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Medicina crítica (Colegio Mexicano de Medicina Crítica)

versión impresa ISSN 2448-8909

Med. crít. (Col. Mex. Med. Crít.) vol.31 no.5 Ciudad de México sep./oct. 2017

 

Editorial

Terremoto en el centro de México

Central Mexico earthquake

Terremoto no centro do México

José Javier Elizalde González1 

Editor

1 Editor, INCMNSZ, México.


La madre naturaleza suele recordarnos de vez en vez su implacable y brutal poderío y potestad a través de huracanes, tormentas, tornados y sismos, entre otras hecatombes que han aquejado desde siempre a la humanidad. El pasado 19 de septiembre sufrimos en el centro del país un segundo terremoto magnitud 7.1, posterior al más intenso de los últimos 100 años registrado en México de magnitud 8.1 (según los nuevos criterios de medición) y que se originó en el mar frente a las costas de Chiapas y Oaxaca; tan sólo 12 días antes, el 7 de septiembre, dejando una estela de muerte y destrucción.

Este segundo sismo, aunque bastante menor en cuanto a la cantidad de energía liberada que el de 1985, ocasionó grandes daños reales y percibidos debido fundamentalmente a la cercanía con el epicentro, a tan sólo unos 120 Km de la capital del país, en los límites del estado de Puebla y Morelos y que por su proximidad produjo un mayor componente de «ondas de cuerpo A» con frecuencias más altas, que suelen afectar estructuras más bajas y cuyo efecto devastador en el Valle de México se concentró en la llamada «zona de transición» al sur de la Ciudad de México, que coincide con lo que fuera la orilla del Lago de Texcoco, así como en la colonial y centenaria Ciudad de Puebla y muchas otras poblaciones medianas y pequeñas de los estados de México, Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, por mencionar solamente las más afectadas.

Advirtiendo el escenario y contexto de las lamentables secuelas de dichos terremotos, el costo económico de la reconstrucción nacional será colosal, tanto por las edificaciones colapsadas en distintas regiones del país como por los daños estructurales de muchas otras que ameritarán trabajos mayores de reforzamiento y restauración o bien demolición, cuyo balance asciende desafortunadamente a miles. Dentro de toda esta tragedia nacional, la cara más sensible es desde luego la irreparable pérdida de vidas humanas, cifra aún no bien precisada por las autoridades gubernamentales, pero que tristemente se calcula que rondará en los cientos de personas, especialmente en la Ciudad de México donde las actividades de rescate prosiguen mientras escribo este texto.

Una de las diferencias mejor percibidas entre el desastre natural que acabamos de experimentar y el acontecido en 1985, es que en esta ocasión la sociedad mexicana así como sus instituciones se descubrieron mejor preparadas para afrontar con prontitud los hechos, siendo incontables los actos de heroísmo de la población civil, rescatistas y fuerzas armadas de la nación. Considero, sin embargo, que mucho falta por estudiar, discutir, analizar e incorporar en la medicina crítica del país en lo concerniente a la medicina de desastres, que ha ocupado hasta ahora una fracción comparativamente minúscula en el currículum del médico intensivista mexicano.

Por ello agradezco sinceramente a Ruth Kleinpeil, RN-CS, PhD, FCCM, presidente de la SCCM (Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos) de Estados Unidos de Norteamérica, su inmediata respuesta para conocer directamente el estado del escenario mexicano en las primeras horas del problema y la ayuda que al mismo tiempo ofrece a través de recursos y de voluntarios para responder a la emergencia, además de la información destacada especializada en medicina de desastres que pone a disposición de los intensivistas nacionales, la cual incluye capítulos del libro «Fundamentos del manejo de desastres» de la propia SCCM y que puede consultarse en línea de manera gratuita en: www.sccm.org/disaster, a saber:

  • Aumento de la capacidad de atención de pacientes críticos durante un desastre.

  • Desastres causados por fenómenos naturales.

  • El microcosmos de la unidad de cuidados intensivos en la respuesta médica a los desastres.

  • Preparación del profesional de cuidados críticos para atender un desastre: anticipando las condiciones para la atención.

  • ¿Qué es lo más importante?: el papel de la UCI durante un desastre.

Además de algunos Critical Care Podcasts que comparten lecciones aprendidas en los terremotos de Haití: SCCM Pod-173 PCCM: Pediatric Lessons from Haiti Earthquake de la Dra. Ericka L. Fink y SCCM Pod-122 Disaster Management in Haiti de Barbara McLean, ACNP, CCNS-NP.

Lo anterior constituye un modelo ejemplar de solidaridad y cooperación internacional en el área de la medicina crítica, que nos obliga aún más a ofrecer nuestro máximo y recíproco esfuerzo en aras de la sociedad más allá de las fronteras. Así como la sociedad mexicana se volcó espontánea y decididamente para brindar ayuda con sus manos o con distintos recursos a los caídos en desgracia, la comunidad de profesionales de la salud en la medicina crítica mexicana deberá seguir preparándose para afrontar cada vez con mayor energía y eficacia los desafíos del futuro.

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