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Papeles de población

versión On-line ISSN 2448-7147versión impresa ISSN 1405-7425

Pap. poblac vol.19 no.77 Toluca jul./sep. 2013

 

Retorno de migrantes a México. Su reformulación conceptual

 

Return migrants to Mexico. Its conceptual reformulation

 

Miguel Moctezuma L.

 

Universidad Autónoma de Zacatecas.

 

Artículo recibido el 19 de marzo de 2013
Aprobado el 2 de julio de 2013.

 

Resumen

Cuatro características identifican el nuevo retorno de migrantes a México: en 2000 el retorno de migrantes era un flujo formado por trabajadores jubilados y de aquellos que decidieron no mantenerse en la migración. En la actualidad, los migrantes ya establecidos y en plena edad productiva son los que están alimentando el nuevo retorno a México. Estos retornos en su mayoría son de tipo familiar ya que destacan aquellos grupos de edades que se corresponden entre padres e hijos. Hay además un segundo elemento: el predominio del ingreso a México de los descendientes de migrantes nacidos en Estados Unidos. Cuando el migrante vuelve con todo y familia tiende a quedarse a vivir en México. Las familias de retorno llegan a los hogares de sus padres y con ello transforman su estructura y dinámica familiar.

Palabras clave: retorno de migrantes, retorno de tipo familiar, retorno de migrantes ya establecidos, descendientes de migrantes, menores binacionales.

 

Abstract

Four characteristics are that identify the return to México of new migrants: in 2000 the return of migrants was a flow formed by retired workers and those who decided don't follow in the migration. Now a day the established migrants and the ones of a productive age are feeding the return to Mexico. These returns are of the familiar type in their majority in the sense that the age of the groups are among parents and their sons. There is a second element: the dominance entrance to Mexico of new descendants who were born in The United States. When the migrant comes back with all his family they usually to remain to live in Mexico. The families, who return arrive to their parents' homes, as a consequence they cause the change of the structure and familiar dynamic.

Key words: Return of migrates, return of the familiar type, return of migrates already established, descendants of migrants, bi-national minors.

 

Introducción

Las causas y las consecuencias de la migración de trabajadores entre dos países están en el origen y el destino. Lo que en un país es "expulsión" de migrantes y despoblamiento, en otro se manifiesta como "atracción" y establecimiento de inmigrantes. Cuando la investigación se encamina hacia la formulación simplista de que las "causas" de la migración están en el origen, el concepto que en este caso se utiliza es el de expulsión poblacional. Por el contrario, si se postula que las causas de la migración están en el destino, la migración es vista preponderantemente como atracción. Pero expulsión y atracción son dos fases de un solo proceso, e incluso, son dos fases incompletas, ya que la atracción se transforma en establecimiento y ésta en retorno. No hay que ignorar la dialéctica de que las causas de la génesis de la migración con el tiempo se transforman en consecuencias y éstas nuevamente en causas, como sucede actualmente con el retorno de migrantes y la inmigración hacia México de los descendientes de los migrantes, en donde el origen de la emigración son los Estados Unidos. Como puede advertirse, la mirada centrada en países de origen o en el de destino no deja de ser una simplificación.

Cuando a esta modesta crítica sumamos la complejización que deriva de la perspectiva transnacionalista, resulta obvio que la simplificación del modelo de la expulsión-atracción poblacional está orientado por el nacionalismo metodológico. Peor aún, se pierde de vista la tesis de que la migración entre dos países produce, más allá de sus confines territoriales, relaciones sociales de simultaneidad entre ambos (Rouse, 1991) y que esa simultaneidad abarca distintas unidades de análisis como los individuos, las culturas, las comunidades, las familias y las organizaciones de migrantes.

Hoy en día estamos ante un retorno de migrantes que abarca i) repatriaciones, ii) retornos voluntarios individuales y iii) retornos de tipo familiar. Estos últimos, al igual que la drástica reducción de la emigración son dos diferencias respecto del pasado inmediato que constituyen la principal característica de la migración México-Estados Unidos. Por tanto, es un error suponer que los migrantes regresan al país porque se abrieron nuevas oportunidades para la movilidad social, como ya se dice respecto de los que ahora no emigran.1 Igualmente, es una imprecisión afirmar que la migración ha desaparecido2, cuando lo que existe son varios flujos de población migrante entre México y Estados Unidos cuyo resultado es un equilibrio, además del stock de mexicanos residiendo en aquel país.

Según Olivier Blanchard, economista del Fondo Monetario Internacional, la crisis financiera que inició en 2008 necesitará alrededor de 10 años (2018) para recuperarse (Blogs.cincodias.com/punto-basico/2012/10/la-crisis-durará-10-añoshtml). Esta, que siempre es una opinión "conservadora", indica que estamos ante un retorno de familias de migrantes que ha dejado de ser coyuntural; por tanto, es necesario prever sus implicaciones sociales en México como parte de una política que abarcará todo el sexenio de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y esto mismo es válido para el freno a la migración y la reducción de las remesas familiares, la cual no ha recuperado el nivel de 2007.

En lo que sigue, se presenta un análisis sintético de la drástica reducción que como resultado de la crisis de la economía estadunidense presenta la migración de México a ese país, aclarando cómo esto se transforma en un crecimiento inesperado de la población mexicana; luego se pasa a medir las magnitudes de la migración de retorno acompañada de la inmigración de los descendientes de mexicanos. Asimismo, este esfuerzo reflexivo es llevado al nivel de sus impactos en el estado de Zacatecas, buscando sentar las bases para reformular y actualizar el concepto de migración de retorno, además de dar cuenta de sus implicaciones más inmediatas.

