Introducción
Las semillas mejoradas son aquellas que provienen de la aplicación de técnicas de mejoramiento genético tradicionales que incluyen la identificación, selección y multiplicación a través de los años de varias generaciones de genotipos sobresalientes, con el fin de obtener plantas que presenten caracteres de interés como son mayor rendimiento, tolerancia a heladas, sequías, plagas y enfermedades; además de otros atributos como precocidad y adaptabilidad a las condiciones actuales y futuras de los diferentes ambientes (Besnier, 1989).
La importancia del uso de semillas mejoradas reside en que al ser una innovación, su meta es generar valor para el agricultor, mejorando su competitividad y rentabilidad, a través del incremento de rendimiento. Otra forma de generar valor es satisfacer la demanda alimenticia, y el uso de semillas mejoradas tiene impacto en la seguridad alimentaria de los hogares, sobre todo de los más pobres, al permitir satisfacer la cantidad requerida de alimentos debido a que los excedentes generados aumentan el consumo per cápita (Shiferaw et al., 2014; Bezu et al., 2014).
El maíz es el cultivo más importante de México, en términos económicos, socioculturales y alimentarios. Oaxaca es el cuarto estado que más superficie agrícola dedica a este cultivo con 601 mil 179 ha-1, misma que produjeron 694 mil 554 toneladas de maíz, con rendimientos promedio de 1.22 t ha-1 durante el año agrícola 2011 (SIAP, 2013). El estado tiene un déficit de la producción de 180 mil toneladas anuales (Gobierno del estado de Oaxaca, 2013), por lo que las últimas administraciones gubernamentales han planteado lograr la autosuficiencia estatal en la oferta de maíz como una estrategia. Por ello, como parte de la política pública se ha incluido el fomento e introducción de tecnologías que incrementen el rendimiento actual de maíz (Gobierno del estado de Oaxaca-Banco Mundial, 2012) y las semillas mejoradas son una opción para lograrlo.
En este contexto, en 2012 el Gobierno del estado de Oaxaca implementó por primera vez el Programa Estatal de Semillas Certificadas de Maíz. El programa consistió en proveer a productores de maíz de semilla mejorada certificada de manera gratuita, lo que significó 12 mil 350 sacos de 20 kilogramos cada uno, sumando un total de 247 toneladas de semilla, para sembrar y producir maíz de consumo en las regiones de la Cuenca del Papaloapan, Valles Centrales, Costa, Mixteca, Cañada e Istmo.
Pese a los esfuerzos, sólo 8% de la superficie sembrada con maíz utiliza estas semillas, lo que se considera bajo, comparado con otros estados del sureste mexicano, como Chiapas con 28 % y Guerrero con 57% (SIAP, 2012). La baja adopción de semillas mejoradas se atribuye a limitaciones para su difusión, la adaptación ambiental y a los aspectos culturales y gastronómicos, que no cumplen con las expectativas, usos y costumbres de los agricultores. Aunado a lo anterior, existe un complejo causal más completo que explica el hecho de que los agricultores no estén usando semillas mejoradas. Este complejo no ha sido lo suficientemente estudiado en México y menos aún en un estado con características tan diversas y particulares a la vez como lo es Oaxaca.
Normalmente, los agricultores adoptan una tecnología si esperan que ésta coadyuve alcanzar sus metas ya sean económicas, sociales o ambientales. La percepción de los agricultores respecto al riesgo y su actitud hacia el mismo, juegan un papel decisivo en el proceso de toma de decisión de las unidades campesinas para la adopción de innovaciones tecnológicas. La literatura refiere, que la incertidumbre que se generan en los agricultores se asocia a los riesgos percibidos en varios rubros. Por un lado, está la disponibilidad de recursos físicos y financieros con que cuentan; y por otro, los aspectos de rentabilidad esperada con el uso de la nueva tecnología. Así como, el riesgo e incertidumbre de los precios del grano en el mercado; las características personales del agricultor en cuanto a su disposición parcial o total al cambio.
Así, en cuanto a las características personales del agricultor, estudios previos mencionan que la edad influye de manera positiva en la adopción, pues los agricultores tienen amplia experiencia y conocimientos agrícolas que les permiten evaluar la información de las tecnologías y apreciar las ventajas que les ofrecen (Mignouna et al., 2011). En lo que refiere a la escolaridad, los agricultores con más años de estudio tienen mayor habilidad para procesar información y buscar tecnologías apropiadas para sus restricciones de producción, que aquellos con un menor nivel de escolaridad (Mariano et al., 2012).
