La situación del trabajo en México, 2006 es un libro de gran riqueza y diversidad analítica en el cual Enrique de la Garza y Carlos Salas logran reunir a un número importante de destacados especialistas que analizan una multiplicidad de temas laborales centrados en los primeros años del sexenio del presidente Vicente Fox. El conjunto logrado es significativo, y la obra constituye una referencia obligada para todos aquellos interesados en examinar y documentar las transformaciones más relevantes en la situación del trabajo en el momento actual.
Los principales temas y ejes analíticos
El libro consta de 20 capítulos agrupados en torno a cuatro ejes temáticos. En el primero de ellos denominado La macroeconomía en México en el sexenio del cambio, reciben atención especial los rasgos del modelo exportador en México que explican el leve efecto que ha tenido en términos de crecimiento económico. El elevado componente de insumos importados de las exportaciones y su escaso valor agregado son los aspectos más sobresalientes. También se ubica aquí un pormenorizado recuento de la reestructuración financiera de los últimos lustros, en el cual se fundamenta la hipótesis de que los bancos no satisfacen las condiciones básicas de la intermediación. Finalmente se abordan los modelos de producción en la manufactura y la posible ocurrencia de una crisis de lo que se denomina el toyotismo precario. El centro de la discusión en este capítulo es el tipo de cambio preferido por las empresas en México al reestructurar su proceso productivo, el cual ha sido la organización del trabajo y no la tecnología dura.
Ahora bien, ¿qué nos ofrece la obra en su segundo apartado referido a pobreza, ingresos, empleo, productividad y condiciones de vida? Para comenzar, un análisis de la incidencia de la pobreza y de la distribución del ingreso, el cual cubre varias décadas y termina en 2002. Se desglosa el comportamiento de las remuneraciones al trabajo, la renta de la propiedad, y la renta imputada por el uso de la vivienda propia; además se aclara que no existe información para calibrar el impacto de las remesas, ni tampoco las transferencias del gobierno, en particular de los programas Oportunidades y Procampo. En lo que respecta al comportamiento del mercado de trabajo, se examina la naturaleza y la duración del desempleo en los últimos años, así como las transformaciones de las ramas de actividad, la precarización del empleo y el crecimiento de los micronegocios. Por lo que toca a la productividad, se apunta que la economía nacional registra, desde hace dos décadas, estándares cada vez menores de productividad multifactorial, que limitan de manera perversa los esfuerzos de crecimiento económico de México. Se llega a la conclusión de que pese al severo deterioro de los salarios reales que se registra hoy en día, los asalariados continúan transfiriendo parte de sus ganancias de productividad a los empresarios como clase. Reciben por otro lado atención las condiciones de vida de los trabajadores en lo que toca a alimentación, vestido, vivienda, salud, educación y recreación, así como los sistemas de pensiones y jubilaciones del IMSS, el ISSSTE, de las universidades y de Pemex.
En una tercera sección sobre sectores económicos particulares, el libro nos aporta una gran variedad de información y análisis en torno a ramas de actividad específicas. Sobre la industria maquiladora, se estudia su dinámica entre 2000 y 2004, el comportamiento laboral y sus variantes regionales; sobre la industria automotriz, la reestructuración a que ha estado sujeta, las características de los puestos de trabajo que ofrece, las estrategias laborales y la respuesta sindical. En lo que toca a la industria textil y del vestido, se documenta su papel en el patrón de reproducción, el periodo de cambio de 2000 a 2003 y las bases en las que se sustenta su competitividad. Destaca también el estudio de los trabajadores urbanos de la educación, sus características personales en términos de género, edad, escolaridad, experiencia laboral e ingresos por hora trabajada, así como el análisis de los rasgos principales de estos puestos de trabajo en lo que concierne a horas, tamaño del establecimiento empleador, tipo de contrato y seguridad social. En el tema del empleo público, se examina su evolución en las últimas décadas, su estructura y heterogeneidad en términos de ingresos y seguridad social; sobre el sector agropecuario se estudia la evolución de los sujetos agropecuarios en el periodo 1991-2003, y finalmente reciben atención las características sociodemográficas y los aspectos principales de los puestos de trabajo en el comercio y los servicios.
