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Perfiles educativos

versión impresa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.33 spe Ciudad de México ene. 2011

 

Presentación

 

En el marco de los festejos por los 100 años de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, a través de su revista Perfiles Educativos, tuvo la iniciativa de convocar a la elaboración del volumen especial que presentamos. Nos guiaba la idea de que cualquier festejo por la existencia de la Universidad no podía rehusar la revisión del quehacer y desempeño de estas instituciones a nivel nacional. La invitación abierta a toda la comunidad de investigadores sugería el desarrollo de trabajos dedicados al análisis de los retos actuales y futuros de la universidad en México, así como la indicación de abarcar los más diversos temas vinculados con ella. Las políticas públicas, la autonomía, los procesos de enseñanza-aprendizaje, la cobertura, la relación con el sistema educativo, el mercado laboral, la producción de conocimiento, la vinculación, la interculturalidad y el género, fueron algunos de los tópicos sugeridos en dicha convocatoria. Ahí mismo, se proponía que en cada artículo se hiciera una revisión crítica de la investigación de la última década y se planteara un balance y sugerencias para acciones futuras.

Este número especial, aunque aborda una variedad de contenidos, está lejos de recoger todas las temáticas más significativas de la universidad en la última década; no obstante, el conjunto de los documentos que se presenta constituye un material valioso que enriquecerá la discusión de los interesados en el conocimiento sistemático de las universidades. Una tarea pendiente será desarrollar un examen meticuloso de toda la producción publicada en la década para contar con un panorama más completo del tema universitario, y así poder consolidar la búsqueda de estrategias que coadyuven a las instituciones de educación superior al cumplimiento pleno de todas sus funciones.

Los artículos reunidos podrán ser mejor valorados si se consideran algunas referencias de las dimensiones de la problemática educativa en la que está inmerso el sistema de educación superior mexicano en su conjunto, así como la magnitud de los desafíos que deberá superar la universidad en ese contexto; es por ello que en el siguiente apartado se presenta un panorama general de dicha problemática.

 

EL SISTEMA DE EDUCACIÓN NACIONAL

El sistema de educación superior en México forma parte del sistema educativo que se conforma por la población de alumnos de más de tres años de edad que asiste a la escuela y que actualmente suma 32 millones, 9 mil 051 estudiantes, de los cuales 16 millones, 72 mil 411 son hombres y 15 millones 936 mil 640 son mujeres. La mayor concentración de la población escolar está ubicada en el rango de 6 a 14 años (Tabla 1).

El sistema de educación nacional tiene grandes retos por solventar, comenzando por la dificultad de su apropiada gestión debido a sus grandes dimensiones, la diversidad territorial y la presencia multicultural de sus integrantes, así como por las grandes disparidades y rezagos acumulados por décadas. Tan sólo las cifras de analfabetismo ofrecen el testimonio de una de las deudas sociales del Sistema Educativo Nacional (SEN) (Tabla 2)

Otro rasgo distintivo del SEN lo conforman sus grandes disparidades; si consignamos, por ejemplo, el grado promedio de escolaridad de la población (Tabla 3), éste puede variar de forma considerable ya se trate del ámbito nacional, de una entidad federativa, un estado o un municipio.

Una mirada al cumplimiento de los criterios de la titulación de los egresados del nivel superior nacional también proporciona una característica que expresa el nivel del desafío que representa reducir las distancias de las tasas de titulación, sobre todo al compararlas con las de otros países como los que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (Tabla 4).

