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El trimestre económico

versión On-line ISSN 2448-718Xversión impresa ISSN 0041-3011

El trimestre econ vol.74 no.294 Ciudad de México abr./jun. 2007  Epub 20-Nov-2020

 

Notas y comentarios

Elecciones y ciclos económicos en México

Daniel Flores Curiel1 

1 Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Nuevo León.


Resumen:

En este trabajo se pretende establecer si las elecciones en México han tenido algún efecto en la tasa de crecimiento del PIB, el desempleo, la inflación y el gasto público. Los resultados de un ejercicio econométrico indican que las elecciones no tienen efecto alguno en estas variables, excepto en el gasto público. El gasto público crece de manera extraordinaria justo antes de las elecciones presidenciales sin alterar el ciclo económico.

Palabras clave: ciclo económico; elecciones

Abstract:

The purpose of this paper is to determine whether elections in Mexico affect the growth of GNP, unemployment, inflation and public expenditure. According to the results of an econometric exercise elections have no effect on all these variables except for public expenditure. It turns out that public expenditure increases just before the presidential elections having no effect on the economic cycle.

Clasificación JEL: E32.

Introducción

El 2 de julio de 2006 habrá elecciones presidenciales en México con gran incertidumbre respecto a los resultados y, en consecuencia, el destino que tendrá la política económica en los próximos años. Los habitantes de este país se han acostumbrado a vivir y esperar cierta inestabilidad económica en los años de elección. Incluso, las más importantes autoridades del país intentan romper estas expectativas afirmando que la economía se encuentra blindada ante los procesos electorales próximos.1 Por ello, resulta interesante preguntar en este momento: ¿qué se puede esperar del comportamiento agregado de la economía nacional en un año electoral?

La economía de México, como cualquier otra, se encuentra expuesta a los ciclos económicos; es decir, a fluctuaciones ascendentes y descendentes en las variables macroeconómicas, como producción, empleo o inflación. En los años recientes, a raíz de la apertura comercial y financiera, los ciclos económicos de México y los Estados Unidos tienen una relación muy estrecha. Dicho lo anterior, no es difícil entender que un factor externo, la producción estadunidense, explica gran parte de las fluctuaciones en la producción agregada de México. Sin embargo, no se puede descartar que un gobierno, ante la proximidad de las elecciones, procure hacer todo lo que se encuentre a su alcance para estimular la economía generando mayor crecimiento y menor desempleo en el corto plazo, si considera que ello permite que su partido tome ventaja en la contienda electoral.

En este trabajo se hace un ejercicio econométrico con el propósito de establecer si las elecciones en los sexenios más recientes han tenido un efecto positivo en la tasa de crecimiento del PIB, el desempleo, la inflación y el gasto público. Los resultados indican que no hay evidencia de un ciclo político oportunista en México. Aunque se advierte que existe un crecimiento extraordinario del gasto público justo antes de las elecciones, no se observa que haya tenido efecto alguno en la tasa de crecimiento del PIB, el desempleo o la inflación.

I. Antecedentes

Existe bibliografía económica que relaciona los ciclos económicos con las elecciones. Por una parte, en los trabajos anteriores a las expectativas racionales, como los de Nordhaus (1975), Lindbeck (1976) y Hibbs (1977), se intenta mostrar que los gobiernos, con el afán de conseguir la reelección de su partido, procuran generar condiciones económicas favorables justo antes de las elecciones. El supuesto implícito es que existe la posibilidad de explotar una curva de Phillips. Así, se predice una expansión (alto crecimiento y bajo desempleo) con alta inflación antes de la elección y una recesión acompañada por mayor inflación después de las elecciones. Por otra parte, en los trabajos posteriores a las expectativas racionales, como los de Rogoff y Sibert (1988) y Rogoff (1990), se intenta mostrar que hay ciclos en los instrumentos de política monetaria y fiscal, alentados por las elecciones, que no tienen forzosamente incidencia en la producción o el empleo.

Es importante comprender que el desarrollo y la adopción de las expectativas racionales en la teoría macroeconómica cambiaron la percepción respecto a la relación entre ciclo económico y elecciones. Alesina y Roubini (1992) señalan dos aspectos fundamentales en este cambio. En primer lugar, la racionalidad de los agentes económicos hace que, al menos en teoría, la política monetaria tenga poco efecto en la actividad económica real. En segundo lugar, resulta aberrante que votantes racionales estén ilusionados sistemáticamente por una expansión económica antes de las elecciones que es seguida por una etapa recesiva.

