SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.29 issue2Antigona's Grave by Maria Zambrano: An Approach to Ana's CharacterEstilística griega author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Nova tellus

Print version ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.29 n.2 Ciudad de México  2011

 

Reseñas y notas bibliográficas

 

Bocchetti, Carla, La geografía de la Ilíada: una perspectiva cultural

 

Silvia Chávez Limón

 

México, UNAM, 2011 (Supplementum III Noua Tellus), 138 pp.

 

Recepción: 8 de agosto de 2011.
Aceptación: 6 de diciembre de 2011.

 

Palabras clave: Ilíada, geografía homérica, geografía cultural.

 

Keywords: Iliad, homeric geography, cultural geography.

 

Los estudios homéricos han sido tradicionalmente el pórtico para realizar nuevas interpretaciones y aproximaciones teóricas aplicadas a la antigüedad; en esta línea podemos ubicar La geografía de la Ilíada: una perspectiva cultural (la más reciente publicación del suplemento de Noua Tellus), libro surgido de la tesis doctoral que Carla Bocchetti presentó en la Universidad de Warwick.

La filóloga analiza el Catálogo de las naves desde el horizonte de la "Geografía cultural", es decir, la geografía puesta en relación con la identidad personal, el paisaje y, en su caso, la nación.

La pertinencia de esta publicación queda clara si tomamos en cuenta que, hasta ahora, carecíamos de algún trabajo en torno a la geografía homérica y sus relaciones con el tema de la identidad: "En este trabajo se analiza el impacto de los rótulos geográficos [...] acerca de la construcción de la identidad heroica y sobre la construcción del recuerdo de la patria" (p. 9); de tal análisis la autora desprende la propuesta de "considerar el Catálogo como un mapa cultural, en el cual queda plasmada por primera vez una concepción panhelénica" (p. 10).

En el primer capítulo, "Geografía cultural", Bocchetti sigue la definición de la disciplina enunciada por C. Sauer, a saber, la geografía que "aborda aquellos aspectos de la tierra que dan forma a las ideas que la gente tiene acerca de sí misma y que otorgan a su identidad una expresión característica".1

En el caso homérico, esta perspectiva se busca en las relaciones entre paisaje e identidad, puesto que en el Catálogo la enumeración está dotada de materialidad por medio de la evocación de espacios, paisajes y tierra natal; por esto, el enfoque de la geografía cultural es oportuno ya que sirve para "humanizar" (realzar un lugar particular a partir del sentido de pertenencia para sus habitantes) el espacio realmente habitado (pueblos y ciudades significativos en sí mismos) por aqueos y troyanos; así pues, el Catálogo "puede ser considerado como una importante construcción literaria dentro de un proyecto de construcción de identidad colectiva" (p. 13).

A continuación, la autora sintetiza las aportaciones de la geografía cultural como agente de la expansión geográfica. Tales contribuciones vienen principalmente del marxismo, el feminismo y el multiculturalismo, las cuales tienen en común la visión de la ciencia geográfica como un producto de la vida material y, por lo tanto, de sus estructuras sociales y de dominación; en razón de ello, luego, el espacio ha de ser comprendido por medio de sus modificaciones, diversidad y movilidad. En consecuencia, señala la historiadora, "la geografía cultural proporciona la base teórica para estudiar el proyecto espacial de Homero desde una perspectiva no céntrica" (p. 19).

Como ya fue señalado, uno de los conceptos clave para la geografía cultural es el de paisaje, que se define de diversas maneras: "la apariencia de la tierra tal como la percibimos" (Hartshorne),2 "construcción de la mente y el sentimiento" (Tuan),3 "la vista del escenario real y una sección de la tierra poseída y habitada" (Coones),4 "todo lo que nos rodea y tiene un significado manifiesto para todos" (Lowenthal),5 "una forma de ver" (Cosgrove).6 Asimismo, la geografía cultural se auxilia de la semiología para interpretar el paisaje como un texto (Hopkins,7 Hoskins,8 Duncan y Duncan9).

