Introducción
El tejocote (Crataegus spp.) es un árbol perene ampliamente distribuido en México, donde se han encontrado 15 de las 1200 especies reportadas en el mundo (Dönmez, 2004). Las especies C. pubescens y C. mexicana se cultivan comercialmente en Puebla, estado que prácticamente aporta el total de la producción nacional (López-Santiago et al., 2008; Núñez-Colín, 2009). Las especies C. pubescens, C. gracilior y C. mexicana son las más abundantes en el centro y norte del país, mientras que C. stipulosa se encuentra principalmente en la parte sur (Núñez-Colín, 2009). Históricamente, la producción anual nacional de tejocote, de manera desafortunada, no ha superado las 5000 t (Núñez-Colín, 2009).
El fruto se utiliza como alimento, especialmente en forma de mermelada y jalea, pero también se usa para extraer pectinas y como forraje, mientras que todos los tejidos de Crataegus spp. se emplean en la medicina tradicional (López-Santiago et al., 2008). Su uso en la medicina tradicional mexicana es considerablemente bajo por motivos desconocidos, en comparación con el uso amplio que se le da en diversos países asiáticos. Su uso como medicina tradicional representa una solución alternativa para el tratamiento de ciertas enfermedades de alta incidencia en México. En el tejocote se han identificado diversos tipos de compuestos que son capaces de prevenir diversas enfermedades; sin embargo, los compuestos fenólicos parecen ser los responsables de los efectos benéficos para la salud atribuidos al género Crataegus (Chang et al., 2001). Sólo algunos de estos efectos benéficos o protectores han sido plenamente demostrados. El objetivo de la presente revisión consistió en documentar los efectos benéficos en la salud que se atribuyen a los compuestos fenólicos identificados en el tejocote, analizando los posibles mecanismos de acción involucrados.
Compuestos fenólicos de Crataegus spp.
Los compuestos fenólicos son metabolitos secundarios esenciales para el crecimiento y reproducción de las plantas, son sintetizados como parte del mecanismo de defensa en condiciones de estrés y protegen a las plantas de enfermedades. Todos contienen en su estructura al menos un grupo fenol, mismo que a su vez puede tener más de un grupo hidroxilo (Vermerris y Nicholson, 2008). Estos compuestos bioactivos se clasifican en polifenoles y fenoles simples. Los fenoles simples más abundantes del género Crataegus generalmente son ácidos fenólicos, mientras que los flavonoides son los compuestos polifenólicos más importantes en el tejocote. Estos últimos se encuentran generalmente conjugados con azúcares y ácidos orgánicos. El contenido de flavonoides en los frutos de tejocote suele representar entre 27 y 84 % del contenido de compuestos fenólicos totales (Núñez-Colín et al., 2007). Dentro de los flavonoides, destacan en diferentes partes de la planta los flavonoles, flavonas y procianidinas (Chang et al., 2001; Cui et al., 2006).
Varios glicósidos de hiperósido (quercetina-3-O-galactósido) y quercetina han sido reportados como principales flavonoles en frutos y hojas de C. grayana (Liu et al., 2011), C. pinnatifida (Liu et al., 2010) y C. monogyna (Petereit y Nahrstedt, 2005), mientras que quercetina-3-O-glucósido y los ácidos cafeoilquínico y cumaroilquínico son los más abundantes en flores, según estudios con C. monogyna (Barros et al., 2012). La catequina y epicatequina han sido identificadas como flavonoles abundantes en frutos y hojas del género Crataegus (Chang et al., 2001; Edwards et al., 2012). Liu et al. (2011) identificaron algunos flavonoles C-glicosilados (metoxicaempferol-metilpentosilhexósido y metoxicaempferol-pentósido) en extractos metanólicos de frutos y hojas de C. grayana. Petereit y Nahrstedt (2005) identificaron quercetina-3-O-rutinósido, quercetina-3-O-ramnosilgalactósido y sexangularetina-3-O-glucósido en C. pentagyna, C. nigra y C. azarolus.
La mayoría de las flavonas encontradas en tejocote están C-glicosiladas y derivan principalmente de apigenina y luteolina, de las cuales, la vitexina (apigenina-8-C-glucósido) y vitexina-2”-O-ramnósido son las que se encuentran comúnmente en especies de Crataegus. Liu et al. (2011) encontraron vitexina e isovitexina como principales flavonas en frutos y hojas de C. grayana; sin embargo, isovitexina-2”-O-ramnósido solamente fue identificada en hojas de C. pentagyna (Prinz et al., 2007). Las procianidinas identificadas en frutos, hojas y flores del género Crataegus, principalmente son del tipo B, que pueden estar unidas a través de enlaces carbono-carbono 4→6 o 4→8 (Liu, 2012, Com. Pers.).
