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Alteridades  vol. 35n. 69

Lecturas

El desmantelamiento del multiculturalismo. Extractivismo y derechos indígenas en Ecuador

Jácome-Calvache, Víctor1
http://orcid.org/0000-0002-8981-4208

Martínez Novo, Carmen. El desmantelamiento del multiculturalismo. Extractivismo y derechos indígenas en Ecuador. ,, Abya Yala, Quito: 2023. 398p.

Rafael Correa fue presidente de Ecuador por diez años (2007-2017) y su proyecto político se denominó la Revolución Ciudadana. En sus inicios, este gobierno se declaró con un enfoque redistributivo de izquierda, rechazó el neoliberalismo y buscó la protección de los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, afrodescendientes y montubios del país. En cumplimiento de las ofertas de campaña, Correa impulsó un proceso constituyente que, por medio de un referéndum, culminó con la aprobación de la Constitución de 2008. En la carta magna se reconoció el Estado plurinacional e intercultural, y se enfatizó en las medidas contra la discriminación, el respeto a la autonomía indígena y el control de estas poblaciones sobre los recursos de sus territorios. Sin embargo, en los siguientes años el gobier no se tornó autoritario y represivo contra las comunidades y el movimiento indígena, y lo expresado en la Constitución no trascendió. Es en este contexto que se dan los hechos vinculados al desmantelamiento sistemático de las políticas multiculturales puestas en marcha desde la década de 1980 que son analizados en siete capítulos por la antropóloga e historiadora Carmen Martínez Novo, profesora de la Universidad de Florida.

La autora no se centra, estrictamente, en los diez años de la Revolución Ciudadana, sino que explora un periodo comprendido entre el último tercio del siglo xx y lo que va del XXI, incluso haciendo referencia a sucesos de décadas anteriores y experiencias de los denominados gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana. Con herramientas teóricas provenientes de la historia y la antropología política, estudios culturales y economía política, que le permiten “comprender experiencias contemporáneas en el marco de contextos históricos, socioeconómicos, políticos y geográficos más amplios” (p. 33), examina las causas que produjeron el giro del gobierno de Correa. De esta manera, Martínez Novo devela que el multiculturalismo fue tolerado en los gobiernos neoliberales anteriores a Correa, pero que no permitieron cambios estructurales, pues fue limitado, es decir, se impulsó un reconocimiento no igualitario de los derechos y la redistribución de la riqueza no favoreció a la población indígena. No obstante, los grupos indígenas contaron con espacios para fortalecer su organización, al punto de que el movimiento indígena ocupó un lugar destacado en la política ecuatoriana.

Al respecto, la autora muestra que ocurrió lo contrario con la Revolución Ciudadana producto del modelo extractivista de materias primas que adoptó, y la forma centralizada y autoritaria de gobernar. De este modo, Martínez Novo matiza las afirmaciones de que las comunidades indígenas resultaron favorecidas durante el gobierno de Correa, ya que el modelo seguido sirvió para financiar sus programas sociales que beneficiaron, en su mayoría, a la población blanco-mestiza urbana, y contribuyó a alcanzar las metas políticas del gobierno, por ejemplo, sus reelecciones. Entonces, se estableció una relación conflictiva entre el gobierno y el movimiento indígena, porque los recursos a extraer se ubicaban en los territorios indígenas.

El movimiento indígena resistió frente al modelo extractivista y exigió el respeto a sus derechos. En tanto, el gobierno intentó cooptar lo, debilitarlo y dividirlo -aunque ya de por sí estaba debilitado a consecuencia de sus alianzas y rupturas con otros gobiernos como el de Lucio Gutiérrez (2003-2005), y sus dirigentes eran cuestionados por sus bases. A esto se suma el papel de académicos y allegados a las poblaciones indígenas, que apoyaron al gobierno y el desmantelamiento del movimiento indígena desde adentro. Empero, el movimiento no estaba lo suficientemente débil y el gobierno de Correa no logró desor ganizarlo.

Como tal, este estudio evidencia dos etapas de la historia inmediata de Ecuador hasta ahora poco analizadas, la primera denominada multiculturalismo neoliberal, término planteado por Charles Hale y rescatado por la autora; la segunda, de su autoría, extractivismo nacionalista. Ambas etapas coexistieron con rezagos del sistema de dominación colonial y de la república temprana, y en ambas se destacan cuatro aspectos fundamentales: primero, las transformaciones históricas de los derechos indígenas y el papel de la población indígena en éstas; segundo, la colaboración entre antropólogos y movimiento indígena, y su silenciamiento consciente o inconsciente frente a las represiones estatales; tercero, el proceso histórico de formación racial y las prácticas racistas cotidianas, sutiles o públicas; cuarto, el reconocimiento no igualitario de los derechos indígenas de los gobiernos neoliberales y su no superación con el marco constitucional de 2008.

Un tema transversal a lo largo del libro y que constituye uno de sus valores principales es la explicación de la autora de la reproducción del renovado maltrato físico/simbólico y de humillación de raíz colonial y de la república temprana de los blanco-mestizos sobre las poblaciones indígenas. Las experiencias de académicos indígenas, miembros de comunidades y líderes del movimiento indígena, relacionadas con el maltrato y la humillación durante el gobierno de Correa, recuerdan a la investigación realizada por Elizabeth Gavilanes (2020) sobre los juicios por agravio presentados por indígenas de la Gobernación de Cuenca-Ecuador entre los años 1780 y 1814, y que identifica las prácticas de los blancos para no garantizar el buen tratamiento a la población indígena. Entre estas prácticas se menciona la desposesión de tierras, la injuria y la detención no motivada. Además, el trato indigno dirigido a producir vergüenza pública mediante actos como retirarles sus prendas de vestir, arrastrarlos, amarrarlos y golpearlos. Lo identificado por Gavilanes en la época colonial tiene elementos comunes con lo acaecido durante la Revolución Ciudadana, lo cual evidencia que no se han superado estas continuidades coloniales.

Asimismo, a lo largo del libro, se expone cómo la élite política del gobierno de Correa impuso su visión sobre el mundo, lo indígena y el desarrollo; asumió que las poblaciones indígenas no están en la capacidad de proponer soluciones para los problemas nacionales y de sus comunidades (paternalismo). Por otro lado, utilizó herramientas estatales (como el censo de población y vivienda) para subestimar y minimizar a la población indígena y sus luchas. También reprodujo la ventriloquia a través de la cual los políticos blanco-mestizos se autoasignaron la representación de los pueblos indígenas y tomaron decisiones por ellos, lo mismo que ocurrió con algunos académicos que apoyaron al gobierno. Y esto sin olvidar la práctica de un racismo público con el que el gobierno no sólo reprimió, sino que humilló, sobre todo, a aquellos indígenas que no se enmarcaron en el indio permitido, tachándoles de incivilizados y un obstáculo al desarrollo. La autora nos acerca al trato racista cotidiano y al insulto humillante hacia las poblaciones indígenas, que surgen espontáneamente en parte de la población blanco-mestiza, por lo tanto, evidencia lo que piensan y sienten, aunque nieguen ser racistas.

Lo anterior, que no parecería nada nuevo, es de suma importancia, pues siguen emergiendo a la contemporaneidad estas prácticas y discursos de raíz colonial que mantienen la división de superiores e inferiores, conquistadores y conquistados, como bien lo explican trabajos de Silvia Rivera Cusicanqui (2010), Juan Maiguashca (2015) y Ana María Goestchel (1992). Pero, en particular, porque no toda la población ecuatoriana es consciente de esta situación, y de la reproducción de las prácticas racistas más sutiles, que son las que tienen mayor efecto en la sociedad, incluso más que un racismo abierto.

Para finalizar, estamos frente a una investigación etnográfica e histórica sobre Ecuador que interrelaciona de manera coherente contextos locales, nacionales, experiencias de otros países y diferentes hitos históricos y temporalidades. Desde una perspectiva histórica, proporciona elementos para pensar lo que se conoce como la historia inmediata, partiendo desde las poblaciones indígenas movilizadas, la violencia política y el racismo. En la reconstrucción de esta historia inmediata de Ecuador, la autora empleó diversidad de fuentes, una a destacar es la memoria de quienes tuvieron algún nivel de poder en las comunidades y movimiento indígena, universidades, Iglesia católica, y que tiene una doble función: ser una fuente y ser un objeto de estudio. Además, el contenido del libro pone de manifiesto tanto los cambios como la continuidad de una opresión colonial y poscolonial hacia los pueblos indígenas, lo que lo enmarca en una historia de la larga duración.

Por otra parte, esta obra permite identificar algunas fuentes ausentes y que podrán ser consideradas en nuevas pesquisas. Piénsese en la documentación sobre la metodología para la elaboración de los planes nacionales de desarrollo para el Buen Vivir, los mismos planes y sus procesos de cocreación, que pueden facilitar la comprensión de cómo el gobierno de Correa pensó poner en práctica los mandatos constitucionales de 2008 o intervenir en las comunidades indígenas, entre otros. A su vez, puede fijarse el lente en nuevas instituciones estatales, como el Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria, que trabajaron con las comunidades indígenas mediante sus programas de fortalecimiento de capacidades y productivo, y que impulsaron una mayor creación de cooperativas y asociaciones, cuyas dirigencias entraron en conflicto con los gobiernos de las comunidades.

En esta reseña se han priorizado ciertos elementos tratados por Carmen Martínez Novo en su libro, especialmente lo relativo a las prácticas racistas reproducidas durante el gobierno de Correa en su giro hacia un modelo extractivista nacionalista. Sin embargo, variados son los temas tratados por la autora y responden a sus dos décadas de trabajo de campo. Por todo lo indicado, El desmantelamiento del multiculturalismo es de lectura obligatoria para las personas interesadas en los procesos políticos, económicos y sociales del Ecuador contemporáneo.

Fuentes

  • Gavilanes, Elizabeth. 2020. “¿Continuidad o ruptura? Los juicios por agravio presentados por indígenas de la Gobernación de Cuenca entre 1780 y 1814”. Tesis de maestría: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador. http://hdl.handle.net/10644/7146. Links
  • Goetschel, Ana María. 1992. “Hegemonía y poder local (Quito: 1930-1950)”. En Migraciones y vida urbana, editado Jorge Núñez, 119-148. Quito: Editora Nacional. Links
  • Maiguashca, Juan. 2015. “Periodizando continuidades”. Procesos: Revista Ecuatoriana de Historia 42: 149-152. Consultado el 2 de julio de 2025. https://revistas.uasb.edu.ec/index.php/procesos/article/view/1777 . Links
  • Rivera Cusicanqui, Silvia. 2010. Oprimidos pero no vencidos: Luchas del campesinado aymara y quechua 1900-1980. La Paz, Bolivia: Mirada Salvaje. Links