En esta ocasión se expondrá un tema que ha llamado la atención. Se refiere a la demografía de la migración transnacional y su cambio de época. El estudio demográfico y la idea de la población en el mundo, como en nuestro país, se desarrolló y modificó a lo largo del siglo XX y lo que va del siglo XXI, reflejando las situaciones, los contextos, las preocupaciones individuales y sociales, las aspiraciones políticas y culturales de las diferentes sociedades a través del tiempo. Este campo en crecimiento se adaptó a preocupaciones de políticas específicas, por lo tanto, nunca fue apolítico, a pesar de las protestas de los investigadores de que la demografía era “natural”. La demografía en nuestro país influyó en las políticas públicas que dieron forma a la planificación familiar desde la década de los setenta del siglo pasado, la magnitud de la población engrosada por la inmigración masiva a las grandes ciudades y la contraurbanización hacia las ciudades medias, además de un escenario de poblamiento hacia las costas mexicanas impulsado por las obras públicas del gobierno federal, la práctica médica en el campo. En la actualidad, la pandemia de Covid-19, la conservación del medio ambiente y la discusión de las energías limpias adquieren relevancia en el tema de la población. Esto señala un cambio de época y comparte un interés en la dinámica transnacional de los discursos y prácticas demográficas emergentes. La demografía y las políticas públicas presentan una imagen de desglobalización de la historia del conocimiento demográfico reforzado por la pandemia del Covid-19. Aquí nos centraremos específicamente sobre los mexicanos radicados en Estados Unidos de América.
A finales del siglo pasado desde la sociología y la sociodemografía se empezó a analizar a sujetos demográficos transnacionales.1 Estos análisis surgen a partir de la crítica al nacionalismo metodológico. Específicamente recae sobre la migración internacional y su cambio hacia la migración transnacional (con vínculos multidimensionales entre los de allá y los de acá), cuya revisión se ha hecho con lo que llamaron una visión desde abajo y desde arriba. Así se empezó una revisión de los datos censales de Estados Unidos y México plasmados en el Estudio Binacional y un sinfín de documentos cualitativos escritos sobre ellos. Por otra parte, los podemos ver expresados sobre las representaciones sociales en la era de Jim Crow (Grunstein, 2005) y la restricción de la inmigración en Estados Unidos. También porque la migración transnacional lleva implícita su reproducción biológica como un nuevo hecho demográfico en los lugares de destino que tiene un vínculo con el origen de la familia que vive en México mientras que desciende la tasa de natalidad en Estados Unidos en general,2 que incluye, la de las mexicanas radicadas en ese país (Bustamante, Flores y Sono, 2019).
A estos acontecimientos demográficos transnacionales actuales, para algunos llevan implícito una situación geopolítica y económica de arraigados o desarraigados, pero también nuevos aspectos biológicos y eugenésicos (movimiento político e ideológico que predica una mejora cualitativa, biológica, natural de la población, frente a la mejora moral, económica o cultural). De la otra alma biológica de los mexicanos radicados en Estados Unidos muy poco se sabe, sin embargo, se dice que, en la mayoría de los subgrupos hispanos, aproximadamente la mitad dice que un familiar o amigo fue hospitalizado o murió a causa de Covid-19, lo cual expresa el caso mexicano transnacional, que marca una nueva época en la migración transnacional (PEW, 2021).
En el Comunicado No. 196 de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) se anota que “Arriban 245 urnas con cenizas de mexicanos fallecidos en Estados Unidos” (con fecha del 11 de julio de 2020), pero ¿cuál es la cifra real? y ¿la de los que fallecen por causas distintas a la pandemia del Covid-19? (SRE, 2021). Con estos datos breves invitamos al conocimiento demográfico en la práctica que cambio de época: articulaciones multidimensionales y transformaciones de los mexicanos radicados en Estados Unidos. Investigaciones que han registrado los cambios de época son muchos, pero los más sobresalientes son los llevados a cabo por Massey, Pren y Durand (2009) al expresar la caída de la emigración mexicana antes de 2008, los elaborados por Rodolfo Corona y su coautor Rodolfo Tuirán (2000), además de otros tantos autores (as) mexicanos (as) en Estados Unidos cuyas opiniones han sido incisivas como la de los cambios y continuidades retratando justamente la dinámica demográfica de los mexicanos en situación transnacional.
Estas dimensiones biológicas (nacimientos y defunciones) y sociales (inmigración) alimentan el tamaño, la estructura y evolución de la población mexicana radicada en Estados Unidos. Las cifras estimadas con la American Community Survey (ACS) de 2020 sostienen que hay 10,668,659 mexicanos (as) nacidos (as) en México (por efecto de la subenumeración debido al Covid-19, 1,337,631 menos que la de mexicanos (as) residentes en ese país en 2014) de los cuales 52 por ciento son hombres y 48 por ciento mujeres (con comportamientos diferenciados en el tiempo, por ejemplo, el año de mayor crecimiento de los hombres fue en 2007 y la de las mujeres en 2010) (Figura 1). Es de notar que en el tiempo ha aumentado la presencia de mexicanas en el vecino país del norte (aunque con tendencia descendente), esto significa que ellas se van para quedarse o permanecer más tiempo en Estados Unidos.
Con base en la Current Population Survey (CPS) para 2020 se estima una población de mexicanos nacidos en México residentes en Estados Unidos de 11.5 millones de personas, una diferencia de 800 mil personas entre una fuente y otra. Adicionalmente, si se suman la segunda y tercera generación tendríamos a 38.8 millones de mexicanos residentes en dicho país (13.8 millones para la segunda generación y 13.5 millones para la tercera generación). Esto equivale a 30.8 por ciento de la población de México en ese mismo año, la cual es de 126 millones de habitantes (INEGI, 2021). Es decir, tenemos otro México al interior de Estados Unidos, demográficamente hablando que cambia y hace época en el vecino país del norte.
A continuación presentamos algunos datos adicionales sobre los cambios de época de la demografía transnacional mexicana en Estados Unidos, según datos derivados de la ACS son:
El 61 por ciento de mexicanos y mexicanas que residía en Estados Unidos entre 2001 y 2020 tenía entre 15 y 44 años de edad, ubicando la edad promedio de esta población en 39 años durante este lapso.
Los inmigrantes mexicanos y mexicanas que contaban con ciudadanía estadunidense en 2001 era de 21.9 por ciento y creció a más de una tercera parte en 2020 (34.7 por ciento).
El 58.1 por ciento de los mexicanos y mexicanas que residían en Estados Unidos estaban trabajando en 2001, en 2020 dicho porcentaje se ubicó en 64.4 por ciento.
De los inmigrantes mexicanos que residían en Estados Unidos en 2020, 68.1 por ciento llegó a esa nación entre 1990 y 2020.
Los datos aquí expuestos sobre la demografía transnacional indican que existe otro México en el exterior, a la vez que han sido reconocidos por las reformas constitucionales de 1997 y 2021. Esto también expresa un cambio de época en la política exterior mexicana. Sobre la reforma de 2021, según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) refuerza el derecho a la nacionalidad mexicana entre las comunidades mexicanas en el mundo, especialmente residentes en Estados Unidos, América Latina y el Caribe.3 Es decir, esta reforma reconoce como mexicano al nacido en el extranjero con independencia de su generación. Esto último requiere su revisión al igual que las reformas previas como el derecho al voto o a la doble nacionalidad. Esto con el propósito de que el mexicano radicado y los nacidos en el exterior hagan uso de su derecho como mexicanos.