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Educación química

versión impresa ISSN 0187-893X

Educ. quím vol.33 no.4 Ciudad de México oct. 2022  Epub 13-Dic-2022

https://doi.org/10.22201/fq.18708404e.2022.4.0.81018 

Didáctica de la química

Adaptación de la Tabla Periódica al náhuatl: una propuesta para la enseñanza e inclusión

Adaptation of Periodic Table to nahuatl language: a proposal of teaching and inclusion

Angélica Flores López1 

Benito Sosa Martínez2 

José Miguel Méndez Alonso1 

Rafael Catarino Centeno1 

Erwin García Hernández1 

1 Tecnológico Nacional de México Campus Zacapoaxtla, Zacapoaxtla, Puebla México.

2 Casa de Cultura, Municipio de Hueyapan, Puebla México.


Resumen

La tabla periódica es una de las principales herramientas de la ciencia. Desde la educación secundaria hasta el nivel medio superior, los estudiantes llevan al menos un curso formal donde se recurre al aprendizaje de los elementos químicos y algunas de sus propiedades. Ésta, ha sido traducida a casi todos los idiomas del mundo, sin embargo, no a lenguas maternas. Evidentemente, es importante hacer un vínculo entre el esquema científico y el cultural, para favorecer las vocaciones científicas en estudiantes de pueblos originarios. En el presente trabajo, se muestra una adaptación de la tabla periódica a la lengua náhuatl, siguiendo tres criterios de traducción específicos para tal fin; I) la etimología del nombre directo; II) la etimología de las palabras de donde proviene el nombre del elemento; III) algunas características generales del elemento. Vale la pena mencionar, que ésta es la primera propuesta de adaptación a la lengua náhuatl de una herramienta ampliamente utilizada en la ciencia como lo es la tabla periódica, y puede ser una excelente propuesta para implementarla en la enseñanza de la química en escuelas bilingües de habla náhuatl.

Palabras clave: Tabla Periódica; Adaptación; náhuatl; Enseñanza de la ciencia; Inclusión

Abstract

Periodic table is an important tool in science. From elementary school to high school, students take a formal chemistry class, where the learning of chemical elements is necessary. Periodic Table has been translated into many languages, nevertheless, the native languages are not considered. Evidently, is important to link both schemes; cultural and scientific, that would be favored the scientific vocations in students of indigenous people. In this article, an adaptation of the Periodic Table to náhuatl language is shown following three translate criteria: I) the etymology of the name, directly; II) the etymology of the words from which the name of the element comes from III) some main characteristics of the element. It is worth to note, that of our knowledge this is the first proposal of adaptation of the periodic table to náhuatl language or any other native language in Mexico. This could be a good option to implement it in the chemistry teaching in bilingual schools.

Keywords: Periodic Table; Adaptation; náhuatl language; Sciences teaching; Inclusion

Introducción

La Tabla Periódica (TP) es uno de los íconos más poderosos de la ciencia moderna, ya que proporciona una forma de entender cómo es que reaccionan entre sí los elementos, además de explicar las propiedades de cada uno de ellos (Scerri, 2008). Esta herramienta es, sin duda, un sistema natural de clasificación, simple, pero al mismo tiempo elegante (Linares, 2005).

Desde la secundaria hasta el nivel medio superior, la TP constituye la base de la enseñanza de la química. En ella se visualiza información de los elementos existentes en la naturaleza, y también de los creados por el ser humano, lo cual suele hacer el aprendizaje de la química un poco más fácil.

Evidentemente, se espera que en estos niveles escolares se brinde una educación con orientación científica de calidad, donde se asegure que todos los estudiantes obtengan herramientas de aprendizaje significativas. Sin embargo, la enseñanza de las ciencias (en especial la química) en el aula, regularmente se hace mediante un esquema tradicional, vertical y unidireccional, aislando a los interesados (alumnos y docentes) en dinámicas educativas diferentes (Ordaz-González, 2018), y provocando que los alumnos pierdan el interés por incursionar profesionalmente en el área de las ciencias.

