Moringa oleifera Lam. y Ricinus communis L. son oleaginosas importantes con muchas aplicaciones industriales. Ambas especies se introdujeron a México desde la época de la colonia (BDMTM, 2009; Olson y Fahey, 2011); sin embargo, fue hasta después de 1960 que se realizaron los primeros estudios sobre su cultivo y actualmente, se han documentado pocos aspectos sobre sus posibles plagas (Pérez et al., 2010; Rico et al., 2011). En la región central de Veracruz aún no se han establecido cultivos con fines comerciales; aunque es común encontrar plantas naturalizadas de R. communis en lotes abandonados o en los bordes de las carreteras, situación que no se observa para el caso de M. oleifera. El clima de esta región es cálido y húmedo, lo cual favorece una diversidad de insectos herbívoros que podrían atacar nuevos cultivos. Por ello la información acerca del desempeño de estos cultivos sería de gran valor para futuros productores potenciales.
Una plantación experimental con R. communis y M. oleifera se estableció en el campus Veracruz del Colegio de Postgraduados, localizado en la región central del estado. Los primeros resultados publicados por Valdés et al. (2014) sobre esta investigación describen brevemente los insectos plaga que afectaron a ambas especies, por lo que el objetivo de este estudio fue: 1) documentar más ampliamente el comportamiento de los principales insectos plaga que afectaron los cultivos de M. oleifera y R. communis en relación con las condiciones climáticas; y 2) el efecto de estos insectos sobre la productividad y sobrevivencia de las plantas.
Las semillas de R. communis se obtuvieron de una colección privada del estado de San Luis Potosí, y pertenecen a una variedad roja cuyo peso fue de 478.8 ± 29.0 mg (promedio ± desviación estándar). Las semillas de M. oleifera se obtuvieron de una plantación comercial en el estado de Morelos, cuyo peso fue de 268.9 ± 42.9 mg. El cultivo experimental se estableció en las instalaciones del Colegio de Postgraduados, localizado en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, en el centro del estado de Veracruz (19° 16' 00" latitud norte, 96° 16' 32" longitud oeste; 16 msnm) a finales de Septiembre del 2012. Los suelos del sitio se consideran Argidoles franco arcillosos (Ortiz y López, 2000). Después de arar, las semillas se sembraron en filas intercaladas de M. oleifera y R. communis a distancias de 2 m entre plantas y 6 entre hileras.
A inicio de mayo de 2013 se agregaron otras filas intercaladas de R. communis y M. oleifera, quedando una distancia final entre plantas de 2 m y entre filas de 3 m, con un total de 12 filas y 148 plantas de cada especie. Las plantas no recibieron riego ni fertilización y solo se deshierbaron mensualmente durante la época de lluvias (junio a septiembre). Después de su emergencia las plantas fueron monitoreadas a diario durante dos semanas y posteriormente semanalmente durante dos años. Los insectos fitófagos encontrados se recolectaron y se conservaron en alcohol (70%) para ser enviados a los entomólogos del departamento fitosanitario del Colegio de Postgraduados, quienes los identificaron mediante materiales de referencia y de su colección propia.
Durante el primer año, se aplicaron insecticidas comerciales para controlar las plagas y se registraron los resultados. Adicionalmente, se obtuvieron los registros climáticos (temperatura, lluvia y humedad ambiental) de la estación meteorológica local, para determinar una posible relación entre la presencia de los insectos y las condiciones climáticas del sitio. El registro de las condiciones climáticas se muestra en la Figura 1A. La humedad ambiental durante los dos años fue siempre superior a 75% y la temperatura promedio fue de 25 ºC. Esta temperatura se considera recomendable para ambos cultivos (Parrota, 2009; Nielsen et al., 2011); sin embargo, la humedad ambiental se considera excesiva para R. communis, por ser más vulnerable a hongos y plagas cuando los porcentajes de humedad son superiores a 60% (Nielsen et al., 2011). Los principales insectos plaga encontrados en R. communis and M. oleifera se presentan en el Cuadro 1.
Principales insectos plaga encontrados en M . oleifera. La oruga identificada como Trichoplusia ni (Hübner) (Lepidoptera: Noctuidae) se observó solo durante el estadío juvenil de M. oleifera, aunque se debe destacar que un solo individuo fue capaz de consumir hasta tres plántulas por día. Sin embargo, solo se localizaron cuatro individuos sobre las plántulas sembradas en septiembre 2012. Los individuos encontrados fueron removidos manualmente, evitando el uso de insecticidas.
La hormiga cortadora Atta mexicana (Smith) (Hymenoptera: Formicidae) se presentó con una tasa de defoliación de cuatro plántulas con alturas promedio de 1.5 m por noche. El insecticida comercial (Foley), que consiste en polvo a base de parathion-methyl (2%), fue efectivo contra las hormigas, pero las lluvias lo lavaron, por lo que debió aplicarse periódicamente durante la estación de lluvias, hasta la localización y eliminación del hormiguero. Posteriormente, no se registraron más ataques sobre los árboles adultos, a pesar de que las hormigas se siguieron observando meses después en otras áreas de la zona.
La presencia de T. ni se asoció a estación de lluvias, ya que no se presentaron durante la época seca; mientras que A. mexicana se observó durante todo el año, por lo que no se le asoció con los cambios climáticos. En México, ambos insectos se han reportado como plagas de M. oleifera durante su etapa de vivero en el estado de Sinaloa (Pérez et al., 2010), donde el clima es cálido subhúmedo. Sin embargo, no se encontró disponibilidad de otra información relevante. Lo que sí se documenta es una preferencia similar de A. Mexicana por juveniles de Hibiscus sabdariffa en el estado de Puebla (Pérez-Torres et al., 2009), y es posible que estas hormigas prefieran las plántulas porque sus hojas poseen menores cantidades de celulosa y son más fáciles de cortar (Olson, 2014). Debido a que ninguno de estos insectos se observó durante la etapa productiva, sus efectos sobre la productividad no fueron cuantificados. Aunque tanto T. ni como A. mexicana sólo pueden considerarse amenazas importantes durante la etapa juvenil de M. oleifera, es importante que el productor considere una supervisión diaria de las plántulas durante esta fase, así como la instalación de invernaderos con malla para proteger sus plantas y evitar el uso de insecticidas.
Principales insectos plaga encontrados en R. communis. Posterior al inicio de la temporada de lluvias, se observó la presencia de Sagotylus confluens (Say) (Hemiptera: Coreidae) en 100% de las plantas del sitio, causando una mortalidad de 13% después del primer mes del ataque y de 25% al final del segundo mes, cuando los insectos fueron eliminados con aspersión del insecticida comercial Carex (Cypermethrin 21.46%), diluido con agua al 2%. Para prevenir ataques posteriores y evitar el uso de insecticidas, las plantas fueron rociadas con un detergente biodegradable (Vel Rosita® al 5%) (fórmula no disponible), que contiene surfactantes aniónicos y no aniónicos, abrillantadores ópticos, conservantes, opacificadores, colorantes y perfumes, pero no contiene fosfatos.
Al inicio de la temporada seca, se observó a Corythucha gossypii (Fabricius) (Hemiptera: Tingidae), al inicio unas decenas y posteriormente, cientos de ellos sobre las hojas de R. communis. Estos insectos estuvieron presentes durante todo el año y su número solo disminuyó ligeramente durante la época de lluvias. C. gossypii no fue afectado por el detergente Vel Rosita® y sólo pudo ser eliminado con aplicaciones de insecticida (Carex). En ausencia de cualquier medida de control, después de un periodo de cinco meses 50% de las plantas se secaron y la productividad bajó hasta 90% (Figura 1B).
S. confluens es nativo de México y los Estados Unidos (ITIS, 2014) y puede considerarse como una plaga de importancia para R. communis , por su gran tamaño y cantidad de individuos (Figuras 1B y 2C). Esta plaga se puede eliminar fácilmente con un biodetergente comercial (Vel Rosita®), lo que se requiere sólo durante la temporada de lluvias, cuando el insecto se presenta en las plantas. Sin embargo, no se encontraron métodos locales para controlar a C. gossypii. En México este áfido ya se ha reportado tanto en plantaciones experimentales como en individuos naturalizados del estado de Chiapas, pero aún no se han publicado estimaciones económicas sobre sus efectos (Solís et al., 2011). Registros del Estado de Florida en Estados Unidos señalan que R. communis, es el huésped preferido para C. gossypii (Mead, 1989); mientras que en Colombia se ha encontrado que altas infestaciones de este insecto pueden causar la pérdida en promedio de hasta 73 hojas hojas por planta en un periodo de dos semanas (Varon et al., 2010) Estos autores también encontraron que sólo la aplicación de un insecticida altamente tóxico (basado en imidacloprid) pudo reducir, mas no eliminar esta plaga. Se observó la presencia de C. gossypii en plantas naturalizadas de R. communis en áreas cercanas, pero se encontró un máximo de dos insectos por hoja. Es importante destacar que las plantas en áreas cercanas son variedades verdes con semillas pequeñas; mientras la nuestra variedad roja con semillas grandes podría carecer de la protección que parecen haber desarrollado las plantas locales. Por lo tanto, si se espera considerar a R. cummunis como una opción comercial para los productores locales, debería considerarse la implementación de un programa de mejoramiento genético que combine la resistencia a las plagas de la variedad local con una elevada productividad de semillas.
Conclusiones
R. communis y M. oleifera, pueden ser seriamente afectados por los insectos plaga en la región central de Veracruz, México. La asociación de ambos cultivos no impide la propagación de estas plagas y cada especie requiere métodos diferentes de control. Por tanto consideramos que se requieren más estudios para determinar los métodos de control de las plagas locales para evitar la mortalidad y baja productividad de estas plantaciones.