En frutos y hojas de especies como C. grayana se han encontrado procianidinas oligoméricas como B2 y B5 (dímeros) y procianidinas C1 (trímeros) (Liu et al., 2011). Adicionalmente, algunas agliconas y glicósidos de procianidinas oligoméricas con diferente grado de polimerización se han identificado en C. pinnatifida (Cui et al., 2006). Los ácidos fenólicos más comunes reportados en extractos etanólicos de Crateagus pinnatifida Bge. var. major N.E.Br., son el ácido clorogénico, protocatecuico y cafeico (Chang et al., 2001). El ácido clorogénico se identificó en frutos y hojas de C. grayana, así como su isómero reportado como ácido 5-O-cafeoilquínico (Liu et al., 2011). Svedström et al. (2006) demostraron la presencia de ácido cafeico en hojas de C. laevigata.Zhang et al. (2001) identificaron ácido protocatecuico en frutos de C. pinnatifida.
La composición cualitativa y cuantitativa de compuestos bioactivos en el tejocote depende de la especie, tejido y estado de madurez del fruto, entre otros factores, aunque existe poca información al respecto. Liu et al. (2011) demostraron que las hojas de C. grayana contienen cantidades elevadas de flavonas-C-glicosiladas entre 2 y 5 mg g-1 peso seco, mientras que los frutos sólo contienen trazas de esos compuestos. El ácido 5-O-cafeoilquínico sólo se ha identificado en frutos (Liu et al., 2011). Liu et al. (2003) observaron mayores niveles de vitexina-2-ramnósido, hiperósido, rutina y vitexina en hojas que en frutos de C. pinnatifida. Liu et al. (2011) demostraron que los frutos inmaduros de C. grayana contienen más compuestos fenólicos que los maduros, mientras que en hojas se observó que el contenido de compuestos fenólicos se incrementó durante el desarrollo. Es importante puntualizar que la caracterización del perfil completo de compuestos fenólicos en los diferentes tejidos del tejocote no ha sido determinada en términos cualitativos y cuantitativos; tampoco se conoce el impacto de diversos factores bióticos y abióticos en dicho perfil. En el Cuadro 1 se presentan algunos de los compuestos fenólicos reportados en diversas especies del género Crataegus.
Compuesto fenólico | Especie de Crataegus | Tejido | Referencia | ||
---|---|---|---|---|---|
Fruto | Flor | Hoja | |||
Epicatequina | C. grayana, C. pinnatifida, C. monogyna | 0.3 - 7.8 | 1.40 | 1.0 - 22 | Bernatonienė et al. (2008); Cui et al. (2006); Froehlicher et al. (2009); Liu et al. (2010)); Liu et al. (2011); Zhang et al. (2001) |
Rutina | C. pinnatifida, C. scabrifolia, C. monogyna | 0.03 - 0.4 | 0.10 | Bernatonienė et al. (2008); Froehlicher et al. (2009); Jianyong et al. (1994); Liu et al. (2003) | |
4´´´-O-ramnosilrutina | C. pinnatifida | ||||
Vitexina | C. pinnatifida | 0.03 | 0.2 - 59 | Liu et al. (2003) | |
Vitexina-2-ramnósido | C. pinnatifida, C. monogyna | 0.02 - 0.3 | 0.01 | 1.9 - 205 | Bernatonienė et al. (2008); Liu et al. (2003); Petereit y Nahrstedt, (2005); Prinz et al. (2007) |
Isovitexina-2´´-O-ramnósido | C. pentagyna | - | - | - | Prinz et al. (2007) |
2´´-O-acetilvitexina, 3´´-O-acetilvitexina, 6´´-O-acetilvitexina, 4´´´-O-glucosilvitexina, vitexina-4´´-O-glucósidos | C. pinnatifida | - | - | - | Prinz et al. (2007) |
8-C-β-D-(2´´-O-acetilo)-glucofuranosilapigenina, apigenina-C-hexósido | C. pinnatifida, C. grayana | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Luteolina-C-hexósido, metilluteolina-C-hexósido, luteolina-7-O-β-D-glucorónido | C. grayana | - | - | - | Prinz et al. (2007) |
(R)-eriodictiol-7-O-glucurónido | C. macrocarpa | - | - | - | Prinz et al. (2007) |