De acuerdo con los especialistas en educación, es imprescindible vincular la formación científica con la cultural desde los primeros años de escolarización, ya que ambas juegan un papel estratégico en el desarrollo de la comunidad en general (Macedo, 2016).

Informes del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) aseguran que los países latinoamericanos se encuentran entre los países que reportan el desempeño más bajo de sus estudiantes (Macedo, 2016).

Evidentemente, la educación científica en los países de América Latina y en especial en México, sigue siendo un reto para los docentes de los niveles básicos, en zonas urbanas, rurales e indígenas.

Es bien sabido que la calidad de la educación en zonas indígenas, es aún más baja respecto a las urbes del país (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, 2018), y que, en la mayoría de las escuelas indígenas, la enseñanza se da en gran medida en español, desplazando poco a poco a las lenguas maternas. Además, la cobertura de educación indígena tiene marcadas desventajas respecto a la cobertura total del país (Cruz, 2004).

Según datos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, hasta 2015 había un índice de asistencia escolar indígena nacional de 94.4%, lo que contrasta con el nivel de educación, el cual enmarca que sólo el 21.7% llega hasta un nivel medio o superior. Tan solo en la Sierra Nororiental del Estado de Puebla, menos del 21% de la población indígena cuenta con estudios de nivel medio superior o superior (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, 2015). Si consideramos cuánto, de ese porcentaje, estudia alguna carrera profesional orientada al área de ciencias, encontraremos que, ese número debe estar muy por debajo de lo esperado.

Dentro de esta estadística, se habla del total de hablantes de alguna lengua materna. En el caso del Estado de Puebla el cual está compuesto por 217 municipios y que puede regionalizarse de acuerdo a diversos autores (Barbosa-Cano, 2011; Masferrer, 2003; Ramos-Mancilla, 2015) se da la denotación de varios pueblos indígenas, como los Nahuas, Totonacas, Otomíes entre otros. Hasta el año 2010 existían 436,586 personas hablantes de la lengua náhuatl, lo que corresponde al 28 % del total de habitantes que hablan náhuatl en todo el país (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2010). En este sentido, es importante resaltar que tan solo en Puebla hay un porcentaje importante de población que habla náhuatl, el cual una buena parte se localiza en la Sierra Nororiental del Estado, pero que, ¿al menos cuenta con estudios de nivel medio superior?

Al contrastar los niveles de educación indígena (preescolar, primaria, secundaria y bachillerato) y su porcentaje respectivo en la Sierra Nororiental del Estado de Puebla, específicamente en el municipio de Hueyapan Puebla, se identifica que existen alrededor de 17 escuelas, de las cuales ninguna es de educación secundaria1 primer nivel que ofrece la asignatura de ciencias, en la que en el primer año se da énfasis en biología, el segundo en física y el tercero en química.

Es a partir de este marco que cabe plantear la pregunta: ¿La enseñanza de las ciencias en su lengua materna podría tener más impacto en los alumnos?

De aquí que, como punto de partida para llegar a responder dicha cuestión, en este trabajo se presenta una adaptación de la tabla periódica a la variante del náhuatl que corresponde al Municipio de Hueyapan, Puebla, para proponerla como una posible herramienta en el aprendizaje de la química.

Materiales y Métodos

La adaptación de la tabla periódica al náhuatl se realizó solamente con los nombres de los elementos y algunas propiedades periódicas de los mismos (los símbolos permanecen invariantes). La lengua materna náhuatl utilizada en la presente adaptación, corresponde a la variante de la región de Hueyapan, Puebla, aspecto que es importante destacar, puesto que existen diferencias en la gramática y dicción del náhuatl dependiendo de la región hablante.

