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El trimestre económico

versión On-line ISSN 2448-718Xversión impresa ISSN 0041-3011

El trimestre econ vol.74 no.294 Ciudad de México abr./jun. 2007  Epub 20-Nov-2020

 

Notas y comentarios

Los acervos de capital de México. Una estimación, 1980.I-2004.IV*

Eduardo Loría1 

Leobardo de Jesús2 

1 Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México.

2 Revista Ciencia ergosum, Universidad Autónoma del Estado de México.


Resumen:

Después de algunos decenios de estar casi en el olvido, desde fines de los años ochenta el tema del crecimiento económico resurgió en la investigación teórica y empírica a nivel mundial. Sin embargo, en países como México se ha hecho muy poca investigación aplicada, quizá debido a que no existen series oficiales de acervos de capital.

En este artículo calculamos los acervos de capital de México para el periodo 1980.I-2004.IV a partir del método de inventarios perpetuos pero corregidos por el factor de ajuste propuesto por Almon (1999), con el que se obtiene una serie estadística y económicamente congruente.

Palabras clave: acervo de capital; método de inventarios perpetuos (MIP); MIP ajustado; factor de ajuste; depreciación

Abstract:

After some decades of being almost forgotten, since the late eighties, the issue of economic growth has resurged again in the theoretical and empiric investigation worldwide. Nevertheless, in countries like Mexico very little applied research has been carried out; due to the fact, perhaps, that there are no existing official series of capital stock.

This paper estimates the Mexican capital stock for 1980.I-2004.IV through the modified perpetual-inventory method suggested by Almon (1999). The outcome is statistic and economically consistent.

Clasificación JEL: C13, E60.

Introducción

Un gran problema que dificulta los análisis estructurales de oferta, específicamente estimar funciones de producción en países donde sus sistemas de contabilidad no están muy desarrollados, es la inexistencia de datos oficiales de acervos de capital (KS) o la falta de continuidad en su publicación. Esta particularidad hace que la construcción de series de acervos de capital sea un trabajo que desarrollan los analistas económicos más que los analistas de las instituciones oficiales responsables de los sistemas de cuentas nacionales de los países, cuando debería ser un punto principal en su tarea de generar series confiables. En este sentido, se han hecho esfuerzos importantes para elaborar estas series para diferentes países con metodologías comparables. Al respecto, véase Hofman (1992), quien estima el acervo de capital para seis países de la América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela) para el periodo 1950-1989, y Hofman (2000) quien presenta la estimación para el mismo grupo de países, además de Ecuador, para un periodo más amplio (1950-1994). Estos esfuerzos por consensuar una metodología comparable para los países de la región son muy valiosos por los elementos técnicos y de análisis que proporcionan para el conocimiento del tema.

Para el caso de México, en 1994 el Banco de México (Banxico, 1994) dio a conocer una estimación de esta serie para el periodo 1960-1993, que ha actualizado hasta 2003. A falta de información metodológica más reciente creemos que esta actualización está basada en la misma metodología de inventarios perpetuos (MIP) recomendada por la Organización de Naciones Unidas. El cálculo lo hace a partir de la acumulación de la formación bruta de capital fijo (FBCF).1 La serie ha sido muy cuestionada, entre otras razones porque incurre en varios problemas (Mariña, 2001, p. 231): i) su cobertura temporal y/o sectorial es limitada; ii) utiliza diferentes formas de valuación de los acervos; iii) no distingue los acervos residenciales de los no residenciales; iv) presenta errores de estimación; v) hay grandes divergencias entre los índices de precios de la formación bruta de capital fijo y de los acervos brutos de capital fijo (Moctezuma, 1995); vi) es altamente colineal con las series de empleo y PIB y su evolución es incongruente con la del PIB, tal como se presenta en la gráfica 4.2

Hofman (1992) p. 373, refiere dos publicaciones del Banco de México (Banxico, 1969 y 1985) que al igual que la referencia anterior menciona que las series ofrecen poca confiabilidad en virtud de que “muestran muy distintos niveles y tendencias y que son por la falta de información metodológica, muy difíciles de interpretar”.

