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Medicina y ética

versión On-line ISSN 2594-2166versión impresa ISSN 0188-5022

Med. ética vol.34 no.3 Ciudad de México jul./sep. 2023  Epub 04-Oct-2023

https://doi.org/10.36105/mye.2023v34n3.06 

Reseñas

El día en que casi odié ser médico

José Manuel Guerrero Reyes* 
http://orcid.org/0000-0001-9050-818X

* Colegio de Bioética del Estado de Zacatecas, México. Correo electrónico: capacitacionbioetica@gmail.com

Rebollar González, R. C.. El día que casi odié ser médico. Consideraciones para el proceso legal en la medicina y otras eventualidades. México: Ediciones De La Parra, 2022.


El libro El día que casi odié ser médico fue publicado de manera digital en su segunda edición en 2022, en México, por Ediciones De La Parra. Esta es una obra de 207 páginas, autoría del Dr. Roberto Carlos Rebollar González, médico mexicano egresado de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, con especialidad en Cirugía General por la Universidad Nacional Autónoma de México.

El Dr. Rebollar González escribe este libro después de recibir una demanda legal en su contra, la cual, afortunadamente se resolvió a su favor; sin embargo, el proceso legal se prolongó por años, con el consecuente desgaste y afectación a su persona, a su prestigio profesional e, incluso, a su familia. No obstante, a pesar del trago amargo, el autor entiende el trance como una oportunidad de crecimiento personal y de perfeccionamiento de la práctica profesional.

La intención del autor con esta obra es la de visualizar la potencial amenaza de verse involucrado en una situación legal -justa o injusta- derivada de la práctica médica, lo cual es cada vez más frecuente en nuestros días y que, sin embargo y a pesar de ello, muchos de los que ejercemos la medicina no lo consideramos de manera seria, hasta que nos vemos inmersos en un problema similar.

Rebollar González invita no solo al médico, sino a todo personal de salud, a involucrarse en el conocimiento de los alcances legales de la práctica clínica, a fin de prevenir posibles conflictos legales. Claramente reconoce que la práctica de una medicina defensiva no es un camino deseable que deba fomentarse y establecerse per se, aun y cuando el riesgo es inminente ante el incremento de las demandas al personal sanitario, en un sistema legal plagado de injusticia y corrupción.

El autor realiza una crítica con respecto a la imagen pública del médico y de cómo ha perdido cada vez más respeto en la sociedad a la que pertenece, a tal grado que cada vez es más frecuente escuchar sobre agresiones al personal sanitario. Por otro lado, es claro al señalar cómo las falencias del sistema de salud público mexicano, también han contribuido al deterioro de la imagen del personal de salud y sobre cómo este sector ha sido utilizado, en múltiples ocasiones, para fines que van desde lo político hasta la manipulación social.

En su obra, el autor reconoce la mercantilización en que ha caído la práctica médica, sin caer en la generalización, puesto que considera que existe una gran cantidad de profesionales de la salud que, por plena vocación, continúan asistiendo al paciente dejando de lado lo económico para centrarse en el bienestar de la persona. Considera entonces, que tanto la mercantilización médica como las falencias del sistema de salud público mexicano y el propio actuar del médico, han contribuido a la pérdida de la confianza, al incremento de las demandas de los pacientes y al desprestigio de la práctica médica.

Ante esta situación, Rebollar González insiste en no olvidar nunca que, si bien la medicina es una disciplina basada en aspectos científicos, los cuales representan herramientas muy importantes para el correcto desempeño del profesional de la salud en la búsqueda por preservar o recuperar la salud de los pacientes, también debe resaltarse el rubro de la medicina que se considera como un arte, mediante el cual, en muchas ocasiones, si bien no se logra curar al paciente, sí nos permite aliviar su sufrimiento.

En su propuesta, el autor deja claro que, tanto el paciente como el personal de salud, son personas y merecen por ende protección, respeto y reconocimiento a su dignidad. De esta forma, enfatiza la necesidad de la humanización del acto médico, tanto por parte del profesional de la salud como por el paciente mismo, asumiendo que ninguno de los dos es infalible y que ambos tienen todo un contexto que les afecta, para bien o para mal, y que repercute en la relación que entre ellos se establece.

Rebollar González, más allá de lamentar la situación vivida, resalta la necesidad de fomentar una relación médico-paciente basada en la comunicación asertiva, veraz y oportuna. Reconoce en el acto médico, un vínculo entre dos personas (profesional de la salud y paciente) que se ayudan mutuamente con un objetivo en común, siempre con el máximo respeto a su dignidad e integridad.

Para el autor, la relación médico-paciente es la piedra angular de la práctica médica, por lo que invita a establecer una relación empática, que permita la recuperación de ese antiguo vínculo del personal de salud con sus pacientes que antaño era común y que rayaba en las esferas de la amistad.

En conclusión, se trata de una obra de fácil y amena lectura que pone sobre la mesa el aspecto legal de la práctica médica, el cual normalmente se ignora hasta que nos vemos inmersos en un conflicto legal que hace tambalear nuestra vida entera y que repercute no solo en nuestro prestigio profesional, sino en la tranquilidad de nuestras familias y nuestra propia salud mental.

Este libro invita a no ejercer una práctica médica a la defensiva, sino una práctica humanizada, capaz y de calidad, que permita una comunicación efectiva, sin olvidar los aspectos legales del ejercicio de las profesiones que se dedican al cuidado de la salud. No niega, sin embargo, el riesgo de que con el incremento de las demandas al personal de salud se pueda caer en una práctica sanitaria defensiva.

Por lo que, la propuesta del autor en cuanto a recuperar la antigua relación médico-paciente basada en la confianza mutua y en la empatía, que lleve a una comunicación efectiva y que permita brindar una atención humanizada, no sólo es la mejor defensa a la que el personal de salud puede apelar, sino que es una práctica deseable que permite identificar una relación horizontal entre dos o más personas que han coincidido en una época y lugar y que tratan de ayudarse mutuamente.

Es esta una obra que comparte el sentir del profesional de la salud como persona, que ha sentido en carne propia las falencias de nuestro sistema legal y que, en virtud de ello, intenta prevenir a otros para que no tengan que pasar por el mismo calvario, sin que ello represente el dejar de lado la vocación que nos llevó a estudiar las artes médicas, vocación que a pesar de los tropiezos sigue vigente y más fuerte que nunca.

Recibido: 12 de Diciembre de 2022; Aprobado: 18 de Enero de 2023

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