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Perfiles educativos

Print version ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.46 n.183 Ciudad de México Jan./Mar. 2024  Epub Oct 07, 2024

https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2024.183.61366 

Reseñas

Espejos en contraste. La transformación de la universidad en Europa

Rosa  García Chediak* 

*Profesora investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) (México). CE: rgch1979@outlook.com

Didriksson Takayanagui, Axel. Espejos en contraste. La transformación de la universidad en Europa. Buenos Aires: México: Editorial Teseo, UNAM-IISUE, UAZ, Universidad Nacional de las Artes, 2022.


En el complejo entramado de cambios que enfrentan los sistemas de educación superior a nivel global, propulsados por la emergencia del modelo de la economía del conocimiento, se hacen urgentes estudios que nos ofrezcan un mapa sobre las tendencias predominantes y su dirección. Esto, en esencia, nos aporta el reciente libro del Dr. Axel Didriksson Takayanagui, el cual lanza una mirada comparativa desde una perspectiva regional a diversos casos de análisis. A concretar tal propósito -sin duda desafiante- contribuyen no sólo la destacada trayectoria investigativa del autor y las numerosas estancias realizadas para establecer contacto con los casos abordados; sino, además, su activa participación en foros y redes internacionales que operan como cajas de resonancia de los principales debates que afectan a los sistemas de educación superior.

De esta manera, se develan en el volumen grandes tendencias de cambio actualmente en curso, tales como:

  • las tensiones que han supuesto para las universidades incorporar la innovación como una nueva función sustantiva, exigencia derivada del avance de la denominada sociedad del conocimiento, que traslada imperativos como la nuevas formas de colaboración con el sector empresarial o la redefinición de los méritos académicos a evaluar.

  • las diversas dimensiones de la internacionalización de estas instituciones, que abarcan desde la movilidad académica hasta los diversos ajustes organizacionales para contar con un mejor posicionamiento en los rankings globales.

  • las dificultades de orden cultural e institucional para lograr el avance de la interdisciplinariedad en los currículos y la actividad investigativa, tal y como lo demanda la complejidad de los problemas de la época actual.

  • los cambios en los esquemas de asignación de los recursos públicos a los centros de enseñanza, que ahora ven reducidas las asignaciones públicas garantizadas y deben competir por fondos concursables o captar financiamiento privado.

Tales aspectos de la obra se consideran útiles como insumo de contextualización y complejización para la investigación educativa latinoamericana, especialmente para aquellas indagaciones de carácter local o excesivamente teóricas.

Sobre la perspectiva general del libro, también es necesario mencionar que éste encuentra una metáfora sumamente feliz en los “espejos”, para demostrar cómo los procesos avanzados por ciertos países y regiones, desde los años noventa hasta la actualidad, toman como referencias los de otras latitudes y se adaptan o se ajustan a fines específicos.

En la misma línea, el autor agrupa a un considerable número de variables explicativas dentro de un enfoque analítico denominado de “epistemología institucional”. Tal concepto alude a cómo las universidades definen su misión, organización, funciones y procesos de conocimiento en un contexto cambiante, además de decidir si se quiere un nuevo objeto de investigación: los procesos mediante los cuales las universidades definen y aplican diversas condicionantes a un contexto organizacional e institucional específico. Es destacable que entre las variables incluidas en este enfoque de análisis se destacan las de carácter sociológico: las tradiciones, la configuración institucional y las luchas de poder entre diversos actores al interior y exterior de las instituciones del ramo.

En lo que respecta a las regiones estudiadas, quien consulte la obra encontrará temas como los modelos originarios de las instituciones universitarias más influyentes, la evolución de la educación superior en Europa en los últimos siglos; y los principales desafíos que enfrenta actualmente el Espacio Europeo de Educación Superior. En particular, se pueden extraer valiosas lecciones de lo avanzado en cuanto a la movilidad académica con iniciativas como el sistema de Créditos Europeos, la instauración del Diploma Suplementario o el Marco Europeo de Cualificaciones. En la obra también se enumeran algunas de las dificultades y limitaciones infranqueables que atraviesan las universidades europeas en sus esfuerzos de integración regional. Cuestiones como la incapacidad de los mercados laborales para incorporar a los graduados; el uso del sistema de Créditos Europeos sin una adecuada planificación inter-institucional que dificultan el reconocimiento -sobre todo- de las estancias internacionales estudiantiles; la confusión generada por los diferentes sistemas de calificaciones nacionales; la falta de financiamiento para la movilidad estudiantil y académica; y la contracción de recursos públicos hacia las universidades que no pertenecen al selecto grupo de instituciones de investigación. Todo ello es abordado como factores claves -derivados muchos de ellos de la crisis financieras de 2008- que podrían provocar el quiebre del intento de integración de educación superior más avanzado hasta la fecha.

