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Espiral (Guadalajara)
versión impresa ISSN 1665-0565
Espiral (Guadalaj.) vol.15 no.45 Guadalajara may./ago. 2009
Sociedad
Capital social y movilización ciudadana:1 el caso de la protesta social en torno al placazo en la Zona Metropolitana de Guadalajara
Social capital and civil mobilization: The case of the social protest around the "placazo" in the metropolitan area of Guadalajara
Andrés Valdez Zepeda* y Bertha Adelina López Arce**
* Doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad de Nuevo León. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Profesor en el CUCEA, UdeG. azepeda@cucea.udg.mx.
** Doctora en educación por la Universidad de Guadalajara. Adscrita al Departamento de Administración, UdeG. adelinal29@hotmail.com.
Fecha de recepción: 06 de junio de 2008.
Fecha de aceptación: 25 de noviembre de 2008.
Resumen
En el presente escrito se analiza, a la luz de la teoría sobre capital social, la movilización y protesta ciudadana que se realizó a finales de 2007 en Guadalajara, para detener el intento del gobierno estatal por realizar un reemplacamiento del parque vehicular del estado de Jalisco. Se concluye que el éxito de la movilización ciudadana generó incentivos y coadyuvó en la construcción de capital social, ayudando, además, a reforzar la confianza ciudadana en la protesta y movilización como instrumentos legítimos de lucha de la sociedad.
Palabras clave: capital social, movilización ciudadana, intento de reemplacamiento, Zona Metropolitana de Guadalajara, México, democracia, construcción de ciudadanía, protesta social y nuevo movimiento social.
Abstract
The present article analyzes, in view of the theory on social capital, the mobilization and civil protest that was staged at the end of the year 2007 in Guadalajara, to stop the attempt by the state government to reissue license plates for all the vehicles in the state of Jalisco. It is concluded that the success of the civil mobilization generated incentives and helped build social capital, contributing, in addition, to reinforce the civil confidence in protest and mobilization as the society's legitimate instruments of struggle.
1. Introducción
En el mes de septiembre de 2007, el gobierno del estado de Jalisco2 dio a conocer su disposición para iniciar un procesos de reemplacamiento de dos millones 289 mil 774 vehículos que circulaban en esas fechas en la entidad, pretendiendo que el Congreso del Estado le autorizara cobrar una tarifa de mil doscientos pesos por cada nuevo juego de placas, con lo que se pretendía obtener mil 300 millones de pesos para financiar, según se indicó, "proyectos estratégicos."3
Entre los argumentos que se señalaron, por parte del ejecutivo estatal, para tratar de justificar este reemplacamiento, además de la necesidad de financiar diversos "proyectos estratégicos" para Jalisco, se señaló que las actuales placas que porta el parque vehicular del estado no contienen elementos de seguridad y, por lo tanto, se requería hacer dicho cambio.
Una vez que la ciudadanía conoció, a través de los diferentes medios de comunicación, dicha pretensión gubernamental, iniciaron las protestas e inconformidades sociales, ya que en el 2002, durante el gobierno de Francisco Ramírez Acuña, se había realizado otro reemplacamiento, mismo que, se dijo, tendría un periodo de validez por diez años. Sin embargo, el gobierno del estado pretendió hacer un nuevo cambio de placas con fines meramente recaudatorios a sólo cinco años del anterior canje, tratando de que el costo económico para financiar los proyectos que denominó estratégicos para el estado de Jalisco recayera en los contribuyentes y no, por ejemplo, en una política y programa de austeridad y eficiencia gubernamental.
Las protestas e inconformidades sociales, que fueron en aumento, se cristalizaron y aglutinaron en torno de una sola demanda ciudadana: ¡No al placazo!,4 manifestando, de esta manera, la oposición rotunda de amplios sectores de la población a dicha medida recaudatoria.5 Al final y ante la generalización de las protestas, el gobierno del estado decidió dar marcha atrás señalando, en cambio, que solicitaría al Congreso del Estado se autorice un aumento de 250 pesos al refrendo vehicular, además de un endeudamiento por 2 mil 200 millones de pesos.6
En el presente ensayo se hace un análisis de este movimiento social de protesta en contra del intento del cobro por el reemplacamiento impulsado el Ejecutivo del estado, a la luz de la teoría sobre capital social.7 En lo particular, se abordan tres categorías de análisis: primero, la participación y movilización social que se generó en torno a este caso; segundo, la agudización de la crisis de confianza y credibilidad de los ciudadanos en las instituciones y actores gubernamentales y, tercero, la contribución de este movimiento a la construcción de ciudadanía.
