SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.25 número68La cultura del desprecioMirada e imagen en El Art brut índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Argumentos (México, D.F.)

versión impresa ISSN 0187-5795

Argumentos (Méx.) vol.25 no.68 Ciudad de México ene./abr. 2012

 

Dossier. Crisis de la cultura, cultura de la crisis

 

La civilización como universalización de la cultura

 

Alberto Padilla Arias

 

Profesor-investigador en el Departamento de Educación y Comunicación. Fundador en la Unidad Xochimilco de la UAM. Licenciado en psicología; maestro y doctor en sociología, UNAM. Premio Mexicano de Psicología 2011 por la Federación Nacional de Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de México, AC. (Fenapsime). Última publicación: "Hacia una universidad multicultural", Reencuentro, núm. 61, 08/2011. Director de la DCSH de la UAM-Xochimilco durante el periodo 2007-2011.

 

Resumen

El ensayo pretende demostrar el carácter depredador de las civilizaciones, en general, partiendo de un análisis crítico hermenéutico desde los pueblos y sus culturas que se ubican en la periferia de las mismas. El trabajo se centra en la civilización occidental, como figura paradigmática, y su tendencia universalizadora a partir del régimen de producción capitalista, que hoy vivimos en su fase de mundialización-globalización. Considerando los efectos perniciosos derivados de su expansión sin límites.

Palabras clave: civilización, cultura, globalización, depredación, Occidente.

 

Abstract

The essay intends to demonstrate the predatory character of civilizations, in general, on the basis of a critical hermeneutical analysis of peoples and their peripheral cultures. The work focuses on western civilization, as a paradig, and its universalizing trend through the capitalist production regime, which we live today in its globalization phase. Taking into account the harmful effects arising from its expansion without limits.

Key words: civilization, culture, globalization, depredation, Occident.

 

INTRODUCCIÓN

Este ensayo, constituye un esfuerzo por entender el impacto de unas culturas sobre otras en los procesos civilizatorios, a partir del concepto de "cultura como categoría crítica".1 Conviene destacar aquí, que la ausencia de una adecuada interpretación del problema, nos ha llevado en la historia, a graves dificultades para enfocar los procesos civilizatorios y sus consecuencias en las zonas de influencia.

En principio podemos afirmar que la o las civilizaciones son procesos de expansión cultural, que nosotros denominamos como fenómeno de universalización, que se expresa generalmente de forma sumamente violenta y cuyos actores son los pueblos, como sujetos y objetos de estos procesos. Así, todo proceso civilizatorio empieza por invasiones, conquistas y expansión espacial y cultural, continúa con la subordinación, el saqueo y la hegemonización de formas "refinadas" de cultura de unos pueblos sobre otros y termina por minar las formas particulares de pueblos originarios sometidos.

Esto no sólo tiene consecuencias graves para esta multiplicidad de pueblos y pequeñas comunidades, sino incluso para los mismos pueblos impulsores del proceso de expansión civilizatorio y para el espacio geográfico y material en donde se desenvuelven. De ahí que la universalización cultural, tenga que ser analizada, para que dé cuenta de las diversas contradicciones que se derivan de ella. Por una parte, deslumbrantes desarrollos humanos, de "refinamiento y exquisitez" y por otra, corrupción, destrucción y muerte, que son claramente demostrables.

 

LA UNIVERSALIZACIÓN Y LA CIVILIZACIÓN

Muchos años de tradición, esto es de saberes ancestrales, son borrados por la tendencia universalizadora y homogeneizadora de los procesos civilizatorios, con un gasto enorme de recursos humanos, materiales, pero sobre todo, de sufrimientos de una enormidad de pueblos. Esto aconteció y no se puede revertir la historia, pero nos sirve para ejemplificar la irracionalidad a que ha llevado la universalización de unas culturas, que se pretenden racionales, que más que ofrecer soluciones, ofrecen intangibles fantasías para muchos pueblos, seducidos por los éxitos tecnológicos deslumbrantes, pero finalmente inalcanzables para la gran mayoría de la humanidad. Sin embargo, será esta seducción la que garantice a los países de la cultura hegemónica su propio bienestar, acumulación de riqueza esquilmada a otros pueblos, de manera "legal y con ética intachable" del mercado mundial, para disfrutar de enormes ventajas frente a los excluidos.

 

EL CAPITALISMO, EN LA BASE DE LA OCCIDENTALIZACIÓN

En la introducción a la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Max Weber en un momento de éxtasis autocomplaciente con respecto a su "gran civilización", exalta la cultura que le ha dado origen, y pregunta: ¿qué serie de circunstancias ha determinado que sólo sea Occidente donde hayan surgido ciertos sorprendentes hechos culturales, los cuales parecen señalar un rumbo evolutivo de validez y alcance universales?2 Conviene destacar que Weber ignora el hecho de que todas las culturas son "sorprendentes y únicas" y que el nivel civilizacional alcanzado, se debe fundamentalmente a la capacidad que han tenido ciertos pueblos para imponerse, siempre por la violencia, sobre otros e imponerles a su vez su cultura, proceso que él denomina universalización.3

Este espíritu capitalista se ha ido imponiendo sobre el mundo, primero por la colonización europea y luego por un renovado proceso neocolonial, que ha sido analizado por diversos autores latinoamericanos y del tercer mundo en general. De esta manera, la organización industrial racional4 ha ido construyendo sus cimientos en un proceso de mundialización, hegemonización, en fin, de occidentalización, que se ha propalado como "modernización". Ésta, en la mayoría de los casos, si no es que en todos, ha implicado una revolución cultural para los pueblos bajo la hegemonía occidental, que ha puesto a prueba la fortaleza de cada pueblo y su cultura.

