Luego de analizar y leer el artículo de investigación “Agrupación de dominios cognitivos en personas mayores con VIH” me parece interesante que se realice una investigación de esta envergadura en personas mayores que tienen problemas neurocognitivos asociados a esa enfermedad.1
Los trastornos neurocognitivos en personas mayores que viven con VIH provocan deterioro en el estado funcional y valores vitales. Por ello, los tratamientos antirretrovirales son importantes, ya que la combinación de diferentes tipos de medicamentos (TARc, terapia antirretroviral combinada) mejora el bienestar del paciente VIH-positivo, quien puede vivir un envejecimiento saludable. Posterior a la evaluación neuropsicológica de pacientes tratados con TARc, se identificaron que existen perfiles relacionados con los trastornos neurocognitivos asociados al VIH: en los adultos entre 60 y 70 años, el deterioro cognitivo es avanzado debido a múltiples enfermedades neurogenerativas, depresión, accidente cerebrovascular, tumores, afección renal, etcétera; en tanto, las personas jóvenes mostraron deterioro de la memoria verbal y no verbal.2
En Perú, existen 16 250 individuos que viven con VIH sin tener conocimiento y 47 762 que se encuentran en tratamiento antirretroviral. Lo anterior reafirma la importancia de la infección por VIH, la cual genera alteraciones al sistema nervioso, particularmente neurocognitivas, como disminución mental, ineficacia laboral y en el ámbito cotidiano, a las cuales se suma el deterioro mental relacionado con la edad avanzada, el bajo nivel socioeconómico y la escasa educación de la población sobre cómo llevar su condición para mejorar la calidad de vida.
Por otro lado, en 2023, en el Hospital Nacional Cayetano Heredia se realizó un estudio descriptivo de 215 enfermos de 50 años a más. Mediante una prueba de alteración de la memoria y el Cuestionario de Pfeiffer, se evaluó el nivel de demencia de los pacientes que viven con VIH antes de que siguieran un tratamiento antirretroviral, con el cual se observó mejoría en la calidad de vida y la capacidad cognitiva.3
Se concluye que la TARc contribuye al bienestar de las personas mayores que viven con VIH, quienes con el transcurso del tiempo pueden experimentar problemas neurocognitivos. Por ende, en centros hospitalarios se sugiere la detección precoz de trastornos neurocognitivos asociados al VIH, así como la inserción de terapias antirretrovirales.