Indicadores recientes advierten del incumplimiento de las metas de aprendizaje de los distintos niveles que conforman el SEN; sólo a manera de ejemplo, se citan algunos de estos indicadores para caracterizar el entorno en el que se desarrolla la educación superior nacional. Los Exámenes para la Calidad y el Logro Educativos (EXCALE) forman parte de una serie de pruebas elaboradas por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) para medir los aprendizajes alcanzados por los estudiantes de todos los grados escolares de la educación básica y media superior del SEN. Los EXCALE evalúan el dominio que tienen los estudiantes de una disciplina en particular y de contenidos específicos. Los contenidos y grados evaluados por estos exámenes están relacionados con las asignaturas de matemáticas, español, ciencias naturales y ciencias sociales. Los resultados consideran cuatro niveles de logro: por debajo del básico (insuficiente), básico, medio y avanzado. En la Tabla 5 se presentan los resultados nacionales en español y matemáticas en 6º de primaria de dos niveles extremos y en la Tabla 6 los de secundaria de dos entidades, con los resultados de los niveles de logro insuficiente y avanzado, junto con el promedio nacional.

A través del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), se evaluó a jóvenes entre 15 y 16 años en lectura y matemáticas (Tablas 7 y 8), para mostrar los puntajes promedio, mayor y menor, así como las entidades correspondientes. El nivel 2 de desempeño de lectura indica que los estudiantes realizan actividades básicas de lectura como localizar informaciones elementales y deducciones simples en los textos, quedando por desarrollar habilidades básicas reflexivas como establecer nexos entre los contenidos del texto y relacionarlos con situaciones de la vida cotidiana. El nivel 1, que se ubica por debajo de lo anterior, indica que los alumnos son capaces de localizar un solo fragmento de información explícita siempre y cuando se ubique en un lugar evidente dentro del texto, esté ubicado en un contexto familiar y tenga una estructura sintáctica simple.

El nivel 2 de desempeño en matemáticas indica que los estudiantes interpretan y reconocen situaciones en contextos en los que sólo requieren de una inferencia directa, y resuelven problemas mediante procedimientos elementales. En el nivel 1, los estudiantes pueden resolver problemas matemáticos donde la información es explícita y les resulta familiar, y en los que se basan en operaciones rutinarias básicas para hacerlo.

En relación con la distancia identificada entre la media más alta y más baja en el puntaje obtenido por las diferentes entidades federativas, en todas las escalas, se observa que Chiapas obtiene la media de desempeño más baja, en comparación con el Distrito Federal, la capital federal, con la media más alta. En todo caso, es tan sólo un ejemplo de la disparidad de condiciones socioeconómicas actualmente existentes en el país que se manifiestan en los resultados logrados por el sistema educativo.

Con otra prueba diseñada por la Secretaría de Educación Pública denominada ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares) se han obtenido resultados similares principalmente en español y matemáticas. Se aplica anualmente en las escuelas públicas y privadas del país, tanto en educación básica (de 3º a 6º de primaria y 1º, 2º y 3º de secundaria) y educación media superior (en el último grado de bachillerato). En los resultados se corroboran, de manera general, rendimientos insuficientes a los esperados y altos contrastes entre las entidades del país con mejores condiciones socioeconómicas y aquellas con índices de desarrollo menores (SEP, 2010a; SEP, 2010b).

Aun aceptando las limitaciones de las pruebas a gran escala para dar cuenta del complejo funcionamiento de todo el SEN, y de la riqueza de los procesos en los que se encuentra una gran cantidad de organizaciones y actores, no deja de ser alarmante que los indicadores que arrojan son coincidentes en señalar problemas serios en el cumplimiento de las metas comprometidas socialmente por la escuela. Cada uno de los indicadores disponibles representa desafíos para la investigación educativa que, de asumirse, podrían contribuir a proporcionar la información sistemática necesaria para una mejor comprensión de los problemas, y con ello, iluminar la toma de decisiones de cada uno de los actores involucrados: directivos, organizaciones, administradores, maestros, estudiantes y padres de familia.

El sistema de educación superior, en particular la universidad, está llamado a jugar un papel relevante en el desarrollo del SEN, no sólo a través de la formación de profesionales vinculados con el quehacer educativo, sino por todo el saber disciplinario que se cultiva y puede favorecer a la renovación de los aprendizajes de los diversos niveles escolares; además del rol especial que pueden asumir todas las disciplinas que fincan su interés en producir conocimiento para la comprensión de los fenómenos que tienen lugar en el campo de la educación.