Es por ello que queremos ahora estudiar el impacto que la cultura hegemónica o dominante, la cultura occidental, ha tenido en diversos pueblos e incluso civilizaciones, para realizar un balance de los efectos derivados sobre culturas, lenguas y tradiciones y ponderar si estos daños son definitivos o pudieran ser reversibles.

 

CHINA HACIA LA OCCIDENTALIZACIÓN

Podemos continuar este esfuerzo, analizando precisamente la famosa revolución cultural China, impulsada por Mao Tsetung a mediados del siglo XX que estuvo orientada a "modernizar" (occidentalizar) a esa antigua civilización, que convertida en Estado Nacional, a partir de la hegemonía Occidental, pretendió articularse al discurso o "religión del progreso", en el marco del proyecto socialista.5 Trataremos de leer entre líneas los daños que se infligieron a muchos pueblos dentro de este marco civilizacional en Oriente.

Iniciemos por revisar a Mark Elvin,6 quien con una visión etnocentrista describe algunos momentos del proceso de occidentalización y sus efectos sobre la enorme población china. A finales del siglo XVIII, la economía, la estructura política, el pensamiento y el arte chinos habían alcanzado una especie de punto muerto. La política estatal había convertido al imperio en un universo casi cerrado, como lo había sido a comienzos y mediados de la dinastía Ming.

La economía imperial, no obstante, brindaba en apariencia una sorprendente vitalidad. La población se aproximaba a los 400 millones de habitantes de entonces, tesoneramente laboriosos y competitivos. Sin embargo, parece ser que la tendencia a la innovación se había desvanecido y existía un cierto desdén hacia ella. Y se añade, que aunque los artesanos y los agricultores se apresuraban a adoptar con fruición cualquier innovación al alcance de la mano, por pequeña que fuese, los intelectuales carecían de la exuberante inventiva europea, en ocasiones absurda pero a menudo provechosa. Esta gradual disminución de la vitalidad intelectual de la China imperial tardía es probable que estuviese relacionada, si se compara con los albores de la Europa moderna, con la ausencia de universidades o instituciones de formación especializada en materias como medicina y derecho7 (quizás la explicación esté más bien fundada en la diferencia cultural, respecto de Occidente).

El primer impacto de la Revolución Cultural fue la pretensión de que todos los habitantes de China8 se sumasen a una sola visión del mundo el "Materialismo Histórico", que fue difundido por medio del muy conocido libro rojo o Cinco tesis filosóficas de Mao Tsetung, en un país en donde la diversidad cultural ha sido verdaderamente sorprendente. El costo por la "modernidad" es incalculable no sólo en términos materiales, sino sobre todo culturales. Sin embargo, esta civilización, la más antigua del planeta, aun puede marchar a favor de la diversidad frente a la uniformidad del mundo occidental.

 

GLOBALIZACIÓN Y NEOLIBERALISMO EN EL SIGLO XXI

Muchos son los acontecimientos importantes a considerar de la última década del siglo XX y los albores del siglo XXI; por lo que respecta al proceso de crecimiento natural del capitalismo mundial, lo que nosotros hemos asociado con el proceso de expansión, crisis o consolidación de la civilización Occidental. Así tenemos a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990 la estrepitosa caída del régimen socialista de Moscú, la desintegración del país más grande del mundo, lo que fuera la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Al mismo tiempo en esa década surge rápidamente una nueva forma de organización de espacios económicos regionalizados o formas comunitarias9 como son: la Unión Europea (UE), la Cuenca del Pacífico (CP), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la Comunidad de Estados Independientes (CEI), así como otras de menor fuerza,10 aunque no de menor relevancia.

En este contexto, frente al colapso del socialismo real —el cual ha sido interpretado como una grave crisis del mundo capitalista, si se tiene en cuenta que el bloque socialista no era sino la forma más desarrollada del capitalismo mundial, al llevar a su máximo grado al Estado moderno capitalista (como capitalismo monopólico de Estado)— y la acelerada recomposición del mercado mundial, a partir de la globalización —como nueva repartición del mundo y recurrencia involutiva a la fórmula primaria del capitalismo salvaje—, el neoliberalismo nos habla necesariamente de una crisis estructural de Occidente.

Para sustentar lo anterior, podemos hacer un poco de historia y recurrir a varios autores que han avanzado sobre el tema. Así, iniciaremos el análisis sobre el modelo europeo, ya que la hoy Unión Europea, es quizá el proyecto que va a la vanguardia de todas las formas de globalización en el mundo y para ello habremos de recurrir al trabajo de Carlos Rozo,11 en torno a la integración de Europa, en donde podemos ver la secuencia de su desarrollo desde sus orígenes hasta nuestros días y podemos revisar algunos aspectos del programa de Mercado Único.

Se hace necesario enmarcar este proceso en un contexto diferente a aquel en donde Europa hacía y deshacía en el mundo. Para mediados del siglo XX la posguerra le había dejado un saldo negativo del cual tenían que reponerse, muchos países del llamado Tercer Mundo habían iniciado un elemental, pero firme proceso de industrialización estableciendo políticas proteccionistas y restrictivas para las importaciones. Los países de Asia habían empezado a despertar y a competir de manera verdaderamente alarmante con los países europeos, en sus propios mercados internos.

En estas condiciones, desde 1957 se contempló en el Tratado de Roma la fundación de la Comunidad Económica Europea a partir del primero de enero de 1958, cuyo propósito era levantarse como una potencia económica mundial donde Europa no tuviese que vivir bajo la tutela ni de los Estados Unidos ni de la URSS. Para ello se formó la Comisión de las Comunidades Europeas cuyo propósito era despertar la conciencia de los gobernantes para que avanzaran en esa dirección.