Según la OCDE (2001) existen tres métodos tradicionales para generar KS de una economía, a saber: el método de inventarios perpetuos (MIP), el de levantamiento de encuestas (MLE) y el de saldos de activos fijos (MBAF).3 Una buena parte de los trabajos empíricos utiliza el MIP, que además es adoptado por todos los países de la OCDE (OCDE, 2001) debido a que presenta importantes ventajas respecto a los otros dos. Además, la preferencia por el MIP se debe a que facilita la comparación entre países y porque produce resultados más claros a partir de que las hipótesis y cálculos son transparentes y congruentes (Hofman, 2000).

El MLE, por ejemplo, es excesivamente caro y puede incurrir con facilidad en valoraciones incorrectas; el MBAF era común de las economías centralmente planeadas. A las empresas se les pedía que mantuvieran un inventario continuo de sus activos fijos de capital, según el comportamiento tanto de las salidas como de las entradas de capital. Los resultados de estos cálculos se informan de manera regular al departamento de estadística que obtenía el acervo total de capital sólo por agregación.

Ante estos problemas y por la necesidad de investigar las fuentes y la naturaleza del crecimiento económico de México varios autores calculan series que pretenden acercarse a lo que podría considerarse una variable adecuada de acervos de capital. Coutiño (2000), por ejemplo, toma el ingreso real del factor capital del rubro de remuneraciones a factores de la contabilidad del PIB del sistema de cuentas nacionales de México; mientras que Hernández Laos (2004), Santaella (1998); Bergoeing et al (2002); Bosworth y Collins (2003) y Blázquez y Santiso (2004), usan el MIP.

Con la finalidad de que el investigador aplicado genere rápidamente y a muy bajo costo una serie congruente de KS, en este artículo proponemos una técnica sencilla, el MIP ajustado (MIPA), que resuelve uno de los problemas del MIP que consiste en iniciar con valor nulo de capital en la primera observación.4 Esto se consigue al aplicar el factor de ajuste de Almon (1999). Utilizamos datos trimestrales por la necesidad de contar con un mayor número de observaciones, requisito indispensable para estimar (a partir de la econometría moderna de series de tiempo) funciones de producción y hacer introspección por factores de oferta.

Nuestro trabajo pretende resolver el problema de los costos y de la cobertura temporal; propone una metodología eficiente y barata para actualizar rápidamente la serie, a partir de una manera aceptable de contabilización que permita obtener una serie macroeconómica agregada congruente, ausente de colinealidad con la producción y el empleo, debido a que se construye a partir de los datos de la inversión real (pública y privada).

I. El método de inventarios perpetuos

Si no todos, la mayoría de los trabajos empíricos para México utilizan el MIP, que considera una tasa de depreciación fija, impuesta por el analista, y acumula la inversión para los periodos siguientes (véase Santaella, 1998; Bergoeing et al, 2002; Bosworth y Collins, 2003; Blázquez y Santiso, 2004). De manera formal el MIP se expresa como:

KSt=(1δ)*KSt1+It (1)

en el que KSt = acervo de capital real; δ = depreciación; It = inversión total real.5

Una virtud de nuestro trabajo es que δ no es constante y se calculó a partir de los datos registrados en el sistema de cuentas nacionales del INEGI. Para trabajos de crecimiento económico de la economía mexicana no hay consenso en la selección de la tasa de depreciación; por ejemplo, Shiau et al (2002) suponen una tasa fija de depreciación de 12%, mientras que Blázquez y Santiso (2004) de 8%, Faal (2005) y Santaella (1998) de 10% y Bergoeing et al (2002) de 5%. Es importante anotar que esta variedad en la determinación de la tasa de depreciación es otro punto de discusión en la estimación de los acervos de capital, debido a que cualquier tasa que se considere tiene consecuencias determinantes en los resultados.6