Procianidina B2 | C. grayana, C. pinnatifida, C. monogyna | 0.07 - 7.8 | 1 - 13.7 | Bernatonienė et al. (2008); Cui et al. (2006); Froehlicher et al. (2009) | |
Procianidina B5 | C. grayana | - | - | - | Cui et al. (2006) |
Procianidina C1 | C. grayana, C. pinnatifida | 0.68 - 4.0 | 1 - 8 | Cui et al. (2006) | |
Procianidina D1 | C. pinnatifida | - | - | - | Cui et al. (2006) |
Hiperósido | C. grayana, C. pinnatifida, C. brettschneideri | 0.06 - 2.9 | 5.7 | 2 - 11 | Bernatonienė et al. (2008); Cui et al. (2006); Froehlicher et al. (2009); Liu et al. (2010) |
Quercetina | C. grayana, C. pinnatifida, C. brettschneideri, C. monogyna | 0.01 - 0.5 | 2.0 - 6.0 | Bernatonienė et al. (2008); Froehlicher et al. (2009); Petereit y Nahrstedt, (2005) | |
Orientina, orientina-2´´-O-ramnósido | C. pentagyna | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Quercetina-3-O-rutinósido | C. pentagyna, C. nigra, C. azarolus | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Quercetina-3-O-ramnosilgalactósido | C. pentagyna, C. nigra, C. azarolus | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Isoquercitrina | C. pinnatifida | - | - | - | Cui et al. (2006); Liu et al. (2010) |
Sexangularetina-3-O-glucósido | C. pentagyna, C. nigra,C. azarolus | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Quercetina-3-O-galactósido | C. grayana, C. pinnatifida, C. monogyna | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Quercetina-(di-ramnosilo)-hexósido | C. pinnatifida | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Acetato de quercetina-hexósido | C. grayana | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Quercetina-ramnosilo-hexósido | C. pinnatifida | - | - | - | |
Metoxilkaempferol-pentósido | C. grayana | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Metoxilkaempferol-metilpentosilo-hexósido | C. grayana | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Ideaina | C. pinnatifida, C. brettschneideri | - | - | - | Liu et al. (2011) |
Ácido clorogénico | C. pinnatifida, C. brettschneideri, C. monogyna | 0.14 - 1.7 | 8.3 | 7.9 | Bernatonienė et al. (2008); Froehlicher et al. (2009); Liu et al. (2010); Liu et al. (2011) |
Ácido neoclorogénico | C. grayana | - | - | - | Yang y Liu, (2012) |
Ácido cafeico | C. monogyna | 0.03 | 0.4 | Liu et al. (2011) | |
Ácido protocatecuico | C. pinnatifida | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Ácido gálico | C. cuneate | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Ácido hidroxibenzoico | C. cuneate | - | - | - | Yang y Liu (2012) |
Efectos benéficos para la salud
Los compuestos fenólicos pueden ejercer su actividad biológica a través de diversos mecanismos de acción, que incluyen su interacción con algunas enzimas, factores de transcripción, receptores, membranas y a través de su capacidad para neutralizar radicales libres (como metabolitos antioxidantes) (Gonçalves y Romano, 2017). Los frutos, hojas, flores y raíces de Crataegus se utilizan en la medicina naturista de todo el mundo en forma de infusiones, tinturas, extractos y cápsulas. Los tés disponibles comercialmente suelen contener menos de 1 g de frutos secos y se recomienda consumirlos tres veces al día. Las tinturas se obtienen con etanol de 25 a 60 %, en una proporción de tejido a solución extractora que puede ser de 1:1 hasta 1:5, dependiendo de la concentración de etanol, y se recomienda consumir de 0.5 a 2 mL tres veces al día. Las cápsulas se encuentran disponibles en presentaciones de 250, 455 y 510 mg. También existen extractos alcohólicos semiestandarizados con base en su contenido de vitexina entre 100 y 250 mg y procianidinas oligoméricas entre 100 y 250 mg (Tracy, 2007).
