Introducción
La Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales (RMCPYS) fue fundada en 1955,1 a dos años del inicio de las actividades de la entonces Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales (ENCPYS), la primera institución dedicada a formar profesionales en ciencias políticas, sociología, relaciones internacionales, administración pública y ciencias de la comunicación en México. La revista nacía así como parte del esfuerzo precursor de la institucionalización de la enseñanza de las ciencias sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, con ello, de su impacto precursor a nivel nacional.
Como revista científica,2 la evolución de la concepción editorial en el transcurso de distintas administraciones y la introducción de nuevas orientaciones se ha visto reflejada en los cambios de denominación: Ciencias Políticas y Sociales , Revista Mexicana de Ciencia Política y, desde 1975, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. A lo largo de su historia, ha conservado los rasgos fundamentales que definen su identidad particular. Entre éstos, destaca su orientación multidisciplinaria, que tiene como punto de partida las cinco carreras de la Facultad: administración pública, ciencia política, ciencias de la comunicación, relaciones internacionales y sociología. A éstas se agregan materiales relacionados con economía, historia, filosofía, antropología, entre otras disciplinas. Otros rasgos que la definen son su interés por los problemas contemporáneos, su cobertura internacional -tanto por la ubicación geográfica de muchos de los objetos de estudio como por la procedencia de las contribuciones- y su atención a cuestiones teórico metodológicas centrales de las ciencias sociales. Un campo que ha sido atendido de manera relevante, dado los objetivos de la Facultad, es el impulso a la enseñanza y la formación de docentes e investigadores que acompañan la trayectoria de esta institución.
Durante los primeros años, la evolución de la revista acompañó y respaldó el proceso de consolidación de las carreras profesionales que impulsaba la escuela.3 Los trabajos publicados también expresan el proceso de profesionalización de las ciencias sociales, así como la evolución de la Facultad y de su comunidad académica.
En los primeros números de la revista, aparecieron principalmente contribuciones de los profesores de la escuela y de otras dependencias de la UNAM. El interés por dar a conocer la producción intelectual y por atender los requerimientos de material didáctico de la enseñanza de las ciencias sociales se nutrió de ensayos de reflexión, estudios monográficos y disertaciones sobre temas de interés de las disciplinas en desarrollo. La consolidación de campos de investigación de las comunidades académicas de la Facultad enriqueció el espectro de temas abordados: las condiciones en que tenía lugar el impulso de una modernización, la integración nacional, la definición de políticas públicas, el tratamiento de cuestiones laborales, la política agraria, la educación, la salud y asistencia social, las tensiones políticas y sociales de la transformación en curso de la sociedad, son ejemplos de líneas centrales del este primer período. De este modo, la diversificación del sistema educativo nacional, que se acompañó de la creación de otras instituciones relacionadas con el desarrollo de disciplinas de la Facultad y la demanda de académicos, así como el acercamiento con las comunidades de instituciones de la región latinoamericana, se vio reflejada en la ampliación de horizontes de los temas tratados y de las contribuciones publicadas.
Hacia el inicio de su segunda década de existencia, la revista se consolidó como institución pionera en la difusión de la producción científica de las disciplinas y áreas de conocimiento de su desempeño y en su contribución en la integración de la comunidad de científicos sociales. La evolución del proyecto académico de la Facultad vino con el incremento de su personal académico, de su especialización en áreas de conocimiento, la conformación de la investigación centros académicos, y se crearon en la propia Facultad otras revistas científicas: Acta Sociológica , Estudios Políticos , Estudios Latinoamericanos y Relaciones Internacionales . Todas ellas, junto con la RMCPYS, ampliaron su desempeño como plataformas de conocimiento y enlace entre comunidades académicas de un entorno de creciente diversificación.