 

Otro concepto para el retorno de migrantes

En este ensayo se asienta que es imprescindible reformular el concepto que se ha venido utilizando sobre el retorno de migrantes laborales. Para acercarnos a este objetivo es importante hacer un recorrido sintético y ubicar los esfuerzos por definir su significado, para posteriormente, a partir de algunos indicadores básicos, abrir una senda encaminada a reelaborar una propuesta y someterla a discusión.

La hipótesis que guía esta reflexión ha de formularse como sigue: cuando el migrante mexicano en Estados Unidos es del tipo establecido y vuelve a México, lo hace con todo y familia. Si el migrante retorna con su familia, lo más probable es que se transforme en migrante restablecido. Esta idea deriva de otra que ya ha sido comprobada: cuando el migrante de tipo circular se transforma en el destino en migrante establecido, lo hace casi siempre porque ha logrado llevarse a su familia. Entonces, la clave en los dos casos radica en preguntarse si la emigración o el retorno se hacen acompañar o no de la familia. A pesar de que el Consejo Nacional de Población (CONAPO) ya ha dado los resultados sobre el Índice de Intensidad Migratoria correspondiente a 2010, hasta ahora esta pregunta ha estado ausente.

Algunos autores interesados desde décadas atrás en propuestas teóricas sobre el retorno de migrantes son los siguientes: Goldstein, S., (1964) quien utiliza el concepto de migración repetida, "hacia delante" o "hacia atrás"; en tanto, Richmond, A. H., (1968) propone denominarles migrantes transicionales, es decir, migrantes que se mueven permanentemente entre dos países; en cambio, Chapman, M. y Prothero, R. M., (1983) sugieren utilizar el concepto de circulación de migrantes laborales entre países desarrollados y subdesarrollados, mientras que Bustamante, J. A., (1998) los enuncia como circularidad de la migración, precisando que se trata de migrantes laborales. Estos autores dan cuenta de una migración que va a otro país y regresa a su comunidad de origen; es decir, una migración que no se establece en el destino. Si nos apegamos a esa idea, entonces puede afirmarse que el migrante circular forma parte de un patrón migratorio internacional que en México fue dominante hasta 1986. A partir de entonces, el patrón migratorio refiere como tendencia dominante al migrante establecido. Esto de ninguna manera quiere decir que el migrante circular desaparezca, pero su tendencia ya no es la dominante.

El Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2002) es la institución mexicana mayormente preocupada por conocer los cambios en los patrones migratorios. En efecto, a partir de la Muestra Censal de 10 por ciento aplicada al XII Censo de General de Población y Vivienda de 2000, construyó y publicó por vez primera el Índice de Intensidad Migratoria. Pero a diferencia de otros esfuerzos, éste fue elaborado desde una mirada síntesis a partir de la técnica de componentes principales que incluye cuatro indicadores, todos ellos referidos a la proporción de hogares que: i) reciben remesas, ii) tienen emigrantes en Estados Unidos o que residen en aquel país, iii) cuentan con migrantes circulares y iv) poseen migrantes de retorno. La ventaja de estos indicadores es que, con excepción del primero, todos abarcan una temporalidad de cinco años atrás. Entonces, los hogares con emigrantes "refiere aquellos hogares donde alguno o algunos de sus miembros dejó el país, en el quinquenio anterior, para establecer su residencia habitual en la Unión Americana" (CONAPO, 2002), mientras que los hogares de migrantes circulares dan cuenta de los "hogares en cuyo seno se ubica algún miembro que después de haber emigrado al vecino país entre 1995 y 2000, regresó a vivir a México" (CONAPO, 2005), y finalmente, los hogares con migrantes de retorno son aquellas "unidades con algún miembro, nacido en México, que en 1995 vivía en Estados Unidos y que regresó a residir al país, de tal manera que al momento del levantamiento censal (2000) se ubicaba, de nueva cuenta, como un habitante del territorio nacional" (CONAPO 2002).

Como puede advertirse, según esta propuesta, el migrante de retorno residía, por lo menos, cinco años antes en Estados Unidos y en 2000 vivía en México; es decir, el migrante de retorno deriva del migrante establecido en 1995. Esta misma lógica se aplica para la elaboración del Índice de Intensidad Migratoria de 2010.

Considerando la propuesta de CONAPO es posible investigar si en 2010 se presentaron cambios en alguno o algunos indicadores del Índice de Intensidad Migratoria respecto de 2000 y a partir de ello indagar su significado. Aquí cabe advertir que en 2000 la unidad de análisis del Índice de Intensidad Migratoria fue el hogar y en 2010 lo fue la vivienda, por tanto, la comparación de ambos momentos sólo tiene validez en el sentido de una tendencia, pero no en términos porcentuales.

Considerando los cambios de los cuatro indicadores del Índice de Intensidad Migratoria se observa que en 2010, el porcentaje de hogares y/o viviendas con migrantes en Estados Unidos se redujo y en cambio, aumentó el porcentaje de viviendas con migrantes de retorno. Por tanto, esta tendencia indica que entre 2005 y 2010 se produjo una reducción drástica de la emigración mexicana hacia Estados Unidos y una parte no despreciable de migrantes establecidos se transformó en migración de retorno. En 2000 el retorno de migrantes era un flujo formado por trabajadores jubilados y por aquellos que decidieron no mantenerse en la migración. En la actualidad, los migrantes ya establecidos y en plena edad productiva son los que están alimentando el nuevo retorno a México.

