I. Introducción
La sustentabilidad entendida como los límites físicos para el uso de un sistema con propiedades socio-ambientales deseadas y su mantenimiento a lo largo del tiempo (Masera, Astier, y López-Ridaura, 1999; Vélez-Restrepo, 2009), representa uno de los mayores desafíos que enfrenta México en la actualidad, sobre todo en el ámbito urbano, donde se concentra el 77.8% del total nacional, siendo esta la causa principal del incremento de los problemas ambientales (Molina y Molina, 2005; Fraijo-Sing, Corral-Verdugo, Tapia-Fonllem y García-Vázquez, 2012; Mercon, Escalona-Aguilar, Noriega-Armella, Figueroa-Núñez, Atenko-Sánchez y González-Méndez, 2012). Para solventarlos, es necesario que se fomenten conocimientos, valores y acciones para mejorar el medio ambiente, a través de un proceso educativo integral, como lo es la Educación Ambiental (EA), (Álvarez y Vega, 2009; Secretaría de Educación Pública [SEP], 2013). Por ello es necesario evaluar los resultados de los modelos educativos en los contextos ambientales en que son aplicados (Castillo y González, 2009).
En México, hasta el 2013, la evaluación de aprendizajes se había realizado a nivel escolar básico1 mediante la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), orientada a evaluar asignaturas de Español y Matemáticas, principalmente (Valenti, Blanco, De los Heros, Florez, Luna y Zertuche, 2007); sin embargo, el logro en el aprendizaje de la EA se evaluaba de manera transversal, dentro de otras asignaturas como Ciencias Naturales, Geografía, Civismo e Historia (SEP, 2013).
Bajo esta idea, es posible evaluar los resultados de la impartición de la EA dentro del mismo contexto ambiental en que se desarrollan. Es decir, los municipios urbanos con los mayores y menores logros en la prueba ENLACE reflejarán una mayor o menor sustentabilidad en su entorno.
El estudio realizado se propuso identificar los municipios con mayor y menor logro educativos en EA a nivel básico, a través de sus materias asignadas; así como evaluar sus condiciones de sustentabilidad ambiental urbana, con el fin de contribuir al conocimiento y probable establecimiento de políticas públicas en materia de EA, que favorezcan el enfoque de esfuerzos en la intensificación de programas de EA en las jurisdicciones que lo requieran.
II. Antecedentes
2.1 Medición del logro educativo de la EA en la prueba ENLACE
El logro educativo en México es entendido como los altos resultados obtenidos por los estudiantes en las pruebas estandarizadas que evalúan los aprendizajes esperados (Montufar, 2012). Dentro de estas pruebas, ha destacado la pueba ENLACE, la cual fue diseñada y aplicada anualmente desde el año 2008 hasta el 2013, por la SEP, con una cobertura censal a partir del 3o. hasta el 6o. año de Primaria y del 1o. al 3o. de Secundaria.
A pesar de que la prueba ENLACE ya no es vigente (Backhoff, 2014), por sus características resulta la más adecuada para los propósitos de este estudio sobre otras pruebas, como el Examen de la Calidad y el Logro Educativo (EXCALE), que se aplica cada cuatro años, con una cobertura muestral, rotando cada año los grados (de 3o. a 6o. de Primaria y de 1o. a 3o. de Secundaria), (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación [INEE], 2014). O bien, el examen del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), diseñado por el Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se aplica cada tres años y mide las habilidades para la vida en Matemáticas, Lectura y Ciencias, independientemente de si fueron adquiridas o no en el trayecto escolar. La prueba se aplica únicamente a jóvenes de 15 años y genera resultados por entidad federativa (OCDE, s/f).
Por sus características, se determinó que la prueba ENLACE era la más adecuada para los propósitos de este estudio, ya que permitía un diagnóstico del trabajo escolar de cada alumno evaluado en las materias asignadas en que la EA se expresa de manera transversal, entre ellas, Ciencias Naturales, Formación Cívica y Ética, Historia y Geografía (González-Gaudiano, 2003; Díaz-Barriga, 2005; SEP, 2013; ENLACE, 2013).
2.2 Sustentabilidad ambiental del entorno urbano
El término de sustentabilidad define los límites físicos para el uso de un sistema conformado por el entorno biofísico, social y económico, englobados bajo el término socio-ambiental. El término hace referencia al mantenimiento de una serie de propiedades socio-ambientales deseadas en el sistema a lo largo del tiempo (Masera et al., 1999; Vélez-Restrepo, 2009).
