1. Introducción
La aportación fundamental de la investigación es la vinculación de los mercados laborales al análisis del bienestar y la pobreza en México, desde un enfoque de derechos sociales enmarcados en los denominados Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), dentro de los cuales se encuentran los derechos humanos laborales, estando estos claramente estipulados en este país tanto en el ámbito nacional como en el internacional y constituyendo una base legal para las garantías y la protección de la población ocupada. El cumplimiento de los llamados DESCA se encuentra intrínsecamente vinculado con el bienestar, tanto de aquellas personas que participan en los mercados laborales, como para sus dependientes. Desvincular el cumplimiento de estos derechos con las condiciones económicas prevalecientes, generan menor bienestar y pobreza persistente.1
En otro sentido, la importancia del salario mínimo no está definida por el porcentaje o número de quienes lo perciben, sino por el proceso imbricado de indexación del salario mínimo a los demás salarios de la economía: establecimiento de incrementos al salario mínimo con base en la inflación esperada y aumento de los salarios en los sectores y ramas de la economía con respecto al alza en el salario mínimo, Mokomane, Teruel y Reyes (2017).
La vinculación de los mercados laborales al análisis del bienestar y la pobreza, desde el enfoque de derechos sociales, se lleva a cabo, en primera instancia, mediante la aplicación del Método de Bienestar Socioeconómico (MBS) desarrollado por Reyes y López (2016), con el que se analiza la población ocupada clasificada en categorías o clases para ubicar en qué lugar de la distribución del bienestar (no sólo del ingreso) se encuentra cada una de ellas, considerando el nivel de logro o déficit alcanzado en materia de derechos sociales. En segunda instancia, la relación de los mercados laborales con la pobreza, es abordada mediante el método de medición multidimensional de pobreza oficial de México, identificando a la población ocupada también por categorías, debajo de los umbrales tanto de ingreso mínimo (Línea de pobreza, denominada por CONEVAL, Línea de Bienestar) como de carencias sociales.
El presente documento está constituido en las siguientes secciones: La segunda sección expone la metodología que nos permite analizar y construir la pobreza multidimensional y el bienestar económico. La tercera sección del documento aborda el contexto de los salarios en México, donde se analiza el estancamiento de los salarios mínimos y promedios de la población trabajadora. La cuarta sección analiza las condiciones de vida de los trabajadores, vinculadas éstas en materia de Bienestar, del Método de Bienestar Económico (MBS) a las Necesidades Insatisfechas y a carencias de acuerdo a la metodología de la pobreza multidimensional desarrollado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). La quinta sección analiza la evolución de la pobreza, vulnerabilidad y bienestar desde una perspectiva multidimensional, utilizando la metodología del CONEVAL y el Bienestar-MBS. Y finalmente, el último apartado presenta las conclusiones y recomendaciones del presente documento.
2. Metodología de la pobreza multidimensional y bienestar socioeconómico
La falta de consenso en la literatura en materia de medición de pobreza, desde umbrales, indicadores utilizados o métodos de agregación, generaría un sinfín de combinaciones posibles entre las brechas aquí propuestas de bienestar, derechos y pobreza, donde todas y cada una de ellas, vinculan los salarios con la pobreza: el salario mínimo oficial, la línea de pobreza oficial, el salario digno o necesario (SMC) y líneas de pobreza alternativas.
Algo similar ocurre con el apartado de Necesidades Insatisfechas (NI) o Derechos Carencias, cuando en la medición de pobreza o bienestar es multidimensional no hay consenso en la literatura ni entre dimensiones elegidas, métodos de agregación, indicadores, umbrales y ponderadores.2 La medición oficial del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), además de partir de umbrales más bajos, tanto en la concepción como en el método de agregación, diferencia Derechos y Bienestar, donde los primeros están asociados a las carencias sociales y el bienestar, sólo al ingreso.3
3. Medición de la pobreza
En términos de mediciones oficiales, se reconoce a nivel internacional, que México es uno de los países a la vanguardia en cuanto a la identificación de los pobres no solo a partir del ingreso, sino de otras dimensiones del bienestar o carencias vinculadas a las necesidades básicas. Si bien han existido mediciones de pobreza desde hace algunos años como los ejercicios planteados por el Comité Técnico de medición de la pobreza, es hasta 2008 cuando se comienza a medir de forma oficial, con la creación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).4 La pobreza multidimensional será aquélla donde se intersecten las dimensiones de bienestar y derechos (carencias): hogares con ingresos inferiores a la línea de bienestar y que presentan una o más carencias. La población vulnerable será aquélla que estando debajo de la norma en cualquier dimensión (bienestar o derechos), está por encima de los umbrales en la otra (véase Cuadro 1).
Cuadro 1 Categorización de los pobres. Medición oficial desarrollada por el (CONEVAL)
Categorías | Descripción |
---|---|
No pobres | Población que no presenta carencias y tiene un ingreso superior a la línea de bienestar |
Vulnerable por ingreso | Población con ingresos inferiores a la línea de bienestar que no presenta alguna carencia. |
Vulnerables por carencias | Población con ingresos superiores a la línea de bienestar, pero que presenta una carencia o más |
Pobreza multidimensional | Población con ingresos inferiores a la línea de bienestar y que presenta una o más carencias. |
Pobreza multidimensional moderada | Población con ingresos superiores a la línea de bienestar mínimo, pero menor a la línea de bienestar y que presenta una o más carencias. |
Población con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo y con una o dos carencias. | |
Pobreza multidimensional extrema | Población con ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo y con tres carencias o más. |
Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2009). Nota: para el análisis se elaboró un ejercicio retrospectivo de esta medición hasta el año 2000, reconstruyendo información sobre indicadores y variables que las Encuestas de Hogares (anteriores a la publicación del módulo de condiciones socioeconómicas-MCS en 2008) no contienen.
De manera gráfica, la población es ubicada en términos de bienestar y derechos: población no pobre y no vulnerable (cuadrante IV, véase Figura 1), vulnerable por ingreso (cuadrante III, véase Figura 1), vulnerables por carencias (cuadrante II, véase Figura 1), pobreza multidimensional (cuadrante I, Figura 1), donde ésta puede ser pobreza multidimensional moderada o pobreza multidimensional extrema. Es importante mencionar que para el presente documento el periodo de análisis comprendió del 2000 a 2014, en el cual la metodología oficial de CONEVAL muestra resultados de pobreza multidimensional y de vulnerabilidad a partir de 2008. Se obtuvieron también las líneas de bienestar y bienestar mínimo (ingreso) así como, la información de la población carenciada en el plano de los denominados derechos sociales.

Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2009). Los valores de las líneas de Bienestar y Bienestar Mínimo, corresponden a 2016.
Figura 1 Metodología oficial de medición de pobreza de CONEVAL (2009)
2.2. Medición de Bienestar
El presente análisis de bienestar utiliza el Método de Bienestar Socioeconómico (MBS), el cual estima desde una visión amplia del bienestar, los niveles de vida. El MBS identifica el nivel de logro o déficit alcanzado en materia de derechos sociales. Por un lado, considera la dimensión de ingresos y, por el otro, la dimensión de las Necesidades Insatisfechas (NI). La agregación de ambas dimensiones da como resultado un Índice de Bienestar Socioeconómico (IBS). El MBS sigue un proceso que comprende: a) Identificación de la Población Ocupada y de las categorías ocupacionales; b) Obtención de un umbral de ingresos o línea de bienestar a partir de la construcción de canastas normativas; c) Obtención del Subíndice de Ingreso (Y); d) Obtención del Subíndice de Necesidades Insatisfechas (NI); y e) Estimación del Índice de Bienestar Socioeconómico (IBS). Adicionalmente, algunos elementos significativos se incorporaron al análisis e identificación del bienestar:
Al derecho al trabajo, elementlo en el cual CONEVAL relaciona como el derecho a la seguridad social, se le incorpora el derecho a la remuneración mínima, al Salario Mínimo Constitucional (SMC), que es el ingreso mínimo que como remuneración debe recibir un trabajador para satisfacer las necesidades de un jefe de familia y su familia, establecidas en la Constitución, ratificada en los Tratados Internacionales y, regulada en la legislación secundaria, en la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Desarrollo Social de México. En tal caso, el umbral mínimo de bienestar, garante del derecho a una vida digna de un jefe de familia y su familia, es el SMC. El Salario Mínimo Constitucional (SMC) es equivalente al valor de una canasta normativa (que en este caso es la Canasta Normativa de Satisfactores Vitales (CNSV), garante del derecho a una remuneración digna y adecuada, permitiendo a la vez el acceso a un determinado nivel de bienestar.5
La magnitud del ejercicio de derechos sociales en México en materia de remuneración e ingreso mínimo se identificará mediante 3 brechas: a) Brecha de remuneración mínima, que mide la distancia entre el SMC y el salario mínimo oficial; b) Brecha de ingreso mínimo o de pobreza, la cual mide la distancia entre línea de pobreza oficial y Salario mínimo oficial; y c) Brecha de bienestar, que mide la distancia entre el SMC y línea de pobreza oficial.6
Siguiendo la clasificación del Observatorio de Salarios (2015), Reyes y López (2016), Reyes, Cerón y López (2016), así como el Informe sobre mercados laborales de la Red de pobreza y desigualdad AUSJAL (2017), las categorías ocupacionales utilizadas en el análisis son: Trabajador sin seguridad social, Trabajador con seguridad social, Pequeño propietario, Empresario con menos de 5 trabajadores, Empresario con 5 o más trabajadores y Cooperativista.
2.3. Construcción del indicador de ingreso mínimo: Subíndice Ingreso (IYj)
El subíndice ingreso es un componente del Método de Bienestar Socioeconómico que incorpora el bienestar que puede lograr cada hogar e individuo mediante el acceso a un ingreso mínimo. El subíndice es resultado de una comparación del ingreso corriente personal o del hogar con el ingreso mínimo requerido para identificar los hogares y población debajo del umbral. El subíndice es normalizado con la desviación estándar del ingreso. De acuerdo a Reyes y López (2016) plantean la ecuación (1):
donde: dj =(xj -x*) es el valor de la distancia observada de cada individuo j, con relación al ingreso mínimo; x* es el valor mínimo o umbral de ingreso.7 A partir de la determinación del ingreso mínimo o umbral (SMC), se elabora el subíndice de ingreso (IY) como componente del índice de bienestar socioeconómico (IBS).8
2.4 Construcción del indicador de necesidades Insatisfechas: Subíndice de Necesidades Insatisfechas (NIji)
Las Necesidades Insatisfechas consideradas para la construcción del subíndice NI del MBS se retoman de Reyes y López (2016) y están agrupadas en seis dimensiones: Rezago educativo, Salud, Seguridad Social, Calidad y materiales de la vivienda, Condiciones sanitarias de la vivienda, Acceso a servicios en la vivienda y Patrimonio adicional del hogar. El subíndice NI del MBS contempla una versión ampliada del Método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) aplicado en América Latina.9
En la aplicación del MBS se establecieron umbrales mínimos y niveles de logro para cada uno de los derechos sociales como la educación, salud, seguridad social, vivienda y servicios de vivienda. Los umbrales y niveles de logro se construyeron desde una perspectiva normativa, con base en preceptos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.10
De acuerdo a Reyes y López (2016), el subíndice de Necesidades Insatisfechas (NI) refleja de manera similar al subíndice ingreso la distancia entre el dato observado y el umbral, normalizada por la desviación estándar (véase ecuación 2). Sin embargo, a diferencia del subíndice de Ingreso, el Subíndice de Necesidades Insatisfechas ajusta la distancia normalizada de cada indicador, por un factor que aísla la redundancia de información:
donde: dji = (xji -x * i) es la distancia relativa de cada individuo j, respecto al valor mínimo aceptable en cada variable i; xji es el valor presentado para cada individuo j en las variables i y x* i es el valor mínimo o umbral de cada variable i; σ i es la desviación estándar de la variable i; R2 i, i -1, 1-2...1 es el coeficiente de determinación en la regresión lineal de xi sobre Xi-1, X1-2, ...X1, que es utilizado para capturar el nivel de determinación de cada variable por las demás; (1 -R2 i, i-1,1-2...1) es el factor de ajuste, refleja la parte de la varianza de Xi no explicada por el modelo de regresión lineal, lo cual pondera el indicador con información útil no incluida antes.