En suma, este enfoque geográfico "se concentra en los seres humanos con todas sus complejidades, significados provenientes del entorno, el papel de la subjetividad y la conciencia en la geografía, la estética del paisaje y de la arquitectura, y el significado emocional de los lugares en la identidad humana" (p. 21).

Con esta óptica, es manifiesto el rol dramático del paisaje en el Catálogo: los cierres del argivo y teucro (un territorio agreste y uno fluvial) están relacionados con los aspectos dramáticos de la narración y con la caracterización de los personajes (Héctor y el Escamandro, Odiseo y el monte Neritos).

Para saber cómo habrán de aplicarse estos novedosos enfoques a la geografía antigua, la filóloga pasa revista a las posiciones de la Escuela de Perusa (Congreso de Aquasparta, 1991), a las de la Escuela francesa (Gernet, Levi-Strauss, Vernant, Vidal-Naquet, Hartog y Ballabriga), a los asertos de los británicos (Rutherford, Clarke y Rood) y de los norteamericanos (Romm, Buxton, Taplin y Zeitlin), para después afirmar con I. Malkin y D. Mitchell que la "poesía de catálogo" es un proceso de visualización del espacio que fundamenta cierta construcción del sentido de colectividad, aunque "Homero no construye una polaridad entre griegos y bárbaros (troyanos) ni da a entender que los griegos tuvieran una nación en el sentido moderno del término" (p. 27), y sostiene que a dicha construcción panhelénica se le ajusta mejor el concepto alemán de Kulturnation; en síntesis, "los catálogos son emblemas de identidad a través de los cuales una sociedad explica su presente, dándole orden a su pasado" (p. 29).

Para conocer la geografía de Homero, la autora indica la importancia del mapa (p. 36 et passim) y el periplo ("...una instrucción verbal para realizar un viaje, un itinerario creado mediante la descripción de promontorios y otros aspectos geográficos notables como ríos, montañas y ciudades, todos ellos sobre una única dimensión lineal" [p. 30]), se detiene a definirlos y a revisar los principales ejemplos antiguos (v. gr.: Hecateo, Heródoto, Escila de Carianda, Eratóstenes, Hiparco, etc.) para concluir que el Catálogo puede estar basado en varios periplos y que también puede ser considerado como un mapa oral. En este último sentido, la representación (ya como pieza aislada o como parte de la Ilíada) debió tener gran importancia en festivales político-religiosos para explicar "el conocimiento o prácticas espaciales mediante el despliegue de la memoria topográfica" (p. 41) y, junto con las genealogías, para la formación de una idea que los helenos se hicieron de sí mismos.

En el segundo capítulo, "Paisaje e identidad", Bocchetti repasa los principales problemas del Catálogo, a saber, los histórico-geográficos, las interpolaciones, la relación del Catálogo con la Ilíada y la descripción de Beocia. Respecto a las omisiones geográficas, los sitios superpuestos y las ambigüedades en los límites de los territorios, la autora opina que se explican si vemos al Catálogo como un intento de unificar distintas tradiciones míticas (tal como señala Griffin,10 quien estima que se trata de una fusión de los ciclos troyano y tebano). En cuanto a las interpolaciones, la autora difiere de la interpretación común: que son producto de la recensión de Pisístrato, y considera que son anteriores (del periodo protogeométrico o geométrico). Por otro lado, al analizar la relación del Catálogo con el poema completo, Bocchetti enfatiza el papel toral que tuvo el Peloponeso en el ciclo troyano a causa de la preeminencia que Micenas adquirió sobre Argos. Finalmente, en el caso excepcional de Beocia (región que tiene una importancia en el Catálogo pero que no se refleja en el resto del poema), la historiadora afirma, junto con Anderson,11 que "está basada en una fuente geográfica que no proviene del mito, sino que, al parecer es la Beocia contemporánea de Homero del s. VIII a. C." (p. 59).