Cada sector del SEN tiene características y problemáticas singulares que habría que considerar en un intento por ubicar sus múltiples y posibles vinculaciones con el sistema de educación superior, además de advertir la complejidad y peculiaridad del propio nivel. Para algunos estudiosos hay elementos suficientes para resistirse a reconocer al sector como un "sistema de educación superior"; las razones que se esgrimen tienen que ver, entre otras cosas, con su misma composición. La Subsecretaría de Educación Superior de la SEP, por ejemplo, clasifica a las instituciones que conforman a la educación superior (IES) en institutos tecnológicos, universidades públicas estatales, educación normal superior, universidades interculturales, instituciones de educación superior de nueva creación, universidades politécnicas, universidades públicas federales, universidades tecnológicas, centros públicos de investigación y otras instituciones públicas (SEP, s/f). Cada uno de estos nombres porta una vasta diversidad en cuanto a su adscripción, el régimen jurídico, la filosofía, la misión, la visión, la organización, la oferta educativa, las tradiciones, el tamaño y un conjunto de etcéteras imposible de nombrar en su totalidad; cada una de estas características, además, influye en el diseño y las acciones efectivas de coordinación apropiadas para un "sistema".

Desde otra perspectiva, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 1999) identifica en una tipología a seis diferentes clases de organizaciones a partir de los perfiles institucionales: las IDUT,1 cuando están centradas preponderantemente en la transmisión del conocimiento y ofrecen programas exclusivamente en el nivel de técnico universitario superior; las IDEL, cuando sólo cubren el nivel de licenciatura; las IDLM, cuando incluyen estudios de maestría; las IDILM, si generan y aplican conocimiento además de contar con posgrados; las IDIL, si además de lo anterior cuentan con doctorados y las IIDP, que básicamente se dedican a la producción de conocimientos y a la formación exclusiva de maestros y doctores. Este panorama también pone al descubierto la complejidad del sistema de educación superior, ahora a partir de sus principales funciones, lo que obliga a plantear de otra manera los retos que representa su estudio exhaustivo y coordinación.

En cuanto a la distribución de su población estudiantil, también hay que remarcar su diversidad y la distribución relativa de sus modalidades (Tabla 9).

El reto aparece más grande cuando se constata que de una población total de 14 millones 207 mil 435 jóvenes entre 18 y 24 años de edad, sólo asisten a la escuela 3 millones 955 mil 759, es decir, 27.84 por ciento (INEGI, 2010); queda claro que hay mucho camino por recorrer para contar con una cobertura mayor, como ocurre en otros países. El problema se acrecienta si consideramos además que las IES logran, en promedio, que de cada cinco estudiantes que ingresan al nivel de licenciatura apenas dos se titulen, y en la Normal lo hagan dos de cada tres. Aquí hay una importante línea de indagación sobre los factores que influyen en este cumplimiento parcial de una de las principales funciones de las instituciones de educación superior.

En todo caso, a partir de todo lo anteriormente mencionado, urge continuar y profundizar en el conocimiento sistemático de la educación superior, tarea a la que se suma esta edición especial de Perfiles para ahondar en el diálogo con toda la comunidad de especialistas e interesados en el tema.

 

LOS CONTENIDOS

En esta entrega de la revista presentamos una variedad de trabajos, tan disímiles en cuanto temáticas y tratamientos que los ordenamos conforme a los siguientes criterios: en primer lugar se presentan aquellos que realizan una mirada panorámica de la universidad o que abordan de manera genérica una problemática en cuestión; tal es el caso de los primeros seis artículos. Enseguida aparecen los que tienen que ver con los principales actores del sistema: estudiantes y profesores; a él pertenecen los siguientes seis textos. En tercer lugar encontraremos cinco artículos que abordan la relación universidad y trabajo, seguidos de dos contribuciones que desarrollan la relación de la universidad y las cuestiones de género; cierra el número con tres trabajos que afrontan el tema de la formación profesional.