Cuadro 1

Cuadro 2

Esto es resultado de la severa crisis que vive la economía estadunidense desde 2008, pues recuérdese que se trata de una migración de tipo laboral que responde a los vaivenes de la oferta y la demanda de trabajadores.

No está por demás subrayar que la tendencia migratoria del retorno es similar en Zacatecas, Michoacán, Nayarit, Guanajuato y Durango, que son según CONAPO, las entidades caracterizadas por un índice de intensidad migratoria muy alto, lo cual quiere decir que son excelentes "laboratorios" sociales para estudiar el fenómeno en cuestión.

Antes de abordar las cifras de la migración, tratemos de seguir la lógica que implica la reflexión que aquí se propone, concentrándonos por el momento en la tendencia que experimenta la población mexicana.

 

Dinámica de la población mexicana

Empecemos por señalar que el Consejo Nacional de Población (CONAPO) proyectó para 2010 una población para México de 108.4 millones de habitantes (Partida Bush, 2006:19).3 Esta proyección fue superada en casi cuatro millones (112 336 538). ¿Cómo se explica esta diferencia tan grande? Sin duda que parte de ese crecimiento se debió al freno que presentó la migración internacional, sumada al retorno de migrantes con todo y su descendencia, tal como se desprende de las tendencias de estos indicadores del Índice de Intensidad Migratoria correspondientes a 2010.

Considerando la dinámica de población de 2000/2010, el Distrito Federal es el que presenta una tasa de crecimiento promedio anual cercano a cero, apenas de 0.3 por ciento. En un segundo grupo se encuentran las entidades de Sinaloa con 0.9 por ciento, Michoacán con 0.9 por ciento, Guerrero con 0.9 por ciento y Zacatecas con 0.9 por ciento (INEGI, Censo de Población y Vivienda, 2000 y 2010). Pero si dividimos la década en sus dos lustros, encontramos panoramas distintos: entre 2000-2005, las entidades en su dinámica poblacional que experimentaron el crecimiento más bajo fueron: Michoacán (-0.1 por ciento), Zacatecas (0.2 por ciento), Guerrero (0.2 por ciento), Distrito Federal (0.2) y Sinaloa (0.5 por ciento); en cambio, entre 2005-2010 sólo el Distrito Federal mantuvo un crecimiento bajo, equivalente a 0.3 por ciento (INEGI, Censo de Población y Vivienda, 2000 y 2010, II Conteo de Población 2005). Por supuesto, esta es una tendencia nacional que entre 2005-2010 se manifiesta globalmente en una tasa anual de crecimiento promedio de la dinámica poblacional de 1.8 por ciento, superior en 0.8 por ciento respecto de la experimentada en 2000/2005, lo que resulta paradójico, ya que desde 1960 en cada censo de población se había mantenido una tendencia de crecimiento poblacional descendente.

Ahora bien, el crecimiento no previsto para 2010 obedece al freno que experimentó la migración, el retorno de los migrantes, el crecimiento de la inmigración, en este caso de los descendientes de migrantes que ingresaron por primera vez con sus padres a México, quienes a pesar de ser binacionales fueron registrados como "extranjeros".

Si en un ejercicio metodológico comparamos la población absoluta de México para 2010 con la que en 2005 le correspondía,4 se observan claramente dos excedentes importantes de población: el primero del orden de 726 476 en los grupos de edades entre 30-34 y 35-39 años y el segundo por 1 289 493 en los grupos de 5-9 y 10-14 años, además de otros excedentes menores: 73 989 y 49,036 entre 15-19 y 50-54 años respectivamente. Otro grupo que creció fue el comprendido entre 00-04 años, en efecto, en 2010 se registró un excedente de 342 079 habitantes, respecto de 2005 (INEGI, II Conteo de Población 2005 y Censo de Población y Vivienda, 2010). En conjunto, todos esos excedentes suman una población de 2 481 073 habitantes. Pero si a esto le agregamos la población que dejó de emigrar, entonces resulta coherente que las proyecciones de CONAPO no hayan podido prever este desenlace.

Estos excedentes de población refieren de manera directa a retornos de migrantes, en donde destacan los grupos etarios en plenitud laboral y los menores de 15 años. Por lo que compete al crecimiento de los nacimientos, resulta inesperado porque en términos absolutos éstos se venían reduciendo, igual que la tasa de natalidad. De hecho, la tasa bruta de natalidad o nacimientos por cada 1000 habitantes vino cayendo en el país durante los últimos años: 26.5 en 2000, 20.6 en 2005 y 19.4 en 2007,5 de ahí la necesidad de dar cuenta de los resultados inversos.

La explicación del crecimiento poblacional está en identificar que, a diferencia del pasado inmediato, los migrantes están retornando a México con todo y su descendencia y justo esto es lo que resalta en los grupos de edades en los que se observan excedentes.

Cuadro 3

Gráfica 1

Gráfica 2

Así, los retornos de migrantes en las edades 30-34 y 35-39 se corresponden en términos generales con la inmigración a México de menores comprendidos entre los 00-04, 05-09 y 10-14 años.

