Serviços Personalizados
Journal
Artigo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Acessos
Links relacionados
- Similares em SciELO
Compartilhar
Investigación bibliotecológica
versão On-line ISSN 2448-8321versão impressa ISSN 0187-358X
Investig. bibl vol.26 no.58 Ciudad de México Set./Dez. 2012
Reseñas
CARPALLO BAUTISTA, ANTONIO. Las encuadernaciones de obra y fábrica del archivo de la Catedral de Toledo
por Isabel Chong de la Cruz
Toledo : Cabildo de la Catedral : Instituto Teológico San Ildefonso Diputación Provincial, 2010. 95p.
El análisis y revaloración de los libros antiguos comprende ente otras cosas el estudio de su estructura material en donde la encuadernación ocupa un lugar importante, ya que ésta preserva y conserva la información contenida en el libro ya sea manuscrito o impreso debido a que tiene orígenes muy antiguos, que datan desde los asirios quienes protegían con tabletas de arcilla las tejuelas que contenían las inscripciones cuneiformes, o las encuadernaciones en cuero que datan de los siglos VI al VII con restos de decoración en repujado encontradas en las excavaciones egipcias hasta las que hicieron los romanos con sus tablillas de cera por medio de las capsa o scrinum (tapas), cuyas ejecuciones fueron tan perfectas que demuestran ya la existencia de una larga tradición.
La encuadernación propiamente dicha se considera que nació con el liber quadratus (libro cuadrado) de los romanos, cuando las tablillas recubiertas de cera usadas por éstos para realizar apuntes cortos se hicieron en la época imperial, o en ocasiones de especial solemnidad como cuando entraba en funciones algún cónsul y eran de marfil, con cubiertas artísticamente adornadas de las que se conservan varios ejemplares, y que posteriormente fueron usados en la Edad Media como encuadernaciones de manuscritos eclesiásticos, y por ello se los considera el origen de las encuadernaciones de orfebrería de la alta Edad Media.
La literatura señala que la encuadernación de orfebrería de esta época se compone de placas de madera decoradas con relieves en marfil o cinceladas en plata y oro, y engarzadas con piedras preciosas, perlas y esmaltes, en donde la tapa anterior está decorada con mayor riqueza que la posterior, pero también se empleaban especialmente para los libros litúrgicos usados en los actos de culto, por lo que se denominan entonces encuadernaciones de altar. Los motivos de los relieves estaban inspirados por lo general en escenas del manuscrito en cuestión y reproducción, por lo tanto, historias bíblicas o con una imaginación artística rica como puede verse en las bibliotecas, museos o iglesias europeas.
Para los manuscritos utilizados en los monasterios en forma cotidiana se utilizaba una simple cubierta de pergamino o la encuadernación en terciopelo o cuero con el metal reducido a las cantoneras. Las tapas se hacían de madera (roble, arce, haya) recubiertas de piel de ternera con la técnica de repujado (sobre el cuero húmedo se dibujaba un modelo, que después era grabado con un cuchillo y retocado con un instrumento romo o un punzón). La técnica de repujado era ya conocida en los monasterios coptos y alcanzó su máximo esplendor en el siglo XV, especialmente en Alemania meridional y Austria. Inicialmente la decoración incluía ornamentos vegetales, ángeles, santos, y posteriormente, representaciones de cacería o de escenas amorosas.
Las encuadernaciones estampadas en seco, no requerían tanta pericia como el grabado. Para realizarla se utilizaban troqueles calientes en los que estaban cinceladas las figuras, imágenes o modelos que se imprimían sobre el cuero, de forma que la decoración quedaba en relieve, esta técnica recibió el nombre de estampado en frío.
Lo anterior es apenas un esbozo de lo que representa el fascinante mundo de la encuadernación en donde elementos como la tinta y papel se ven protegidos por ésta, que además puede proporcionar información sobre la antigüedad de la encuadernación si observamos sus componentes como pieles, lacerías, decoraciones o broches, por citar algunos.
Considerando que hay escasez de información en materia de encuadernación desde la formación bibliotecológica hasta la profesionalización de la encuadernación, el libro Las encuadernaciones de obra y fábrica del archivo de la Catedral de Toledo de Antonio Carpallo Bautista señala que hoy existen pocos libros en España de donde él es oriundo, que describan las encuadernaciones recubiertas de pergamino y con estructura de cartera en los documentos antiguos depositados en los archivos; de ahí que el libro que hoy nos ocupa, sea un interesante y valioso estudio técnico de las encuadernaciones del Archivo Capitular de la Catedral de Toledo, producto de una minuciosa investigación del Proyecto de Investigación Santander/CentralComplutense Las encuadernaciones de la Catedral de Toledo: catalogación y difusión, cuyos objetivos son analizar y divulgar este tipo de encuadernaciones, realizar un trabajo de análisis material y formal de estos elementos y los motivos y las estructuras decorativas que la componen, así como conocer el estado de conservación de las encuadernaciones para que esto sirva como punto de partida para futuras restauraciones.
La investigación abarca ejemplares provenientes desde mediados del siglo XIV hasta comienzos del XVIII y están presentados cronológicamente bajo esa línea de tiempo, lo cual facilita la comprensión del estudio. Estas encuadernaciones ponen de manifiesto en palabras del propio autor:
la convivencia entre árabes y cristianos a lo largo de los siglos, al igual que en otros aspectos de la cultura, sociedad y demás, también ha influido en el libro y en la encuadernación, esto se refleja tanto en la mejora de los soportes como en la decoración que imita las lacerías y rosetones de la encuadernación mudéjar. Las encuadernaciones de cartera tienen su origen en las encuadernaciones utilizadas en los reinos hispanoárabes, que contenían una solapa que las protegía como si tuvieran un estuche. (2010, p.16).
En su elaboración no se utilizaban tapas, por lo que se crea una encuadernación de pergamino flexible que permite gran diversidad de motivos decorativos, ornamentados con cintas de tela y tiras de piel en las solapas y en los nervios.
El libro es una guía que lleva de la mano al lector para comprender las estructuras decorativas en los refuerzos del lomo, las solapas, tanto en forma circular como en hileras de aspas, las encuadernaciones de cartera con rosetones en la solapa y las de pergamino con hileras de aspas en la solapa también así como las reencuadernaciones de ejemplares con motivos mudéjares y renacentistas. Nos proporciona también las características constructivas de la unión de los cuadernillos a las tapas, las ornamentaciones decorativas del lomo, badanas, cintas, cordeles y las estructuras decorativas empleadas en los refuerzos del lomo.
Nos muestra asimismo la técnica de cosido en los lomos, la decoración en forma de estrella de seis y siete puntas, las hileras verticales de tres y cuatro aspas, las hileras verticales de tres aspas con puntada horizontal, las estrellas de doce puntas rodeadas de dieciséis aspas, la estrella de doce puntas rodeada de veinticuatro aspas, y los rosetones de varias aspas de las solapas, entre otras cosas más. La edición presenta profusas ilustraciones y cuenta con una bibliografía.
Por todo lo anterior es un libro altamente recomendable para los interesados en las encuadernaciones del libro antiguo, pero también cultura general para quienes se desarrollan o trabajan con fondos antiguos.
Las personas interesadas pueden consultar el ejemplar en la Biblioteca del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM, pero también pueden verlo en el Instituto Teológico San Ildefonso, cuyo sitio electrónico es: http://publicaciones.itsanildefonso.com/