La celebración del centenario de la universidad en México no podría pasar por alto el análisis de las instituciones universitarias en el escenario global, razón por la que en el primero de los trabajos de esta edición especial, Humberto Muñoz aborda tan relevante tema. En un primer momento destaca la idea de que la globalización, la sociedad del conocimiento y el cambio de la universidad conforman un conjunto de elementos estrechamente vinculados. Así mismo, sostiene que la propia universidad y sus tareas de investigación han sido claves en el impulso de la globalización y la presencia de la sociedad del conocimiento. Por otra parte, se afirma que la globalización y el tipo de sociedad impulsado en los países desarrollados, principalmente, han inducido en gran medida la transformación de las universidades. En particular se destacan algunas ideas de cómo las universidades mexicanas se han incrustado en el escenario global y el significado de la universidad en la construcción de una sociedad del conocimiento en este tipo de contextos nacionales; se plantean algunas sugerencias para lograr un mejor cumplimiento de su papel en el marco de la globalización y la sociedad del conocimiento.

En el segundo texto, Alejandro Canales aborda la manera en que las instituciones de educación superior mexicanas han respondido al desafío del mundo contemporáneo para el desarrollo del conocimiento, sobre todo del que aspira a ser el detonador de las sociedades y las economías. En este trabajo se describen algunos de los principales programas en el campo de la educación superior, de la ciencia y la tecnología, que han construido un modelo de referencia para su desarrollo y que, dadas las características de la mayor parte de las instituciones de educación superior, se advierte que no podrá ser alcanzado por el conjunto de dichas instituciones, igualmente se apunta el riesgo de que puedan descuidarse otras importantes funciones.

Otra de las manifestaciones más evidentes en este contexto de la globalización es el desarrollo y la expansión de redes complejas de educación superior a distancia en el mundo, incluido por supuesto México. En la tercera contribución, Rocío Amador revisa los tratados comerciales regionales con América del Norte y Europa, así como las políticas de los organismos internacionales que han propiciado las transformaciones estructurales del sistema de educación superior pública y los sistemas de telecomunicaciones. El escrutinio del tema lo ubica la autora en los nuevos espacios internacionales, regionales y nacionales de la educación superior configurados a partir de las relaciones interinstitucionales de los sectores involucrados, bajo la guía de acuerdos, convenios y declaratorias de colaboración e intercambio para el reordenamiento del sistema tecnológico y las redes institucionales. El eje del análisis descansa en una definición conceptual de las redes complejas y sus implicaciones sociales, políticas y culturales, y en las estrategias y acciones trazadas en planes y programas de las instituciones y organizaciones nacionales en el futuro.

El tópico de la cobertura y promoción de la equidad en el sistema de educación superior en México es tratado por Sylvie Didou en el cuarto texto. La autora contrasta el tratamiento del tema tanto por parte del gobierno mexicano como por los investigadores y las asociaciones del sector, en el que la atención se fijó en la desconcentración geográfica de la oferta, la apertura de establecimientos cercanos y la puesta en red del sistema y de las instituciones. La indagación de los especialistas agregó a la del abordaje territorial tradicional la discusión de dimensiones adicionales, como las de la promoción de la equidad y el respeto a la diversidad. En el texto se muestra cómo los cambios en las políticas, los mecanismos y los registros de sentido han sido incorporados en las agendas de investigación, y cómo se han documentado para comparar sus contenidos con los manejados por organismos y expertos internacionales.