En particular, esta obra señala a un actor clave pocas veces identificado, pero crucial para un modelo con las características del Espacio Europeo de Educación Superior: las agencias para la transferencia del conocimiento, es decir, organizaciones especializadas que trabajan para identificar tecnologías y conocimientos innovadores desarrollados por las universidades, así como para ayudar a comercializarlos o aplicarlos en el mundo empresarial o industrial. El impulso a estas entidades será, sin duda, uno de los elementos clave en la adaptación de las instituciones universitarias a los cambios que se requieren en la actualidad, y de sus esfuerzos de colaboración regional.

Respecto al caso asiático, éste confiere una suerte de valor añadido al estudio, en tanto aborda la región que ha resultado más exitosa desde el punto de vista del crecimiento de la cobertura en educación superior, la diversificación institucional y la transferencia de conocimientos. Para el autor, las universidades de Asia -incluidas las públicas- son las que, desde orientaciones marcadamente mercantilizadas, han logrado traducir de forma coherente los imperativos lanzados por las economías del conocimiento. En este sentido, la obra busca explicaciones al hecho inaudito de que, en el lapso de tres décadas, las instituciones de educación superior asiáticas han entrado a disputar el liderazgo internacional de las universidades estadouindenses, al conseguir posicionarse como “universidades de clase mundial”, esto es, que cumplen destacadamente con los requisitos de los rankings más exigentes. El libro ahonda en las experiencias de Japón, Corea del Sur y China, así como en las políticas públicas claves para la transformación universitaria que se describe, al tiempo que reflexiona sobre las lecciones que deja este proceso para universidades de otras latitudes, como las latinoamericanas.

En el caso de Japón, se insiste en que los procesos experimentados por las universidades de este país han estado condicionados por relocalización de sus recursos financieros debido a las crisis económicas, la competencia con China y Corea del Sur por el liderazgo regional, y los cambios demográficos drásticos. En este contexto, se señala que el país asiático ha logrado avances significativos en la cobertura de la educación superior, al alcanzar tasas de matrícula correspondientes a la universalización del acceso que incluyen a la población adulta; pero, también en cuanto a la calidad de la enseñanza, especialmente en la adecuación de la oferta formativa a las habilidades genéricas requeridas por los mercados laborales. No obstante, el autor resalta que el factor de mayor peso en la reorientación de los modelos universitarios en Japón han sido los recortes en el gasto público. Sobre esto, describe cómo las universidades bajo control del Estado han cambiado significativamente sus esquemas de gobernanza al transformarse en corporaciones nacionales universitarias (national university corporations). En éstas, las decisiones se toman con mayor autonomía del gobierno central, se adoptan mecanismos de gestión del mundo de los negocios y compiten sistemáticamente por recursos públicos.

Sobre las universidades de Corea del Sur se especifica que la estrategia que ha orientado sus transformaciones ha sido la de vincular estas instituciones a los procesos de desarrollo regional y local que tributen al crecimiento endógeno de la economía del país. En este talante, se menciona cómo el gobierno surcoreano impulsó centenares de programas interministeriales para incentivar sistemas regionales de innovación a los que se conectaran las principales universidades. Como se advierte, para entender el conocido despegue de esta economía en las ramas del uso intensivo del conocimiento e innovación tecnológica, es imprescindible considerar los nuevos roles atribuidos a sus universidades. Otro aspecto mediante el cual la función de investigación ha sido promovida en las instituciones de educación superior de ese país es la contratación de profesores extranjeros altamente capacitados. En este sentido, se enfatiza particularmente el éxito obtenido en atraer a docentes extranjeros de todo el mundo, aspecto en el que ha llegado a superar a Estados Unidos y China. Al mismo tiempo, este tipo de avances repercute favorablemente sobre los indicadores de internacionalización, de gran importancia en los rankings universitarios globales.

