Introducción
La Región Pacífico Sur está integrada por tres estados mexicanos: Chiapas, cuya extensión territorial es de 74 211 km2, Guerrero con 64 281 km2, y Oaxaca con 93 952 km2. Los tres forman parte de un área más grande: la Región Sureste de México, constituida por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, que en conjunto acumulan 27% del territorio mexicano, con 526 448 km2 de los 1 964 357 km2 que mide la República entera.
Las extensiones de Chiapas, Guerrero y Oaxaca suman 232 444 km2, por lo que la Región Pacífico Sur representa 16% de la superficie nacional y 59.7% de la Región Sureste. Conforme a los datos proporcionados por el XII Censo de Población y Vivienda que levantó el INEGI en el año 2000, en estos tres estados la concentración de la población alcanzó 10.7% del total nacional y 46.47% del Sureste, en virtud de que allí residían 22 463 972 de los 97 483 412 habitantes del país, y de ellos 10 439 306 correspondían a los estados que conforman el Pacífico Sur (véase el cuadro 1).
Entidad federativa | Territorio km 2 | Población total en 2000 (INEGI) | IM | IDH |
---|---|---|---|---|
Campeche | 56 114 | 690 689 | 2.12 | 0.719 |
Chiapas | 74 211 | 3 920 892 | 1.28 | 0.744 |
Guerrero | 54 281 | 3 079 649 | 2.08 | 0.706 |
Oaxaca | 93 952 | 3 438 765 | 2.25 | 0.693 |
Quintana Roo | 106 512 | 874 963 | 0.66 | 0.766 |
Tabasco | 25 267 | 1 891 829 | 0.38 | 0.771 |
Veracruz | 71 699 | 6 908 975 | -0.36 | 0.820 |
Yucatán | 34 412 | 1 658 210 | 0.70 | 0.815 |
Total | 526 448 | 22 463 972 | X=0.81 | X=0.768 |
Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI, XII Censo general de población y vivienda 2000, Conapo.
Al comparar los datos de la Región Sureste con los de su subregión Pacífico Sur observamos una diferencia entre los porcentajes territoriales y los demográficos, pues si bien dicha subregión abarca casi 60% del territorio de la Región Sureste, en términos de población es menor en 13.53 puntos porcentuales.
Es difícil explicar con precisión qué justifica tal disparidad, ya que el crecimiento de la población en un territorio tiene que ver con la salud (mortalidad y natalidad), las tasas de diferencias migratorias (entrada y salida de población), y el empleo, entre otras cuestiones; no obstante, un factor determinante de la concentración y desconcentración de la población en un área es sin duda su desarrollo, de tal suerte que en una región desarrollada donde la marginación no se presente y la población posea una calidad de vida aceptable habrá un mayor asentamiento poblacional que en donde reine la pobreza.
La definición de pobreza y pobreza extrema que propone Hiernaux (Osorio, 1995: 11-19) se refiere a los espacios alejados de los centros de acumulación donde se desarrollan las principales actividades que impulsan el crecimiento económico de un país; tales espacios se caracterizan por sus difíciles condiciones geográficas, por las desigualdades entre sus habitantes derivadas del desmedido poder de los caciques regionales, por los altos índices de analfabetismo, por los bajos grados de escolaridad de su población, y por la falta de una política de desarrollo social.
Tales condiciones propician el proceso migratorio, pues la población busca mejores estadios de vida tanto para el emigrante como para su familia, que recibe el apoyo de las remesas y con ellas mejora su precaria economía y en ocasiones logra modificar su calidad de vida.
Marginación, desarrollo humano y migración en el Pacífico Sur de México
Los datos económicos y sociales de Conapo para la Región del Pacífico Sur muestran que en el año 2000 los tres estados que la forman presentaron los índices de marginación más altos del país. A Chiapas le correspondió el índice más elevado (2.25), después Guerrero (2.12), y por último Oaxaca (2.08).
El comportamiento del índice de desarrollo humano entre el Pacífico Sur y el resto de las entidades de México fue parecido, aunque internamente hay diferencias entre ellos en relación con la marginalidad. Guerrero presenta las mejores condiciones con un índice de desarrollo humano de 0.719; le sigue Oaxaca con 0.708 y el que se encuentra en las peores circunstancias es Chiapas, con 0.693 (véase el cuadro 2).