Posteriormente se realizaron algunas modificaciones al Tratado de Roma con el espíritu de institucionalizar la cooperación política (sobre todo en materia de política exterior que debería ser común), asegurar y reforzar el desarrollo de una política social comunitaria y reforzar la cooperación en materia de política económica y monetaria, así como en lo relativo al medio ambiente. Aunque no debe haber equívoco en el sentido de que el objetivo esencial del Acta Única era permitir la efectiva instauración del mercado interior de la Comunidad, antes del 31 de diciembre de 1992.12

Rozo nos proporciona un punto de vista coincidente con el nuestro respecto del agotamiento de los niveles de acumulación cuando señala que: "El programa para lograr un mercado único se debe asumir como una acción de revitalización de Europa para poner fin a su euroesclerosis, esto es, a la doble aflicción de desempleo y lento crecimiento que se agudizó en la década de los ochenta pero que tiene raíces más antiguas".13

Estas tendencias macroeconómicas, nos dice Rozo, apuntan a desequilibrios existentes en la estructura productiva que se fueron agudizando desde la década de 1970 como consecuencia de las estructuras de mercado, las políticas industriales, idiosincracias culturales y un cierto conservadurismo empresarial cuyos efectos más inmediatos fueron: el declive de industrias pivotarles en el desarrollo europeo, como producción de acero y la construcción de barcos.14

No es fortuito que en Estados Unidos y Japón se den expresiones de preocupación porque la Comunidad Económica Europea (CEE) se convierta en un bastión de protección y que además se embarque en un bilateralismo exagerado. Así, las políticas proteccionistas, nos dice Rozo, que una (CEE) y otro (EU) practican, dificultan las relaciones bilaterales; asunto que se complica porque en Estados Unidos, donde el proteccionismo está en aumento, el espectro del mercado único europeo se ha convertido en una presión más que alimenta dicha tendencia.15

Con la desaparición de la URSS y la formación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en diciembre de 1991, la dinámica de estas relaciones se ha ido modificando con la finalidad de lograr un mayor acercamiento, especialmente con la República Rusa.16

Finalmente nos dice Rozo, el ideal de una Europa unificada es preocupante para el resto del mundo. No puede ser alentadora la visión de una Europa totalmente volcada hacía sí misma o hacia el mercado del Tercer Mundo, ya que le resulta más interesante ahora, si se tiene en cuenta que adquiere principalmente productos acabados. Aunque la tendencia es decreciente, en buena medida por la necesidad de pagar los intereses de sus deudas.17

En ese tenor, hablando sobre el tema de la globalización, léase universalización, Octavio Ianni,18 hace una revisión crítica del concepto, que resulta interesante para la conclusión de este punto. Así, habremos de retomar algunas de sus ideas para confirmar la tendencia universalizante e intentar dilucidar o poner a prueba algunas de las tesis de Arnold Toynbee cuando afirma que las civilizaciones, cuando entran a la fase de universalización, se encuentran en la antesala de su colapso.

Ianni considera que desde el principio, el capitalismo se reveló como un proceso de amplias proporciones, con proyección mundial. Los herederos del decadente imperio romano rebasaron fronteras geográficas, históricas, sociales y culturales incursionando, sin escrúpulo alguno, feudos y ciudades, naciones y nacionalidades, culturas y civilizaciones, como en otro momento lo hicieran los vikingos o los hunos. A lo largo de su historia desde el siglo XVI, el capitalismo alternó sus centros dinámicos y dominantes entre Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón y otras naciones más recientemente.19 En todos los casos, como "marabunta" traspasó fronteras de todo tipo. Y más aún, en su afán de lucro y poder, dislocó, disolvió y recreó o inventó fronteras. En su marcha por la geografía y la historia del mundo insaciable, creó sus propios mapas del mundo, apoyado en la acumulación originaria producto del genocidio y la explotación inmisericorde del planeta. Autor del mercantilismo, el colonialismo, el imperialismo, el multinacionalismo, el socialismo (aunque le niegue su paternidad), el trasnacionalismo y el globalismo (su creación más reciente y quizás última) como civilización universal.

El capitalismo es un proceso simultáneamente social, económico, político y cultural de amplias proporciones, complejo y contradictorio, más o menos inexorable, avasallador.20 Ha influido, la mayoría de las veces negativamente, en otras formas de organización del trabajo y en la vida social en la que ha intentado entrar en contacto. Como toda civilización, aunque se preserven las formas originales de las economías de subsistencia, artesanados, patrimonialismos, tribus, clanes, nacionalidades o naciones, el capitalismo ha influido, tensionado y modificado, disuelto o recreado, aquellas formas con que ha hecho contacto. Ha ejercido una influencia superficial sobre la mayoría de los pueblos, pero en algunos casos ésta ha sido avasalladora.21

Así, podemos listar y documentar un sinfín de contradicciones indeseables en la naturaleza y la vida humana. Esta capacidad destructiva, esta potencialización de la capacidad devastadora del planeta, sólo se puede concebir en el marco de la universalización cultural que hemos presenciado durante todo el siglo pasado, un siglo XX verdaderamente necrófilo por las dos grandes guerras y por la invención de las diversas armas de destrucción masiva como las atómicas y las bacteriológicas de las que hablaremos más adelante. El siglo XXI ha iniciado con una guerra por las fuentes de energía fundamentales, el agua y los hidrocarburos.