Se parte de la hipótesis de que el éxito de las protestas y movilizaciones sociales de los jaliscienses en contra del reemplacamiento referido por Javier Hurtado como una especie de revolución silenciosa8 contribuye a aumentar la construcción de capital social y, en lo particular, coadyuva a la formación de ciudadanía.9
El objetivo del presente trabajo de investigación fue conocer el impacto y efecto que generó el éxito de la movilización y protesta ciudadana en la construcción de capital social, en torno de una medida que se consideró injusta y arbitraria, impulsada por los actuales gobernantes de Jalisco.
Como parte del estudio, se procedió a levantar una encuesta en la vía pública entre el 17 y 19 de noviembre del 2007 en la Zona Metropolitana de Guadalajara, tratando de conocer la opinión de los ciudadanos respecto de este tema, así como explicar el efecto de este movimiento en la construcción de capital social.
2. Estado del arte
El concepto de capital social fue usado a principios del siglo pasado (XX) en el campo de la pedagogía. Sin embargo, no fue retomado sino hasta finales de la década de los sesenta, cuando se empezó a usar como parte de las teorías de desarrollo económico, entendido este concepto como elemento sustancial para la generación de la riqueza de las naciones y las comunidades. En los años ochenta se aplicó también a los aspectos sociológicos. En este sentido, el estudio del capital social como categoría de análisis aplicado a los fenómenos sociales y del desarrollo es relativamente reciente, ya que data de la década de los ochenta del siglo XX, como parte de la escuela conocida como rational choice (Bourdieu, 1980; Coleman, 1990 y Loury, 1977).10
Capital social es un concepto polisémico, que implica, entre otras cosas, la construcción colectiva de confianza y credibilidad social, el nivel de asociatividad e integración social a través de la formación o pertenencia a redes u organizaciones sociales, la solidaridad y la convivencia cívica, así como la participación y movilización social.11 Es decir, el capital social implica una riqueza intrínseca de la sociedad manifestada a través de la construcción de nuevos valores y una ética moderna, sustentada en la participación, la solidaridad, la confianza, la movilización social y la conciencia cívica.12
Este concepto ha sido utilizado desde diferentes perspectivas para tratar de incidir en la solución de distintos problemas, ya sea a través de la construcción de redes sociales para el aprendizaje y mejoramiento de la educación (Coleman, 1990), en redes de apoyo en comunidades y barrios de propietarios (Glaeser, 2000), en la construcción de estrategias de supervivencia y superación de la pobreza (Collier, 1988), para la integración de los inmigrantes (Portes, 1998) o para la disminución de la tasa de delincuencia.13
Robert Putman (1995) conceptualiza el capital social como los "mecanismos de la organización social, tales como las redes, normas, y la confianza social que facilita la coordinación y cooperación para beneficios mutuos".14 El concepto de capital social reviste una gran pertinencia para dar cuenta de atributos sociales de una colectividad que se manifiesta a través de una institucionalidad generada en las relaciones e interrelaciones sociales. Es un recurso real o potencial ligado a la posesión de una red durable de relaciones que facilitan ciertas acciones de los individuos que participan en una estructura colectiva.
De acuerdo a John Durston (1999), capital social es un concepto de dimensiones múltiples que da cuenta del conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la cooperación entre las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto. Es decir, expresa la interacción directa entre confianza, reciprocidad, asociatividad y ciudadanía, potenciando las capacidades individuales y colectivas de acción y gestión de la atención y solución de problemas y carencias sociales (Charrys, 2003).
El capital social es un factor clave para el fortalecimiento y desarrollo de la democracia, ya que puede contribuir al crecimiento y fortalecimiento institucional, ayuda en la construcción de ciudadanía y, sobre todo, posibilita la cooperación, integración y cohesión social, amén de generar incentivos para un mayor empoderamiento de la sociedad. Como dice Clara Inés Charrys (2003), el capital social es en el que se forjan los valores de una sociedad. Vargas Hernández (2004), por su parte, sostiene que el capital social es el principal componente de la sociedad civil, actor sobre el cual recaen los procesos de democratización.
El capital social está asociado con la moderna construcción de ciudadanía, ya que es un factor social de cohesión y empoderamiento de la sociedad, que se materializa como un entramado de vínculos formales e informales que permite coordinar la acción social y, por ello, constituye una forma de poder (Charrys, 2003).
Como categoría de análisis, se utilizó el concepto de capital social en el estudio del movimiento de protesta en contra del reemplacamiento debido a dos grandes razones: primero, porque ayuda a entender de mejor manera qué es lo que pasó en el ámbito de la conciencia y valoración del ciudadano de la Zona Metropolitana de Guadalajara, en relación, en este caso, con las decisiones recaudatorias de sus gobernantes. Segundo, porque sirve como referente para poder explicar los cambios en el comportamiento cívico y de acción social, observados en el movimiento en contra del denominado placazo.
