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Revista de historia de América

versão On-line ISSN 2663-371X

Rev. hist. Am.  no.163 Cuidad de México Jul./Dez. 2022  Epub 27-Fev-2024

https://doi.org/10.35424/rha.163.2022.1134 

Artículos

Red social de compadrazgo bautismal en una comunidad rural de la Provincia de Maracaibo (1834-1841)

Baptismal co-parenthood social network in a rural community of the Province of Maracaibo (1834-1841)

*Academia de Historia del Estado Zulia, Maracaibo, Venezuela. Correo electrónico: lmrincon@alumni.stanford.edu.


Resumen

Este artículo tiene como objetivo comprender cómo se estructuraba la red de compadrazgo bautismal en la parroquia La Cañada, provincia de Maracaibo, Venezuela, en la segunda década del período republicano (1834-1841) y evaluar la importancia de dicho vínculo en la generación de capital social y cohesión social en la parroquia en dicho tiempo histórico. Adicionalmente, se comparan las diferencias estructurales entre dicha red y la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia a finales del período monárquico, con el fin de inferir posibles diferencias en los mecanismos de estructuración del tejido relacional y generación de capital social en la parroquia en ambos tiempos históricos. Para el análisis estructural de la red se utiliza la metodología del Análisis de Redes Sociales (ARS). Se encuentra, entre otros, que la red de compadrazgo bautismal generada en la segunda década republicana presentaba un menor grado de integración y de cohesión estructural en comparación con la red equivalente generada a finales del período monárquico, lo cual indicaría que para los años 1834-1841 se habría erosionado ligeramente el rol del compadrazgo bautismal como generador de cohesión social en la parroquia. Se argumenta que ello pudo estar asociado a cambios en las estrategias de reproducción social de los habitantes del lugar, específicamente, a cambios en las modalidades de alianzas como consecuencia de las nuevas formas de sociabilidad del período republicano. Las principales fuentes primarias utilizadas fueron un censo de población de la parroquia realizado en el año 1834, y las actas de matrimonios y bautismos registradas en los libros eclesiásticos de la parroquia en los años 1834-1841.

Palabras clave: Análisis de Redes Sociales (ARS); capital social; cohesión social; Parroquia La Cañada; república; estado Zulia

Abstract

This article aims to understand the structuring of the baptismal co-parenthood (“compadrazgo”) network in the La Cañada parish, Province of Maracaibo, Venezuela, in the second decade of the republican period (1834-1841), and to evaluate the importance of this connecting link in the generation of social capital and social cohesion in the parish in said historical time. Additionally, the structural differences between said network and the network of baptismal co-parenthood generated in the parish at the end of the monarchical period are compared, in order to infer possible differences in the structuring mechanisms of the relational fabric and the generation of social capital in the parish in both historical times. The methodology of Social Network Analysis (sna) is used for the structural analysis of the network. It is found, among others, that the baptismal co-parenthood network generated in the second republican decade had a lower degree of integration and structural cohesion in comparison with the equivalent network generated at the end of the monarchical period, which would indicate that by the years 1834-1841 the role of baptismal co-parenthood as a generator of social cohesion in the parish had somewhat eroded. It is argued that this could have been related to changes in the social reproduction strategies of the parishioners, more specifically, to changes in the modalities of alliances as a consequence of the new forms of sociability of the republican period. The main primary sources used in the investigation were a population census of the parish carried out in the year 1834, and the marriage and baptism records registered in the ecclesiastical books of the parish in the years 1834-1841.

Key words: Social Network Analysis (SNA); social capital; social cohesion; La Cañada parish; republic; Zulia state

Introducción

La expresión “red social” ha sido utilizada generalmente en los estudios históricos para referirse en forma metafórica a la interconexión de diferentes individuos.1 Esta utilización figurada del concepto de red social puede ser superada con la aplicación del Análisis de Redes Sociales (ARS), el cual posibilita estudiar en forma sistemática las características de estas redes y estudiar cómo las configuraciones reticulares estructuran las actividades colaborativas y/o competitivas de los agentes sociales.2

Son escasos los estudios que abordan el tejido social relacional en la antigua provincia de Maracaibo (Venezuela).3 En un trabajo anterior acudimos al ARS para estudiar las redes sociales generadas a finales del período monárquico hispano en la parroquia eclesiástica Inmaculada Concepción de La Cañada, una parroquia rural de dicha provincia, mediante vínculos asociados al matrimonio y al bautismo.4 En dicho trabajo caracterizamos la estructura de dichas redes y analizamos la relación entre las estructuras reticulares y aspectos relativos a la distribución del capital social, la cohesión social y las estrategias de reproducción social puestas en práctica por los habitantes de dicha comunidad rural en los años 1784-1804, encontrando, por ejemplo, que el compadrazgo bautismal habría sido la institución de mayor efecto cohesionador en la parroquia en el período en cuestión, mientras que los vínculos asociados al matrimonio habrían sido más eficientes en reenlazar por dos o más caminos a los agentes sociales de la parroquia.

En esta ocasión aplicamos el ARS para estudiar la red social conformada en la misma parroquia mediante el vínculo de compadrazgo bautismal en la segunda década del período republicano5 (años 1834-1841). Pretendemos con ello contribuir al conocimiento de la sociedad de la provincia de Maracaibo en el período republicano temprano y, por otra parte, ilustrar las bondades del ARS en la realización de estudios comparativos de redes sociales en diferentes tiempos históricos. Concretamente, buscamos comprender cómo se estructuraban las relaciones construidas por los agentes sociales de la mencionada parroquia en la segunda década del período republicano mediante el compadrazgo bautismal, y evaluar la importancia que habría tenido dicho vínculo en la generación de capital social y cohesión social en la parroquia en dicho tiempo histórico. Asimismo, buscamos comparar las diferencias estructurales entre las redes de compadrazgo bautismal conformadas en la parroquia en la segunda década del período republicano y cincuenta años antes, a finales del período monárquico, e inferir lo que estas diferencias podrían implicar en cuanto a cambios en los mecanismos de estructuración del tejido relacional y de generación de capital social en la parroquia en ambos tiempos históricos.

Consideraciones teóricas y metodológicas

Los lineamientos teóricos y metodológicos de la investigación fueron expuestos en nuestro trabajo anterior, referente a las redes sociales tejidas por los habitantes de la parroquia Inmaculada Concepción de La Cañada (en adelante parroquia La Cañada) a fines del período monárquico hispano.6 Retomamos aquí algunos de estos lineamientos, para facilitar la lectura y comprensión de los resultados de la investigación realizada.

Las instituciones del padrinazgo bautismal y del compadrazgo que de él deriva han sido objeto de numerosos estudios históricos y antropológicos, que han demostrado la variabilidad y maleabilidad de esta institución en las sociedades hispanoamericanas de Antiguo Régimen y en sociedades contemporáneas, así como su fuerza cohesionadora.7 La dimensión sagrada del vínculo y el simbolismo que lo acompañaba por la cesión figurada que hacían los padres del niño bautizado del destino material y espiritual de éste en los padrinos, así como la superioridad acordada muchas veces al nacimiento y a la paternidad espiritual frente al nacimiento y a la paternidad biológica, contribuirían a la fortaleza de esta institución.8

Para abordar la red social de compadrazgo bautismal generada en la parroquia La Cañada en la segunda década del período republicano partimos de la premisa de que los agentes sociales generan estrategias para maximizar sus posibilidades de sobrevivencia y reproducción social según la estructura y volúmenes de capitales que poseen en un determinado momento (capital económico, social, cultural, simbólico), en función de la posición que ocupan en el espacio social y de las especies de capital valoradas en cada sociedad y espacio cultural.9 En particular, el capital social se asocia a la posesión de una red de relaciones por parte de los agentes sociales y, al igual que el resto de los capitales que conforman su patrimonio, es invertido consciente o inconscientemente por éstos, intentando asegurar su reproducción social.10 Dado que se trata de un agregado de recursos que provienen de las relaciones sociales, el capital social está incrustado en las redes sociales, y sólo puede obtenerse y colocarse en juego a través de las conexiones sociales.

El volumen del capital social del que puede disponer un agente dependerá entonces, por una parte, de la extensión y las características de su red de relaciones, lo que constituirá el componente formal o relacional del capital social, así como también de los recursos de cualquier naturaleza que posean los integrantes de dicha red y que pueden ser apropiados por los agentes sociales que participan en las interacciones o relaciones, lo que constituirá el componente sustantivo del capital social.11 El capital social puede surgir en redes en las que los agentes sociales estén fuertemente interconectados entre sí, caracterizadas por altas densidades y altos coeficientes de agrupamiento, y también en redes donde ciertos agentes sociales facilitan las conexiones entre segmentos aislados de la red, mediante un mecanismo de intermediación o brokerage.12

Por otro lado, las redes de conexiones que constituyen el componente relacional del capital social constituyen una de las dimensiones principales de la cohesión social, concepto que abarca aspectos de orden y control social.13 Además del componente relacional, la cohesión social contiene también un componente sustantivo, referido a la identificación sentida de los agentes sociales con una colectividad, que se expresa en sentido de identidad y pertenencia, confianza mutua, reciprocidad, valores comunes, etc.14 En su dimensión relacional, la cohesión social comienza a surgir cuando los agentes sociales comienzan a conectarse entre sí, y se puede decir que un grupo social ha alcanzado un primer nivel de cohesión estructural cuando se ha formado una red en la que es posible trazar al menos un camino que relacione entre sí a todos los miembros del grupo. A medida que se forman nuevos enlaces entre los miembros del grupo como parte de sus estrategias de reproducción social pueden crearse múltiples caminos entre los integrantes de la red, estableciéndose conexiones redundantes que incrementan el nivel de cohesión estructural del grupo.15 El principal aspecto que hay que tener en cuenta al momento de estudiar una red social es la posición que ocupan los agentes sociales dentro de la estructura de dicha red, ya que esta posición determinará la facilidad con la que un agente social podrá acceder a los recursos de otros agentes en la red, debiéndose considerar también las modalidades de interconexión con otros miembros de la red, lo cual determinará el grado de cohesión estructural de la misma.

