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Cuicuilco. Revista de ciencias antropológicas

versión On-line ISSN 2448-8488versión impresa ISSN 2448-9018

Cuicuilco. Rev. cienc. antropol. vol.27 no.77 Ciudad de México ene./abr. 2020  Epub 24-Mar-2021

 

Reseñas

Como los tumbos del mar. La música de artesa de El Ciruelo, Oaxaca

José Andrés García Méndez1  * 

1Escuela Nacional de Antropología e Historia, México

Vargas García, Andrea Berenice. Sueño que tanto soñé… Los Reyes del Fandango. La artesa de El Ciruelo. 1ª. edición. Fonoteca INAH, INAH, Secretaría de Cultura, Testimonio Musical de México 71, México: 2019.


La fonoteca del INAH tiene una amplia trayectoria en la labor de grabación, difusión e investigación de la música tradicional de diversas regiones de nuestro país, sin embargo, en sus 73 fonogramas producidos hasta la fecha, ninguno lo había dedicado al son de artesa, a la práctica musical característica de la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero, y aun cuando ya había publicado otros fonogramas (21, 33, 34 y 38) dedicados a la música de población afrodescendiente, éstos se enfocaban más en el género de la música de chilena y corridos.

El fonograma 71 al que haremos referencia (CD y libro) se centra en la práctica musical de la artesa de la población de El Ciruelo, en Pinotepa Nacional, Oaxaca; que, junto a la población de San Nicolás en el estado de Guerrero, son las únicas comunidades que actualmente continúan con esta tradición musicodancística.

La producción de este CD, es el resultado de una iniciativa de investigación de la antropóloga Andrea Berenice Vargas García y de la solicitud del músico cirueleño Efrén Mayrén Santos, quien estaba interesado en grabar una serie de sones compuestos por él y que hasta el momento no se habían registrado en algún disco.

La antropóloga Vargas García llevaba varios meses trabajando en la comunidad de El Ciruelo acerca de temas sobre la música, la identidad y política entre población afrodescendiente, y es a partir de un vínculo personal que establece con los músicos y bailadores de la agrupación de son de artesa que logró desarrollar un proyecto de grabación en campo, lo que implicó una ardua labor de organización y coordinación de todos los participantes, ya que todos cumplían con diferentes actividades, horarios y calendarios, sobre todo en lo referente a bailadoras y bailadores.

En torno al trabajo artístico de estos últimos, es importante señalar el reciente fallecimiento de Dulce María Santos Sandoval el 28 de enero del 2019, bailadora y versadora de Los Reyes del Fandango, una mujer amable, solidaria, de gran fortaleza, que aportó muchísimo a la continuidad y difusión de esta práctica musical. El sueño de don Efrén, de recuperar el son de artesa, le debe mucho a la enorme habilidad de Dulce, y a ella está dedicado este fonograma que no alcanzó a escuchar aquí, pero seguramente la fuerza de esta música llegará hasta sus oídos en donde esté.

El CD está integrado por 11 temas inéditos, composiciones de Efrén Mayrén Santos, acompañado de un libro de 207 páginas, escrito por la antropóloga Andrea Berenice Vargas García, quien realizó la investigación necesaria para llevar a cabo el presente trabajo. Este CD se realizó por iniciativa y solicitud del propio don Efrén y los músicos del fandango de la artesa, el cual se llevó a cabo con el apoyo del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), quienes contribuyeron con el transporte y equipo de grabación necesario (computadora, mezcladora, micrófonos, bases, cámaras, etcétera) y con el apoyo de alumnos y profesores de Etnohistoria de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), para la grabación en campo.

La primera etapa de grabación se hizo durante la segunda semana del mes de septiembre de 2014, en condiciones climáticas difíciles, incluso para los mismos habitantes de El Ciruelo, familiarizados con el clima de la zona, debido a que hubo que lidiar con una temperatura de 40º C, en un espacio cerrado cubierto con techo de lámina de metal, una acústica poco favorable y un alto grado de humedad, condiciones que provocaron que fuera sumamente complicada la grabación. Para lograrlo se tuvo que establecer una rotación para los bailadores, que no cabían juntos en el espacio que se consiguió, y evitar así que sufrieran de deshidratación, lo que suscitó que en muchas ocasiones tuvieran que permanecer al interior de la casa, junto con los antropólogos en cuestión. Sin embargo, gracias a la gran disposición de los participantes y al estoicismo de músicos y antropólogos se pudo llevar a buen término la grabación.