El Censo de Población y Vivienda de 2010 registró un millón 310 mil menores de 15 años de edad que entre 2005 y 2010 ingresaron a México. De todos ellos, 960 mil nacieron en el extranjero y 350 mil eran menores de retorno de las mismas edades. Asimismo, la población correspondiente al grupo de edades comprendidas entre 00-04 años debió incrementarse como resultado del retorno de parejas de migrantes en edad reproductiva, cuya concepción ocurrió en Estados Unidos y los nacimientos se produjeron en México, o bien, ambos aspectos se sucedieron en México. Todo eso se expresa como un excedente de población respecto de la dinámica de 2005, como se observa en la Gráfica 3.

Una vez que hemos visto las repercusiones en el crecimiento de la población como resultado del retorno de migrantes y del ingreso de sus descendientes, es posible echar un vistazo a la situación que guarda la migración internacional.

 

Flujos de la migración internacional

En lo relativo a la magnitud que actualmente alcanza la migración internacional, es conveniente distinguir entre mexicanos nativos que realmente emigraron, respecto de los descendientes de mexicanos que nacieron fuera de México y no emigraron, pero que de acuerdo con la legislación actual conservan la nacionalidad mexicana. Desde hace tres décadas los mexicanos en su conjunto representan cerca de un tercio de toda la población inmigrante radicada en el vecino país del norte (Gaspar y López. 2009: 108/109). Para 2010, con base en la encuesta continua de población (CPS por sus siglas en inglés) se estima que la población de origen mexicano es cercana a los 33 millones de habitantes, de los cuales 11.9 nacieron en México y 21.5 millones son descendientes de mexicanos. En total representan el 7.6 por ciento de la población total de Estados Unidos y 29.7 por ciento de la población de México.

Por otro lado, sin considerar la migración circular, es decir la que se mantiene desplazándose entre ambos países, para 2005 se calcula que había 10.6 millones de nativos mexicanos residiendo en Estados Unidos (de un total de 27.7 millones de población de origen mexicano). Entre 2000 y 2005 emigraron y se establecieron en Estados Unidos 492 mil mexicanos en promedio por año (CONAPO).6 Pero entre 2005 y 2010 la emigración mexicana establecida anualmente en ese país se redujo a 222 455 migrantes (Censo de Población y Vivienda, 2010). Eso significa que en todo el quinquenio hubo una caída drástica de la migración establecida de origen mexicano de hasta 44.5 por ciento, pero la reducción es más elocuente si consideramos que este promedio a partir de 2007 ha venido descendiendo año con año. Así, el Pew Center Hispanic estima que para 2010 menos de 100 mil mexicanos tuvieron éxito al cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Esta tendencia también se observa en la reducción del número de detenciones y deportaciones (acciones) de mexicanos tratando de cruzar la frontera México-Estados Unidos, cuya cantidad se redujo de poco más de un millón en 2005 a menos de 465 mil en 2010 (U.S. Border Patrol, reporte, mayo 19, 2011).

Así, mientras no se recupere plenamente la economía estadounidense, tanto la disminución de la emigración como el crecimiento de retorno de migrantes a México se van a mantener. Y es que, como se ha señalado antes, a diferencia del pasado, el retorno actual de mexicanos ha de referirse a una población que ya estaba establecida en Estados Unidos; es decir, actualmente el flujo importante de migración invirtió su sentido: antes la emigración era de México a Estados Unidos y ahora es de Estados Unidos a México. Pero además, si esto ha dejado de ser coyuntural, entonces desde la investigación estamos compelidos a proponer nuevas herramientas conceptuales, capaces de recoger el fenómeno en sus nuevas manifestaciones.

Hasta aquí, orientados por la perspectiva transnacional que postula el principio de la simultaneidad, es posible decir que en México el freno a la emigración laboral se asocia con una drástica reducción en la demanda de fuerza de trabajo, resultado de la crisis que vive la economía de Estados Unidos. Asimismo, el retorno de migrantes y de familias enteras a México se transformó en un excedente de población; además, si al poner el acento en el destino se destaca el mantenimiento de los lazos familiares de los migrantes con sus familias, hay que insistir en alteraciones familiares en México como resultado del retorno de los migrantes y de sus descendientes. Es decir, el mismo fenómeno, en la medida que constituye una misma unidad, impacta a ambos países y se transforma en su contrario.

Como observación de la migración actual y con el objetivo de profundizar sobre sus impactos a nivel de las entidades del país, en lo que sigue se presenta este proceso de manera sintética considerando uno de los estados con mayor tradición migratoria: Zacatecas.

 

La población de Zacatecas

La dinámica de la población de Zacatecas transita actualmente por dos procesos contradictorios; por un lado, entre 2005 y 2010 se produjo un proceso de recuperación poblacional expresado a simple vista como "crecimiento" de la población similar a la tendencia nacional; y por otro, a partir de 1990 aún persiste, como resultado de los efectos que ha tenido la emigración, un despoblamiento acumulado. Zacatecas observó como tendencia un crecimiento promedio anual entre 2005-2010 del orden de 1.7 por ciento, mientras que el país presentaba un crecimiento de 1.8 por ciento; sin embargo, cinco años antes presentó un crecimiento cinco veces más lento que la dinámica nacional. Así, mientras que entre 2000 y 2005 la entidad tendió hacia un crecimiento cercano a cero con sólo 14 082 nuevos habitantes, entre 2005 y 2010 la entidad aumentó su población en 122 976 personas; es decir, entre 2005 y 2010 la entidad aumentó su población 8.7 veces respecto del aumento entre 2000-2005.