En el estudio de una red social mediante la metodología del ARS, la red es abordada y modelada como un grafo, es decir, como un conjunto de nodos vinculados por aristas o líneas que representan relaciones que cumplen determinadas propiedades.16 Una arista puede ser no dirigida, cuando se trata de una relación simétrica o recíproca, siendo este el caso por ejemplo de un vínculo de vecindad, o dirigida, cuando se trata de un relación asimétrica y orientada, siendo este el caso del vínculo de compadrazgo bautismal, en el cual los padrinos son escogidos por los padres del niño bautizado. El estudio de una determinada red social puede enfocarse en la red social completa o red sociocéntrica, lo cual permite abordar y visualizar la estructura global de las redes y analizar cómo cada agente social condicionaría al resto, o bien en redes egocéntricas, definidas desde el punto de referencia de un agente social cuyo entorno se desea analizar.17 En este trabajo se estudia la red sociocéntrica generada en la parroquia La Cañada en los años 1834-1841 asociada a la institución del bautismo, mediante el vínculo de compadrazgo entre los padres del niño bautizado y los padrinos del niño. Para analizar esta red sociocéntrica se utilizan medidas estructurales (por ejemplo, densidad de la red y coeficiente global de agrupamiento de la red) y medidas posicionales del capital social (por ejemplo, centralidad de intermediación y centralidad de cercanía de los agentes sociales).18

La estructura de una red puede generar también información acerca de los mecanismos que gobernaron su conformación. En este sentido, se encuentra frecuentemente que las redes sociales reales se caracterizan por una distribución dispareja de vínculos, en la que hay muchos nodos con pocos enlaces y algunos nodos con un número de enlaces uno o varios órdenes de magnitud superior que la mayoría de los demás. Este comportamiento se puede expresar matemáticamente mediante una ley de potencias: P(k) = A k-α, donde P(k) es la frecuencia de nodos con grado k, A es una constante que depende del número de nodos de la red, k es el grado o número de aristas y el exponente α es el parámetro de la distribución.19 Estas redes se conocen como redes libres de escala, ya que no tienen una escala característica o valor típico de número de enlaces que la caracterice. A partir del valor del exponente α es posible inferir algunas características de la estructura de las redes sociales libres de escala y de los procesos que gobiernan su formación, incluyendo por ejemplo el mecanismo de enlazado preferencial, en el cual los nodos que se unen a la red se vinculan preferentemente a nodos que tienen ya un elevado número de conexiones.20

Para reconstruir la red social de compadrazgo bautismal generada en la parroquia La Cañada en la segunda década republicana se trabajó con la unidad doméstica como agente social, a fin de permitir comparaciones con la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia a finales del período monárquico (1784-1804).21 El inicio del período a estudiar lo determinó la existencia de un censo de población elaborado en el año 1834, el cual permitió identificar las unidades domésticas de la parroquia y sus integrantes. Aunque sólo se aborda en este artículo la red de compadrazgo bautismal, el estudio realizado incluyó también redes sociales generadas mediante vínculos asociados al matrimonio eclesiástico. Debido a ello, se optó por un período de análisis de ocho años, para contar con una cantidad de vínculos asociados a la institución del matrimonio similar a la manejada para las redes sociales generadas en los años 1784-1804, en el orden de 450 vínculos. Las bases de datos de agentes sociales y vínculos de compadrazgo bautismal fueron generadas a partir de la información contenida en el mencionado censo de población y en los libros de matrimonios y bautismos de la parroquia de los años 1834-1841. Se trabajó en total con 763 agentes sociales, 238 de ellos correspondientes a las unidades domésticas relacionadas en el censo de población del año 1834, y los 525 restantes correspondientes a individuos o parejas que fueron identificados en los actos de matrimonio y de bautismo celebrados en la parroquia en los años 1834-1841.

Las regulaciones eclesiásticas vigentes en la provincia de Maracaibo hasta el año 1838 exigían el registro de los bautismos y los matrimonios en libros separados, según la “calidad” de los individuos. Los registros pertenecientes a individuos considerados “blancos” eran asentados en libros de “Gente blanca”, mientras que los registros pertenecientes a categorías de individuos considerados no “blancos” eran asentados en libros separados, o bien conjuntamente bajo la denominación “Gente inferior y de servicio” o “Gente de servicio”. La asignación de los agentes sociales a uno u otro grupo étnico se realizó en este trabajo mediante un chequeo cruzado con los libros de matrimonios y libros de bautismos de la parroquia La Cañada, y libros de matrimonios y de bautismos de las parroquias Sagrario, Santa Bárbara y San Juan de Dios de la ciudad de Maracaibo.22

La red de compadrazgo bautismal generada en este estudio proporciona sólo una aproximación al tejido relacional de la parroquia La Cañada en los años 1834-1841. El compadrazgo bautismal sería sólo uno de los numerosos vínculos que pudieron haberse establecido entre los habitantes del lugar, como consecuencia de relaciones de vecindad, amistad, trabajo, participación en sociedades religiosas, etc. Por todo ello, como señaláramos al momento de estudiar las redes sociales generadas en la parroquia en los años 1784-1804, las estrategias de reproducción social que se identifiquen en este estudio serán sólo algunas de las prácticas que habrían generado los habitantes de la parroquia La Cañada para maximizar sus posibilidades de sobrevivencia, mantener o mejorar su posición en el espacio social de la parroquia, y afrontar las incertidumbres asociadas a la vida en un medio rural en el período en cuestión.

La parroquia La Cañada en los años 1834-1841

La parroquia rural La Cañada se ubicaba a unos 23 kilómetros al sur de la ciudad de Maracaibo, en la ribera noroccidental del lago del mismo nombre, y abarcaba parte del actual municipio La Cañada de Urdaneta del Estado Zulia, Venezuela. El establecimiento de población en el lugar se iniciaría en las últimas décadas del siglo XVI o primeras décadas del siglo XVII, encontrándose documentada la colonización estable de la zona ya en los años 1637-1644.23 Habiendo adquirido la condición de parroquia eclesiástica en el año 1784 con el nombre de curato del partido de La Cañada de Allá Dentro, luego denominada parroquia Inmaculada Concepción de la Cañada, llegados los tiempos republicanos fue elevada a parroquia civil en el año 1821 con el nombre de parroquia La Cañada, perteneciente al cantón Maracaibo de la provincia del mismo nombre.

En el año 1834 la población de la parroquia ascendía a 1.822 habitantes repartidos en 238 viviendas. Para el año 1841 la población de la parroquia se había casi duplicado, alcanzando alrededor de 3.000 habitantes. Las viviendas de la parroquia estaban ubicadas en forma dispersa, tierra adentro y a lo largo de la ribera del Lago de Maracaibo, y estaban construidas en su mayoría con muros de bahareque y techumbre con armadura de vigas o listones de madera cubierta de enea o palmas secas. En el año 1834, un 43,4% de los individuos de ambos sexos de ocupación u oficio identificado se dedicaba a actividades asociadas a la crianza de ganado, un 38,1% a oficios asociados a la navegación y un 10,1% a actividades asociadas a la extracción y procesamiento de maderas. Éstas seguirían siendo las principales actividades económicas en la parroquia durante la mayor parte del siglo XIX.24

En los años 1834-1841 la actividad comercial en la parroquia sería la mínima necesaria para cubrir las necesidades elementales de la población. Para marzo de 1837 existía en la parroquia una única pulpería de tercera clase, dos mesas mixtas y una mesa de venta de licores. Vivían para ese entonces en la parroquia una serie de artesanos que cubrirían los servicios más indispensables: nueve carpinteros, cinco zapateros, tres albañiles, dos herreros, un talabartero y un cirujano, además de una lavandera, una teñidora y una comadrona. La demanda de bienes y servicios que superaran el nivel elemental sería suplida probablemente en los comercios y mercados de la ciudad de Maracaibo.

En el año 1834 alrededor del 89% de los habitantes de la parroquia habitaba en unidades domésticas integradas por cinco o más personas, mientras que alrededor de 48% de la población habitaba en unidades domésticas compuestas por diez o más personas. El tamaño medio de la unidad doméstica en la parroquia en el año 1834 sería de unas 7,66 personas, lo cual incluía el cabeza de la unidad doméstica, su cónyuge e hijos, agregados y esclavos. Para el año 1834 aproximadamente 69% de la población de la parroquia pertenecía al grupo étnico de la “Gente blanca”, mientras que aproximadamente un 31% de la población pertenecía al grupo de la “Gente de servicio”.25

Bautismo y compadrazgo: la red de parentesco espiritual en los años 1834-1841

En la parroquia La Cañada se realizaron en total 853 bautismos en los años 1834-1841, de los cuales 680 correspondieron a bautismos de hijos de individuos pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” (un 79,7% del total), y 173 de ellos correspondientes a bautismos de hijos de “Gente de servicio” (un 20,3% del total).26 Los padres de los niños bautizados seleccionaron generalmente un padrino y una madrina para sus hijos, estableciéndose en total 1140 vínculos de compadrazgo. En 91 de estos casos (un 8% del total) no fue posible dilucidar el nombre del individuo que actuó como padrino, por lo que se contó en total con 1049 vínculos de compadrazgo bautismal entre agentes sociales identificados.

Al igual que para la red social de compadrazgo generada a finales del período monárquico, el vínculo de compadrazgo entre los padres de los niños bautizados y los padrinos de éstos fue considerado como un vínculo de tipo orientado, ya que los padres de los niños a bautizar tenían la facultad de escoger a quienes deseaban fuesen los padrinos de sus hijos. Asimismo, se asumió que existía reciprocidad entre los compadres a la hora de recurrir unos a otros en el intercambio de recursos, favores, etc., por lo que la red de compadrazgo fue considerada como un grafo no dirigido al momento de calcular sus parámetros estructurales.

En la Tabla 1 se indica la procedencia geográfica de los padrinos de los niños bautizados. Un mayoritario 81,9% de los padrinos pertenecientes al grupo étnico de la “Gente blanca”, y un 94,4% de los padrinos pertenecientes al grupo de “Gente de servicio”, residían en la misma parroquia. Ello indicaría que, al igual que a finales del período monárquico, en los años 1834-1841 el compadrazgo era fundamentalmente una institución que cohesionaba a la comunidad local, con pocas ramificaciones hacia el exterior de la parroquia que pudiesen vincular a la comunidad con un contexto social, político o económico más amplio. Sin embargo, mientras que en los años 1784-1804 sólo un 3% de los padrinos de bautismo pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” residían fuera de la parroquia, este porcentaje aumenta a 18,1% en la segunda década republicana, lo cual podría indicar un incremento significativo en los intercambios y relaciones sociales entre los residentes de la parroquia La Cañada e individuos de otras localidades. Algo similar sucede con los padrinos pertenecientes al grupo de la “Gente de servicio” (5,6% de padrinos foráneos en los años 1834-1843, en comparación con ningún padrino foráneo en los años 1784-1804).

