Introducción
El manejo de la vía aérea (VA) se encuentra en constante cambio e incesantes avances; el uso de videolaringoscopios (VL) ha alcanzado y se ha consolidado como un nuevo “estándar” en el manejo de vía aérea difícil (VAD) esperada y no esperada. Existen un sinnúmero de artículos acerca de ventajas, seguridad y eficacia que otorgan. Sin embargo, también pueden ocasionar lesiones y complicaciones por las características de cada uno de estos. Se expone un caso de lesión de pilar amigdalino con el uso de VL “vividtrac”.
Los (VL) se han convertido en una herramienta accesible y útil que facilita el manejo de la (VA) en múltiples pacientes, con o sin factores de riesgo. Existen múltiples reportes de sus ventajas sobre la laringoscopia convencional, menor estimulo doloroso, no necesidad de reposicionar la cabeza del paciente para alinear los ejes de la VA, mayor tasa éxito en personal pre-hospitalario y estudiantes, visualización de las estructuras anatómicas en una pantalla digital, entre otras 1,2,3,4.
Existen en la actualidad múltiples VL que ofrecen diferentes ventajas y desventajas entre ellos, sin embargo, poco se habla acerca de las dificultades, complicaciones o lesiones que puede ocasionar. Presencia de signo de Kovac, (el cual describe la visualización del anillo cricoides y/o membrana cricotiroidea a través de las cuerdas vocales durante la videolaringoscopia, indicando que la pala está en una posición inadecuada y puede existir dificultad para la intubación), lesiones en paladar blando o incluso perforaciones, dificultad para intubar por falta de entrenamiento y conocimiento del equipo. Se expone un caso clínico de lesión en pilar amigdalino secundario a uso del VL “vividtrac”.
Caso clínico
Femenino de 24 años de edad, sin antecedentes de enfermedades crónico degenerativas, alergias o cirugías. Presenta diagnóstico de deformidad externa de la nariz y desviación de tabique nasal, programada para rinoseptumplastía. Peso 55 kg, talla 1.62 cm. Signos vitales previos a cirugía, monitorización tipo I con presión arterial (PA) 110/65 mm Hg, frecuencia cardiaca (FC) 67 lpm, frecuencia respiratoria (FR) 14 rpm Saturación de oxigeno periférico (SpO2) 98%. Previa desnitrogenización. Inducción endovenosa con midazolam 2 mg, fentanilo 200 μg, rocuronio 30 mg, propofol 110 mg. Latencia de cinco minutos. Se realiza intubación utilizando VL “vividtrac” para adultos. Se realiza colocación de tubo orotraqueal, con diámetro interno de número siete a través de dispositivo realizando maniobra al primer intento. Sin embargo, al retirar dispositivo de cavidad oral, se observa sangre en extremo distal de la pala. Se informa al departamento de otorrinolaringología; se verifica sangrado siendo el cual no es profuso; una vez terminada la cirugía se coloca abrebocas tipo Mc Ivor, donde se valora lesión lineal de 1.5 cm aproximadamente en el pilar amigdalino derecho; sin afectación profunda, muscular o de alguna otra estructura; únicamente se aplica hemostasia bajo presión directa. (Imagen 1 y 2). Cirugía llevada a cabo satisfactoriamente, sangrado de 50 cc, se retira el tubo traqueal sin otro incidente o accidente. En evento post-quirúrgico, se evalúa paciente, la cual únicamente refiere dolor retrofaringeo de leve intensidad, Escala Numérica Análoga 3/10, sin presencia de sangrado, alteración en deglución o sangrado. Se otorga alta hospitalaria a las 24 horas.
Discusión
La era de los VL ha marcado una pauta en el manejo de la VAD anticipada y no anticipada; tal ha sido su impacto que desde el año 2015 se encuentran en las guías de la Sociedad de Vía Aérea Difícil (DAS, por sus siglas en inglés) [5], [6]. En diferentes estudios, el uso de VL ha demostrado mejoría en visualización, porcentaje de intubación al primer intento y disminución de intubaciones esofágicas. Son conocidas las bondades que ofrecen, sin embargo como todo equipo médico, es necesario el conocimiento y entrenamiento previo a la utilización de estos dispositivos, debido a que cada uno de estos presenta características particulares [7]. En el año 2016, Greer y colaboradores [8] realizaron una revisión de lesiones a nivel laríngeo por el uso de VL, donde encontraron únicamente 20 reportes de caso asociadas a estos dispositivos. Las lesiones son producidas por desconocimiento del equipo, la técnica utilizada, desconocimiento del signo de Kovac y por la visualización indirecta que ocasionan estos dispositivos, cada uno con sus propios “puntos ciegos”. Se estima que el porcentaje de lesión bajo laringoscopia convencional en pared laríngea puede ser de 0.015% comparado con el 0.234% de lesión con VL [8], [9]. La mayoría de las lesiones en cavidad oral y paladar, rara vez necesitan intervención quirúrgica, sin embargo es importante la detección de estas para evitar una complicación mayor [8]. No se encontró en la literatura otro caso de lesión de VA con el dispositivo “vividtrac”.