El uso medicinal que se le da a esta planta varía con la región del mundo. En ciertas regiones de Europa se emplean las hojas, flores y frutos inmaduros (verdes) y maduros (rojos), o una combinación de éstos, por sus propiedades astringentes, antiespasmódicas, cardiotónicas, diuréticas, hipotensivas y anti-ateroscleróticas (Tadić et al., 2008). En México, el tejocote ha sido utilizado desde tiempos prehispánicos para consumo humano y en forma de infusiones para el tratamiento de enfermedades respiratorias e infecciones bacterianas (Camacho-Corona et al., 2015; Jimenez-Arellanes et al., 2003). En la actualidad, los efectos benéficos que más se les atribuyen a diversas especies de Crataegus incluyen el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, hipertensión, arteriosclerosis, angina de pecho, enfermedad de Buerger, taquicardia paroxística y soplo (Tracy, 2007). Muchos de los supuestos efectos benéficos de Crataegus no han sido demostrados científicamente; sin embargo, dichos efectos se han atribuido a la presencia de un alto contenido de compuestos fenólicos (Verma et al., 2007).
Efectos en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares
Los efectos cardioprotectores (prevención de enfermedades cardiovasculares) de Crataegus han sido muy estudiados. Según la clasificación funcional de insuficiencia cardíaca establecida por la New York Heart Association (NYHA), las infusiones de flores y de hojas ayudan en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca tipo 2, y a dosis altas, pueden ayudar en el tratamiento de la insuficiencia tipo 3 (Degenring et al., 2003), debido a sus propiedades cardiotónicas, antiarrítmicas, hipotensivas e hipolipidémicas (Refaat et al., 2010).
Los mecanismos de acción involucrados en estos efectos son diversos e incluyen, principalmente, la inhibición de algunas enzimas como la fosfodiesterasa (Gonçalves y Romano, 2017) y el incremento de la biosíntesis del monofosfato de adenosina cíclico (AMPc) en los cardiomiocitos (Tadić et al., 2008), la inhibición de la ATPasa de Na+/K+ en el tejido muscular del corazón (acción inotrópica), lo que incrementa la producción de óxido nítrico (NO) en el endotelio vascular (Kim et al., 2000), y la inhibición de enzimas que catalizan la formación de angiotensina, lo que favorece la vasodilatación y actividad cardioprotectora (Lacaille-Dubois et al., 2001), así como la reducción del contenido de colesterol en las lipoproteínas de baja densidad (LDL), debido a una regulación positiva de los receptores hepáticos (acción hipolipidémica) (Rajendran et al., 1996), entre otros.
Los efectos del fruto de Crataegus en el transporte y metabolismo de colesterol y lípidos se encuentran ampliamente documentados, en comparación con los asociados a otros padecimientos. Xu et al. (2009) demostraron que el consumo de frutos de tejocote (C. pinnatifida Bge) por ratones ateroscleróticos causó una reducción significativa en la proporción de colesterol en las LDL y colesterol sérico, así como en los niveles de triglicéridos circulantes. Kwok et al. (2013) observaron una reducción en los niveles de colesterol circulante, en la lesión ateroesclerótica, en la grasa hepática y estrés oxidativo en ratas suplementadas con polvo y extractos de frutos de C. pinnatifida. Estos autores atribuyeron tales efectos a la regulación positiva de la expresión hepática de ARNm para el colesterol 7-α-hidroxilasa, lo que mejora la biosíntesis de ácidos biliares. La disminución en los niveles de colesterol transportado por las LDL se ha atribuido a una reducción en la absorción de colesterol, mediada por la regulación negativa de la actividad enzimática de la acil CoA: colesterol aciltransferasa intestinal, al consumir polvo de frutos de C. pinnatifida (Zhang et al., 2002); sin embargo, dicha disminución también podría ser consecuencia de la reducción en la producción de LDL mediada por los extractos de C. monogyna (Kausar et al., 2011). El mecanismo involucrado aún no se entiende por completo.
El consumo de frutos de C. oxycantha causa un efecto inotrópico positivo; es decir, fortalece la contracción del músculo cardiaco al inhibir en el miocardio la NA+-K+ ATPasa (enzima integral de la membrana que mantiene el reposo cardíaco) y la fosfodiesterasa, que incrementa la síntesis de nucleótidos cíclicos intracelulares (Verma et al., 2007). La inhibición de estas enzimas favorece la acumulación de calcio en el músculo cardíaco y mayor fuerza contráctil (Rodriguez et al., 2008). Schwinger et al. (2000) demostraron que un extracto especial de Crataegus (WS® 1442) incrementó la fuerza de contracción y mejoró la generación de fuerza dependiente de la frecuencia, así como el aumento del tránsito de Ca+ en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva. Holubarsch et al. (2008) reportaron que un extracto comercial (WS® 1442) de hojas secas y flores de Crataegus redujo la incidencia de muerte cardíaca repentina en pacientes con insuficiencia ventricular izquierda. El efecto inotrópico de las hojas, flores y frutos de C. oxyacantha es potenciado por los efectos que tienen los flavonoides y procianidinas de esta planta en la dilatación de vasos sanguíneos periféricos y coronarios (Pöpping et al., 1995; Verma et al., 2007). La inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (hormona que causa vasoconstricción) por los flavonoides presentes en los extractos, puede también contribuir a la dilatación de los vasos sanguíneos (Gonçalves y Romano, 2017).
