Introducción
El rezago académico se debe a la pérdida de regularidad por la no inscripción o la reprobación en al menos una asignatura, en cualquier nivel de la carrera; en las instituciones de educación superior implica un reto, pues si el estudiante se rezaga, ocasiona una mayor saturación de grupos; además de no avanzar en su desarrollo cognitivo, personal y social, lo que altera su proyecto de vida, lo margina y excluye.1
Nadie que ingresa a estudiar la carrera de medicina se visualiza como irregular; por el contrario, las motivaciones de mujeres entre 18 y 19 años son la autorrealización, vocación de servicio e interés clínico, además de que concluir la carrera aleja el fracaso, genera reconocimiento social y acceso a un mejor nivel de vida.2
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina es la de mayor demanda. El plan de estudios de dicha licenciatura establece que se deberá haber realizado el bachillerato superior, en alguno de los subsistemas de la UNAM (Escuela Nacional Preparatoria [ENP] o Colegio de Ciencias y Humanidades [CCH]) o un bachillerato externo (ingreso por concurso de selección), así como haber cursado áreas de las Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud o asignaturas relacionadas, obligatorias para el ingreso.3,4
En el mecanismo de pase reglamentado del bachillerato de la UNAM (ENP o CCH), ingresa quien tenga un promedio mínimo de siete,5 con preferencia al mejor promedio y, conforme al artículo noveno del Reglamento General de Inscripciones, quien egresa de los subsistemas del bachillerato de la UNAM en tres años y con un promedio mínimo de nueve, tiene el ingreso a la carrera y plantel de preferencia. Entre 2001 y 2018, por este mecanismo ingresó 80 % del estudiantado de medicina (Tabla 1).
Tabla 1 Alumnos por cohorte según género y bachillerato de procedencia
Cohorte | n | Género | Procedencia | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Pase reglamentado | Concurso | ||||||||||||
Mujeres | Hombres | ENP | CCH | Total | Externo | ||||||||
n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | ||
2001 | 865 | 583 | 67.4 | 282 | 32.6 | 442 | 51.1 | 246 | 28.4 | 688 | 79.5 | 177 | 20.5 |
2002 | 942 | 643 | 68.3 | 299 | 31.7 | 464 | 49.3 | 280 | 29.7 | 744 | 79.0 | 198 | 21.0 |
2003 | 893 | 596 | 66.7 | 297 | 33.3 | 429 | 48.0 | 279 | 31.2 | 708 | 79.3 | 185 | 20.7 |
2004 | 914 | 617 | 67.5 | 297 | 32.5 | 431 | 47.2 | 269 | 29.4 | 700 | 76.6 | 214 | 23.4 |
2005 | 954 | 633 | 66.4 | 321 | 33.6 | 428 | 44.9 | 302 | 31.7 | 730 | 76.5 | 224 | 23.5 |
2006 | 927 | 628 | 67.7 | 299 | 32.3 | 375 | 40.5 | 296 | 31.9 | 671 | 72.4 | 256 | 27.6 |
2007 | 1,021 | 680 | 66.6 | 341 | 33.4 | 435 | 42.6 | 326 | 31.9 | 761 | 74.5 | 260 | 25.5 |
2008 | 986 | 662 | 67.1 | 324 | 32.9 | 410 | 41.6 | 327 | 33.2 | 737 | 74.7 | 249 | 25.3 |
2009 | 1,037 | 668 | 64.4 | 369 | 35.6 | 428 | 41.3 | 377 | 36.4 | 805 | 77.6 | 232 | 22.4 |
2010 | 1,025 | 689 | 67.2 | 336 | 32.8 | 402 | 39.2 | 413 | 40.3 | 815 | 79.5 | 210 | 20.5 |
2011 | 1,027 | 683 | 66.5 | 344 | 33.5 | 424 | 41.3 | 372 | 36.2 | 796 | 77.5 | 231 | 22.5 |
2012 | 1,119 | 724 | 64.7 | 395 | 35.3 | 459 | 41.0 | 455 | 40.7 | 914 | 81.7 | 205 | 18.3 |
2013 | 1,103 | 675 | 61.2 | 428 | 38.8 | 497 | 45.1 | 442 | 40.1 | 939 | 85.1 | 164 | 14.9 |