3. Las protestas ciudadanas
Al darse a conocer a través de los diferentes medios de comunicación la pretensión del gobernador del estado, Emilio González Márquez, de realizar el reemplacamiento del parque vehicular, de inmediato iniciaron las protestas ciudadanas. Estas manifestaciones de descontento y oposición a dicha medida se produjeron de diferente forma.
El 28 de octubre de 2007, por ejemplo, se organizó una de las marchas de protesta más concurridas, en la Vía Recreactiva de la ciudad de Guadalajara,15 para exigir que el gobierno en turno diera marcha atrás al intento de reemplacamiento; dicha movilización congregó a más de 2,500 personas.16
Sin embargo, la mayor manifestación de descontento social por esta pretensión gubernamental se dio por otras vías. Primero, a través del pegado de calcomanías de rechazo al reemplacamiento en los cristales de los vehículos y/o a través de letreros o copias de las calcomanías que los automovilistas pegaban y pintaban en sus carros, manifestando su oposición a dicha medida. Segundo, a través de diferentes comunicados por medio de Internet en los que se convocaba a otros ciudadanos a rechazar el reemplacamiento, manifestando distintas razones para oponerse a dicha medida. Tercero, a través de los diferentes sondeos y encuestas de opinión realizada por algunos medios de comunicación de Jalisco, en la que contundentemente los ciudadanos, en abrumadora mayoría, manifestaban su rechazo a dicha pretensión gubernamental. Finalmente, mediante la "amenaza" de diferentes organizaciones y colectivos sociales de promover masivamente amparos por parte de miles de automovilistas en contra de dicha medida.
El estado de consternación y molestia ciudadana iba en aumento conforme pasaba el tiempo, de tal forma que no había acto público en el que el gobernador del estado no fuera interpelado o cuestionado, ya sea por la prensa o por los ciudadanos, sobre esta impopular medida. De hecho, los propios panistas y muchos de los ciudadanos que votaron a su favor también manifestaron su malestar y preocupación por dichas medidas, que a todas luces parecía inadecuada, ya que el anuncio del reemplacamiento se dio muy ligado en tiempo a los aumentos en los precios de la gasolina y de los productos de la canasta alimenticia básica que, en algunos casos, alcanzaron hasta 34%.17
Ante el aumento de la crítica y la protesta ciudadana en contra del placazo, el gobernador del estado señaló reiteradamente ante los medios de comunicación que "aunque llegue dinero federal producto de la reforma fiscal el reemplacamiento seguía en firme" y que "no habrá marcha atrás". Sin embargo, después de sopesar el costo político que dicha medida traería a su partido y a su gobierno, el movimiento ciudadano y las protestas sociales generaron un hecho un tanto inédito en la historia contemporánea de Jalisco: lograron que el gobernador del estado, Emilio González Márquez, se retractara18 en el intento de cobrar los 1,200 pesos por cada uno de los casi 2.3 millones de pares de placas de los vehículos registrados en el estado de Jalisco.
En su comunicado, el gobernador señaló: "Advierto la genuina preocupación de la gente, percibo con claridad que no hay detrás de esta actitud una manipulación política, sino una genuina y auténtica manifestación de los ciudadanos. Por lo tanto, he decidido no presentar la propuesta de reemplacamiento general para los vehículos". Sin embargo, señaló que Jalisco necesitaba recursos para respaldar la construcción de infraestructura y para el apoyo de proyectos estratégicos, por lo que agregó que propondrá "al poder Legislativo aprobar un incremento de 250 pesos al pago de refrendo vehicular y solicitar un endeudamiento de dos mil 200 millones de pesos". Con esta propuesta, el pago del refrendo pasaría de 333 pesos anuales a 583.19
Una vez conocida la decisión del gobernador de dar marcha atrás al intento de reemplacamiento, hubo muchas voces que expresaron su reconocimiento a la decisión del gobernador. Por ejemplo, el dirigente de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (OTM) en el estado, Rafael Yerena apuntó: "Que bueno que el señor gobernador tuvo esa sensibilidad social de echar para atrás el placazo, eso va a causar una buena impresión a la ciudadanía porque era algo que nos traía preocupados a todos". Por su parte, el entonces titular de la Confederación Revolucionaria Obrera Campesina (CROC) en el estado, Antonio Álvarez Esparza, consideró que "esta medida aliviará la economía de los jaliscienses".
En el ámbito político, la lectura que se dio a la decisión del gobernador de dar marcha atrás en las pretensiones de reemplacamiento fue que el movimiento ciudadano de protesta fue exitoso y que la inconformidad ciudadana era mayúscula, lo que indudablemente traería un costo político elevado para los gobernantes y el partido en el poder. Eso explica, se decía, la razón principal de la decisión del gobernador (Hurtado, 2007).