2.5. Estimación del Índice de Bienestar Socioeconómico (IBS)
El método de distancias utilizado en el Método de Bienestar Social (MBS) es una variante del índice planteado por Pena-Trapero (2009), que sintetiza los diversos indicadores en una sola medida, generando una ubicación jerarquizada entre los individuos. El MBS está compuesto del subíndice IYj y del subíndice NIji. Al identificar la distancia normalizada y ajustada por indicador/ dimensión para el NI, y luego combinarlas entre ellas y con el subíndice del Ingreso, el índice sintetiza diversos indicadores en una medida, generando un ranking entre los individuos observados y ubicando a aquéllos por debajo de los umbrales por dimensión y a nivel general. Por ello, el método permite medir bienestar, desigualdad con el ranking general, movilidad social al analizar en el tiempo la distribución socioeconómica e incluso de manera alternativa, pobreza multidimensional al ubicar la población por debajo de los umbrales (Reyes y López, 2016).11 Tal y como se planteó originalmente desde el Observatorio de Salarios (2015), Reyes y López (2016) y Reyes et al. (2017), al índice, derivado del Método de Bienestar Socioeconómico-MBS, utilizado para una medida de bienestar y alternativa de pobreza multidimensional, se le denomina Índice de Bienestar Socioeconómico (IBS). El IBS se expresa en la ecuación (3):
donde: MBSji es el índice de bienestar para el individuo j en los valores de cada dimensión i; Yji es ubíndice de ingresos; ∩Y es el ponderador del subíndice de ingreso en el índice de bienestar; NIAji es el subíndice de NI; ϵNI es el ponderador del subíndice NI en el índice de bienestar. En el presente documento se presentan los resultados del MBS en tres medidas básicas de bienestar: el Ingreso, las Necesidades Insatisfechas y el Bienestar Socioeconómico, desagregadas a nivel hogar y por categorías ocupacionales de la población que participa en el mercado laboral.
3. Contexto de los salarios en México
La entrada al Siglo XXI para América Latina y el Caribe significó en los primeros diez años, un acercamiento al PIB per cápita norteamericano. La distancia en el PIB per cápita (medido éste en Poder de Paridad de Compra) en logaritmos naturales era de 1.43 veces en 2000, mientras que para 2011, el punto de mayor acercamiento llegó a ser de 1.24, volviendo a repuntar la disparidad o divergencia en crecimiento de América Latina y el Caribe respecto a Estados Unidos a partir de 2014, como se puede observar en la Gráfica 1. En otros términos, el PIB per cápita de Estados Unidos respecto a América Latina y el Caribe era en promedio en el año 2000 de 4.1 veces, mientras para 2011 fue de 3.4. El repunte en la divergencia a partir de 2014 muestra una distancia de 3.6 veces para 2016.12 En términos reales, el crecimiento económico per cápita de América Latina y el Caribe de 1.7% promedio anual entre 2000 y 2016 versus el de Estados Unidos para el mismo periodo de 1%, dieron lugar a una reducción en la disparidad. El dinamismo en unos casos y recuperación en otros, de economías latinoamericanas en el período, permitió tal caída en la brecha mantenida con Estados Unidos.13 Cuando incorporamos a la perspectiva comparativa en crecimiento económico por habitante a Canadá, los países del TLCAN muestran idéntica distancia promedio desde el punto inicial al final: 0.59 la distancia en logaritmos del PIB por habitante.14

Fuente: elaboración propia con base en datos de CEPAL y FMI, varios años. Los datos del PIB per cápita de América Latina y el Caribe, Estados Unidos, Canadá y México están en Poder de Paridad de Compra (PPC). PPC= Poder de paridad de compra, indicador que considera movimientos en precios y tipo de cambio. El tipo de cambio es con la moneda internacional de referencia, el dólar estadounidense.
Gráfica 1 Distancia de México y América Latina respecto a Estados Unidos, PIB per cápita 2000-2016
Uno de los componentes más importantes de la posible convergencia o divergencia entre países es la productividad. La integración de México al mercado norteamericano a través del TLCAN no ha permitido la convergencia en crecimiento por habitante ni en productividad con Estados Unidos y Canadá como miembros del TLCAN.15 Sin embargo, la divergencia en crecimiento y productividad, es todavía más profunda en bienestar y niveles de vida, expresado entre otras cosas por los niveles salariales (como se observa en el Cuadro 2).
La brecha salarial entre México y Estados Unidos en salarios promedio se amplió de 3.6 a 3.9 veces entre 2000 y 2016, en tanto la que se tiene con Canadá aumentó de 2.7 a 3.2 veces. Solo la existente entre Canadá y Estados Unidos como socios del TLCAN disminuyó al pasar de 1.33 a 1.2 veces. La brecha mayor y creciente, es la de los salarios mínimos, teniendo en 2016 una distancia mayor respecto al período de análisis (véase Cuadro 2). En términos generales, existe divergencia de México con los países de América del Norte, en crecimiento económico, productividad y salarios (véase Gráfica 2). Las tendencias muestran que posterior a la crisis 2008-2009, aunque a México no le afectó la crisis en la magnitud que lo hicieron a países capitalistas desarrollados como Estados Unidos en tasas de desempleo o inflación, si profundizó problemas estructurales en productividad promedio y salarios bajos.
Cuadro 2 Distancias en productividad y salarios en TLCAN 2000-2016
Salarios mínimos | Salarios promedio | Productividad | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
2000 | 2016 | 2000 | 2016 | 2000 | 2016 | |
México | 1 767.6 | 1 895.7 | 14 294.0 | 15 311.0 | 38 411.3 | 38 178.7 |
Estados Unidos | 14 744.1 | 14 892.1 | 51 877.0 | 60 154.0 | 91 326.6 | 111 711.8 |
Canadá | 13 705.4 | 16 792.4 | 38 941.0 | 48 403.0 | 76 202.0 | 84 313.0 |
# veces con EU | 8.3 | 7.9 | 3.6 | 3.9 | 2 .4 | 2.9 |
# veces con Canadá | 7.8 | 8.9 | 2.7 | 3.2 | 2.0 | 2.2 |
# veces con promedio TLCAN | 8.0 | 8.4 | 3.2 | 3.5 | 2.2 | 2.6 |
Fuente: elaboración propia con base en información de Organización Internacional del Trabajo y OCDE. La variable utilizada como proxy de productividad es el Producto por trabajador. Los datos están en Dólares en Poder de Paridad de Compra (PCC) Constantes de 2015. PPC= Poder de paridad de compra, indicador que considera movimientos en precios y tipo de cambio. El tipo de cambio es con la moneda internacional de referencia, el dólar estadounidense.

Fuente: elaboración propia con base en información de Organización Internacional del Trabajo y OCDE. La variable utilizada como proxy de productividad es el Producto por trabajador. PPC= Poder de paridad de compra, indicador que considera movimientos en precios y tipo de cambio. El tipo de cambio es con la moneda internacional de referencia, el dólar estadounidense.