Como primer punto, se realizó una investigación sobre la etimología de los nombres de los elementos de la TP. Para esto, se utilizó la página web de la Real Sociedad de Química de Inglaterra (Royal Society of Chemistry, 2019). Es evidente que, al realizar esta tarea, se encontró que no todos los nombres tienen una etimología fácil de traducir, por lo tanto, como segundo punto se procedió a traducir los nombres de los elementos tomando en cuenta tres criterios: I) la etimología del nombre del elemento para el caso de aquellos que provienen de lenguas antiguas, como griego, latín, entre otras; II) la etimología del nombre del elemento cuando este deriva de ciudades u otras notaciones; y III) la etimología del nombre del elemento a partir de sus características generales, tales como propiedades químicas o físicas, en el caso de elementos cuya asignación deriva de nombres de científicos o laboratorios nacionales. Dada la extensión de algunas de las traducciones y por practicidad, estas se redujeron para generar una adaptación del nombre mucho más simple (para más detalle ver la Tabla S1 del Material Suplementario). En el caso de las traducciones directas se siguió el mismo criterio de reducción cuando fue necesario. Esto, debido a que el náhuatl es una lengua aglutinante y está constituido por diversos morfemas que cumplen funciones distintas, además de que necesita unir varias raíces de diferentes palabras para formar una nueva frase (Vicente, 2010), asimismo permite agregar toda clase de afijos a una palabra para formar una nueva o modificar su significado original (Sullivan, 1998). Algunas características del náhuatl es que es "lengua polisintética con una estructura verbal compleja, que permite la incorporación de sustantivos, verbos, adjetivos y adverbio" (Peralta-Ramírez, 2005).

Resultados

Para el criterio I tomado en cuenta, se ejemplifica el caso del elemento Helio, que deriva del griego "Helios" que significa sol, debido a que fue en la corona del sol donde se detectó por primera vez (Emsley, 2011) Para este caso, se llevó a cabo la traducción directa de la palabra sol al náhuatl, denotada como Tonaltsin (Figura 1).

Figura 1 Traducción al Náhuatl de Helio y algunas de sus propiedades. Imagen propia. 

En algunos casos, el significado de los nombres corresponde a una sola palabra, por lo tanto, la notación en náhuatl fue la traducción directa. En las situaciones contrarias se hizo una adaptación, por lo regular mediante una contracción de las palabras traducidas.

En la Tabla 1, se muestran los nombres de los elementos que se adaptaron con este primer criterio.

Tabla 1 Elementos que se adaptaron mediante el criterio I. 

Símbolo Nombre Adaptación al Náhuatl
H Hidrógeno Ten achiwa
He Helio Tonaltsin
Li Litio Weyitet.
Be Berilio Tsopek
B Boro Tapetanil
C Carbono Til
N Nitrógeno Ajkuikchiwal
O Oxígeno xokokchiujke
F Flúor Tamoyawal
Ne Neón Yankuik
Na Sodio Istatamoyawal
Al Aluminio Istachichik
Si Silicio Tepisilchiujke
P Fósforo Tanexchiujke
S Azufre Akosasaxoxok
Cl Cloro Axoxojat
Ar Argón Amotachiwal
K Potasio Kuojnextakil
Ca Calcio Tenex
Ti Titanio Taltikpaejkonej
Cr Cromo Tapal
Mn Manganeso Tatilantil
Fe Hierro Xokijyaltepos
Co Cobalto Tsapalot
Ni Níquel Namokualxokijchichin
Cu Cobre Ixachichilxokijyaltepos
Zn Zinc Tet
As Arsénico Ixakoschiujtok
Se Selenio Meetsin
Br Bromo Tsojyaltik
Kr Kriptón Ixpoliujtok
Rb Rubidio Tataujchichil
Zr Circonio Kawaktik
Tc Tecnecio Tachiujchiuj
Rh Rodio Xochipaltik
In Indio Nexkuichtik
Sb Antimonio Keman isel
Te Telurio Taltikpak
I Iodo Kuawexolpaktik
Xe Xenón Teytaixmatil
Cs Cesio Ixanextik
Ba Bario Etik
La Lantano Choltijtok
Pr Praseodimio Xoxoktay
Nd Neodimio Yankuiktay
Dy Disprosio Owijpialis
W Tungsteno Etiktet
Os Osmio Ajwiyak
Ir Iridio Kosemalot
Tl Talio Xiujmaxoxok
Bi Bismuto Istaktix
At Astato Amotayektalil
Rn Radón Tatikuintapetanilis
Ra Radio Tsiktsintapetanil
Ac Actinio Setapetanil
Pa Protactinio Achtopatatikuin

