SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.67 número1Robert J. Blake & Eve C. Zyzik, El español y la lingüística aplicada. El español y la lingüística aplicada. Georgetown University Press, Washington, DC, 2016; 206 pp.Luis Vélez de Guevara, Juliano Apóstata. Ed. crít. de William R. Manson y C.George Peale, introd. de Arturo Rodríguez López-Abadía. Juan de la Cuesta, Newark, DE, 2016; 35 + 100 pp. (Series: Ediciones críticas, 86). índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Nueva revista de filología hispánica

versión On-line ISSN 2448-6558versión impresa ISSN 0185-0121

Nueva rev. filol. hisp. vol.67 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2019

https://doi.org/10.24201/nrfh.v67i1.3473 

Reseñas

Patricia Marín Cepeda (ed.), “En la concha de Venus amarrado”. Erotismo y literatura en el Siglo de Oro

Diego Valdecantos-Monteagudo* 

*University of California, Davies. dvaldecantosmon@ucdavis.edu

Marín Cepeda, Patricia. “En la concha de Venus amarrado”. Erotismo y literatura en el Siglo de Oro. ., Visor Libros, Madrid: 2017. 271p. Biblioteca Filológica Hispánica, , 188,


Este volumen, de sugerente título, reúne once estudios que tratan el motivo del erotismo literario en diversas facetas y dan cabida a reveladoras investigaciones sobre este tema que, como afirma la editora, no sólo no está agotado, sino que abre nuevos caminos para la crítica.

El libro inicia con un prefacio de Patricia Marín Cepeda que ofrece un breve estado de la cuestión sobre los estudios del erotismo, además de una presentación del volumen y consideraciones generales sobre el erotismo literario. La editora registra el trabajo hecho hasta la fecha e insiste en la necesidad de mantener vivo el análisis de esta provincia literaria en que aún queda trabajo por hacer, como demuestran las colaboraciones que preludia.

Si se consideran antologías anteriores sobre el tema, como las compiladas por J. Ignacio Díez y Adrienne L. Martín en 2006 y 2007, resulta muy pertinente que en ésta se rehúya caer en viejos estereotipos sobre el erotismo en general, abstención oportuna que brinda un marco referencial más que adecuado para los trabajos incluidos y otros que pudieran elaborarse en el futuro. Uno de estos clichés, muy arraigado, es la manida diferencia -innecesaria, según recuerda Marín Cepeda- entre erotismo y pornografía, que la investigadora deslinda y desautoriza adecuadamente antes de encauzar a los lectores a la revisión de las monografías que componen el volumen.

El estudio de Javier Blasco, “«¿No es esto animal?» Ovidio versus Petrarca”, abre el volumen y analiza el éxito variopinto que tuvieron las corrientes petrarquista y ovidiana en la literatura española del Siglo de Oro. El recorrido que ofrece examina, entre otros temas, el erotismo revestido de humor, como si tal registro fuera el único válido para expresar este tipo de literatura. De este modo, se propone explorar la desigual fortuna entre fray Melchor de la Serna y fray Luis de León en un momento en que lo ovidiano y lo petrarquista, al igual que lo terreno y lo platónico, están en liza. Según demuestra Blasco, apropiadamente, en la literatura “ovidiana” se trataba de romper con lo canónico, lo que contravenía lo básico de la corriente italianista, así como del imperante platonismo y de sus elevados preceptos. Asimismo, señala cómo el erotismo daba paso a un hedonismo sin cabida en un “anquilosado petrarquismo”.

Blasco también afirma que esta lucha, supuestamente literaria, se basaba en un cambio de valores en que el erotismo no entraba dentro de la alta cultura leída por la burguesía. Este libro no podría empezar de mejor forma, ya que sitúa en un estadio temprano el mismo rechazo que actualmente han sufrido los estudios acerca del tema en cuestión. Es decir, este tipo de literatura fue excluido del canon desde muy pronto, toda vez que la burguesía, aunque gustaba de él, no podía admitir su complacencia por una literatura que, a todas luces, parecía incurrir en lo deshonesto. Por tanto, Blasco habla de la “esquizofrenia” social entre lo elevado y lo bajo y señala que, para tener éxito, la poesía debía responder a valores honestos y desterrar el erotismo de sus dominios.