En las décadas de 1960 y 1970, la trayectoria de la revista refleja el crecimiento y consolidación de la Facultad, el proceso de profesionalización de la enseñanza y la investigación en ciencias sociales en el ámbito metropolitano de la ciudad de México y otras entidades de la república, un proceso en el que los cuadros académicos y los egresados de nuestra Facultad tuvieron una participación activa.4
Los números de la revista albergaron la publicación de contribuciones de académicos e intelectuales de instituciones universitarias y de centros de investigación, tanto de nuestro país como de América Latina, trazando así su condición de canal de enlace con otras comunidades de científicos sociales. Esta ampliación de la cobertura, congruente con el crecimiento de la producción, se expresa en la integración de números temáticos y monográficos, con contribuciones de profesores e investigadores de la propia Facultad y de otras instituciones nacionales y extranjeras. La diversidad de perspectivas estimuló la inclusión de trabajos de calidad académica, guiada por una orientación plural.5 En este momento, la rmcpys estaba adscrita a la Coordinación de Extensión Universitaria, a través del Departamento de Publicaciones. Los números eran integrados por los responsables de las áreas y departamentos académicos de la Facultad.
Hacia la década de 1980,6 en un contexto académico consolidado, es patente la publicación de textos de alto nivel académico y científico que se completa con los trabajos de difusión que enriquecen los procesos de actualización. Los artículos publicados en este período reflejan la consolidación creciente de diversos enfoques en las ciencias sociales y la reafirmación de una perspectiva plural y crítico-reflexiva de la RMCPYS como plataforma de creación y difusión del conocimiento hacia un amplio público compuesto principalmente por investigadores y docentes.7 En aquel entonces, la cobertura temática y disciplinaria se fue ampliando frente a los nuevos horizontes que diversificaban la producción científica, promoviendo el enriquecimiento del enfoque plural y abierto -tanto en lo referente a las distintas corrientes de pensamiento y opinión como a la proliferación de los criterios de fundamentación de las ciencias sociales-. Así, las cuestiones principalmente problematizadas fueron: políticas sociales, literatura y sociedad; semiótica, ideología y comunicación; salud y medicina; control, prensa y poder; cine y ciudad; cultura, filosofía, literatura y reflexión humanística; educación, trabajo y vivienda, entre otros ámbitos de la acción gubernamental.
En un entorno institucional compuesto de diversas revistas disciplinarias -tanto de la Facultad como de otras instituciones relacionadas con sus campos de actividad-, la RMCPYS fue redefiniendo su orientación editorial, con el fin de reforzar la forma de cumplir con los objetivos de dar a conocer los resultados de la producción intelectual del personal académico, amplificar la comunicación entre diversas comunidades científicas y contribuir al desarrollo de las ciencias sociales (Andrade, 1994).
Desde 1992 se inició un nuevo ciclo: la revista pasó a ser editada por la División de Estudios de Posgrado. La nueva orientación dio impulso a la consolidación de su carácter de órgano especializado de investigación asociado al núcleo de estudiosos e investigadores abocados a la generación de nuevo conocimiento y a la formación de nuevas generaciones de científicos sociales. Asimismo, desde entonces, el personal académico de la Facultad tiene acceso, como autor y como lector, a un espectro variado de revistas especializadas y multidisciplinarias, a partir de lo cual se establecen importantes vínculos académicos con diversas comunidades en instituciones nacionales e internacionales.