En el apartado "Los rótulos geográficos", dedicado a montañas, montes, ríos y lagos, y a sus epítetos, la autora indica que, por ser estos últimos predominantemente formularios, los rótulos son mejores guías para ubicar lugares, además, son elementos importantes de la geografía política pues "enfatizar los rótulos geográficos más que los epítetos abre una nueva dimensión en el estudio de la topografía de la Ilíada" (p. 65). Después, ilustra que la representación de Grecia y Asia Menor se refiere al paisaje real mediante seis tablas:

1) El Catálogo aqueo: montañas y epítetos que evocan un paisaje montañoso.

2) El Catálogo aqueo: ríos y epítetos que evocan un paisaje fértil.

3) El Catálogo troyano: montañas de la zona troyana.

4) El Catálogo troyano: ríos de la zona troyana (los aliados).

5) Epítetos para los rótulos geográficos en el Catálogo aqueo.

6) Epítetos para los rótulos geográficos en el Catálogo troyano.

El subsiguiente capítulo, intitulado "Poesía de catálogo y genealogías", ofrece una perspectiva de la "poesía de catálogo" como una expresión del orden político y social, puesto que ésta y las genealogías pueden ser leídas como textos geográficos. Es importante destacar que Homero no construye la polaridad entre griegos y troyanos por medio de discriminaciones étnicas, sino sobre las diferencias topográficas (entre otros factores); es igualmente notorio que tampoco da a los griegos continentales una denominación general: son ya argivos, ya dánaos, ya helenos (los tesalios bajo el dominio de Aquiles), ya panhelenos (habitantes del norte); quizá, sólo "pelasgos" denote la colectividad griega.12

El modo en que el paisaje interactúa con la identidad heroica (y dicha interacción confirma la unicidad del Catálogo) es notoria en tres grupos de episodios: los obituarios13 (notas introducidas poco antes de que un héroe muera: XVI, 717-19; VI, 32-5; V, 543-45), las genealogías en las que la topografía es parte del origen de un héroe (XXI, 154-58; II, 865) y los pasajes donde un personaje enfrenta un evento trágico (XXII, 477-80; XXIII, 141-51).

Otro elemento que no es lícito pasar de largo en la construcción de identidad por medio del paisaje es la utilización que hace el poeta del témenos (la tierra cultivada que el guerrero dejó atrás por la guerra). Los ejemplos más conspicuos son, sin duda, la Licia de Sarpedón y la Ítaca de Odiseo.

De entre las nociones paisajísticas enunciadas, las genealogías tienen un papel principal, pues "conceptualizaban los mitos y memorias codificadas de una sociedad, y, como expresión social, ejercen control sobre el espacio y ubican al pueblo griego espacialmente a partir de un origen mitológico. El Catálogo de las mujeres de Hesíodo y el de los guerreros son parte de un proceso de autodefinición que terminará en la consolidación de una identidad panhelénica propiamente dicha en la tragedia griega y en Heródoto" (p. 83). En esta tónica, Bryce14 sugiere que el Catálogo de los troyanos ha de ser visto como un reflejo de la situación de griegos y pobladores de Anatolia antes de la guerra de Troya. Con todo, después de Homero, las construcciones de identidad se basaron en el esquema polar: "nosotros-los otros", sin embargo, para el poeta eran más las similitudes que los contrastes: lengua (excepto los carios), religión, reglas de hospitalidad.

El objetivo político de las genealogías (tanto en Homero como en Hesíodo) es suministrarle a la audiencia un mapa de la oikoumene, de darle orden y explicación tanto a las divisiones políticas como al diseño del espacio. Por otro lado, el objetivo religioso era el de sancionar el culto al héroe local (por ejemplo, Glauco y Sarpedón) y, así, darle validez panhelénica; en consecuencia, también fueron las genealogías herramientas importantes de propaganda (en las fiestas Panateneas, por ejemplo); finalmente, Bocchetti deduce: "la poesía de catálogo refleja una comunidad en la cual el pasado se usaba para expresar identidades contemporáneas" (p. 95).