María Bertely, en el quinto de los artículos, invita a una reflexión sobre otro ángulo de la educación superior mexicana. A partir de una vista panorámica de las instituciones de educación superior intercultural problematiza sobre los conceptos de Estado-nación en México y los Estados plurinacionales en América Latina. Desarrolla algunos aspectos críticos relativos a la efectiva inclusión educativa de la población indígena a la educación superior y brinda una tipología de la oferta de instituciones y opciones de educación superior intercultural. La autora advierte sobre algunas confluencias, inestabilidades y conflictos entre el enfoque intercultural oficial y las opciones y programas universitarios documentados. Se destacan las tensiones entre los valores para la convivencia intercultural, los objetivos contradictorios de este sector educativo y la conveniencia política del diálogo posible entre los conocimientos indígenas y los universitarios.

A partir del análisis de las actividades de internacionalización de una universidad y las respuestas que puede brindar desde su cultura organizacional a las demandas sociales, Daniel Cortés, en la sexta de las contribuciones, adelanta algunas explicaciones sobre el tipo de causas y condicionantes que inciden hoy en el marco de la globalización e internacionalización, ya sea de forma directa o indirecta, en la conformación, debilitamiento o reforzamiento de la identidad institucional universitaria. El autor formula una propuesta teórico-conceptual y metodológica, fundada en la perspectiva del nuevo neoinstitucionalismo, como plataforma para el estudio de la identidad institucional universitaria con la finalidad de contribuir al desarrollo de este campo de estudio.

Por su parte, Carlota Guzmán presenta los avances y retos del conocimiento producido por la investigación reciente sobre los estudiantes mexicanos de la educación superior. La autora reconoce como un avance en las políticas educativas el enfoque de algunos programas dirigidos a los estudiantes de educación superior, así como el crecimiento de las líneas de investigación sobre la composición social de la población estudiantil, el ingreso a la educación superior, las trayectorias, la subjetividad, las identidades y la experiencia. Se visualiza el gran reto de actualizar el conocimiento disponible, de profundizar en las líneas actuales, así como hacer estudios específicos que puedan contribuir a la consolidación de una visión integral del estudiante.

Otro texto que centra su atención en los estudiantes es el de Marisol Silva; en él se aborda el primer año universitario como un periodo crítico en la vida académica en la universidad. La autora examina estudios sobre el abandono y la retención para resaltar la importancia del primer año universitario en el logro de trayectorias escolares exitosas, así como el papel determinante de este momento para tomar la decisión de abandonar o proseguir los estudios. Aunque se reconocen obstáculos determinados por factores externos a la escuela, también se señalan posibles acciones del ambiente institucional que pueden favorecer las trayectorias estudiantiles; se subraya la relevancia de un conocimiento sistemático de los estudiantes de reciente ingreso para la creación de propuestas que aumenten el compromiso en su formación profesional, así como la aceptación del reto institucional de ofrecer una atención integral a los estudiantes y una educación de calidad.

El tema de los estudiantes en la educación superior nacional toma un giro especial en el trabajo de Paola Ortelli y Claudio Sartorello, en el que se plantea el conflicto intercultural que se presenta entre estudiantes indígenas y mestizos en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Los autores examinan críticamente los conflictos interculturales que viven las y los estudiantes universitarios indígenas y mestizos que estudian en dos instituciones públicas de educación superior: la licenciatura en Gestión y Desarrollo Indígena de la Universidad Autónoma de Chiapas y la Universidad Intercultural de Chiapas. A partir del análisis del marco global en el que se crean estos programas educativos, y del contexto social en donde tienen lugar, los autores ofrecen testimonio de algunos ámbitos en los que se manifiesta el conflicto intercultural entre estos jóvenes.

Sin duda una cuestión relativamente poco atendida por la investigación y la administración de las instituciones de educación superior es la concerniente al cumplimiento de la función docente. Los tres ensayos siguientes abordan este tema poniendo énfasis en distintos aspectos y proponiendo perspectivas de análisis distintas. José Jesús Carlos centralmente contesta a la pregunta reiteradamente formulada de qué es una buena enseñanza en este ámbito educativo. Por su parte Ana Clara Ventura reconoce la vinculación entre los estilos de aprendizaje y las prácticas de enseñanza en la universidad, mientras que Robert Stake, Gloria Contreras e Isabel Arbesú entran de lleno al análisis de la complejidad de la evaluación de la docencia.