Existen diversos trabajos empíricos que han abordado el tema de los ciclos políticos. En Alesina y Roubini (1992) se encuentra que no hay evidencia de ciclos políticos oportunistas en la mayor parte de los países desarrollados de la OCDE. Además, en el análisis bibliográfico de Bonilla y Gatica (2005) se señala que diversos estudios empíricos muestran que el cambio en la actividad económica es relativamente pequeño antes de las elecciones en las economías desarrolladas. Sin embargo, hay trabajos empíricos que encuentran pruebas de ciclos políticos oportunistas en varios países de la América Latina. Por ejemplo, Ames (1987) usa información de 17 países para mostrar que hay ciclos oportunistas entre 1947 y 1982, mientras que Whitehead (1990) hace lo propio para México en los años setenta y ochenta. Por otra parte, Magaloni (2000) afirma que existen pruebas de ciclos económicos vinculados con las elecciones en México. En particular, señala que durante el periodo 1982-1997 se observa justo antes de las elecciones un crecimiento extraordinario del producto y del gasto público, acompañado por una reducción de la inflación. En un trabajo más reciente de la relación entre instrumentos de política económica y las elecciones en México, Grier y Hernández Trillo (2004) muestran que las elecciones afectan la evolución del tipo de cambio real.

El presente trabajo tiene dos aportaciones esenciales. Por una parte, emplea la información más reciente que se encuentra disponible para establecer si los ciclos económicos, medidos por las variables producción, inflación y desempleo e instrumentos como el gasto público, están vinculados con las elecciones en México. Por otra parte, presenta resultados que contrastan en parte con los obtenidos por Whitehead (1990) y Magaloni (2000).

II. Datos

Se elaboró una base de datos con información trimestral de 1983 a 2005 y con las siguientes variables: crecimiento del PIB real, crecimiento del gasto público real, tasa de desempleo, tasa de inflación y elecciones.2 Hay razones históricas que justifican la selección del periodo señalado. Por una parte, las elecciones presidenciales de 1982 son las últimas que ganó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con una ventaja abrumadora. Se puede decir que a partir de ese momento comienzan realmente las contiendas electorales con incertidumbre respecto al resultado y, consecuentemente, aparecen los incentivos para que los gobiernos adopten un comportamiento oportunista. Por otra parte, se presenta un cambio de enfoque en la administración pública. Magaloni (2000) califica a los gobiernos anteriores a la elección de 1982 como “populistas” y a los posteriores como “neoliberales”.

La mayor parte de las variables que se incluyeron en la base de datos proviene del Banco de Información Económica (BIE) que publica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en su página web. La variable crecimiento del PIB es el cambio porcentual obtenido a partir de la comparación del PIB en un trimestre determinado con el PIB del mismo trimestre un año atrás. De manera similar, el cambio porcentual en el gasto público y la inflación se obtienen comparando la observación de cada trimestre con la correspondiente del año anterior. Finalmente, la variable dicotómica elecciones toma el valor 1 en los dos primeros trimestres de cada año en que hay elecciones y el valor 0 en cualquier otro trimestre.

Vale la pena hacer un par de comentarios relacionados con la variable dicotómica elecciones. En primer lugar, es preciso distinguir entre las elecciones presidenciales y elecciones federales ordinarias. Las presidenciales se celebran cada seis años junto con las federales ordinarias que se efectúan cada tres años e incluyen las elecciones de Diputados federales y en ocasiones de senadores. Así, las presidenciales son un subconjunto de las federales ordinarias.3 Se realizaron ejercicios econométricos considerando por separado elecciones presidenciales y elecciones federales ordinarias. En segundo lugar, es preciso señalar que se hizo el mismo ejercicio econométrico modificando la variable dicotómica para considerar cuatro trimestres anteriores a las elecciones sin que los resultados cambiaran de manera significativa. Por lo anterior, solamente se registran los resultados que toman en cuenta dos trimestres anteriores a las elecciones.

III. Estimaciones

El ejercicio econométrico comienza con dos modelos que tienen por objeto explicar el crecimiento en la producción y la inflación, respectivamente, en función de sus rezagos y de las elecciones. Los rezagos se emplean con el objetivo de generar una estimación del comportamiento que tiene la producción o la inflación como resultado de los ciclos económicos, mientras que la variable elecciones pretende captar cambios extraordinarios en la producción o la inflación. De ser cierta la teoría del ciclo político oportunista en su versión más rudimentaria, las elecciones tendrían un efecto positivo en la producción y la inflación.