El último capítulo, "La apertura y el cierre del Catálogo aqueo y troyano", inicia recordando que los dos catálogos empiezan con centros urbanos (Beocia y Troya) y, progresivamente, avanzan hacia las fronteras para culminar con escenarios naturales (el aqueo con el monte Pelión y el troyano con el río Janto).

El hecho de que el catálogo dánao comience con Beocia es sumamente problemático: lo lógico sería que este lugar lo tuvieran las tierras de Agamemnón, en contraste, los contingentes beocios tienen escasa importancia en la epopeya; esta preeminencia beocia hace pensar que el Catálogo no fue compuesto en función de la guerra de Troya, sino que, más bien, fue añadido después.

Page15 opina que éste corresponde a la lista de contingentes reunidos en Áulide al comienzo de la guerra; West,16 en cambio, lo explica por la existencia de una "escuela beocia de poesía de catálogo"; mientras que Hope Simpson-Lazenby17 piensa que Beocia encabeza el Catálogo por ser el lugar tradicional de la asamblea (y su larga extensión se explica por ser la primera región descrita); sin embargo, Visser18 agrega que la capitalidad beocia le viene por ser un centro mitológico; la autora, empero, argumenta que la Beocia descrita (basada en 29 ciudades, a la manera de un periplo) está más relacionada con objetivos político-administrativos contemporáneos al poeta (s. VIII). El Catálogo troyano, en cambio, no ofrece grandes dificultades: la ciudad protagonista está a la cabeza y su presentación es breve porque, a lo largo del poema, se describe todo el territorio troyano (en dieciocho pasajes).

Así pues, mientras que la descripción de Troya tiene propósitos narrativos, la de Beocia es pura ekphrasis. Los cierres de ambos catálogos siguen una trabazón lógica con la descripción global: terrenos escarpados para los griegos, ríos para los troyanos (la autora lo ejemplifica con los exhaustivos listados de epítetos).

La composición se realiza por medio de "la contraposición entre ciudad y naturaleza que es una manera de interpretar la representación del paisaje en el Catálogo, pues parece moverse de lo conocido a lo desconocido, de las áreas habitadas al reino de la imaginación y de la cartografía literaria" (p. 112); entonces, el cierre con el muy agreste Valle de Tempe sirve de reflejo a la hostilidad de los aqueos ante Troya, y armoniza con los símiles de ferocidad y hostilidad de los ejércitos (II, 455-58; 459-66; 467-68; 469-73). En el caso troyano, la mención del Janto prefigura el papel que los ríos jugarán en el resto de la narración; así el Janto da un final dramático al Catálogo tal como el Escamandro será un paisaje que permite crear escenas de pathos; también es notoria la identidad de las dos corrientes: al mismo río los mortales le llaman Escamandro y los dioses Janto (XX, 74).

Una de las conclusiones de Bocchetti es que: "el Catálogo se puede ver como un incipiente documento de expresión panhelénica, un sentimiento que los griegos empezaron a construir antes de la llegada de los persas", (p. 118), y también puede interpretarse como un mapa oral que "da a una comunidad la posibilidad de plasmar sus relaciones culturales a través de prácticas espaciales" (p. 118).

Para la autora el Catálogo "es el documento más político de la Ilíada", (p. 119), pues es el ejemplo de la supremacía de un grupo sobre otros, por lo que es una parte indispensable del poema y, dado su prestigio, "puede ser comparado con un monumento fúnebre, al estilo del Vietnam Memorial en Washington, donde están escritos los nombres de todos los guerreros muertos en una guerra" (p. 119).

Bocchetti nos invita a releer el Catálogo como "el primer mapa de Grecia y la primera manifestación panhelénica de la que tenemos noticia" (p. 121), a acercarnos a la manera en que los antiguos lo percibieron: como pasajes dramáticos, visuales y, por ponerlo en nuestros términos, como pasajes cinematográficos.