En una segunda etapa los avances de la grabación permitieron que se pudiera poner a consideración de los músicos para su revisión, quienes decidieron realizar una segunda grabación de algunos de los temas, hasta lograr los resultados deseados, que se podrán apreciar en el disco que ahora presentamos.

El retraso en su edición fue otro de los temas que hubo que superar debido a complicaciones internas y carencia de recursos de las instituciones de gobierno, que finalmente fueron allanadas gracias a la disposición del director de la Fonoteca del INAH, quien siempre se mostró interesado por la realización del CD.

Sobra decir que, el fonograma es una muestra muy clara de lo que se puede hacer desde la antropología de la música, el análisis de una práctica musical sin quedarse en lo estrictamente sonoro, además, es importante mencionar, que resulta apenas una muestra de lo mucho que aún queda por hacer.

En uno de los sones, don Efrén Mayrén afirma: “Somos una organización, no somos una aventura, pegado a la tradición, para realizar la cultura”. Sin embargo, la autora nos dice, sin afán de contradecir a Efrén, “el fandango de artesa es una invención, una aventurada invención”, no como algo cuestionable sino como actividad creadora, imaginativa, que transforma. La música, su práctica, sus funciones, aprendizaje, etcétera, es algo que está en permanente creación y recreación, como se muestra claramente en el texto que acompaña al disco.

Al respecto, yo afirmaría que la presente grabación y su texto correspondiente son una doble aventura; por un lado, de don Efrén y los músicos y bailadores de El Ciruelo y, por otro, de la antropóloga que se aventura a realizar una grabación de campo para dar a conocer un sueño e intentar hacerlo realidad, pero también por atreverse a cuestionar los argumentos de los especialistas en la población afromexicana, cuyo discurso, por pura autoridad, se aceptaba sin más. Éste es un buen ejemplo del quehacer antropológico cercano a las personas con las que se interactúa. Que además parte de una posición crítica sumamente necesaria, sobre todo ahora que se ha dado el reconocimiento constitucional de la población afromexicana y que muchos académicos se encargan de distorsionar su realidad, la autora asume con todo valor y claridad: “no me adhiero al pensamiento que apuesta por una herencia abstracta africana trasplantada, sin más, de un continente a otro”.

Esta postura fue la que le permitió llegar a la realización de esta grabación, que sueña, junto a los músicos, bailadoras y bailadores, al son de la artesa como una aventura, con una prolongada y variada expresión de convivencia humana.

Esto resulta importante si consideramos que desde los años 80 del siglo pasado se inicia el intento de recuperación del fandango de la artesa, en San Nicolás Tolentino, Guerrero y El Ciruelo, Oaxaca, con una postura que resulta más que cuestionable, al centrarse en la búsqueda de los elementos “propiamente africanos” de las poblaciones costeñas, entre ellos la música, la danza, el lenguaje, etcétera.

La selección de los temas fue hecha por el propio Mayrén y la grabación contó con la aprobación de los músicos que participaron en ella (Primitivo Efrén Mayrén Santos, tambor y voz; Vicente Salinas Herrera, violín; Tirso Pablo Salinas Palacios, violín; José Luis Torres “cheli”, guitarra sexta). La cual, como toda grabación de campo, hecha con equipo técnico mínimo y en un espacio no del todo apropiado para ello, puede presentar algunas deficiencias, que no restan valor etnográfico e histórico al material registrado (un ejemplo de esto fue la guitarra utilizada en la grabación).

La interpretación se hizo con el conjunto instrumental que ha caracterizado al fandango de El Ciruelo: violín (Tirso y Vicente), guitarra (José Luis “Cheli”), cajón (Efrén), artesa y voz (Efrén y Dulce). Por otro lado, el disco y algunos de los testimonios del propio don Efrén complicarán mucho la labor de etnomusicólogos y antropólogos, que llevan años discutiendo la diferencia entre chilenas y sones, y viene don Efrén a describirnos sus composiciones como “sones-chilenas”, pero sean sones o chilenas o la mezcla de ambas, siempre invitan a zapatear y disfrutarlas.