 

CONSECUENCIAS DE LA UNIVERSALIZACIÓN

En este punto queremos revisar algunos casos donde se puede demostrar, en pueblos y culturas concretas, los daños que el efecto de la universalización civilizacional ha producido dentro de este proceso de desarrollo capitalista que ha pasado primero de una fase de regionalización de los mercados, a una de globalización, con miras a recuperar la capacidad de acumulación que se ha ido perdiendo en términos relativos, aunque en términos absolutos por ahora se dé un crecimiento de los capitales.22

Estas naciones se proponen como modelos a imitar por lo que se refiere a organización: democrática, económica, política y social, cultural y científica. Prácticamente se ubican en la cumbre del dominio del Mundo y se consideran a sí mismas como responsables de la conducción del planeta, del que prácticamente se sienten propietarias. De ahí su comportamiento, su irracionalidad, en la medida en que además muchos gobiernos de los Estados nacionales se han convertido en comparsas de esta megalománica concepción.

Nunca antes civilización alguna había tenido tal capacidad de expansión y dominio como hoy la tiene Occidente al difundir su cultura a partir del mercado capitalista que ha sido su gran promotor y gestor en todas las naciones y en todos los pueblos, los que han visto afectadas sus propias culturas y sus bienes en torno a los cuales se habían venido desarrollando las mismas. La cultura occidental se ha hegemonizado, ha penetrado y en consecuencia hibridado muchas otras culturas a las que ve como un mal necesario, como parte de una naturaleza a la que se debe conquistar, dominar y apropiar.23

1. Destrucción de selvas y sus habitantes. La expansión indiscriminada y abusiva de una forma cultural acusa consecuencias peligrosas en la devastación de la selva húmeda como en la Lacandona en México y en la amazonia tanto brasileña, como peruana y ecuatoriana. O en el caso de los bosques de la Sierra Tarahumara que están siendo explotados de manera totalmente irracional e inmisericorde sin tener en cuenta a los dueños del territorio, los Rarámuri (los de los pies ligeros). A principios del siglo XX la riqueza de estos bosques y selvas parecía verdaderamente inagotable, sin embargo, conforme la demanda de productos silvícolas tanto maderables como de fauna vegetal y animal aumentó en forma desmedida, no existe riqueza natural en el mundo que soporte un mercado insaciable e irracional. Ligada a esta destrucción de la naturaleza se da la aniquilación (por b menos como intento) de los pueblos y sus culturas que por siglos han vivido en armonía con ese medio.24

Si bien es cierto que se dan catástrofes naturales que han liquidado ambientes y pueblos completos, la desaparición definitiva de especies vegetales y animales día con día, así como la deforestación minuto a minuto, segundo a segundo en el planeta, en gran parte se debe a las trasnacionales que únicamente trabajan en beneficio de muy pocos y en prejuicio de la mayoría de quienes vivimos en el planeta. Todo ello se debe a la potenciación de la capacidad destructiva, debido a la universalización de una cultura tecnológica en el mundo, que se prefigura como biocida e irracional.

2. Abuso en el uso e intercambio de drogas. Otro impacto nocivo de la universalización ha sido el uso y abuso indiscriminado a nivel mundial de diversas drogas: alcohol, peyote, coca, hongos, tabaco, café y té entre otras, que cumplían funciones rituales en ceremonias religiosas o actos festivos pero limitados por fechas específicas y comunidades particulares. Teniendo para su ingesta o uso ciertas normas culturales, con mucha frecuencia desconocidas por los pueblos colonizadores quienes más por razones comerciales y económicas, a semejanza de las especias traídas de Oriente, las emplearon en forma generalmente abusiva. Así, tenemos que el vino y su cultivo estuvieron asociados a las fiestas báquicas o bacanales, pero con uso restringido en Grecia. Luego de mucho tiempo el consumo en Europa se fue extendiendo. Aparecieron diversas formas de elaboración del alcohol, como bebida para actos rituales o festividades y se inició su comercialización hasta llevarlo a muy diversos lugares para su consumo. Se llevó a las colonias y se alcoholizó a los nativos creando una serie de absurdos derivados de un consumo descontextualizado, esto es, fuera de su marco cultural, por la carencia de una cultura propia para su consumo. Lo mismo podemos decir del té llevado de la India o el Oriente hacia Europa, en donde ha causado estragos en la salud de muchas personas por su uso inadecuado e indiscriminado.

El tabaco empleado por grupos étnicos en Mesoamérica en ceremonias político-religiosas se extendió hacia el Viejo Continente y luego regresó a América y el mundo como un producto comercial cuyo consumo excesivo y transculturado le ha convertido en una de las principales causales de muerte en el mundo, por cáncer pulmonar, además de múltiples males respiratorios. Al grado de que actualmente se le ha comenzado a prohibir en centros públicos, en medios de transporte colectivo y en muchos lugares en donde puedan causar daño a terceros, es decir, a los fumadores pasivos.

En menor proporción, pero a manera de ejemplo, el peyote o los hongos alucinógenos se convirtieron en la diversión y alucinación de grupos de adolescentes de países altamente desarrollados que en busca de nuevas experiencias o sensaciones exóticas se dieron a la tarea de experimentar, dejando de lado todo el ritual y preparación que su consumo requiere. Castaneda25 da cuenta de la responsabilidad que experiencias de este tipo tienen en relación con la cultura yaqui, por ejemplo, de donde proviene el uso chamánico del peyote. Además del tiempo que implica para ajustarse a las normas culturales de donde proviene.

Más grave y problemática a nivel internacional ha sido la producción y consumo de estupefacientes, como la coca, que en su forma primaria es consumida por diversas comunidades del Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, pero formando parte de su cultura ancestral. Por el contrario, su comercialización mundial, como cocaína, ha traído consecuencias nefastas a las sociedades productoras y consumidoras.