Entidad | IIM | IM | IDH |
---|---|---|---|
Chiapas | -1.24572 | 2.25 | 0.693 |
Guerrero | 0.42772 | 2.12 | 0.719 |
Oaxaca | -0.26377 | 2.08 | 0.706 |
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de México; INEGI, XII Censo general de población y vivienda 2000, Conapo.
Frente a este panorama la población del Pacífico Sur ha buscado nuevas alternativas de subsistencia y ha encontrando en la emigración una salida que la ayuda a obtener satisfactores para paliar las carencias y los problemas que han venido padeciendo y que los gobiernos federales y estatales no han sido capaces de solucionar.
Las zonas rurales de Guerrero, Oaxaca y Chiapas presentan territorios abandonados como resultado de la emigración interna y nacional ocasionada por las desigualdades de desarrollo de las regiones. Un ejemplo de esta situación lo plantea Morales (1999) cuando asegura que en Guerrero la población basa sus expectativas de mejorar sus condiciones de vida en la posibilidad de salir de su comunidad en busca del sustento que allí no encuentra debido a la falta de oportunidades de empleo, a que no tiene tierras para cultivar y carece de recursos para cubrir sus necesidades de alimento y vestido.
El propósito de este trabajo es identificar el papel de las remesas familiares en la sobrevivencia y el desarrollo de la población del Pacífico Sur de México, de ahí la pertinencia de referir dos razonamientos relativos a los efectos de la presencia del fenómeno migratorio en esta región: 1) tanto Chiapas como Guerrero y Oaxaca son considerados en la actualidad de reciente incorporación al fenómeno migratorio internacional; 2) además del aporte de las remesas que envían los emigrantes hay otros factores que influyen en el desarrollo de las regiones.
No obstante, tampoco se puede soslayar que la población emigrante internacional de las tres entidades federativas aportó 12.81% de las remesas familiares que entraron al país en el año 2000, y si el análisis se hace por estado tenemos que Guerrero obtuvo 49.0% de los recursos totales de la región, seguido por Oaxaca con 32.0% y Chiapas con 19.0 por ciento.
Un indicador que nos ayuda a comprender el proceso migratorio desde la perspectiva de la migración internacional es el índice de intensidad migratoria (IIM), que fue diseñado por el Conapo con datos del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000. Lo integran cuatro indicadores: a) porcentaje de hogares que reciben remesas, b)porcentaje de hogares con emigrantes en Estados Unidos en el quinquenio anterior, c) porcentaje de hogares con emigrantes circulares del quinquenio anterior, y d) porcentaje de hogares con emigrantes de retorno del quinquenio anterior.
En la Región del Pacífico Sur la entidad que presentó un mayor IIM fue Guerrero (0.42772), es el único de los tres estados cuyo indicador fue positivo, lo que denota una mayor presencia del fenómeno migratorio internacional entre su población; le siguió Oaxaca (-0.26377), cuyos pobladores también participan activamente como emigrantes internacionales, aunque en menor intensidad que los de Guerrero, pero más activamente que los de Chiapas (-1.24572).
Se advierte un acercamiento a la realidad de la salida de la población del Pacífico Sur al observar el saldo neto migratorio que se presentó en el año 2000 en sus tres entidades. El cuadro 3 muestra que sus saldos son negativos, pues es más la población que emigra que la que llega a la región.
Entidad federativa | Poblacion inmigrante | Poblacion migrante | Saldo neto migratorio |
---|---|---|---|
Chiapas | 1.40 | 2.82 | -1.42 |
Guerrero | 2.05 | 5.31 | -3.26 |
Oaxaca | 2.70 | 4.85 | -2.15 |
Nota: Excluye a la población que en enero de 1995 residía en otro país y a la que no especificó su lugar de residencia en esa fecha.
FUENTE: INEGI, XII Censo general de población y vivienda, 2000, Tabulados de la muestra censal, Cuestionario ampliado.
Esto demuestra que los pobres de México se están cobijando en la migración, ocasionando la despoblación regional con la salida de la población económicamente activa (PEA), sobre todo de la más joven y productiva, lo que incide en la transformación de las relaciones y esquemas de producción de las comunidades de la zona rural, donde las mujeres y los adultos mayores se “quedan” a seguir en las labores agropecuarias y al cuidado de los hijos.
Remesas familiares: ¿factor de sobrevivencia o de desarrollo de la población sureña?
El fenómeno de la emigración de mexicanos hacia Estados Unidos ha provocado la emergencia de nuevas posiciones y nuevas voces entre los investigadores, sobre todo en su análisis de lo concerniente a su importancia en el desarrollo regional en México; en lo que más se han centrado durante los últimos años han sido los aspectos económicos y sociales derivados de las remesas familiares que entran a las distintas regiones y afectan el desarrollo de las microrregiones.