Los extractos de hojas, flores y frutos de Crataegus han demostrado tener actividad antiplaquetaria. Vibes et al. (1994) sugirieron que las procianidinas, catequina y epicatequina de extractos hidroalcohólicos de C. oxycantha inhibieron la biosíntesis de tromboxano A2. La activación de plaquetas en el organismo favorece la formación del trombo plaquetario, lo que desarrolla daños cerebrovasculares y síndromes coronarios agudos (Mehta, 2002). Dicha activación es dependiente del tromboxano A2, difosfato de adenosina, trombina y fosfodiesterasa (Li et al., 2015). Shatoor et al. (2012) demostraron en ratas que los extractos acuosos de C. aronia syn. azarolus redujeron la función plaquetaria y que dicho efecto dependió de la dosis. Li et al. (2015) demostraron que extractos etanólicos de hojas de C. pinnatifida (ricos en monoterpenos y flavonas) inhibieron la agregación plaquetaria y exhibieron una elevada actividad antitrombótica en plasma de ratas, efectos que presumiblemente fueron mediados por los niveles de difosfato de adenosina.
Los extractos de Crataegus ejercen un efecto reductor de la presión arterial. El endotelio, tejido interno de los vasos sanguíneos, participa en la regulación de la contracción del músculo liso, mediada por los niveles de NO y la hiperpolarización del endotelio (Wang et al., 2013). Chen et al. (1998) observaron que los extractos etanólicos de frutos secos de Crataegus causaron un efecto relajante en arterias mesentéricas de rata y atribuyeron dicho efecto a la acción del NO. Vierling et al. (2003) también encontraron que los extractos de Crataegus en etanol acuoso (ricos en procianidinas, flavonoides y vitexina) presentaron un efecto de relajación en aortas aisladas de cobayo (Cavia porcellus). Kim et al. (2000) atribuyeron este efecto a las procianidinas presentes en los extractos de C. oxycantha y C. monogyna a través de una relajación mediada por el NO dependiente del endotelio.
Los flavonoides presentes en extractos de Crataegus pudieron favorecer los niveles de NO que inducen la relajación vascular al aumentar la actividad de la enzima óxido nítrico sintasa endotelial (responsable de sintetizar NO en el endotelio), debido a sus propiedades pro-oxidantes, que protegen al óxido nítrico de la inactivación inducida por el radical superóxido y que evitan las cascadas de señalización de inflamación a través de la inhibición de la sobreexpresión de enzimas generadoras de NO (enzima óxido nítrico sintasa inducible, neuronal y mitocondrial) (Duarte et al., 2014). Aunque los efectos de los extractos de Crataegus en el sistema cardiovascular son los más estudiados, aún se requiere su demostración en humanos y aclarar los mecanismos involucrados.
Efectos hipoglucémicos e hipolipidémicos
Los extractos de tejocote podrían ser útiles en el tratamiento de diabetes, enfermedad crónico degenerativa que representa la segunda causa de muerte en México (Romero-Cerecero et al., 2009). Los mecanismos involucrados aún no se conocen con claridad; sin embargo, algunos estudios han demostrado que el extracto de hojas de C. pinnatifida es capaz de disminuir los niveles de glucosa y triglicéridos sanguíneos en ratas (Rattus) diabéticas, presumiblemente a consecuencia de la inhibición de la α-glucosidasa y la lipasa pancreática (Tao et al., 2010). Estos efectos también han sido reportados para extractos de flores y hojas de C. aronia, los cuales presentaron un efecto antihiperglucémico en ratas alimentadas con glucosa, y dicho efecto se atribuye a la inhibición de α-glucosidasa y α-amilasa (Al-Hallaq et al., 2013; Gonçalves y Romano, 2017). Otros autores han atribuido dicho efecto a la capacidad de los extractos de C. pinnatifida para acelerar el tránsito intestinal, lo que reduce la hipertrigliceridemia posprandial en pacientes diabéticos (Wang et al., 2011). El mismo efecto ha sido observado en ratas tratadas con néctar de Crataegus, el cual aumentó el grado de vaciado gástrico y motilidad intestinal postprandial, además de estimular la actividad de amilasa y lipasa intestinales, pero no la de pepsina gástrica y quimotripsina (Zou et al., 2015).