Así, la RMCPYS llega a la segunda mitad de la década de 1990 con las siguientes características: los números se conforman de tres secciones principales: "cuestiones contemporáneas", "sociedad y política" y "perspectivas teóricas", a las que se agregan como secciones regulares: "conferencias magistrales", "documentos" y "reseñas". En sus páginas, se difunde la obra científica de académicos de la Facultad, de otras entidades de la UNAM, instituciones académicas de la ciudad de México, del interior de la república y del extranjero. Es a partir de entonces que se ve reafirmada la presencia de contribuciones de investigadores y académicos de toda América Latina. De hecho, el enriquecimiento de la política editorial de este período se refleja en el renovado interés por la inclusión de trabajos de investigadores, nacionales o extranjeros, que sean resultado de avances de investigaciones originales y de alto nivel sobre cuestiones relacionadas con las ciencias políticas y sociales.8 Un indicador de su calidad científica, de conformidad con los estándares académicos e institucionales y los criterios de evaluación de las políticas científicas, es su ingreso al Índice de Revistas Científicas de Excelencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Entonces, los ejes temáticos viraron hacia los cambios en el contexto mundial, las transformaciones culturales, la reorientación de las políticas económicas y sus impactos sociales, los procesos tecnológicos y de producción, los procesos convergentes en lo que pronto sería caracterizado como globalización, la revolución informática y las tecnologías de la comunicación, los cambios en los modos de vida, las identidades individuales y los entornos comunitarios. La permanente evolución de la RMCPYS se refleja en una quinta época, iniciada con el número 161, en 1995. Los temas del fin del siglo XX daban cuenta de los cambios en los regímenes políticos, los procesos de reestructuración del Estado, las revoluciones sociales ligadas a la democracia, las relaciones entre el Este y el Oeste mundiales, el proceso de integración europeo o la condición de la modernidad en América Latina y sus consecuencias, la política exterior de México, la cultura nacional y la mexicanidad frente a los procesos globales, las instituciones políticas, los procesos electorales y los movimientos políticos emergentes, el amplio espectro de tremas relacionados con la comunicación política y su influencia en la sociedad civil, la diversificación de los medios discursivos, la condición de la prensa y el periodismo, la legislación de los medios de comunicación y la emergente radiodifusión cultural. Otros temas específicos desarrollados en esta época son el movimiento obrero, las políticas corporativas, el sindicalismo, los movimientos campesinos, el liberalismo social, la problemática y el desarrollo urbanos, al medio ambiente, la calidad de vida y las políticas ecológicas, los impactos en la pobreza, la migración y las comunidades mexicanas en Estados Unidos. Por su parte, el pensamiento político-social de autores mexicanos es analizado junto a la revisión del legado de los clásicos y los aportes de teóricos contemporáneos. Asimismo, el interés sobre las tendencias del desarrollo de las ciencias sociales incluyó textos que abordaban diagnósticos y debates teóricos acerca de los paradigmas vigentes y cuestiones sobre las metodologías de la política comparada, historias de vida, feminismo y género y problemas de la enseñanza de las ciencias sociales. A su vez, Latinoamérica ha abierto siempre una gama de temas relevantes: la crisis estructural y el capitalismo, los problemas de la democracia, los conflictos políticos; el sindicalismo campesino, la seguridad social y la atención de la salud. Finalmente, la apertura interdisciplinaria se evidencia en la inclusión de artículos sobre ámbitos del psicoanálisis, la psicología social y sus aportes a las ciencias sociales; mientras que temas como el discurso del amor, el erotismo, la sexualidad y la construcción social de los sonidos, ilustran nuevas sensibilidades a propósito de la riqueza de las dimensiones sociales.
La actualización de la política editorial de 2005 hace patente una nueva puesta al día de la revista.9 El contexto mundial permitió abordar cambios políticos, sociales y culturales en el ocaso del siglo XX y el inicio del presente. Los problemas de México pusieron de manifiesto el compromiso de las ciencias sociales por dar cuenta de la diversidad social y política de nuestro país. Los temas teórico-metodológicos encarados abordan diagnósticos del estado de las disciplinas, la crisis de las ciencias sociales, los vínculos entre los proyectos de sociedad y las contribuciones de las ciencias sociales, las propuestas renovadoras en distintos ámbitos sociales y de las nuevas vertientes de desarrollo, así como la conformación de nuevas agendas de vinculación de las prácticas transformadoras sociales y los aportes de las ciencias. Estas orientaciones temáticas y la renovación de la política editorial también incluyeron el cambio de su imagen y el diseño de las portadas.