4. Estudio de campo
Para tratar de operacionalizar el concepto de capital social y, sobre todo, evaluar el impacto del movimiento de protesta ciudadana en su construcción y bajarlo a unidades de análisis más concretas que pudieran ser medidas por el instrumento de investigación para este caso de estudio, se procedió a aplicar un cuestionario con preguntas cerradas. La encuesta fue realizada en la Zona Metropolitana de Guadalajara, los días del 17 al 19 de noviembre de 2007, y se dividió en tres partes.
La primera fue destinada a conocer la opinión de los ciudadanos sobre los aspectos de participación y movilización social en contra de la pretensión del reemplacamiento. La segunda trató de conocer la opinión de los ciudadanos en relación con la confianza y credibilidad en el gobierno.20 Finalmente, la tercera parte estuvo destinada a conocer la opinión de los ciudadanos respecto de la construcción de ciudadanía.
Esta encuesta fue levantada en la vía pública a cuatrocientos ciudadanos; fue aplicada una vez que se conoció la determinación del gobierno del estado de Jalisco de dar marcha atrás a su pretensión de reemplacamiento.21
Los resultados que se obtuvieron del estudio de campo fueron los siguientes.
Los ciudadanos no se oponen, necesariamente, al pago de mayores impuestos, sino al uso discrecional y deshonesto de los recursos públicos por parte de los actuales gobernantes. De acuerdo a los resultados de la encuesta, 54% de los entrevistados señaló que: "Sí estaba dispuesto a pagar más impuestos si hubiera la certeza de que los recursos que se obtengan del reemplacamiento se utilizarían para impulsar proyectos estratégico que requiere el estado de Jalisco". El 38% dijo que no y el restante 8% no contestó la pregunta.
De la misma forma, sólo 3% de los entrevistados consideró que los gobernantes utilizan los impuestos para apoyar a la sociedad, 7% opinó que para realizar obra pública, pero la gran mayoría señaló que los gobernantes usan los impuestos ya sea para enriquecerse (30%), para aumentarse su sueldo (30%) o para contratar y meter a sus amigos en la nómina gubernamental (10%), como se observa en la siguiente gráfica.
Es decir, los ciudadanos no sólo se opusieron al incremento de los impuestos a través del reemplacamiento porque representa un gasto adicional que afectaba sus bolsillos, sino, sobre todo, porque existe una gran desconfianza sobre el destino de los recursos recaudados y respecto al manejo corrupto de los mismos, ya que 67% de los entrevistados señalaron que la corrupción sigue existiendo en el gobierno de Jalisco, como se muestra también en la siguiente gráfica.
Sobre los motivos que llevaron al Ejecutivo estatal a dar marcha atrás en sus pretensiones, de acuerdo a los resultados de la encuesta, 86% de los entrevistados señaló que el gobernador dio marcha atrás al intento de reemplacamiento "debido a la presión ejercida por los ciudadanos" y so lamente 4% contestó que "lo hizo por su alta sensibilidad social", como se muestra en la siguiente gráfica.
Finalmente, como dato relevante sobre la relación entre capital social y participación en el movimiento en contra del reemplacamiento, la encuesta muestra que, para 24% de los entrevistados, la construcción de ciudadanía implica "ejercer la crítica como forma de protesta social" y 20% señaló que "la construcción de la ciudadanía implica la participación en movilizaciones, protestar y participar en organizaciones sociales". Es decir, casi la mitad de los entrevistados señaló que la construcción de ciudadanía implica una forma de protesta, movilización o crítica social.
5. La protesta como desconfianza ciudadana
La protesta social y la movilización ciudadana fueron un reflejo de la inconformidad y el malestar de la gente, así como un conducto de búsqueda de soluciones a los problemas o situaciones existentes. En este sentido, la protesta social en contra del placazo debe ser entendida como una demanda legítima de la gente de la Zona Metropolitana de Guadalajara que posee uno o más vehículos automotores, quienes, ante la pretensión gubernamental de hacer un cobro adicional por un nuevo juego de placas, vieron afectados sus intereses.
Mayoritariamente, la sociedad no estuvo de acuerdo en realizar la contribución económica que solicitaba el gobernador a través del reemplacamiento, por las siguientes razones: en primer lugar, por la gran desconfianza y poca credibilidad de los ciudadanos en el manejo honrado y transparente de los recursos públicos por parte de los gobernantes. De acuerdo a los resultados de la encuesta en comento, 54% de los ciudadanos entrevistados no le creía al gobernador que los recursos que se obtendrían, producto del reemplacamiento o refrendo vehicular, serían para financiar proyectos estratégicos para Jalisco. De la misma forma, 88% de los entrevistados señaló que no confiaba en que los gobernantes del estado utilizaran honrada y responsablemente los recursos que se obtendrían del nuevo impuesto.