Gráfica 2 Divergencia en productividad y salarios en América del Norte, 2000-2016
3.1. México: País de pobres, con salarios de pobreza
México se ha consolidado como un socio pobre de Norteamérica y el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde no sólo hay crecimiento económico insuficiente, sino que éste no es dirigido en su mayor parte hacia la población pobre, no hay crecimiento pro-pobre que genere empleos y mejore significativamente las remuneraciones en la parte baja y media de la distribución.16 Uno de los componentes del bienestar, el ingreso no contribuye como debiera al crecimiento del bienestar de los trabajadores porque sus salarios se encuentran estancados o pierden paulatinamente poder adquisitivo. Los salarios en general muestran caídas importantes, fundamentalmente a partir de 2012. Como se puede observar en el Cuadro 2, comparando 2005 con 2016, estudiar un posgrado o una licenciatura en México da salarios mensuales 28% y 20% menores.
El salario promedio en dólares con poder de paridad de compra, tiene una caída del 23%. A partir de 2012, los salarios de los trabajadores que no cuentan con escolaridad, primaria, secundaria y preparatoria convergen hacia el salario mínimo (véase Gráfica 3). Si utilizamos como medida alternativa de la inflación, un Índice de Costo de Vida,17 la pérdida de poder adquisitivo también posterior a 2012, muestra mayor correlación positiva con la escolaridad: a más escolaridad, más pérdida de poder adquisitivo. Mientras el salario mínimo ha perdido casi 4% de su poder adquisitivo en la presente administración, el salario promedio, empujado por las abruptas caídas en salarios de trabajadores con posgrado, universidad y preparatoria, lo ha hecho en un 14.4% (véase Gráfica 4).

Fuente: cálculos elaborados en Dólares con Poder de Paridad de Compra (PPC) con base en Observatorio de Salarios (2017).
Gráfica 3 Salarios mensuales por nivel de escolaridad en dólares PPC (Poder de paridad de compra) en México, periodo 2005-2016

Fuente: elaboración propia con base en un Índice de Costo de vida (ICV) que considera la evolución del costo de 400 productos de una canasta básica, alimentaria y no alimentaria. El cálculo se realizó considerando la fluctuación en precios promedio de diciembre a diciembre de cada año. Para 2017, el último mes de referencia es octubre.
Gráfica 4 Pérdida de poder adquisitivo en población asalariada por nivel de escolaridad, en México 2012-2017
Varias políticas salariales y de mercado de trabajo dan lugar a lo anterior:
a) Implementación del Modelo de Flexipecariedad en el mercado de trabajo con la aplicación de una Reforma Laboral que abarata costos de contratación y despido. Las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo en materia de flexibilización en la contratación, la subcontratación vía outsourcing y condiciones de abaratamiento del despido, a la vez que implican una vulnerabilidad a los derechos tanto a la seguridad social plena, como a la contratación y negociación colectiva, permiten la contratación y despido de los trabajadores en un entorno más flexible, abaratando los costos laborales, pero con un impacto financiero negativo en el salario base de los trabajadores.18 Este modelo de flexibilidad convive con la precariedad en las condiciones laborales, disminuyendo tanto el salario como las aportaciones (patronales y de trabajadores) a las instituciones de seguridad social como el IMSS, a los fondos para vivienda y al ahorro para el retiro.
Reducción en la brecha salarial entre trabajo calificado y no calificado hacia la baja. A la par que aumenta la población con mayores niveles de escolaridad y la brecha entre trabajo calificado y no calificado se cierra, se cierra también la brecha salarial, pero a la baja, con salarios menores. De acuerdo al Informe del Observatorio de Salarios (2017), la población ocupada con los menores niveles educativos que van desde no tener instrucción educativa alguna hasta secundaria terminada, para 2000 representaban el 83.3%, mientras para 2014, la proporción había caído a 73.3%.19

Fuente: cálculos elaborados en Dólares con Poder de Paridad de Compra (PPC) con base en Observatorio de Salarios (2017).
Gráfica 5 Remuneración mensual del trabajo calificado vs no calificado, en México 2005- 2016
c) Desvinculación de aumentos salariales de productividad o rendimiento de la empresa. La mayor parte de los salarios en la economía mexicana, establecen sus incrementos salariales mediante negociaciones donde el punto de partida desde la esfera empresarial, son los incrementos al salario mínimo o la inflación esperada. Chiquiar et al. (2010), plantea que desde 2001 a la fecha, la inflación muestra un comportamiento estacionario (que depende de los valores anteriores de la misma variable), el cual aparentemente se intersecta con el comportamiento estacionario también de los salarios mínimos y promedio (Mokomane, Teruel y Reyes, 2017).20
d) Mayores tasas de desempleo en población con mayores niveles de escolaridad. De acuerdo la OCDE (2015), México es el único país miembro donde “contar con un nivel de educación más alto no disminuye el riesgo de caer en desempleo”, donde un título universitario no se traduce “en mayores posibilidades de encontrar empleos de calidad y mejor remunerados”. En sentido contrario, la tasa de desempleo en el trabajo calificado (5.3%) es mayor a la tasa de desempleo en el trabajo no calificado (2.8%), e incluso superior, a la tasa de desempleo promedio de la economía (4%).21 Asimismo, la evolución en la composición de la población desocupada total, da cuenta de un aumento en la participación del trabajo calificado al pasar de 2014 a 2017 de 39.7% a 47.7% del total de la población desocupada. En otras palabras, de poco más medio millón de personas en que se ha disminuido el desempleo en el periodo, el 88% ha sido de trabajo no calificado, de empleos que requieren poca cualificación, personal remunerado con primaria y secundaria.22
3.2. Salario mínimo constitucional, salario de pobreza y salario mínimo
En fechas recientes, parte del debate en torno a los salarios mínimos tiene como punto de comparación las líneas de pobreza o bienestar desarroollados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Algunos actores sociales defienden el hecho de que, alcanzando la línea de bienestar, el salario mínimo sería digno y constitucional. El precepto Constitucional y las leyes secundarias derivadas del mismo (Artículo 90 de Ley Federal del Trabajo y Artículo 6º de la Ley de Desarrollo Social), establecen con claridad que el salario mínimo es un concepto de dignidad y suficiencia para el jefe de familia y su familia, no para un individuo. El salario mínimo digno y suficiente cuya referencia normativa para su construcción parta del derecho establecido en la Constitución y leyes secundarias, debiera obtener el valor del Salario Mínimo Constitucional (SMC) garante del bienestar de los trabajadores que lo perciben. El valor del SMC para 2018, que satisface desde un enfoque amplio de bienestar, necesidades materiales, sociales, culturales y provee educación a los hijos del trabajador debiera ser de $19,041 (como se puede observar en el Cuadro 3).23
Cuadro 3 Salario digno: salario mínimo constitucional (SMC) en México 2018
Concepto de Salario | 1 individuo | 1 familia |
---|---|---|
Salario digno (bienestar) | $ 4 760.35 | $ 19041.4 |
Salario de pobreza (salario = LP) | $ 95.41 | $ 353.00 |
Salario mínimo oficial | $ 88.36 | $ 88.36 |
Fuente: elaboración propia con base en actualización del valor de Canasta Normativa de Satisfactores Vitales (CNSV) del Observatorio de Salarios y datos de CONEVAL.