En el cuadro 1 se presenta los resultados de las estimaciones de los modelos de producción e inflación incluyendo la variable dicotómica elecciones presidenciales. De acuerdo con estas estimaciones, los dos trimestres anteriores a las elecciones no se caracterizan por un crecimiento o una inflación distinta de la que se le atribuye propiamente al ciclo económico. Vale la pena destacar que el modelo de inflación tiene mejor ajuste que los modelos de producción. Como se espera, la inflación tiene un gran componente inercial y, por tanto, los rezagos explican casi por completo su comportamiento. Por otra parte, se emplearon dos modelos para explicar el crecimiento en la producción. El primer modelo emplea dos rezagos y el hecho de las elecciones, mientras que el segundo modelo incluye solamente un rezago, la producción de los Estados Unidos y, nuevamente, el hecho de las elecciones. Inicialmente, se esperaba que el crecimiento de la economía en los Estados Unidos fuese una variable muy importante para explicar el crecimiento de la economía nacional; sin embargo, los resultados apenas permiten esbozar una relación positiva. Es preciso tomar en cuenta que la integración de los ciclos económicos de México y los Estados Unidos no es muy evidente si no hasta mediados del decenio de los noventa. De cualquier manera, en ambos modelos se encuentra que las elecciones presidenciales no afectan de manera significativa el crecimiento de la economía mexicana.

Cuadro 1 Modelos de producción e inflación para elecciones presidenciales 

Variable Producción 1 Producción 2 Inflación
Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t
Constante 0.815 2.748 −0.259 −0.467 1.975 1.866
Primer rezago 0.891 8.453 0.739 11.027 1.633 20.582
Segundo rezago −0.204 −1.983 −0.694 −8.958
Elecciones presidenciales 0.633 0.670 0.432 0.452 −3.434 −1.081
Producción de los Estados Unidos 0.277 1.923
R 2 0.593 0.607 0.966

Los resultados del ejercicio anterior son prácticamente idénticos a los que se obtienen cuando se consideran como hecho las elecciones federales ordinarias en lugar de tomar sólo las que incluyen la elección del presidente. En el cuadro 2 se presenta los resultados de las estimaciones de los modelos de producción e inflación, incluyendo la variable dicotómica elecciones federales. Se concluye que las elecciones federales no tienen efecto alguno en el crecimiento de la producción o la inflación en la economía de México.

Cuadro 2 Modelos de producción e inflación para elecciones federales 

Variable Producción 1 Producción 2 Inflación
Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t
Constante 0.778 2.591 −0.355 −0.631 2.171 1.986
Primer rezago 0.895 8.548 0.732 10.844 1.626 20.807
Segundo rezago −0.217 −2.099 −0.688 −8.972
Elecciones presidenciales 0.639 0.970 0.567 0.863 −2.308 −1.078
Producción de los Estados Unidos 0.293 2.051
R 2 0.596 0.609 0.966

El siguiente paso es intentar explicar el crecimiento en el gasto y el desempleo, respectivamente, en función de sus rezagos y el hecho de las elecciones. De nueva cuenta, se consideró por separado las elecciones presidenciales y las federales ordinarias. Se incluye esta variable con el objetivo de establecer si el hecho tiene algún efecto en el gasto o la tasa de desempleo. Ante la cercanía de las elecciones, se espera que exista un incremento en el gasto y una reducción en la tasa de desempleo.

En el cuadro 3 se presenta los resultados de la estimación de los modelos de gasto y desempleo para elecciones presidenciales. En un sentido muy estricto los resultados indican que las elecciones presidenciales no tienen efecto significativo en el gasto público y el desempleo. Sin embargo, en el caso particular del gasto público se observa que el coeficiente de la variable dicotómica elecciones presidenciales es positivo y que su estadístico t es relativamente alto en comparación con los otros casos. Es decir, si se toma un criterio menos estricto dentro de lo que tradicionalmente se considera aceptable,4 el crecimiento del gasto en los dos trimestres anteriores a una elección se encuentra por encima del que se puede atribuir al ciclo económico. A pesar de este crecimiento, no se presenta una reducción en la tasa de desempleo ni, como se mencionó líneas arriba, un incremento en la producción o la inflación justo antes de las elecciones aunque se adopte el mismo criterio.

Cuadro 3 Estimación de modelos de gasto y desempleo para elecciones presidenciales 

Variable Gasto Desempleo
Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t
Constante 0.189 0.028 0.305 1.527
Primer rezago 0.655 6.075 0.821 6.640
Segundo rezago −0.037 −0.362 0.084 0.635
Elecciones presidenciales 4.532 1.716 0.099 0.476
R 2 0.463 0.805

En el cuadro 4 se repite el ejercicio anterior considerando el efecto de las elecciones federales ordinarias. Aunque los resultados son parecidos a los que se presentan cuando se considera exclusivamente el efecto de las elecciones presidenciales, no se puede aceptar que las elecciones tengan algún efecto en el gasto o la tasa de desempleo. Nuevamente el coeficiente correspondiente al desempleo tiene signo positivo y un estadístico t alto en comparación con los otros casos. Sin embargo, en esta ocasión no se puede decir que el gasto público haya sido extraordinario en los trimestres anteriores a las elecciones federales, aun tomando un criterio más laxo.