Esa misma desconfianza se manifiesta y presenta a escala nacional. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (UCDE) en México, sólo 15% de los ciudadanos confían en que sus impuestos se gastan de forma adecuada, lo que representa uno de los porcentajes más bajos de América Latina.22 En este mismo sentido se manifestó el coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso del estado, Jorge Salinas, quien afirmó: "Un aspecto a valorar es la pérdida de credibilidad por parte de la sociedad en las instituciones políticas, tanto las formales como las políticas. La ciudadanía salió a la calle a decir no a una decisión respaldada por partidos políticos, poder ejecutivo, Universidad de Guadalajara, el cardenal y organismos empresariales" (Salinas, 2007).
Es decir, la protesta social reflejó la existencia de una gran desconfianza y falta de credibilidad de los ciudadanos con respecto de sus gobernantes y los recursos que se les confían; situación que prevalece no sólo en Jalisco, sino en todo el país.
En segundo lugar, la oposición al reemplacamiento se dio debido al hecho de que el gobierno del estado no tenía claridad sobre los "proyectos estratégicos" que se impulsarían con la recaudación de dichos recursos. De hecho, el mismo José María Andrés Villalobos, presidente de la Canaco, lamentó que "a dos meses del posible placazo, el gobierno estatal no tenga definido ni justificado el destino de los recursos".
En tercer lugar, los distintos medios de comunicación en la entidad, tanto escritos como electrónicos, así como el propio Congreso Ciudadano de Jalisco, documentaron ampliamente y evidenciaron, en la propuesta del poder Ejecutivo del estado sobre el presupuesto de egresos del 2008, una serie de gastos superfluos para viajes, duplicidad de acciones, gastos abultados de representación, imagen y publicidad, que no se justificaban, amén de la crítica a la ineficiencia, falta de austeridad y alta burocratización de las dependencias gubernamentales en Jalisco.
6. Construcción de capital social y pérdida de capital político
El movimiento ciudadano en contra del reemplacamiento generó una experiencia relacional muy importante en la historia contemporánea de la entidad23 entre los participantes del movimiento social e, incluso, entre los portadores de las calcomanías, carteles y engomados adheridos en sus automóviles, ya que visualmente generó unidad e identidad de propósitos en contra del placazo.
La participación de muchos ciudadanos en redes y demás colectivos sociales (como el Congreso Ciudadano de Jalisco y Redes Ciudadanas), articulados en torno a la oposición al placazo, permitió, además, la construcción de lazos solidarios y fraternales entre los jaliscienses, ayudando también a la generación de un mayor flujo de información entre los propios ciudadanos y los automovilistas opositores a la medida gubernamental, ya que a través de distintos medios, como Internet, las relaciones interpersonales y familiares, se distribuyó material gráfico y documental de protesta en contra del reemplacamiento.
El nivel de asociación y acercamiento entre los ciudadanos que generó el movimiento anti-reemplacamiento fue una relación, por un lado, coyuntural e instrumental con el único objetivo de frenar una medida del gobierno del estado24 que fue considerada abusiva; por el otro, como una acción que potencializó, de cierta forma, el poder ciudadano, entendido como la capacidad que genera la unidad y la movilización social para poder alcanzar determinados objetivos sociales.
De hecho, el éxito de este movimiento no sólo se le debe a la capacidad organizativa de los impulsores, ni a su poder de convocatoria (maximizado por la ayuda de algunos medios de comunicación), sino también a la existencia de una sociedad más interconectada electrónicamente, lo que permitió un mayor flujo de información entre la propia sociedad.
No se sabe a ciencia cierta si el movimiento opositor incrementó el número de membresías en redes u organizaciones sociales, pero este estudio muestra que aumentó el nivel de aceptación de este tipo de manifestaciones y protestas sociales. De hecho, mientras que en el pasado toda protesta social en el estado trataba de ser criminalizada como pasó, por ejemplo, con las protestas durante la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, ahora la percepción social y el tratamiento gubernamental a este movimiento fue diferente.
Al respecto, en materia de valoración social sobre este movimiento de protesta, 89% de los entrevistados señaló que "fue justa la movilización social que se realizó en contra del reemplacamiento" y solamente 7% de los ciudadanos entrevistados señaló que "no fue justa." De la misma forma, 75% de los entrevistados señalaron que estarían dispuestos a participar en otra movilización o protesta social ciudadana, si el gobierno pretendiera de nuevo aumentar los impuestos.
Con el triunfo de este movimiento se vislumbra, en el futuro, un incremento de la madurez y conciencia sobre la potencialidad de la organización social y la protesta de los ciudadanos, ayudando con esto a construir capital social.
Por otro lado, una de las preocupaciones centrales del partido en el poder en el estado de Jalisco (el PAN) era evitar que la propuesta de reemplacamiento le generara un alto costo político, ya que a pesar de que no habrá elecciones constitucionales en la entidad sino hasta julio del 2009, la inconformidad y protesta social habrían alcanzado dimensiones mayúsculas. Sin embargo, para algunos analistas el daño ya estaba hecho.
Por ejemplo, de acuerdo a Javier Hurtado:
[...] si hoy día hubiera elecciones, lo más seguro es que el PAN las perdiera, ya que hay un gran descontento popular por las acciones de las actuales autoridades por denuncias de abusos sexuales contra el Procurador de Justicia del Estado de Jalisco, por aumento de sueldo de los funcionarios del ayuntamiento de Zapopan, por el intento de incrementar hasta un 100 por ciento las tarifas del agua potable en todo el estado y por las acusaciones más graves de asesinato y crimen organizado en el municipio de Tonalá.25
A esto habría que agregarle el gran descontento social provocado por el intento de reemplacamiento como nueva medida recaudatoria.26
Al respecto, los resultados de la encuesta señalan que 60% de los entrevistados consideraron que de haber persistido la propuesta de reemplacamiento, "los ciudadanos se las cobrarían votando en contra del PAN y sus candidatos en las próximas elecciones". Por su parte, solamente el 24 por ciento señaló que "no habría ninguna consecuencia política, ya que los ciudadanos rápidamente olvidarían este incremento."
6. A manera de conclusión
El capital social es un recurso que permite lograr beneficios comunes, a partir de las relaciones sociales, tanto individuales como colectivas. Este concepto se aplica en el campo sociológico y económico desde la década de los noventa del siglo pasado y permite explicar el empoderamiento social que se genera a raíz de la interrelación y la asociatividad entre individuos y grupos, en momentos y espacios determinados.27
La construcción de capital social permite la regeneración del tejido social, la cohesión y el empoderamiento de la comunidad, el aumento de la confianza, el incremento de la asociatividad, la ayuda mutua y la cooperación, fortaleciendo, además, la autoestima de los individuos y las comunidades.
En esta ocasión, el concepto de capital social se aplicó al caso de la movilización ciudadana en contra del reemplacamiento que pretendía lograr el titular del poder Ejecutivo del estado de Jalisco. Al respecto, se puede concluir que este movimiento ciudadano de oposición al reemplacamiento y su éxito en su principal demanda, coadyuvó a la creación y desarrollo de capital social, al menos por seis razones, todas ellas acumulables al haber de este tipo de capital, y que se plantean en forma de hipótesis.
Primero, porque generó conciencia entre muchos ciudadanos sobre la necesidad de actuar, asociarse y movilizarse para demandar un alto al intento de reemplacamiento, propiciando la activación de diferentes grupos y redes sociales en torno a esta lucha ciudadana.
Segundo, porque generó confianza y conciencia cívica entre los opositores a dicha medida sobre la pertinencia y potencialidad de la movilización y la protesta social como medio idóneo para lograr propósitos colectivos; aumentando, además, el nivel de confianza de la sociedad en este tipo de acciones colectivas. Al respecto, la encuesta en comento muestra que 79% de los entrevistados señaló que la movilización social que detuvo el reemplacamiento "fue un triunfo de los ciudadanos en contra de una medida unilateral por parte de los actuales gobernantes". Sólo 14% de los entrevistados señaló que no estuvo de acuerdo en esta afirmación.
De hecho, al ser exitoso el movimiento, el nivel de confianza social a este tipo de acciones aumentó. Con este triunfo se logró, además, un aprendizaje social, fortaleciéndose a la sociedad civil en su conjunto.
Tercero, la movilización y protesta social permitieron una mayor asociatividad, cooperación e interacción social entre diferentes ciudadanos y organizaciones que se opusieron al reemplacamiento. Es decir, la medida anunciada por el gobierno del estado cohesionó y articuló no sólo a muchos ciudadanos en su postura opuesta al placazo, sino también a varias organizaciones civiles y algunos partidos políticos, como el PRI y el PRD.
Cuarto, el éxito del movimiento de oposición al reemplacamiento ayudó al crecimiento de la autoestima individual y colectiva no sólo de los que participaron en las movilizaciones y protestas sociales, sino de toda la sociedad en su conjunto, ya que el aprendizaje que se obtuvo fue que la unidad y movilización social pueden detener medidas impositivas y acciones de gobierno que se consideran arbitrarias o abusivas.
Es decir, desde la perspectiva ciudadana, el aprendizaje que se obtuvo fue que la protesta y movilización social son mecanismos efectivos de que dispone la sociedad para alcanzar ciertos objetivos específicos y detener, por ejemplo, políticas y medidas gubernamentales que afectan la economía de los jaliscienses. Este hecho cambió, también, la percepción que existía entre algunos sectores sociales de que la protesta y movilización ciudadana no generaban ningún efecto o cambio en las decisiones de los gobernantes, ya sea para detener una acción o fomentar una determinada política pública o programa gubernamental.