El salario de pobreza, donde la Línea de pobreza debiera ser de valor idéntico al del salario mínimo, de $95.4 diarios, sería para solventar las necesidades mínimas para no caer en pobreza monetaria de un individuom el de una familia, el valor debiera ser de $353 pesos diarios, como se muestra en el Cuadro 3.
En cuanto al salario mínimo oficial, éste ha dejado de ser garante no sólo de bienestar, sino también de evitar la pobreza. Su nivel, el más bajo por jornada y hora de América del Norte y América Latina, es garante de perpetuar la pobreza de quienes lo perciben, no sólo como familia, sino incluso a nivel individual, al ubicarse por debajo de la línea individual de pobreza monetaria oficial. Las distancias con las ciudades estadounidenses con mayor incidencia migratoria mexicana como Los Ángeles, Chicago, Dallas y San Antonio, por un lado, o canadienses como Toronto o Vancouver, dan cuenta que ese amplio diferencial que incentiva económicamente los flujos migratorios a esos países; como se puede observar en el Cuadro 4. La Ciudad de México (CMDX)24 capital de la República Mexicana tiene la mayor brecha con Nueva York, ciudad cosmopolita representativa del desarrollo capitalista financiero internacional. A partir de la relación entre los tres tipos de salarios, el digno-bienestar, el de pobreza y el mínimo, identificamos tres brechas:
Brecha de Bienestar: es la distancia entre el salario digno, identificado en México con el valor del Salario Mínimo Constitucional, y el salario de pobreza, donde el salario es de idéntico valor a la línea de pobreza monetaria (LP). Identifica el déficit en materia de bienestar y vida digna.
Brecha de Derechos: es la distancia entre el salario digno y el salario mínimo oficial. Identifica el nivel de déficit en el derecho a la remuneración mínima, establecida en la Constitución, Tratados internacionales y leyes reglamentarias.
Brecha de Pobreza: es la distancia entre el salario de pobreza y el salario mínimo oficial. Identifica el déficit en mínimos de bienestar, entre lo que el mercado laboral remunera y lo mínimo para no caer en pobreza monetaria.
Cuadro 4 Salario Digno, Salario mínimo oficial y salario de pobreza por hora, en ciudades de América del Norte y América Latina, 2018
Ciudad | Salario digno (bienestar) |
Salario mínimo (oficial) |
Salario de pobreza (salario = LP) |
---|---|---|---|
Nueva York (NY) | 29.12 | 11.50 | 11.00 |
Los Angeles | 29.70 | 10.00 | 11.00 |
Dallas TX | 24.84 | 7.25 | 11.00 |
San Antonio TX | 24.58 | 7.25 | 11.00 |
Chicago | 25.99 | 11.00 | 11.00 |
Toronto | 25.20 | 9.60 | n.d. |
Vancouver | 24.66 | 9.40 | n.d. |
Bogotá | 6.38 | 3.22 | 3.91 |
Río de Janeiro | 9.73 | 2.63 | 3.24 |
Guatemala | 14.97 | 3.18 | 9.95 |
Ciudad de México (CDMX) | 11.94 | 1.66 | 6.64 |
Fuente: elaboración propia con base en estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo, Living Wage Calculator del MIT, 2017 (Massachusetts Institute of Technology), e Informe 2017 sobre Mercados Laborales y pobreza en América Latina de la Red de Pobreza y desigualdad AUSJAL. El salario digno y de pobreza es para una familia promedio en México de 4 personas, calculada con base en la ENIGH (2014 y 2016). Los valores son en dólares en poder de paridad de compra (PPC).
La relación entre las tres brechas no es lineal y tiene varias posibles combinaciones, puesto que depende de la interacción que se presente entre los tipos de salarios. La diferencia conceptual entre Salario Mínimo Constitucional (SMC) y salario de pobreza (S mínimo = LP) sería nula, dado que el umbral considerado para la vida digna y adecuada es el mismo que el identificado con no ser pobre.25 En el Cuadro 5, se puede observar que Rio de Janeiro como ciudad representativa de Brasil, es quien tiene mayor brecha de bienestar, la distancia entre el salario digno y la línea de pobreza. México mantiene la Brecha de Pobreza (Distancia entre el salario mínimo oficial y la Línea de Pobreza) más grande en América Latina.26 Comparando la Ciudad de México (CDMX) con ciudades de los Estados Unidos, hay evidencia que los salarios mínimos en las ciudades del país del norte, (considerando a diferencia de México, divergencias regionales en desarrollo, impuestos, productividad y por tanto salarios) mantienen una distancia mínima con la línea de pobreza como en el caso de San Antonio TX y Dallas y Los Ángeles, tienen el mismo valor como en Chicago o los salarios mínimos están por arriba de esa línea de pobreza como Nueva York (NY).27
Cuadro 5 Brechas por tipo de salario. Ciudades de América del Norte y América Latina, 2018
Ciudad | Brecha de bienestar | Brecha de derechos | Brecha de pobreza |
---|---|---|---|
Nueva York (NY) | 2.6 | 2.5 | 1.0 |
Los Angeles | 2.7 | 3.0 | 1.1 |
Dallas TX | 2.3 | 3.4 | 1.5 |
San Antonio TX | 2.2 | 3.4 | 1.5 |
Chicago | 2.4 | 2.4 | 1.0 |
Toronto | n.d. | 2.6 | n.d. |
Vancouver | n.d. | 2.6 | n.d. |
Bogotá | 1.6 | 2.0 | 1.2 |
Río de Janeiro | 3.0 | 3.7 | 1.2 |
Guatemala | 1.5 | 4.7 | 3.1 |
Ciudad de México (CDMX) | 1.8 | 7.2 | 4.0 |
Fuente: elaboración propia con base en estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo, y Living Wage Calculator del MIT, 2017 (Massachusetts Institute of Technology), e Informe 2017 sobre Mercados Laborales y pobreza en América Latina de la Red de Pobreza y desigualdad AUSJAL. El salario digno y de pobreza es para una familia promedio en México de 4 personas, calculada con base en la ENIGH (2014).
3.3. Pobreza monetaria persistente: mercados laborales con bajos salarios
La política de inserción de México en el contexto internacional, cuya principal arma de “competitividad” son los bajos salarios, tiene implicaciones no sólo en la ampliación de brechas de bienestar con los socios comerciales de México, sino en la ampliación de brechas de bienestar, derechos y pobreza en México.
Una de las características del mercado laboral mexicano, son sus bajos salarios. Entre las consecuencias de la persistencia de bajos salarios, está la persistencia en la pobreza y en que la mayor parte de ellos no alcanzan con sus propias remuneraciones, un nivel de vida adecuado y digno. De la población asalariada, poco más del 70% de ellos perciben salarios debajo del ingreso de bienestar o salario digno (SMC), mientras más de la mitad (51.7%) están debajo de la línea de pobreza monetaria oficial, como se observa en la Gráfica 6. Los trabajadores en peores condiciones, son los que se encuentran sin seguridad social, donde más del 80% no alcanzan el Salario Mínimo Constitucional o digno y 64% se ubican bajo la línea de pobreza del CONEVAL (véase Gráfica 7). Entre 2000 y 2014, la convergencia salarial hacia la baja, permite o mejorar o empeorar menos a los trabajadores sin seguridad social, respecto a los que sí cuentan con ella. La distancia promedio de los salarios en logaritmos ha caído, dirigida por los trabajadores que se ubican en las empresas de tamaño mediano, aquéllas que van desde 6-10 trabajadores a 31 a 50. Las empresas en los polos, las muy pequeñas y las grandes, van en sentido inverso, de aumentar la divergencia entre trabajo con y sin seguridad social (véase Gráfica 8).

Fuente: estimaciones propias con base en la ENIGH (2000, 2014). La línea de pobreza monetaria de CONEVAL, es la que se define en la metodología de medición multidimensional de pobreza oficial como Línea de Bienestar, (CONEVAL, 2009).
Gráfica 6 Población debajo del ingreso de bienestar-SMC y línea de pobreza monetaria, México 2000-2014

Fuente: estimaciones propias con base en la ENIGH (2000, 2014). La línea de pobreza monetaria de CONEVAL, es la que se define en la metodología de medición multidimensional de pobreza oficial como Línea de Bienestar, (CONEVAL, 2009).
Gráfica 7 Población asalariada debajo del ingreso de Bienestar-SMC y Línea de Pobreza monetaria, México 2014
4. Análisis de las condiciones de vida de los trabajadores (asalariados) en México
Los trabajadores sin seguridad social, que representan casi el 60% de los asalariados en México, tienen una participación decreciente conforme mayor es el nivel de ingreso equivalente en salarios mínimos. La participación porcentual de los que no cuentan con seguridad social disminuye si la población asalariada transita hacia estratos de salario mínimo mayores.28 Mención aparte es el de los asalariados con un salario mínimo, dado que la composición entre trabajadores con y sin seguridad social es similar al que presenta el promedio de la estructura salarial, con 60% de ellos sin seguridad social. Es posible que la formalización de diversas empresas en la economía es mediante la cotización de sus trabajadores con un salario mínimo -aunque sus remuneraciones nominales sean mayores- se realice con la finalidad de disminuir las aportaciones a la seguridad social; lo anterior se puede observar de forma detallada en el Cuadro 6.
Cuadro 6 Composición de estratos de salarios mínimos por tipo de trabajador, México 2014
Nivel de ingreso equivalente |
Trabajadores con seguridad social |
Trabajadores sin seguridad social |
Total |
---|---|---|---|
Hasta 1 salario mínimo | 41 | 59 | 100 |
Más de 1 y hasta 2 | 16 | 84 | 100 |
Más de 2 y hasta 3 | 26 | 74 | 100 |
Más de 3 y hasta 4 | 36 | 64 | 100 |
Más de 4 y hasta 5 | 43 | 57 | 100 |
Más de 5 y hasta 6 | 53 | 47 | 100 |
Más de 6 y hasta 7 | 59 | 41 | 100 |
Más de 7 y hasta 8 | 61 | 39 | 100 |
Más de 8 y hasta 9 | 64 | 36 | 100 |
Más de 9 y hasta 10 | 65 | 35 | 100 |
Más de 10 | 76 | 24 | 100 |
Fuente: encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (2014). Los resultados pueden tener variaciones si son obtenidos con la ENOE, en función de las diferencias metodológicas de cada encuesta y la falta de consistencia y coherencia entre fuentes de información del INEGI.
La agrupación de los trabajadores, transversal a las denominadas carencias de la metodología de medición multidimensional de pobreza del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL,) muestran evidencia de la persistencia de que no sólo en el ingreso, sino en los indicadores de carencia de CONEVAL, los trabajadores sin seguridad social están por debajo tanto del promedio nacional, como del promedio de los trabajadores (véase Cuadro 7).29
Cuadro 7 Acceso a Derechos sociales de los Trabajadores, México 2014
Indicadores de carencia | Rezago Educativo | Carencia por acceso a salud | Carencia por acceso a seguridad Social | Carencia por acceso a servicios básicos de la vivienda | Carencia por calidad y espacios en la vivienda | Carencia por acceso a la alimentación |
Trabajador | 17% | 16% | 60% | 19% | 13% | 25% |
Trabajador con seguridad social | 12.5% | 0.0% | 0.0% | 7.0% | 5.7% | 16.5% |
Trabajador sin seguridad social | 19.6% | 27.3% | 100.0% | 27.1% | 17.8% | 31.4% |
Promedio Nacional | 18.7% | 18.2% | 58.5% | 21.2% | 12.3% | 24.4% |
Fuente: elaboración propia con base en ENIGH (2014).
Sin embargo, al incorporar al análisis de nivel y condiciones de vida, además de algunos cambios en los umbrales de materiales de vivienda, hacinamiento y acceso a servicios como el agua potable (bajo una visión más amplia del bienestar), la dimensión activos (patrimonio del hogar, que captura información sobre aparatos electrodomésticos y acceso a mercancías), como expresión de un mayor nivel de desarrollo económico en general de la sociedad.