En el primero de ellos, a partir de considerar a la enseñanza de calidad como aquella que logra en los estudiantes un pensamiento crítico, creativo, y el desarrollo de habilidades cognoscitivas complejas, el autor termina por aceptar que, de acuerdo con la información disponible, esto no se manifiesta en la mayor parte de los estudiantes universitarios. Identifica buenas prácticas de enseñanza que ejemplifican las cualidades y dominios de los profesores que han conseguido las metas mencionadas, así como algunas sugerencias para mejorar las investigaciones sobre el tema.

En el segundo artículo la autora considera los estilos de aprendizaje y prácticas de enseñanza en la educación superior desde la teoría de los estilos de aprendizaje, a partir de los estudios en las aulas universitarias que indagan acerca de los mecanismos del proceso de aprendizaje. Las investigaciones demostraron que dicho proceso se facilita cuando el docente enseña en el estilo preferente del estudiante, hallando una relación significativa entre estilos docentes y de aprendizaje.

Por su parte, en el tercero de estos materiales los autores demuestran la complejidad implicada en la evaluación de la calidad de la universidad, en principio por los múltiples factores susceptibles de evaluación y la multiplicidad de paradigmas de evaluación disponibles. En especial se revisan las características de las evaluaciones identificadas como formativa, sumativa y comprensiva; también se menciona la responsabilidad involucrada en los procesos de evaluación a partir del quehacer docente. Se esboza la evaluación formal como producto de una planeación institucional que debe dar cabida a procesos de evaluación informal, con la participación de múltiples actores, quienes evalúan de modo rutinario su quehacer en ese entorno. Ambos procesos son de enorme importancia si se consideran de manera conjunta para la mejora docente e institucional. La evaluación debe trascender la valoración social que la considera como un tipo de medición de la calidad para convertirse en una actividad esencial permanente de mejora tanto de las instituciones como de sus docentes.

Otro tema de presencia constante en el ámbito de la investigación educativa es el estudio de las relaciones que se establecen entre educación superior y mercado de trabajo. Alejandro Márquez desarrolla un análisis de esta relación en México, en el que destaca el desajuste entre la oferta y la demanda de profesionistas en el mercado de trabajo. Por su parte, Sergio Cárdenas, Enrique Cabrero, David Arellano y Edgar Ramírez, realizan una comparación de las características propuestas por la literatura especializada y los datos de la Encuesta Nacional de Vinculación, para dar cuenta de la relación entre la universidad y la industria en el país. Los autores describen algunos factores y condiciones que proyectan elementos explicativos de cómo las instituciones educativas nacionales se han vinculado con la industria. A su vez, Ángeles Valle llama la atención en su ensayo sobre los nuevos contenidos del trabajo y las formas de empleo profesional; esta autora describe los rasgos más generales de los procesos de transformación de las formas de la actividad productiva en las sociedades altamente industrializadas y destaca el papel estratégico del conocimiento y de la creatividad como factores clave de la productividad y la competitividad, así como de sus efectos en los procesos de redefinición de los contenidos del trabajo, las categorías ocupacionales y las formas de empleo, donde juegan un papel central los trabajadores altamente especializados con formación universitaria. Los hallazgos del estudio pueden servir de referente a las universidades para reorientar la formación profesional.

En otro de los temas de interés de la educación superior, Ana Gabriela Buquet analiza tres vertientes del campo de los estudios de género en la universidad: la investigación, la formación y la institucionalización de la equidad de género, así como su interrelación. A partir de los datos sobre las condiciones de inequidad en que mujeres y hombres desarrollan sus actividades académicas y laborales, se muestra la dificultad para institucionalizar la perspectiva de género en las universidades. La autora consigna el desfase en el desarrollo de esas vertientes de la transversalización de la perspectiva de género, al mismo tiempo que sugiere algunas acciones para transformar las relaciones de género en las comunidades universitarias y proyectar su impacto en la sociedad.