Quinto, la movilización social en contra del reemplacamiento le dio una mayor visibilidad social al Congreso Ciudadano de Jalisco organismo no gubernamental creado en 2007 con el fin de generar un contrapeso ciudadano a las decisiones del poder Legislativo, ayudando con esto al posicionamiento y legitimación pública de esta organización social.
Sexto, el movimiento en contra del denominado placazo ayudó a fortalecer los vínculos, la confianza y el empoderamiento de la gente en torno al llamado "poder ciudadano" es decir, el poder que los ciudadanos tienen para lograr materializar proyectos e, incluso, oponerse a medidas y acciones gubernamentales.
Finalmente, este movimiento no cristalizó en una institucionalización a través de la formación de una nueva organización social que implicará una verdadera cohesión e integración de los participantes en contra del reemplacamiento. Sin embargo, el movimiento le dio una mayor visibilidad y pertinencia a organizaciones ciudadanas ya creadas, como fueron los casos del Congreso Ciudadano de Jalisco o Redes Ciudadanas. Este movimiento implicó, además, la reconstrucción de activos de confianza en el propio poder de la ciudadanía organizada y movilizada, lo que incide, sin duda, positivamente en el actual proceso de democratización y ciudadanización que se vive en la entidad.
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1. En este escrito se retoma la conceptualización de movimiento social de Marisa Revilla Blanco (2004), quien lo define como el "proceso de (re) constitución de una identidad colectiva, fuera del ámbito de la política institucional, por el cual se dota de sentido a la acción individual y colectiva". Se usa, para el caso analizado, el término movimiento social como sinónimo de protesta social, movimiento de protesta, movimiento ciudadano o movimiento en contra del reemplacamiento.
2. En el estado de Jalisco gobierna el Partido Acción Nacional (PAN) desde 1995. Durante estos años, los gobernantes panistas han implementado una política meramente recaudatoria (más impuestos) sin resultados tangibles para amplios sectores de la población y se han cometido una serie de abusos en el uso de los recursos públicos, como lo han sido las donaciones o transferencias de recursos públicos hacia grupos privados (Teletón, Televisoras, MTV, empresas trasnacionales, etc.). Estos abusos han generado desconfianza e inconformidad en amplios sectores sociales de la entidad.
3. El costo de cada juego de placas sería aproximadamente de 110 dólares y la recaudación total esperada sería de 120 millones de dólares, a razón de 11 pesos mexicanos por cada dólar.
4. El término placazo se utilizó como parte de la jerga popular para referirse al intento del gobierno del estado de Jalisco por realizar y cobrar por el reemplacamiento del parque vehicular.
5. El entonces rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Jorge Briseño Torres, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y algunos dirigentes de las cámaras empresariales, como el coordinador del Consejo de Cámara Industriales de Jalisco, Javier Gutiérrez Treviño y el presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (Canaco), José María Andrés Villalobos apoyaron el nuevo reemplacamiento. Por su parte, se manifestaron en contra los dirigentes estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), así como algunos empresarios, como el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Luis Fernando Pérez Aguayo. La dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) y los legisladores panistas estuvieron de acuerdo con el reemplacamiento, sólo solicitaron mayor información para saber en qué se pretendía gastar dichos recursos.
6. Al final, sólo se solicitó y autorizó por el Congreso del estado el endeudamiento y no el aumento al refrendo vehicular en la proporción que quería el gobierno del estado.
7. Debido al tipo de movimiento y su carácter eminentemente coyuntural, en el escrito se usaron diferentes fuentes periodísticas que ayudaron a documentar el trabajo, ya que no fue posible encontrar bibliografía (libros) sobre esta temática en lo particular.
8. Javier Hurtado es politólogo de la Universidad de Guadalajara y editorialista del periódico Mural de Guadalajara.
9. Por ciudadanía se entiende la conciencia de los individuos de ejercer los derechos democráticos, participando activamente en los asuntos colectivos (a través de participación en movilizaciones, protestas o crítica social), ejerciendo sus derechos civiles, políticos y sociales, cumpliendo con sus responsabilidades.
10. De acuerdo a Bourdieu (1980), capital social es el agregado de los recursos reales o potenciales ligados a la posesión de una red durable de relaciones más o menos institucionalizadas de reconocimiento mutuo. Por su parte, Coleman (1990) define el capital social como el conjunto de recursos socioestructurales que constituyen un activo de capital para el individuo y facilitan ciertas acciones para individuos que están dentro de esta estructura.