3. Mercadeo de armas de destrucción masiva. Otro daño derivado de la universalización de la cultura de la violencia del mundo occidental ha sido el mercado de armas, que se ha ido perfeccionando, generando toda una cultura específica y muy sofisticada de la técnica y arte de matar a escala individual o masiva. El estudio, investigación y experimentación con todo tipo de productos de exterminio personal y masivo ha alcanzado niveles verdaderamente insospechados que superan toda imaginación.26

Resulta escalofriante el hecho de que el mercado de las armas en el mundo sea uno de los más redituables. Venta de armas de "desecho" de las potencias a pequeños países, con la condición, de acuerdo con una "moral" inmoral, de que no abusen de ellas ni las empleen en contra de los vendedores. Estos criterios de compraventa parten de criterios políticos derivados del impacto hegemónico de Occidente, esto es, están hechos para mantener su hegemonía, con el endeudamiento de estos pueblos acreedores. Las armas son de diversos tipos: de plomo, esquirlas, gases letales, minas personales, bacteriológicas, incendiarias, de reacción en cadena, etcétera; están orientadas a una persona, a varias, a destruir tanques, barcos y submarinos (minas marinas), aviones (artillería antiaérea), o son armas de destrucción masiva, como la bomba atómica y la famosa bomba H, llamada la bomba capitalista, porque está construida para destruir masivamente a los seres humanos y dejar intactos los bienes muebles e inmuebles, algo verdaderamente irracional y escalofriante. Algo absurdo además es que las armas de disuasión o destrucción masiva se encuentran en manos de países del Tercer Mundo como Pakistán, India y China, volviéndose en contra de sus propios creadores.27

Finalmente, me referiré al caso de las minas de tierra, empleadas entre países fronterizos, sobre todo del Tercer Mundo, y que han tenido consecuencias verdaderamente lamentables, al grado de que la princesa Diana, se sospecha fue asesinada por los fabricantes de minas terrestres, ya que venía haciendo una campaña en contra de su producción y venta.

4. El petróleo fuente de cultura, riqueza y pobreza. El empleo universal de los hidrocarburos está generando problemas de salud, contaminación y destrucción del entorno, tanto en tierra como en el mar y el aire al potenciarse su uso indiscriminado por prácticamente todos los países. Sabemos que se gestó una "cultura del petróleo" de la cual dependemos prácticamente todos, no solamente por lo que se refiere a su importancia como energético, que vino a substituir al carbón desde principios del siglo pasado, sino sobre todo por los derivados de la petroquímica. De ahí se han podido obtener todo tipo de productos plásticos y aun alimentos. Podemos, sin temor a equivocarnos, hablar de una cultura del petróleo que ha empleado y sobreexplotado los países altamente desarrollados, como Japón y todos los de la Cuenca del Pacífico.

Cada día ha ido creciendo la importancia del llamado oro negro, no sólo para quienes lo producen o más bien extraen, sino sobre todo para quienes hacen uso de él de manera exhaustiva. Como combustible su universalización es verdaderamente sorprendente, porque le encontramos en todo tipo de transporte en forma de gasolina, gas, diesel y todo tipo de aceites lubricantes para auto, camión, avión o barco. Se emplea en maquinaria para fábricas de todo tipo y en todas partes del mundo en sus formas derivadas. En principio, como energético, nos ha permitido transportarnos grandes distancias en tiempos relativamente cortos, su empleo en el transporte derivado de tecnología occidental fundamentalmente, le ha dado a Occidente, un prestigio enorme y le ha permitido llegar a los lugares más recónditos del planeta, lo que ha incidido en su entronización.

Ahora bien, si por una parte vino a resolver algunos problemas, por tiempo limitado desde luego (antes de que se agote), por otra, esta universalización en el empleo del petróleo en todas sus formas ha causado daños irreparables en la naturaleza por su uso indiscriminado, intensivo y universal. En particular en su forma de energético, es una de las substancias químicas que en su combustión lanza mayor número de partículas a la atmósfera, derivando en problemas a monumentos históricos, plantas, animales y en particular a las personas en su piel y en el aparato respiratorio, sobre todo en lugares que no cuentan con una adecuada ventilación.

Los derrames petroleros (se puede recordar el Aquile Lauro o el pozo Ixtoc I) y guerras, como la de Kuwait por su control, son uno de sus efectos más perniciosos.28 Sin embargo, se prevé una catástrofe tecnológica si no se logra substituir esta fuente de energía de la que somos tan dependientes. Mucho se ha hablado de las energías nuclear o atómica, solar, eólica, pero hasta ahora no está claro que se hayan consolidado como formas sustitutas seguras. Y en todo caso los derivados petroquímicos no serán fácilmente sustituibles por un producto que tenga la versatilidad del oro negro.

La producción de fertilizantes y su impacto en la agricultura extensiva e intensiva, es en gran parte derivado del petróleo, al extraer el amoniaco y generar químicos para el enriquecimiento de las tierras. Al mismo tiempo tenemos la producción de insecticidas (de otro origen químico) que son empleados en el agro en todo el planeta, aunque sus efectos también se dejan sentir en la fauna local y en las personas, mientras que la contaminación en los alimentos es una constante de los insecticidas, como veremos más adelante.

5. El uso y abuso de fertilizantes e insecticidas. Ambos han potenciado la producción alimenticia en el planeta, sin embargo, cómo explicar que a la par que crece la producción de alimentos se incremente a su vez el hambre en los países del Tercer Mundo y también en algunos sectores de las sociedades del primer mundo. No se han podido superar las tesis maltusianas. Esto es, que mayor producción de alimentos no se traduce en el marco de una cultura individualista y su universalización, en una salida para resolver el hambre en el planeta. Sabemos que para mantener el precio de alimentos, como leche o café, éstos son destruidos o arrojados a la basura; además de las toneladas de alimentos que caen de la mesa de los ricos. En este punto diremos que hay un proceso de desertificación de grandes extensiones de tierra por la explotación intensiva, por agotamiento.