2014 | 1,134 | 729 | 64.3 | 405 | 35.7 | 549 | 48.4 | 429 | 37.8 | 978 | 86.2 | 156 | 13.8 |
2015 | 1,158 | 765 | 66.1 | 393 | 33.9 | 584 | 50.4 | 434 | 37.5 | 1,018 | 87.9 | 140 | 12.1 |
2016 | 1,179 | 805 | 68.3 | 374 | 31.7 | 550 | 46.6 | 475 | 40.3 | 1,025 | 86.9 | 154 | 13.1 |
2017 | 1,191 | 791 | 66.4 | 400 | 33.6 | 587 | 49.3 | 468 | 39.3 | 1,055 | 88.6 | 136 | 11.4 |
2018 | 1,264 | 882 | 69.8 | 382 | 30.2 | 624 | 49.4 | 518 | 41.0 | 1,142 | 90.3 | 122 | 9.7 |
Total | 18,739 | 12,453 | 66.5 | 6,286 | 33.5 | 8,518 | 45.5 | 6,708 | 35.8 | 15,226 | 81.3 | 3,513 | 18.7 |
CCH: Colegio de Ciencias y Humanidades; ENP: Escuela Nacional Preparatoria.
Fuente: elaboración propia con información de las historias académicas proporcionadas por la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM.
El ingreso por concurso de selección es por medio de un examen de conocimientos a aspirantes externos, o bien, a egresados del bachillerato de la UNAM que no cumplen los requisitos mencionados. El examen tiene suficiente evidencia de validez,6 ya que se diseña con las recomendaciones para exámenes sumativos de alto impacto y gran escala.7-9 Para ingresar se debe obtener un elevado porcentaje de aciertos, que en 2022 fue de al menos de 92.5 %.10
Por lo anterior, ingresan quienes destacaron por un alto desempeño académico y de conocimientos, pero al ser sometidos a un nivel de exigencia diferente en la licenciatura pueden mostrar rezago desde el inicio de la carrera, por lo que es fundamental identificar los momentos y factores de mayor riesgo. Los estudios de trayectorias escolares pueden realizarse como parte de los procesos de evaluación de los planes y programas de estudios, para prevenir y mitigar esta situación. Estos estudios evalúan el recorrido que sigue una cohorte de estudiantes en un tiempo determinado, a partir de su ingreso a un plan de estudios específico, lo que permite identificar períodos de riesgo, materias de alta reprobación, conformación de currículo, entre otros, así como calcular índices de abandono, rezago y egreso,11 para brindar evidencia que permite a las instituciones de educación superior establecer comparaciones entre generaciones, entidades y planes de estudio, así como formular estrategias para fomentar la regularidad y la eficiencia terminal y mejorar la calidad de la enseñanza. Por ello, los organismos acreditadores, como la Federación Mundial para la Educación Médica o el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica, los consideran en la evaluación de los planes de estudio.12
Las trayectorias académicas en la UNAM, correlacionadas con otras variables, como el género, la edad o puntuaciones obtenidas en los exámenes diagnósticos, demuestran que pueden prevenir y aminorar el abandono y rezago escolar e impulsar la regularidad y la eficiencia terminal.13,14 También establecen perfiles para detectar grupos que requieren acciones para mejorar sus evaluaciones y concluir la carrera de medicina en tiempo y forma,15 o predecir, a partir de los datos del nivel medio superior, el desempeño para un perfil de éxito.16
El objetivo de este trabajo fue comparar las trayectorias escolares de los estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM de las generaciones 2001 a 2018, según el género y el bachillerato de procedencia, así como su regularidad y eficiencia terminal.
