrantes | 15 | 75 |
Motivación al trabajo | 11 | 55 | |
Reconocimiento por parte de la comunidad | 8 | 40 | |
Prestigio en su comunidad | 8 | 40 | |
Confianza en el proyecto y entre los integrantes | 8 | 40 | |
Favores personales | 5 | 25 | |
Aprendizaje | 3 | 15 |
Elaboración con datos de cuestionario RENDRUS 2016.
Los beneficios materiales y no materiales antes mencionados evidencianimpactospositivos delcapital social dentrodelas empresas los cuales han sido facilitados por los vínculos e interacción social de sus integrantes yesto, a su vez, generan beneficios individuales y colectivos.
Beneficios que se generan por las relaciones externas de las empresas. Gracias a la vinculación y buenas relaciones con agentes externos u otras instituciones, las empresas han obtenido diversos beneficios materiales y no materiales como como se observa en el Cuadro 4. Entre los beneficios materiales, destacan los de tipo económicos y apoyos en especie. En cuanto a beneficios no materiales, estos son más diversos y se relacionan con el mejoramiento de los conocimientos y habilidades obtenidos por medio de la asistencia técnica y capacitación. El reconocimiento porparte de la institución como empresas exitosas fue identificado en segundo término, así como el prestigio ante otras empresas y ante su comunidad. Asimismo, la adquisición de conocimiento está considerada como un beneficio, pues con él han podido hacer mejoras en la empresa. Finalmente, aunque en menor grado, las empresas han obtenido favores en cuanto a la agilización de trámites burocráticos y legales.
Tipo de beneficios |
Concepto | n | (%) |
Beneficios materiales |
Económicos | 18 | 90 |
Apoyos en especie | 12 | 60 | |
Beneficios no materiales |
Asistencia técnica-capacitación | 15 | 75 |
Reconocimiento por parte de las instituciones | 13 | 65 | |
Prestigio ante otras empresas y ante su comunidad | 9 | 45 | |
Adquisición de conocimiento Confianza | 8 | 40 | |
Agilización de trámites | 5 | 25 |
Elaboración con datos de la encuesta 2016.
Lo anterior muestra cómo el ejercicio de los elementos del capital social en las empresas RENDRUS movilizan otro tipo de recursos y que se traducen en la obtención de beneficios materiales y no materiales.Al respecto, Martínez (2003) analizaron que la disponibilidad de un determinado capital no significa la obtención automática de otro. Se trata de un largo proceso de construcción en el que actores internos y externos intervienen. Lo importante es que pueda utilizarse eficientemente un recurso para alcanzar otros de beneficio para las empresas. Ojeda et al. (2010) señalan la presencia de capital social en microempresas que permitió obtener beneficios, especialmente en mejorar aspectos de aprendizaje y generación de conocimientos que tiene que ver con el capital humano. En el mismo sentido, Jiménez y Zambrano (2011) identificaron en su investigación que la dinámica del capital social en las empresas familiares les permitió el acceso a otros recursos, además de generar beneficios para la red de demandantes y consumidores.
Conclusiones
Las empresas de rurales que participan en la RENDRUS se distinguen por ser exitosas, lo cual se debe al capital social que se expresa como relaciones y vínculos sociales entre los participantes, la confianza que priva entre ellos(as), valores y normas compartidos. El capital social contribuye en la generación de beneficios materiales y no materiales lo cual, impacta positivamente en las permanencia temporal, crecimiento y éxito de las empresas.
Dentro de los beneficios materiales que obtienen las empresas destacan los apoyos económicos, en especie y aumento en la productividad y entre los no materiales incluyen la disposición de apoyo entre los integrantes, motivación al trabajo, confianza en el proyecto, reconocimiento y prestigio por parte de la comunidad y por parte de las instituciones, adquisición de conocimientos y habilidades. Estos beneficios les han permitido consolidar las iniciativas y dinamizar otros tipos de capitales en la empresa, tales como el económico y humano. Sin embargo, se observó que si bien es cierto que los beneficios materiales son muy importantes para las empresas, en conjunto, los beneficios no materiales tienen mayor peso, especialmente aquellos relacionados con los sentimientos y emociones de las personas para lograr el éxito.