Este concepto señala hacia un sistema de valores con metas definidas cualitativamente como: desarrollo humano, calidad de vida, democracia y equidad, por lo que dicho concepto debe ser analizado de acuerdo al contexto social en que se desarrolla (Tagle, 2004). En el contexto de la sustentabilidad urbana, Graizbord (2002, como se cita en Villasís-Keever, 2011, p. 56) formula su definición como "alcanzar cualitativamente un nivel socioeconómico, demográfico y tecnológico que permita mantener el funcionamiento de la ciudad en el largo plazo".
Una manera de aproximarse a los valores de la sustentabilidad urbana es mediante el uso de indicadores desarrollados para el marco de los "Objetivos del Milenio" y las especificaciones urbanas de la "Agenda Hábitat o Agenda 21", los cuales permiten contar con un diagnóstico de medición y monitoreo de las condiciones de un municipio urbano (Secretaría de Desarrollo Social [SEDESOL], 2012).
III. Metodología
La investigación comprendió tanto la recopilación como el análisis de los datos de la SEP (2008-2013), para los resultados del logro educativo en la prueba ENLACE, y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2013, 2014) junto con la Red de Observatorios Urbanos Locales, para los valores de los indicadores de sustentabilidad ambiental en los municipios urbanos seleccionados.
Debido a la naturaleza transversal de la EA dentro de la distribución de reactivos de otras asignaturas en la prueba ENLACE, fue necesario hacer una revisión minuciosa de cada prueba, con el fin de seleccionar aquellas preguntas referentes a EA para asegurar su presencia dentro de la materia asignada. Para ello se consultó la base de datos para educación básica del 2008 al 2013, del 3o. al 6o. grado de Primaria y del 1o. al 3o. de Secundaria, para los 31 estados de la República Mexicana, incluyendo el Distrito Federal (ENLACE, 2013).
Para distinguir los reactivos de EA dentro de las materias asignadas, se siguieron los criterios ecológicos, económicos, políticos, éticos y de dimensión cultural, ofrecidos por la Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [SEMARNAT], 2006).
Para clasificar a los estados por sus alcances en las materias asignadas, se recurrió a la distribución de porcentajes de logro educativo proporcionada por la SEP, cuyos límites en puntaje de cada categoría se definieron mediante el Manual Técnico de ENLACE (Dirección General de Evaluación de Políticas [DGEP], 2010), con los siguientes valores: Insuficiente (200 a 399); Elemental (400 a 600); Bueno (601 a 790), y Excelente (791 a 800).
Como los resultados de los logros obtenidos son reportados en porcentajes, éstos se utilizaron como peso de ponderación en cada categoría, y como los puntajes se encuentran dentro de un rango de valores, se utilizó el valor medio del rango respectivo. Así, mediante pruebas de medias ponderadas (Márques, 2010) se obtuvieron los promedios generales por estado. Estos promedios fueron acumulados por grados y años de aplicación, y se compararon con el valor promedio de todos los estados, con el fin de clasificar cuáles se encontraban por encima o por debajo de la media nacional.
Una vez identificados los estados con los tres mayores y los tres menores puntajes en el logro educativo de materias asignadas, se realizó una nueva revisión en busca de los municipios de los estados ya identificados, en la misma base de datos de la SEP siguiendo el procedimiento descrito anteriormente.
Para el manejo de datos sobre la sustentabilidad ambiental urbana municipal se utilizaron los siguientes indicadores clave, clasificados de acuerdo con la Guía Metodológica para la Constitución y Operación de las Agencias de Desarrollo Urbano y los Observatorios Urbanos Locales (SEDESOL, 2012):
Finalmente, se realizó una prueba del coeficiente de correlación de Spearman para verificar la existencia de una relación entre el logro educativo acumulado de las materias asignadas para la EA en la prueba ENLACE y los índices de sustentabilidad urbana en los municipios identificados. Esta prueba se realizó con el programa estadístico SPSS, versión 21.
IV. Resultados y discusión
4.1 Medición del logro educativo de la EA en la prueba ENLACE
El porcentaje y distribución de reactivos de EA por año y por grado en la prueba ENLACE dentro de sus materias asignadas se muestran en la tabla I, que señala al 2011 y 2012 como los años en que más se aplicaron preguntas de este tipo, en que la materias rotadas eran Geografía y Ciencias Naturales, con las cuales se les vincula más (SEP, 2013), conforme los lineamientos del Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA), dejando con menor participación al resto de las materias asignadas, tal como lo apunta González-Gaudiano (2003).