El compromiso de las ciencias sociales de contribuir a la intelección de los complejos procesos que tienen lugar en las sociedades contemporáneas ha generado nuevas oportunidades de actualización de enfoques, renovación de los recursos fundamentales, replanteamiento de problemas y preguntas, así como búsqueda de soluciones pertinentes para sus viejos y nuevos retos. Las transformaciones de un contexto globalizado impactan de manera directa las formas de comunicación científica (De Alburquerque, 2001). Este nuevo contexto demanda canales de comunicación más eficientes. Ante los esfuerzos renovados de actualidad del conocimiento, las revistas científicas tienen ahora la posibilidad de aprovechar los beneficios de la cultura electrónica y ofrecer, además de la comunicación escrita, una comunicación cibernética. Con ello, se amplían los horizontes y aceleran los ritmos de la comunicación.
En estos nuevos entornos, las revistas académicas respaldan la producción científica de múltiples formas: publican aportes originales, mantienen informada a las comunidades de lectores, incorporan los nuevos temas de investigación y análisis, reportan novedades y destacan su relevancia, mientras que la dictaminación colegiada pondera los nuevos frentes de desarrollo del conocimiento y contribuye a delinear sus fronteras de avance. En estos nuevos contextos, también la condición plural de una revista amplía las posibilidades de comunicación, diálogo intercomunitario y actualización de debates científicos. Al reivindicar el creciente pluralismo cultural, ideológico y político, una revista científica también contribuye a restringir los límites de la inconmensurabilidad de los enfoques. De este modo, a partir de las transformaciones acontecidas en las tecnologías de la información, las revistas científicas enriquecen sustancialmente su desempeño: están en mejores condiciones de enlazar las comunidades en una cobertura mundial, ampliando los canales de accesibilidad con mayor velocidad e intensificando el aprovechamiento de los avances divulgados. De este modo, las transformaciones acontecidas en el transcurso del presente siglo se ven reflejadas en la evolución de la revista. En este marco, la investigación desarrolla recursos para abordar objetos de estudio de mayor dimensión y complejidad. Una breve presentación de algunos trabajos publicados nos acerca a temas y formas de tratamiento de algunas de las contribuciones presentadas en la RMCPYS.
Por ejemplo, en el plano nacional, Fernando Pérez Correa (2001) analizó los procesos de reformas electorales llevados a cabo en México en un lapso de cuarenta años. En su exposición, destaca las asignaturas que a su juicio quedaron por resolver en los procesos de democratización mexicanos: la división de poderes del federalismo, la organización de las precampañas, la ampliación del voto, la reelección legislativa y la ingeniería constitucional.
Entre los enfoques de amplia cobertura internacional, Octavio Rodríguez Araujo (2003) revisó las características de los gobiernos de los cinco continentes para analizar el triunfo de los gobiernos de derecha a nivel mundial con el apoyo de la ultraderecha. El análisis pone especial atención a la creciente influencia de esta última, especialmente, entre sectores de clase media y desempleados. Por su parte, Francisco Dávila Aldás (2011) destaca la importancia teórica y metodológica de "lo nacional" en el tratamiento contemporáneo de las relaciones internacionales. Frente a la visión ideológica de la tendencia a la desaparición de las naciones en el entorno de la globalización, el autor señala el fuerte resurgimiento de las mismas como formas de preservación de la identidad de sus pueblos.
Ambrosio Velasco Gómez (2004) analiza algunos de los problemas a los que se enfrenta el modelo democrático liberal ante la cuestión del multiculturalismo, tomando como referencia las exigencias de los pueblos indígenas mexicanos. Plantea la idea según la cual la "nación multicultural" contribuye a hacer comprensibles los complejos procesos de reconocimiento cultural, político y social de las minorías étnicas.
José María Ramos García (2005) analiza la seguridad pública desde la perspectiva de la seguridad de la nación, a partir de dos vertientes: la seguridad de los ciudadanos, en términos de derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona, y la seguridad asociada con la protección de los derechos civiles de individuos y grupos sociales. Desde allí, ilustra el estado de los objetivos de la seguridad nacional planteados en el Plan Nacional de Desarrollo (2001-2006).