Entre las investigaciones que nos demuestran la importancia de las remesas familiares en México destacan los trabajos de Lozano (1992 y 1999) sobre Las remesas monetarias de trabajadores mexicanos en Estados Unidos, donde tras una labor de investigación concluye que el monto de las remesas internacionales de los migrantes mexicanos en 1990 fue superior al monto de la inversión extranjera directa en México e incluso superó al de las exportaciones agropecuarias del país durante ese periodo; Lozano hace algunas precisiones sobre la cuantía de las remesas enviadas desde Estados Unidos por emigrantes mexicanos en distintos periodos y determina sus incrementos a través del tiempo para algunos de los estados expulsores.
Otro investigador, Pablo Serrano Calvo (2000), subraya las formas de organización colectiva de los emigrantes y su potencialidad, lo que se refleja en las remesas hacia sus regiones. Esto ocasiona que las organizaciones de los emigrantes se vuelvan protagonistas e impulsores del desarrollo en sus lugares de origen.
Un investigador más que se suma a la discusión de la importancia de las remesas es Rodolfo García Zamora (2003), quien advierte que si bien es verdad que las remesas -sobre todo las colectivas- dan la oportunidad de desarrollar nuevos esquemas de producción en las localidades receptoras, también es cierto que existen ciertas dudas entre los migrantes sobre la conveniencia de apoyar los programas de desarrollo regional antes de que éstos realmente operen en beneficio de sus familias en las regiones de expulsión.
El cuantificar los impactos de los recursos provenientes del esfuerzo de los emigrantes mexicanos en el extranjero ha sido una tarea complicada, ya que como expone Luis Felipe Cabrales (1997) en su trabajo sobre el análisis de los ahorros y destinos de los flujos de remesas, si se presentan problemas para la cuantificación de los montos y los flujos de las remesas que ingresan a México, resulta mucho más complejo identificar los efectos que de ellas se derivan, dada la complejidad del proceso de circulación del dinero que entra, puesto que se trata de una “operación hormiga” que en muchos casos ocurre dentro del país, además de que son complejos y diversos los medios por los cuales se efectúa.
Por lo que toca al comportamiento de los recursos que entraron a la Región del Sureste de México, observamos que las remesas familiares provenientes de Estados Unidos en el año 2000 ascendieron a 1 353 380 700 millones de dólares y que los estados de Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Chiapas fueron los más favorecidos, pues recibieron 1 235 724 000 millones de dólares que representan 91.3% del total.
Similar tendencia se advierte en las entidades en donde se ubican los hogares receptores de remesas familiares, puesto que de los 143 308 hogares que declararon recibir dinero proveniente de algún miembro de la familia que trabajaba en el extranjero, 136 275 se hallaban en los cuatro estados mencionados, cantidad que representó 95% del total de los hogares receptores de las ocho entidades que conforman la región.
Al calcular las remesas per cápita para cada una de las entidades -total de remesas que llegan a un estado, región o comunidad entre el total de población del territorio en estudio-, se determinó que en Guerrero la población se vio mayormente beneficiada (133.82 dólares) en relación con la de los otros estados, y que donde hubo menos derrama fue en Yucatán, con 16.65 dólares.
Al separar los datos de la Región Pacífico Sur de México del resto de los estados del Sureste advertimos que a Guerrero, Oaxaca y Chiapas ingresaron 842 001 300 millones de dólares, que convertidos a pesos mexicanos (a la media de tipo de cambio para ese año de 9.66 pesos por dólar) representaron 8 386 332 940 pesos, es decir, 22 976 254 pesos por día. Guerrero fue el más beneficiado, ya que absorbió casi 49% de ellos, lo que se reflejó en el indicador de remesas per cápita, puesto que si bien fue verdad que el indicador regional refleja 84.31 dólares por habitante, al hacer el cálculo por entidad la población de Guerrero obtuvo más remesas per cápita (133.82 dólares).
Tales cifras demuestran por un lado la magnitud del compromiso, el esfuerzo y la aportación de la población a sus familiares que se quedaron en su comunidad de origen, y por otro, la importancia que reviste en el aspecto económico y social la llegada de divisas para el apoyo del desarrollo de quienes las reciben y de las propias comunidades.