En “Eros y oros, o el intercambio sexual en la poesía erótica de los Siglos de Oro”, Alejandro García Reidy trata la aparición del mercantilismo y su relación con el erotismo en la lírica áurea. El trabajo estudia diversas facetas en las cuales, según demuestra el autor, lo venal se entremezcla con lo erótico de una manera lo suficientemente compleja como para trascender las meras relaciones prostibularias. Así, pues, se analizan el vocabulario relativo a lo monetario-sexual (piedras preciosas, oro, y la bolsa que lo contiene, entre otras expresiones), las profesiones relacionadas con el intercambio sexual (masculino y femenino) o la necesidad de la riqueza para poder mantener relaciones sexuales placenteras. El estudio es rico en ejemplos y profundiza adecuadamente en los temas que toca; por ejemplo, revela que oros y eros no sólo se relacionan con las habituales visiones prostibularias y de mediadoras, que también se analizan minuciosamente, sino que van mucho más allá al mostrar la riqueza e interés del estudio de la mezcla de venalidad y erotismo en la poesía de la alta modernidad.

En “¿Góngora erótico? El retrete del poeta”, Pedro Ruiz examina un corpus de textos atribuidos a Góngora, analiza con precisión sus componentes y da las posibles razones que llevaron a los editores o compiladores a atribuirlas al cordobés. Ruiz ofrece una sugerente perspectiva sobre la tensión entre atribución y autoría. La fama de Luis de Góngora hizo que el corpus ofrecido recayera sobre él de manera que géneros poéticos marginales gozaran de cierto respaldo canónico. Ruiz hace un más que conveniente análisis de los usos e imágenes propios de la poesía erótica que, al ser adjudicados a un autor de renombre, pudieron alcanzar mayor difusión y fama, giro no distanciado de las consideraciones de García Reidy. Igualmente, no es menos importante el análisis de ciertos rasgos del poeta que hicieron que los lectores o editores le atribuyeran estos textos eróticos.

Con base en un episodio del Quijote apócrifo, Luis Gómez Canseco establece el marco de investigación de su monografía titulada “Del catre al fogón: acuchilladas y mondongueras entre La Celestina y El Quijote apócrifo. Así, a partir de la aparición en el Quijote apócrifo de Bárbara, una mujer con la cara acuchillada que, según narra Avellaneda, sirvió mondongo en su juventud a los estudiantes alcalaínos, Gómez Canseco recorre el significado tanto de la cuchillada en el rostro como de la palabra mondongo. Retrotrayéndose a La Celestina y aportando numerosos e iluminadores ejemplos, muestra cómo el término acuchillada está ampliamente relacionado con la prostitución, pero también con la correspondencia que generalmente se ha dado entre las armas blancas y los genitales masculinos. Su aportación nos permite entender mejor el complejo universo del “acuchillamiento” de la mujer, susceptible de vincularse con el mundo prostibulario al que ésta puede pertenecer o con la consumación sexual. El mondongo, por ser un embutido, se muestra como metáfora de la sexualidad masculina, y el autor hace un prolijo análisis de textos en los que el significado de mondonguera es fácilmente relacionable, de nuevo, con el mundo prostibulario, donde la atribución de “cocinar el mondongo” suele implicar ciertas habilidades sexuales. El estudio termina volviendo sobre la figura de Bárbara para demostrar que Avellaneda se vale del universo erótico de estas dos palabras con la intención de crear un personaje alejado de la idealización de Dulcinea. En este personaje, Avellaneda ha tenido la habilidad de unir dos universos literarios, según elucida acertadamente Gómez Canseco, quien aporta numerosos casos de la literatura áurea que fundamentan su tesis.

