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América Latina en la historia económica

versión On-line ISSN 2007-3496versión impresa ISSN 1405-2253

Am. Lat. Hist. Econ vol.19 no.2 México may./ago. 2012

 

Reseñas

 

Isabel Avella Alaminos, De oportunidades y retos. Los engranajes del comercio exterior de México, 1920-1947

 

Graciela Márquez Colín

 

México, El Colegio de México, 2010, 425 pp.

 

El Colegio de México Ciudad de México, México

 

El comercio exterior es una variable clave de la vida económica porque de alguna manera refleja el desarrollo de la productividad de un país. Es por ello que su estudio requiere de un enfoque multidimensional para poder entender las conexiones de la actividad productiva interna con el resto del mundo y la interacción de agentes públicos y privados en el fomento del intercambio comercial con el exterior. El libro de Isabel Avella se enfoca en el análisis del comercio exterior entre los años veinte y mediados de la década de 1940, periodo de transición entre un modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones y un patrón de desarrollo basado en la sustitución de importaciones. La suma de importaciones y exportaciones en ese periodo fluctuó entre doce y 27% del producto interno bruto, mientras que hacia principios de los años ochenta se mantenía en alrededor de una cuarta parte y en la primera década del siglo XXI ha superado 60%. Entender mejor este periodo de transición es fundamental para documentar las continuidades y rupturas económicas en general y del comercio exterior en particular, y de esa manera dar cuenta del proceso de desarrollo de México.

La aparición de De oportunidades y retos. Los engranajes del comercio exterior de México, 1920-1947 debe ser motivo de gran entusiasmo para historiadores, economistas y colegas con especialidades afines, pues este trabajo contribuye a un mejor entendimiento de un sector económico clave en las décadas menos estudiadas del siglo XX. Además, el trabajo presenta de una manera ordenada las dimensiones más importantes de los intercambios de bienes y servicios de México con el exterior. La revisión exhaustiva de fuentes primarias se evidencia en cada página con referencias a múltiples archivos, así como también con una cobertura temática muy amplia. Cabe resaltar particularmente la inclusión de los archivos diplomáticos y reportes consulares tanto del gobierno mexicano como de Estados Unidos por su valor para el estudio de los retos y obstáculos cotidianos que enfrentaron los importadores, exportadores, funcionarios públicos y agentes extranjeros.

El libro está organizado en cinco capítulos temáticos cada uno con su propia cronología dentro de los límites temporales del estudio (1920-1947). En el primer capítulo aparece el rastro de los números y su objetivo es detallar las tendencias y comportamiento de exportaciones e importaciones a lo largo del periodo. Como es usual en este tipo de análisis, la autora da seguimiento a las series de valor y precios, detalla la composición del intercambio por tipo de producto, señala el destino y origen geográficos de los flujos comerciales, el papel del sector externo como fuente de financiamiento y concluye con el examen del peso relativo de las importaciones y exportaciones en el conjunto de la economía. El capítulo logra su objetivo al brindar una visión de conjunto de los aspectos cuantitativos del comercio exterior mexicano.

La dimensión institucional es el tema del segundo capítulo. Con una excelente vocación de historiadora económica la autora logró entrelazar un amplísimo y complejo espectro de organismos públicos involucrados en las tareas de la promoción y la regulación comercial. Al entresacar de las fuentes las funciones asignadas a cada organismo el texto dibuja claramente una característica muy desafortunada de la intervención pública en el sector externo, a saber, la duplicación y entrecruzamiento de tareas de los distintos organismos encargados de materializar los objetivos del gobierno. Adicionalmente al estudio del entramado institucional del sector público, el capítulo se aproxima a las instituciones de carácter privado dedicadas total o parcialmente a la promoción de las relaciones comerciales con el exterior. Aunque limitado por la escasez de fuentes, el acercamiento a los organismos privados arroja una perspectiva muy novedosa no sólo para entender el comportamiento de empresarios y comerciantes, sino también las acciones del propio gobierno.