José Woldenberg (2013) aborda la tensión entre la democracia y su reproducción; describe los procesos de creación de instituciones electorales creíbles y la preservación de reglas correspondientes al régimen autoritario heredadas de los años treinta del siglo XX, para exponer las alternativas en disputa así como los resultados posibles en el futuro cercano.
Por su parte, Raúl Trejo Delarbre (2013) estudia la resistencia de los poderes fácticos al Estado de Derecho, poniendo así en evidencia su propensión a promover e imponer sus intereses particulares sobre el resto de la sociedad. El autor expone el diagnóstico acerca de la expansión cultural de los poderes fácticos en la sociedad mexicana, y pone de manifiesto que su influencia se relaciona con lo que identifica como carencias políticas, vacíos jurídicos, penurias culturales y fortalecimiento interno, para proporcionar a los grupos sociales el mayor rango de posibilidades para hacer efectivos sus intereses particulares y generales. Asimismo, aborda las características de un marco de pluralidad, flexibilidad y democracia en el contexto internacional, más abierto a las dimensiones planetarias de los problemas, y cada vez más flexible y respetuoso de las múltiples alternativas de solución.
José Narro (2009) expone las acciones inmediatas dirigidas a paliar los efectos de la crisis e impulsar políticas de largo aliento, hacia una sociedad más incluyente y con prioridades orientadas al rumbo que se desea seguir.
David Moctezuma Navarro, José Narro Robles y Lourdes Orozco Hernández (2014) abordan la problemática que padece la mujer en México, especialmente, por la situación de inequidad que enfrenta en diversos ámbitos de la sociedad. El estudio destaca los avances registrados en el reconocimiento de los derechos de las mujeres y las constantes desventajas que viven en la actividad productiva, en la salud, en la seguridad social, en la educación, en la pobreza, en la vida política y en la lamentable violencia que sigue ejerciéndose contra ellas. Cercano a este tema es el artículo de Gina Zabludovsky (2015), en el que analiza la presencia de las mujeres en la fuerza laboral, la educación superior, así como la feminización y masculinización de las distintas ocupaciones. A su vez, describe el papel de las mujeres en los cargos de representación política. Entre los tópicos que aborda, refiere a la segregación horizontal y vertical en los oficios y las carreras en las organizaciones, así como las diferencias entre las empresas de capital extranjero y nacional, las características sociodemográficas de las directivas, la discriminación hacia las madres y los problemas de pareja derivados de sus funciones, la "doble gerencia" y el problema de conciliación.
La contribución de Philip Oxhorn (2014) aborda los retos que enfrentan las democracias latinoamericanas y las implicaciones en la esfera pública a largo plazo para la estabilidad democrática en la región. El autor analiza las interrelaciones entre las dimensiones de la forma dominante de intermediación del interés -que refiere como neopluralismo- y la creciente brecha entre la población en general y la élite política.
Bernardo Sorj (2013) aborda la emergencia de nuevos poderes de veto sobre el sistema democrático, el surgimiento de "nuevas clases medias" y los profundos cambios en la estructura social de los países latinoamericanos, los obstáculos para una expresión política propia de este sector, el debate sobre la regulación de los medios de comunicación, las dificultades de los partidos políticos para renovar el sistema de partidario y las transformaciones de la sociedad civil para expresar diferencias entre las generaciones. Sustenta su planteamiento en la necesaria superación de los paradigmas analíticos e ideológicos que han obstruido la comprensión de estos nuevos fenómenos que acompañan las transformaciones en los países de la región.
La Nueva Época de la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. Su perfil en el contexto actual
El contexto contemporáneo ha sido favorable para que la RMCPYS amplíe sus horizontes. Nuestras sociedades crecientemente complejas son más demandantes de contribuciones sustantivas por parte de las ciencias sociales. Así, la RMCPYS se reafirma como vehículo que agiliza el intercambio de saberes entre comunidades. Su condición plural alberga una amplia gama de perspectivas teóricas, estilos de investigación y modalidades metodológicas que enriquecen la producción científica y el desarrollo teórico.