Con respecto a la disponibilidad de recursos físicos y financieros, la superficie total que refleja la riqueza del hogar, es un indicador de la capacidad de los agricultores para asumir mayores riesgos y estar dispuestos a usar semillas mejoradas de maíz (Lunduka et al., 2012). Esto es, cuanto mayor sea la superficie sembrada con maíz mayores son las probabilidades de adopción de semilla mejorada (Feleke y Zegeye, 2006). De acuerdo con Ouma y De Groote (2011); Abebe et al. (2013) el acceso a crédito es significativo para la adopción de semillas mejoradas. Los agricultores que tienen acceso a crédito, pueden comprar semillas mejoradas de maíz, así como otros insumos (Paudel y Matsuoka, 2008).
Los aspectos de rentabilidad esperada con respecto al logro de resultados satisfactorios con el uso de la nueva tecnología, tienen que ver con el rendimiento. De acuerdo con Matuschke y Qaim (2009), la probabilidad de adoptar semillas mejoradas aumenta en cuanto un agricultor percibe que su potencial de rendimiento es más alto que el de las locales existentes. Además, cuando los agricultores experimentan por sí mismos un aumento en el rendimiento con su uso, son más propensos a continuarlo hasta consolidar la adopción (Mignouna et al., 2011). Considerar el destino de la producción de maíz, así como la estructura y funcionamiento de los mercados es crucial para la adopción de semillas mejoradas. Chianu et al. (2007) menciona que un buen acceso a los mercados, fomenta el proceso de intensificación agrícola ya que asegura que la producción se comercialice con ganancias razonables, factor clave en la decisión de los agricultores de adoptar o no maíz mejorado.
Además de los factores que explican la adopción de semillas mejoradas, existen prácticas de cultivo asociadas a este uso. Tura et al., (2010), indican que la adopción de un componente del paquete tecnológico aumenta la probabilidad de que los agricultores utilicen otros componentes esenciales del mismo por más tiempo. Aunque las semillas mejoradas contribuyen por sí mismas al incremento de la productividad, su uso debe complementarse con la práctica de otras innovaciones y el uso de insumos complementarios que les permitan expresar todo su potencial genético.
La disponibilidad de agua es un aspecto que los agricultores consideran para su decisión de adoptar semillas mejoradas (Zavale et al., 2005). El acceso a una infraestructura de riego adecuada permite una mejor gestión del agua y reduce el riesgo de inversión en una nueva tecnología (Minten y Barrett, 2008). También para lograr aumento del rendimiento además de las semillas mejoradas, es necesario una buena gestión de la fertilidad del suelo, el uso de fertilizantes apropiados y dosis correcta, así como el control de malezas, plagas y enfermedades (Vanlauwe et al., 2010 y Muzari et al., 2012). La hipótesis central de esta investigación es que las características del agricultor y de su unidad de producción, además de aspectos como el acceso a recursos financieros, de infraestructura y a mercados, relacionados con la rentabilidad esperada y el riesgo percibido, son los factores que más influyen en la decisión de adopción de semillas mejoradas. En cuanto a las innovaciones, se espera que si el agricultor ya usa o ha adoptado ciertas innovaciones, también adoptará semillas mejoradas, aunque exista una fuerte competencia de estas con las semillas nativas, debido a que su uso está relacionado con la adopción de un paquete tecnológico.
Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue identificar los factores y las innovaciones que influyen en la decisión de adopción de semillas mejoradas de maíz de los agricultores de Oaxaca, con el fin de conocer sus motivaciones y limitaciones, para que la puesta en marcha de los programas derivados de la implementación de la política pública, estén orientados de manera eficiente y se logre incentivar el uso de semillas mejoradas para disminuir el déficit en la producción de maíz del estado.
Materiales y métodos
La identificación de los factores e innovaciones que influyen en la decisión de adopción de semillas mejoradas de maíz fue realizado en 90 municipios del estado de Oaxaca, distribuidos en siete Distritos de Desarrollo Rural ubicados en: Cañada, Costa, Huajuapan de León, Istmo, Sierra Juárez, Tuxtepec y Valles Centrales. Los datos utilizados para el estudio fueron obtenidos a través del mapeo de redes de innovación en el estado de Oaxaca 2013, llevado a cabo por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y el Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM) de la Universidad Autónoma Chapingo.
La población total analizada fue de 2 118 productores de maíz que fueron seleccionados mediante muestreo no probabilístico, a juicio de un grupo multidisciplinario de investigadores especialistas de ambos centros, basado en sus años de experiencia tanto en la producción de maíz como de trabajo en el estado. Los criterios de selección fueron lograr la mayor cobertura territorial y abarcar los diferentes perfiles de los agricultores oaxaqueños, que además tuvieran la disposición a ser entrevistados en sus parcelas, para la verificación de la información solicitada. Los encargados de la aplicación de las encuestas fueron asesores técnicos.
Con la información obtenida se construyó una base de datos integrada por variables cuantitativas y cualitativas que incluían entre otras, características del agricultor y de su unidad de producción, innovaciones agrícolas practicadas, rendimientos obtenidos, acceso a recursos en general y aspectos de riesgo percibido. A partir de ella se construyeron modelos Logit, cuyos parámetros se estimaron con el método de máxima verosimilitud (Agresti, 2007), mediante el paquete estadístico SAS 9.0. Estos modelos son los más utilizados para identificar variables que inciden en la decisión del agricultor para la adopción de innovaciones agrícolas (CIMMYT, 1993).
La especificación de los modelos Logit, es la siguiente (Gujarati y Porter, 2010):
Donde: L= el logaritmo de la razón de las probabilidades; ln= logaritmo natural; Pi= prob (y= 1) probabilidad condicional de que un agricultor use semillas mejoradas; (1- Pi)= prob (y= 0); probabilidad condicional de que un agricultor no use semillas mejoradas; βj´s son los parámetros a estimar; Xij´s= son el conjunto de variables explicativas; y= εi es el término error.
Para la presente investigación se especificaron dos modelos Logit.
Un primer modelo para determinar los factores que influyen en la probabilidad de decisión de uso de semillas mejoradas de maíz:
Uso de semilla=β0 +β1(EDA)+β2(ESC)+β3(SM)+β4(ST) +β5(REN)+β6(CRE)+β7(RIE)+β8(VC)+εi
Donde: “uso de semilla” es la variable dependiente dicotómica igual a uno, si el agricultor usa semillas mejoradas de maíz, e igual a cero en caso contrario- en ambos modelos, el agricultor que usa semillas mejoradas de maíz, es aquel que sembró semilla categoría certificada, adquiridas en casas comerciales o recibidas a través del Programa Estatal de Semillas Certificadas de Maíz 2013. El que no usa semillas mejoradas, es aquel que sembró sus propias semillas nativas-. EDA es la edad del agricultor; ESC es la escolaridad concluida del agricultor; SM es la superficie sembrada con maíz; ST es la superficie total con que cuenta el agricultor; REN es el rendimiento obtenido en la cosecha 2013; CRED es acceso al crédito; RIE es régimen hídrico de riego y VC son ventas por contrato.
Un segundo modelo para determinar las innovaciones que influyen en la probabilidad de decisión de uso de semilla mejorada de maíz:
Uso de semilla = β0 +β1(AS)+β2(FB)+β3(FF)+β4(CM) +β5(CE)+β6(CP)+εi
Donde: “uso de semilla” es la variable dependiente dicotómica igual a uno, si el agricultor usa semillas mejoradas de maíz, e igual a cero en caso contrario. AS= análisis de suelo; FB= fertilización balanceada (nitrógeno, fósforo y potasio y otros nutrientes limitantes); FF= fertilización fraccionada (varias aplicaciones en diferentes etapas del cultivo); CM= control de malezas (a través de métodos químicos o físicos); CE= control de enfermedades (a través de métodos químicos); y CP= control de plagas (a través de métodos químicos o biológicos).
También se realizó una prueba t de Student para comparar medias de las variables cuantitativas y determinar la existencia de diferencias significativas entre los agricultores que usan semillas mejoradas de maíz y los que no las usan. Para analizar la asociación de las variables cualitativas con la variable dependiente dicotómica se realizaron pruebas de chi-cuadrada.
Resultados y discusión
De un total de 2 118 productores, 25% usaron semillas mejoradas de maíz en el ciclo primavera-verano 2013. En promedio, estos agricultores tienen más edad y escolaridad que los que no usan semillas mejoradas, poseen el doble de hectáreas tanto de superficie sembrada con maíz como superficie total y más rendimiento por hectárea. También un mayor porcentaje de ellos, cuenta con acceso a recursos financieros, de infraestructura, así como a mercados (Cuadro 1).
§corresponde al porcentaje de agricultores que sí tiene acceso a crédito, riego y ventas por contrato en cada grupo respectivamente. Fuente: elaboración con información de campo, 2013.
Con respecto a innovaciones realizadas, los porcentajes son mayores en los agricultores que usan semillas mejoradas de maíz, en comparación con los agricultores que utilizan semilla nativa (Cuadro 2).
§corresponde al porcentaje de agricultores que sí tiene acceso a crédito, riego y ventas por contrato en cada grupo respectivamente. Fuente: elaboración con información de campo, 2013.