Estados Region Sureste | Participacion millones de dólares | Participación de remesas (%) | Remesas en dólares per capita | Total de hogares | Hogares receptores remesas (%) | Hogares receptores remesas | Hogares con emigrantes en EU (%) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Guerrero | 412 127 100 | 6.27 | 133.82 | 677 731 | 7.86 | 53269 | 6.79 |
Veracruz | 393 722 700 | 5.99 | 56.99 | 1 649 332 | 2.74 | 45 191 | 3.20 |
Oaxaca | 264 891 900 | 4.03 | 77.03 | 762 517 | 4.13 | 31 491 | 4.76 |
Chiapas | 164 982 300 | 2.51 | 42.08 | 832 111 | 0.76 | 6 324 | 0.79 |
Tabasco | 46 011 000 | 0.7 | 24.32 | 426 653 | 0.64 | 2 730 | 0.58 |
Yucatán | 27 606 600 | 0.42 | 16.65 | 387 434 | 1.41 | 5 462 | 1.02 |
Quintana Roo | 24 977 400 | 0.38 | 28.55 | 219 671 | 0.99 | 2 174 | 0.71 |
Campeche | 19 061 700 | 0.29 | 27.60 | 163 451 | 1.02 | 1 667 | 0.88 |
Totales | 1 353 380 700 | 148 308 |
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de México; INEGI, XII Censo general de población y vivienda , 2000.
Entidad | Poblacion total (INEGI) | Resmesas familiares en 2000, millones de dólares (BM) | Participación de remesas familiares de México (%) | Remesas per cápita |
Chiapas | 3 920 892 | 164 982 300 | 2.51 | 42.08 |
Guerrero | 3 079 649 | 412 127 100 | 6.27 | 133.82 |
Oaxaca | 3 438 765 | 264 891 900 | 4.03 | 77.03 |
Totales y media | 10 439 306 | 842 001 300 | 12.81 | 84.31 |
La manera en que se da la participación de la distribución de los recursos nos lleva a comparar el comportamiento de los índices de marginación y de desarrollo humano con las remesas que arribaron a los tres estados y su distribución per cápita.
Para el primero de los dos análisis, al examinar el comportamiento del índice de marginación en esta región notamos que no hay una relación directa entre las personas receptoras de remesas y dicho índice; por ejemplo, al comparar a Guerrero con Oaxaca notamos que al primero le correspondieron 412 127 100 millones de dólares de remesas y que su índice de marginación es mayor que el de Oaxaca, que recibió 264 891 900 millones de dólares pero con un IM inferior al guerrerense; por lo que respecta a Chiapas, observamos que presenta el más elevado IM y recibe menos remesas en la región.
También se observó que Guerrero presentó los más altos índices de desarrollo humano de toda la región, y además que los datos relativos a las remesas recibidas presentan diferencias significativas entre Guerrero y los otros dos estados. Tal parece que es importante el papel de las remesas en la longevidad, la educación y el nivel de vida de las poblaciones receptoras.
En el estudio de los datos se advierte que la ubicación geográfica influye en la llegada de remesas, ya que cuanto más al sur se halle una entidad, menores serán las remesas que le llegarán y el IDH tenderá a ser menor, es decir, la calidad de vida de sus pobladores se volverá más precaria. Esto confirma nuestra hipótesis de que a menor monto de remesas, menores oportunidades de subsistir, mayores índices de analfabetismo y disminución de la distribución del ponderado.
La relación entre las remesas familiares y el comportamiento del índice de marginación es negativa, pero encaja favorablemente en la relación con el desarrollo humano, ya que la marginación disminuye al aumentar las remesas; por lo tanto hay una relación inversamente proporcional. A mayor cantidad de remesas, menor índice de marginación.
Tratando de encontrar elementos que ratificaran lo anterior, tomamos datos del XII Censo General de Población y Vivienda de 2000 relativos al total de hogares ubicados en Chiapas, Guerrero y Oaxaca. En el Pacífico Sur había 2 272 359 hogares, entre los cuales en 12.34% por lo menos uno de sus miembros era emigrante internacional, y 12.75% recibía remesas familiares (véase el cuadro 6).
Entidad | Total de hogares | Hogares receptores de remesas (%) | Hogares con emigrantes en EU (5) |
---|---|---|---|
Chiapas | 832 111 | 0.76 | 0.79 |
Guerrero | 677 731 | 7.86 | 6.79 |
Oaxaca | 762 517 | 4.13 | 4.76 |
Total de la región | 2 272 359 | 12.75 | 12.34 |
FUENTE: Elaboración propia con datos del INEGI, XII Censo general de población y vivienda, 2000.