Por otro lado, también se ha reportado que los compuestos fenólicos tienen la capacidad de inhibir a la lipasa pancreática, lipoproteinlipasa y glicerolfosfato deshidrogenasa, lo que resulta en la disminución de la absorción de triglicéridos (Gonçalves y Romano, 2017). Shih et al. (2013) encontraron que los extractos metanólicos de frutos de C. pinnatifida fueron eficaces en el control de hiperglucemia, hipertrigliceridemia e hipercolesterolemia inducida en ratones por una dieta alta en grasas. La disminución de la glucosa en sangre pudo deberse a la disminución de la gluconeogénesis controlada por la fosfoenol piruvato carboxiquinasa y a la estimulación de la proteína kinasa activada por el monofosfato de adenosina; sin embargo, estos efectos también se han atribuido a los compuestos fenólicos del tejocote. Wang et al. (2011) demostraron que los extractos etanólicos de hojas de C. pinnatifida, así como los compuestos fenólicos mayoritarios (vitexina-4”-O-glucósido y vitexina-2”-O-ramnósido) controlaron la adipogénesis. Estos autores también encontraron que los extractos de hojas de C. pinnatifida promovieron un aumento en los niveles de adiponectina en los adipocitos, misma que se ha asociado con una disminución en el riesgo de padecer diabetes tipo 2 (Wang et al., 2011).
Actividad antimicrobiana
Los extractos de diversas especies de Crataegus inhiben el crecimiento de bacterias, hongos y levaduras. Esta actividad se ha atribuido a algunos de los compuestos fenólicos presentes en los extractos de frutos, hojas y flores de diversas especies de Crataegus, los cuales son capaces de propiciar la contracción celular, la pérdida de integridad (hiperpolarización y liberación de lipoproteínas) de la pared y membranas celulares de los microorganismos y la inhibición de la actividad de enzimas esenciales en el metabolismo de los microorganismos (Benli et al., 2008). Güven et al. (2006) demostraron que los extractos de acetato de etilo de frutos de C. tanacetifolia y C. pyrus inhibieron el crecimiento de hongos debido a la presencia de procianidinas, quercetina y apigenina en los extractos. Kostić et al. (2012) atribuyeron la actividad antimicrobiana de extractos etanólicos de frutos de C. oxyacantha a los altos niveles de compuestos fenólicos, flavonoides y antocianinas presentes en los extractos.
Salmanian et al. (2014) también demostraron que la inhibición del crecimiento de diversas bacterias enteropatógenas por extractos de semillas y pulpa de frutos de C. elbursensis fue consecuencia del elevado contenido de compuestos fenólicos en los extractos, especialmente de ácido clorogénico. De las diversas partes de la planta de tejocote, las hojas, epidermis de fruto y las semillas parecen presentar la mayor actividad antimicrobinana (Salmanian et al., 2014). De manera interesante, el Cuadro 1 muestra que las hojas presentan un mayor contenido de compuestos fenólicos, lo que fortalece la idea de que dichos compuestos son los responsables de la actividad antimicrobiana de extractos de tejocote.
La actividad antimicrobiana del género Crataegus es muy diversa y favorece de manera directa e indirecta la salud humana. Orhan et al. (2007) demostraron que los extractos de hojas y frutos de C. aronia, C. monogyna y C. pseudoheterophylla presentaron actividad antimicrobiana excepcionalmente alta contra Acinetobacter baumannii, Staphylococcus aureus y Candida albicans y los efectos de extractos de Crataegus fueron mayores que los obtenidos con fluconazol y ketoconazol contra C. albicans. Tadić et al. (2008) observaron que los extractos etanólicos de los frutos de C. monogyna y C. oxycanatha -ricos en flavonoides no glicosilados (0.18 %), hiperósido (0.14 %) y procianidinas (0.44 %)- ejercieron una actividad moderada contra el crecimiento de Micrococcus flavus, Bacillus subtilis y Lysteria monocytogenes. Los extractos metanólicos de hojas de C. tanacetifolia también inhibieron el crecimiento de B. subtilis, Shigella, L. monocytogenes y S. aureus, siendo dicho efecto consecuencia de la degradación de la pared celular y el encogimiento celular (Benli et al., 2008).