Cuadro 4 Estimación de modelos de gasto y desempleo para elecciones federales 

Variable Gasto Desempleo
Coeficiente Estadístico t Coeficiente Estadístico t
Constante 0.044 0.062 0.313 1.533
Primer rezago 0.667 6.216 0.822 6.542
Segundo rezago −0.037 −0.358 0.082 0.655
Elecciones presidenciales 2.807 1.556 0.034 0.220
R 2 0.460 0.805

Conclusiones

En este trabajo se muestra con modelos econométricos sencillos e información de 1983 a la fecha que no hay evidencia de un ciclo político oportunista en México. Si bien se advierte que existe un crecimiento extraordinario del gasto público justo antes de las elecciones presidenciales, no se observa que haya tenido efecto alguno en la tasa de crecimiento del PIB, el desempleo o la inflación. En otras palabras, el hecho de las elecciones no aporta nada para explicar el comportamiento de estas variables.

Para entender estos resultados es preciso tomar en cuenta que la alternancia política es un fenómeno reciente en la historia de México. El interés por estimular la economía justo antes de las elecciones, con el fin de favorecer la posición del partido en el poder, tiene sentido cuando existe una contienda relativamente cerrada. Por ello este tema, que en otros países ha sido ampliamente estudiado, apenas empieza a cobrar relevancia en México. Es posible que en un futuro cercano los pronósticos respecto al crecimiento de la economía tengan que considerar con seriedad la inclusión de la variable elecciones. Sin embargo, por el momento no hay pruebas suficientes como para esperar un comportamiento anormal de la economía debido a las elecciones.

Agradecimientos

Se agradece las observaciones de los dictaminadores anónimos de EL TRIMESTRE ECONÓMICO.

Referencias bibliográficas

Alesina, A., y N. Roubini (1992), “Political Cycles in OECD Economies”, Review of Economic Studies, 59, pp. 663-688. [ Links ]

Ames, B. (1987), Political Survival: Politicians and Public Policy in Latin America, Berkley, University of California Press. [ Links ]

Bonilla, C., y L. Gatica (2005), “Economía política neoclásica y la América Latina. Una mirada a la bibliografía”, EL TRIMESTRE ECONÓMICO, vol. LXXII (1), núm. 285, enero-marzo, pp. 179-211. [ Links ]

Grier, K., y F. Hernández Trillo (2004), “The Real Exchange Rate Process and its Real Effects: the Cases of Mexico and the USA”, Journal of Applied Economics, 7, pp. 1-25. [ Links ]

Hibbs, D. (1977), “Political Parties and Macroeconomic Policy”, American Political Science Review, 7, pp. 1467-1487. [ Links ]

Lindbeck, A. (1976), “Stabilization Policies in Open Economies with Endogeneous Politicians”, American Economic Review (Papers and Proceedings), 66, pp. 1-19. [ Links ]

Magaloni, B. (2000), “Institutions, Political Oportunism and Macroeconomic Cycles: Mexico 1970-1998”, Documento de Trabajo, Stanford University. [ Links ]

Nordhaus, W. (1975), “The Political Business Cycle”, Review of Economic Studies, 42, pp. 169-190. [ Links ]

Rogoff, K., y A. Sibert (1988), “Equilibrium Political Business Cycles”, Review of Economic Studies, 55, pp. 1-16. [ Links ]

______ (1990), “Equilibrium Political Budget Cycles”, American Economic Review, 80, pp. 21-36. [ Links ]

Whitehead, L. (1990), “Political Explanations of Macroeconomic Management: A Survey”, World Development, 18, pp. 1133-1146. [ Links ]

1Véase la nota “La economía está blindada ante las elecciones de 2006, afirma Fox”, escrita por Roberto González y Juan Antonio Zúñiga en el periódico La Jornada, 4 de marzo de 2005.

2Es conveniente aclarar que la serie de la tasa de desempleo es más corta; incluye solamente el periodo 1987-2004.

3Dentro del periodo de estudio se realizaron elecciones federales ordinarias en 1985, 1988, 1991, 1994, 1997, 2000 y 2003. En cambio, las elecciones presidenciales solamente tuvieron lugar en 1988, 1994 y 2000.

4Es decir, se rechaza que el coeficiente sea diferente de 0 cuando el nivel de significación es de 5%, pero no se rechaza cuando la significación es de 10 por ciento.

Recibido: 27 de Enero de 2006; Aprobado: 03 de Mayo de 2006

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