Gráfica 4

El crecimiento inusitado del número de habitantes de 2010 se explica por la disminución drástica experimentada por la emigración que décadas atrás caracterizó a la entidad y por el retorno a Zacatecas de un flujo de población que años antes había emigrado, se había establecido en Estados Unidos y regresó con todo y sus hijos. Los municipios que según CONAPO se vieron mayormente impactados por el retorno de migrantes fueron: Francisco R. Murguía, Susticacán, Chalchihuites, Valparaíso, Villa González Ortega, Río Grande y Nochistlán.

De manera similar a la tendencia experimentada en el país, los datos del impacto que tienen los migrantes de retorno en el crecimiento de la población en 2010 y en comparación con el mismo grupo de 2005 son los siguientes: i) se observa una población extra, equivalente a 10 163 habitantes en el grupo de 30-39 años; ii) resalta un segundo excedente poblacional de 11,291 habitantes en el grupo que abarca 05-14 años y iii) de manera similar, en el grupo de 00-04 años se registra una población superior por orden de 8,207 (INEGI, II Conteo de Población 2005, INEGI, Censo General de Población 2010). Los excedentes de población refieren claramente a retornos de familias, ya que se corresponden los grupos de edades de quienes son padres y de quienes son sus descendientes.

Contrariamente, se aprecia un pequeño déficit de población localizado entre las edades de 15-19 y 20-24 años, extendiéndose para las mujeres hasta los 25-29 años; es decir, con la crisis, la migración se hizo todavía más selectiva. Si ya antes emigraban sólo los más jóvenes, esto es, si con la implementación de las políticas tendientes a frenar la migración ésta ya era selectiva, con la crisis ese proceso se ha profundizado a tal grado que sólo los migrantes en mejores condiciones físicas son los que intentan reiteradamente cruzar la frontera hasta lograrlo. De manera complementaria, cabe aquí proponer como hipótesis que si la pirámide de edades permite observar una déficit absoluto de mujeres en el grupo de edades de 25-29 y si esto no se corresponde con el comportamiento de los hombres en las mismas edades, probablemente se deba a una emigración por etapas de tipo familiar (Hondagneu-Sotelo, 1994) o algún otro fenómeno, pero sorprende que esto coincida como tendencia con los resultados censales para el estado de Michoacán (Moctezuma et al, 2012), pues ambas entidades corresponden a una añeja tradición migratoria, y por tanto, con una alta proporción de migrantes establecidos en Estados Unidos.

 

Migración internacional de Zacatecas

Ahora bien, en relación a las cifras y con base en la Current Population Survey (CPS) y la información proporcionada por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), se estima que para 2010 existían aproximadamente 572 mil zacatecanos residiendo en Estados Unidos. Entre 2005 y 2010, el número de migrantes establecidos en Estados Unidos que nacieron en Zacatecas creció en 63 mil personas, esto significa que en promedio cada año se establecieron 13 mil zacatecanos. Esta cifra resulta sólo moderadamente reducida si comparamos la pérdida anual de la población de la entidad estimada por CONAPO entre 2000 y 2005, la cual fue del orden de 16 mil personas, lo que también coincide con la tendencia nacional.

Por otra lado, de acuerdo con la tradición de aproximadamente 130 años de migración internacional de tipo laboral que caracteriza a la entidad, la proporción del migrante establecido en el país vecino del norte es el más alto del país, pues los migrantes zacatecanos asentados en Estados Unidos en 2005 representaron 36 por ciento de la población residente en la entidad7 y para 2010 este sector de la población constituía 38.4 por ciento.

Asimismo, a pesar de que en los años recientes la emigración se ha reducido drásticamente, la información derivada del Censo General de Población y Vivienda correspondiente a 2010 da cuenta nacionalmente de una emigración del periodo 2005-2010 de diez personas por cada mil habitantes, mientras que Zacatecas presenta una emigración de 21.3 por cada mil personas. Una característica complementaria es que en la entidad 76.6 por ciento de la migración internacional se origina en poblaciones menores a 15 mil habitantes y 58 por ciento proviene de poblaciones menores a 2 500 habitantes; por tanto, en este caso la migración internacional tiene un sello fuertemente rural.

No está por demás subrayar que la sequía de 2011, a pesar de ser la más severa de los últimos 70 años, no se tradujo automáticamente en crecimiento de la emigración internacional, sobre todo porque como la migración es de tipo laboral, es necesario considerar asimismo la oferta y demanda de trabajo del país emisor y receptor. Y es que recientemente se viene analizando el impacto que tienen los fenómenos naturales en la migración internacional, así como los conflictos sociales, aspectos que sin duda es necesario tomar en cuenta, pero que en el caso de la migración laboral no están en el centro de las explicaciones. Del mismo modo, a diferencia de quienes afirman que la migración internacional proviene de las zonas de mayor pobreza, los municipios menos favorecidos económicamente, todos ellos localizados al norte de la entidad zacatecana, como Concepción del Oro, Mazapil, Melchor Ocampo y El Salvador, presentan índices de intensidad migratoria bajos y muy bajos, y en cambio todos los municipios da la Región Sur-Occidente, con mejores condiciones económicas y con un alto potencial productivo, exhiben índices de intensidad migratoria altos y muy altos (CONAPO, 2010). Por tanto, es preciso subrayar que entre las causas de la migración, además de las condiciones estructurales, están la tradición histórica, el accionar de las redes sociales transnacionales y las raíces que ha echado la cultura de la migración internacional. Es decir, así como el índice de intensidad migratoria es una síntesis de cuatro indicadores, así también debemos avanzar cualitativamente hacia la construcción de una mirada convergente sobre las causas de la migración internacional.