Los temas nos hablan de amor, de desamor y de la vida cotidiana de los costachiquenses, pero también de reclamos y denuncias por la marginación, la pobreza, la discriminación, así como de anhelos y sueños. Por ejemplo:

  1. Los negros de la Costa, recitado por don Efrén, en el que nos hace un recorrido geográfico a través del cual afirma su pertenencia costachiquense y su vínculo con los pueblos de la región. A la vez que hace un reclamo por la exclusión, en la fiesta de la Guelaguetza, del son de artesa. “Acá en la costa se baila, el fandango de artesa, también queremos bailar, allá en la Guelaguetza”.

  2. El fin: El fandango de artesa homenaje a Oaxaca y a Rogelio Calvo, maestro musical de don Efrén.

  3. Los Reyes del Fandango: “Somos una organización, no una aventura…”. Auto homenaje a la agrupación artesera de El Ciruelo.

  4. Oaxaca, México: Relato de la participación que tuvieron en el 2010, en el Smithsonian Folklife Festival en Washington D.C., Estados Unidos.

  5. Susana: reconocimiento al apoyo recibido de Susana Harp.

  6. Felipe Calderón: Un abierto reclamo de justicia. “en ésta se manifiesta el reclamo, la exigencia del reconocimiento. Contra la incertidumbre: la tradición musical”.

  7. Mi último deseo” (son chilena): “Tres cosas traigo en el alma, con las que tanto soñé, mis sueños se han realizado, hoy mismo se los diré, pronto lo van a escuchar”, es el fandango de la artesa, el Trío Santa Quilama y la Orquesta Reyna del Mar. Las tres agrupaciones de las que don Efrén ha formado parte. A decir de la autora: “es un son chilena en el que don Efrén se confiesa, entre sereno y sosegado (…) las tres agrupaciones son la viva muestra de sus sueños materializados. Nos cuenta no sólo de los logros obtenidos, sino del carácter solitario de este artesero, que teme ser el único -el último- interesado y comprometido en rescatar esta música”.

Un gran acierto y aporte del fonograma es que incluye una semblanza de cada uno de los participantes en la grabación, músicos, lauderos, bailadores y bailadoras, aspecto que es sumamente raro encontrar en muchas de las grabaciones de música tradicional, en donde la vida de los músicos, fuera de la música, pareciera no importar. El texto nos permite ubicar a los participantes como lo que son, como seres humanos.

¿Se hizo realidad su sueño?... La autora nos dice: “Fue hace más de 20 años cuando Primitivo Efrén Mayrén Santos vio su tan soñado sueño hacerse realidad: que aquel ritmo costeño de ‘la negrada’ -como él mismo ironiza- volviera a escucharse, tocarse y bailarse en El Ciruelo, igual que tantos años atrás, cuando era niño y lo vio por primera vez”. “El camino recorrido hasta ahora no ha estado exento de obstáculos y queda mucho por hacer para no ver ese sueño defraudado… ¿qué le deparará el futuro al fandango de artesa? Más aún, ¿qué le deparará a los cirueleños y cirueleñas que viven, gozan y sienten esta tradición musical?” Quizá sólo don Efrén lo pueda responder, mientras, que la música de la Costa Chica siga sonando, como los tumbos del mar.

Sueño que tanto soñé

Se me hizo realidad

Que el fandango de artesa

Lo pudiéramos rescatar

Y en el pueblo de El Ciruelo ¡siempre vamos a bailar!

El sueño que tú soñaste

Yo también lo soñé igual,

Que el fandango de artesa

Se pudiera rescatar.

¡ahora ya se rescató

¡Y todos vamos a bailar!

Así, pues ¡escuchen y disfruten! del son de la artesa de El Ciruelo.

REFERENCIAS

Ruiz, Carlos 2004 Versos, música y baile de artesa de la Costa Chica. San Nicolás, Guerrero y El Ciruelo, Oaxaca. El Colegio de México. México. [ Links ]

Vargas García, Andrea Berenice 2015 “Sueño que tanto soñé…” La recuperación del fandango de artesa en El Ciruelo, Costa Chica, Oaxaca, tesis de licenciatura en antropología social, Escuela Nacional de Antropología e Historia. México. [ Links ]

*Contacto de correspondencia. Correo: dossikuris@yahoo.com.mx

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