Material y métodos
Estudio longitudinal y comparativo de cohortes reales de 18 739 estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM en la Ciudad de México, sin importar género o bachillerato de procedencia, de las generaciones 2001 a 2018 que cumplieron con el tiempo establecido por el plan de estudios. Se excluyeron los que no cumplieron los requisitos del pase reglamentado y los de generaciones activas al momento del estudio. Se determinó el estatus de los alumnos (regular o irregular) al final de cada ciclo escolar anual, así como los ciclos que transcurrieron para que el alumno por primera vez se convirtiera en irregular. Un estudiante “regular” fue quien contó con el avance en créditos establecido en el tiempo de la observación.17
Para los períodos críticos, se ajustaron funciones de supervivencia (método de Kaplan-Meier); para el efecto del género y bachillerato en el riesgo de irregularidad, se ajustó un modelo de Cox de riesgos proporcionales.18 Se analizó la eficiencia terminal (concluir en tiempo la licenciatura), y la reprobación de asignaturas durante el primer año, ciclo de mayor riesgo para convertirse en irregular. Se comparó el género y bachillerato de procedencia con pruebas t para muestras independientes. Los datos se analizaron conforme a la metodología sobre trayectorias escolares desarrollada en la UNAM.11 Las historias académicas fueron proporcionadas por la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM con corte al ciclo 2023-0.
Resultados
En la Tabla 1 se presenta el número de alumnos de las generaciones 2001 a 2018 que ingresaron a la Facultad de Medicina de la UNAM por género y bachillerato de procedencia.
El ingreso a la licenciatura de medicina pasó de 865 estudiantes en la generación 2001 a 1264 en la 2018, con un crecimiento promedio anual de 2.3 %. Por género, el incremento de la matrícula de mujeres creció un promedio anual de 2.5 %, mientras que la matrícula de hombres aumentó 1.8 %. La Tabla 1 muestra que la primera generación tenía 583 mujeres (67.4 %), mientras que los hombres fueron 282; para 2018, el número de mujeres se incrementó a 882 (69.8 %), mientras que los hombres registraron un ingreso de 382. De 2001 a 2018, la relación de mujeres/hombres se incrementó de 2.07 a 2.3.
Por bachillerato, se registraron ritmos de crecimiento contrarios: quienes ingresaron por pase reglamentado de la ENP pasaron de 442 a 624 de 2001 a 2018, con un crecimiento anual de 2 %; y los del CCH se incrementaron de 246 a 518, un crecimiento anual de 4.5 %, con un aumento en la representación de este grupo de 28.4 a 41.0 %. Por otro lado, las admisiones de bachilleratos externos disminuyeron de 177 en 2001 a 122 en 2018, con un decremento anual promedio de 2.2 %.
En la Figura 1 se observa que el número de mujeres en el ingreso fue estable, al principio con una ligera tendencia a la baja, con el valor más bajo en 2013 (61.2 %); a partir de ahí, existió un ascenso y en 2018 se registró la mayor participación (69.8 %). La participación del estudiantado del CCH mostró una tendencia creciente de 2001 a 2010; a partir de esta última, se estabilizó en niveles de 40 %, crecimiento que implica una disminución de alumnos de la ENP y de bachilleratos externos. A partir de 2010, se incrementó la participación de la ENP, de forma que en la última generación representó prácticamente la mitad. En consecuencia, la representación de bachilleratos externos disminuyó a 9.7 %.

Figura 1 Comportamiento del ingreso de las cohortes 2001 a 2018 de médico cirujano y la participación de mujeres y admisión por pase reglamentado.
Se muestra la regularidad y la eficiencia terminal de acuerdo con el género y tipo de ingreso (Figura 2). Las gráficas del lado izquierdo presentan una estimación de la proporción de alumnos que no reprobaron ninguna asignatura al final de cada año, mientras que las del lado derecho exponen las tasas de eficiencia terminal.