Tabla 1 Procedencia geográfica de los agentes sociales padrinos de bautismo de los diferentes grupos étnicos, 1834-1841 

Lugar “Gente blanca” “Gente de servicio” Grupo étnico no identificado
Parroquia Inmaculada Concepción de La Cañada 281 (81,9%) 34 (94,4%) 26 (65,0%)
Ciudad de Maracaibo 58 (16,9%) 1 (2,8%) 14 (35,0%)
Gibraltar 1 (0,3%) - -
Perijá 3 (0,9%) - -
Pueblo de Pilar del Zulia - 1 (2,8%) -
Total 343 36 40

Aunque poco numerosos, el hecho de que un 16,9% de los padrinos pertenecientes al grupo de “Gente blanca” y un 35,0% de aquéllos de grupo étnico no identificado provinieran de la ciudad de Maracaibo indica que la principal ramificación de este vínculo hacia el exterior de la parroquia era con dicha ciudad, lo cual no extraña al tratarse del principal núcleo poblacional urbano de la región, ubicado a una distancia relativamente corta de la parroquia. Asimismo destaca que, mientras que cincuenta años antes todos los padrinos foráneos pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” residían en la ciudad de Maracaibo, en los años 1834-1841 una pequeña proporción de ellos residía en otros lugares de la provincia, lo cual indicaría una ligera ampliación geográfica de las ramificaciones del vínculo de compadrazgo, y quizás, en general, de las relaciones sociales de los parroquianos.

En la Figura 1 se presenta el sociograma de la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia La Cañada en el período 1834-1841.27 Una arista o conexión entre dos nodos indica que entre los dos agentes sociales representados se estableció un vínculo de compadrazgo al menos una vez en el período considerado. Del total de 763 agentes sociales que integraron el universo considerado de agentes sociales, 641 de ellos (un 84,0%) formaron parte de la red de compadrazgo, como progenitores de un niño bautizado (393 casos de nodos con grado de salida mayor o igual a uno), o bien como padrinos (419 casos de nodos con grado de entrada mayor o igual a uno). Estos 641 agentes sociales establecieron en total 942 alianzas de compadrazgo; algunas de estas alianzas eran múltiples, hasta con cuatro vínculos.

Figura 1 Red sociocéntrica de compadrazgo bautismal, 1834-1841. Nodos magenta y nodos rosados: “Gente blanca”. Nodos verdes: “Gente de servicio”. Nodos negros: Grupo étnico no identificado. Mayor tamaño de nodo a mayor grado. Nodos numerados identificados en el texto. Mayor espesor de arista a mayor número de vínculos. No se incluyen los nodos aislados. 

Se observa en la Figura 1 la existencia de 20 componentes de pequeño tamaño y, más interesantemente, un componente gigante formado por 581 nodos que representan una amplia mayoría de los agentes sociales que participaron en la red de compadrazgo (90,8% de ellos). La presencia de este componente gigante indica que en la segunda década del período republicano el compadrazgo bautismal tenía un efecto integrador y de autoorganización social en la parroquia, por lo menos en un primer nivel de cohesión estructural. La proporción de agentes sociales que integraban el componente gigante de la red de compadrazgo en los años 1834-1841 es ligeramente mayor a la proporción de 83,0% observada en la red generada en los años 1784-1804.28 Aunque pudiera pensarse que esto podría indicar que el compadrazgo bautismal habría tenido un efecto integrador en los años 1834-1841 ligeramente mayor en comparación con 50 años antes, al incorporar en el componente gigante de la red una proporción ligeramente mayor de agentes sociales, como se verá seguidamente los parámetros estructurales de la red apuntan en otra dirección.

En la Tabla 2 se incluyen algunos parámetros estructurales del componente gigante de la red de compadrazgo bautismal generada en los años 1834-1841, y se comparan los valores de dichos parámetros con aquéllos correspondientes a la red generada en la parroquia en los años 1784-1804. El grado promedio de entrada en los nodos del componente gigante en 1834-1841 era de 1,6, muy parecido al grado promedio de entrada de 1,7 en la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia cincuenta años antes. Ello indica que, en promedio, los padrinos de bautismo en ambos tiempos históricos eran escogidos para actuar como tales un mismo número de veces. Por otra parte, la densidad del componente gigante de la red de compadrazgo en los años 1834-1841 era menos de la mitad (un 45,5%) de la observada para la red generada cincuenta años antes, indicando ello que en los años 1834-1841 había, proporcionalmente, un número significativamente menor de enlaces entre los agentes sociales que conformaban el componente gigante de la red.

Tabla 2 Propiedades del componente gigante de la red de compadrazgo en la segunda década republicana (1834-1841), y comparación con la red equivalente generada a finales del período monárquico 

1834-1841 1784-1804*
Número de componentes en la red 21 24
Número de nodos en la red 641 327
Componente gigante
Número de nodos 581 272
Fracción de nodos de red de compadrazgo 90,8% 83,0%
Número de aristas 901 408
Grado promedio de entrada 1,6 1,7
Densidad 0,005 0,011
Diámetro de la red 16 12
Coeficiente global de agrupamiento 0,055 0,091
Distancia geodésica promedio 5,8 4,7

Nota: Se consideró la red como un grafo no dirigido. *Fuente: Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social…”, p. 28.

La longitud promedio de camino dentro del componente gigante en la red de los años 1834-1841, ignorando la direccionalidad de los vínculos, era de 5,8, aproximadamente una unidad mayor a la de la red generada cincuenta años antes, indicando ello que los agentes sociales que integraban el componente gigante de la red en la segunda década republicana estaban en promedio más alejados uno de otro en la red por un agente social adicional. Por su parte, el valor del coeficiente global de agrupamiento del componente gigante en la red de compadrazgo de los años 1834-1841 era sólo un 60,4% del observado para la red correspondiente generada cincuenta años antes, lo cual indica que la probabilidad de que dos agentes sociales estuviesen conectados entre ellos, si tenían una conexión común, era significativamente menor en la red de los años 1834-1841. La menor densidad, la mayor longitud promedio de camino y el menor coeficiente global de agrupamiento del componente gigante de la red de compadrazgo generada en los años 1834-1841 indican que en la segunda década del período republicano los agentes sociales en la red de compadrazgo bautismal estaban mucho menos interconectados entre sí, en una red menos cohesionada, lo cual a su vez apuntaría a una erosión en el rol del compadrazgo bautismal como generador de cohesión social en la parroquia. El bautismo como institución habría ejercido un papel menos importante en los años 1834-1841 en la generación de los vínculos que fomentaban la generación de capital social y cohesión social, en comparación con lo que sucedía a finales del período monárquico.

El hecho de que al parecer el compadrazgo bautismal hubiera perdido importancia como generador de cohesión social en la parroquia La Cañada en la segunda década del período republicano en comparación con lo observado a fines del período monárquico, podría indicar que habían tenido lugar cambios en las estrategias de reproducción social y en las prácticas de alianzas de los habitantes de la parroquia. A su vez, ello pudo haber estado asociado a la adopción por parte de los habitantes de la parroquia de nuevos modos de sociabilidad característicos del período republicano. En la sociabilidad de Antiguo Régimen los vínculos entre los agentes sociales resultaban generalmente del nacimiento dentro de un grupo determinado (vínculos asociados a la pertenencia a un determinado grupo étnico, vínculos de parentesco incluyendo el compadrazgo, etc.), tratándose normalmente de vínculos irrevocables, desiguales y jerárquicos con contenidos fijados por la costumbre.29 En este imaginario antiguo se valora principalmente la costumbre, los precedentes y la tradición, ya que son ellos los que otorgan legitimidad a los vínculos. Por otro lado, en el período republicano los vínculos se generan entre individuos teóricamente iguales ante la ley, y son vínculos que derivan su legitimidad no de la costumbre, la tradición o de la voluntad de un grupo, sino de la voluntad individual de los asociados.30

En el caso que nos ocupa, una vez separada Venezuela de la República de Colombia en el año 1830, las autoridades de la provincia de Maracaibo iniciarían una serie de reformas políticas y sociales, mediante la emisión de ordenanzas y resoluciones tendientes a fomentar y a reglamentar la vida social y económica de la provincia en concordancia con el nuevo imaginario republicano.31 Surgirían también entonces en la ciudad de Maracaibo sociedades o asociaciones guiadas por los principios ilustrados de utilidad pública y del bien común.32 Aunque al parecer las disposiciones legales se convertirían con frecuencia en letra muerta,33 y, por otra parte, no se conoce la existencia en la parroquia La Cañada en los años 1834-1841 de sociedades o asociaciones tendientes a mejorar las condiciones económicas o sociales en la parroquia, es de pensar que las nuevas disposiciones legales, así como los nuevos modos de sociabilidad republicana, hayan tenido una repercusión en el imaginario y en las prácticas sociales de los habitantes del lugar, quienes mantenían un intercambio social y económico muy fluido con la ciudad de Maracaibo.34

En la nueva sociabilidad republicana habrían perdido importancia los vínculos determinados por la pertenencia a determinados grupos étnicos, así como también vínculos como el compadrazgo bautismal que derivaban su legitimidad en gran parte del papel hegemónico de la Iglesia en la vida de la comunidad, el cual se vería disminuido.35 Ello pudo contribuir a la aparente erosión observada en el papel del vínculo del compadrazgo bautismal en la generación de cohesión social en la parroquia La Cañada en los años 1834-1841. Por otro lado, las técnicas productivas y la base económica de la parroquia La Cañada no habrían experimentado cambios significativos en los años 1834-1841 en comparación con la situación de fines del período monárquico, al continuar ligadas esencialmente a la crianza de ganado, la navegación y la explotación maderera36. Así, no habría sido éste un factor que influyera en la generación de cambios en el imaginario y en las prácticas de alianzas de los habitantes de la parroquia y en la aparente erosión observada en la importancia del vínculo del compadrazgo bautismal en la generación de cohesión social en la parroquia.

En la Tabla 3 se presenta la distribución del grado entrante de los nodos que conforman la red de compadrazgo en los años 1834-1841. Se observa que la mayoría de los agentes sociales que actuaron como padrinos de bautismo (un 52,7% de ellos) ejercieron este rol una única vez, mientras que sólo 13,0% de los agentes sociales ejercieron como padrinos o madrinas cinco o más veces. La proporción de agentes sociales que habían ejercido como padrinos o madrinas de bautismo cinco o más veces en los años 1784-1804 era muy parecida (14,0%).