La cobertura mundial de los procesos de desarrollo científico, la amplitud y la diversidad de las comunidades que participan en su generación y los desplazamientos de las fronteras del conocimiento, hacen que la organización del trabajo científico en el presente sea más compleja, incidiendo en los ritmos de accesibilidad de comunidades diversas. En efecto, el crecimiento exponencial de la actividad científica se refleja en el incremento de las publicaciones científicas disponibles. En México, a mediados de la década de 1990, el CONACYT listaba 13 revistas de ciencias sociales; actualmente, el número de publicaciones registradas y apoyadas financieramente asciende a 32, según la información disponible en el portal digital del CONACYT (Puga, 2012).10
Con el replanteamiento de su perfil editorial, la revista dio paso a una Nueva Época, que se inauguró con el número 217. En la "Presentación", el doctor Fernando Castañeda Sabido (2013), director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, señala que la Revista orienta sus esfuerzos para recoger los nuevos desarrollos teóricos, metodológicos y epistemológicos de las ciencias sociales, en atención a los desafíos por las transformaciones vertiginosas de la sociedad.
Por su parte, la directora y editora de la RMCPYS, la doctora Judit Bokser Misses-Liwerant (2013), presenta la editorial "De desafíos, saberes y convergencias", en la que nos señala que los retos que impone un mundo de cambios, así como el surgimiento de nuevos focos de ordenamiento que atraviesan más de un ámbito de la compleja realidad contemporánea, hacen que se intensifique la búsqueda de nuevos registros conceptuales y se desarrolle con mayor compromiso una investigación concebida como puente entre lo universal y lo particular. En este marco, indica los progresos científicos que tienen lugar con las convergencias de perspectivas disciplinarias distintas, aproximaciones teóricas diversas y cortes temporales varios. A su vez, reivindica la construcción de una mirada madura que articule lo endógeno y lo exógeno, y lo particular y lo universal en el tratamiento de la realidad social mexicana y regional.
También, en su Nueva Época , la Revista publicó el "Manifiesto por las ciencias sociales", de Craig Calhoun y Michel Wieviorka (2013). A lo largo de estas páginas, asumen como uno de los problemas básicos de las ciencias sociales la relación entre el conocimiento y la realidad social, reabriendo el debate sobre el impacto social de las ciencias sociales y la tendencia inversa, el impacto de los cambios sociales sobre el desarrollo de las ciencias sociales.
De este modo, en cada una de las etapas de la política editorial de la Revista , los criterios establecidos han garantizado la calidad de los trabajos publicados. Frente al crecimiento exponencial de la producción científica, la experiencia acumulada permite ahora a la Revista la diversificación de temas y objetos de estudio, así como la intensificación de las interacciones internacionales entre las comunidades científicas. Por cierto, su cobertura internacional también ha evolucionado favorablemente. La Revista , como la mayoría de las prestigiadas revistas contemporáneas, ha pasado a formar parte de sistemas de comunicación e integración más amplios. Con el enriquecimiento de sus procesos editoriales, está en mejores condiciones de apoyar las novedosas formas de comunicación y distribución requeridas por los diversos ámbitos de la investigación. Esta optimización de la producción científica es expresión de la amplia experiencia acumulada, el interés permanente por una amplia variedad de objetos de estudio y la riqueza de la amplia producción intelectual de las comunidades que enlaza.11
Gracias a los nuevos recursos tecnológicos disponibles y la política de libre acceso a los textos científicos a través de Internet, los contenidos de la Revista acceden a una mejor visibilidad e impacto en las bases de datos, los servicios informativos, las bibliotecas y los centros de documentación. Por ello, una plataforma como la RMCPYS comparte los retos de la producción intelectual de las ciencias sociales: reforzar el posicionamiento de la ciencia social hispanoparlante en la cobertura globalizada, en tanto que la divulgación contribuye a la interacción de los saberes en marcos teóricos más amplios y la actualización de diálogos interparadigmáticos.