Por lo que se refiere al objetivo de reformular y actualizar el concepto del retorno de migrantes y familias, es necesario subrayar que, a diferencia del pasado inmediato, el retorno de migrantes y familias ha venido a alterar significativamente la estructura y dinámica de los hogares de buena parte de los municipios zacatecanos (Medellín Sánchez, M. A., 1912). En efecto, entre 2005 y 2010, considerando la totalidad de los municipios de Zacatecas, los hogares que más crecieron en número fueron los hogares ampliados y compuestos; es decir, aquellos formados por un hogar nuclear más otros familiares o un jefe con otros familiares y aquellos constituidos por un hogar nuclear o ampliado más personas sin lazos de parentesco. En cambio, el número de hogares nucleares tendió a disminuir en casi todos los municipios. Es decir, el arribo de los migrantes a Zacatecas se sigue haciendo principalmente en hogares nucleares y con ello, éstos se transforman en hogares ampliados y compuestos; por eso aquéllos se reducen y estos últimos se incrementan. Y es que cuando los migrantes retornan de Estados Unidos, frecuentemente arriban a los hogares de los padres, suegros, hermanos o amigos. Asimismo, que los migrantes no posean una vivienda propia en su comunidad de origen y que regresen sin ahorros, indica que se trata de retornos que además de ser de tipo familiar tienen como consecuencia el aumento de los niveles de pobreza de los hogares que actualmente les sirven de albergue. Por estas razones es necesario insistir que estamos ante un retorno de migrantes distinto al que vivíamos hasta 2007, lo que exige reformular el concepto hasta ahora utilizado, adecuarlo y actualizarlo, además de proponer que la información censal y el III Conteo de Población de 2015 incluyan una nueva nomenclatura dirigida hacia los menores binacionales que siguen llegando a México procedentes de Estados Unidos.

Mapa 1

Esta afirmación no es menor. Para contrastarlo basta simplemente indicar que muchas de las investigaciones anteriores sobre el retorno de los migrantes a México se refieren a aspectos como la capacidad de inversión (Fernández, 2011), mientras que hoy lo que se discute a nivel del Congreso de la Unión y de las entidades es qué tipo de programas son los más adecuados para apoyarlos en su reinserción a las comunidades.

Partiendo del supuesto de que los hogares de los migrantes están dispersos y que sus miembros mantienen y reproducen sus relaciones en la distancia, se indica que una parte de sus miembros emigra y otra se queda en sus comunidades de origen, lo cual es correcto, pero con la crisis de Estados Unidos, se está observando que ahora se emigra de Estados Unidos hacia México. La conclusión es obvia: cuando sólo una parte de los hogares de los migrantes se desplaza de Estados Unidos hacia Zacatecas, el resultado es también una dispersión de sus miembros, pero ahora en sentido inverso, lo que hace suponer que en este caso el mantenimiento de los vínculos hacia Estados Unidos es inevitable. Este aspecto, por supuesto, es una manifestación del nuevo retorno familiar.

 

Circuitos regionales de la migración internacional zacatecana

En el estado de Zacatecas se cuenta con una regionalización de la migración internacional basada esencialmente en la antigüedad espacial del fenómeno migratorio, misma que distingue cuatro regiones: región histórica (Sur-occidente), región intermedia (norte), región reciente (sureste) y región de transición (centro) (Moctezuma, 2004).

Sin embargo, no sólo es el factor tiempo el que distingue una región de otra. Lo que se observa realmente es un entramado de fenómenos relacionados con el establecimiento de redes sociales que han focalizado los destinos y que con el tiempo se han convertido en portadores de otras características que a continuación se presentan en una versión sintética.

Esta región se caracteriza asimismo por la existencia de un flujo de mujeres que se van a trabajar a la industria maquiladora de Coahuila y Nuevo León, pues como se dijo, algunos de estos municipios están entre los menos favorecidos económicamente.

Región reciente (sureste): la región reciente de la migración data de 1990 en adelante y es todavía más dispersa que la anterior en sus destinos. Su flujo se dirige principalmente hacia Texas, California, Idaho, Carolina del Norte, Illinois y Georgia.

En este caso, aunque existen los dos tipos de migrantes señalados, hay una tendencia fuerte de migración circular, la que con el tiempo habrá de transformarse en migración establecida. Otra característica suya es que las remesas familiares son relativamente bajas.

Región de transición (centro): la región centro, por sus características sobresalientes se configura como un espacio de transición entre la región histórica y la región intermedia, lo que indica que en ella se localizan la migración establecida, la migración circular y la migración de retorno. Su migración internacional y por supuesto también sus indicadores son sólo manifiestos en las poblaciones rurales, de ahí que sean bajos. Contrariamente, en estos municipios es donde se registra un mayor crecimiento poblacional, además de que ciudades como Fresnillo, Calera, Zacatecas y Guadalupe, debido a los servicios que se ofrecen y al dinamismo económico que experimentan, se han convertido en centros de atracción de la propia población de la entidad.

En 2010 se produjeron algunas variaciones regionales, pero los cambios que destacan en las tres primeras regiones es la fuerte disminución del migrante establecido en Estados Unidos y el aumento de la migración de retorno. No obstante, hay que subrayar que en la región histórica de la migración estas variaciones son más intensas, mientras que en la región de transición de la migración son más moderadas. Y es que en aquélla, los efectos de la migración son más intensos debido al peso que en la misma presenta el Índice de Intensidad Migratoria. Los municipios del Cuadro 4, con excepción de Francisco R. Murguía, Río Grande, Saín Alto y Villa González Ortega, corresponden a la región histórica de la migración, lo que confirma en ella la intensidad de los efectos.