11. El concepto de capital social también se encuentra cuestionado por su carga legitimadora, reproductora y refuncionalizadora del sistema, así como por su poder mediatizador para la construcción de sujetos sociales revolucionarios. Sin embargo, en este escrito se utiliza dicho constructo porque ayuda a explicar de mejora manera lo que sucedió en este movimiento social de protesta.
12. En algunos casos, la participación de la ciudadanía y la movilización social se dan de manera coyuntural e instrumental, con el fin de alcanzar ciertos objetivos muy específicos, como puede ser la derogación de una ley que se considera injusta o revertir una decisión gubernamental de carácter impopular.
13. Por su parte, Mark Waren (2003) señala que no todo capital social es capaz de generar aprendizaje democrático ni de incidir en el fortalecimiento institucional.
14. En este mismo sentido, por ejemplo, Fukuyama (1995) la usó como sinónimo de relaciones, al señalar que "no sólo es importante lo que sabes o lo que tienes, sino a quién conoces y quién te conoce".
5. Luis González de Alba trabaja con detalle los hechos históricos y científicos que desautorizan el mito guadalupano como obra de un milagro aparicionista. Al final de su artículo señala que los científicos químicos han dado cuenta de que el lienzo con la imagen guadalupana está hecho en distintos tiempos. Capas exteriores constatan que algunos rasgos y símbolos han sido modificados por la mano del hombre (resaltando una indigenización de los rasgos de la Virgen, que la hacen ver menos extremeña y más mexicana), pero que también detectan una imagen de factura "inexplicable" dado el pigmento desconocido de una figura inicial. González de Alba explica lo inexplicable: que la imagen original no es obra humana, aunque no extraordinaria, dado que ocurrió de la misma manera que las epifanías recientes que siguen confirmando el milagro aparicionista: una mancha ovalada producida por la humedad de las flores con la que se había formado la imagen de la Virgen de Guadalupe de Extremadura (González de Alba, 2002).
15. La Vía Recreactiva comienza en la parte centro de la ciudad de Guadalajara y I su trazo se extiende hacia avenidas y calles importantes.
16. Como parte del movimiento de protesta se realizaron, además, otras marchas en contra de la intención del reemplacamiento en el centro de la ciudad de Guadalajara, organizadas ya fuera por estudiantes de derecho o por miembros de organizaciones civiles y redes ciudadanas. De igual forma, en el centro de la ciudad, los dirigentes estatales del PRI repartieron y pegaron calcomanías en contra del placazo en las principales avenidas.
17. José Luis Cuellar Garza agrega que el intento de reemplacamiento "ocurre además que ésta se adopta en medio de un clima de nerviosismo financiero y preocupación social por el anuncio anticipado de otros incrementos impositivos de orden federal (especialmente en gasolina y diesel)". Véase "Jalisco eres tú," Mural, Guadalajara, Jalisco, 23 de octubre de 2007.
18. Esto también midió el temple y carácter de Emilio González Márquez como político y gobernante.
19. El 5 de diciembre de 2007, el Congreso del estado de Jalisco aprobó la propuesta de endeudamiento por 2 mil 700 millones de pesos, en lugar de los 2 mil 200 millones solicitados por el gobernador. Por su parte, no se aprobó el aumento de 75% al refrendo vehicular.
20. Esta parte del cuestionario busca conocer el nivel de confianza de la ciudadanía I en el gobierno, aunque no necesariamente la confianza en las instituciones sea constituyente de capital social.
21. El porcentaje de confiabilidad estadística fue de 95% y 5% más o menos de error.
22. Los mexicanos son más desconfiados que los ciudadanos de Colombia, Argentina, Chile y Venezuela, según el documento Perspectivas económicas para América Latina de la CEPAL.
23. En el pasado, también se han presentado diversas movilizaciones sociales muy importantes en Jalisco, como lo fueron las protestas denominadas Madres de Familia Unidas contra la Violencia en marzo de 1992, Una Sola Voz en junio de 1993 y la de los deudores y afectados por la crisis y la devaluación de diciembre de 1994, por señalar algunas.
24. La protesta también puede ser entendida como la típica reacción de las clases I medias y altas que vieron afectados sus intereses, ya que no logró vincularse a reclamos más extendidos entre diversas capas de la población.
25. Javier Hurtado, op. cit.
26. Al respecto, es importante puntualizar que no existe una relación automática ni lineal entre inconformidad social, las necesidades sociales insatisfechas y el tema electoral, ya que muchas veces las movilizaciones ciudadanas muestran su independencia respecto de las campañas electorales.
27. Con este tipo de movimientos aumentó también el "poder ciudadano," entendido como la capacidad de la gente para defender sus derechos sociales y evitar el abuso de los gobernantes, como ocurrió en el caso del intento de reemplacamiento.