6. La caza indiscriminada y furtiva de especies para quitarles sus pieles o de aves para apropiarse de sus plumas, es una conducta que se ha extendido causando verdaderos estragos. La caza de la ballena fue verdaderamente extrema, lo mismo del búfalo en Norteamérica, la foca, el zorro, la nutria, el armiño o el tigre de bengala. El tráfico de especies para ornato en hoteles o casas particulares o para zoológicos29 que al proliferar en el mundo han generado verdaderos estragos en animales que pertenecen a distintos hábitats y que son sometidos a una vida en cautiverio y en climas totalmente adversos. Se sabe que sólo en el traslado muere un alto porcentaje y la mayoría de las veces no son tratadas adecuadamente, con lo que se llega a situaciones críticas.

7. En el nivel extremo, el tráfico de esclavos. El tráfico de esclavos, promovido por Occidente y universalizado, ha sido una de las peores vergüenzas en la historia de las culturas. Hoy muchos pueblos, producto de la esclavitud, no han logrado integrase plenamente a sus sociedades, como es el caso de Norteamérica y de todos los países colonialistas. Es sabido que existen grandes movimientos afrocentristas en Estados Unidos producto de la discriminación racial. Este es un problema claramente planteado por Alexis de Tocqueville en su famosa obra La democracia en América.

8. Desechos dañinos para la naturaleza. Las sustancias químicas dañinas son otro de los problemas derivados de la universalización del modelo occidental de vida y de su cultura en el planeta. Podemos mencionar los detergentes que son empleados en el ámbito doméstico o en las fábricas en diversos usos, de manera indiscriminada. La idea de limpieza se despliega ampliamente a partir de los descubrimientos de Pasteur (Francia: 1822-1895) y de Lister (Inglaterra: 1827-1912), cuyo hallazgo consistió en precisar el efecto, frecuentemente dañino, de los microorganismos en los seres humanos, animales y vegetales. A partir de este extraordinario descubrimiento científico se comenzó a esterilizar todo, sin tener en cuenta que el uso indiscriminado e irracional de los químicos empleados para su control también resultó en un efecto dañino para la vida que se encuentra en un equilibrio muy delicado.

Químicos empleados en solventes para pinturas en exteriores e interiores en casas, edificios y todo tipo de construcciones, automóviles, muebles, en fin, un sinnúmero de usos en su proceso de aplicación y posteriormente en su deterioro temporal son arrastrados a las corrientes en cañerías, arroyos, ríos y lagos, cuando no existen medios de tratamiento de aguas residuales, dañando los mantos acuíferos y envenenando la vida en el mundo. Otra forma de dañar el ambiente es añadiendo partículas nocivas en la atmósfera. Pero quizás uno de los daños más lamentables es el empleo de los solventes por niños y jóvenes de la calle para reducir su ansiedad y su miedo frente a la sociedad o las pinturas en aerosol para dibujar o hacer pintas (grafiti), en diversas partes de las ciudades.

Todos sabemos que su uso restringido en el marco de una cultura, no hubiese causado mayor daño, sin embargo, ha sido su expansión y universalización lo que hoy le ha convertido en una lacra social. Ya hemos señalado los pesticidas, como otra fuente contaminante, que por un lado resuelve un problema y por otro engendra otros, además que no ha venido a resolver como se pretendía el problema del hambre.

9. La farmacia, su uso y abuso. Fármacos que han venido a hacer milagros como la penicilina, por lo menos temporalmente, han abonado a la sobrepoblación en el planeta. Existe la convicción de que la occidentalización o universalización de esta cultura es algo irreversible y además deseable, poniendo por delante un principio ético, el bienestar de la "humanidad", sin tener en cuenta que detrás de o por debajo de este principio ético, supuestamente universal, está la política de acumulación individual de los bienes sociales.

La farmacia es uno de los negocios más redituables de las industrias modernas, pueden obtener ganancias de más de mil por ciento del costo básico de producción y por la falta de control, se han cometido errores como el de la Talidomida o los productos que resuelven un problema y generan otro, como efecto secundario, tal es el caso de medicamentos como el Entereobioformo, que puede producir ceguera y que se sigue produciendo por laboratorios del primer mundo en países del tercero, donde no existe restricción, o por corrupción o ignorancia se pueden conseguir las licencias necesarias.

Los países desarrollados generan la demanda de medicamentos y luego impiden, por los costos, el acceso a las mismas a una gran parte de la población que no tiene recursos económicos y, en consecuencia, no puede adquirirlos. Existe un gran debate entre la medicina alópata, homeopática y la tradicional y muchas de las vertientes del debate se resuelven o agudizan, dependiendo de la particularización cultural o la universalización. Podemos, sin temor a equivocarnos, afirmar que las más de cinco mil culturas existentes han desarrollado sus propios sistemas de salud, sin necesidad de la medicina occidental, que les ha penetrado para abrir mercados más que para resolver problemas. Se maneja mucho el sensacionalismo en los medios para referirse a los descubrimientos científicos en el campo de la medicina y en general. Por otra parte se da la competencia por patentes, secretos y espionajes entre los laboratorios de los más diversos países en la búsqueda de fórmulas médicas que les permitan, más que solucionar o acabar con alguna enfermedad, enriquecerse a costa de quienes la padecen.

Otros tipos de medicinas, en marcos culturales diversos, son consideradas una excentricidad o se recurre a ellas en casos extremos: la brujería, la santería, el vudú, espiritismo, Nahikari (imposición de las manos), rezo, milagro (retablo), acupuntura, entre otros menos conocidos.