En su cuarto gran apartado, la obra está dedicada a lo que se denominan los actores laborales. Se incluyen capítulos sobre la desigualdad de género en los mercados laborales, la migración mexicana a Estados Unidos, la estructura del empresariado en el país, la afiliación sindical y los distintos proyectos de reforma laboral existentes. Los resultados de estos trabajos indican que durante los últimos lustros las mujeres trabajadoras han perdido proporcionalmente más que los hombres; y en lo que toca a la afiliación sindical, se señala un descenso en la tasa de sindicalización, pero son importantes las dificultades que se presentan para lograr una estimación precisa de este indicador en el caso de México. Se fundamenta también la existencia de dos tipos de perfiles empresariales en el país (con diferencias en su interior), los cuales son identificados como “gerencias de la precariedad” y “gerencias del top manager”; asimismo sobresale el cuestionamiento de la validez de las cifras sobre remesas del Banco de México y, para finalizar, en el tema de las reformas laborales son relevantes los argumentos que respaldan la conclusión de que los principales proyectos existentes no están a la altura de los cambios en el mundo del trabajo en el siglo XXI.
Datos y metodologías
La información y los métodos utilizados en el libro cubren una gama muy variada de alternativas. Los datos e indicadores generados por el INEGI en sus distintas encuestas y censos, así como los del Banco de México y los incluidos en los últimos informes de gobierno constituyen la materia prima de varios de los capítulos. Pero muchos autores no se limitan a esta información secundaria y recurren a los microdatos de muy diversas fuentes para apoyar el desarrollo de las distintas tesis o para comprobar hipótesis específicas. Asimismo, lo que a veces destaca es la sistematización que se efectúa de información que las más de las veces se encuentra dispersa. En este contexto, sobresale la recopilación de estadísticas sobre importaciones, exportaciones y valor agregado según ramas económicas que se lleva a cabo en la primera parte del libro, así como la explotación de los datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación (ENESTYC) para la década de 1990 y comienzos de la actual, con el fin de profundizar en la naturaleza de los modelos de producción que han prevalecido en la manufactura en México.
En la sección sobre pobreza, ingresos, empleo, productividad y condiciones de vida, el lector/a encontrará cálculos rigurosos sobre la incidencia de la pobreza y la distribución del ingreso para un periodo muy amplio (1977-2002), y además indicadores recientes de desempleo, de la evolución de los micronegocios, y de la relación entre pobreza y condiciones ocupacionales. Se ofrecen además aproximaciones estadísticas originales sobre las fuentes de crecimiento de la productividad laboral, la intensidad del capital y de la productividad total de los factores. En lo que respecta a condiciones de vida de los trabajadores, se analiza información sobre el destino del gasto de los hogares, el número de créditos para la vivienda otorgado por diversos organismos, la población afiliada y los diferentes esquemas y reformas llevados a cabo en los regímenes de jubilaciones y pensiones del IMSS, ISSSTE, Pemex y las universidades del país.
¿Qué indicadores o estrategias metodológicas técnicas son relevantes de señalar en la sección de sectores económicos específicos? Nos parece importante el cálculo de la contribución de la industria maquiladora de exportación a la reducción del déficit de empleo; asimismo llama la atención la recopilación de información bastante detallada sobre los contratos colectivos de trabajo que rigen en la industria automotriz, así como el análisis de la productividad laboral de la industria textil y de prendas de vestir durante varios años. En el capítulo sobre los trabajadores urbanos de la educación, resalta la explotación de la información que proporciona la ENEU sobre los docentes por nivel y sector público y privado, y en el apartado dedicado al empleo público sobresale el aprovechamiento de los datos de los Anuarios Estadísticos del ISSSTE, así como de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). En el trabajo sobre el sector agropecuario, habría que destacar el análisis pionero de los datos sobre sujetos agropecuarios que nos proporciona también la ene, encuesta que además aporta los datos primarios que se utilizan en el documento sobre los trabajadores en el comercio y los servicios.
En el cuarto apartado del libro, las diferencias de género en el mercado de trabajo de varias ciudades mexicanas se analizan con base en una multiplicidad de indicadores, entre los que despuntan los índices de feminización por ramas de actividad, los índices de segregación ocupacional, y los índices sintéticos de desigualdad de género. En el estudio de la migración hacia Estados Unidos, hay que subrayar el examen de datos estatales sobre la población nacida en México residente en ese país, así como sobre las remesas en los últimos lustros. Los capítulos sobre el empresariado y sobre la afiliación sindical destacan por explotar información poco conocida proveniente de las encuestas de empleo y las encuestas de ingresos y gastos sobre estos temas; y finalmente, habría que enfatizar en términos metodológicos el extenso y detallado ejercicio de comparación a nivel de artículos específicos en que se basa el estudio de los proyectos de reformas laborales existentes en el país en la actualidad.