Aparentemente esta manera de calcular el KS incurre en imprecisiones, porque para obtener el valor de KS0 necesitamos el valor de KS1, cuando esta variable es precisamente nuestra incógnita (particularmente dato inicial). Por ejemplo, en este trabajo estimamos el KS para el periodo 1980.I-2004.IV. El modo habitual de cálculo con el MIP es suponer de manera arbitraria que el dato inicial KS0=0 (1980.I), y que KS1=I1 para la segunda observación y sólo a partir de la observación 3 (1980.II) se empieza a acumular el capital estimado a la inversión y así sucesivamente.7

Según Shiau et al (2002), suponer que el KS es cero en la primera observación y que aumenta muy rápidamente hasta estabilizarse al cabo de aproximadamente 10 observaciones, representa una desventaja técnica muy importante, debido a que indica que la tasa de depreciación empieza a aplicarse varias observaciones después, por lo que puede afectar de manera severa el trabajo aplicado. De este modo Shiau et al (2002) incorporan un factor de ajuste (MIPA) que resuelve los problemas anteriores.

II. El MIPA

Este método normaliza a la serie de KS resultante del MIP suponiendo que se conoce el dato inicial. Shiau et al (2002) retoman la sugerencia de Almon (1999), p. 79, de considerar un factor de ajuste para la serie, que llamaremos Adjt:

Adjt=(1δ)*Adjt1+1 (2)

Se supone que Adjt=1 para la observación inicial y crece hasta alcanzar el valor de equilibrio de la tasa de depreciación promedio igual a 1/δ (véase gráfica 1). Destacan dos hechos i) que la serie no se estabiliza al cabo del tiempo de vida útil de la inversión, que en promedio calculamos es de 10.5 años, debido a que usamos una tasa de depreciación variable en el tiempo; ii) que en 1994.IV se observó la tasa de depreciación más baja de los últimos 10 años y al siguiente trimestre casi se duplicó, como se observa en el cuadro A1. Si δ fuera constante la serie se ajustaría a una línea recta cuando se alcanzara el valor 1/δ.8

Fuente: Elaboración propia a partir de la metodología de Almon (1999).

Gráfica 1 Factor de ajuste del acervo de capital (1980.I-2004.IV) 

A partir de este factor de ajuste y de la estimación de KS por el MIP, se calcula una nueva serie ajustada de KSt que denominamos Kt (acervo de capital real ajustado):

Kt=(KSt/Adjt)δ (3)

Con la expresión (3) se estima Kt y se registran resultados muy congruentes, debido a que: i) no inicia de cero (gráfica 2); ii) la serie sigue las fluctuaciones de la actividad económica, en particular de la inversión total (gráfica 3).

Gráfica 2 Comparación del acervo de capital (1980.I-2004.IV). (Miles) 

Gráfica 3 Acervo de capital ajustado e inversión total reales (1980.I-2004.IV). (Series normalizadas) 

a Véase datos y referencias en el cuadro A2.

Gráfica 4 PIB y acervos de capital reales, 1980-2004 a. (Índices 1980 = 100) 

Como queda implícito en la expresión (3), el valor inicial del acervo de capital es igual a la inversión real (I) multiplicada por su vida útil 1/δ. Un punto de discusión al aplicar el MIP es precisamente definir el valor inicial del acervo de capital; de esta manera, el supuesto del que nosotros partimos es que al no conocer la inversión anterior se supone que fue constante en el pasado, de ahí que el factor de ajuste propuesto en (2) se considere como 1 en la primera observación.9

La gráfica 2, además, describe la enorme brecha que por construcción existe para las primeras observaciones y que es el problema al que Shiau et al (2002) hacen referencia. Se observa que sólo hasta que el factor de ajuste se aproxima a la tasa de depreciación (1/δ), los dos tipos de capital tienden a ser iguales.