Para el criterio II, se ejemplifica el elemento Iterbio. El nombre deriva de una villa sueca denotada como Ytterby que puede ser traducida como "Villa exterior". Para la traducción se usó la denotación villa, traducida como kalan altepetexiki. Se puede notar que, en este caso, el nombre está compuesto por dos palabras, lo que posiblemente dificultaría su aprendizaje. Así, la adaptación final del Iterbio se propuso como Konealtepetexiki.

En la Tabla 2, se pueden observar los elementos que siguieron este criterio para su adaptación.

Tabla 2 Elementos que se adaptaron mediante el criterio II. 

Símbolo Nombre Adaptación al Náhuatl
Mg Magnesio Tatilantet
Sr Estroncio Tayekapampixkej
Y Ytrio Altepet
Nb Niobio Ichpochikaktik
Pd Paladio Taixmatkateosin
Ag Plata Kawaktepos
Cd Cadmio Tajkotanextil
Ce Cerio Mayantakual
Pm Prometio Achtoijtolis
Eu Europio Ixtolowejweyi
Tb Terbio Altepetexiki
Er Erbio Altepekalampaxiki
Tm Tulio Newejka
Yb Iterbio Konealtepetexiki
Lu Lutecio Kimichin
Hf Hafnio Kokolokuil
Ta Tantalio Taxikojke
Re Renio Atsinextil
Pl Platino Tepostsinkawak
Au Oro Kosteposkawak
Hg Mercurio Atepostsinkawak
Po Polonio Talpantal
Fr Francio Nexeloaltepet
Th Torio Tatikuin
U Uranio Ilwiyak
Np Neptunio Analateotsin
Pu Plutonio Tatsinteotsintaltikpak
Am Americio Taltikpaknextil
Cf Californio Weykaltepet
Nh Nihonio Tonalnesi
Mc Moscovio Sokitalat
Ts Teneso Takepian at

Finalmente, en la Tabla 3 están aquellos elementos de los que no fue posible saber su etimología, por lo que se optó por aplicar sus características principales, con base en sus propiedades físicas, químicas, su apariencia o uso. Como ejemplo, se presenta el elemento, Oganesón. Su nombre es en honor al físico Yuri Oganessian. Notoriamente, se visualiza la complejidad de encontrar la etimología de Oganessian, por lo que, en este caso, se recurrió a identificar sus características principales. Las sugeridas para la traducción fueron; metal radioactivo, el más pesado. Al náhuatl, la traducción para estas características se denota como Tepos Tatilantsakuil, ton tel etik. Como ya se mencionó, un nombre compuesto por varias palabras es un tanto complejo en términos de su aprendizaje, por lo que la adaptación para el Ogenosón fue definida como Tepostatilanetik.

Tabla 3 Elementos que se adaptaron mediante el criterio III. 

Símbolo Nombre Adaptación al Náhuatl
Sc Escandio Tekaejetatilkepalat
V Vanadio Chitekawejwel
Ga Galio Poxakteposistachichik
Ge Germanio Pochiktepostektik
Mo Molibdeno Etikistaktepos
Ru Rutenio Wakakmiliktepos
Sn Estaño Teposmajtatieyiteujti
Sm Samario Tepostalistakawak
Gd Gadolinio Ejekapoxateposkawak
Ho Holmio Cholwakmiliktepos
Pb Plomo Tsonektiktepos
Cm Curio Tatpaknilkokolis
Bk Berkelio Tatpaknilteposkawak
Es Einstenio Tepostatpaknil
Fm Fermio Tatpakniltepitsinyoltok
Md Mendelevio Tepostawitspaknil
No Nobelio Tapetankokoltepos
Lr Lawrencio Wejkalatepetnesentalil
Rf Rutherfordio Altepewejkatiltepos
Db Dybnio Ajkuikaltepetwejkatepos
Sg Seaborgio Xokokaltepetwejkatepos
Bh Bohrio Istakteposwejkailwiyak
Hs Hassio Xonelolteposilwikak
Mt Meitnerio Istakxokinexeloilwikatix
Ds Darmstadio Etikteposnamowejka
Rg Roentgenio Amochichinistaktixtepos
Cn Copernicio Ijyokualteposchichintet
Fl Flerovio Tachiujkatilantepos
Lv Livermorio Tenexatepostoponil
Og Oganesón Tepostatilanetik