Los extractos de Crataegus también reducen el crecimiento de E. coli, Salmonella spp., Enterococcus faecalis, Pseudomona aeruginosa, Bacillus cereus, Staphylococcus epidermidis y Micrococcus luteus, aunque dicho efecto inhibidor depende de la especie de Crataegus, tipo de tejido y de la polaridad del disolvente empleado para obtener el extracto (Benli et al., 2008; Bahri-Sahloul et al., 2014). La evidencia científica existente sugiere que los extractos de Crataegus, como los de C. azarolus L. var. aronia, son más efectivos contra bacterias Gram positivas, debido a que la superficie de su membrana es menos hidrofílica (poco polar por la presencia de lípidos), lo que favorece la interacción entre compuestos fenólicos de mediana o baja polaridad con dichas membranas (Bahri-Sahloul et al., 2014). El efecto antimicrobiano de los compuestos fenólicos de diferentes tejidos de Crataegus ha sido demostrado, aunque no se han establecido plenamente los mecanismos involucrados.
Actividad anticancerígena
Las propiedades anticancerígenas de los compuestos fenólicos se encuentran documentadas; éstos actúan en diferentes etapas del ciclo celular que modulan la diferenciación celular e inducen apoptosis (Abubakar et al., 2012). Los mecanismos involucrados son diversos; uno de los principales es su capacidad para inactivar radicales libres que pueden causar mutaciones en el ADN y, consecuentemente, bloquear el daño genotóxico (Cheng et al., 2013). Los extractos de C. monogyna tienen una alta capacidad para neutralizar radicales libres (Froehlicher et al., 2009). Bansal et al. (2011) observaron que la quercetina, quercetina-3-O-ramnósido y el ácido cafeoilquínico, compuestos fenólicos abundantes en Crataegus, disminuyeron el daño de ADN, la peroxidación de lípidos, la citotoxicidad y la formación de especies reactivas de oxígeno por radiación. Los autores correlacionaron la actividad antioxidante de polifenoles con sus efectos radioprotectores.
Zambonin et al. (2012) demostraron la actividad antioxidante del ácido cafeico, siríngico y protocatecuico, abundantes en los extractos de Crataegus, en líneas celulares de leucemia sujetas a estrés oxidativo. Burmistrova et al. (2011) demostraron que ciertos flavonoides son capaces de inducir muerte celular, la cual se asoció con la liberación de citocromo c y con la inhibición de quinasas que regulan las señales extracelulares. Algunos ácidos fenólicos encontrados en los extractos de Crataegus son capaces de activar quinasas en células cancerosas, lo que causa un efecto benéfico (Yeh y Yen, 2006). Las quinasas MAPK constituyen una familia de serina/treonina-quinasas implicadas en la regulación de la proliferación, diferenciación y muerte celular programada (Wada y Penninger, 2004). Polifenoles y nuevos triterpenoides abundantes en frutos de C. pinnatifida ejercen también un efecto inhibitorio en la proliferación de células cancerosas de hígado y mama (Qiao et al., 2015).
Efectos en el sistema nervioso
Algunos flavonoides, procianidinas, taninos y ácidos fenólicos (ácido clorogénico, hiperósido, kaemferol, catequina) abundantes en frutos de tejocote ejercen efectos ansiolíticos, sedativos y analgésicos/antinociceptivos, aunque la información existente al respecto es escasa (Dos Santoset al., 2006). Popovic-Milenkovic et al. (2014) demostraron que los extractos etanólicos obtenidos de frutos de C. nigra tienen un efecto ansiolítico, presumiblemente causado por el elevado contenido de compuestos fenólicos, principalmente kaemferol-3-O-glucósido, quercetina-3-O-glucósido, rutinósido, hiperósido, epicatequina, ácido 5-O-cafeocólico, ácido protocatecuico y ácido quínico. Similarmente, Hanus et al. (2004) observaron una disminución de ansiedad en pacientes tratados con extractos de C. oxiacanta y Eschscholtzia californica. Bor et al. (2012) reportaron efectos antinociceptivos causados por extractos etanólicos de hojas de C. orientalis, los cuales se atribuyeron al alto contenido de algunos flavonoides (hiperósido) presente en los extractos. Can et al. (2010) demostraron que los extractos de pulpa y semilla de frutos de C. monogyna ejercen efectos depresores del sistema nervioso central, así como efectos analgésicos en el sistema nervioso central y periférico, los cuales fueron mediados por el sistema endógeno opioide, lo que soporta el uso tradicional de esta planta para el tratamiento del estrés, nerviosismo, desórdenes del sueño y supresión del dolor.
