Educación Matemática seguirá avanzando en el cumplimiento de su misión que se puede encapsular en tres palabras: Calidad, Comprensión y Comunicación; cada una corresponde a un objetivo de la revista. El primero, consiste en contribuir en el mejoramiento de la calidad de la investigación en educación matemática. El segundo, es mejorar la comprensión de la naturaleza de la enseñanza-aprendizaje de la matemática, así como de la formación y desarrollo profesional de los maestros y profesores en dicha disciplina. El tercer objetivo, es propiciar la comunicación entre investigadores, maestros, profesores y estudiantes en lo concerniente a la educación matemática.

¿Cómo contribuye este número a la consecución de cada objetivo? Con calidad basada en su proceso de arbitraje, que es por pares y doble ciego, por lo tanto, es el resultado del trabajo de la comunidad de árbitros. Como en todo, hay variedad de tendencias y estilos, hay árbitros muy exigentes y otros más tolerantes, pero en general, son profesionales que tienen competencia y voluntad para hacer bien su trabajo. Resulta entonces pertinente recuperar la tradición de dar crédito a los árbitros que colaboraron, realizando al menos un arbitraje el año pasado. Hemos subido a la página la lista con los nombres de aquellos que colaboraron en el 2021. En el primer número de 2023 se subirá la lista de quienes hayan realizado arbitrajes este año.

El avance en la comprensión de la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas y de la formación y desarrollo profesional de maestros y profesores lo proporcionan los contenidos de los artículos publicados. El conjunto de temas que se tocan en los artículos de este número, proporciona una muestra sobre aspectos que nos ayudan a entender la naturaleza de la educación matemática. Se podrán observar cinco artículos cuyo objeto de estudio o destinatario son los profesores, dos sobre libros de texto, dos sobre el currículo. Conceptualización, razonamiento, uso de tecnología y resolución de problemas son algunos de los procesos que se tocan. Además, cada artículo nos remite a marcos y teorías de la educación matemática, conectadas con una problemática particular, de modo que es posible apreciar su potencia.

Con relación a la comunicación conviene mencionar la interacción de los autores con los árbitros vía los editores de sección; en esta interacción hay un aprendizaje de ambas partes. Los árbitros frecuentemente se enfrentan a artículos que hacen uso de teorías y métodos con los cuales no están familiarizados y, por tanto, tienen que estudiar y reflexionar para hacer una evaluación inteligente. Los autores también aprenden de las sugerencias de los árbitros, con los comentarios de estos, las cuales permiten ver aspectos nuevos en su propio trabajo que habían pasado desapercibidos. Por otro lado, debemos reconocer que tenemos poca información sobre nuestros lectores que presumimos son profesores y estudiantes interesados en la educación matemática; necesitamos crear mecanismos que nos permitan informarnos al respecto.

Otro aspecto que queremos resaltar de este número es que se mantiene como un foro para que investigadores de diferentes países expongan su trabajo. Se podrá ver que hay autores de nueve países: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, España, México, Perú, Portugal y Suecia. Sin duda, este rasgo indica una riqueza de contenidos, enfoques y métodos que contribuyen a que Educación Matemática sea de competencia internacional. El actual Consejo Directivo se esfuerza por descubrir la manera de mejorar los procesos que hacen funcionar a la revista y que le permitan seguir cumpliendo con calidad su misión; en los siguientes números podremos informar sobre nuestros hallazgos.

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