En la Figura 2, se puede apreciar la propuesta de todos los nombres de los elementos, en la forma de una Tabla Periódica convencional.

Figura 2 Tabla Periódica traducida al náhuatl. Imagen propia. 

Discusión

La Tabla Periódica es una herramienta muy usada en el área de las ciencias químicas. Generar una propuesta de esta herramienta en diversos idiomas, ha sido una tarea que muchos investigadores han llevado a cabo. En el caso del presente trabajo, crear una adaptación de los nombres de la TP al náhuatl puede promover el interés y el gusto por la ciencia de alumnos hablantes de esta lengua y con ello posibilitar el incremento de las vocaciones científicas en estos estudiantes. En general, el traducir los nombres de los 118 elementos químicos reconocidos oficialmente hasta el momento, fue una tarea ardua, que implicó seleccionar diversos criterios de traducción, que, en cada caso, fueran los más adecuados y pertinentes. Como se mostró en los resultados, tres criterios se utilizaron para tal fin. El más directo, implicó tomar la traducción literal de la etimología del nombre del elemento, cuando este proviene del latín o del griego, por lo que traducirlos y buscar una adaptación del nombre no resultó demasiado complicado. Sin embargo, para el segundo y tercer criterio, hubo dificultades para buscar la manera idónea de traducción, específicamente, para los elementos descubiertos recientemente (114-118), ya que, al ser sintéticos y recientemente creados, se sabe muy poco de sus características y/o propiedades, lo que complica tomar dichas cualidades para llevar a cabo su traducción. Por otro lado, hubo muchos casos donde la traducción era en extremo larga, es decir, constaba de toda una frase, para esa situación, se procedió con la reducción para obtener una connotación final corta, tomando prefijos o subfijos de las palabras traducidas.

Conclusiones

En el presente trabajo, se llevó a cabo la adaptación de la Tabla Periódica al náhuatl, tomando tres criterios específicos para realizar la traducción inicial. En su mayoría, los nombres propuestos en su mayoría, son una contracción de la traducción en náhuatl. Evidentemente, la etimología investigada, así como los criterios de traducción obtenidos para los elementos, abren la posibilidad de que esta herramienta se pueda traducir a más lenguas maternas de México, generando un punto de inflexión en la inclusión de las lenguas maternas en la ciencia. Eventualmente, se espera que la tabla periódica aquí presentada, pueda ser implementada para analizar su practicidad en el aprendizaje de las ciencias y coadyuvar en el aumento de vocaciones científicas de estudiantes de lengua náhuatl

Agradecimientos

El presente trabajo fue financiado parcialmente por el TecNM, mediante el proyecto 11186.21-PD. Los autores agradecen al Lic. Eduardo Molina Ramiro, por el diseño de la tabla periódica mostrada en el artículo. AFL y EGH agradecen las facilidades prestadas por la Casa de Cultura del Municipio de Hueyapan, Puebla, para llevar a cabo la traducción.

Referencias

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1Información recabada de la Casa de Cultura del Municipio de Hueyapan, Puebla en diciembre de 2020.

Cómo citar: Flores López, A., Sosa Martínez, B., Méndez Alonso, J. M., Catarino Centeno, R. y García Hernández, E. (2022, octubre-diciembre). Adaptación de la Tabla Periódica al náhuatl: una propuesta para la enseñanza e inclusión. Educación Química, 33(4). http://dx.doi.org/10.22201/fq.18708404e.2022.4.0.81018.

Recibido: 19 de Octubre de 2021; Aprobado: 18 de Enero de 2022

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