Actividad antioxidante
El exceso de radicales libres se ha relacionado con la patogénesis de al menos 100 enfermedades, por lo que la actividad antioxidante de Crataegus podría explicar muchas de sus propiedades protectoras (Young y Woodside, 2001). La capacidad antioxidante, capacidad para neutralizar radicales libres, de extractos de diferentes especies de Crataegus ha sido claramente demostrada. Se ha observado que los extractos de flores de C. monogyna tienen mayor capacidad antioxidante y de estabilización de diversos radicales (Froehlicher et al., 2009). Chu et al. (2003) demostraron que un extracto de agua caliente de frutos secos de C. pinnatifida redujo la oxidación de las LDL inducida por Cu2+.
En ratas, se ha observado que la suplementación con polvo de frutos de C. pinnatifida causa un incremento en el nivel sérico de α-tocoferol en comparación con el grupo control, lo cual sugiere que los compuestos de tejocote ayudan a mantener el sistema endógeno antioxidante (Zhang et al., 2001). Por otro lado, Barreira et al. (2013) reportaron que los extractos etanólicos y acuosos de flores y frutos de C. monogyna presentaron una elevada actividad antioxidante, gracias a su alto contenido de flavonoides.
Estudios detallados han reportado que la alta capacidad antioxidante observada en extractos de flores de C. monogyna es conferida por la (-)-epicatequina, (+)-catequina, quercetina y procianidina B2 (Bernatonienė et al., 2008; Froehlicher et al., 2009) y que es baja la contribución del ácido clorogénico, hiperósido y rutina a dicha capacidad antioxidante (Froehlicher et al., 2009). Kostić et al. (2012) atribuyeron el efecto antioxidante a la cianidina-3-glucósido, principal antocianina identificada en extractos de frutos de C. oxycantha. Recientemente, Liu et al. (2016) demostraron que la elevada capacidad antioxidante de bebidas de tejocote (C. pinnatifida) se debió al alto contenido de polifenoles, los cuales bloquearon la oxidación y activaron a otros antioxidantes. En la misma especie también se identificaron nuevos compuestos triterpenoides, los cuales exhibieron una elevada capacidad antioxidante in vitro (Qiao et al., 2015).
Existe poca información sobre la actividad biológica de especies mexicanas de Crataegus; sin embargo, investigaciones recientes han demostrado una alta actividad antioxidante en algunas especies. García-Mateos et al. (2012) observaron que los extractos etanólicos obtenidos de flores de Crataegus spp. exhibieron una actividad antioxidante moderada atribuida principalmente a la quercetina y en menor grado a flavonas y procianidinas. En un estudio posterior, los mismos autores (García-Mateos et al., 2013a) confirmaron la actividad antioxidante de extractos obtenidos de flores de C. stipulosa, C. mexicana y C. nelsoni y la relacionaron con el alto contenido de flavonoides. En un estudio más amplio, García-Mateos et al. (2013b) determinaron que la capacidad antioxidante de frutos de 20 genotipos de especies mexicanas de Crataegus se debe principalmente al contenido de flavonoides glicosilados.
Conclusiones
Existe una gran variedad de especies del género Crataegus, las cuales han mostrado tener actividad biológica que ejercen diferentes efectos benéficos en la salud. Su uso medicinal incluye hojas, flores, frutos y raíces de esta planta para tratar y prevenir un sinnúmero de enfermedades, algunas de ellas consideradas en México como problemas de salud pública. Los efectos benéficos de este género se atribuyen al alto contenido y diversidad de compuestos fenólicos, tales como ácidos fenólicos, flavonoles, flavonas, flavanoles, etc., compuestos que varían ampliamente de manera cualitativa y cuantitativa en función del órgano o tejido de la planta, especie, estado de madurez y condiciones ambientales. Aún existe desconocimiento sobre los mecanismos moleculares mediante los cuales los compuestos fenólicos de Crataegus modifican las rutas de regulación, sobrevivencia y proliferación celular. La modificación de la actividad y biosíntesis de enzimas juegan un papel relevante en la actividad biológica de los compuestos fenólicos del tejocote. Importantes contribuciones se han hecho en relación a la caracterización del contenido de compuestos fenólicos en algunos tejidos de especies de Crataegus que existen en México y la actividad biológica de sus extractos.