Las convocatorias temáticas de los últimos números publicados delinean el horizonte de estos compromisos. Ello se evidencia en las editoriales publicadas durante 2015: "Las ciencias sociales de nuestro tiempo: entre sinopias y pentimenti " (número 225); "Policromía de saberes. Sobre reconfiguraciones múltiples y conflictos regionales en un mundo global" (número 224); "Poder, política y sociedad. El entramado latinoamericano de las desigualdades en el contexto global" (número 223). Además, la política editorial de la Nueva Época ha incorporado nuevas orientaciones de conceptualización y denominación para hacer referencia a las enriquecidas formas que adopta la investigación y su expresión en los productos científicos. Son nociones cuyo empleo innovador nos refieren a la sensibilidad con la que se da cuenta de las búsquedas comprometidas de las ciencias, con el objeto de abordar un mundo cambiante articulado con los renovados procesos de conocimiento.
Otras editoriales publicadas en la Nueva Época nos invitan a transitar por interesantes senderos de la investigación social: "En torno a las transformaciones de lo político, el poder y las prácticas sociales" (número 222 del año 2014); "Política y memoria. Pluralizando los escenarios del pasado y del presente" (número 221); "Los desafíos de las ciencias sociales frente a las múltiples resonancias de lo global" (número 220); "Ciencias sociales y conocimiento: ¿intelección de opciones de cambio y los cursos de acción posibles?" (Número 219 del año 2013); "México y América Latina. La investigación social como puente entre lo universal y lo particular" (número 218); y la ya mencionada editorial publicada en el primer número de la Nueva Época (217) "De desafíos, saberes y convergencias. La Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales".
El momento contemporáneo de la Revista se define por su orientación a un público conformado por investigadores, académicos y estudiosos de las ciencias sociales. Si bien son centrales las disciplinas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la Revista incluye trabajos de otras disciplinas, nuevos temas y objetos de estudio que reflejan la ampliación de las fronteras del conocimiento.
La integración de los acervos de la producción científica da cuenta de su historicidad y vigencia, al tiempo que brinda referentes para valorar su trascendencia. Una mirada panorámica de la trayectoria reciente de la Revista permite delinear la amplia diversidad temática que abarca y muestra la multiplicidad de ejes y niveles de tratamiento que respaldan el propósito de exponer conocimientos de excelencia y vanguardia académicamente relevantes y socialmente pertinentes. La condición multidisciplinaria favorece así al tratamiento de realidades sociales, promueve la convergencia disciplinaria y estimula la conformación de campos de conocimiento disponibles para abordar nuevos temas y objetos de estudio. A su vez, el carácter internacional de la Revista se ve reforzado con el tratamiento de objetos de mayor cobertura regional y global. El diálogo y el debate en torno a interrogantes centrales de nuestro tiempo se expresa en el tratamiento de temas como los desequilibrios globales; la vulnerabilidad, la amenaza y el riesgo; el sistema mundial contemporáneo; la crisis de seguridad y narcotráfico; la violencia después del conflicto; las diásporas transnacionales; la modernidad y el consumo de sustancias psicoactivas. Otros trabajos aportan conocimientos para comprender la complejidad y diversidad mundial y, así, ubicar la región latinoamericana y nuestra sociedad mexicana en contexto. De América Latina delimitada como eje de problematización y análisis, se destacan como temas distintivos: sus patrones institucionales distintivos, las "modernidades múltiples"; las interacciones entre el Estado y el mercado; la participación internacional de los actores subnacionales; el neoliberalismo y los sistemas ideológicos; los patrones de ciudadanía; los sistemas de partidos; los actores con poder de veto; las instituciones de participación ciudadana; los derechos de los pueblos indígenas; el desarrollo de ciudades capitales estratégicas, entre otros.
En el plano de revisión de conceptos y categorías destacan los trabajos sobre gobernabilidad, poder mediático, poderes fácticos, calidad democrática y sociedad civil. En la revisión de planteamientos teóricos se han publicado reflexiones sobre la teoría deliberativa de la democracia, la transgresión y el problema del orden social.