También en relación con el tema de género, Patricia Rea incursiona en la educación superior como agente de transformación de las identidades genéricas entre los miembros de una etnia en la Ciudad de México que realiza estudios universitarios con mucha mayor frecuencia que el resto de las etnias en el país. La autora destaca que la migración y la escolarización se han constituido en factores determinantes en la conformación de un grupo étnico altamente diferenciado y jerarquizado. En el ensayo se muestran las implicaciones del desarrollo socioeconómico en los diversos procesos culturales de la etnia estudiada, los factores que intervienen en la resignificación de los componentes de sus múltiples identidades y del impacto de la migración y la escolarización en las relaciones genéricas entre hombres y mujeres.

Graciela Cordero, Edna Luna y Norma Xóchilth Patiño, por su parte, retoman en su trabajo el reto planteado a las instituciones de educación superior para contribuir a la profesionalización de los maestros de educación básica. A partir del análisis del programa oficial en el que se plantea fortalecer la agenda educativa a partir de la formalización de la participación del sistema de educación superior en el de básica, las autoras se dan a la tarea de responder al qué hacer para que las instituciones del primer sistema brinden una formación profesional a los profesores del nivel básico. En un primer momento enumeran algunos de los problemas a atender por estas instituciones para cumplir adecuadamente con la tarea asignada, para posteriormente formular algunas reflexiones sobre la implementación de una política de tal naturaleza.

En el penúltimo de los materiales de este número especial, Regina Martínez desarrolla el tema de la formación de los profesionistas bilingües indígenas. Su reflexión se enfoca a las consecuencias de los modelos que han buscado en diferentes momentos la formación de intermediarios culturales para la castellanización y la formación de posgraduados, y en la inserción de estos profesionistas indígenas en el mercado laboral.

Finalmente, David Navarrete argumenta la necesidad de considerar el otorgamiento de becas como un mecanismo relevante para impulsar la inclusión social y la equidad en el sistema educativo universitario. Después de diez años de operación de un programa de becas auspiciado por una fundación, dirigido a asegurar el ingreso, permanencia y egreso de estudiantes indígenas de posgrado, se llega a la conclusión que aún hay un conjunto de candidatos a la beca que representan una muestra del más amplio universo de profesionistas indígenas susceptibles de beneficiarse de este tipo de apoyo financiero y de los mecanismos de atención que ofrece en particular el programa analizado.

Anhelamos que el conjunto de textos de esta publicación conmemorativa de los 100 años de la Universidad Nacional Autónoma de México, pueda contribuir a fortalecer el compromiso de todos los protagonistas involucrados en visualizar perspectivas de mejora y atención a los problemas tratados. También deseamos que ayude a ampliar el interés por consolidar la producción del conocimiento en los asuntos expuestos y en poner en evidencia las ausencias temáticas necesarias para contar con mayores elementos de comprensión de la educación superior. Consideramos que este número especial también puede alentar la colaboración y el intercambio de puntos de vista de quienes actualmente están trabajando algunos de los temas abordados y de los futuros investigadores que se incorporen a esta actividad, así como contribuir a la discusión de líneas de acción para una mayor coordinación e interacción entre los distintos niveles escolares. Las agendas de investigación mundiales coinciden en señalar la naturaleza inédita de los retos futuros de las sociedades, y por lo tanto, la incertidumbre frente a la definición de las funciones que deberán cumplir las instituciones educativas, y en especial las universidades.

 

Mario Rueda Beltrán

 

Referencias

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NOTA

1 Las letras usadas para identificar a las diferentes instituciones de educación superior corresponden a una nomenclatura definida por la ANUIES, no a siglas, por lo tanto, sólo podemos hacer referencia a su descripción.

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