Agradecemos el interés por los resultados de nuestra investigación, cuyo objetivo principal fue analizar el patrón de prescripción de antiinflamatorios y antirreumáticos no esteroideos y las variables asociadas en pacientes ambulatorios con diagnóstico de hipertensión arterial que acuden a recibir atención médica a la Unidad de Medicina Familiar 24, del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Mante, Tamaulipas.1 El enfoque que plantean Julio C. Flórez-Barrios et al.2 en su carta sobre el uso de la telemedicina y su impacto en la gestión de pacientes con enfermedades reumáticas, especialmente de quienes residen en zonas rurales, es ciertamente relevante y ofrece una perspectiva valiosa.
Por otro lado, se considera que la telemedicina es una herramienta informática importante que permite brindar atención médica a distancia, mejorar los resultados en salud y reducir los costos de la atención médica, como ha sido previamente reportado en la literatura y manifestado por la Organización Mundial de la Salud.3,4 El uso de la telemedicina se incrementó debido a la pandemia de COVID-19, como fue informado recientemente por Asadi et al.5 en un artículo en el que el objetivo fue identificar el uso de aplicaciones de telemedicina para la gestión de enfermedades cardiovasculares durante la pandemia; los autores consideraron que esta herramienta fue útil para el manejo de pacientes con enfermedades cardiovasculares, al minimizar el riesgo de transmisión de la enfermedad en atención primaria, proporcionar tratamiento óptimo y evitar el deterioro de las condiciones clínicas, además de que permitió vigilar la aparición de signos tempranos de insuficiencia cardíaca y reducir las hospitalizaciones innecesarias.
En un estudio de revisión sobre los efectos de la telemedicina en el ámbito de la atención primaria, se identificó que es necesario realizar investigaciones con un enfoque que no solo incluya la satisfacción del paciente, sino también el impacto en la prestación de la atención médica al emplear este modelo de atención digital y contrastarlo con la atención habitual.6 Si bien el tema no corresponde a ninguno de los objetivos planteados en nuestra investigación, reconocemos la importancia del uso de las herramientas tecnológicas para el seguimiento y tratamiento de estos pacientes, y consideramos que el tema merece ser estudiado en futuras investigaciones por nuestro grupo, con enfoque particularmente en las poblaciones alejadas de los centros de atención médica, y en las que también se explore el impacto de la telemedicina sobre los pacientes, los profesionales de la salud y la organización de la atención, como ha sido propuesto por Bracken et al. en un artículo publicado recientemente.6