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Anuario de letras. Lingüística y filología

versión On-line ISSN 2448-8224versión impresa ISSN 2448-6418

Anu. let. lingüíst. filol. vol.9 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2021  Epub 29-Nov-2021

https://doi.org/10.19130/iifl.adel.2021.1.00289 

Reseñas

Carmen Isasi Martínez, Leyre Martín Aizpuru, Santiago Pérez Isasi, Elena Pierazzo y Paul Spence, Edición digital de documentos antiguos: marcación XML-TEI basada en el criterio CHARTA, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2020, 106 pp. (Colección Lingüística núm. 58). ISBNe 978-84-472-2204-9.

aUniversidad Nacional Autónoma de México, México, idanelym@gmail.com

Isasi Martínez, Carmen; Martín Aizpuru, Leyre; Pérez Isasi, Santiago; Pierazzo, Elena; Spence, Paul. Edición digital de documentos antiguos: marcación XML-TEI basada en el criterio CHARTA. Sevilla: Universidad de Sevilla, 2020. 106p. Colección Lingüística núm. 58, ISBN: 978-84-472-2204-9.


Los manuscritos son una herramienta invaluable porque llevan plasmados entre cada una de sus fojas un cúmulo de información, ésta se convierte en la única prueba que atestigua el modo como se fueron dando los hechos sociales y culturales. Asimismo, por su naturaleza, los documentos son un abanico que abre un sinfín de posibilidades para su análisis y para los distintos enfoques. Así, desde el punto de vista del área que me ocupa diré que, para la lingüística son y serán el eje cardinal, puesto que sirven para identificar y estudiar los distintos procesos y fenómenos lingüísticos y extralingüísticos que se dieron para configurar el lenguaje en su diacronía y sincronía.

Ahora bien, para alcanzar la meta de estudio no basta simplemente con construir un corpus, sino que tenemos que encontrar o proponer mecanismos tecnológicos que nos ayuden para codificarlos a partir del formato de su transcripción y hacer búsquedas y estudios mucho más productivos. Bajo esta perspectiva, contamos ahora con una excelente obra, la cual es el resultado de muchos años de investigación y de un trabajo colaborativo e interdisciplinario conformado por distintos grupos. Consta de una introducción, dos capítulos, ambos están divididos en apartados, unas reflexiones finales, cuatro apéndices y una amplia y actualizada bibliografía, este contenido es la materia prima que constituye el libro Edición digital de documentos antiguos: marcación XML-TEI basada en el criterio CHARTA.

La introducción funciona como el telón de fondo para darnos a conocer cómo se fue dando el proceso de la transformación de los criterios de la edición de la Red CHARTA a los estándares del metalenguaje XML-TEI en su versión P5. Su historia comienza en el 2009 con una propuesta titulada “Proyecto piloto CHARTA-TEI” y con la financiación gubernamental, este hecho fue la punta del iceberg, pues sirvió para que en el marco de tres reuniones que sostuvieron los autores, se cuestionaran no sólo acerca de la utilidad, sino también de la funcionalidad de las marcas propuestas y, posteriormente, dieran paso a estudiar la estructura general del modelo de marcación tomando en cuenta los distintos casos de edición que se contemplan en los criterios CHARTA. En el año 2012 se enfocaron en dos aspectos: realizar pruebas de marcación sobre textos y verificar la validez de las etiquetas propuestas, mientras que durante el 2013 se centraron en hacer una serie de observaciones, ajustes y mejoras al programa piloto para después realizar pruebas de etiquetado en los corpus SAI y GEDHYTAS. Ya en el 2014, y para consulta de los miembros de la Red CHARTA, contaban con la publicación en su página web de la introducción teórica y la ejemplificación con la finalidad de generar, dentro de la comunidad de investigadores, discusiones en torno a su aplicación y utilidad. Huelga decir que, a pesar de que la Red no ha tomado como criterio general la marcación TEI en la edición digital, sino que está de forma parcial, ya desfilan trabajos publicados que van desde el 2014 hasta el 2019. Derivado de lo anterior, actualmente se han centrado en hacer cinco ajustes, en los siguientes aspectos: 1. Revisión de las etiquetas y schema para el etiquetado a la luz de las soluciones vigentes en las TEI Guidelines. 2. Inclusión de nuevos ejemplos. 3. Reestructuración de contenidos. 4. Actualización de referencias (corpus relacionados, bibliografía concerniente a la propia guía, etc.). 5. Corrección de erratas.

