Introducción
Chiapas ocupa el quinto lugar a nivel nacional en la producción de maíz con 1.7 millones de toneladas y posee un inventario de 2 491 226 cabezas de ganado bovino (SIAP, 2012). Por su parte, la región Frailesca al sur suroeste del estado, conocida también como el “granero de Chiapas” es la mayor productora a nivel estatal de maíz con 53 238 hectáreas cultivadas (SIAP, 2012); además de poseer una población de 229 003 cabezas de ganado bovino (INEGI, 2012). Por lo anterior, ambas actividades se consideran de gran importancia para la región y el Estado, las cuales, a la vez, se relacionan estrechamente mediante el uso directo del rastrojo como fuente importante de alimento para el ganado, especialmente en el periodo de sequía.
La abundancia del rastrojo, subproducto de la cosecha del maíz, coincide con el inicio, propiamente, de la época crítica para la ganadería regional, precisamente cuando hay carencia de pasturas por falta de lluvia y explica porqué, en la zona, se utiliza ampliamente en la alimentación bovina. Es claro que su uso no puede ser diferido, ya sea por los resultados percibidos por los productores en la producción animal, por la necesidad imperante en la época o bien por la costumbre de la actividad.
Guevara et al. (2014) reportan que 53% de productores de la región utilizan el rastrojo de maíz para alimentar a su ganado, actividad conocida localmente como “rastrojeo”, 27% lo usa para abonos de cobertera dejándolo sobre el suelo y 20% lo queman. Lo anterior, indica la importancia de esta actividad y lo interesante que es realizar estudios que puedan apoyar al desarrollo de una estrategia de uso racional del recurso.
Aunque se han realizado investigaciones cuyo objetivo ha sido mejorar la calidad nutritiva del rastrojo de maíz, (Fuentes et al., 2001; Yesca et al., 2004; Sánchez et al., 2012), se carece de datos que indiquen cómo los bovinos hacen uso de estos subproductos a través del pastoreo directo, por lo que, para poder desarrollar estrategias de uso más correctas, es necesario obtener datos que contribuyan a proponer mejores prácticas de manejo del rastrojo y de los animales. Por tanto, el objetivo del presente trabajo fue caracterizar el uso directo del rastrojo de maíz por los bovinos para generar una propuesta estratégica para mejorar su uso.
Materiales y métodos
Características del área de estudio
El presente estudio se realizó durante los meses de enero a febrero del año 2015 en el municipio de Villaflores, región Frailesca, perteneciente al estado de Chiapas, situada entre los 16º 13' 15'' latitud norte y 93º 16' 07'' longitud oeste, a una altitud de 610 msnm. El clima es cálido subhúmedo, la temperatura media anual es de 24.3 ºC y la precipitación media anual de 1 209 mm, que ocurre principalmente en verano (García, 1989).
Características de la parcela y animales utilizados
La parcela experimental utilizada fue sembrada con el hibrido de maíz P3966W, el más usado en la región (Guevara et al., 2014), con una densidad de población de 60 mil plantas ha-1. Se utilizaron 12 bovinos en crecimiento con encaste cebú-suizo, típico de la región, con un peso promedio de 235 ± 12.3 kg y una edad aproximada de dos años. La duración del periodo experimental (período de rastrojeo animal) fue de 30 días, divididos en distintos períodos de evaluación según la variable evaluada.
Variables evaluadas
Disponibilidad, composición botánica, grado de utilización y carga animal del rastrojo de maíz
Con la finalidad de conocer la disponibilidad de materia seca de cada uno de los componentes del rastrojo de maíz, se tomaron veinte muestras al azar en la parcela, utilizando un marco de un metro cuadrado (Rojas et al., 1991), cosechando el material incluido dentro de este. El material se separó por componentes (tallo, brácteas, vaina, panícula, raquis, grano y hoja de maíz, además de las arvenses y gramíneas presentes), la disponibilidad de cada componente del rastrojo se expresó en kilogramos por hectárea en base seca. Esta variable fue evaluada antes, a la mitad y al final del período experimental. Cada una de las arvenses y gramíneas fue identificada botánicamente. El grado de utilización se obtuvo a partir de la diferencia de la disponibilidad de cada uno de los componentes del rastrojo de maíz de dos tiempos diferentes de rastrojeo (antes y final), entre el tiempo inicial (antes) mientras que la carga animal que soporta el rastrojo de maíz en los diferentes tiempos de rastrojeo fue estimada considerando la cantidad de rastrojo disponible, el requerimiento diario de materia seca de los animales y el grado de utilización del rastrojo (Hodgson et al., 1981).