La evolución en los últimos años hacia menores niveles de insatisfacción por tipo de necesidad o bajo una terminología de Derechos-Carencias, de reducción sistemática de carencias sociales, tiene que ver al menos con el siguiente aspecto: el contar con acceso a cada vez mayor número de mercancías y de mejor calidad, ya sea por la productividad social o porque las condiciones sociales de establecimiento de precios de las mercancías.30
Cuadro 8 Indicadores de condiciones de vida por tipo de trabajador (% de población por debajo del umbral de Bienestar), México 2014
Indicador | Tipo de trabajador | ||
Promedio trabajadores | Con seguridad social | Sin seguridad social | |
muro de vivienda | 25% | 15% | 30% |
hacinamiento | 63% | 50% | 69% |
acceso a agua potable | 51% | 33% | 61% |
acceso a drenaje | 49% | 34% | 57% |
teléfono fijo | 71% | 57% | 78% |
gas | 17% | 5% | 23% |
estufa | 12% | 3% | 16% |
calentador (boiler) | 69% | 56% | 76% |
lavadora | 50% | 35% | 59% |
TV | 11% | 5% | 14% |
TV de paga (cable) | n.d. | n.d. | n.d. |
computadora | 93% | 88% | 96% |
tarjeta de crédito | 77% | 66% | 84% |
Fuente: elaboración propia con base en la ENIGH (2014). El presente cuadro presenta resultados de sólo algunos indicadores de las denominadas Necesidades Insatisfechas (NI) ampliadas del MBS. Los umbrales para todas las Necesidades Insatisfechas (NI), son retomados de los construidos por Reyes y López (2016).
En otro sentido, es importante mencionar la caída en los niveles de insatisfacción de necesidades relacionados a las condiciones y servicios de vivienda como materiales, hacinamiento, agua potable y drenaje, muestran la misma tendencia que el promedio de la población e independientemente del umbral utilizado (CONEVAL o MBS), como se puede observar en el Cuadro (9).31 En cuanto a ciertos activos como el teléfono y la tarjeta de crédito, se tomó en cuenta que por el avance tecnológico asociado a la mayor urbanización y exigencia de movilidad, el teléfono fijo ha sido ampliamente sustituido por el teléfono celular, por lo que el comparativo se realizó entre teléfono fijo y celular, dado que la carencia por teléfono fijo prácticamente no se ha modificado (71.6% en promedio de la población y 70.6% los trabajadores en 2000 y 66.9% de la población y 67% de los trabajadores en 2014). Sobre los mercados de crédito formal, puede identificarse que prácticamente no ha habido modificación.32
Cuadro 9 Indicadores de condiciones de vida por tipo de trabajador (% de población por debajo del umbral de Bienestar), México 2014
Indicador | Tipo de trabajador | ||
Promedio trabajadores | con seguridad social | sin seguridad social | |
muro de vivienda | 11% | 6% | 14% |
hacinamiento | 39% | 30% | 46% |
acceso a agua potable | 25% | 10% | 34% |
acceso a drenaje | 24% | 14% | 31% |
teléfono fijo | 19% | 12% | 24% |
gas | 13% | 3% | 19% |
estufa | 8% | 3% | 12% |
calentador (boiler) | 58% | 44% | 67% |
lavadora | 32% | 19% | 41% |
televisión | 5% | 2% | 7% |
televisión de paga | 60% | 47% | 68% |
computadora | 69% | 53% | 80% |
tarjeta de crédito | 75% | 63% | 82% |
Fuente: elaboración propia con base en la ENIGH (2014). El presente cuadro presenta resultados de sólo algunos indicadores de las denominadas Necesidades Insatisfechas (NI) ampliadas del MBS. Los umbrales para todas las Necesidades Insatisfechas (NI), son retomados de los construidos por Reyes y López (2016).
En términos de un análisis de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) o Necesidades Insatisfechas Ampliadas (NI) del Método de Bienestar Socioeconómico (MBS) de Reyes y López (2016), se identifica, por grupos poblacionales vinculados al mercado de trabajo, lo siguiente:
Elevados niveles de insatisfacción tanto en la población total, como en la población ocupada y los grupos de trabajadores, con y sin seguridad social. En general, todavía para 2014, más de la mitad de la población, no tiene niveles de bienestar adecuados, analizando necesidades básicas adicionales al ingreso: 66% la población del país, 63% la población ocupada y casi 63% la población trabajadora (véase Gráfica 9).

Fuente: elaboración propia con base en la ENIGH (2000, 2014). Los indicadores, umbrales y ponderadores para todas las Necesidades Insatisfechas ampliadas (NI) del MBS, son retomados de los construidos por Reyes y López (2016).
Gráfica 9 Población total, ocupada y asalariada que no cubre otras necesidades básicas (NI), México 2000-2014
En el periodo (en consistencia con otros análisis como los de CONEVAL con las carencias sociales) se muestra una reducción en los niveles de insatisfacción de necesidades relacionados a las condiciones de vida, a otras necesidades distintas al ingreso: educación, salud, vivienda, seguridad social y activos-patrimonio del hogar.33
La reducción en la brecha con los trabajadores con seguridad social no es tan significativa cuando se analizan cambios en el bienestar: de 21.6% la brecha que se mantiene entre ambos grupos de trabajadores en 2000, a 21% para 2014. La seguridad social, es un factor que garantiza acceso a ciertos estándares y nivel de vida. Seguridad social, asociada de manera directa a servicios de salud, seguridad en enfermedad, cesantía y vejez, e indirecta al acceso a viviendas con menores carencias, garantizan un mejor nivel de vida para los trabajadores que cuentan con ella.34
4.1. Pobreza multidimensional, vulnerabilidad y bienestar
Con base en la metodología del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) puede identificarse que la pobreza multidimensional poco se ha movido en el periodo. Mientras en 2000 el 43.5% de la población estaba en condiciones de pobreza multidimensional, 14 años después, era 46.2%, como se puede observar en la Gráfica 10.

Fuente: estimaciones propias con base en ENIGH (varios años) y MCS-ENIGH (varios años).
Gráfica 10 Evolución de población en pobreza y vulnerabilidad (CONEVAL) México: 2000-2014
En cuanto a la población pobre y vulnerable en conjunto, ésta pasó de representar el 78% al 79.6%. La tendencia a la baja que mostró desde 2000 a 2006, año en el que se presentan los menores niveles de pobreza y vulnerabilidad, se rompe tanto por la crisis alimentaria de 2006, como por la crisis económica de 2008-2009.35 En otro sentido, el porcentaje de población pobre y vulnerable muestra niveles similares a la proporción de población debajo del nivel de vida que considera ingreso mínimo equivalente al necesario o salario digno, y satisfacción de necesidades básicas adicionales al ingreso (NI), aunque las distancias se hacen relativamente mayores en 2014: en 2000 (véase Cuadro 10), la población debajo del nivel de Bienestar obtenido mediante el método MBS que pondera el peso del ingreso y otras necesidades (NI) era del 77.1%, para 2014 pasó a 75.6%.36 En general, pueden observarse las siguientes tendencias: 1) Los trabajadores en promedio, casi tres cuartas partes de ellos mantienen un nivel de pobreza y vulnerabilidad (CONEVAL), es mayor al promedio de la población ocupada. Idéntica situación se presenta cuando se identifica población debajo del Bienestar (MBS); y 2) Persiste como el grupo de trabajadores en peores condiciones, el de trabajadores sin seguridad social.