Figura 2 Comportamiento de la regularidad a lo largo del plan de estudios de la Licenciatura de Médico Cirujano y eficiencia terminal de las cohortes de 2001 a 2018 por género y bachillerato de procedencia (n = 18 739).
En cuanto a la regularidad, se aprecia que en el género y bachillerato, al final del primer año se observaron los mayores niveles de reprobación: alrededor de la mitad que ingresó eran regulares. Se observó una mayor regularidad en hombres (60 %) en comparación con las mujeres (50 %), y en los de un bachillerato externo (> 60 %) en comparación con los de la ENP (50 %) y el CCH (30 %). La eficiencia terminal mostró una tendencia creciente, aunque a partir de 2010 se apreció un incremento notable e, independientemente de la generación, mayores tasas de eficiencia terminal en hombres de la ENP o de bachilleratos externos.
En cuanto a la influencia del género y el bachillerato de procedencia para convertirse en irregular, el modelo de Cox muestra que tanto el género como el bachillerato fueron significativos en prolongar el tiempo de permanencia como regular desde el comienzo de la carrera, y las pruebas de χ2 confirman el impacto de las variables. Ser hombre aumenta las posibilidades de regularidad, pues el riesgo de ser irregular disminuye 25 % con respecto a las mujeres; por bachillerato, el riesgo de dejar de ser regular cuando se proviene del CCH es 2.1 y 2.3 veces mayor en comparación con la ENP o el bachillerato externo (Tabla 2).
Tabla 2 Modelo de Cox de riesgos proporcionales
Variable | Referente | β | Exp (β) | Exp (−β) | IC 95 % |
---|---|---|---|---|---|
Género | Hombre | ||||
Mujer | 0.2943* | 1.3422 | 0.7451 | 1.2865-1.4002 | |
Bachillerato de procedencia | CCH | ||||
Escuela Nacional Preparatoria | −0.7550* | 0.4700 | 2.1277 | 0.4510-0.4898 | |
Externo | −0.8273* | 0.4372 | 2.2872 | 0.4128-0.4631 |
*Prueba de razón de verosimilitud = 1840; Wald test = 1883; Score test (logrank) = 1977; p < 0.001.
Reprobación de asignaturas
Con base en la reprobación, medida con el porcentaje de inscritos que no obtuvieron una calificación aprobatoria, las asignaturas de mayor dificultad fueron Anatomía, Biología celular e histología, Bioquímica y biología molecular, Biología del desarrollo y Embriología humana. Al comparar la reprobación de estas asignaturas por género y bachillerato, se confirmaron diferencias significativas a favor de los hombres y no provenir del CCH (Tabla 3).
Tabla 3 Reprobación de asignaturas de las generaciones 2001 a 2018 en el primer año de la Licenciatura de Médico Cirujano
Asignatura | Total | Género | Bachillerato de procedencia | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Mujeres | Hombres | ENP | CCH | Externo | ||
(n = 18 739) | (n = 12 453) | (n = 6286) | (n = 8518) | (n = 6708) | (n = 3513) | |
Anatomía | 40.8 | 45.4* | 31.7 | 31.7 | 58.9* | 28.8 |
Biología celular e histología médica | 36.8 | 40.2* | 29.9 | 27.0 | 54.6* | 26.7 |
Bioquímica y biología molecular | 32.7 | 35.6* | 27.0 | 23.8 | 49.8* | 22.1 |
Biología del desarrollo | 29.9 | 32.9* | 23.9 | 21.9 | 46.9* | 22.1 |
Embriología humana | 29.4 | 32.6* | 23.0 | 18.3 | 45.3* | 21.6 |
Psicología médica | 11.4 | 11.7 | 10.8 | 7.3 | 17.2* | 11.3 |
Integración básico clínica | 8.6 | 8.5 | 8.6 | 4.8 | 13.0* | 8.5 |
Informática biomédica | 7.8 | 7.9 | 7.5 | 4.7 | 11.6* | 7.1 |
Salud pública y comunidad | 7.4 | 7.8 | 6.8 | 5.1 | 10.1 | 8.2 |
Introducción a la salud mental | 6.7 | 6.7 | 6.6 | 4.1 | 9.4 | 7.5 |
Con base en la reprobación total, las asignaturas se clasificaron, con la metodología de medias K, en tres conglomerados.