Cabe mencionar que en Guerrero es mayor la proporción de hogares receptores de remesas y la de hogares con al menos un miembro del núcleo familiar que emigró a Estados Unidos, seguido por Oaxaca y en último lugar Chiapas. Esta distribución viene a ratificar la hipótesis de que una entidad mexicana con un historial parecido con relación a la incorporación de su población al fenómeno migratorio ubicada en una región geográfica y con índices de desarrollo económico y social parecidos a otras entidades de su misma región, entre más hacia el sur se encuentre del país menos remesas recibirá; por lo tanto el factor ubicación geográfica incide en ese aspecto.
Para comparar el IM y el IDH con las remesas per capita, se utilizó un análisis comparativo de indicadores (EACI) -metodología propuesta por Morales (2004) -; se efectuó una correlación entre los índices de desarrollo humano y de marginación del año 2000 -que registró el Consejo Nacional de Población en México- con la variable remesas per cápita calculada para cada una de las tres entidades federativas, planteamiento que facilitó el estudio del comportamiento inter e intrarregional sobre estos tópicos particulares del proceso migratorio internacional para la región.
Dentro del razonamiento se utilizó el coeficiente de determinación (r2) para determinar la importancia de la función de regresión, ya que éste es un indicador cuantitativo de la bondad de la función de regresión. Sus límites son: 0 ≤ r2 ≥ 1.
Si r2 = 1 hay una relación perfecta entre las variables; si r2 = 0 no existe relación entre las variables.
Asimismo se manejó el análisis de correlación, que se refiere a las técnicas usadas para medir la dependencia de la relación entre variables. El grado de dependencia de la relación entre dos variables se mide por un valor relativo dado por el coeficiente de correlación denotado por r de Pearson, el cual es la raíz cuadrada del anterior (coeficiente de determinación r2).
Para el caso del coeficiente de correlación (r) los límites extremos serán:
-1 ≤ r2 ≤ 1
Así, r = 1 expresa una correlación lineal positiva perfecta; r = 0 indica que no existe relación lineal alguna entre las variables; r = -1 expresa una correlación lineal negativa perfecta; -1 ≤ r2 ≥ 0 expresa una relación inversa entre variables; 0 ≤ r2 ≥ 1 expresa una relación positiva o directa entre variables.
Se procedió a aplicar pruebas estadísticas y a graficar los datos del total de la región (véase la gráfica 1) con el propósito de lograr mayor precisión de la apreciación preliminar. Se encontró que R2 = 0.3989, en la relación de remesas per cápita e índice de marginalidad, por lo que se asume que las remesas explican 39.89% de la variación del índice de marginación de este grupo de estados, y por consiguiente el restante 60.11% se debe a otro tipo de factores; por lo que toca a la r de Pearson, es igual a 0.630, lo que indica una relación significativa entre las dos variables. Estos resultados llevan a la conclusión preliminar de que la marginalidad tiende a ser menor cuando se cuenta con mayores remesas, es decir, en aquellos estados que reciben mayores remesas disminuyen los déficit y la intensidad de las carencias y privaciones de la población; por lo tanto, esta conclusión refuerza en forma positiva una de nuestras hipótesis de trabajo: un incremento del flujo de dinero enviado por los migrantes mexicanos en el extranjero acarrea una mejora en los índices de marginación y de desarrollo humano de la población del país.
Al calcular el coeficiente de correlación (r de Pearson) entre IDH y las remesas per cápita de esta región (véase la gráfica 2) se ve que dicho coeficiente es igual a 0.990, de ahí que se presente una correlación significativa, lo cual quiere decir que los valores de cada una de las variables fluctúan correlativamente: al aumentar uno, aumenta el otro. Es decir, cuando se incrementa el porcentaje de la población receptora de remesas, aumenta el índice de desarrollo humano (IDH). Los resultados confirman la hipótesis de que en regiones de reciente incorporación al fenómeno migratorio donde se presenta una mayor población receptora de remesas -aportaciones de los flujos de dinero enviados por los migrantes mexicanos en el extranjero a las regiones-, los índices de desarrollo humano mejoran.
Por último al correlacionar las variables remesas per cápita e índice de intensidad migratoria se advierte una fuerte relación entre ambas, representada por la r de Pearson de 0.970, lo que significa que los datos varían análogamente, ya que a medida que uno de los indicadores se eleva ocurre lo mismo con el otro. En la región en estudio, cuanto mayor es la presencia del fenómeno migratorio, mayores son las remesas que se reciben (véase la gráfica 3).
La aplicación del análisis comparativo de indicadores permitió examinar el comportamiento en los ámbitos inter e intrarregional de algunos de los efectos de las remesas familiares derivadas de la migración internacional de mexicanos del Pacífico Sur en apoyo al desarrollo de la región y de las familias receptoras.
Resultados y conclusiones
Los resultados se pueden separar en dos ámbitos: i) macrorregión (Sureste de México), ii) subregión (la Región Pacífico Sur).
En el Sureste de México los estados que presentan los IM más elevados y los menores IDH son los que más remesas familiares reciben, lo que nos lleva a plantear las siguientes proposiciones:
Entre más marginación se presenta en una región, son mayores los esfuerzos que hacen los migrantes para apoyar a sus familias.
Entre más se beneficie una entidad federativa o región con la participación de los recursos derivados del trabajo de sus ciudadanos en el extranjero, mayor será el grado de desarrollo humano que se presente en su población y menor su índice de marginalidad.
Entre menos personas reciban remesas en un estado o región, más elevado será el índice de marginación en la población y menor su desarrollo humano, lo que implica que un mayor número de habitantes no cubra sus necesidades básicas de vivienda, servicios eléctricos, agua y demás; lo que demuestra que las remesas son un factor de apoyo al desarrollo de las regiones expulsoras y de la población beneficiada.
Para estos estados se reafirma la hipótesis de que a menor población receptora de remesas, menores oportunidades de subsistir, mayores índices de analfabetismo y disminución de la distribución del PIB ponderado entre la población de la región.
Para la Región Pacífico Sur, en los estados que presentan los IM más elevados y menores IDH hay más personas que reciben remesas, situación que nos lleva a plantear las siguientes proposiciones:
Entre más marginación exista en una región, los esfuerzos de los migrantes por apoyar a sus familias serán mayores.
Entre más se beneficie una entidad federativa o región con la participación de los recursos derivados del trabajo de sus ciudadanos en el extranjero, mayor será el grado de desarrollo humano que se presente en su población y menor su índice de marginalidad.
Entre menos personas reciban remesas en un estado o región, más elevado será el índice de marginación en la población y menor su desarrollo humano, lo que implica que un mayor número de habitantes no cubrirán sus necesidades básicas de vivienda, servicios eléctricos, agua y demás.
Para estos estados se reafirma nuestra hipótesis de que a menor población receptora de remesas, menores oportunidades de subsistir, mayores índices de analfabetismo y disminución de la distribución del PIB ponderado entre la población de la región.
Por lo tanto, respondiendo al planteamiento inicial de identificar cuál es el papel de las remesas en la sobrevivencia y el desarrollo de la población del Pacífico Sur de México, los resultados indican que las remesas familiares que llegan a la población del Pacífico Sur de México son significativas para el mejoramiento del índice de desarrollo humano, puesto que inciden en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Asimismo, si bien las remesas familiares no pueden considerarse un factor fundamental para el desarrollo regional, el cual requiere de programas estructurados para mejorar los sistemas de producción, y de los cuales el principal impulsor es el Estado, los recursos provenientes del esfuerzo de los migrantes favorecen el mejoramiento de algunos componentes del índice de marginación, y a medida que se incrementan los montos de las remesas en una región disminuye la marginalidad que padece la población, lo que nos lleva a pensar en la importancia de reflexionar sobre la cuestión y no minimizar el esfuerzo de los emigrantes internacionales mexicanos.
Sin embargo, lo anterior no es motivo para que el Estado mexicano descargue la responsabilidad del desarrollo regional en la población emigrante, sino de que tome conciencia de que cuando las remesas se vuelven un factor de sobrevivencia para la población, es que hay una irresponsabilidad del Estado al no asumir su compromiso de desarrollo de las regiones marginadas expulsoras de emigrantes.
Para el caso de los estados del Pacífico Sur de México -donde a pesar de la llegada de estos recursos la precarización de las condiciones de subsistencia persisten-, el papel de las remesas como factor de sobrevivencia demuestra la poca respuesta de los gobiernos de las tres entidades federativas en la planeación e integración de acciones sustentadas en programas capaces de promover e impulsar el desarrollo regional, lo que orilla a sus pobladores a buscar en la emigración una válvula de escape para solucionar sus problemas de sobrevivencia.