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Revista mexicana de investigación educativa

Print version ISSN 1405-6666

RMIE vol.29 n.100 Ciudad de México Jan./Mar. 2024  Epub Apr 22, 2024

 

Aporte de discusión

Visibilidad o muerte. El reto actual de las revistas científicas latinoamericanas*

Visibility or Death. The Current Challenge of Latin American Scientific Journals

Emma Elizabeth Paniagua Roldán** 

**Técnica académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. Editora de la Revista Iberoamericana de Educación Superior, Ciudad de México, México, email: eepaniaguar@gmail.com


En este trabajo abordaré, brevemente, la situación de las revistas científicas latinoamericanas y su arduo camino para ingresar a los índices; como nunca, las y los editores1 de revistas científicas nos insertamos en un vertiginoso camino para conseguir estar en los mejores índices internacionales…, vamos en pos de la visibilidad en esta era de ciencia abierta, datos abiertos, “conocimiento abierto”. Finalmente, resumiré el camino que ha seguido la Revista Iberoamericana de Educación Superior para lograr ingresar a la “corriente principal” (mainstream).

Una nueva visión del mundo, una nueva forma de comunicación del conocimiento se ha venido instalando con fuerza en las ciencias, las humanidades y el arte, con la fuerte inclusión del universo cibernético.

En esta nueva realidad, en esta era de ciencia abierta, las revistas se han convertido en la vía privilegiada para la circulación del conocimiento, en una unidad de medida para el prestigio y reconocimiento académicos.

El principal objetivo de las revistas científicas o académicas es la difusión de la investigación; permiten abrir nuevas líneas de investigación, son vías de expresión del desarrollo de la comunidad científica, posibilitan la formación de científicos jóvenes y dan a conocer la producción científica en el país y en el extranjero (Cetto, 1995).

Desde que en 1959 se creó el Instituto de Información Científica (ISI) y poco después el Science Citation Index (SCI), con el índice de citación y el factor de impacto se inició una nueva manera de evaluar, calificar (“rankear”…) a las revistas (Barsky, 2014). Pero es hasta las últimas dos décadas, con las publicaciones digitales, que las revistas científicas se convierten en uno de los elementos más importantes, de mayor peso en la evaluación de un investigador, de una universidad, de una institución de educación superior (Velterop, 2017). Es decir, hoy representan un “factor de impacto” en la medición de los rankings universitarios. En sus orígenes, el SCI pertenecía a una institución científica (hoy Web of Science es propiedad de Clarivate); en 1995 surge Scopus (Elsevier), supongo que antes los criterios de evaluación medían el impacto científico, pero hoy estas mediciones son manejadas por empresas cuya visión es más de ganancia económica que de comunicación científica.

En mi experiencia, con 35 años de editar revistas científicas -tres, la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, Perfiles Educativos y Revista Iberoamericana de Educación Superior (RIES)- el principal reto actual de las revistas científicas o académicas es su difusión, su visibilidad, pues hoy solamente están en la “corriente principal” aquellas consideradas de calidad superior, las que están incluidas en índices y bases de datos nacionales e internacionales (Sistema de Clasificación de Revistas Mexicanas de Ciencia y Tecnología-Conacyt, Redalyc, SciELo-México, Latindex, entre las nacionales; WoS, Scopus, SCIndex, REDIC, DOAJ, entre otras internacionales).

Pero para pertenecer a la “corriente principal”, las revistas son evaluadas por los índices, y su calidad se está midiendo principalmente con indicadores bibliométricos; a pesar de la Declaración de San Francisco y de muchos detractores de su uso, no se ha encontrado una mejor manera; aparecen nuevas propuestas de medición: Eigenfactor, índice de Osk, Google Scholars, pero nada nos lleva a una mejor forma de calificar a las revistas iberoamericanas.

A los investigadores les exigen que publiquen sus artículos en revistas que estén “rankeadas” en una buena posición, pero sabemos que cuando hablan de “buena posición”, se refieren a que estén en WoS y Scopus.

En los últimos años, con mucho esfuerzo, las revistas latinoamericanas inician su ingreso a índices como el de Scopus o Web of Science, sin embargo, su posición, en general, está en los cuartiles 3 y 4. Estas bases de datos se inclinan mucho más a las revistas de ciencias “duras”; entre el 70 y el 85% de los artículos publicados en revistas indizadas en WoS se inscriben en las áreas de ciencias químicas, biológicas, matemáticas, físicas y médicas; mientras que solo entre el 5 y el 18% de los artículos en WoS pertenecen a las ciencias sociales o las humanidades (Stephan, Veugelers y Wang, 2017).2

Ocupamos un pequeño porcentaje del total en estos índices, la posición del 95% de nuestras revistas se mantiene en los cuartiles 3 y 4 y solamente raras excepciones logran ascender al 1 o 2, pues no es muy frecuente que los autores europeos o de América del Norte citen artículos latinoamericanos.

Hay una inadecuada, sesgada, evaluación de la producción científica de países periféricos que deja de lado el impacto social de la circulación del conocimiento; hay un sesgo en la evaluación de las revistas académicas latinoamericanas, publicadas en español y portugués, principalmente.