La lectura de La geografía de la Ilíada: una perspectiva cultural, resulta útil e interesante tanto para clasicistas, como para geógrafos e historiadores, pues pone el acento en aspectos que han sido comúnmente soslayados; incluso, por su estilo fluido y ameno, puede ser recomendable para cualquier estudiante interesado en la literatura y la geografía; además, para el profesional resultan sumamente valiosos la amplia bibliografía19 y los cuadros sinópticos.

Como bien señala Bocchetti, el papel de los rótulos geográficos como fundadores de identidad no ha sido suficientemente estudiado, situación anómala, puesto que tales no han dejado de operar durante los siglos, baste que recordemos nosotros, mexicanos, alguna de esas canciones que todos sabemos de memoria y que nos proveen de mutuo reconocimiento: "Guadalajara en un llano, México en una laguna" o, quizá, "De la Sierra Morena, cielito lindo...".

 

Notas

1 C. O. Sauer, "The morphology of Landscape", University of California Publications in Geography, 2, 2, 1925, pp. 19-53.         [ Links ]

2 R. Hartshorne, The Nature of Geography: A Critical Survey of Current Thought in the Light of the Past, Lancaster, Association of American Geographers, 1988.         [ Links ]

3 Y. F. Tuan, "Thought and Landscape", en D. W. Meining (ed.), The Interpretation of Ordinary Landscapes, Oxford / Nueva York, Oxford University Press, 1979, pp. 189-102.         [ Links ]

4 P. Coones, "Landscape Geography", en A. Rogers, H. Viles y A. Goudie (eds.), The Student's Companion to Geography, Oxford, Blackwell, 1992, pp. 70-76.         [ Links ]

5 D. Lowenthal, "Introduction in Penning-Rowsell", en D. Lowenthal (ed.), Landscape Meaning and Values, Londres, Allen & Unwin, 1986, pp. 65-79.         [ Links ]

6 D. Cosgrove, Social Formation and Symbolic Landscape, Londres, Barnes and Noble, 1984.         [ Links ]

7 J. S. P. Hopkins, "West Edmonton Mall: Landscape of Myth and Elsewhereness", The Canadian Geographer, 34, 1, 1990, pp. 2-17.         [ Links ]

8 W. G. Hoskins, English Landscape, Londres, British Broadcasting Corporation, 1973.         [ Links ]

9 J. Duncan y N. Duncan, "(Re)Reading the Landscape", en Environment and Planning D: Society and Space, 6, 2, 1988, pp. 117-126.         [ Links ]

10 J. Griffin, Homer: Iliad Book Nine, Clarendon Press, Oxford, 1995.         [ Links ]

11 J. K. Anderson, "The Geometric Catalogue of Ships", en J. B. Carter y S. P. Morris (eds.), The Ages of Homer, Austin, 1995.         [ Links ]

12 I. Malkin, The Returns of Odysseus, University of California Press, Berkeley, 1998.         [ Links ]

13 J. Griffin, "Homeric Pathos and Objectivity", Classical Quarterly, 26, 2, 1976, pp. 161-187.         [ Links ]

14 T. R. Bryce, "Ahhiyawa and Troy-A Case of Mistaken Identity?", Historia, 26, 1, 1977, pp. 24-32.         [ Links ]

15 D. Page, History and the Homeric Iliad, University of California Press, Berkeley, 1959.         [ Links ]

16 M. West, "Greek Poetry 2000-700 B. C.", Classical Quarterly, 23, 2, 1973, pp. 179-192.         [ Links ]

17 R. Hope Simpson-Lazenby, The Catalogue of the Ships in Homer's Iliad, Oxford, Clarendon Press, 1970.         [ Links ]

18 E. Visser, Homers Katalog der Schiffe, Teubner, Leipzig, 1997.         [ Links ]

19 La bibliografía es amplia y exhaustiva; sin embargo, se echan de menos en algunas fichas la editorial o el sitio de impresión.

 

INFORMACIÓN DEL AUTOR:

Silvia Chávez Limón, pasante de la Licenciatura en Letras Clásicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y ayudante de profesor en la misma.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License