*p < 0.001.
Un seguimiento por cohorte de las asignaturas de mayor reprobación, Anatomía e Histología, mostró que, en todas las generaciones, la reprobación fue mayor en mujeres y en quienes provenían del CCH (Figura 3).
Discusión
Este estudio dio seguimiento a 18 cohortes reales y forma parte de un esfuerzo por generar información sobre variables con impacto en la regularidad y la eficiencia terminal en la educación superior, específicamente en la carrera de medicina. Esta metodología puede ser utilizada por otros investigadores como modelo de estudio de trayectorias, para generar una línea de investigación comparativa entre diversas instituciones. Se prestó interés en analizar las diferencias en la regularidad y eficiencia terminal de acuerdo con el género y el bachillerato. Para la interpretación, se consideró que la regularidad y la eficiencia terminal se deben a múltiples variables y su interacción.
En relación con la regularidad, los hombres (tercera parte de la matrícula) tuvieron mejor comportamiento en las trayectorias, así como mayor eficiencia terminal en comparación con las mujeres. Este resultado contrasta con lo expuesto en trabajos como el de Fuentes y Rivera,19 donde, después de analizar el desempeño de estudiantes de 12 universidades, se concluyó que el género masculino estaba asociado a la irregularidad. También se ha descrito el comportamiento de la no conclusión de estudios en 20 generaciones de estudiantes, la cual fue mayor en hombres en Ciencias de la Salud de la UNAM. En otro estudio se observó que la posibilidad de que un hombre no concluya sus estudios de licenciatura es 49 % mayor en relación con las mujeres, por lo que se plantea también que ser hombre es un factor de riesgo en la eficiencia terminal, aunque se admite un desconocimiento de las causas.13
En particular, en la carrera de medicina, Campillo et al.20 encontraron que los hombres tienen mayor egreso y se considera investigar más acerca de los retos específicos que impiden a las mujeres tener un egreso similar al de los hombres, probablemente por ciertas inequidades e ideologías respecto al género. En este sentido, en una revisión sistemática y metaanálisis del desempeño académico de médicos especialistas, también se encontró que las mujeres tienen menor índice y citas de publicaciones.21 Para conocer más de estas discrepancias, se sugieren estudios cualitativos que permitan entender la razón de la mayor regularidad en los hombres en medicina.
En relación con el bachillerato de procedencia, se encontró que los estudiantes externos que ingresaron a la UNAM por concurso de selección tuvieron mayor regularidad y eficiencia terminal. Conforme al análisis del comportamiento de la regularidad y la eficiencia terminal de una generación de licenciatura de la UNAM a partir de su nivel de conocimientos de ingreso, con base en los resultados de la evaluación diagnóstica institucional que se aplica a la generación antes del comienzo del ciclo escolar, los resultados indicaron un mayor nivel de conocimientos del alumnado que ingresa por concurso, lo que tiene un impacto en la trayectoria escolar, por lo que se sugiere la revisión de los planes de estudio del bachillerato de la UNAM.14,15
Asimismo, se observó una mayor regularidad y eficiencia terminal de los alumnos de la ENP en comparación con los estudiantes del CCH, resultado semejante en investigaciones previas. Estas diferencias pueden deberse a los contenidos de los programas académicos de los dos subsistemas del bachillerato y al logro del perfil de egreso de los estudiantes del CCH, quienes pueden utilizar rutas escolares que facilitan el egreso del CCH, pero no el logro del perfil de ingreso a medicina, esto puede ser una línea de investigación futura. También, aunque el proceso de enseñanza-aprendizaje haya sido de dos planes de estudios diferentes, pero con un mismo perfil de egreso, las diferencias se podrían explicar por un profesorado más capacitado, además de otros factores que pueden influir positivamente en el aprendizaje en la ENP.