Beigel (2018), a partir de la misma crítica a la inadecuada, sesgada evaluación de la producción científica de los países periféricos (subdesarrollados, del tercer mundo, en desarrollo), que en general deja de lado el impacto social de la circulación del conocimiento, propone construir un índice institucional de circulación de la producción científica: “abrir una discusión para crear un instrumento capaz de conocer las modalidades de circulación de la producción del conocimiento en la periferia […el índice] pretende conocer las diferentes culturas científicas y estilos de circulación, y comprender las diferentes combinaciones de interacciones locales, nacionales, regionales e internacionales”.

Un punto muy importante en esta evaluación sesgada es la lengua de publicación. Cierto, el inglés es la lingua franca de la ciencia, justo por eso las revistas de nuestra región entraron hasta este siglo a los grandes índices, pues antes únicamente ingresaban las editadas en inglés. Publicar únicamente en lengua inglesa, desafortunadamente, nos haría perder a la mayoría de nuestros lectores, justo para quienes nos dirigimos. Creo que debemos defender con fuerza la publicación en español.

Pero a pesar de todo, y como así lo exige la lógica internacional, muchas revistas mexicanas hemos ingresado al círculo dorado, al circuito mainstream o de “corriente principal”, los editores de revistas científicas sabemos que es necesario entrar en esta frenética carrera de los rankings; como nunca, nos insertamos en un vertiginoso camino para conseguir estar en los mejores índices internacionales…, vamos en pos de la visibilidad.

En este “prestigioso” mundo de revistas incluidas en WoS y Scopus somos el “patito feo” (poco citadas, poco consultadas, mal “rankeadas”). ¿Es que la calidad de nuestras revistas es inferior? ¿Nuestros contenidos no son pertinentes, replicables, novedosos? Considero que no es así.

En mi opinión, deberíamos encontrar una nueva manera para medir la calidad de nuestras revistas. Como revistas científicas, nos debería interesar cómo circula en realidad el conocimiento científico, cuáles son las formas de crear, recrear y socializar estos conocimientos; nuestro interés debería centrase en difundir y discutir las investigaciones vinculadas con nuestra realidad social.

Como en el cuento, de patitos feos nos podríamos convertir en cisnes, pero necesitaríamos medirnos con la misma regla. Mientras queramos medirnos (no competir) con las revistas del norte global, seguiremos estando “mal parados”. Lo importante aquí es medir con parámetros similares, y medir nuestras revistas en español o portugués debe ser tan importante como medirlas en inglés.

En pocas palabras, no podemos ni debemos evadir compararnos (porque eso es evaluar) con las revistas “del norte global” (europeas y norteamericanas), pero debemos dar un peso similar a las mediciones regionales, de nuestro país y de Latino (y tal vez Ibero) América. Para comparar la calidad de nuestras revistas y difundir y discutir las investigaciones vinculadas con la realidad social latinoamericana, urge valorar y fortalecer los índices regionales; tenemos varios índices y bases de datos que son excelentes ejemplos del trabajo que se hace desde acá, sobresalen Latindex, SCieLO (toda la red SCieLO, integrada por varios países), SCieLO Citation Index y el Sistema de Información Científica Redalyc.

Sabemos que hoy las revistas científicas son un parámetro del prestigio y reconocimiento académico; publicar en ellas (“publicar o morir”, dicen los investigadores) es factor clave para evaluar el trabajo de un investigador. Pero también sabemos que las revistas latinoamericanas enfrentan una competencia desigual con las europeas y norteamericanas en pos de los rankings internacionales, tan de moda hoy.

Conviene anotar que Latinoamérica es la región del mundo que más participa en las revistas de acceso abierto, con un punto muy importante: las nuestras son de acceso abierto, libre y gratuito, mientras que un gran porcentaje de las europeas y norteamericanas únicamente son de acceso abierto; por el lado de los autores, por ejemplo, Nature cobra ahora más de mil dólares a un autor por publicar su artículo; por el de los lectores, los investigadores, si no tienes una suscripción con Elsevier, Clarivate o Emerald, no puedes consultar un artículo.

Otro reto actual importante es el índice de similitud (las revistas de la Universidad Nacional Autónoma de México usamos iThenticate como apoyo para detectarlo); este problema se ha incrementado actualmente con la incursión de los programas de inteligencia artificial (IA), en realidad aún no sabemos cómo enfrentar este reto. Los programas de IA más inclinados a la academia, como Perplexity, Connected Papers o Rabitt son también útiles para comprobar que no hay exceso de similitudes, siempre que se hagan los prompt (redacción de la pregunta) adecuados.

El camino hacia la mainstream de la RIES

En 2010 iniciamos la publicación de la RIES, la revista que edito; con orgullo puedo decir que considero que es la primera que, al cumplir cinco años de publicación, ya estaba integrada en los principales índices (en orden de inclusión: Latindex (catálogo y lista), CLASE, Redalyc, Sistema de Clasificación de Revistas Mexicanas de Ciencia y Tecnología-Conacyt, SCieLO México, SCieLO Citation Index (con un espacio restringido en WoS), DOAJ y finalmente Scopus. En los últimos años ingresamos a REDIB y HAPI.

