En mayo de 2024 se cumplirá un año de la partida de Maurice Tardif, profesor de la Universidad de Montreal, y la mayor parte de su obra se concentró en evidenciar los saberes docentes, el desarrollo profesional de este actor y los problemas actuales para formar y retener a las y los maestros¹ de educación básica. Específicamente analizó la evolución de este profesional de la enseñanza en Quebec, sin embargo logró proyectar las tensiones a las que se somete el oficio del maestro en el contexto contemporáneo global que está marcado por la rendición de cuentas mediante el número de aciertos que obtiene un país en la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), la precariedad de los sistemas escolares que se evidencia en las aulas, la saturación de actividades administrativas, el poco prestigio social de la profesión y los bajos salarios (^{Tardif, 2013a}; ^{Tardif, 2013b}).

El legado de Tardif ha llevado al reconocimiento de la complejidad de la actividad docente en educación básica, puesto que, además de la posesión de conocimientos disciplinarios se demandan conocimientos pedagógicos. Ello involucra la puesta en marcha de una planeación docente ante sus grupos que, en el caso de América Latina, son bastante numerosos, el cocimiento del contexto de adscripción de los alumnos que se permea por la subjetividad docente.

Por su parte, en el ámbito de la política internacional, a mediados de la década de 2000 con informes como el McKensey (^{Barber y Mourshed, 2007}) y de organismos internacionales como el Banco Mundial (^{Bruns y Luque, 2014}) se puso el foco en la trascendencia de la formación de los maestros de educación básica, en los aprendizajes de los estudiantes y más aún en la calidad de los sistemas de educación básica. De tal suerte que, en nuestra región se emprendieron diferentes acciones para atender a la preparación de los maestros, pero pocas han sido pertinentes y han mostrado resultados. Esto se debe a que, en el contexto latinoamericano, en la formación de maestros hay una confluencia de elementos que la condicionan y le dan estructura como el presupuesto, las organizaciones sindicales, la cultura magisterial y escolar, así como el reconocimiento social de la profesión.

Al respecto, a partir de 2013 México implementó acciones, mediante una reforma administrativa para la certificación del ingreso de maestros de educación básica, la incorporación de programas de estímulos salariales basados en la redición de cuentas y programas de formación continua que se perfeccionaron con una nueva reforma en 2019. No obstante, poco se ha avanzado en establecer estrategias de largo aliento (que superen un sexenio presidencial) para la formación inicial y continua integral de los maestros.

Depositar la responsabilidad de la calidad de los sistemas educativos en los maestros es reducir un problema complejo a una sola causa, pero tampoco es conveniente invisibilizar la trascendencia de su actividad educadora. Es decir, los investigadores educativos tenemos la obligación de no dar lugar a explicaciones maniqueas, en blanco y negro. La cuestión es que en nuestro país los medios de comunicación proyectan y circulan una imagen negativa del maestro de educación básica. Debemos reconocer que la edificación de las naciones se hace sobre la base de principios, valores y figuras fuertes en las que se confía para asignar responsabilidades como la formación de las nuevas generaciones de ciudadanos.

Probablemente, una de las consecuencias de las reformas educativas administrativas de la última década y el desprestigio de la profesión docente se ha manifestado en la disminución de aspirantes a la formación inicial docente (^{Mejoredu, 2021}) y al incremento de jubilaciones de profesores en servicio (^{Zepeda y Santana, 2018}). Así, la proyección es que a mediano plazo México experimente una carencia de maestros en este nivel educativo. Este es un problema que ^{Tardif (2013a)} advirtió para los sistemas educativos nacionales, hay una falta de maestros y dificultad para retener a quienes se encuentran frente a grupos debido a la saturación de responsabilidades, especialmente de parte de la administración escolar, las débiles condiciones salariales y el desprestigio de la profesión.

Ahora bien, se ha encontrado que quienes eligen la docencia lo hacen principalmente por tres razones: es la única opción de educación profesional accesible a sus condiciones socioeconómicas, tradición familiar e interés y el gusto por la tarea docente (^{García-Poyato, Cordero y Torres, 2018}). Lo anterior muestra que para un número significativo de egresados de educación media superior no es atractiva la profesión y que solamente se reserva a quienes tienen menos opciones de educación superior, así como el interés de ciertos jóvenes por integrarse a esta profesión a pesar de los desafíos de reconocimiento que puede suponer. Sin duda es imprescindible que los estudios sobre docentes de este nivel y el diseño de políticas educativas consideren las aportaciones de Tardif.

El número 101 de la Revista Mexicana de Investigación Educativa se compone por 11 artículos que los invitamos a revisar. El primer texto se titula “Competencias docentes de ingeniería: revisión bibliográfica de literatura”, donde -a partir de 71 artículos publicados entre 1991 y 2021- se reconocen los conocimientos, habilidades y actitudes que necesita dominar el profesorado de ingeniería. Entre los resultados más relevantes que se presentan, destaca que los docentes de esta disciplina en su ejercicio de enseñanza ponen en juego la comunicación con sus estudiantes, fomentan el trabajo en equipo, establecen liderazgo, desarrollan pensamiento sistémico, incorporan reflexiones éticas, generan razonamiento analítico y resolución de problemas e implementan el aprendizaje permanente. No obstante, los países anglosajones son quienes atienden a la indagación de los profesores de ingeniería mientras que en América Latina hay ausencia de trabajos sobre la problemática.

El segundo artículo “Entre la vocación y la profesionalización. Sobre el sentido del trabajo docente universitario hoy”, a partir de 22 entrevistas a profesores de tiempo completo de una universidad confesional de perfil medio indaga que estos actores consideran a esta actividad profesional como una misión de vida que conlleva sacrificios, pero ofrece satisfacción personal.

El tercer texto denominado “Disidentes sexuales y de género en escuelas chilenas: entre el silencio y la invisibilización” da cuenta del distanciamiento e indiferencia de parte de 17 profesores de colegio en Chile frente a la orientación sexual o identidades de género disidentes de determinados estudiantes. Un dato revelador es que las creencias religiosas de los maestros tienen un peso significativo al momento de interactuar con alumnos que asumen identidades sexo genéricas “no convencionales”.

El cuarto texto “Estrategias heurísticas y didácticas para resolver problemas en ingeniería”, argumenta que para esta profesión la resolución problemas es una actividad esencial. De tal suerte en el artículo se ofrece una guía para su resolución como actividad didáctica organizada en tres fases: comprensión, abordaje y caracterización del problema; planeación, ataque y decisión de la mejor alternativa, y solución, revisión y evaluación del problema. La quinta aportación se denomina “Gentrificación en una escuela primaria de tiempo completo: procesos y sentidos del desplazamiento”, la que deriva de un análisis de un centro escolar en Colima que, al entrar en la década de 2010 al Programa Escuelas de Tiempo Completo, posibilitó que el personal docente y la comunidad fortalecieran el proyecto educativo. En consecuencia, de ser una escuela con poca matrícula pasó a convertirse en un centro de alta demanda.

El sexto artículo “Una mirada etnográfica a la transmisión escolar del pasado reciente en Argentina” muestra las dificultades de directivos, maestros y alumnos de una escuela de La Plata para discutir la historia reciente y de un periodo convulso para el país. El séptimo texto se titula “Satisfacción y percepción de mejoras de las y los graduados del Modelo Mexicano de Formación Dual”, que analiza la valoración de egresados de Colegios Nacionales de Educación Profesional Tecnológica (Conalep) (Estado de México y Coahuila) sobre su incorporación a un programa cuya formación involucró tanto a su institución como a profesionales de determinadas empresas. Así, en la contribución se reporta que los egresados del Conalep valoraron positivamente a este programa.

El octavo texto “Articulación macro y micro social en la organización docente: el profesorado como sujeto político” indaga en diferentes centros educativos chilenos el significado de los docentes que participan activamente en organizaciones gremiales. Entre los resultados destaca que estos actores cuentan con el reconocimiento de sus compañeros maestros ya que son quienes defienden los intereses de este grupo profesional. El noveno artículo “El trabajo emocional docente en la dimensión del cuidado” muestra la relación entre la asistencia que emprende una profesora de educación primaria con sus alumnos para construir la convivencia cotidiana grupal.

El décimo texto se intitula “Repertorio didáctico de los docentes al enseñar español en primarias multigrado”, expone el problema de enseñanza que supone a maestros de este tipo de escuelas que atienden de forma paralela a alumnos de diferentes edades y madurez cognitiva. El décimo primer texto “Los materiales didácticos con fines educativos elaborados con apoyo de los ayuntamientos: el caso de A Coruña” ofrece una sistematización de este tipo materiales que han sido elaborados por los municipios de la región. En la discusión aparece que los recursos didácticos de los ayuntamientos son altamente pertinentes para abordar determinados contenidos.