Cuadro 10 Pobreza y vulnerabilidad vs. Población debajo del Bienestar-MBS
2000 | 2014 | |||
Categoría poblacional/ocupacional | Pobreza y Vulnerabilidad (CONEVAL) | Bienestar MBS | Pobreza y vulnerabilidad (CONEVAL) | Bienestar MBS |
Población total | 78.0% | 77.1% | 79.6% | 75.6% |
Población ocupada | 72.3% | 71.4% | 73.8% | 71.5% |
Trabajadores | 74.6% | 73.7% | 74.2% | 71.9% |
Trabajadores con seguridad social | 59.7% | 59.0% | 57.1% | 56.2% |
Trabajadores sin seguridad social | 83.1% | 82.2% | 79.7% | 78.1% |
Fuente: estimaciones propias con base en ENIGH (varios años) y MCS-ENIGH (varios años).
El Cuadro 10 muestra la persistencia de la pobreza en el país tiene como uno de los componentes fundamentales, la persistencia de la pobreza de los trabajadores, que representa casi el 70% de la población ocupada y con al menos un trabajador en 67% de los hogares del país, las tendencias que muestre esta población en materia de bienestar global, de mínimos niveles y condiciones de vida asociados a su labor productiva como fuerza laboral, influyen de manera significativa en el bienestar e incidencia de pobreza monetaria y multidimensional de la población.
El peso que la política pública ha asignado a la política social para mejorar el bienestar mediante un crecimiento sostenido y permanente del ingreso en tal sentido, es inadecuado y excesivo.37 Para el periodo de análisis de este documento, el bienestar de la población ocupada se movió en casi 13%, mientras el de los trabajadores lo hizo en sólo 7% (véase Cuadro 11).38
Cuadro 11 Comparativo bienestar de trabajadores 2000, 2014
Índice de bienestar 39 | 2000 | 2014 | Crecimiento en bienestar |
---|---|---|---|
Trabajadores | 52.82 | 56.53 | 7.0% |
Trabajadores con seguridad social | 70.52 | 73.26 | 3.9% |
Trabajadores sin seguridad social | 42.60 | 45.43 | 6.6% |
Promedio en población ocupada | 58.14 | 65.56 | 12.8% |
Fuente: informe del observatorio de salarios 2017.
5. Conclusiones y recomendaciones de política pública
La integración de México al mercado norteamericano a través del TLCAN no ha permitido la convergencia en crecimiento ni en bienestar con sus pares, Estados Unidos y Canadá. La distancia promedio en la productividad lejos de disminuir, ha aumentado. Producto del estancamiento de la productividad promedio en México y de un crecimiento sostenido de la de Estados Unidos y Canadá, el número de veces que es la productividad promedio por trabajador en México pasó en la zona TLCAN de 2.2 a 2.6 en el periodo de 2000 a 2016, siendo el país con quien la brecha aumenta más, los Estados Unidos.40 Uno de los componentes del bienestar, el ingreso, no contribuye al crecimiento del bienestar de los trabajadores porque sus salarios se encuentran estancados o pierden paulatinamente poder adquisitivo. Ello vinculado principalmente a que el salario mínimo oficial, éste ha dejado de ser garante no sólo de bienestar, sino también de evitar la pobreza. En términos generales, México es un país donde el bienestar de los trabajadores se mueve más lentamente que el del promedio de la población ocupada, siendo el menos beneficiado, el grupo más numeroso, el de los trabajadores sin seguridad social. La interacción de política social y política de mercados laborales (empleo y salarios) puede reducir significativamente los niveles de pobreza, así como garantizar que la población que transita continuamente entre pobreza y vulnerabilidad salga de manera definitiva hacia un estatus de no pobreza.
En materia salarial, México debiera transitar hacia una NUEVA política salarial que además contribuya a la generación de un mercado interno más sólido en situaciones de incertidumbre económica con las medidas adoptadas por los Estados Unidos en materia comercial (renegociación del TLCAN) e impositiva (Reforma fiscal regresiva). La estrategia salarial atravesar no sólo los salarios mínimos sino los salarios en general. Otros parámetros, sin embargo, no excluyentes, considerando el entorno internacional, con una visión de competitividad basada en productividad, inversión tecnológica e infraestructura, más que en bajos salarios, sería el diferencial con quien el país tiene la mayor integración económica y comercial. En el caso de los Estados Unidos, si el diferencial en PIB per cápita es de 3.11 veces, los diferenciales salariales en moneda en PPC, tanto de remuneración mínima como promedio, debieran estar en ese rango.41
En términos generales, la recuperación salarial debiera partir de parámetros distintos a la hora de establecer aumentos anuales. Algunos de ellos, enfocados en la recuperación no sólo del salario mínimo, sino de los salarios en general, cuyo objetivo es la reducción de brechas de bienestar, derechos y pobreza, serían los siguientes:
Indicador de poder de compra. Aumento base de salarios (mínimos y promedio) con base en un Índice de costo de vida, que capture movimientos en precios de una canasta normativa básica, alimentaria y no alimentaria.
Indicador de eficiencia: Derivado de las ganancias de la productividad. Parte de las ganancias de la productividad o rendimiento de la empresa debieran vincularse a los aumentos salariales.
Indicador regional. El indicador regional debe considerar el efecto conjunto sobre las remuneraciones de dos factores: a) Índice de costo de vida por región y b) Diferencial de productividad por tamaño de empresa
Indicador de equidad: Reducción de brechas salariales a no más de 1:10. El factor de equidad se establece como respuesta a una desigualdad en la productividad, de esta forma se establece como un inverso de la productividad.
En materia de Seguridad Social, se requiere desvincular la seguridad social del trabajo y desarrollar un sistema de protección social universal.42 El nuevo sistema de protección social universal, permitiría desarrollar un sistema universal de protección social básica para toda la población ocupada. En la Figura 2, se presenta el nuevo esquema de protección básica universal, permitiría a aquellos trabajadores con mayores salarios acceder) de manera similar a lo que se realiza en otros países) a mayores prestaciones vinculadas a sus ingresos y contribuciones sin detrimento del piso básico.43
Tal piso mínimo de seguridad o protección social, debe ser garante de lo establecido en la materia en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y tratados internacionales. Ese umbral de partida, debe, por tanto, ser construido, desde un enfoque amplio de bienestar y garante de derechos sociales como lo es la seguridad social y establecer mecanismos claros de transición hacia un sistema que desvincule la seguridad social del trabajo.