Tabla 3 Distribución de grado de entrada en la red de compadrazgo en la segunda década republicana (1834-1841), y comparación con lo observado a finales del período monárquico 

1834-1841 1784-1804**
Grado de entrada ponderado* Cantidad de agentes sociales Porcentaje Cantidad de agentes sociales Porcentaje
1 221 52,7 116 57,7
2 75 17,9 28 13,9
3 44 10,5 22 10,9
4 24 5,7 7 3,5
5 13 3,1 10 5,0
6 13 3,1 5 2,5
7 8 1,9 2 1,0
8 4 1,0 6 3,0
9 5 1,2 1 0,5
10 3 0,7 1 0,5
11 2 0,5 1 0,5
14 3 0,7 - -
15 1 0,2 - -
18 - - 1 0,5
19 1 0,2 - -
20 1 0,2 - -
25 1 0,2 - -
25 - - 1 0,5
Total 419 100 201 100

*Número de veces que el agente social actuó como padrino o madrina de bautismo. **Fuente: Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, p. 28.

Mucho más interesante es constatar en la Figura 1 que, al igual que lo observado para la red de compadrazgo generada en la parroquia a finales del período monárquico, el componente gigante de la red de compadrazgo espiritual generada en los años 1834-1841 tiene el aspecto general de una red libre de escala, indicativa de la existencia de procesos de establecimiento de vínculos por un mecanismo de enlazado preferencial, en el cual los nodos que se unen a la red lo hacen vinculándose preferentemente a nodos que tienen ya un alto grado de conexiones. En la Figura 2 se presenta la distribución del grado de entrada de los nodos en el componente gigante de la red, es decir, el número de veces que el agente social actuó como padrino o madrina de bautismo, y el ajuste de esta variable a una ecuación del tipo de ley de potencias; se observa un excelente ajuste para todo el intervalo de grados de entrada de los nodos de la red, con un coeficiente de correlación muy cercano al valor teórico máximo de 1, y un exponente de red libre de escala igual a α = 1,829.

Figura 2 Distribución de vínculos en componente gigante de la red sociocéntrica de compadrazgo en parroquia La Cañada, 1834-1841. Símbolos: valores reales. Línea punteada: ajuste a ley de potencias. 

El valor teórico del exponente α en la ecuación de ley de potencias es igual a 3 cuando los enlaces de una red en crecimiento se establecen mediante un mecanismo puro de enlazado preferencial lineal al grado, en el cual la probabilidad de que un nuevo nodo se enlace a un nodo existente es directamente proporcional al grado o número de conexiones del nodo existente.37 Por otro lado, se ha encontrado que, cuando además de este mecanismo de crecimiento y enlazado preferencial lineal al grado la red contiene una fracción p de vínculos dirigidos, el valor del exponente α varía en función de la fracción de vínculos dirigidos, adquiriendo un valor teórico igual a 3 - p.38 Considerando que en la red de compadrazgo bautismal representada en la Figura 1 todos los vínculos son dirigidos, ello resultaría en un valor teórico de α = 2 para el exponente de la ley de potencias que correlaciona esta red, si los vínculos de la red se hubiesen generado exclusivamente mediante un mecanismo de crecimiento y enlazado preferencial lineal al grado. Mecanismos como la homofilia (conexión con agentes sociales de características similares), la reciprocidad (enlaces recíprocos entre los agentes sociales), la amistad, la cooperación u otros pueden contribuir también a disminuir la magnitud del exponente α.39 Dado que el valor del exponente α para la red libre de escala representada en la Figura 1 es menor a 2, ello indicaría que, tal como sucedía en la parroquia a finales del período monárquico, a la hora de escoger los padrinos de bautismo en los años 1834-1841 los agentes sociales no se habrían guiado únicamente por el volumen del capital social relacional de los potenciales padrinos, sino que otros mecanismos, como los ya citados, habrían introducido sesgos a la hora de seleccionar a dichos padrinos.

En la Tabla 4 se compara la proporción estimada de agentes sociales pertenecientes a los grupos considerados como “Gente blanca” y “Gente de servicio” en la población de la parroquia para abril de 1834, con la proporción de estos grupos étnicos en la red de compadrazgo y en el rol de padrinos de bautismo. Se observa una sobrerrepresentación de agentes sociales del grupo “Gente blanca” en la red de compadrazgo, con proporciones que alcanzan un 77,7% de los agentes en la red, y un 78,7% de los agentes sociales en el componente de mayor tamaño de la red. En correspondencia con esto, se observa una subrepresentación de agentes sociales del grupo “Gente de servicio” en la red, con proporciones de sólo un 15,9% de los agentes de la red perteneciendo a dicho grupo étnico, y sólo un 15,3% en el componente de mayor tamaño de la red. Tal como había sucedido en los años 1784-1804, los agentes sociales del grupo menos privilegiado de la parroquia tendrían una participación disminuida en la red de compadrazgo en la segunda década del período republicano, por lo que dicha red habría sido poco permeable a la integración entre los grupos étnicos de la parroquia.

Tabla 4 Proporción de grupos étnicos en población de la parroquia La Cañada y en red de compadrazgo en los años 1834-1841 

“Gente blanca” “Gente de servicio” Grupo étnico no identificado
Población de la parroquia en 1834* 69,0% 31,0% -
Bautismos realizados en los años 1834-1841 79,7% 20,3% -
Agentes sociales en red de compadrazgo 77,7% 15,9% 6,4%
Agentes sociales en componente principal de red de compadrazgo 78,7% 15,3% 5,9%
Agentes sociales que fungieron de padrinos 81,9% 8,6% 9,5%

*Rincón Rubio, La Inmaculada Concepción de La Cañada. Orígenes, estructura familiar..., p. 142.

El factor de incremento proporcional de agentes sociales del grupo “Gente blanca” en la red de compadrazgo en la segunda década del período republicano en comparación con la población estimada de individuos de este grupo étnico en la parroquia en la segunda década republicana (1,13) es ligeramente menor al observado a finales del Antiguo Régimen (1,19), lo cual podría indicar que la red de compadrazgo generada en la segunda década republicana era ligeramente más permeable a la integración entre los grupos étnicos de la parroquia. A su vez, ello podría indicar una cierta relajación en las barreras a la socialización interétnica en la parroquia como reflejo de los nuevos patrones de sociabilidad del período republicano antes comentados.

Se aprecia visualmente en el sociograma de la Figura 1 que había una cierta diferenciación étnica a la hora del establecimiento de los vínculos de compadrazgo. Por una parte, se observa que los agentes sociales pertenecientes al grupo de la “Gente de servicio” se ubican mayoritariamente hacia la periferia de la red, lo cual, según las premisas del algoritmo utilizado para la representación gráfica de la red,40 indica que se trata de nodos más aislados, es decir, de agentes sociales que estaban menos conectados con otros agentes sociales y eran menos centrales en la red. Esto se confirma analíticamente, al constatar que los agentes sociales del grupo de la “Gente de servicio” presentaban en promedio un grado ponderado 17% menor, una centralidad de cercanía 8% menor, y una centralidad de vector propio 37% menor a la de los agentes sociales del grupo de la “Gente blanca”. Por otro lado, se observa que los agentes sociales del grupo de la “Gente de servicio” formaban generalmente parte de “comunidades” o subcomponentes compuestos mayoritariamente por agentes sociales de su mismo grupo étnico.

Al analizar el grupo étnico de los padrinos de niños bautizados en la parroquia en los años 1834-1841 en los casos en los que fue posible asignar grupo étnico a los mismos, se encuentra que en aproximadamente un 96% de los bautismos de hijos de agentes sociales del grupo “Gente blanca” los padres del niño bautizado escogieron a padrinos pertenecientes a su mismo grupo étnico,41 porcentaje muy superior a la proporción estimada de la población de la parroquia que pertenecía a este grupo étnico (69%). Ello indica que operaba dentro de los agentes sociales pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” un mecanismo de homofilia étnica a la hora de seleccionar los padrinos de bautismo para sus hijos, probablemente como estrategia para fortalecer la cohesión interna del grupo.

Por otro lado, se encuentra que en aproximadamente un 82% de los bautismos de hijos de agentes sociales del grupo “Gente de servicio” los padres del niño bautizado escogieron a padrinos pertenecientes al grupo de la “Gente blanca”, porcentaje éste que casi triplica la proporción estimada de la población de la parroquia que pertenecía al grupo de la “Gente de servicio” (31%), indicando ello que entre los agentes sociales de este grupo habría operado un mecanismo opuesto de heterofilia étnica. Estos mecanismos operaban también en la parroquia a finales del período monárquico,42 lo que indicaría una permanencia de estrategias de reproducción social que llevaban a los agentes sociales de ambos grupos étnicos a relacionarse con el grupo tradicionalmente de mayor jerarquía social en el lugar, muy probablemente para incrementar el propio capital social y capital simbólico y alcanzar una mejor posición en el espacio social de la parroquia. Dado que en el componente gigante de la red era mucho mayor la proporción de agentes sociales pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” (un 79% del total), la homofilia étnica predominante entre ellos a la hora de seleccionar sus compadres pudo haber contribuido a disminuir el exponente de la ecuación de la ley de potencias para la distribución del grado de conexiones de los nodos en la red de compadrazgo en los años 1834-1841. La reciprocidad del vínculo de compadrazgo bautismal no habría desempeñado un papel relevante en este sentido, ya que sólo un 6% de los agentes sociales presentes en el componente gigante de la red de compadrazgo bautismal establecieron vínculos recíprocos de este tipo.