En cuanto a China, se alude que la tendencia predominante que se ha impuesto en la política de educación superior es la de articular cambios en las principales universidades e impulsar modelos de desarrollo originales en las existentes, pero también la creación de nuevas instituciones, con una marcada prioridad hacia la función investigativa. En este sentido, se hace referencia a la notable inversión del gobierno chino para mejorar su posición como líder mundial en ciencia y tecnología. Mediante programas específicos como el proyecto Innovación en el Conocimiento propuesto por la Academia China de la Ciencia, así como los fondos extraordinarios proporcionados a 99 universidades seleccionadas para fortalecer investigación e infraestructura, se da cuenta del fuerte incentivo que han recibido las universidades de ese país para posicionarse como instituciones de educación superior de clase mundial; pero también de su desigual distribución entre los distintos centros.

Por otra parte, no se descuida en el texto la contextualización de estos procesos en la estrategia económica de “modernización socialista” llevada a cabo por el gigante asiático en aras de posicionarse como líder económico global en el presente siglo. Observa el investigador cómo esta particularidad del caso chino afecta de forma crucial las estructuras de gobierno en las universidades chinas, al crear una tensión entre las autoridades educativas de una parte, y los directivos universitarios y sus cuerpos colegiados de otra; y finalmente, los representantes del Partido Comunista chino en estas instituciones. Se especifica que el acuerdo entre estas voces se hace especialmente difícil de lograr en lo referente a cómo obtener recursos externos a la institución y diversificar los actores -incluidas las empresas privadas- que contribuyen a compartir distintos tipos de financiamiento.

En cuanto a América Latina -región que se aborda en última instancia, pero que está presente a lo largo de toda la obra como referencia para la comparación- se detalla su singularidad con respecto a los otros casos abordados. Por ejemplo, se señala la importancia que han tenido principios como la autonomía universitaria o la definición del conocimiento como bien público, y se enfatiza el importante peso de la desigualdad social en este contexto. A partir de una revisión de las resoluciones de las Conferencias Regionales de Educación Superior de la UNESCO, el Dr. Didriksson Takayanagui, además de sistematizar las principales medidas que se han implementado para fomentar la integración regional y la igualdad en la educación superior en América Latina y el Caribe, relaciona los principales desafíos que enfrentan las instituciones educativas en la región con vistas a consolidar mecanismos de colaboración sostenibles en este ámbito. Al respecto se reseña que el proceso de integración de la educación superior en América Latina ha enfrentado diversas condiciones desfavorables, como la falta de recursos financieros, falta de voluntad política, deficiencias de coordinación internacional e interinstitucional, la prevalencia del espíritu competitivo entre las universidades y los sistemas educativos nacionales; pero, además, la incidencia de diferencias culturales y lingüísticas. A pesar de ello, el Dr. Didriksson Takayanagui considera que las metas pendientes para promover la integración de la educación superior en América Latina se han clarificado, y son: la creación de espacios comunes de educación superior; la promoción del intercambio académico y científico; el fortalecimiento de la investigación y el desarrollo tecnológico; la mejora de la calidad y pertinencia de los programas educativos; el fomento del acceso equitativo a la educación superior; el reconocimiento mutuo de títulos y grados académicos; y, finalmente, el establecimiento de mecanismos efectivos para evaluar y acreditar la calidad de las instituciones y programas educativos.

Y es justamente, una vez concluido el análisis del caso latinoamericano, cuando el libro se aboca a una enjundiosa propuesta sobre cuáles de las directrices en desarrollo deberían potenciarse, redirigir e integrarse para conseguir un futuro más prometedor en el área de los servicios educativos terciarios e, inclusive, para lograr que el desarrollo virtuoso de las instituciones de educación superior derrame beneficios sobre los niveles educativos precedentes. Este aspecto termina de conferir un carácter excepcional a la obra, que no se limita a señalar aspectos problemáticos del desarrollo actual de las instituciones de educación superior, sino que ofrece una hoja de ruta multidimensional para América Latina y el Caribe con base en el análisis global realizado. En su visión, las universidades públicas de la región deben colocarse al frente del proceso de transferencia del conocimiento que tenga por fines prioritarios los de reducir la enorme deuda social y los rezagos educativos, así como impulsar los procesos de democratización. Tal agenda queda sintetizada en una frase guía para el programa de transformaciones prometedoras: “conformar universidades de innovación con pertinencia social”.

* Profesora investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) (México). Doctora en Procesos Políticos Contemporáneos. CE: rgch1979@outlook.com

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