Lograr que la RIES ingresara en tan breve tiempo a los principales índices fue el resultado de que, a lo largo de mi función de editora por muchos años, aprendí que para editar una revista académica de calidad -que publique artículos que puedan ser referencia para investigadores, académicos, estudiantes, autoridades educativas y tomadores de decisiones, para líderes en el campo científico de la especialidad- y lograr su ingreso a los índices y bases de datos internacionales para así incrementar su difusión y su visibilidad, es necesario atender, desde el principio, una serie de elementos:

  • Definir claramente la política de la revista: por qué surge, qué temas trata, a quiénes se dirige.

  • Integrar un consejo editorial y/o un comité editorial con investigadores nacionales e internacionales de reconocida trayectoria en la temática educativa; ellos nos apoyarán en la consecución de buenos artículos y nos proporcionarán información sobre investigadores que pueden fungir como autores y evaluadores.

  • Contar con un director que, de preferencia, sea líder en el campo de conocimiento que atiende la revista, pues ello facilitará la relación con autores, evaluadores y lectores, y con un editor en jefe especializado, de reconocida experiencia, pues será quien desarrolle y coordine todos los aspectos involucrados en la edición, producción y publicación de la revista.

  • Contar con una amplia cartera de dictaminadores internacionales.

  • Cuidar que la revista cuente con todas las características técnicas de las normas internacionales, incluyendo las modificaciones necesarias para adaptar la revista a los continuos avances de la era digital (véase Latindex, 2023).

  • Buscar los mecanismos idóneos para la mejor difusión de la revista, es decir, el ingreso a índices y bases de datos nacionales e inter­nacionales.

De la idea a la realidad

Cuando se define adecuadamente la finalidad de una revista científica, se conocen los parámetros que determinan su calidad y se incluyen todos y se logra su difusión internacional al publicar artículos arbitrados por pares es posible crear una revista de calidad superior, avalada como tal por los índices nacionales e internacionales.

Referencias

Barsky, Osvaldo (2014). La evaluación de la calidad académica en debate, col. UAI Investigación, Buenos Aires: UAI-Teseo. [ Links ]

Beigel, Fernanda (2018). “Las relaciones de poder en la ciencia mundial. Un anti-ranking para conocer la ciencia producida en la periferia”, Nueva Sociedad, núm. 274, marzo-abril. [ Links ]

Cetto, Ana María (1995). “Presentación”, en Ana María Cetto y Kai-Inge Hillerud (comps.), Publicaciones científicas en América Latina, Ciudad de México: ICSU/Unesco/UNAM/AIC/FCE. [ Links ]

Latindex (2023). Metodología del Catálogo 2.0 de Latindex , versión 6. Disponible en: https://www.latindex.org/latindex/postulacion/postulacionCatalogoLinks ]

Paniagua, Emma (2020). “La sesgada evaluación de las revistas científicas latinoamericanas ”, ponencia presentada en el Congreso Latinoamericano de Editores e Investigadores de Revistas Científicas, Ecuador, 4-5 de diciembre. [ Links ]

Stephan, Paula; Veugelers, Reinhilde y Wang, Jian (2017). “Reviewers are blinkered by bibliometrics”, Nature, vol. 544, núm. 7651, pp. 411-412. https://doi.org/10.1038/544411a [ Links ]

Velterop, Jan (2017). “La apertura es la única cualidad de un artículo académico que puede ser medido objetivamente”, SciELO en Perspectiva, 2 de mayo. Disponible en: http://blog.scielo.org/es/2017/05/02/la-apertura-es-la-unica-cualidad-de-un-articulo-academico-que-puede-ser-medido-objetivamente/Links ]

*Ponencia presentada en el Simposio Las revistas científicas de educación en México: retos y perspectivas, XVII Congreso Nacional de Investigación Educativa, Villahermosa, México, diciembre 2023. Parte del contenido de este documento lo presenté en el Congreso Latinoamericano de Editores e Investigadores de Revistas Científicas, Ecuador (Paniagua, 2020).

1En adelante, en este trabajo se empleará el masculino con el único objetivo de hacer más fluida la lectura, sin menoscabo de género.

2Por cierto, hace solo unos días la Universidad de la Sorbona, Francia, anunció que se dará de baja de la Web of Science: “La Universidad de la Sorbona lleva muchos años profundamente comprometida con la promoción y el desarrollo de la ciencia abierta. De acuerdo con su compromiso con la información de investigación abierta, ha decidido interrumpir su suscripción a la base de datos de publicaciones Web of Science y a las herramientas bibliométricas Clarivate en 2024. Al abandonar decididamente el uso de productos bibliométricos propietarios, abre el camino a herramientas abiertas, gratuitas y participativas […] Esta decisión está en consonancia con la política global de apertura de la Universidad, que ahora trabaja para consolidar una alternativa sostenible e internacional, en particular mediante el uso de OpenAlex” (https://www.sorbonne-universite.fr/en/news/sorbonne-university-unsubscribes-web-science, 10 de diciembre, 2023).

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