Nos permitimos responder a la carta en la cual se comenta nuestro estudio y se nos informa de una investigación realizada en Huancayo, Perú, que explora una población afectada de COVID persistente. En esa investigación se encontraron algunas similitudes con los resultados de nuestro estudio: factores de riesgo similares como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares; mayor afectación en población económicamente activa, lo cual se asocia a un alto impacto socioeconómico de COVID persistente; y síntomas similares, principalmente fatiga.1,2
Al analizar la realidad latinoamericana encontramos que los países con la mayor carga de la enfermedad por COVID persistente son Brasil, Argentina, Colombia, Chile y México; sin embargo, ahora vemos gustosamente que otras naciones se interesan y preocupan por sus poblaciones, como Perú.3
Además, al profundizar en el estudio de los síntomas neuropsiquiátricos, encontramos síntomas diversos y frecuentes en otras poblaciones como la fatiga e, incluso, síntomas raros como hipoacusia o eventos vasculares cerebrales. En nuestra población destaca, además, que después de los síntomas neuropsiquiátricos, los síntomas osteomusculares y de autoinmunidad son los segundos de mayor prevalencia, algo que difiere en el resto de las poblaciones.4,5
Dado lo anterior y como concluimos en el artículo publicado en Gaceta Médica de México, es importante caracterizar a cada una de las poblaciones, ya que tienen particularidades genéticas o raciales, socioeconómicas y de salud pública que pueden tornarlas más susceptibles a desarrollar COVID persistente. Esta tarea debe realizarse lo más pronto posible para instituir protocolos de diagnóstico y tratamiento encaminados a limitar las secuelas que conlleva esta nueva entidad crónica degenerativa denominada COVID persistente. Al respecto, Perú ha iniciado una guía de práctica que permite a los profesionales sanitarios establecer el diagnóstico y la posibilidad de tratamiento. En México, aún no logramos una guía de práctica clínica, pero hemos ideado una propuesta de manejo de COVID persistente, que esperamos pueda concluir en breve en una verdadera guía de práctica clínica.6,7