Algunos resultados importantes sobre el mercado de trabajo a partir del año 2000
Desempleo y creación o pérdida de empleos según ramas económicas
Es conocido que las tasas de desempleo en nuestro país son especialmente bajas. No obstante, en el libro se puntualiza que el número absoluto de desempleados se incrementó en 66% entre el segundo trimestre de 2000 y el segundo trimestre de 2004 (de 659 388 a 1 092 692). Además, se identifica a la cesantía como el motivo que más ha aumentado para dejar el trabajo. En el mismo periodo 2000-2004 se crearon (o autocrearon) unas 700 mil ocupaciones por año, de las cuales sólo alrededor de 380 mil fueron asalariadas. El sector que más ganó fue el comercio, y los que perdieron en forma significativa fueron la agricultura y la manufactura (Salas y Zepeda, 2006). Los llamados “sujetos agropecuarios” (es decir, los trabajadores directamente involucrados en la agricultura en el transcurso de un periodo de seis meses) descendieron de 9.8 a 7.7 millones entre 1991 y 2003 (Pacheco Gómez, 2006). Resalta asimismo que durante los primeros tres años de la década actual se perdieron alrededor de 68 mil puestos de trabajo al año en la industria maquiladora de exportación, aunque después ha habido cierta recuperación en este sentido (De la O, 2006).
Transformaciones en la heterogeneidad laboral (avances en los micronegocios, evolución del sector público)
Sabemos de la importancia que tiene en México el sector de los micronegocios, pero resulta crucial monitorear su comportamiento en los últimos años durante el sexenio de Vicente Fox. Entre 2000 y 2004, 72% de las nuevas ocupaciones se ubicaron en unidades de hasta cinco trabajadores, y 54% del nuevo trabajo asalariado se creó también en este tipo de unidades. Además la productividad del trabajo en el sector de pequeñas unidades es cuatro veces menor que la de la economía en su conjunto (Salas y Zepeda, 2006). En lo que atañe al empleo público, según los Anuarios Estadísticos del ISSSTE, entre 2001 y 2003 se dio un descenso de 3% en este tipo de empleo. Se trata del primer periodo con cifras negativas en el empleo público desde que se lleva a cabo este registro a partir del año de 1961 (Rojas García, 2006).
La dinámica de los ingresos
Hay acuerdo en que los ingresos constituyen la dimensión básica de las condiciones laborales a la que hay que dar seguimiento en el corto y mediano plazos. En esta obra se aportan datos sobre los ingresos laborales en una multiplicidad de sectores, y también se enfatiza su evolución en los últimos años en comparación con la década de 1990. Para el conjunto de los trabajadores se tiene que entre 2000 y 2003, el salario mínimo real se incrementó en 6.8%; el salario medio de cotización al IMSS en 11%; las remuneraciones en la industria manufacturera en 11.3%, y finalmente las remuneraciones en la industria maquiladora 11.7%. No obstante, todos los salarios anteriores -con excepción de los que se pagan en la industria maquiladora- se encuentran lejos de su poder adquisitivo de diez años atrás (De la Garza Toledo, 2006). En cambio, en la maquila se han recuperado los ingresos reales en la última década, pero aun así, en el periodo 2000-2003 apenas se pagaba en este sector un promedio de 106 pesos diarios (ligeramente por encima de los 9.00 dólares estadunidenses) (cálculos con base en la información que se proporciona en De la O, 2006).
Los cambios en los sistemas de seguridad social
A principios del siglo XXI se mantiene el dato de que sólo alrededor de 40% de la población activa cuenta con algún esquema de protección social (seguros médicos, pensiones, jubilaciones). Se trata de un resultado importante, pero en el libro se llama igualmente la atención a la crisis financiera por la que atraviesan las principales instituciones de seguridad social en el país. En este respecto se llega a la conclusión de que se está de acuerdo con que dicha crisis tiene que ver con el número creciente de pensionados, la falta de reservas económicas, la modificación de la pirámide poblacional, el aumento de la esperanza de vida y la jubilación temprana. Sin embargo, se deja claro que raramente se abordan como causas fundamentales de esa crisis a la falta de crecimiento económico, al bajo nivel de empleo formal y al crecimiento del empleo precario y los bajos salarios. No sólo se trata entonces de un problema financiero y contable, sino económico, político y social (García et al., 2006).
Contratos de trabajo
Son significativas las diferencias que existen en la población trabajadora en lo que concierne a contratos de trabajo. En la industria textil y del vestido, aproximadamente la mitad de los trabajadores dice tener contrato por escrito y tiempo indefinido en el año 2000. Los autores de este texto (Martínez de Ita, Sánchez Daza y Campos, 2006) consideran importante este dato porque se trata de industrias con tasas de rotación de trabajadores muy altas (en algunos lugares hasta de 60% anual). Entre los trabajadores de la educación, los porcentajes de trabajadores con contratos indefinidos varían del 57% en las preparatorias privadas, a 97% en las primarias y secundarias públicas en 2002 (Garro y Llamas, 2006).