El análisis de reprobación de asignaturas (Tabla 3) permite entender mejor los resultados de este estudio, ya que presenta la comparación de los porcentajes de reprobación de las asignaturas con mayores índices durante el primer año. Aquí se confirma que existe una diferencia significativa en la reprobación por género y bachillerato de procedencia, a favor de los hombres y quienes provienen del bachillerato externo y ENP, en contraste con los estudiantes del CCH. En otros análisis, se ha observado que el desempeño de los alumnos de la licenciatura en medicina se ve afectado más por variables académicas como los conocimientos previos y bagaje cultural.22-25 Debido a ello, es posible considerar que las diferencias encontradas para el bachillerato externo pueden estar asociadas a los conocimientos adquiridos en el nivel medio superior.
Llama la atención que en 2010 se incrementó significativamente la eficiencia terminal en comparación con los años anteriores; una posible explicación puede ser el cambio de plan de estudios 2010, en el que se complementaron las asignaturas con un enfoque por competencias, lo que favorece una formación más en contexto e integral de los alumnos para ser médicos generales.26
El rezago, la regularidad y la eficiencia terminal son resultado de situaciones multifactoriales que es necesario explorar con mayor detalle en futuros estudios, como el estrés académico y el proceso de adaptación durante el primer año. En medicina, el estrés académico tiene consecuencias en la salud mental y física que se reflejan en el desempeño académico,23 en especial durante el primer año. En una muestra de estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Birmingham, el primer año se describió como una transición crítica debido a la adaptación a ser estudiante universitario, después estudiante de medicina y, finalmente, médico.27 De acuerdo con las respuestas de los estudiantes, los problemas de adaptación se deben a una mala elección de carrera, salud mental, crisis aguda, a considerar tener poca capacidad para hacer frente a los desafíos de la carrera, lentitud para la ejecución de tareas y problemas familiares. La mayoría de los entrevistados manifestó tener problemas multifactoriales de adaptación, entre los cuales los problemas de salud mental y las crisis agudas fueron los más comunes.
Estos estudios son una estrategia para favorecer la excelencia académica en la formación profesional de los estudiantes de medicina, al realizar intervenciones tempranas como cursos remediales para los estudiantes con bajo nivel de conocimientos y habilidades, así como integración a grupos de investigación temprana a los estudiantes con alto desempeño, entre otras, para aumentar la regularidad y la eficiencia terminal.
Limitaciones
La base de datos analizada no contenía otras variables que permitieran realizar otro tipo de inferencias, por lo que deben realizarse estudios cuantitativos, cualitativos y mixtos sobre otras variables que influyan en la regularidad como factores personales, sociales, familiares, así como del ambiente académico de la Facultad de Medicina, que ayuden a comprender las diferencias. También es necesario ampliar el periodo de observación para conocer los resultados de los egresados una vez terminada la licenciatura.
La universidad es el espacio en el que es posible revertir el efecto de condiciones externas que impactan la regularidad y la eficiencia terminal de los estudiantes.
Conclusiones
En la Facultad de Medicina de la UNAM existe una tendencia a una mayor regularidad y eficiencia terminal en hombres con respecto a las mujeres y en alumnos de bachilleratos externos y ENP en contraste con los del CCH. Se recomienda continuar con esta línea de investigación en busca de factores explicativos para proponer políticas educativas y apoyos psicopedagógicos que coadyuven a una mayor regularidad de los estudiantes y que propicien una mayor equidad académica.