 

Otras características generales y regionales

Ya antes se ha mencionado que Zacatecas ocupa el primer lugar por el grado de intensidad migratoria. Un aspecto que llama la atención es la existencia de viviendas que alcanzan más de 30 por ciento como receptoras de remesas en algunos municipios, como Susticacán y Francisco R. Munguía. Existen otros municipios que se ubican entre 25 y 30 por ciento de hogares receptores de remesas, tales como Huanusco, Moyahua, Juchipila, Apozol, Nochistlán, Apulco, Tepechitlán y Momax. Esto lleva a subrayar que, considerando al hogar receptor de remesas, al tiempo que ayudan a resolver sus necesidades en el origen, muestran respecto del destino una dependencia económica extrema; de ahí que aunque sus ingresos sean mayores que en el resto de los hogares, sean potencialmente más vulnerables en periodos de inestabilidad laboral en el destino, como está sucediendo actualmente.

Otra distinción regional asociada directamente al proceso del despoblamiento acumulado que experimentó Zacatecas hasta 2005, es un fenómeno típico que afectó de manera dramática a los grupos de edades que se veían mayormente impactados por la emigración internacional, como sucedió con los segmentos de la población comprendidos entre 20-24 y 25-29 años. En efecto, en 2005 en el grupo de edades de 25-29 años, el municipio de Apulco tenía solamente 49 varones por cada 100 mujeres, Susticacán 53, Concepción del Oro 56, Nochistlán y Valparaíso 59; es decir, en estas municipalidades existía un déficit de varones que ya indicaba que la reproducción de la población se había convertido en un problema para la sustentabilidad social y reproductiva, pues encontrar pareja entre las jóvenes de algunas localidades se convirtió en una seria dificultad.

En 2010, con todo y el retorno de migrantes, aún aparecían en una situación difícil en lo que corresponde al índice de masculinidad, los municipios de Apulco, Tabasco, Mezquital del Oro, Nochistlán y Valparaíso. Sin embargo, hay que destacar que el índice de masculinidad de estos grupos etarios ha venido mejorando, sin que aún pueda decirse que haya recuperado el equilibrio entre los sexos.

Una mirada de conjunto sobre las regiones de la migración, indica que prácticamente todo el estado de Zacatecas tiene como destinos tradicionales los estados de California, Illinois y Texas, y, un segundo grupo con menor peso, lo constituyen los estados de Colorado, Georgia, Arkansas y Oregón. Existe asimismo una gran dispersión poblacional que abarca por lo menos otras quince entidades estadounidenses, como Oklahoma, Idaho, Wisconsin, Iowa, Kansas, Florida, Carolina del Norte, Tennessee, Nuevo México, Nevada, Washington, Nebraska, Louisiana, Indiana y Alabama (Moctezuma, 2004). En el periodo 2000-2010, por alguna razón, Illinois dejó de estar en la preferencia de los destinos de los migrantes zacatecanos.

Ahora bien, retomando el concepto que se refiere al retorno individual y familiar de los migrantes y partiendo del concepto de circuito transnacional de migrantes (Rouse, 1991) los mismos destinos son ahora los lugares de donde procede la migración de retorno, y a su vez, son también el origen de los menores binacionales que arriban a Zacatecas acompañando a sus padres. Asimismo, estos destinos son el punto de partida de una migración que se produce entre ellos en territorio estadounidense. Por supuesto, todas las evidencias indican que este desplazamiento "interno" se ha elevado, y no puede ser de otra manera cuando la crisis de Estados Unidos obliga a echar mano de las redes sociales en cualquier lugar donde éstas aseguren mejores condiciones de trabajo a los migrantes.

 

Conclusiones principales

A diferencia del pasado inmediato, en que el retorno estaba constituido principalmente por migrantes jubilados, en la actualidad, los migrantes ya establecidos y en plena edad productiva son los que están alimentando el nuevo retorno a México. Por supuesto, ambas tendencias existen, pero destaca la última por su magnitud.

Cuando el migrante que reside en Estados Unidos tiene intenciones de establecerse en aquel país, busca llevarse a su familia o si es soltero termina formando la suya en el destino. Entonces, sobre el futuro de este nuevo retorno, la clave radica en preguntarse si el mismo se hace acompañar o no de la familia. Como el retorno actual es de tipo familiar, lo más probable es que la familia tienda a establecerse en México, de ahí que se deba reconocer que se trata de un flujo de población que pretende reinsertarse.

Como se deduce del caso zacatecano, cuando en la comunidad de origen los migrantes no cuentan con vivienda propia, arriban a los hogares de sus padres, suegros, hermanos o amigos; de esta manera, los hogares nucleares (una pareja con hijos o sin hijos) se transforman en hogares ampliados (una pareja con hijos o sin hijos y otros familiares) y en hogares compuestos (una pareja con hijos o sin hijos con otros miembros no familiares). Por esta vía se alteran la estructura y la dinámica familiar y esos hogares terminan convirtiéndose socialmente en una fuente potencial de conflictos.

Cuando sólo una parte de los miembros de los hogares de los migrantes se desplaza de Estados Unidos hacia México, el resultado es una dispersión familiar, pero ahora en sentido inverso; es decir, se invierte el sentido de los lazos familiares.