La serie resultante de aplicar el MIPA para México es congruente y evita colinealidad con la serie de empleo y de producto; lo contrario ocurre con la serie oficial del Banco de México, KBM (véase cuadro 1).10 La gráfica 4 ilustra mejor esta aseveración, incluso registra un problema adicional con la serie de Banxico: la dinámica de crecimiento de los acervos de capital es mayor que la del producto, lo que no ocurre con la serie estimada a partir del MIPA.

Cuadro 1 Correlación parcial entre acervos de capital, empleo y producción 

Empleo PIB
K BM 0.966 0.974
K 0.292 0.489

Finalmente, al graficar la serie de K y compararla con las de producto y empleo se observa que tenemos una serie congruente y que puede utilizarse para hacer análisis e introspección de la producción (véase gráfica 5). Un punto que es importante aclarar es que la abrupta caída del acervo de capital que se observa durante la crisis de 1995 se puede explicar por las grandes variaciones en la depreciación y en la formación bruta de capital que ocurrieron entre 1993 y 1995, lo cual es plausible en coyunturas previas y posteriores a crisis macroeconómicas de gran envergadura.

a Y = PIB a precios de 1993, L = asegurados del IMSS.

Gráfica 5 PIB, acervos de capital y empleo (1980.I-2004.IV) a. (Índices 1980.I = 1) 

Conclusiones

Para analizar el crecimiento económico respecto a la oferta es fundamental disponer de datos fiables de acervos de capital. El método que hemos utilizado ofrece una opción útil y sencilla para calcular esa importante variable y de este modo realizar estudios aplicados en acumulación y crecimiento. Por su sencillez y muy bajo costo es fácilmente aplicable a cualquier economía.

El MIPA que aquí hemos aplicado presenta al menos las siguientes ventajas acerca del MIP: i) permite construir con relativa facilidad una serie estadística aritméticamente congruente con los datos de inversión, a diferencia de la dificultad y costo de hacerlo a partir de información censal o muestral o por lo difícil de conocer el saldo de activos; ii) la serie no subestima los acervos de capital porque no parte de capital cero; iii) no presenta colinealidad con empleo y PIB, debido a que proviene de la serie de inversión fija bruta real.

Agradecimientos

Este artículo es un producto del proyecto de investigación “Empleo y crecimiento económico de México. Un análisis prospectivo al año 2020”, PAPIIT núm. IN 300803-3, DGAPA, UNAM. Expresamos nuestro agradecimiento a André Hofman por sus comentarios a una versión anterior y a los dictaminadores anónimos de EL TRIMESTRE ECONÓMICO por sus observaciones y sugerencias, que sin duda contribuyeron a mejorar la versión final.

Referencias bibliográficas

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*Como siempre, la responsabilidad de lo que aquí se dice es exclusivamente nuestra.

1Se cita que se calcula “[...] a partir de la información recabada mediante una encuesta aplicada a las empresas [...] seleccionadas por muestreo” (Banxico, 1994).

2Asimismo, en el cuadro A2 del apéndice se observa que para el periodo 1980-2003 se duplicó su valor, mientras que el PIB sólo aumentó en 1.8 veces.

3 Mas (2005), p. 63, presenta cinco procedimientos adicionales para la estimación del capital privado: i) a partir de valores contables, ii) análisis de valores asegurados, iii) indicadores de valores bursátiles, iv) modelos de acumulación de ahorro y v) capitalización de flujos de renta.

4Otro problema importante por considerar, pero que está fuera del alcance y del objetivo de este artículo, es conceptual y relacionado con la agregación y durabilidad de generaciones diferentes de bienes de capital.

5La inversión real (I t ) considera la suma de la inversión pública y privada totales (que incluye construcción y maquinaria y equipo) a precios constantes de 1993 que se presenta como formación bruta de capital fijo y los datos de δ se calcularon a partir del sistema de cuentas nacionales de México (INEGI, 2005) (véase cuadro A1 del apéndice).

