When a man's got money in his pocket he begins to appreciate peace.
Clint Eastwood en Por un puñado de dólares, 1964.
La relación cine e historia en México ha estado llena de tensiones y desencuentros; sin embargo, en las últimas dos décadas los estudios cinematográficos y la aceptación del cine como una fuente documental en diversos sectores de la investigación social, ha permitido que las investigaciones históricas que tienen como objeto de estudio a la imagen en movimiento, sean cada vez más diversas.
El cine de la revolución ha sido el tema central en la mayoría de las investigaciones sobre en México; esto ha llevado a que surjan distintas miradas hacia ese periodo, las cuales buscan entender los diversos fenómenos culturales y socioeconómicos de dicha cinematografía.
Podemos encontrar tres líneas importantes de estudios sobre el periodo revolucionario. El primero y más estudiado dentro de la historiografía del cine en México comprende al cine filmado durante el conflicto revolucionario, fenómeno resultante de la concordancia entre los movimientos político-sociales con la popularización del cinematógrafo en nuestro país; lo que derivó en un gran número de filmaciones realizadas durante la contienda.
La segunda línea de estudio correspondería al cine mexicano de ficción que tiene como tema principal o está ambientado en el conflicto revolucionario. Dentro de esta línea el cine que ha sido estudiado con mayor profundidad corresponde al producido durante la llamada época de oro del cine mexicano.
Finalmente la tercera línea y la menos estudiada, analiza al cine extranjero sobre la revolución mexicana o ambientado en ella. Y si a primera vista podemos pensar que el libro que nos ocupa explora únicamente la última línea, al avanzar en los capítulos nos daremos cuenta la intrínseca relación que entre las tres existe.
Los textos tienen en común el abordaje a la creación del género del Spaghetti Western y posterior éxito mundial, así como el fenómeno de la traslación del lenguaje cinematográfico al imaginario de los no mexicanos sobre nuestro país. Imaginario que sería recuperado por distintos directores de otras latitudes y que sobrevive hasta nuestros días.
La revolución mexicana en el cine. Un acercamiento a partir de la mirada ítaloeuropea, conjunta distintas lecturas sobre dicho fenómeno, que van desde el abordaje teórico, historiográfico, histórico y sociocultural, problematizando la función del medio cinematográfico como un representante de imaginarios y a la vez creador de ellos.
La obra puede ser leída por dos públicos; aquellos interesados en los estudios cinematográficos, pero también para quienes gozosos incursionan en los temas de la relación cine e historia, ya que nos acerca al fenómeno del Spaghetti Western y a la vez nos muestra distintas metodologías y aproximaciones teóricas sobre los estudios cinematográficos.
El libro compuesto por ocho artículos escritos por investigadores de gran trayectoria en el área de estudios culturales e historia del cine, nos permite recorrer desde la conformación de una imagen, hasta la incursión de la industria mexicana en el género, problemas de censura, visiones desde Europa, planteamientos de investigación y escrupulosas problematizaciones teóricas.
Así asistimos a la consolidación de la imagen del mexicano con su sombrero de charro y sus botas picudas, acompañado de una hermosa trenzuda, de falda larga, blusa blanca y rebozo; imagen que parece identificarnos; nuestra mexicanidad se entiende en ella de la misma manera en que pareciera definirnos el nopal y la serpiente. Dicho proceso identitario no ha sido producto de la casualidad, sino ha formado parte de los distintos proyectos gubernamentales mexicanos.
De la letra a la imagen y de la imagen fija a la imagen en movimiento, así en el texto Antecedentes del estereotipo revolucionario y su presencia en los inicios del cine mexicano de Ricardo Pérez Montfort, nos adentra en un periodo de necesaria reflexión sobre el papel del "pueblo mexicano" y su participación en la contienda revolucionaria, así como en la constitución del nacionalismo posrevolucionario en donde las tradiciones, los talentos y las historias populares fueron revalorizados por la cultura y el arte mexicano en cumplimiento de una agenda política. Tanto la población rural como la urbana se convirtieron en un recurso que ayudaba a justificar las acciones y las representaciones revolucionarias.