Un listado de las y los autores analizados y tomados en cuenta por los trabajos recientemente publicados incluye a: Georges Bataille, Alberto Bialakowsky, Ricardo Antunes, Peter Blau, Norberto Bobbio, John Burdick, Otis Duncan, Kenneth Roberts, Fernando Henrique Cardoso, Jorge Castañeda, Manuel Castells, Jean Cloutier, Shmuel Eisenstadt, Amitai Etzioni, Thomas Faist, Paulo Freire, Francis Fukuyama, Jürgen Habermas, Elizabeth Jelin, Niklas Luhmann, Guillermo O'Donnell, Philip Oxhorn; Hanna Pitkin, Karl Polanyi, Jacques Ranciere, Boaventura de Sousa Santos, Giovanni Sartori, Saskia, Sassen, Philippe Schmitter, Charles Tilly, Immanuel Wallerstein, Max Weber, Jay Winter, Dominique Wolton, Hugo Zemelman, entre otros.
El tratamiento de cuestiones teórico metodológicas, sin duda, es uno de los rasgos distintivos de esta Revista . Además de la diversidad y pluralidad, se caracteriza también por la densidad, profusión del tratamiento y problematización de los temas desarrollados. En el área de las innovaciones metodológicas, aparecen trabajos sobre la medición del gasto electoral; los modelos basados en agentes y su aplicación en la investigación social; el análisis del discurso político; y el seguimiento de los itinerarios profesionales de las élites gubernamentales, entre otros.
La publicación de artículos sobre la problemática de género nos aproxima a temas sobre las mujeres en los ámbitos de poder económico y político; la feminización del empleo; la desigualdad salarial; las diferencias de participación política; las políticas públicas y la perspectiva de género; la inequidad, la pobreza y la violencia; el derecho humano a la comunicación; la representación y las nuevas tecnologías; el empoderamiento restringido; y el desempeño en cargos de dirección y cultura organizativa.
La apertura disciplinaria incluye trabajos referidos a la geopolítica y la construcción de poder; geopolítica y narcotráfico; petróleo y alternativas energéticas; organizaciones y regulación del mercado financiero mexicano. Otros aportes se destacan por su dimensión antropológica y filosófica: la transgresión ritual y la contención de las tensiones sociales; la heterología y la noción de lo sagrado; el materialismo y el idealismo surrealista. Entre los temas de interés para la sociedad mexicana se destacan: el federalismo, la democracia, la administración pública; la gobernabilidad democrática; el cambio político; la reforma electoral; los derechos virtuales; las interacciones entre procesos sociales, el Estado y el mercado; la política de recaudación de impuestos; los presupuestos públicos participativos; la dependencia municipal fiscal; las instituciones electorales creíbles; la corrupción, la legislación y sus efectos sociales. En relación con la educación se destacan: las instituciones interculturales; la feminización y masculinización laboral de los universitarios; la inversión social en este ámbito; la socialización universitaria y las prácticas profesionales.
A seis décadas de su creación, la RMCPYS se define como una plataforma de producción científica propia del área de las ciencias sociales, comprometida con el pluralismo teórico y metodológico, la expresión de la diversidad disciplinaria y la evolución del saber. Su trayectoria y la nueva orientación de la política respaldan y guían el trabajo académico. Como vehículo de comunicación y foro de encuentro académico, integra el trabajo de una creciente comunidad científica. En su acervo registra los avances del conocimiento y también los referentes reflexivos para la valoración de los mismos.
De cara a su amplia trayectoria, la Revista ha enriquecido la forma de cumplir sus objetivos. Con sustento en una sólida experiencia de trabajo editorial, la confluencia de iniciativas académicas y la convocatoria a las comunidades vinculadas con los horizontes multidisciplinares de su desempeño, la RMCPYS se reafirma como plataforma fundamental en la producción y promoción de nuevas fronteras del conocimiento.