6Observación del dictaminador.

7Algunos autores para evitar que KS 0 = 0 deciden ampliar una observación hacia atrás el periodo de estimación. Es decir, si se requiere estimar KS para el periodo 1980.I-2004.IV se amplía el periodo a 1979.IV-2004.IV. Así 1979.IV = 0 y 1980.I tomará el valor de la inversión real de esa observación por lo que la serie para el periodo 1980.I-2004.IV ya no parte de cero. Debemos advertir que cuando nos referimos a “observación” se trata del dato de un trimestre, no debe confundirse con el tiempo de vida útil de la inversión.

8Este es un punto relevante que observó el dictaminador, así como el referente a la determinación de la brecha temporal entre el registro contable de la inversión y su incorporación con los procesos productivos. Sin embargo, queda fuera de los alcances de esta investigación y se recomienda revisar el artículo seminal de Almon (1965).

9Para revisar otros modos de incluir el valor inicial, se sugiere consultar Hofman (1992), página 370.

10En la serie de Banxico el problema de colinealidad se puede explicar porque se deriva de la serie del PIB.

Apéndice

Cuadro A1 Acervos de capital, inversión total (en logaritmos) y tasa de depreciación (1980.I-2004.IV) 

Obs. LK LIFT δ Obs. LK LIFT δ
1980.I 14.684 12.274 8.981 1992.III 14.595 12.399 9.253
1980.II 14.681 12.253 8.906 1992.IV 14.594 12.412 9.453
1980.III 14.684 12.274 8.917 1993.I 14.581 12.352 9.684
1980.IV 14.695 12.320 8.958 1993.II 14.673 12.349 8.924
1981.I 14.761 12.422 8.686 1993.III 14.638 12.349 9.320
1981.II 14.786 12.431 8.686 1993.IV 14.772 12.387 8.252
1981.III 14.822 12.418 8.499 1994.I 14.576 12.386 10.150
1981.IV 14.833 12.442 8.533 1994.II 14.719 12.450 8.939
1982.I 14.885 12.420 8.160 1994.III 14.688 12.435 9.337
1982.II 14.894 12.300 7.995 1994.IV 14.846 12.487 8.114
1982.III 14.899 12.209 7.798 1995.I 14.282 12.170 14.049
1982.IV 14.843 12.002 7.940 1995.II 14.437 12.034 11.735
1983.I 14.751 11.929 8.368 1995.III 14.436 12.025 11.466
1983.II 14.691 11.888 8.557 1995.IV 14.642 12.153 9.231
1983.III 14.708 11.883 8.129 1996.I 14.358 12.130 12.112
1983.IV 14.637 11.972 8.529 1996.II 14.450 12.195 10.987
1984.I 14.616 11.925 8.502 1996.III 14.437 12.258 11.158
1984.II 14.565 11.923 8.752 1996.IV 14.638 12.395 9.278
1984.III 14.607 12.038 8.320 1997.I 14.466 12.304 11.070
1984.IV 14.578 12.038 8.497 1997.II 14.558 12.419 10.267
1985.I 14.576 12.079 8.484 1997.III 14.588 12.463 10.167
1985.II 14.527 12.060 8.866 1997.IV 14.706 12.559 9.308
1985.III 14.530 12.064 8.804 1998.I 14.516 12.506 11.480
1985.IV 14.522 12.043 8.829 1998.II 14.661 12.520 10.112
1986.I 14.486 12.014 9.081 1998.III 14.662 12.555 10.318
1986.II 14.504 11.988 8.844 1998.IV 14.675 12.571 10.394
1986.III 14.506 11.879 8.674 1999.I 14.522 12.562 12.311
1986.IV 14.484 11.864 8.719 1999.II 14.681 12.597 10.712
1987.I 14.400 11.848 9.319 1999.III 14.694 12.621 10.784
1987.II 14.426 11.965 9.033 1999.IV 14.723 12.667 10.726
1987.III 14.434 11.969 8.917 2000.I 14.641 12.679 11.893
1987.IV 14.421 11.982 9.001 2000.II 14.789 12.711 10.503
1988.I 14.344 11.979 9.693 2000.III 14.807 12.735 10.554
1988.II 14.368 12.007 9.466 2000.IV 14.802 12.754 10.852
1988.III 14.359 12.006 9.546 2001.I 14.801 12.684 10.994
1988.IV 14.410 12.003 9.064 2001.II 14.866 12.657 10.378
1989.I 14.355 12.016 9.585 2001.III 14.881 12.646 10.276
1989.II 14.392 12.097 9.309 2001.IV 14.882 12.660 10.327
1989.III 14.421 12.039 9.061 2002.I 14.794 12.619 11.281
1989.IV 14.383 12.065 9.456 2002.II 14.901 12.691 10.226
1990.I 14.441 12.099 8.987 2002.III 14.872 12.645 10.553
1990.II 14.392 12.172 9.570 2002.IV 14.950 12.667 9.808
1990.III 14.421 12.184 9.428 2003.I 14.783 12.635 11.594
1990.IV 14.453 12.250 9.306 2003.II 14.901 12.657 10.340
1991.I 14.425 12.211 9.696 2003.III 14.856 12.664 10.857
1991.II 14.506 12.306 9.146 2003.IV 14.948 12.681 9.946
1991.III 14.486 12.250 9.453 2004.I 14.826 12.680 11.292
1991.IV 14.539 12.357 9.180 2004.II 14.906 12.714 10.503
1992.I 14.512 12.334 9.614 2004.III 14.845 12.745 11.281
1992.II 14.535 12.393 9.616 2004.IV 14.898 12.785 10.846