10. Los desechos de la producción industrial doméstica. Pasemos ahora a uno de los fenómenos más característicos de la cultura occidental moderna e industrial: la basura. Nunca en la historia de todos los pueblos se habrían producido tantos desechos como en el último siglo y medio. La producción creciente, y su universalización, de las mercancías de todo tipo ha generado una cantidad sorprendente de basura, insospechada, para lo cual no estaban preparados los gobiernos y los pueblos. Todo ello ha implicado un sistema de recolección, depósito y tratamiento (reciclaje) que sólo temporalmente y en un porcentaje reducido han resuelto los problemas que la basura implica.

Los depósitos —convertidos en rellenos sanitarios— han contaminado con el tiempo los mantos friáticos, de tal forma que —sobre todo en las zonas deprimidas y marginales— los problemas de salud son cada día más graves. Ahora bien, si por una parte el manejo de la basura parece eficiente en los espacios citadinos de la burguesía, no es el caso de los cinturones de miseria y las favelas. En éstos los propios ciudadanos tienen que encargarse de deshacerse de la basura, convirtiendo sus barrios en lugares regularmente sucios dada la cantidad de desechos que acompañan a las mercancías, como los plásticos y empaques de todo tipo.

Se han dado diversos proyectos para tratar de enfrentar el problema de la basura. Entre otros tenemos la industrialización de un número considerable de desechos que a su vez son colectados y separados por los pepenadores: plásticos, vidrios, cartones, papeles y metales que son reutilizados en industrias de todo tipo. Sin embargo, sólo una parte menor de esta basura es reciclada, con lo que el resto, sobre todo de productos degradables, forman parte de los rellenos sanitarios o tiraderos a cielo abierto.

 

ALGUNAS CONCLUSIONES Y REFLEXIONES FINALES

Si aceptamos una definición de sustentabilidad como: "satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades", estaríamos finalmente en camino para entender lo que hemos venido señalando en el curso de este ensayo.

1. Las civilizaciones en general, pero en particular la occidental, han fracturado el equilibrio que muchos pueblos sostuvieron en su relación con el entorno natural.

2. Hemos podido demostrar lo irracional del uso inapropiado de tecnologías que son deslumbrantes, pero a la larga son insostenibles para un adecuado intercambio con el mundo natural.

3. Afirmamos que los pueblos originarios no solamente en México, sino en todo el planeta, en general, han mantenido una regulación, cuyo desarrollo sustentable, constituye un equilibrio entre los aspectos: económico, ambiental y su comunidad.

4. En consecuencia, una de las tareas fundamentales de estos pueblos es asegurar, por la educación, que las nuevas generaciones sean capaces de asumir la responsabilidad del intercambio con el mundo natural, al que se sienten sumamente arraigados y del que se asumen como parte del mismo.

5. Este tipo de educación se realiza conservando un enorme respeto por los niños y jóvenes; y de éstos a las generaciones de mayores para transmitir, como lo planteaba Durkheim, el bagaje cultural de generación a generación.

6. La fuerza de estas tradiciones ancestrales se finca en un sentido básico de sobrevivencia, que arraiga en la conciencia como sentido ético-religioso, ligado a las fiestas calendáricas; de ahí sus ritos, ceremonias y danzas que permiten afianzar la memoria histórico-mitológica de la comunidad.

7. La peculiaridad de cada espacio, los microclimas y las comunidades que los habitan, generan una cultura específica, si asumimos que la palabra misma cultura derivada de la palabra latina collere (que significa "habitar"). Esto obliga a cada comunidad a enseñar los secretos o saberes propios del mundo material donde se arraigan.

8. Así, la agricultura, el agua, la tierra y otras formas de sobrevivencia, como la pesca, tienen sus propios quehaceres, para dar sustento a las distintas comunidades. Los saberes son derivados de siglos de contacto e intercambio hombre-naturaleza.

9. Si queremos hacer justicia a la sentencia de Sarukán Kermes: de la necesidad de preguntar a los pueblos originarios, ¿cómo han hecho para vivir en armonía con la naturaleza? Se tendría que pensar en un mundo distinto, fincado menos en grandes concentraciones tecnológicas y más pueblos basados en un orden natural, menos tecnificado, pero no menos cultivado, que nos permita garantizar una relación armoniosa hombre-mundo.

10. De la crisis occidental habremos de tener enormes aprendizajes y lecciones para el futuro, si sabemos leer la realidad en el sentido que lo planteaba Paulo Freire.

En síntesis, después de este gran circunloquio, creo haber demostrado que, si bien los procesos sociales e históricos no son controlables, sí pueden proporcionarnos algunas lecciones que deben considerarse para intentar reorientar el rumbo de este mundo globalizado. Es incuestionable que los procesos civilizatorios son formas de expansión cultural que paulatinamente se convierten en mecanismos depredadores de otras culturas.

 

BIBLIOGRAFÍA

Baechler, J., Los orígenes del capitalismo contemporáneo, Península, Barcelona, 1976.         [ Links ]

Castaneda, C., Relatos de poder, Fondo de Cultura Económica, México, 1976.         [ Links ]

Castro, F., Crisis económica y social del mundo, Siglo XXI Editores, México, 1985.         [ Links ]

Chomsky, N. y Dieterich, H., La sociedad global. Educación, mercado y democracia, Contrapuntos, México, 1996.         [ Links ]

Elvin, Mark, "El imperio chino", Atlas cultural del mundo, tomo II, Barcelona, 1990.         [ Links ]

Fieldhouse, D.K., Los imperios coloniales desde el siglo XVIII, Siglo XXI Editores, México, 1992.         [ Links ]

Hobson, J.A., El imperialismo, Londres/Nueva York, 1902.         [ Links ]

Ianni, O., Teorías de la globalización, Siglo XXI Editores/UNAM, México, 1999.         [ Links ]

Leff, E., Ecología y capital. Hacia una perspectiva ambiental del desarrollo, UNAM, México, 1986.         [ Links ]

Lenin, V.I., Imperialismo, fase superior del capitalismo, Progreso, Moscú         [ Links ].