Composición botánica y calidad de la dieta seleccionada de bovinos utilizando el rastrojo de maíz
Para determinar la composición botánica (porcentaje de componentes presentes) de la dieta seleccionada por el animal, se utilizó la técnica microhistológica (Gonzáles y Améndola, 2010), para lo cual se realizó un montaje de laminillas de referencia (patrones). Para ello, se realizó simulación de pastoreo (Bonnet et al., 2011) con la finalidad de obtener muestras representativas de los componentes del rastrojo de maíz seleccionados y consumidos por el animal. Estas muestras se procesaron para determinar los patrones de tejido de cada una de ellas. Así también, se montaron laminillas temporales (correspondientes a muestras de estiércol); en éstas se identificaron estructuras anatómicas de las especies vegetales tales como: tricomas, forma y tamaño de los estomas, el arreglo, tamaño y forma de la pared celular, cuerpos de sílice, micro y macro vellosidades, papilas, etc.
Una vez preparadas las laminillas, se llevaron a cabo lecturas al microscopio cotejando las muestras temporales con las laminillas de referencia. Posteriormente, fue necesario transformar los registros de densidad relativa, mediante la siguiente fórmula: F= 1 - e-x. Donde: F= frecuencia; e= base de logaritmo natural; x= densidad media. La composición botánica de la dieta seleccionada se realizó a los cinco días, a la mitad y al final del período experimental, utilizando para ello, el muestreo directo de heces en cinco animales.
A partir de los datos de composición botánica de la dieta seleccionada, se prepararon cinco muestras compuestas en cada uno de los tres tiempos evaluados, a las cuales se les determinó por triplicado su calidad en términos de contenido de proteína cruda (PC), materia seca (MS), materia orgánica (M.O) y cenizas (Ce) de acuerdo con los procedimientos recomendados por AOAC. (1990) y las fracciones de fibra detergente neutro (FDN) y fibra detergente ácida (FDA), según la técnica de Van Soest et al. (1991).
Conducta animal de los bovinos utilizando el rastrojo de maíz
Para conocer el comportamiento animal, se realizaron observaciones por un periodo de 12 h realizando anotaciones, cada 10 min, de la actividad que en ese momento realizaba el animal (consumo de algún componente del rastrojo, caminando, rumiando, descansando, excretando heces-orina y tomando agua) (Arnold y Dudzinski, 1988). Se asumió que la actividad se continuaba realizando interrumpidamente durante los próximos 10 min. Las observaciones fueron realizadas en seis animales a los ocho días y al final del período experimental.
Diseño experimental y análisis de datos
Los datos se analizaron mediante un diseño experimental completamente al azar con tres tratamientos (tiempos de ratrojeo), 20 repeticiones para las variables de disponibilidad, cinco repeticiones para los datos de composición y calidad de la dieta seleccionada. Para el caso de conducta animal se utilizó el mismo diseño con dos tratamientos (tiempos) y seis repeticiones por tratamiento (animales). La comparación de medias, para todos los casos, se realizó mediante el procedimiento de Tukey (p< 0.05). Todos los análisis se realizaron mediante PROC GLM de SAS (SAS, 1988).
Resultados y discusión
En el Cuadro 1 se observa la presencia de 14 componentes diferentes en el rastrojo de maíz, abarcando tanto estructuras de la planta de maíz como arvenses y gramíneas, todas ellas disponibles para el consumo de los bovinos. La alta diversidad de componentes vegetales presentes en el rastrojo, le confiere importancia en términos de mejoras en la calidad de la dieta del animal (Cuadro 5), producto de una mayor posibilidad de selección de su dieta (Cuadro 4).
Componentes | Antes del rastrojeo | Mitad del rastrojeo | Final del rastrojeo |
Jolochi (brácteas) | 1502a (±582.94) | 668b (±373.18) | 56b (±32.09) |
Tallo de maíz | 2010a (±371.48) | 1876a (±573.48) | 1484a (±624.64) |
Hoja de tallo de maíz (vaina) | 1114a (±175.01) | 948ab (±317.99) | 668b (±151.55) |
Flor de maíz (panícula) | 29.9a (±5.06) | 18a (±9.96) | 8.9a (±1.00) |
Olote (raquis) | 22.8a (±21.53) | 16.6a (±17.08) | 7.3a (±9.08) |
Grano de maíz | 85.1a (±51.33) | 22.8a (±21.53) | 3.8a(±5.2) |
Hoja de maíz | 40a (±7.07) | 36ab (±8.94) | 24b (±5.47) |
Balsamito (Hyptissua veolens) | 512a (±164.52) | 260ab (±318.98) | 124b (±64.26) |
Flor amarilla (Melampodium sp.) | 476a (±130.49) | 416ab (±107.37) | 294b (±50.29) |
Flor amarilla con aguate (Melampodium divaricatum) | 570a (±235.26) | 532a (±72.59) | 484a (±139.74) |
Pasto jaragua (Hyparrhenia ruffa) | 16.7a (±10.72) | 12.1a (±8.57) | 8a (±1.6) |
Pasto estrella (Cynodon plectostachyus) | 74a (±13.2) | 41.8a (±8.73) | 25.7a (±12.37) |
P. cola de conejo (Eragrostis curvula) | 103.9a (±16.59) | 73.2a (±20.84) | 42.7a (±13.79) |
a,b: Medias con letras distintas en la misma hilera difieren estadísticamente (p< 0.05); valor entre paréntesis: desviación estándar de la media.
Los componentes brácteas, hoja de tallo de maíz, hoja de maíz, balsamito y flor amarilla presentaron diferencias estadísticas (p< 0.05) en los distintos tiempos de rastrojeo animal. Para el caso de las arvenses, su disponibilidad estuvo relacionada con la preferencia animal (Cuadro 4), pues conforme el tiempo de rastrojeo avanzó, su disponibilidad y presencia en la dieta seleccionada por el animal disminuyó (p< 0.05); sin embargo, para el caso de los componentes del maíz, sucedió lo contrario.
En el Cuadro 2, se muestra el grado de utilización del rastrojo de maíz, señalado como el consum o de rastrojo por parte de los animales en diferentes periodos a lo largo del tiempo experimental expresado en peso de ma teria seca, de acuerdo con la cuantía de dicho peso, se expresa el grado de uso de del rastrojo en términos de porcentaje (Huss, 1972). Los componentes brácteas, grano de maíz y pasto jaragua son los que presentan mayor porcentaje de utilización, lo que podría indicar su preferencia por parte de los animales.
Componentes | 0-15 días del rastrojeo | 15-30 días del rastrojeo | 0-30 días del rastrojeo |
Jolochi (brácteas) | 55.53 | 91.62 | 96.27 |
Tallo de maíz | 6.67 | 20.9 | 26.17 |
Hoja de tallo de maíz (vaina) | 14.9 | 29.54 | 40.04 |
Flor de maíz (panícula) | 39.73 | 50.64 | 70.25 |
Olote (raquis) | 27.3 | 55.59 | 67.72 |
Grano de maíz | 73.12 | 83.27 | 95.5 |
Hoja de maíz | 10 | 33.33 | 40 |
Balsamito (Hyptissua veolens L.) | 49.22 | 52.31 | 75.78 |
Flor amarilla con aguate (Melampodium sp.) | 12.61 | 29.33 | 38.24 |
Flor amarilla (Melampodium divaricatum) | 6.67 | 9.02 | 15.09 |
Pasto j aragua (Hyparrhenia ruffa (Nees) Stapf) | 27.87 | 100 | 100 |
Pasto estrella (Cynodon plectostachyus) | 43.42 | 38.53 | 65.22 |
Pasto cola de conejo (Eragrostis curvula) | 29.57 | 41.59 | 58.86 |
Mantillo | 14.41 | 48.62 | 56.02 |
Promedio | 60.36 |
Considerando que el grado de utilización promedio del rastrojo por parte del animal durante toda el período de evaluación fue 60.36% (Cuadro 2) se considera que 40% de la biomasa queda en el suelo para fines de conservación. Al respecto, es esencial la utilización apropiada de los rastrojos, pues las prácticas adecuadas en su uso podrían mantener la cobertura y por tanto la conservación del suelo, sabiendo que solo al cubrir 30% de la superficie del suelo se contrarresta la erosión (Guevara et al., 2014); sin embargo, es necesario tener en cuenta que las más altas producciones diarias de carne o leche por animal, se obtienen cuando existe una utilización de ligera a media (50%) del pastizal, la producción por hectár ea es menor con este grado de utilización, debido al menor número de animales presentes por unidad de superficie.
En el Cuadro 3 se presenta la variación de la carga animal que soporta una hectárea de rastrojo de maíz a lo largo del período de uso de dicho esquilmo por el animal, es evidente la disminución de la carga animal a través del tiempo de pastoreo, pues a diferencia de las praderas, donde la carga animal puede mantenerse, en las áreas de esquilmos no hay crecimiento de la vegetación presente. En consideración 100% de la disponibilidad del rastrojo de maíz, al inicio del pastoreo soporta una carga animal de 604.95 UA ha-1 d-1 hasta disminuir a 291.16 con respecto al final del pastoreo. Con los valores anteriores, en promedio, se puede calcular que el rastrojo de maíz puede soportar 313 UA al día o bien 10.4 UA en un mes, lo que coincide con el número de animales utilizados en el experimento (12 UA).
Componente | Antes del rastrojeo | Mitad del rastrojeo | Final del rastrojeo |
Rastrojo completo | 604.95 | 466.58 | 291.16 |
Esta propuesta podría indicarun equilibrio entre la cantidad de rastrojo disponible y el consumo adecuado de éste por el ganado; en este punto, se lograría ganancias, tanto por animal como por área, pero lo importante es que se obtienen en forma sostenible y sin deterioro del suelo por causa del sobrepastoreo y las consecuencias de suelo descubierto (Humphreys, 1980).
En el Cuadro 4 se muestran los componentes que formaron la dieta seleccionada por los bovinos rastrojeando maíz. Los componentes de maíz en la dieta fueron mayores (p< 0.05) al final del rastrojeo, mientras que la participación de arvenses y el pasto estrella africana fueron mayores (p< 0.05) al inicio del rastrojeo. Lo anterior podría explicarse por modificaciones en la conducta de selección de la dieta, por parte del animal, ante las condiciones heterogéneas de la pastura, Es decir, los animales prefirieron inicialmente arvenses y pasto estrella africana (65.34%) en su dieta, especies con mejor valor nutritivo (Pinto et al., 2004) y finalizar con un porcentaje similar (62.35%) pero de componentes de maíz. Cabe señalar, que los componentes de la planta de maíz fueron los que aportaron el porcentaje más alto de la dieta seleccionada en todos los tiempos de evaluación, lo cual podría estar asociado a su alta disponibilidad (Cuadro 1).
Componentes | Cinco días del rastrojeo | Mitad del rastrojeo | Final del rastrojeo |
Planta de maíz | 34.66b (±1.53) | 35.62b (±1.74) | 62.35a (±2.78) |
Balsamito (Hyptissua veolens) | 14.84a (±1.73) | 8.84ab (±5.26) | 1.46a (±2.52) |
Flor amarilla (Melampodium divaricatum) | 13.64a (±2) | 12.37a (±1.43) | 4.31b (±2.04) |
P. Cola de conejo (Eragrostis curvula) | 11.54a (±5.2) | 14.12a (±4) | 6.15a (±2.46) |
P. Estrella (Cynodon plectostachyus) | 11.22a (±1.93) | 9.34a (±2.21) | 1.81b (±1.86) |
P. Jaragua (Hyparrhenia ruffa) | 14.10a (±5) | 19.72a (±3.61) | 23.91a (±3.65) |
a,b= Medias con letras distintas en la misma hilera difieren estadísticamente (p< 0.05). Valor entre paréntesis: desviación estándar de la media.
Los valores promedio de arvenses en la dieta de los animales rastrojeando durante el período de estudio (17.12%) se encuentran ligeramente por debajo de los reportados por Pinto et al. (2014) en bovinos pastoreando durante la época seca un potrero convencional (19%), lo cual indica la importancia de las arvenses en la dieta animal, lo que podría ayudar a cambiar la percepción de los productores sobre los inconvenientes de las mismas (Guevara et al., 2014).
La selección de la dieta es el medio por el que el animal en pastoreo busca cubrir sus requerimientos nutricionales desde una pastura heterogénea como el caso de los rastrojos, y puede ser considerada como una adaptación del comportamiento frente a variaciones en el medio ambiente nutricional. Bajo condiciones naturales, estas variaciones responden a dos orígenes: a la diversidad de especies de la pastura, que ofrecen un rango de valores nutritivos y hábitos de crecimiento, lo que afecta su preferencia como forraje, y a la magnitud de la defoliación que se imponga, lo que influencia el patrón estacional de digestibilidad y la acumulación de material senescente de la pastura (Provenza, 2006).
Lo importante del proceso de selección de la dieta en un rastrojo de maíz, radica en el impacto que se tiene sobre el sistema ecológico del mismo y en que la posibilidad o no de seleccionar afecta la ingesta total de nutrientes, al variar la cantidad y la calidad de los componentes existentes en dicho rastrojo.
La elección entre distintas especies o partes de una misma planta está determinada por la respuesta a estímulos químicos percibidos por los sentidos del olfato, del gusto y del tacto del animal. Las únicas señales que pueden activar este sistema, son moléculas que reaccionan químicamente con los receptores nerviosos, para transmitir la información al cerebro. El animal, responde integrando estos mensajes con otros como: información del estado nutricional o la presencia de algún disturbio metabólico. Así por ejemplo, el animal hambriento puede responder disminuyendo su umbral de rechazo del gusto o del olfato; es decir, reduce el nivel de preferencia. Probablemente existan diferencias en el número y tipo de receptores, entre y dentro de las especies animales, y por lo tanto la selección será distinta (Provenza, 2006).
En cuanto a calidad de la dieta seleccionada por los bovinos (Cuadro 5), se encontraron diferencias estadísticas (p< 0.05) en el contenido de proteína cruda, cenizas y materia orgánica. Se observa un aumento en los valores de proteína y minerales al final del rastrojeo, lo cual podría estar relacionada con un mayor aporte proporcional de los componentes del maíz a la dieta (62.35%, brácteas principalmente) en relación al aporte de arvenses y gramíneas (37%) (Cuadro 4), a pesar de la mejor calidad de estas últimas (Pinto et al., 2004). De acuerdo a los requerimientos nutricionales de bovinos de carne (NRC, 1989), los niveles promedio de proteína cruda aportados en la dieta al inicio del rastrojeo, están por debajo de las necesidades recomendadas para mantenimiento (6.5%), lo que implica considerar estrategias de suplementación para mejorar la fermentación ruminal del alimento consumido y el aporte de nutrientes (Leng, 1986); sin embargo, al final, la calidad de la dieta seleccionada sugiere que el animal ha mejorado su selección y la estrategia de suplementación podría ser diferente (Leng, 1986).
Dieta | MS | PC | FDN | FDA | CE | MO |
Cinco días de rastrojeo | 93.12a (±0.16) | 5.19b (±0.12) | 75.19a (±0.53) | 48.31a (±2.02) | 5.23b (±0.1) | 94.77a (±0.1) |
Mitad de rastrojeo | 93.53a (±0.07) | 5.59b (±0.18) | 77.24a (±1.03) | 52.85a (±2.96) | 5.21b (±0.05) | 94.79a (±0.05) |
Final de rastrojeo | 93.56a (±0.12) | 7.44a (±0.18) | 73.01a (±2.5) | 46.15a (±2.44) | 6.9a (±0) | 93.10b (±0) |
MS= materia seca; PC= proteína cruda; FDN= fibra detergente neutra; FDA= fibra detergente acida; Ce= cenizas; MO= materia orgánica. Medias con letras distintas en la misma columna difieren estadísticamente (p< 0.05); valor entre paréntesis: desviación estándar de la media.
Los valores promedio de proteína cruda encontrada en la dieta seleccionada (6.07%) en animales rastrojeando es similar a los valores encontrados en animales pastoreando estrella africana en la época seca (6.3%) en la misma región de estudio (Pinto et al., 2014). Ello respalda el porqué los productores indican que el rastrojo mantiene a sus animales al igual que las pasturas en la época seca (Guevara et al., 2014).
Ha habido muchos intentos para relacionar la preferencia animal con el análisis proximal de la composición de los forrajes. Sin embargo, el animal no puede reconocer carbohidratos solubles, energía, etc., ya que no existen libres a nivel molecular en las plantas. Cuando se encuentran correlaciones entre estas características y preferencias, es porque están relacionadas con algunas entidades específicas o propiedades físicas de las plantas. Pueden estar asociadas con diferencias en la dureza de la estructura de la hoja y el tallo, del tejido joven y del maduro y con las características de turgencia entre el tejido muerto y vivo (Sosa et al., 2000).