El segundo aspecto corresponde a los objetivos que sintetizo así: si bien es cierto que nos encontramos inmersos en el universo digital, este punto es una fuerte razón para emplear la propuesta TEI, ya que este recurso nos proporciona beneficios en la esfera de la edición digital, puesto que con esta herramienta se obtiene una codificación de los textos, se pueden extraer datos e incluso la publicación digital.

El punto tres se ciñe en presentar datos pormenorizados con respecto a las implicaciones metodológicas en: i. el uso de TEI, ii. la marcación en fuente única (FU) y iii. las visualizaciones, debido a que fueron los principales ejes que sufrirían un efecto a causa de la metodología. Los resultados muestran que su aprovechamiento desencadena grandes ventajas, por un lado, se cuenta con una gran colección de etiquetas, las cuales encierran fracciones de texto que benefician tanto la parte estructural como la semántica y, a la vez, se pueden separar tanto los mecanismos de elaboración, así como “el análisis de un texto de su posible o posibles presentaciones […] puesto que TEI no entiende la marcación como un proceso técnico, en el sentido de la informática, sino como una extensión de las facultades del filólogo o editor, que emplea herramientas del siglo xxi” (p. 11). Por el otro, lo relativo a la FU, en este sentido lo que hicieron fue codificar las versiones paleográficas (TP) y crítica (PC) en un sólo texto XLM-TEI, posteriormente llevaron a cabo la separación en la fase de presentación. Los resultados son favorables, puesto que “mientras un documento creado según los criterios de CHARTA representa, a la vez, su fase de preparación y su presentación final, un documento preparado en XML-TEI en FU marca una distinción muy clara entre su representación y su presentación” (p. 11). Asimismo, para concluir este punto, los autores proporcionan un listado minucioso con los resultados de la investigación en la parte teórica y práctica, acompañado de dos imágenes que sirven de apoyo para contextualizar. Para destacar la importancia del punto iii, con base en una serie de ejemplos que comprenden las imágenes marcadas con los números 3 a 9, queda expuesta una de las ventajas de la marcación XML, la flexibilidad para poder percibir aspectos de un documento, cito tres que son de vital importancia: se puede visualizar un fragmento de un índice de formas abreviadas; o bien una visualización experimental que muestra la estructura de las líneas y contrapone formas originales / normalizadas, y, por último, permite ver la transformación (automática) del texto marcado en CHARTA / versión Presentación Crítica.

El cuarto aspecto está enfocado en presentar los seis corpus que conforman el material que hasta el momento han utilizado para el análisis y para los ejemplos, de cada uno se ofrece una breve descripción y a pie de página se incluye la dirección electrónica. La periodicidad va desde el siglo xiii hasta el xix. Sirvan los datos, que extraigo de manera textual de la página 17, como muestra. El Corpus Histórico del Español Norteño (CORHEN), realizado en el marco del proyecto El castellano norteño en la Edad Media del grupo GHEN es un corpus creciente de documentación particular medieval de las variedades castellanas norteñas. Se concibe como una publicación seriada integrada por diferentes colecciones documentales. Su objetivo principal es servir de base para el estudio y la reconstrucción de la historia del castellano desde sus primeras manifestaciones escritas, con un número representativo de antecedentes latinos e híbridos latino-romances.

De manera atinada cierran esta parte de la introducción, dos puntos. Mientras que en 5 plantean, grosso modo, el tipo ideal de usuario, es decir, investigadores y especialistas involucrados en la edición y en el análisis filológico de manuscritos antiguos, también consideran oportuno el empleo de este material en documentación fuera del ámbito hispánico, ya que sería muy productivo. “Consideraciones complementarias” es el título de 6, aquí los autores presentan una serie de ideas, en el presente y para el futuro, que estriban no sólo en precisar el objetivo una vez más, sino en hacer hincapié en que el uso de este modelo es un instrumento para la preservación y recuperación de los manuscritos. También, subrayan que, derivado de sus análisis las puertas se abren hacia otro entorno, pues han considerado la idea de crear índices y estudios prosopográficos o topográficos, así, bajo estos atisbos están ciertos que la mirada de estudio debe ser integral al grado de ir más allá de TEI y explorar METS o RDF. De igual manera, han destacado cuatro puntos como tareas con miras a resolver en el futuro. Traigo a colación la segunda que me permito citar de la página 19 “Sopesar la conveniencia de castellanizar el vocabulario de la marcación, acción limitada en esta guía al valor de los atributos (por ejemplo: <del type=“tachado”>”.