En su artículo Pérez Montfort nos muestra el desarrollo de una serie de procesos necesarios para llegar al establecimiento de estereotipos perdurables gracias a la participación de artistas, intelectuales y agendas políticas.
La nostalgia por el oeste. Reconsideraciones del cine 'Italoeuropeo' al cine norteamericano sobre la revolución mexicana de Adela Pineda Franco, es un interesante acercamiento teórico a la cinematografía italiana sobre la revolución mexicana. Haciendo alusión al conocido texto de Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Pineda Franco se pregunta sobre el papel del cine y la imagen de Francisco Villa en la configuración del imaginario de la revolución mexicana, en particular la de los caudillos, mientras profundiza sobre el trabajo realizado por Margarita de Orellana y Emilio García Riera (quienes dieron inicio a los estudios sobre cine de la Revolución mexicana filmado en otros países), esta vez particularizando sobre la relación que se estableció en la frontera entre México y Estados Unidos de América, y la fascinación que el cine filmado en la revolución generaba entre los estadounidenses (Pancho Villa, The life of General Villa; And Starring Pancho Villa as Himself, 2003). A la vez nos adentra a los comienzos de Sergio Leone y las posibles razones para el éxito de su cine.
Para entender la creación del Spaghetti Western, habría primero que intentar comprender las condiciones sociales y culturales en que nace. Para ello observar el declive del cine de vaqueros en los Estados Unidos de América, a la par de la evolución y crecimiento de un cada vez más popular género italiano, el cual a decir del autor Christopher Frayling, podemos entender como lectura del momento sociopolítico de ese país, en donde había una mayor identificación con el ánimo revolucionario mexicano, que con la idea romántica del México colonial. Dicha cercanía puede ser explicada a raíz de los múltiples movimientos sociales surgidos en América Latina en los sesenta, los cuales tocaron ideológicamente a gran parte de los creadores italianos de la misma época. Así, a través de este texto, podemos entrever la relación cine-Estado, a partir de las distintas posturas políticas y las reacciones a producciones anteriores, en donde el fascismo había logrado integrarse. El Spaghetti Western servirá como un medio de expresión y critica política, que a su vez se verá reflejada en las pantallas.
En el texto "De la sierra Maestra a la sierra Madre, la aventura de la revolución y el largo 68", Rafaelle Moro establece y documenta una hipótesis sobre la relación entre el Spaghetti Western y los intelectuales italianos en 1968, así como su gran interés por los movimientos sociales latinoamericanos.
Para Moro, en los filmes italianos que tenían a la revolución mexicana (Zapata Western) como base, podemos encontrar una serie de representaciones, las cuales se encuentran intrínsecamente relacionadas con el contexto histórico de la segunda mitad de los años sesenta en Italia. No es fortuito que el wéstern de la revolución deje atrás la imagen que Hollywood había creado del México fronterizo romántico, más relacionado al Zorro y que se había difundido ampliamente; la consciencia social que ocupó los años sesenta permeó en la visión de los realizadores y en los resultados finales. Así, a través de un recuento histórico, Moro nos lleva a comprender temas como el racismo, los ideales revolucionarios y el levantamiento de los grupos oprimidos que forman parte de la narrativa de dichos filmes, así como un velado homenaje a la imagen del naciente tercer mundo y el crecimiento del Cinema Nuovo, movimientos culturales que resultarían fundamentales para entender el contexto intelectual de los directores italianos del periodo.
En el texto "¿A matar o a luchar, compañeros? Visiones ibéricas del Zapata Western", Rafael de España realiza un detallado análisis del filme ¿Quién sabe? (Damiano Diamiani, 1966), considerado el primer Zapata Western, es decir, el primer largometraje del género que habla sobre la Revolución mexicana. Desde una visión europeísta, Rafael de España ubica los orígenes del Zapata Western en la película Sonatas, dirigida por Juan Antonio Bardem en 1959, rastreando estos posibles orígenes en el mensaje marxista que el autor vislumbra en los filmes que hacen referencia a uno de los primeros y más filmados conflictos bélicos de la primera mitad del siglo XX; la revolución mexicana.
Rafael de España nos guía a través de una marcada visión ibérica por la historia de las relaciones fílmicas posteriores a la guerra civil española, intentando señalar las injerencias de las dos cinematografías, así como sus inquietantes similitudes. El autor también nos habla de la acogida de los Spaghetti Western en España, tanto por parte del público como de las autoridades.
Pensar el cine y su relación con la historia, resulta una de las necesidades más apremiantes en nuestro país para la evolución de la investigación en esta disciplina. Durante prácticamente todo el siglo XX el cine ha sido visto como una forma de ilustrar y no como una fuente misma, y se ha dejado su estudio al olvido. Afortunadamente durante los últimos años se ha revalorado su papel dentro de las fuentes y motivos de estudio históricos; así, en su texto "La revolución mexicana sólo sirve de pretexto: trascendencias divergentes de una mitología cinematográfica", usando a la revolución mexicana como ejemplo, Bernd Hausberger nos lleva por una serie de reflexiones acerca de cómo entender y acercarnos al estudio de los movimientos sociales a través del cine.
El autor nos guía por medio de la lectura de elementos fundamentales en las películas, como lo son el uso de estereotipos, la recreación o construcción mítica, el cine de la revolución producido en México, los cineastas extranjeros y su particular visión de la revolución mexicana.
El colapso de la industria mexicana en los años sesenta, todavía con el sabor en la boca de la gloria vivida en la época de oro, traería consigo el crecimiento en la cantidad de western mexicanos, los cuales se habían comenzado a producir desde los 1950.
Eduardo de la Vega Alfaro nos lleva a través de la historia de los Chili Western o Enchiladas Western, su origen y estilo. Al igual que en Italia, el declive del wéstern estadounidense impulsó el crecimiento del mexicano, pero de manera paradójica sería la llegada del Spaghetti Western el principal problema para la distribución del producto nacional. En su texto Vega Alfaro establece la genealogía del wéstern revolucionario en México, señalando nuevas líneas de investigación sobre el cine en México.
Al revisar "La prohibición de la alteridad: una interpretación de las censuras de los westerns revolucionarios en México", encontramos que el trabajo de Montserrat Argarabel resulta un interesante acercamiento a la censura en México, a partir de la problematización teórica y la revisión histórica sobre el concepto de censura, la autora nos acerca a las posibles causas y efectos. Realizando un repaso por los trabajos de pensadores tan importantes en el estudio del cine como Christian Metz y Michel Foucault, ayuda a establecer las distintas formas de censura que se pueden ejercer sobre una producción fílmica, así como los efectos en la producción cultura. En una segunda parte del texto Argarabel nos habla de la censura establecida por el Estado a partir de lineamientos justificados en el proteccionismo de la industria fílmica.
La revolución mexicana en el cine. Un acercamiento a partir de la mirada ítaloeuropea, constituye una aportación al estudio del movimiento social más filmado de la primera mitad del siglo XX en el continente americano. El análisis de los filmes producidos en los sesenta y setenta, nos habla también de cómo se transformó y fue apropiada la imagen de la revolución mexicana en el exterior, a la vez sobre como la reinterpretación surgida fue recibida en México. Sin lugar a dudas resulta en una refrescante forma acercarnos a la revolución mexicana, con una perspectiva tan lejana de los héroes patrios y tan cercana al héroe cinematográfico que nos llevan al mayor logro posible de este libro (y último fin cinematográfico): el inevitable deseo de ver todas las películas.