Ahora bien, el valor del exponente de red libre de escala para el componente gigante de la red social de compadrazgo generada en la parroquia La Cañada en los años 1834-1841, igual a 1,829, es aproximadamente 25% mayor al encontrado previamente para el componente gigante de la red equivalente generada a finales del período monárquico (α = 1,461). Un mayor valor del exponente α indica que la distribución del grado de entrada en la red decae más rápidamente, lo que resulta en una menor probabilidad de encontrar en la red nodos con un elevado número de conexiones; visto de otro modo, un menor valor de dicho exponente indicaría la presencia en la red de nodos con un elevado número de conexiones.43 Esto es coherente con las diferencias estructurales observadas en la red de compadrazgo bautismal en la parroquia para dichos períodos históricos, dado que en la red de los años 1784-1804 existía un “supernodo” con un número de vínculos muy elevado. La presencia de este agente social de muy elevado capital social en los años 1784-1804 habría influenciado el mecanismo de crecimiento de la red de vínculos de compadrazgo en la parroquia a finales del período monárquico, haciendo que la distribución del grado de entrada en la red decayera más lentamente. Es de mencionar que la reciprocidad no habría desempeñado tampoco un papel relevante en la estructura de la red de compadrazgo ni en la disminución del valor del exponente α en los años 1784-1804, ya que sólo un 4% de los agentes sociales presentes en el componente gigante de la red de compadrazgo bautismal generada en dichos años establecieron vínculos recíprocos de este tipo.44 Otros mecanismos, como la amistad, la cooperación u otros habrían podido influenciar en ambos tiempos históricos el proceso de generación de vínculos por compadrazgo bautismal en la parroquia.

En los años 1784-1804 la proporción de agentes sociales del grupo “Gente blanca” que escogió padrinos pertenecientes a su mismo grupo étnico había sido de 99%, mientras que la proporción de agentes sociales del grupo “Gente de servicio” que escogió padrinos pertenecientes al grupo de la “Gente blanca” había sido de 98%, porcentajes mayores a los encontrados para la red de compadrazgo bautismal generada en la segunda década del período republicano. Ello indicaría que para entonces se habrían erosionado ligeramente las prácticas y representaciones que favorecían la escogencia de agentes sociales del grupo de la “Gente blanca” como padrinos de bautismo.45 Esto es coherente con lo discutido arriba, en relación a la posible adopción por parte de los habitantes de la parroquia de nuevos modos de sociabilidad característicos del período republicano, y a la pérdida de importancia en esta nueva sociabilidad republicana de los vínculos determinados por la pertenencia a determinados grupos étnicos.

Las características estructurales de la red social de compadrazgo bautismal generada en los años 1834-1841 (altamente conectada, con un componente gigante que abarca una amplia mayoría de nodos; poco densa; con corta distancia geodésica promedio; y descentralizada, al tener un número de nodos mucho mayor al grado máximo y mucho mayor a 1) son también las observadas en redes que presentan una topología denominada “red de mundo pequeño”, las cuales resultan en altos niveles de cohesión social entre los agentes sociales que conforman la red y una alta eficiencia en el flujo de recursos a través de la misma.46 Como señalamos en un trabajo anterior,47 una red es considerada de “mundo pequeño”, cuando la distancia geodésica promedio (L) es mayor pero muy cercana a la de una red construida aleatoriamente, que contenga el mismo número de nodos (N) y de aristas (K) que la red real, mientras que el coeficiente global de agrupamiento (CA) es mucho mayor al de dicha red aleatoria. Estas dos últimas condiciones equivalen a la exigencia de que el producto del cociente del coeficiente global de agrupamiento de la red social real dividido por el coeficiente global de agrupamiento de la red aleatoria equivalente, y el cociente de la distancia geodésica promedio de la red aleatoria dividida por la distancia geodésica promedio de la red real, denominado medida de “mundo pequeño”, sea mucho mayor a 1: (CA red real/ CA red aleatoria) * (L red aleatoria/L red real) >>1

En la Tabla 5 se presentan los valores obtenidos para los cocientes de coeficiente global de agrupamiento y de distancia geodésica promedio para la red social de compadrazgo bautismal generada en la parroquia en los años 1834-1841, y para el producto de estos cocientes (medida de “mundo pequeño”).48 Se incluyen también, para fines de comparación, los valores correspondientes a la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia a finales del período monárquico (1784-1804). Se observa que los cocientes de coeficiente global de agrupamiento y de distancia geodésica promedio de la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia en los años 1834-1841 satisfacen ambos el criterio teórico para considerar dicha red como una red de “mundo pequeño”, lo cual se refleja en una medida de “mundo pequeño” mayor a 1 en un orden de magnitud. La medida de “mundo pequeño” de la red de compadrazgo bautismal generada en los años 1834-1841, igual a 9,99, es muy parecida a la medida de 8,98 correspondiente a la red generada a finales del período monárquico,49 lo cual indicaría que en ambos tiempos históricos las redes conformadas por el vínculo de compadrazgo bautismal generarían altos niveles de cohesión social y serían también altamente eficientes en el flujo de recursos entre los agentes sociales que conformaban la red. Ello a pesar de que como hemos visto, para la segunda década del período republicano habría comenzado a erosionarse el rol del compadrazgo bautismal como generador de cohesión social en la parroquia.

Tabla 5 Indicativos de “mundo pequeño” para la red social de compadrazgo bautismal en la parroquia Inmaculada Concepción de La Cañada (componente gigante), 1834-1841 

Años CA red compadrazgo/CA red aleatoria L red aleatoria/L red compadrazgo Medida de “mundo pequeño”
1834-1841 10,30 0,97 9,99
1784-1804* 8,27* 1,09* 8,98*

*Calculado a partir de información en: Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, p. 28.

Agentes sociales y capital social relacional

Se presentan en la Tabla 6 los agentes sociales que disponían de la posición más privilegiada en la red social de compadrazgo bautismal generada en la parroquia La Cañada en los años 1834-1841, en términos de su capital social relacional (número de conexiones directas con otros agentes sociales). Figuran entre ellos todos los agentes sociales que fueron seleccionados como padrinos de bautismo diez o más veces en la parroquia durante el período en cuestión (identificados en color azul en la Tabla 6). A excepción del agente social #314, todos estos padrinos de bautismo residían en la parroquia ya en el año 1834, por lo que habrían tenido más tiempo u oportunidad para ser seleccionados como padrinos en los años 1834-1841. Exceptuando el agente social #79, que no pudo ser asignado a ningún grupo étnico, pertenecían todos ellos al grupo de la “Gente blanca”. El agente social más popular como padrino de bautismo, que desempeñó 29 veces este rol, fue la unidad doméstica #63, que habría gozado de elevado capital económico y muy probablemente también de elevado prestigio en la parroquia.50 Otros agentes sociales populares como padrinos de bautismo habrían disfrutado también de elevado capital económico y/o de elevado prestigio en la parroquia.51

Tabla 6 Agentes sociales con mayor capital social relacional en red de compadrazgo bautismal de la parroquia La Cañada, 1834-1841 (unidad conyugal o individuo cabeza de la unidad doméstica) 

Agente social* Grado Grado ponderado Grado de entrada ponderado**
José Gregorio Fereira y María Paula Rincón (63) 25 29 25
José Manuel Atencio y Juana Evangelista Martínez (166) 23 28 11
Gaspar Pineda y Carlina Urdaneta (221) 21 25 20
Encarnación Carroz y Petronila Atencio (128) 19 25 15
María del Carmen Atencio (46) 19 22 9
Domingo Urdaneta y María de la Paz Rincón (180) 18 25 19
Andrés Ortega y Ana María Arenas (55) 15 21 6
José Ramón Bohórquez y María Concepción Hernández (7) 15 17 14
Manuel Gutiérrez y Nicolasa Vargas (192) 14 16 14
José del Carmen Carroz y Francisca Romero (129) 14 15 14
Pedro Rincón y Úrsula Villasmil (185) 14 14 10
Lázaro Boscán e Isabel González (109) 13 13 8
Julián Churio y Ana Josefa Luzardo (79) 11 16 11
Camilo Rincón y María Trinidad Montero (184) 11 13 10
José Francisco Pineda y María Chiquinquirá Boscán (313) 11 13 9
Francisco Boscán y Paula Castillo (314) 11 12 10

*Se indica entre paréntesis el número de nodo en la Figura 1. **Número de veces que el agente social en cuestión actuó como padrino o madrina de bautismo.

Al igual que lo encontrado antes para la red generada a finales del período monárquico, el pertenecer al grupo étnico tradicionalmente dominante en la parroquia y el poseer elevado capital económico y/o elevado prestigio o capital simbólico habría incrementado las probabilidades de que un agente social fuese seleccionado como padrino de bautismo en la segunda década del período republicano. La escogencia de estos agentes sociales como padrinos de bautismo habrían sido estrategias de reproducción social puestas en práctica por los habitantes de la parroquia destinadas a incrementar su capital social, mediante el establecimiento de vínculos fuertes con agentes sociales poseedores de elevado capital económico y/o capital simbólico.

En la Figura 3 se presentan diferentes medidas posicionales del capital social para los agentes sociales identificados en la Tabla 6. Se observa que aunque la unidad doméstica #63, el agente social más popular como padrino de bautismo, no era la más central en la red de compadrazgo bautismal en términos de su cercanía al resto de los agentes sociales al no presentar un valor destacablemente bajo de centralidad de cercanía, se trataba del agente social que presentaba la mejor calidad de conexiones, al ser el mejor vinculado con agentes sociales que estaban ellos mismos bien conectados (mayor valor de centralidad de vector propio), lo cual habría incrementado su capital social relacional. La unidad doméstica #221 poseía también un elevado nivel de capital social relacional, al tener tanto un elevado número de conexiones directas con otros agentes sociales como un elevado número de conexiones directas con agentes sociales que se encontraban ellos mismos bien conectados. Por otro lado, estos dos agentes sociales no destacaban en cuanto a su capacidad de actuar como intermediarios o brokers en el flujo de información o de recursos, al presentar valores relativamente bajos de centralidad de intermediación. En este sentido se habrían visto favorecidas las unidades domésticas #166, 128, 46 y 180, quienes dominaban la red social de compadrazgo en términos de su centralidad de intermediación; la posición de estos cuatro agentes sociales en el componente gigante de la red les otorgaba el mayor poder para actuar como intermediarios, controlando y facilitando, o bien obstaculizando, las interacciones y el flujo de recursos entre el resto de los agentes sociales de la red.

Nota: Los valores de centralidad de intermediación se presentan multiplicados por 10 para facilitar su visualización.

Figura 3 Medidas posicionales de capital social de agentes sociales en red de compadrazgo bautismal de la parroquia La Cañada, años 1834-1841. 