Desigualdad de género en el mercado de trabajo en México
La desigualdad de género continúa siendo una constante de los mercados de trabajo urbanos del México de principios del siglo XXI. No obstante, algunos de los estudios que se incluyen en el libro muestran que dicha desigualdad se modificó en forma moderada en el periodo 1991-2000, pero que esto se revirtió en los años 2000-2003. Queda claro que en lapsos de escaso dinamismo económico se puede dar marcha atrás en lo que atañe a las reducidas ganancias hacia la equidad alcanzadas (Ariza, 2006).
La sindicalización
Aunque en el libro se clarifican los problemas existentes en el caso de México para medir con precisión la tasa de sindicalización (De la Garza Toledo, Apéndice), es significativo dejar constancia que, según las encuestas de ingresos y gastos, dicha tasa cayó en 3.6 puntos porcentuales entre 1992 y 2002; entre las mujeres se ha observado una tendencia creciente hacia la sindicalización, pero esto no ha ocurrido en el caso de los hombres. En 2002, según la fuente indicada, sólo 10% de la población activa declaró pertenecer a un sindicato (Esquinca y Melgoza, 2006). Además de las estimaciones de este indicador a nivel del conjunto de los trabajadores, en el libro se incluyen estudios que se detienen en la evolución que ha tenido lugar al interior de sindicatos específicos. Según algunos autores, algunos sindicatos han logrado transformaciones no del todo deleznables. Por ejemplo, los sindicatos de General Motors y de Ford han logrado avances, entre los que se pueden mencionar los siguientes: a) han consolidado su estructura interna y la relación bilateral con la empresa; b) han mejorado el contrato colectivo; c) han promovido la creación de un sindicato nacional con capacidad para agremiar a los trabajadores de las empresas proveedoras, y d) han consolidado su presencia en organismos sindicales de mayor nivel (Contreras, Schnierle y Solís, 2006).
Con esta selección de hallazgos espero haber motivado el interés por leer y polemizar con los autores y coordinadores de esta importante obra. Ante la magnitud y trascendencia de nuestras carencias laborales, se hace evidente la necesidad de sumar esfuerzos por comprender, difundir, y contribuir a diseñar alternativas a las estrategias económicas actuales.
Capítulos que integran el libro
Sección I. La macroeconomía en México en el sexenio del cambio
Fujii, Gerardo, “México: dinamismo exportador con bajo crecimiento económico”.
Bendesky, León, “De la reestructuración financiera”.
Garza Toledo, Enrique de la, “Modelos de producción en la manufactura. ¿Crisis del toyotismo precario?”.
Sección II. Pobreza, ingreso, empleo, productividad y condiciones de vida
Cortés, Fernando, “La incidencia de la pobreza y la concentración del ingreso en México”.
Salas, Carlos y Eduardo Zepeda, “Ocupación e ingresos en México: 2000-2004”.
Hernández Laos, Enrique, “La productividad en México: origen y distribución (1960-2002)”.
Quintero Ramírez, Cirila, “Condiciones de vida de los trabajadores”.
García, Héctor, Arturo Pacheco, Blanca Ruiz, Luis Felipe Sánchez y Luis Daniel Vargas, “Situación actual y perspectivas de los sistemas de pensiones y jubilaciones en México”.
Sección III. Sectores económicos
De la O, María Eugenia, “La industria maquiladora en México, 2000-2004”.
Contreras, Óscar, Luis Roberto Schnierle y Vicente Solís, “Reestructuración y trabajo en la industria automotriz”.
Martínez de Ita, Germán Sánchez Daza y Guillermo Campos, “El trabajo en la industria textil y del vestido en México: 2000-2003”.
Garro, Nora e Ignacio Llamas, “Los trabajadores urbanos de la educación en los sectores público y privado, 1996-2002”.
Rojas García, Georgina, “Cambios recientes en el empleo público en México”.
Pacheco Gómez, Edith, “El trabajo agropecuario en México: 1991-2003”.
Álvarez Galván, José Luis y Chris Tilly, “Trabajadores en el comercio y los servicios en México: trabajo marginal”.
Sección IV. Los actores laborales
Ariza, Marina, “Mercados de trabajo urbanos y desigualdad de género en México a principios del siglo XXI”.
Lozano Ascencio, Fernando y Fidel Olivera Lozano, “El estado actual de la migración mexicana a los Estados Unidos”.
Hernández Romo, Marcela, “La estructura del empresariado en México: un análisis para el sector público y privado”.
Esquinca, Marco Tulio y Javier Melgoza, “La afiliación sindical y premio salarial en México”.
Apéndice
Garza Toledo, Enrique de la, “La polémica acerca de la tasa de sindicalización en México”.
Garza Toledo, Enrique de la, “Los proyectos de reforma laboral de la UNT y del CCE-CT”.