La comparación de los dos grupos de agricultores, muestra la existencia de diferencias significativas tanto en los factores estudiados como en las innovaciones, lo que implica que están asociados con la decisión de un agricultor para adoptar semillas mejoradas. De acuerdo con los modelos Logit, los factores ventas por contrato, crédito, rendimiento, riego, escolaridad y superficie total, al ser significativo 1%, influye en la probabilidad de decisión de adopción de semillas mejoradas de maíz (Cuadro 3).
CE(β)= coeficiente estimado; EE= error estándar; X2= Chi cuadrada calculada; Sig= significancia; Exp (β)= ratios de probabilidad. Fuente: elaboración con información de campo 2013.
Las innovaciones que inciden son el análisis de suelo, fertilización balanceada y fraccionada, así como control de plagas, enfermedades y malezas (Cuadro 4). La bondad de ajuste de los modelos, tuvo una tasa de predicción correcta de 88%. No obstante, conforme a los resultados de los ratios de probabilidad, son las ventas por contrato, el crédito, el riego y el rendimiento, los factores que tienen mayor impacto en la decisión de adopción de semillas mejoradas de maíz. Las innovaciones son análisis de suelo, fertilización balanceada y fraccionada, además de control de plagas y enfermedades.
CE(β)= coeficiente estimado; EE= error estándar; X2= Chi cuadrada calculada; Sig= significancia; Exp (β)= ratios de probabilidad. Fuente: elaboración con información de campo 2013.
Las ventas por contrato fueron el factor más importante que incide en la decisión de adopción de semillas mejoradas de maíz. De los agricultores que usan semillas mejoradas, 13% tienen ventas por contrato; comparado con sólo 0.1%, de los agricultores que no las usan. Los agricultores con ventas por contrato, son 20 veces más propensos a usar semillas mejoradas que aquellos que no tienen un comprador seguro para su producción. Por otro lado, el porcentaje de agricultores que usa semillas mejoradas de maíz con ventas por contrato es bajo. Además, al analizar esta variable asociada con los valores promedio tanto de superficie total como de superficie sembrada con maíz, se aprecia que los agricultores que usan semillas mejoradas no se pueden considerar agricultores comerciales, ni por el tamaño de extensión de la tierra que poseen y siembran, ni por su orientación hacia al mercado. En Oaxaca, la mayoría de la producción de maíz se destina para autoconsumo y la que se comercializa se dirige a mercados locales.
Según Feleke y Zegeye (2006) cuando los agricultores están alejados de los mercados tienden a estar menos orientados hacia el mismo, porque sus decisiones de uso de tecnología se basan más en la producción de subsistencia que en las consideraciones de rentabilidad. En consecuencia, no están interesados en invertir sus recursos escasos en semillas mejoradas, siempre y cuando las semillas nativas les proporcionen una producción que solvente sus necesidades. En ese sentido, el costo de oportunidad de cambiar las semillas nativas por semillas mejoradas, implica para los agricultores de autoconsumo, no tener que comprar maíz, pues con el aumento de rendimiento podrían satisfacer su demanda familiar, y para los agricultores que decidan producir para el mercado, conlleva invertir y adoptar el paquete tecnológico de manera integral para que les genere una mayor producción.
De acuerdo con Mabah y Oyekale (2012), si un agricultor cambia de autoconsumo a una producción orientada a mercado, la probabilidad de adoptar el paquete tecnológico completo para maíz se acerca a 1; es decir a la probabilidad de que lo adopte totalmente. Alene (2007) en su estudio sobre producción de maíz en Etiopía, encontró que los agricultores aumentaban su producción en promedio 26% si adoptaban las prácticas recomendadas, junto con un uso óptimo de insumos. Ello permitía reducir los costos de producción en un promedio de 39%, lo que aumentaba la rentabilidad de la producción de maíz mejorado.
Con respecto a los rendimientos, los agricultores que usan semillas mejoradas de maíz, tienen 3.5 t ha-1 de rendimiento promedio, que excede tanto la media de producción nacional (2.91 t ha-1) como la del estado (1.22 t ha-1), mientras que los que no las usan tienen un promedio de 1 t ha-1. Además, ante un incremento en el rendimiento promedio, la probabilidad de uso de semilla mejorada aumenta 3.6 veces. El riego también influye de manera altamente significativa en la decisión de uso de semillas mejoradas de maíz. De los agricultores que usan semillas mejoradas, 34.9% tienen régimen de riego comparado con 7.4% de los que no la usan. Los agricultores que cuentan con riego, son 3.6 veces más propensos a usar semillas mejoradas que aquellos que tienen régimen de temporal.