El capítulo II lleva por título Guía de etiquetado y es la base sustancial del libro. Está dividido en tres partes, las dos primeras cuentan con subapartados y cada uno va acompañado de ejemplos prácticos que ilustran cada proceso de edición, la tercera comprende las reflexiones finales. Con estas premisas, veamos brevemente los dos extensos apartados comenzando primero con Estructura principal de un documento CHARTA-TEI. Aquí se presenta una detallada descripción de cómo se debe aplicar la marcación TEI a la cabecera de un documento, esto es, contar con la plena identificación de los metadatos, ya que cada uno de los datos vertidos será codificado por cada uno de los componentes del programa TEI. El mayor provecho que podemos obtener en esta sección se ciñe en destacar la gran cantidad de etiquetas con las que cuenta esta herramienta. Por ejemplo, la primera parte correspondiente a la estructura principal de la cabecera, la constituyen cuatro componentes muy importantes a saber: ˂fileDesk˃, ˂encodingDesk˃, ˂profileDesk˃ y ˂revisionDesk˃ y, a su vez, son otros elementos los que conforman a cada uno de estos, v. gr. ˂fileDesk˃ contiene como mínimo ˂titleStmt˃, ˂publicationStmet> y <SourceDesc>. Para cada uno, se cuenta con una descripción minuciosa de su función y utilidad. Cierran los autores esta primera parte presentando un cuadro, a manera de resumen, que permite establecer una clara conceptualización del modelo CHARTA-TEI vertido en la cabecera de un documento.

En lo que concierne al segundo, el tema de la edición es el hilo conductor, son seis apartados breves incluidos los ejemplos e imágenes y para cerrar unos comentarios finales. En cada uno de los subtemas se describen, de manera clara y didáctica, los pasos que nos permiten seguir progresivamente el empleo del etiquetado en cada sección que compone al manuscrito tomando en cuenta las versiones TP, PC y FU; no obstante también los autores exponen limitaciones o problemas que pueden surgirle al editor a la hora de etiquetar con TEI, o en el mejor de los casos mostrar que se puede contar con marcas que favorecen al documento, las cuales no se tienen contempladas en los criterios CHARTA, pero pueden enriquecer las decisiones editoriales, como es el caso de 2.3. “Se puede marcar la certeza del editor en los casos en los que interesa poner de relieve que su intervención encierra un margen de error o inseguridad, como desarrollos dudosos de abreviaturas, enmiendas de errores o interpretación problemática de alguna grafía del original” (p. 72). Como parte de los comentarios finales, los autores no dan por sentado que todo el análisis ha quedado cubierto, sin duda alguna están conscientes que como parte del proceso y dada la naturaleza, complejidad y riqueza de cada uno de los manuscritos, de este escenario resultarán, como fruto de la experiencia, muchas reflexiones.

Como un acierto más que me interesa destacar y es con lo que concluye este libro, es la información vertida a través de sus cuatro apéndices. Para los tres primeros, los aportes versan en torno a la presentación de soluciones, también en esbozar posibilidades de análisis para futuros desarrollos en el tratamiento de temas complejos como las abreviaturas, la estructura diplomática, la marcación de nombres de persona y nombre de lugar. El tercero es una muestra de un documento completo etiquetado bajo el estándar CHARTA-TEI.

En suma, este libro, diseñado para un público inmerso en los criterios de transcripción de la Red CHARTA, es una sólida herramienta de trabajo que beneficia a nuestro quehacer filológico, así como a la edición de documentos dentro de la cultura digital. Sin duda alguna, cuenta con una rigurosidad científica que permite seguir paso a paso la información teórica y práctica para emplear el modelo TEI en la documentación antigua. Además, en él se recogen los aciertos y se cuestionan los desaciertos. Asimismo, se deja abierto un espacio para escuchar las voces de quienes han empleado y emplearán este material. Como podrá advertir el lector avezado, los autores asumen que todavía quedan cosas por hacer. Hasta donde sé, no contamos con ningún otro método digital propuesto para nuestra área de interés y, sobre todo, que se haya impreso para conocimiento de la comunidad científica. Así que, por el contenido y por la propuesta metodológica, considero que el libro Edición digital de documentos antiguos: marcación XML-TEI basada en el criterio CHARTA es un trabajo académico de lectura obligada.

Bibliografía

Carmen Isasi Martínez, Leyre Martín Aizpuru, Santiago Pérez Isasi, Elena Pierazzo y Paul Spence, Edición digital de documentos antiguos: marcación XML-TEI basada en el criterio CHARTA, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2020, 106 pp. (Colección Lingüística núm. 58). ISBNe 978-84-472-2204-9. [ Links ]

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