Hay evidencias que demuestran que la preferencia del animal puede ser, no solo innata sino también inducida. De tal manera que la selección puede depender de la experiencia nutricional previa. Esto implica que un animal joven no necesite aprender por prueba y error que forraje es apropiado, sino que lo puede aprender de la madre. Por lo tanto animales que crecen en distintos medios tendrán distintas preferencias, aún dentro de la misma especie. Así también se les puede enseñar a rechazar un alimento particular si por ejemplo el consumir éste, le produce un malestar (Dumont et al., 2002).
Ahora bien, la selección va a depender del nivel de preferencia que tiene el animal por determinados componentes vegetales. Pero esta capacidad de selección estará modificada por la oportunidad que tenga de seleccionar, y por la composición y estructura de la cubierta vegetal. En consecuencia, la forma en que pueden estar entremezcladas las distintas partes de las plantas y su distribución espacial tanto en el plano vertical como horizontal, van a determinar la oportunidad de selección (Ortega et al., 2009).
En el Cuadro 6 se presentan las actividades de comportamiento diurno (12 h) de bovinos utilizando rastrojo de maíz, observándose diferencias estadísticas (p< 0.05) entre los tiempos evaluados en las actividades de rastrojeo (pastoreo), búsqueda de alimento y en el caminado, lo cual está relacionado a la variación que realizan los animales en su estrategia de pastoreo en respuesta al nivel de cobertura existente, así como a cambios en la disponibilidad del forraje presente en las áreas de pastoreo (Burus y Sollenberguer, 2002).
TRAT | RAS | RUM | BC | CAM | DES | HO | TA |
Ocho días del rastrojeo | 5.42a (±1.45) | 1.61a (±0.66) | 0b (±0) | 0.36b (±0.26) | 4.42 a (±1.83) | 0.08a (±0.06) | 0.11a (±0.08) |
Final del rastrojeo | 2.33b (±0.44) | 2.08a (±1.03) | 1.81a (±0.13) | 0.83a (±0.29) | 4.75a (±0.9) | 0.03a (±0.04) | 0.17a (±0.08) |
RAS= rastrojeando; RUM= rumiando; C= buscando forraje; CAM= caminando; DES= descansando; HO= heces y orina; TA= tomando agua. Medias con letras distintas en la misma columna difieren estadísticamente (p< 0.05). Valor entre paréntesis: desviación estándar de la media.
Se observa que el tiempo dedicado al rastrojeo podría estar relacionado directamente con la disponibilidad de forraje presente en la parcela, contrario a lo que comúnmente es reportado para el caso del pastoreo de gramíneas, en las cuales, se indica una relación inversa, ya que cuando existe una reducción de la producción de forraje se aumenta el tiempo de pastoreo (Acciaresi et al., 1994; Hess y Lascano, 1997; Patiño et al., 2008). En este trabajo se encontró que al final del rastrojeo, cuando la disponibilidad de los componentes disminuyó (Cuadro 1), el tiempo dedicado al rastrojeo fue menor (p< 0.05), dedicando, los animales, mayor tiempo a la búsqueda y selección de forraje y al caminado implicado en ello (p< 0.05). Por otro lado, al inicio de la evaluación, los animales dedicaron más tiempo al rastrojeo (p< 0.05) como respuesta a la mayor disponibilidad de forraje presente en la parcela (Cuadro 1).
Considerando a la actividad de rastrojeo como la más importante, los datos obtenidos reflejan que las horas dedicadas a esta actividad por el animal en el rastrojo es menor a las reportadas como las dedicadas al pastoreo en praderas tropicales (8-9 h) (Arnold y Dudzinski, 1988) y aún menores a las reportadas para la época seca (6.3 h) donde no hay crecimiento de pasto (Pinto et al., 2014).
La respuesta podría estar asociada a limitaciones físicas en el consumo del animal debido a dietas altas en fibra (Cuadro 5) o bien a que el animal hace más eficiente su velocidad de consumo dado por el número de bocados y el peso individual del mismo (Chacón y Stobbs, 1976).
Conclusiones
Los resultados encontrados bajo las condiciones en que se realizó el presente estudio muestran que la alta diversidad de componentes vegetales presentes en un rastrojo, le confiere importancia en términos de mejoras en la calidad de la dieta del animal, producto de una mayor posibilidad de selección de la misma, lo que es de importancia para definir estrategias de suplementación más eficientes a los animales que rastrojean directamente.