Sin ser objetivos necesariamente contrapuestos, la recaudación impositiva y la protección a los productores dieron forma y dirección a la política comercial. En el tercer capítulo la autora identifica los sesgos hacia una u otra metas y observa las continuidades y rupturas con las prácticas establecidas durante el porfiriato. Asimismo da cuenta del acotamiento de objetivos hacia mediados de los años cuarenta, cuando se definieron más claramente las metas de un patrón proteccionista.

El análisis del comercio exterior mexicano desde una perspectiva multidimensional quedaría incompleto sin la inclusión de un examen de sus bases financieras. El quinto capítulo está dedicado justamente a este tema y constituye un aporte muy significativo a la historiografía del periodo, pues retrata las operaciones de prestamistas y prestatarios desde varios puntos de vista. A lo largo del periodo se identifican innovaciones en las modalidades de financiamiento tanto de las importaciones como de las exportaciones, al tiempo que se analiza explícitamente la influencia del tipo de cambio y otros instrumentos de política monetaria en las operaciones comerciales con el resto del mundo. Si bien se fortalecieron algunas prácticas financieras, el factor limitante más importante fue el nivel de las tasas de interés interna. De ahí la importancia que tuvieron las instituciones privadas como fuentes crediticias para el sector.

El último capítulo está dedicado al transporte, la comercialización y la competencia por su efecto en la dimensión y alcance de los flujos comerciales externos. Las debilidades estructurales en estas áreas se compensaron con prácticas alternativas como la formación de redes comerciales, pero de ninguna manera lograron compensar por completo las desventajas que enfrentaron importadores y exportadores. Nuevamente una mirada a las acciones del gobierno y de los agentes privados muestra un panorama amplio de los apoyos y obstáculos del comercio exterior.

Acertadamente el título del libro se refiere a los engranajes del comercio exterior, pues en su contenido encontramos las piezas clave para poner en marcha complejas y variadas operaciones. Insisto, la inclusión de los agentes privados no sólo como receptores de apoyos públicos contribuye a entender mejor las vicisitudes de los flujos comerciales externos. A pesar de las muchas virtudes de la publicación, tengo tres observaciones sobre aspectos menos desarrollados en el texto. La información de los cuadros y gráficas, particularmente los del primer capítulo, se debieron haber utilizado más en el argumento, pues en ocasiones se resaltó una parte muy pequeña de su contenido. Además, la presentación de las gráficas pudo mejorarse mucho, así como también las fuentes de las mismas, pues en ocasiones el origen de los datos se presta a confusiones. En el análisis de la política comercial la autora se adentró muy poco en los procesos de negociación en torno al diseño de tasas y estructuras arancelarias. Futuras investigaciones deberán retomar los avances del capítulo tres para elaborar desde un enfoque de economía política la interacción entre las autoridades públicas y los grupos de interés. Finalmente, en mi opinión, el tipo de cambio tuvo una influencia decisiva en prácticamente todos los temas tratados en cada capítulo, sin embargo, sólo aparece mencionado explícitamente y con amplitud en el tratamiento de las bases financieras del comercio exterior. Tal vez un capítulo que ligara el valor del peso mexicano con el desempeño de las importaciones y las exportaciones habría resaltado esta conexión.

Isabel Avella ha escrito un libro importante sobre el comercio exterior en México. Sus aportes al tema reflejan no sólo un cuidadoso examen de fuentes, sino también un análisis claro y sencillo. Los lectores de De oportunidades y retos. Los engranajes del comercio exterior de México, 1920-1947 tendrán un material accesible para entender las complejidades, innovaciones y obstáculos de las operaciones comerciales externas. Asimismo, la ubicación temporal de los temas tratados, coincidente con la transición entre dos patrones de crecimiento, lo convertirá en una lectura indispensable para todos aquellos interesados en el desarrollo económico de México de largo plazo.

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