A modo de conclusión

Se reconstruyó la red social generada en la parroquia La Cañada, provincia de Maracaibo, Venezuela, en la segunda década del período republicano (1834-1841) mediante el vínculo de compadrazgo bautismal. Se analizó la estructura de esta red utilizando la metodología del Análisis de Redes Sociales (ARS) y se evaluó la importancia que habría tenido dicho vínculo en la generación de capital social y de cohesión social en la parroquia en dicho tiempo histórico. Adicionalmente, se compararon las diferencias estructurales entre la red social de compadrazgo bautismal conformada en la segunda década republicana y la red correspondiente generada a finales del período monárquico (1784-1804), y se dedujeron posibles implicaciones en cuanto a diferencias en los mecanismos de estructuración del tejido relacional y la generación de capital social en la parroquia en ambos tiempos históricos.

En la segunda década republicana el compadrazgo bautismal cohesionaría esencialmente a la comunidad local, generando muy escasas ramificaciones hacia el exterior de la parroquia que pudiesen vincular a la comunidad con un contexto social, político o económico más amplio. Sin embargo, en comparación con lo observado a finales del período monárquico, se identificó un incremento en la proporción de padrinos y/o madrinas de bautismo foráneos, y también en aquéllos provenientes de localidades diferentes a la ciudad de Maracaibo, lo cual indicaría que para la segunda década republicana habría tenido lugar un incremento y una ampliación geográfica de los intercambios y de relaciones sociales de los parroquianos fuera de la comunidad local.

La afiliación étnica de los agentes sociales que generaron la red de compadrazgo bautismal indica que para la segunda década republicana permanecían vigentes en la parroquia patrones de alianzas entre grupos étnicos existentes a finales del período monárquico, que habrían sido en parte el resultado de estrategias de reproducción social dirigidas a conservar o incrementar el capital social y el capital simbólico de que disponían los agentes sociales de la parroquia. No obstante, se encontró que la red de compadrazgo bautismal generada en la segunda década republicana era ligeramente más permeable a la integración entre los grupos étnicos de la parroquia en comparación con la red generada a finales del período monárquico, lo cual indicaría que para los años 1834-1841 había tenido lugar una cierta relajación en las barreras a la socialización interétnica en el lugar.

Al igual que en el período monárquico, el compadrazgo bautismal habría tenido un efecto de autoorganización social en la parroquia en la segunda década republicana, favoreciendo la generación de reciprocidad y confianza, así como el flujo de influencias, recursos o información entre los habitantes del lugar. La red de compadrazgo bautismal generada en la segunda década republicana era una red libre de escala, caracterizada por una distribución dispareja del número de conexiones de los agentes sociales (muchos agentes sociales con pocos enlaces y algunos de ellos con un número elevado de enlaces). La correlación de esta distribución de enlaces mediante una ley de potencias indicó que en la generación de la red los agentes sociales se habrían vinculado también preferentemente con otros agentes sociales que tuvieran un alto grado de conexiones, pero no exclusivamente, ya que mecanismos como la homofilia y la heterofilia étnicas, la amistad, la cooperación u otros habrían introducido sesgos a la hora de establecer alianzas. Al igual que sucedía a finales del período monárquico, el pertenecer al grupo étnico tradicionalmente dominante en la parroquia y el poseer elevado capital económico y/o elevado prestigio o capital simbólico habría incrementado las probabilidades de que un agente social fuese seleccionado como padrino o madrina de bautismo.

La red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia La Cañada en la segunda década republicana tendría las características de una red de “mundo pequeño”, y como tal habría generado altos niveles de cohesión social y habría sido altamente eficiente en el flujo de recursos entre los agentes sociales que conformaban la red. Sin embargo, las propiedades estructurales cuantificadas de dicha red evidenciaron un menor grado de integración y de cohesión estructural en comparación con la red de compadrazgo bautismal generada en la parroquia a finales del período monárquico hispano, en los años 1784-1804, lo cual a su vez indicaría que en la segunda década republicana se habría erosionado ligeramente el rol del compadrazgo bautismal como generador de cohesión social en la parroquia. Se argumentó que esta aparente erosión del rol del compadrazgo bautismal como generador de cohesión social en la parroquia, así como también la ligera relajación observada en las barreras a la socialización interétnica en el lugar, pudieron haber estado asociadas a cambios en las estrategias de reproducción social de los habitantes de la parroquia, relacionados a su vez con cambios en las prácticas de alianzas asociados a los nuevos modos de sociabilidad de la época republicana.

En líneas más generales, se ilustraron las bondades del Análisis de Redes Sociales (ARS) en la realización de estudios comparativos y en la identificación y cuantificación de diferencias estructurales de redes sociales generadas en diferentes tiempos históricos, lo cual a su vez facilita la investigación de cambios y permanencias en las prácticas sociales subyacentes a la conformación de dichas redes.

Apéndice

Parámetros estructurales y posicionales del ARS utilizados en este trabajo:

Centralidad de cercanía: medida que indica la distancia promedio entre un nodo y todos los nodos restantes de una red. El nodo con el menor valor de centralidad de cercanía es aquél que se encuentra más cerca de todos los otros nodos de la red, y es por consiguiente el nodo mejor posicionado para diseminar más efectivamente información y recursos en la red.

Centralidad de intermediación: número total de veces que un nodo está incluido en el camino más corto entre los otros nodos de una red. El nodo con el mayor valor de centralidad de intermediación es aquél que se encuentra un mayor número de veces en el camino más corto entre otros dos nodos de la red, y es el nodo más central en el sentido de que puede ejercer el mayor control en el flujo de información o de recursos en la red.

Centralidad de vector propio: medida de cuán conectado está un nodo a nodos que están a su vez bien conectados. Un valor alto indica que el nodo en cuestión está “bien conectado”, es decir, que está conectado a nodos que tienen un alto número de conexiones, sin que el nodo en cuestión tenga necesariamente un alto número de conexiones directas con otros nodos.

Coeficiente de agrupamiento local: fracción de pares de vecinos de un nodo determinado que están conectados entre sí.

Coeficiente global de agrupamiento: promedio de los coeficientes de agrupamiento local de todos los nodos de la red.

Componente: subgrupo de una red en el cual cada nodo está conectado directa o indirectamente con el resto de los nodos del subgrupo.

Componente gigante: componente o subgrupo que contiene una fracción significativa de los nodos de la red, en el cual cada par de nodos está conectado por al menos un camino.

Densidad: fracción de vínculos que existen en una red, con respecto al número total de vínculos posibles entre todos los nodos. Una densidad de 0 indica que ningún nodo está conectado con otro. Una densidad de 1 indica que cada nodo está conectado con todos los demás nodos de la red.

Diámetro de red: distancia máxima entre dos nodos cualesquiera de una red, siguiendo el camino más corto entre los nodos.

Grado de un nodo: número de nodos con los cuales un determinado nodo está conectado directamente.

Grado de entrada: número de aristas que llegan a un nodo, en un grafo dirigido.

Grado de salida: número de aristas que salen de un nodo, en un grafo dirigido.

Longitud de camino o distancia geodésica: número mínimo de pasos que existen entre dos nodos de una red.

Longitud de camino o distancia geodésica promedio: número mínimo promedio de pasos que existen entre todos los posibles pares de nodos en una red.

Fuentes primarias manuscritas

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Archivo de la parroquia El Sagrario de la ciudad de Maracaibo, Libros de matrimonios y defunciones de los siglos y XIX. Archivo de la parroquia Santa Bárbara de la ciudad de Maracaibo, Libros de matrimonios y defunciones de los siglos XVIII y XIX. Archivo de la parroquia San Juan de Dios de la ciudad de Maracaibo, Libros de matrimonios y defunciones de los siglos XVIII y XIX. Consultados en: "Venezuela, registros parroquiales y diocesanos, 1577-1995". Database with images. FamilySearch. http://FamilySearch.org. Parroquias Católicas, Venezuela (Catholic Church parishes, Venezuela).

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1 Véase, por ejemplo: Díaz Boada, “La élite local ante la crisis de la monarquía española: redes sociales de poder en el cabildo de Pamplona - Virreinato de Nueva Granada, 1800-1810”. Núñez Arancibia, “Familia y redes sociales de poder en el centro-occidente de Nueva España. El papel de la parentela”.

2Véase, por ejemplo: Martín Romera, “Las redes sociales de la oligarquía de la villa de Valladolid (1450-1520)” y “Nuevas perspectivas para el estudio de las sociedades medievales: el Análisis de Redes Sociales”. Asimismo, puede consultarse el volumen monográfico núm. 21 (2011) de la revista REDES. Revista Hispánica para el Análisis de Redes Sociales: “Análisis de redes e historia: herramientas, aproximaciones, problemas”, y el también volumen monográfico núm. 109, 2005 de la revista Annales de démographie historique: “Histoire de la famille et analyse de réseaux”.

3Destacan una serie de trabajos relativos a las redes sociales formadas por los grupos social y políticamente influyentes de la ciudad de Maracaibo a fines del siglo xviii y principios del siglo xix, que estudian importantes aspectos funcionales de dichas redes sin analizarlas desde el punto de vista estructural. Véase en este sentido: Berbesí, “Redes sociales y poder político. Maracaibo, 1787-1812”; Vázquez de Ferrer y Ferrer, “Prácticas del poder y configuración de identidades en Maracaibo durante la primera mitad del siglo xix”; Vázquez de Ferrer, Berbesí y Ferrer, “De la élite maracaibera a la dimensión social del poder en Maracaibo, siglos xviii-xix”.

4 Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social en una comunidad rural de Antiguo Régimen: La Inmaculada Concepción de La Cañada, Provincia de Maracaibo (1784-1804)”.

5La provincia de Maracaibo formaría parte de la monarquía española hasta el 21 de enero de 1821, cuando las autoridades de la provincia declaran su independencia de España y su incorporación a la República de Colombia (cf. González Oquendo, “Causalidades sociopolíticas y estratégicas que condujeron a la declaración de independencia de Maracaibo, 28 de enero de 1821”).

6 Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”. pp. 4-8.

7Véase, por ejemplo: Foster, “Cofradía and Compadrazgo in Spain and Spanish America”; Mintz y Wolf, “An Analysis of Ritual Co-Parenthood (Compadrazgo)”; Martens Ramírez, “El sistema de compadrazgo en una comunidad campesina de los Andes venezolanos”; Mendoza Ontiveros, “Análisis estructural del compadrazgo yaqui”.