Como el retorno de migrantes a México es de tipo familiar, también incluye a menores. Pero no todos los menores son realmente retornados. Quienes nacieron en Estados Unidos, en rigor no lo son, pues migran por primera vez a México. Sin embargo, es probable que unos y otros hayan pasado por un proceso de socialización en aquel país y que no hablen español. En este caso, por tratarse (hasta 2010) de menores de 15 años, su inserción o reinserción demandará de un programa piloto de educación diferenciada en los niveles de Educación Básica (preescolar, primaria y secundaria), aspecto que hasta ahora no ha sido atendido con el cuidado que el caso requiere y cada día será más complejo resolver, pues quienes en 2010 tenían una edad de 14 años ahora tienen 17.

Finalmente, vale la pena señalar que el Índice de Intensidad Migratoria fue elaborado por vez primera para el año 2000. En ese entonces, la migración de retorno no incluía a los menores binacionales que actualmente arriban a México acompañando a sus padres. En el Censo General de Población y Vivienda de 2010, éstos fueron registrados como inmigrantes. En efecto, son parte del flujo migratorio, sólo que son su resultado. Pero en la medida en que forman parte de la migración, deben de ser considerados como una nueva variable para la construcción del Índice de Intensidad Migratoria. Asimismo, el diseño del III Conteo de Población de 2015 que ya se acerca, deberá considerar su registro, incorporando una nueva nomenclatura de captura. Y es que debe reconocerse que este instrumento se elaboró cuando el retorno de migrantes era menor en su magnitud y distinto en su significado, y cuando prácticamente no había menores binacionales ingresando al país.

 

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Notas

* A Don Gregorio Casillas, originario de Jalapa, Zacatecas, líder pionero y gran estratega en el surgimiento de las organizaciones de migrantes zacatecanas y mexicanas en la década de 1960 en Los Ángeles, California.

1 Es necesario tomar distancia de la opinión que últimamente se esgrime en el sentido de que entramos a una nueva era de la migración México-Estados Unidos, la cual se ha reducido y tiende a ser negativa como resultado de una mejoría de la economía mexicana y por el fuerte impacto que ha tenido en la población de jóvenes el acceso a la educación (René Zenteno, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, durante la conmemoración del Día Mundial de Población. Ver: Margarita Vega, "Cae migración a EU, dice SEGOB", Reforma, 12 de julio de 2011).

2 El presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró, como "una de las mejores noticias" que la migración ha llegado a nivel cero; dijo además que: "De hecho muchas personas mexicanas están considerando regresar a México. De hecho hay un cambio en cuanto a las oportunidades que hoy existen en su país natal", Reunión con la Cámara Americana de Comercio, Jorge Ramos, Enviado Especial, El Universal, Washington, EUA, Martes 24 de Abril de 2012.

3 Virgilio Partida Bush explica que la diferencia de los 4 millones se debe a que los supuestos previstos en 2006 no se cumplieron: con excepción de la mortalidad, se previó que la fecundidad se reduciría, pero se mantuvo constante en 2.24 hijos por mujer; se previó que emigrarían de México 3.13 millones y sólo emigraron 1.99 millones. Asimismo se calculó que ingresarían al país 331 inmigrantes y aumentaron a 1.194 millones (http://www.somede.org/documentos/boletin/Boletinsomedenúm.1.pdf).

4 En este caso se superponen los grupos etarios de 2010 con el grupo etario anterior de 2005, por ejemplo, el grupo de 05-09 correspondiente a 2010 respecto del grupo 00-04 de 2005 y así sucesivamente. Se trata de un procedimiento metodológico que mide la misma población cinco años atrás, identificando sus variaciones en donde el supuesto es que ya no hubo crecimiento por nuevos nacimientos.

5 http://www.indexmundi.com/es/mexico/estados.html

6 Estimaciones de CONAPO con base en el Bureau of Census, Current Population Survey (cps), marzo de 1994-2007:70. Partida Bush, (2006:17) "Durante la primera mitad del decenio actual, 577 mil mexicanos dejaron anualmente nuestro país (333 mil hombres y 244 mil mujeres) para establecerse en Estados Unidos; pero 41 mil (28 y 14 mil, respectivamente) de antiguos emigrados retornaron a México. La sustracción de ambas cifras resulta en la pérdida neta mencionada en el párrafo anterior (535 mil).

7 Proyecciones de la Población 2000-2050. CONAPO.

 

Información sobre el autor:

Miguel Moctezuma Longoria. Licenciado en Economía y Maestro en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Zacatecas. Doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de la Frontera Norte. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Especialista en organizaciones de migrantes, remesas familiares y colectivas, prácticas transnacionales y culturas de la migración internacional. Profesor e investigador en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Entre sus publicaciones más importantes figuran: Moctezuma Longoria, Miguel y Pérez Veyna, Óscar, 2007, La juventud en Zacatecas en un contexto de alta migración y bajas oportunidades, Instituto Mexicano de la Juventud, México; Moctezuma Longoria, Miguel, 2011, La transnacionalidad de los sujetos: dimensiones, metodologías y prácticas convergentes de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, Miguel Ángel Porrúa, México; 2008, "Transnacionalismo y transnacionalidad de la migración internacional, en Papeles de Población, Nueva Época, año 14, núm. 57, Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población, UAEM, julio-septiembre, México. Dirección electrónica: mmoctezuma@estudiosdeldesarrollo.net

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