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Perfiles educativos

versión impresa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.25 no.101 Ciudad de México  2003

 

Reseña

 

International handbook of curriculum research*

 

Frida Díaz Barriga**

 

WILLIAM F. PINAR (EDITOR), Mahwah, Nueva Jersey, Louisiana State University/Lawrence Erlbaun Associates, 2003, 704 pp.

 

** Facultad de Psicología de la UNAM. fdba@servidor.unam.mx

 

Conviene recordar que William Pinar es ampliamente reconocido en nuestro medio como uno de los principales autores del llamado movimiento reconceptualista del currículo, que en los años setenta cuestiona de manera radical los sustentos de las teorías y modelos de organización y elaboración curricular de corte tradicionalista y tecnocrático, dando apertura, en oposición a dicha visión entonces hegemónica, a concepciones fenomenológicas, hermenéuticas y autobiográficas, mediante las cuales se intenta desentrañar los significados que dan los actores a sus experiencias pedagógicas y curriculares.

En esta obra se incluyen tanto trabajos académicos de análisis e investigación curricular como un recuento de las iniciativas de desarrollo curricular en instituciones educativas de diversos países del orbe. El Handbook integra un amplio volumen (704 pp.) con un total de 38 capítulos en los que participan autores de 29 países, e intenta proporcionar en conjunto una visión panorámica y, en algunos casos, una mirada más puntual y a profundidad del estado que guardan los estudios del currículo a escala "global".

Acentúo aquí la idea de globalidad o el carácter internacional del discurso curricular que se plasma en el Handbook; tal como lo manifiesta su editor Pinar. No se trata de unificar ni validar, desde la óptica de una perspectiva hegemónica, el pensamiento o las políticas de los organismos gubernamentales y educativos; menos aún de la lógica e intereses económicos de las grandes corporaciones o de las naciones industrializadas. Tampoco se trata de ofertar ingenuamente directrices para homogeneizar u homologar el currículo escolar, hasta convertirlo en una suerte de "currículo internacional". Ante todo, esta obra es el resultado de una empresa intelectual, de la "llamada a la conversación" a que alude Pinar, la cual es abierta, democrática, crítica y, ante todo, se encuentra situada en la problemática histórica y política que sustenta la investigación y las reformas curriculares, tanto en los ámbitos local y nacional, como en el internacional; de ahí el nombre del libro.

Es importante destacar el pronunciamiento que hace Pinar en cuanto al sentido de esta obra: de ninguna manera es un esfuerzo oportunista más, encaminado a que los académicos estadounidenses "expandan su mercado de propiedad intelectual" en una suerte de instancia de "mercado global para sus productos conceptuales en educación" (cito aquí a Pinar con sus propias palabras).

Por el contrario, la perspectiva asumida, el espíritu que permea esta edición, ubica el campo de los estudios del currículo como un espacio de deliberación, con un carácter interdisciplinario, incluyente de las grandes divergencias intra e interparadigmáticas, en el que confluyen las ciencias sociales y las humanidades, y recoge diversos puntos de vista, emanados de la filosofía, la teoría social, la ciencia política, o la psicología. En este sentido, no es "una" ni menos aún "la" mirada a los estudios del currículo que se realizan en diversos países, sino una diversidad de "miradas", así, en plural y, por supuesto, no uniforme.

En la mayor parte de los ensayos aparece como figura principal una discusión de los escenarios, problemas y políticas regionales o nacionales que marcan las restricciones y posibilidades a la investigación y/o la intervención y reformas curriculares, destacándose las importantes tensiones y contradicciones que se expresan en la mayoría de los países entre lo local y lo global, o entre los intereses de los diversos actores. Al igual que en nuestro propio contexto educativo, es importante darnos cuenta de que para muchos estudiosos del currículo el punto central es la preocupación por una adopción irreflexiva de los productos y políticas culturales y económicas asociados al fenómeno de la llamada globalización.

Destaca asimismo la importancia del currículo que, no obstante la reconocida polisemia del propio término, continúa siendo el foco intelectual y organizativo de los procesos educativos en los centros de enseñanza, el terreno donde se definen y debaten fines, contenidos y procesos, y a fin de cuentas, el espacio donde grupos y actores se disputan el poder. En esta dirección, se abre una mirada más al fenómeno globalizador que atañe al currículo y a sus procesos formativos: la conformación de identidades y la visión de ciudadanía que promueve, incluyendo, por supuesto, la toma de conciencia y resistencia que esto mismo puede provocar en los actores, ante "las presiones homogeneizadoras del capital global". No es de extrañar, por consiguiente, que el editor defina el currículo en la acepción de "conversación compleja".

Pinar afirma que éste es el primer intento por configurar "la arquitectura de los estudios curriculares a lo largo del mundo", discutiendo la historia y el estado actual de este ámbito de investigación e intervención. Este intento coincide, aunque en un plano nacional, con la iniciativa del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), instancia que promueve la realización de los estados de conocimiento sobre diversos ámbitos de investigación educativa, incluída por supuesto la investigación curricular, de la cual se tienen ya el recuento de las décadas de los ochenta y noventa (en ambos casos bajo la coordinación de Ángel Díaz Barriga (1993, 1995 y 2003).