Marx, K., (1976), El Capital, Siglo XXI Editores, México, 1961.         [ Links ]

Puente, S. y Legorreta, J. (coords.), Medio ambiente y calidad de vida, Plaza y Valdés, México, 1988.         [ Links ]

Rozo, C., La integración europea. Del acta única al tratado de Maastrich, UAM-Xochimilco, México, 1993.         [ Links ]

Sedesol/Instituto Nacional de Ecología, México. Informe de la situación general en materia deequilibrio ecológico y protección ambiental: 1991-1992, Sedesol, México, 1993.         [ Links ]

Shevardnadze, E.A., "Ecología y diplomacia", Boletín de la Embajada de la URSS, año XLVI, núm. 6, México, 1990.         [ Links ]

Soto, R.G. et al., Globalización, economía y proyecto neoliberal en México, UAM-Xochimilco, México, 1995.         [ Links ]

Tamames, R., La polémica sobre los límites del crecimiento, Alianza Editorial, Madrid, 1974.         [ Links ]

Torres E., W., Medio ambiente y desarrollo, Universidad Nacional de Loja, Ecuador, 1988.         [ Links ]

Toynbee, Arnold J., Guerra y civilización, Alianza/EMECÉ, Buenos Aires, 1976.         [ Links ]

Tsetung, M., Cinco tesis filosóficas, RPCH, 1974.         [ Links ]

Tun, F.R., "El problema lingüístico en Belice y su relación con la identidad nacional", tesis de maestría en educación, UAM-Xochimilco, México, 1995.         [ Links ]

Weber, M., La ética protestante y el espíritu del capitalismo, La red de Jonás, México, 1979.         [ Links ]

 

Notas

1 Se trata de un intento de comprensión racional del mundo desde las culturas periféricas a la civilización occidental, en este caso.

2 Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, La red de Jonás, México, 1979, p. 7.

3 Recién hemos afirmado que se trata de un proceso de expansión y colonización de los pueblos, que se apropian de buena parte de la cultura hegemónica, sin abandonar, en la mayoría de los casos, la propia.

4 Referida fundamentalmente a la racionalidad instrumental.

5 Forma no capitalista, occidental, de economía centralizada.

6 Mark Elvin, "El imperio chino", Atlas cultural del mundo, tomo II, Barcelona, 1990.

7 Ibid., pp. 144-145.

8 Un país con 460 etnias y culturas diferentes.

9 La constitución de estos "mega Estados", pudiera significar el último intento de expansión del proyecto capitalista, base de la civilización occidental.

10 Como el Mercado Común del Sur (Mercosur), por señalar alguno.

11 Carlos Rozo, La integración europea. Del acta única al tratado de Maastrich, UAM-Xochimilco, México, 1993.

12 Ibid., p. 18.

13 Ibid., p. 20. Esto que se dice de Europa habría que referirlo al capitalismo mundial en general, ya que precisamente a partir de aquí, habrán de seguir el ejemplo europeo la mayoría de las economías fuertes en el planeta.

14 Ibid., p. 21.

15 Ibid., p. 94.

16 Ibid., pp. 119-120.

17 Esto nos señala que la génesis de la globalización está íntimamente relacionada con una crisis del capitalismo europeo, pero mundial, también.

18 O. Ianni, Teorías de la globalización, Siglo XXI Editores/UNAM, México, 1999.

19 Ibid., p. 111.

20 Idem. Punta de lanza de la civilización occidental, como estamos intentando probar en este ensayo.

21 Idem.

22 Recordamos la tesis marxista de la "caída tendencial de la tasa de ganancia", que marca los límites del mundo capitalista.

23 Robinson Crusoe no es más que la representación de esta imagen que tiene Occidente de sí y de su relación con el Mundo, su Mundo, construido conceptualmente por él mismo.

24 Tenemos el ejemplo de Chico Méndez, asesinado por defender la selva y a su pueblo de las grandes trasnacionales que manejan sus intereses desde Nueva York. Por otra parte, el asesinato de miembros del pueblo Yanomami en la frontera de Brasil y Venezuela. Todo ello ante la frialdad, indiferencia o complicidad de los gobiernos locales o incluso centrales, y grupos de seudointelectuales nacionales y extranjeros.

25 Carlos Castaneda, Las enseñanzas de Don Juan, Fondo de Cultura Económica, México, 2003.

26 Resulta increíble ver a una persona describir por televisión a todo público, las "virtudes" de una bomba de disuasión intercontinental, donde el capitán Nemo de la obra de Julio Verne nos parece verdaderamente infantil.

27 Decía Einstein que si se producía una guerra nuclear, y quedase alguien vivo, las próximas guerras serían a pedradas. Pues muchos pueblos son vistos con desprecio porque se enfrentan aún con flechas y lanzas, argumentándose que el uso de armas sofisticadas es signo de progreso y desarrollo.

28 Ahora bien, tratándose de un recurso no renovable, tenemos la ventaja de que en relativamente poco tiempo los mantos petroleros se habrán de agotar aliviando con ello el daño que se le ha infligido a la naturaleza y generando alternativas de recuperación del manto verde natural.

29 El primer zoológico conocido fue el de Moctezuma en Mesoamérica.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons