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Comunicación y sociedad

versión impresa ISSN 0188-252X

Comun. soc  no.18 Guadalajara jul./dic. 2012

 

Reseñas

 

Miradas que visibilizan la violencia

 

Gabriela Gómez Rodríguez1

 

Rojas, C. (Comp.). (2011) Dimensiones discursivas de la violencia. Ciudad Juárez, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 142 pp.

 

1 Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: gabygomez79@gmail.com

 

Las violencias simbólicas encarnadas en el lenguaje y sus formas, nos imponen cierto universo de sentido (, 2010). A través de los discursos que circulan en los medios de comunicación y el lenguaje que éstos emplean, se reproducen diferentes manifestaciones de la violencia y a la vez se refuerzan imaginarios permanentemente sobre quiénes son los "otros" de los cuales hay que cuidarnos, se reproducen estereotipos de género, se discrimina, se representa aquello que es normal o anormal en una sociedad.

Un esfuerzo por visibilizar estas violencias que circulan en los medios de comunicación lo constituye el trabajo realizado por Clara Rojas Blanco, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, quien reúne trabajos de sus estudiantes de posgrado y el suyo propio para presentarnos el libro Dimensiones discursivas de la violencia. Un texto que constituye una voz poderosa desde la academia, para mostrarnos los discursos mediáticos que reproducen y refuerzan acciones de violencia.

Producto de la investigación "Discurso, recepción y contexto de los textos de difusión y divulgación para la prevención e intervención en procesos de violencia sociocultural", que inició en el año 2008 y finalizó en 2011, contó con el espacio de dos cursos de posgrado, a cargo de la doctora Rojas Blanco, los cuales sustentaron la discusión en torno al poder del lenguaje en la recreación y reforzamiento de sucesos violentos. De esta forma, este texto constituye un producto de esas discusiones en las aulas y de los resultados de algunos proyectos de los estudiantes que cursaron los posgrados.

La coordinadora, presenta un texto muy valioso, a mi parecer, principalmente por dos razones:

• En primer lugar, porque hace un gran aporte al centrar su contenido y análisis en el uso del lenguaje y así visibilizar los discursos sobre esas violencias en las que la gran mayoría de los medios de comunicación fungen como copartícipes, como productores; pero también de aquéllas en que nosotros, los ciudadanos, colaboramos en su reproducción.

• En segundo lugar, porque es producto de un trabajo colectivo, en el cual, su compiladora, en una demostración de su generosidad académica, –que por cierto muy pocas ocasiones encontramos– convoca y reúne las colaboraciones de alumnos egresados de la Maestría y Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Así, el contenido de esta publicación nos brinda tres secciones con un total de seis capítulos de los cuales cinco son producto del trabajo de jóvenes investigadores preocupados por los usos del lenguaje y los discursos sobre la violencia y uno más, el eje del texto, de la autoría de la coordinadora del libro.

En el prefacio, la autora ubica a la violencia en Ciudad Juárez como una crisis social que se manifesta de múltiples formas: "en el que las causas y los efectos se entrelazan y enredan de tal forma que no se puede precisar el tiempo exacto del inicio de la crisis" (p. 11).

Es así que asegura que lo que hoy viven los juarenses es una consecuencia material de años de simulación, demagogia, discriminación, entre otras prácticas discursivas que se han racionalizado y justificado en un legado de injusticia social hacia vastos sectores sociales. Pero, como ella misma afirma, no solo esta violencia está presente en Ciudad Juárez, sino que ésta se vive en todo el país. Por tanto, lo que Dimensiones discursivas de la violencia expone, se podría generalizar a otras ciudades del territorio mexicano. Todos somos Ciudad Juárez.

Resulta muy reveladora, por tanto, y un gran acierto, la centralidad que el libro le otorga al análisis del lenguaje para poder comprender las acciones violentas, pues generalmente se le da poca importancia al poder que tiene éste en la reproducción, recreación y reforzamiento de la violencia. Así, el lenguaje es analizado como un dispositivo.

El texto central y eje del libro es escrito por Rojas Blanco. El primer apartado se titula "Discurso emergente de prevención de la violencia en Ciudad Juárez", cuyo capítulo se denomina: "La violencia cultural en el entramado retórico del discurso público de prevención de la violencia en Ciudad Juárez, México".

A través de un análisis de los discursos de prevención e intervención de la violencia, la autora expone las limitaciones y posibilidades del discurso público sobre éstos, cuestionándose por qué no han funcionado los programas de prevención de la violencia promovidos en la localidad juarense. Encuentra que los discursos públicos minimizan la violencia cultural en el nivel global y reducen sus múltiples causas a cuestiones de índole local.

En el segundo apartado del libro, "reflexiones teóricas del discurso sobre violencia" se exponen dos textos teóricos, uno de José Arturo Magallanes y el otro de Luis Alfonso Aguirre Quiñónez, ambos candidatos a doctor en ciencias sociales por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Los autores discuten por separado las dimensiones subjetivas y los discursos de la violencia a partir de su vivencia en Ciudad Juárez. El primero de ellos, "El sistema violencia entre 'realidad' y creencia", bosqueja a la violencia como un sistema y expone la manera en que a través de un dispositivo empleado por éste, nos hemos convertido en sujetos individualizados, despojados de toda perspectiva comunitaria. Esto, se reitera, se produce a través del poder del lenguaje pues en los medios se representa una visión reduccionista de la violencia, una deshumanización y banalización de la misma donde se privilegia principalmente la dimensión económica, es decir, los intereses de los dueños de los medios. La segunda colaboración, "Violencia: variaciones sobre un mismo tema en tono subjetivo mayor", problematiza diversos usos del concepto "violencia" con relación a otros términos. Un apartado que propone entre otras cosas debatir sobre si nacemos o nos hacemos violentos.

La última sección, titulada "Tramas contextualizadas de la violencia cultural" nos presenta tres capítulos que abordan el tema y lo aterriza de manera empírica. Los tres trabajos que se exponen son versiones resumidas de las tesis de tres egresadas de la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

El primero de ellos, "La reproducción de la discriminación en las representaciones socioculturales de la cultura de medios", de Elia Arizbeth Rodríguez, centra su análisis en las representaciones socioculturales de clase, género y raza en los medios que más consumen los estudiantes de secundaria. La autora constata en su estudio las representaciones negativas que se reproducen de algunas culturas juveniles en los medios de comunicación y el rol que debería tener la educación para que los jóvenes realicen una lectura crítica de los medios.

El segundo capítulo de esta sección, de María del Sol Morales, es por demás interesante pues analiza "Las representaciones sociales de los migrantes interestatales en la prensa de Ciudad Juárez"; es decir, los discursos públicos sobre los migrantes en la prensa, donde se representa al fuereño como violento y causante de los delitos que se viven en la ciudad. En este análisis se hace evidente que el lenguaje utilizado en los medios refuerza estereotipos del hombre como macho y de la mujer como prostituta y expone la manera en que los medios criminalizan a los migrantes (entiéndase por éstos a aquéllos que no son de la ciudad). Se expone el caso de los migrantes veracruzanos a quienes se ha etiquetado localmente como "los juarochos".

El último capítulo, de Elda Berenice Aguilar Rodríguez, "Los y las Emo, una subcultura del silencio", nos presenta un análisis sobre la forma en que los medios han estigmatizado a este grupo de jóvenes a quienes la autora ubica como un tipo de subcultura. Este grupo es discriminado por la sociedad pero también ellos discriminan a quienes no son o actúan como ellos.

Dimensiones discursivas de la violencia permite hacer tangibles aquellas violencias que no vemos pero que sin embargo están presentes y enraizadas en nuestra cultura y en nuestra sociedad mexicana. Tiene el gran mérito, académicamente hablando, de estudiar la violencia desde otro enfoque, en una mirada sólida tanto teórica como metodológica; constituye una voz que desenmascara, que desnuda los discursos de los medios así como las cargas violentas que como sociedad hemos heredado y que reproducimos constantemente.

 

Bibliografía

Zizek, S. (2010). Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales. Buenos Aires, Argentina: Paidós.         [ Links ]

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