Fuente: Acervos de capital (estimados por el MIPA), inversión total (INEGI, 2006), δ (calculada a partir de INEGI, 2006).

Cuadro A2 Producto interno bruto, acervos de capital y tasa de depreciación, (1980-2004)ª. (Índices 1980 = 100) 

Año PIB K BM K δ
1980 100.000 100.000 100.000 8.1
1981 108.526 110.741 112.121 8.1
1982 107.960 117.222 121.478 9.2
1983 104.196 116.296 101.132 11.4
1984 107.750 113.704 90.978 10.7
1985 110.108 114.259 86.315 10.6
1986 106.717 113.148 82.593 12.9
1987 108.556 113.148 76.658 12.4
1988 109.949 117.593 72.912 11.5
1989 114.463 116.667 74.217 10.0
1990 120.387 115.556 77.169 9.3
1991 125.461 123.148 82.189 9.0
1992 129.904 137.593 88.082 8.9
1993 132.425 146.481 98.246 9.0
1994 138.329 160.185 102.595 9.1
1995 129.728 165.926 79.562 11.5
1996 136.396 168.148 81.038 10.8
1997 145.637 169.815 90.193 10.2
1998 152.783 178.148 94.565 10.3
1999 158.701 185.185 97.206 10.0
2000 169.178 191.667 107.907 9.6
2001 168.912 197.407 118.701 9.8
2002 170.309 202.407 121.471 9.8
2003 172.705 206.111 120.633 10.0
2004 180.241 n.d. 120.044 10.0

a PIB = producto interno bruto; KBM = acervos de capital estimados por Banco de México (2004); K = acervos de capital estimados trimestralmente por el MIPA, a partir de promedios; δ = tasa de depreciación, que corresponde al consumo de capital fijo (INEGI, 2006).

Recibido: 03 de Febrero de 2006; Aprobado: 24 de Octubre de 2006

* Autor para correspondencia: e-mail: eduardol@servidor.unam.mx; ldja@uaemex.mx.

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