8 Bloch y Guggenheim, “Compadrazgo, Baptism and the Symbolism of a Second Birth”; Gudeman, “The Compadrazgo as a Reflection of the Natural and Spiritual Person”. Dada la eficiente función cohesionadora de la institución del padrinazgo/ compadrazgo, ésta se extiende frecuentemente a otros actos religiosos como la primera comunión, la confirmación y el matrimonio, y también hacia otras esferas de la vida en sociedad, en las cuales se escogen padrinos o madrinas para los “bautizos” de objetos, animales y actos públicos o privados (cf. Martens Ramírez, “El sistema de compadrazgo en una comunidad campesina de los Andes venezolanos”. Mendoza Ontiveros, “Análisis estructural del compadrazgo yaqui”).

9 Bourdieu, “The forms of capital”, pp. 24-26.

10Ibíd., pp. 21-24.

11 Lozares et al., “Cohesión, Vinculación e Integración sociales en el marco del Capital Social”, pp. 2-4.

12El capital social generado en las redes densas está asociado al forjamiento y el reforzamiento de la identidad personal, al reconocimiento y la generación de reciprocidad y confianza que facilita el apoyo y el intercambio de favores entre los agentes sociales, mientras que en las redes abiertas el capital social se asocia principalmente a la generación de nuevas ideas y comportamientos y al flujo de información desde el exterior de la red hacia el interior de ella. Dentro de una red cerrada y densa todo comportamiento público es conocido por los integrantes de la red; el mal comportamiento de un individuo puede influir altamente sobre su capital simbólico en términos de su reputación dentro del grupo, por lo que los individuos dentro de una red cerrada y densa tendrán más tendencia a cooperar entre sí y a seguir los patrones de comportamiento aceptados por el grupo (García-Valdecasas Medina, “Una definición estructural de capital social”, pp. 140-141).

13 Forrest y Kearns, “Social Cohesion, Social Capital and the Neighbourhood”, pp. 2128-2129.

14Lozares et al., “Cohesión, Vinculación e Integración sociales en el marco del Capital Social”, p. 13.

15 Moody y White, “Structural Cohesion and Embeddedness: A Hierarchical Concept of Social Groups”, pp. 105-109.

16 Requena Santos, “El concepto de red social”, p.139.

17 Lakon, Godette y Hipp, “Network-Based Approaches for Measuring Social Capital”, p. 64.

18Se incluye en el Apéndice de este artículo una descripción de parámetros que el análisis formal de redes es capaz de cuantificar y que se utilizaron en este trabajo.

19 Barabási y Albert, “Emergence of Scaling in Random Networks”, pp. 2-3.

20 Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, pp. 6-7.

21La aplicación del ars a una sociedad del pasado presenta numerosas dificultades. El investigador debe limitarse a rastrear fuentes incompletas y fragmentarias, y a utilizar generalmente datos indirectos para la reconstrucción de las redes sociales. Dada la dificultad de conocer el contenido concreto que se le atribuía en el pasado a un determinado vínculo, se hace necesario frecuentemente plantear hipótesis acerca de las implicaciones del vínculo en cuestión, que deberían ser luego verificadas recurriendo a coincidencias encontradas en otros ámbitos de acción, o a otra información cualitativa con que se cuente. Por todo ello, los resultados del análisis deben considerarse como indicadores de tendencias sociales, más que como datos cuantitativos incuestionables. Para una discusión más detallada acerca de las limitaciones de la aplicación del ars a una sociedad del pasado véase Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, pp. 9, 11-14.

22La metodología que se siguió para generar los agentes sociales de las redes, y para asignar grupo étnico a cada uno de los agentes sociales, fue la siguiente: Los primeros 238 nodos o agentes sociales correspondieron a las 238 unidades domésticas listadas en el censo de población de 1834. El nombre o etiqueta asignado al nodo son los nombres de la unidad conyugal o del individuo que encabezaba la unidad doméstica. Se asignó grupo étnico al cabeza de unidad doméstica de estas 238 casas mediante un chequeo cruzado con los libros de bautismo o matrimonio de la parroquia, resultando 187 agentes sociales del grupo de “Gente blanca” (78,57%), 33 del grupo de “Gente de servicio” (13,87%), y 18 de grupo étnico no identificado (7,56%). Los agentes sociales desde el número 239 en adelante fueron apareciendo cronológicamente en los libros de matrimonio y de bautismo de los años 1834-1841. Se trabajó primeramente con los libros de matrimonios. A cada nueva unidad conyugal surgida de un acto de matrimonio se le asignó un nuevo número de nodo o agente social, lo cual equivalió a asumir que la nueva unidad conyugal establecía una nueva unidad doméstica; esta premisa se basó en la elevada proporción de hogares nucleares en la parroquia La Cañada en los años 1784-1834 (Rincón Rubio, “Sistema familiar y reproducción social en una parroquia rural de la provincia de Maracaibo: La Inmaculada Concepción de La Cañada (1784 -1835)”, p.39), situación que se asumió similar para los años 1834-1841. Si los padres de cada uno de los cónyuges no tenían ya un número de nodo asignado, se les asignó uno. A los cónyuges y sus padres, si no tenían ya grupo étnico asignado, se les asignó el grupo étnico con base en su aparición en los libros de matrimonio de la parroquia. Resultaron así, de los actos de matrimonio, 163 agentes sociales adicionales del grupo “Gente blanca” (78,5%), 10 agentes sociales presumiblemente “Gente blanca” (5%), 34 agentes sociales del grupo “Gente de servicio” (16%) y un agente social de grupo étnico no identificado (0,5%). Se trabajó seguidamente con los libros de bautismos. En cada acto de bautismo, si los padres del niño bautizado no tenían ya un número de nodo asignado, se les asignó un nuevo número, igualmente a los padrinos. Si los padrinos eran de la misma “casa” o unidad doméstica, se colocó sólo un vínculo, al igual que hiciera Rincón Rubio (“Redes sociales, capital y cohesión social …”, pp. 13-14) para las redes generadas a finales del antiguo régimen. En cuanto al grupo étnico, a los padres del niño, si no tenían ya grupo étnico asignado, se les asignó el grupo étnico del libro en cuestión. A los padrinos, si no tenían ya grupo étnico asignado, se les asignó grupo étnico de la siguiente forma: si tenían el mismo apellido de los padres del niño bautizado se asumió que eran parientes consanguíneos y se les asignó el mismo grupo étnico de aquéllos. Si no tenían el mismo apellido de los padres del niño bautizado se consideró que los padrinos de bautismo de niños del grupo “Gente blanca” pertenecían presumiblemente al mismo grupo étnico de “Gente blanca”. Ello con base en el hecho de que para el año 1834, los padres que pertenecían al grupo de la “Gente blanca” escogían abrumadoramente a individuos de su mismo grupo étnico como padrinos para sus hijos (así sucedió en un 87% de los bautismos de este grupo celebrados en dicho año), práctica ésta que se asumió continuaría en los años 1834-1841. Por otra parte, los padrinos de bautismo de niños del grupo “Gente de servicio” se consideraron de grupo étnico no identificado; ello debido a que, aunque era muy frecuente en la parroquia hasta el año 1834 que individuos del grupo “Gente de servicio” escogieran como padrinos de sus hijos a individuos de su mismo grupo étnico, también podían escoger como padrinos a individuos del grupo “Gente blanca”. Resultaron así, de los actos de bautismo, 132 agentes sociales adicionales del grupo “Gente blanca” (42%), 100 agentes sociales presumiblemente “Gente blanca” (32%), 55 agentes sociales del grupo “Gente de servicio” (17%) y 30 agentes sociales de grupo étnico no identificado (9%). Un 19% del total de agentes sociales “Gente blanca” correspondió a casos considerados como pertenecientes presumiblemente a dicho grupo étnico según los criterios antes identificados. La distribución final de grupos étnicos para los 763 agentes sociales fue la siguiente: 482 agentes sociales del grupo “Gente blanca” (63,2%) y 114 agentes sociales presumiblemente “Gente blanca” (14,9%), para un total de 596 agentes sociales que fueron considerados como “Gente blanca” (78,1%), 122 agentes sociales del grupo “Gente de servicio” (16,0%) y 45 agentes sociales de grupo étnico no identificado (5,9%). A lo largo de este trabajo, siempre que se hable de “Gente blanca” se estará haciendo referencia a todos los agentes sociales asignados a este grupo étnico con base en los criterios arriba descritos. Sin embargo, para propósitos ilustrativos, en el sociograma representativo de la red social de compadrazgo bautismal se identificó con un color diferente (color rosado o magenta claro) a los padrinos de bautismo presumiblemente del grupo “Gente blanca”, para diferenciarlos de aquéllos que se consideraron como “Gente blanca” por aparecer como cónyuges y padres de cónyuges, o como padres de niño bautizado en actos registrados en libros identificados como de “Gente blanca”, o que compartían apellidos con estos (identificados en el sociograma como nodos de color magenta).

23Rincón Rubio, “Orígenes y consolidación de una parroquia rural en la provincia de Maracaibo: La Inmaculada Concepción de La Cañada, 1688-1834”, p. 40.

24Rincón Rubio, “Los objetos domésticos en la parroquia rural Inmaculada Concepción de La Cañada, …”. Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), pp. 147-164.

25Rincón Rubio, La Inmaculada Concepción de La Cañada. Orígenes, estructura familiar…, p. 142.

26301 de los bautismos de “Gente blanca” y 25 de los bautismos de “Gente de servicio” correspondieron a eventos realizados en los años 1839-1841, los cuales fueron registrados en un libro común para todos los grupos étnicos de la parroquia. En los actos de bautismo registrados en dicho libro se identificó a ciertos individuos como pardo, indio o esclavo, y para otros no se indicó el grupo étnico. En estos casos, la asignación de grupo étnico a los padres del niño bautizado se realizó clasificando como “Gente de servicio” a todos los individuos identificados como pardo, indio o esclavo, y como “Gente blanca” a aquéllos para los que no se indicó ninguna categoría étnica.

27Para generar este grafo se utilizó el algoritmo “ForceAtlas2” incluido en el software libre Gephi, el cual es un algoritmo dirigido por fuerzas: los nodos se repelen unos a otros como imanes y las aristas atraen a los nodos como resortes; partiendo de un estado inicial, estas fuerzas crean un movimiento que converge hacia un estado balanceado. El lugar de cada nodo en la red no corresponde a ningún espacio geográfico. En el gráfico resultante los nodos mejor conectados tienden a situarse hacia el centro de la red, mientras que los más aislados se sitúan hacia la periferia de la misma; las proximidades estructurales se manifiestan en proximidades visuales, y estas proximidades indican comunidades de nodos vinculados entre sí (cf. Mathieu et al., “ForceAtlas 2. A Continuous Graph Layout Algotihm for Handy Network Visualization”).

28Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, p. 27.

29 Guerra, Modernidad e Independencias, pp. 88-89.

30Ibíd., p. 89.

31 Pineda Morán, Acuerdos, Ordenanzas y Resoluciones de la Diputación Provincial de Maracaibo (1830-1856).

32 Cabrera y Berbesí, “Pensamiento moderno y opinión pública en Maracaibo (siglos xviii-xix)”, pp. 526-530. Bermúdez Briñez, Vivir en Maracaibo en el siglo xix, pp. 38-47.

33 Bermúdez Briñez, Vivir en Maracaibo en el siglo xix, p. 45.

34Como se constata en este trabajo, cuando los habitantes de la parroquia establecían alianzas asociadas a la institución del bautismo con agentes sociales foráneos, lo hacían principalmente con residentes de la ciudad de Maracaibo. Por otro lado, los productos de la actividad agropecuaria en la parroquia La Cañada que no se consumían localmente eran comercializados principalmente con la ciudad de Maracaibo (Rincón Rubio, “La economía en la región histórica zuliana: caso la Cañada de Urdaneta (1834-1926)”, p. 100).

35Para los años 1826-1834 los habitantes de la parroquia La Cañada se habían alejado de la exuberancia onomástica característica de finales del período monárquico, disminuyendo también la proporción de recién nacidos bautizados con los nombres de la Virgen María y de San José, que había sido abrumadora a finales del Antiguo Régimen. Ello habría sido reflejo de una erosión del fervor religioso popular, particularmente de un debilitamiento de las creencias populares sobre el poder de santos y vírgenes para interceder en los asuntos terrenales, con un debilitamiento de la influencia de la Iglesia sobre las representaciones colectivas de los habitantes de la parroquia a medida que avanzaba el siglo xix. Adicionalmente, para el año 1834 se habían dejado de acatar en la parroquia las disposiciones eclesiásticas de abstinencia sexual en Adviento y se habían erosionado dichas disposiciones correspondientes a la Cuaresma en comparación con lo observados para finales del siglo xviii, todo lo cual indicaría una cierta erosión en la observancia de los preceptos cristianos de la feligresía de la parroquia La Cañada para la segunda década republicana (Rincón Rubio, La Inmaculada Concepción de La Cañada, orígenes, estructura familiar…, pp. 126-131, 236-245) .

36Rincón Rubio, La Inmaculada Concepción de La Cañada, orígenes, estructura familiar…, p. 215; “La economía en la región histórica zuliana: caso la Cañada de Urdaneta (1834-1926)”, p. 99.

37Barabasi y Albert, “Emergence of Scaling in Random Networks”, p. 7. Por ejemplo, un nuevo nodo que se une a la red tiene el doble de probabilidad de conectarse a un nodo existente que tiene el doble de conexiones que su vecino.

38Barabasi y Albert, “Emergence of Scaling in Random Networks”, p. 7.

39Hein, Schwind y König, “Scale Free Networks. The Impact of Flat Tailed Degree Distribution on Diffusion and Communication Processes”, pp. 269-271. Schnegg, “Reciprocity and the Emergence of Power Laws in Social Networks”, pp. 1071-1074. White et al., “Networks, Fields and Organizations: Micro-Dynamics, Scale and Cohesive Embeddings”, pp. 112-114.

40Mathieu et al., “ForceAtlas 2. A Continuous Graph Layout Algotihm for Handy Network Visualization”.

41Dado que un 19% de los agentes sociales del grupo “Gente blanca” correspondió a casos considerados como pertenecientes presumiblemente a dicho grupo étnico según se explicó en el apartado teórico-metodológico, la proporción real de agentes sociales de este grupo étnico entre los padrinos de bautismo pudo ser menor a la aquí indicada.

42Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, p. 30.

43 Hein, Schwind y König, “Scale Free Networks. The Impact of Flat Tailed Degree Distribution on Diffusion and Communication Processes”, p. 270.

44Valor calculado a partir de información en Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …” p. 26.

45Estudios etnográficos realizados en sociedades hispanoamericanas del presente indican que alrededor de 40% de los vínculos de compadrazgo bautismal que se establecen en el seno de una comunidad vienen a reforzar relaciones de parentesco ya existentes (White et al., “Conectividad múltiple, fronteras e integración: parentesco y compadrazgo en Tlaxcala rural”). La información disponible para este estudio imposibilita el realizar un análisis exhaustivo en este sentido, dado que no se conoce la estructura de parentesco existente en la parroquia La Cañada previo al año 1834.

46 Watts, “Networks, Dynamics and the Small-World Phenomenon”, pp. 495-498. Watts y Strotgatz, “Collective Dynamics of Small-World Networks”, pp. 440-442. Nakano y White, “The Large-Scale Network of a Tokyo Industrial District: Small-World, Scale-Free, or Depth Hierarchy?”, pp. 5-12. Latora y Marchiori, “Efficient Behavior of Small-World Networks”, p. 4.

47Rincón Rubio, “Redes sociales, capital y cohesión social …”, p. 36.

48El coeficiente global de agrupamiento y la distancia geodésica promedio de la red aleatoria fueron calculados como sigue: L red aleatoria = ln (N)/ln (2K/N), CA red aleatoria = 2K/N2 (Watts, “Networks, Dynamics and the Small-World Phenomenon”, pp. 501-502).

49Estrictamente hablando, la red de compadrazgo bautismal generada a finales del período monárquico no cumple con todos los criterios requeridos para ser una red de mundo pequeño, ya que la distancia geodésica promedio de la red es ligeramente menor al de la red aleatoria correspondiente, lo cual resulta en un cociente de distancias geodésicas ligeramente mayor a 1.

50José Gregorio Fereira y María Paula Rincón encabezaban en el año 1834 una unidad doméstica de 17 miembros. José Gregorio era criador de ganado, había desempeñado cargos públicos siendo alcalde primero de la parroquia elegido en el año 1825, alcalde también en el año 1837, y miembro de la junta curadora de instrucción en año 1839; participaba también en acciones comunitarias, siendo contribuyente y comisionado para el arreglo de los jagüeyes de la parroquia en el año 1840. En el año 1834 era propietario de 11 esclavos. Esta pareja gozaría de una posición económica privilegiada en la parroquia; María Paula Rincón, al momento de contraer matrimonio con José Gregorio Fereira en el año de 1806, introduce al matrimonio por concepto de dote la cantidad de 1.209 pesos y 2 reales en ganado mayor y menor, prendas de oro y una esclava. Al fallecer sus progenitores José Felipe Rincón y María Soledad Montiel, María Paula recibe dinero, ganado mayor y menor, fracciones de casas urbanas y de un hato, así como también muebles (Luis Rincón Rubio, “Sistema familiar y reproducción social…”, pp. 38, 62; La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), Maracaibo: Acervo Histórico del Estado Zulia, 2011, pp. 276, 290, 296; La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar…, pp. 100, 498).

51A modo de ilustración, Gaspar Pineda, criador de ganado, quien en 1834 encabezaba una unidad doméstica de 12 miembros, participaba en iniciativas de la comunidad, apareciendo como firmante en una representación que hacen vecinos y criadores de la parroquia al gobernador de la provincia de Maracaibo en el año 1837, pidiendo declarar nulos varios arrendamientos de tierras baldías (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), p. 279; La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar…, p. 528). Encarnación Carroz, quien en 1834 encabezaba una unidad doméstica de 19 miembros, era criador de ganado (para el año 1838 beneficiaba reses en la parroquia) y era considerado de credibilidad al ser llamado como testigo ante el juez de paz de la parroquia en 1854 en representación elevada por varios vecinos al juez 1º de paz de la parroquia, para hacer ver la imposibilidad en que se encontraban de contribuir con un empréstito que se les había asignado (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), pp. 286, 356; La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar …, p. 511). Domingo Urdaneta, quien en 1834 encabezaba una unidad doméstica de 15 miembros, era propietario de esclavos en el año 1843 (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), p. 94; La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar…, p. 521). Manuel Gutiérrez, criador de ganado, quien en 1834 encabezaba una unidad doméstica de 13 miembros, y quien sería alcalde parroquial en el año 1838 y años más tarde juez de paz de la parroquia Carmelo en el año 1858, participaba en iniciativas de la comunidad, apareciendo como firmante en representación que hacen vecinos y criadores de la parroquia en el año 1837 al gobernador de la provincia de Maracaibo, pidiendo declarar nulos varios arrendamientos de tierras baldías, y también en representación que envían los vecinos de la parroquia al gobernador de la provincia de Maracaibo en el año 1845 sobre lugares de residencia de los jueces de paz (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), pp. 89, 280, 320, 378; La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar…, p. 523). Camilo Rincón era propietario de tierras y criador de ganado mayor y menor, y había desempeñado diversos cargos públicos en la parroquia, entre ellos el cargo de alcalde en el año 1823 y nuevamente en el año 1830, mientras que en el año 1833 había ocupado el cargo de procurador general del cantón Maracaibo y en el año 1839 sería miembro de la junta curadora de instrucción pública de la parroquia. Así mismo, había participado activamente en diferentes asuntos de interés público en la parroquia, relacionados por ejemplo con el arrendamiento de tierras baldías (Rincón Rubio, La Inmaculada Concepción de La Cañada, Orígenes, Estructura Familiar…, pp. 99-100. La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), p. 279). Pedro Rincón, hijo de Camilo Rincón, sin ser médico graduado era el único que se encargaba del cuidado de los enfermos en la parroquia, y desempeñaría también cargos públicos, como por ejemplo los cargos de alcalde segundo parroquial y procurador de la parroquia (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), pp. 89, 97). Por su parte, Francisco Boscán, quien no residía en la parroquia La Cañada en el año 1834, figura como patrón de embarcaciones en los años 1851 y 1855, era propietario de ventorrillos en la parroquia en los años 1853 y 1855, y firma en el año 1852 una solicitud de sus hermanas Trinidad, Dolores, Juana y María Concepción Boscán, en la que éstas solicitan a la Diputación Provincial de Maracaibo el privilegio exclusivo para dar peleas de gallos en un local de su propiedad (Rincón Rubio, La Cañada de Urdaneta. Documentos para su historia (1836-1936), pp. 162, 164, 344, 360).

Recibido: 11 de Octubre de 2021; Revisado: 18 de Marzo de 2022; Aprobado: 30 de Mayo de 2022

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