La relación de una comunicación interauricular (CIA) con estructuras adyacentes, la medición de sus dimensiones y la presencia de bordes adecuados son variables fundamentales a la hora de decidir la factibilidad de proponer un cierre por cateterismo1. La medición del defecto con balón es un método que ha demostrado ser útil para la elección del tamaño del dispositivo a implantar, usualmente se selecciona un dispositivo de 1 a 2 mm mayor al tamaño de la cintura evocada por el balón2,3. Como soporte y guía, en la sala de hemodinamia es frecuente usar la ecocardiografía transesofágica (ETE) en sus diferentes modalidades (2D-3D). El motivo de nuestro trabajo fue determinar si la medición de la CIA por eco 3D se correlaciona mejor con las medidas por balón que las determinadas con eco 2D.
Realizamos un estudio retrospectivo de los pacientes que fueron intervenidos para cierre percutáneo de CIA entre septiembre de 2015 y marzo de 2018. Incluimos los casos en donde se utilizó eco 3D dentro de la sala de hemodinamia como soporte de imágenes. Correlacionamos la medición del eco 3D y del eco 2D con la medida del balón como estándar de oro. Usamos el Test de correlación de Spearman. Se realizó un grafico de Bland y Altman para evaluar la concordancia entre las dimensiones en ETE 2D y 3D. Se usó el paquete estadístico SPSS 17 y MedCalc 18.11.
Incluimos 12 pacientes (7 varones), con edad promedio de 16.1 años (5-70 años), peso de 40.8 kg (18-110 kg). Tenían CIA únicas 10 pacientes y múltiples 2 pacientes, el 41.7% (5 pacientes) tenían borde aórtico deficiente y el 16.7% (2 pacientes) tenían borde posterior flácido. El diámetro mayor medido por ETE 2D fue 15.4 mm (9-31 mm), el diámetro mayor por ETE 3D fue 14.9 mm (8-31 mm), el diámetro medido por balón fue 17.7 mm (11-25 mm). Los dispositivos colocados fueron en promedio de 20.5 mm (14-30 mm). La correlación entre ETE 2D y balón fue buena (r = 0.88; p 0.001), también entre ETE 3D y balón (r = 0.83; p = 0.001), así como la concordancia entre ETE 2D y 3D (Figs. 1 y 2).

Figura 1 Correlación entre eco 3D y balón (izquierda, r = 0.83) y entre eco 2D y balón (centro, r = 0.88). Gráfico de Bland y Altman que muestra la concordancia entre diámetro mayor por eco 3D y 2D (p = 0.19).

Figura 2 Medición en ecocardiograma transesofagico bidimensional (superior izquierda y derecha, 0 y 90 grados, respectivamente). Medición en ecocardiograma transesofagico tridimensional (abajo izquierda). Medición con balón (abajo derecha).
El ETE 3D en la sala de hemodinamia es de suma utilidad en la evaluación de defectos múltiples y cierre de defectos residuales4. Cerca del 8% de las comunicaciones interauriculares tipo ostium secundum son múltiples5. Se han propuesto fórmulas basadas en ETE 3D para la elección del tamaño del dispositivo a implantar6, así como la utilidad del 3D para evitar el uso de balón en la medición del defecto7, sin embargo, ningún estudio ha demostrado que el ETE 3D sea claramente mejor en la medición de defectos únicos4,6,8. En nuestra experiencia, ambos métodos (ETE 2D y 3D) tuvieron buena correlación con la medición con balón, pero no hubo diferencias entre el ETE 2D y 3D.
Las imágenes tridimensionales son esenciales para el hemodinamista. Mejoran la orientación espacial en algunas circunstancias, como por ejemplo en el momento del implante de mitraclip o con defectos múltiples del septum interauricular. La principal desventaja del 3D es la restricción en cuanto al peso mínimo requerido de los pacientes, ya que no existen sondas pediátricas y se recomienda su uso en pacientes mayores de 35 kg, aunque, en nuestro caso, en un paciente con 18 kg se pudo usar sin complicaciones.
En la mayoría de las comunicaciones interauriculares tipo ostium secundum, el ETE 2D es el método de elección para el control en la sala de hemodinamia5, especialmente si el septum interauricular no es flácido; en cambio, si el defecto es mas complejo, oval o múltiple, el ETE 3D puede aportar una ventaja en la evaluación anatómica y para la elección de dispositivos9.