El acceso a crédito resultó ser el segundo factor más importante que interviene en la decisión de uso de semillas mejoradas. De los agricultores que usan semillas mejoradas, 17.6% tienen acceso a crédito, comparado con menos de 1% de los que no las usan. Los agricultores con acceso a crédito, son 5.7 veces más propensos a usar semillas mejoradas, que aquellos que no lo tienen. Sin embargo, 82.4% de los agricultores que usan semillas mejoradas en el estado no tienen acceso a crédito.
Además de las imperfecciones en los mercados de crédito, los problemas de su accesibilidad se deben a la incapacidad de un prestatario para comprometerse con el cumplimiento de un contrato de deuda. Para contrarrestar ese aspecto, Giné y Yang (2009), mencionan que se han implementado estrategias como en el caso de Malawi, donde las instituciones de microfinanzas ofrecen préstamos para semilla híbrida a grupos de 10 a 20 agricultores, como contratos colectivos de responsabilidad civil. De esa manera, cada agricultor tienen su préstamo individual, pero el grupo es solidariamente responsable por los préstamos de todos.
De manera similar, Muñoz et al. (2002) mencionan la experiencia en México de la Central de Servicios para el Desarrollo Rural de Puebla A. C., cuya estrategia de intermediación financiera fue la formación de grupos solidarios a nivel de ejidos o comunidades. Los grupos a través del fomento del ahorro, pueden tener derecho a un préstamo, pero todos tienen responsabilidad conjunta por los préstamos recibidos por cada uno de sus miembros, para que en caso de que alguno de los integrantes no pague su crédito, se suspenda el crédito a todo el grupo a fin de que ejerzan presión sobre el moroso. Con relación a las innovaciones, el análisis de suelo, fue la que más incide en la decisión de adopción de semillas mejoradas. De los agricultores que las usan, 18.8% hacen análisis de suelo comparado con 2.3% de los agricultores que no las usan. Los agricultores que hacen análisis de suelo, son 5.8 veces más propensos a usar semillas mejoradas, que aquellos que no lo realizan.
Aunado, tanto la fertilización balanceada como la fraccionada, resultaron ser innovaciones que también influyen. De los agricultores que usan semillas mejoradas 45.6% hacen fertilización balanceada y 40.9% fertilización fraccionada, comparado con 17.3% y 18.6% respectivamente de los agricultores que siembran semillas nativas. Además, los agricultores que hacen fertilización balanceada son el doble de propensos a usar semilla mejorada que aquellos que no fertilizan de esa manera. En cuanto al control de plagas y enfermedades, de los agricultores que usan semillas mejoradas, 37.3% hacen control de enfermedades y 61.2% control de plagas, comparado con 11.8% y 25.6% respectivamente de los agricultores que siembran semillas de variedades locales.
Los resultados anteriores muestran que en el caso de Oaxaca, sí se está dando un proceso de adopción completo, pues los agricultores que usan semillas mejoradas, también llevan a cabo las innovaciones recomendadas del paquete tecnológico para maíz. Alene y Hassan (2005) encontraron que aunque los agricultores usaban semillas mejoradas, la mayoría eran adoptantes parciales que no adoptaban las prácticas de manejo de cultivo recomendadas para explotar plenamente el potencial de rendimiento del maíz mejorado. La adopción de todo el paquete tecnológico es importante porque es más rentable que la adopción de un componente o algunos componentes del paquete.
Conclusiones
Las ventas por contrato, acceso a financiamiento y disponibilidad de riego son los principales factores que determinan la adopción de semillas mejoradas de maíz por los agricultores en el estado de Oaxaca. Siendo en este estudio, las ventas por contrato, la más importante que se asocia con la adopción de la tecnología en las unidades de producción.
Las principales innovaciones tecnológicas que determinan la adopción de semillas mejoradas de maíz en el estado de Oaxaca son el análisis de suelo, la fertilización balanceada, fraccionada y, el control de plagas y enfermedades.
Los factores y las innovaciones tecnológicas asociadas a la adopción de semillas mejoradas de maíz en el estado de Oaxaca, constituyen de manera integral aspectos tecnológicos que favorecen la adquisición de la tecnología en las unidades de producción. Ambos, condicionan la adopción de las semillas mejoradas de maíz como un medio para la mejora productiva.
La promoción de los programas públicos orientados al fomento de la productividad mediante el uso semillas mejoradas de maíz en el estado de Oaxaca, deben considerar tanto los factores como las innovaciones asociadas a la adopción de semillas mejoradas en las unidades de producción.