Es de llamar la atención que Pinar haya solicitado más de un capítulo en el caso de "aquellas naciones en que hay campos bien establecidos o especialmente activos", a fin de obtener más comentarios y perspectivas, como es el caso de Argentina, Brasil, China, Japón, México (en el cual colaboramos Ángel Díaz Barriga y yo misma) y "por supuesto" Estados Unidos. Me parece que aquí hay un reconocimiento a la tradición existente en el medio latinoamericano (al menos en tres de nuestros países más grandes, incluido el propio) respecto a la teorización e investigación curricular y más que nada al esfuerzo intelectual que ha representado la configuración de una visión propia ante la cuestión curricular. Por otra parte, los ejes temáticos abordados en los diversos ensayos permiten vislumbrar, nuevamente, la diversidad de miradas y preocupaciones en torno al currículo: las formas de globalización que operan en el currículo; la educación ambiental; los dilemas del currículo ante la globalización y la nueva cultura de los medios y la tecnología; las visiones en torno a la cultura y la identidad en los proyectos curriculares multiculturales; la importancia dada por los académicos canadienses al estudio del currículo oculto; los abordajes teóricos y las etapas por las que ha transitado la cuestión curricular en diversos países, así como sus estrategias y políticas para la intervención y las reformas curriculares más significativas que han conducido; la creación y presencia de diversas asociaciones locales y nacionales abocadas a promover la investigación o intervención curricular.

En el conjunto de la obra se hace un reconocimiento explícito al carácter local y nacional de las concepciones y estudios curriculares, en un tono de respeto y reivindicación de dicha diversidad. Ello permite comprender el porqué se afirma que lo que importa no es a arribar un proyecto común y unificado de desarrollo del currículo, sino a un entendimiento del currículo desde la perspectiva de dicha diversidad. No obstante, al mismo tiempo es posible encontrar problemáticas y referentes comunes. Sin el afán de ofrecer una perspectiva de conjunto, como sólo Pinar podría seguramente hacerlo, y mucho menos con la intención de dar la impresión de un panorama totalizante, intentaré mencionar algunos puntos de convergencia que encuentro en los diversos ensayos. Algunos de ellos me llaman la atención porque al mismo tiempo coinciden con algunos de los resultados que hemos encontrado en el estado de conocimiento de la investigación curricular en México durante la década de los noventa, al cual hice antes alusión.

Así, creo que valdría la pena reflexionar en torno a cuestiones como las siguientes:

Relativamente hay pocos estudios sobre historia del currículo en los diversos países, al menos si se les compara con trabajos orientados a la intervención o la delimitación de políticas curriculares.

En varios países se habla de una indiferenciación y contradicciones entre el campo académico e intelectual de la investigación y la teoría curricular con las actividades y propuestas de las "agencias educativas oficiales".

Al parecer, enfrentamos la supremacía de los enfoques racionales y tecnológicos del "pensamiento empresarial", sobre todo en el plano de las reformas y los proyectos de gran alcance, y esta es la visión que parece dominar en muchos sistemas educativos. Por supuesto, con las debidas excepciones al caso, pues al mismo tiempo aparece el recuento de experiencias orientadas en otras direcciones, como es el caso de los proyectos brasileño y japonés.

No obstante, se enfrenta la creciente adopción, en muchas de las reformas curriculares nacionales de las que se da cuenta en diversos países, de la citada visión empresarial de la educación, que incluye la reestructuración de la función docente, la hegemonía de las evaluaciones estandarizadas y de los enfoques de rendición de cuentas, competencias y desempeño.

Continúa estando presente la tensión entre el qué (discurso crítico) y el cómo (discurso técnico).

La tensión entre e intra diversas perspectivas disciplinares, sobre todo entre determinados enfoques asociados a la psicología y la sociología del currículo, también es una constante en el discurso curricular en varios países.

La adopción del discurso y modelos prácticos de los teóricos norteamericanos (fenómeno de "satelización" o "colonización") y, por supuesto, la resistencia existente a la misma, se menciona reiteradamente en diversos capítulos, sobre todo en los ensayos de los latinoamericanos, pero también en el caso de países como Botswana o Australia. Hoy en día, en un ámbito más bien académico y acompañada de importantes estudios de campo, una tendencia que cobra creciente importancia es la emergencia de enfoques posmodernos y posestructurales, y sobre todo, de discursos que destacan la multiculturalidad, la problemática de género y racial en torno a lo curricular, así como la proliferación de varios abordajes al tema de la construcción de las identidades por medio del currículo y, en un sentido amplio, de las vivencias educativas de distintos actores.

Finalmente, considero que esta es una obra fundamental para los estudiosos no sólo el currículo, sino del fenómeno educativo en un sentido amplio, de cara a las importantes transformaciones y retos que enfrenta la sociedad. Es, ante todo, una invitación a una lectura reflexiva, en el sentido de un espíritu "pinariano": abierta, crítica y democrática.

 

NOTA

* Una versión de este texto se leyó en el VII Congreso Nacional de Investigación Educativa, organizado por el Consejo Nacional de Investigación Educativa (COMIE), en noviembre de 2003, en Guadalajara, México.

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