Materia rotada | C. Naturales | Civismo | Historia | Geografía | C. Naturales | Civismo |
---|---|---|---|---|---|---|
Grado/Año | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 |
3o. Primaria | 0.64 | 1.48 | 0 | 2.68 | 6.84 | 2.34 |
4o. Primaria | 3.45 | 2.40 | 0 | 1.19 | 0 | 2.19 |
5o. Primaria | 6.06 | 0.60 | 0 | 12.21 | 6.91 | 3.50 |
6o. Primaria | 6.86 | 3.03 | 2.56 | 6.62 | 7.01 | 6.04 |
1o. Secundaria | No aplicado | 7.08 | 3.51 | 9.82 | 18.4 | 0 |
2o. Secundaria | No aplicado | 2.35 | 1.76 | 0 | 1.15 | 1.82 |
3o. Secundaria | 4.04 | 2.20 | 5.52 | 5.30 | 1.66 | 0.65 |
Al obtener los puntajes acumulados de todos los niveles educativos y de los años de registro, los resultados de las materias asignadas mostraron que el Estado de México, el Distrito Federal y Sonora tuvieron los valores más altos de medias ponderadas respecto al valor promedio nacional (10.886 ±326), mientras que Oaxaca, seguido por Michoacán y Guerrero, obtuvieron los valores más bajos (ver figura 1).
Estos resultados parecen seguir los índices de estatus social, económico y cultural de la entidad federativa donde viven los estudiantes como lo apuntan Osés-Bargas, Aguayo-Chan, Duarte-Briseño, (2014), lo cual provoca una desigualdad educativa y genera un contraste entre los estados del centro y norte del país, con mejores resultados académicos respecto a otras entidades con un menor desarrollo y mayores poblaciones rurales e indígenas (Navarro y Favila, 2013).
Para la identificación de los municipios, se observó que si se seleccionaban los municipios con más bajo promedio, de los estados con el menor nivel, éstos pertenecían a comunidades rurales, por lo que de estos estados se escogieron los de mejor nivel de logro. La razón por las que se seleccionaron comunidades urbanas en vez de rurales fue la carencia de información consistente a nivel municipal, por parte del INEGI (2014), el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED, 2015) o la SEMARNAT (Sistema Nacional de Indicadores Ambientales [SNIA], 2012) entre otros.
El producto de tal selección se presenta en la tabla II, cuyos resultados fueron limitados de los años 2009 al 2013, ya que en el 2008, no se presentaron promedios por grados (ENLACE, 2013). En la tabla se describen en detalle las entidades junto con sus respectivos municipios y localidades identificados. Los resultados más consistentes a nivel municipal quedaron de la siguiente forma:
Municipios con el mayor promedio en materias asignadas para EA: Delegación Cuauhtémoc (Distrito Federal), Toluca (Estado de México) y Cajeme (Sonora).
Municipios con el menor promedio: Asunción Nochixtlán (Oaxaca); Ometepec (Guerrero); Lázaro Cárdenas (Michoacán).
4.2 Sustentabilidad ambiental del entorno urbano
Después de identificar los municipios, con los logros más altos y los más bajos, se les aplicó de manera individual, el sistema de indicadores de sustentabilidad ambiental urbana, para comparar sus resultados. Dado los alcances de este trabajo, se usaron 18 indicadores clave, que contribuyen a la formulación y evaluación de políticas públicas y se conforman únicamente de datos cuantitativos (SEDESOL, 2012). No se consideraron, los indicadores de las listas de verificación (cualitativos) ni los indicadores extensivos que complementan los resultados de los indicadores anteriores (SEMARNAT, 2006).
El análisis de indicadores se abordó de acuerdo con el método de trabajo de Villasís-Keever (2011) y la Guía Metodológica para Agencias de Desarrollo Urbano y Observatorios Urbanos Locales de SEDESOL (2012), en que se identificaron los indicadores con criterios de inclusión y jerarquización de acuerdo con el modelo de Hearnschaw y la selección de las variables que integraron el modelo respecto a un valor de referencia o ideal, agrupadas en los ejes económico, social y ambiental.
Estos valores de referencia se obtuvieron del modelo UN-Hábitat y del valor estandarizado, del cual se obtuvo un resultado que fue ponderado en primera instancia y luego comparado con el valor de referencia para integrar los valores de los ejes temáticos que definirían el ideal del 100%. Posteriormente, fueron agregados en un modelo propio en el que se obtuvo el valor acumulado de cada uno de los municipios identificados por sus promedios de logros en materias asignadas.
Así se presentan en las tablas III y IV con los resultados de la primera etapa desarrollada del índice del modelo, con el promedio entre los valores de cada eje de las variables y un valor ideal, conocido como Índice del Modelo (IM), (Villasís-Keever, 2011). La tabla III se refiere a los resultados con más altos valores identificados en la prueba ENLACE.
Indicadores agregados por eje temático (IA) | Valor IA (%) | ||
---|---|---|---|
Toluca, Méx. |
Deleg. Cuauhtémoc, D.F. |
Cajeme, Son. | |
Vivienda | 72.9 | 75.2 | 77.5 |
Desarrollo Social | 89.5 | 95.9 | 94.5 |
Manejo Ambiental | 53.8 | 53.0 | 44.0 |
Desarrollo Económico | 95.01 | 95.01 | 95.01 |
Índice del Modelo (%) | 77.78 | 79.79 | 77.75 |
1 Los valores altos reflejan bajas tasas de desempleo e informalidad, sin considerar los montos del Producto Interno Bruto(PIB) ni del ingreso de los gobiernos locales (Villasís-Keever, 2011)
La tabla IV muestra los resultados promedio de los municipios con los resultados más altos, pero pertenecientes a los estados con promedios de logro más bajo.
Indicadores agregados por eje temático (IA) | Valor IA (%) | ||
---|---|---|---|
Asunción Nochixtlán, Oax. |
Ometepec, Gro. |
Lázaro Cárdenas, Mich. |
|
Vivienda | 54.7 | 69.3 | 74.1 |
Desarrollo Social | 83.5 | 83.0 | 88.1 |
Manejo Ambiental | 17.0 | 23.0 | 51.3 |
Desarrollo Económico | 98.01 | 97.01 | 95.01 |
Índice del Modelo (%) | 63.29 | 67.95 | 77.12 |
1 Los valores altos reflejan bajas tasas de desempleo e informalidad, sin considerar los montos del PIB ni del ingreso de los gobiernos locales (Villasís-Keever, 2011)
Por el respectivo Índice del Modelo de cada sitio identificado se pueden comparar mediante un resultado simplificado. Así, se observa que la delegación Cuauhtémoc (79.79%), mostró el mayor índice de sustentabilidad respecto a los municipios de Toluca (77.78%) y de Cajeme (77.75%), cuestión que advierte sobre los niveles más altos en cuestiones de desarrollo social y manejo ambiental de la delegación capitalina.
Por su parte, en los municipios con más bajos resultados en materias asignadas para EA, resaltó Asunción Nochixtlán (63.29%), en comparación con Ometepec y Lázaro Cárdenas (67.95% y 77.12%, respectivamente) ; en relación a un mayor manejo ambiental (51.3%), de vivienda (74.1%) y desarrollo social (88.1%) del municipio michoacano comparado con los de Oaxaca (17.0%, 54.7% y 83.5%, respectivamente) y los de Guerrero (23.0%, 69.3% y 83.0%, respectivamente). Una manera gráfica de interpretar la información obtenida de los lugares identificados respecto a los ejes temáticos y a su relación con sus respectivos índices del modelo, se presenta en la figura 2.
Para el desarrollo económico y social, las seis jurisdicciones urbanas se encuentran por encima de sus respectivos índices, aunque se aprecian más variaciones en el desarrollo social, que van desde la delegación Cuauhtémoc, D.F., pasando por Cajeme Son., Toluca, Méx., Lázaro Cárdenas Mich. y Asunción Nochixtlán, Oax. y Ometepec, Gro., en orden descendente, situación semejante a la mencionada por Navarro y Favila (2013) sobre la desigualdad educativa en nuestro país, y en el que deja entrever los factores que soportan dicha desigualdad: el ingreso, la permanencia y el éxito de los alumnos, el nivel de desarrollo educacional relativo de cada estado y el aumento en la cobertura educativa.
Para el eje de vivienda, los seis municipios se encontraron moderadamente por debajo de su respectivo IM, siendo el municipio oaxaqueño el más alejado de todos. En la parte del manejo ambiental la diferencia fue notable respecto a sus valores de IM, indicando que es en este tópico donde se pueden encontrar las mayores oportunidades para mejorar. Es el municipio oaxaqueño el que tuvo la mayor diferencia con un IM de 46.29%, le siguieron el municipio guerrerense con 44.95%, el sonorense con 33.75%, la delegación capitalina con 26.79%, el municipio michoacano con 25.8% y el municipio mexiquense con 23.98%. Resulta paradójico que los municipios con niveles más bajos presenten una situación preocupante respecto a su sistema de recursos naturales, ya que de acuerdo con el INEGI (2013), los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán se caracterizan por poseer zonas afectadas en ecosistemas importantes.
Ante el panorama presentado en este trabajo, no era fácil aclarar la posible relación que tiene el logro en las materias asignadas para la EA en México, mostrados por la prueba ENLACE, con la identificación de la situación ambiental, aunque parecía haber una conexión entre ellos. Para aclarar esta situación se aplicó la prueba no paramétrica del coeficiente de correlación de Spearman, tanto los valores de los puntajes de logro acumulado como el porcentaje en cada municipio identificado y se les relacionó con su respectivo IM obtenido. Los datos se muestran en la tabla V.
Municipio | Ometepec, Gro. | Nochixtlán, Oax. | L. Cárdenas, Mich. | Toluca, Méx. | Cajeme, Son. | Cuauhtémoc, D.F. |
---|---|---|---|---|---|---|
Logro acumulado | 13330.55 | 14947.47 | 16619.75 | 17714.9 | 19525.7 | 21965.3 |
Porcentaje del logro acumulado | 12.81 | 14.36 | 15.96 | 17.02 | 18.75 | 21.10 |
IM | 67.95 | 63.29 | 77.12 | 77.78 | 77.75 | 79.79 |
Los resultados mostraron una relación entre las dos variables, tanto para pruebas bilaterales (Rho=0.886, α=0.019); indicando que no sólo hubo una diferencia entre municipios respecto a su logro y su estado de sustentabilidad urbana, sino también, en pruebas unilaterales (Rho=0.886, α=0.009), lo que permitió dilucidar que el mayor logro en las materias asignadas para la EA en la prueba ENLACE estuvo relacionado de manera directa con el mayor nivel de sustentabilidad urbana en los municipios identificados.
La relación encontrada entre ambas variables sugiere la importancia de implementar políticas que contribuyan en la disminución de las brechas en las oportunidades de aprendizaje (Hernández y González-Montesinos, 2011) sobre todo, en aquellos municipios identificados por sus niveles inferiores de logro educativo y sustentabilidad urbana respecto a sus contrapartes con mayores alcances.
Las políticas pueden ser de dos tipos: unas de tipo sociambiental que favorezcan el acortamiento de los resultados desfavorables en las variables de tipo ambiental-urbano, como: vivienda, desarrollo social y económico y las de tipo educativo, en que se pueden implementar programas especiales que provean el desarrollo de competencias para todos los sectores de educación, incluyendo a los educadores (United Nations, Economic Commission for Europe [UNECE], 2012), en aquellos municipios que por los resultados obtenidos en este trabajo se encuentran en situación desfavorable, sin olvidar aquellos identificados como municipios rurales (INAFED, 2015) y que también se presentan en la tabla II.
Por otra parte, el sistema educativo mexicano no cuenta hasta el momento con un instrumento evaluador de competencias en EA (como lo ofrecía la prueba ENLACE) con las características que la distinguían, como: su extensión nacional, periodicidad anual y alcance de varios grados de educación básica, que además llevara un registro continuo de forma abierta y de fácil consulta desde el 2009 hasta el año en que fue suspendida (2013). El problema, tal como lo apuntan Backhoff (2014) y Backhoff y Contreras-Roldán (2014), se dio por los últimos resultados de altos logros, dados de forma abrupta en entidades que no tenían una trayectoria notable en materias de Matemáticas y Español, como en los casos de Chiapas, Guerrero y Campeche.
Paradójicamente, en los resultados de este trabajo esos mismos estados se encontraron entre las entidades con valores más bajos de medias ponderadas, respecto al valor promedio nacional en el logro educativo de materias asignadas para la EA desde el inicio de la aplicación de la prueba ENLACE hasta el final.
Ante este panorama, convendría reconsiderar la utilización de instrumentos con características más específicas para evaluar los logros de la EA de manera puntual y no por materias asignadas, en aquellos municipios identificados en este trabajo por sus bajos logros educativos, con el fin de brindar evidencia objetiva sobre el progreso del aprendizaje y no sólo considerar que la escuela es el reflejo del contexto de la comunidad, marcada por sus limitaciones sino que puede proporcionar un sentido al sistema educativo mexicano (Calderón, 2015) ; en este caso, en el enfrentamiento y resolución de sus problemas ambientales.