En “El perdón de la Magdalena: erotismo y pintura en un soneto de Quevedo”, Adrián J. Sáez hace un valioso recorrido por la pintura y el erotismo. Empezando brevemente con las valiosas relaciones artísticas entre pintura y poesía (tema de creciente atención en los estudios áureos de las Américas y España), así como del erotismo en ambas disciplinas, el autor pasa a analizar en detalle el soneto “Llegó a los pies de Cristo Magdalena”, de Quevedo, en que nos descubre que, más allá de la aparente piedad del poema, el escritor esconde numerosas pistas que permiten advertir elementos eróticos en su soneto. Además, Sáez nos ofrece un breve pero esclarecedor recorrido por la suerte de este soneto en distintas ediciones, el cual, según se constata, no pudo escapar a la censura por sus significados más profundos. A partir de aquí, el investigador analiza la presencia de la Magdalena en la pintura áurea y muestra cómo la relación con el soneto quevediano es bastante clara, ya que los artistas siempre oscilaron entre el erotismo de la figura bíblica y la piedad que representa por su relación con Cristo. Para ello, el estudioso ilustra su trabajo con diversos ejemplos pictóricos que ayuden a los lectores a comprender mejor su explicación. En definitiva, Sáez explica detalladamente que la escritura de Quevedo supera los marcos de su soneto y que otras disciplinas artísticas de la temprana modernidad no fueron capaces de escapar al inherente erotismo de esta figura bíblica. Quizás habría merecido más espacio el establecimiento canónico de la figura de la Magdalena para asimilar mejor los problemas textuales que se discuten en el trabajo, así como las representaciones en que se detiene. El recorrido que se ofrece, aunque suficiente, tal vez podría haberse demorado un poco más en ciertos asuntos, como el de la iconografía en la literatura y otras artes.

La erotización de las perlas y su función en la poesía de Lope de Vega, en general, y en el soneto “Cleopatra a Antonio en oloroso vino”, en particular, se analiza con detalle en “Cleopatra y la perla: una nueva simbología erótica en Lope de Vega”. Su autora, Alicia Gallego Zarzosa, glosa el origen de la leyenda de Marco Antonio y Cleopatra en relación con las perlas y explica cómo esta historia y las alhajas son utilizadas por el poeta con claro sentido erótico. Así, en un primer estadio, recoge los posibles orígenes de la leyenda, para demostrar que lo que interesó a Lope de esta historia fue aquello que le permitía idear una escena íntima de atmósfera erótica. Luego, centrándose en el poema, Gallego Zarzosa explica que el autor, persiguiendo su objetivo, elimina todo lo accesorio de la narración para quedarse con las perlas, claro elemento erótico que la estudiosa precisará más adelante. A continuación, Gallego Zarzosa analiza la presencia de Cleopatra en textos y pinturas, ámbito en que, por lo general, figuró como devoradora de hombres, lo cual ayuda a Lope de Vega a erigir el erotismo en su texto. Si se piensa en Sáez y en otros de los estudiosos que participan en este volumen, se confirma el esfuerzo por dar a En la concha de Venus amarrado coherencia conceptual, además de temática. En el caso particular del trabajo de Gallego Zarzosa, se echa en falta no ya las características que acabo de destacar, sino un análisis algo más prolongado de la figura de Cleopatra y una mejor conexión con el estudio de la perla. De analizar la figura de la reina, la investigadora pasa al de la perla sin apenas transición, y aunque esto no interrumpe la lectura, una mayor unión de los tópicos hubiera sido deseable. Por último, y para respaldar su idea fundamental, Gallego Zarzosa analiza el simbolismo de la perla como elemento erótico en otros textos del mismo autor y evidencia la procedencia de esta noción, toda vez que, en época de Lope, la perla era considerada un producto sexual. Por lo demás, la estudiosa muestra ampliamente que Lope de Vega se vale de la mitología para sugerir que la entrega de las perlas por parte de Cleopatra va más allá de un desvarío monetario; es decir, cobra una clara intención sexual que el poeta incorpora al universo poético que ha creado.

Los cuatro estudios que cierran el volumen se concentran en distintos manuscritos recogidos en bibliotecas italianas, esmero que revela la complejidad de la temática del volumen, sus desafíos y la necesidad de mayores contactos entre los críticos dedicados a la literatura áurea, por no decir nada de cómo contribuirían los enfoques multidisciplinarios fundados en una filología renovada. La única salvedad que haría a estos cuatro trabajos sería que pecan ligeramente de repetitivos, pues si bien estudian distintos textos, siguen un esquema muy parecido en su análisis filológico. A pesar de su contribución en la ampliación del corpus conocido, la lectura de los cuatro se vuelve monótona por la sensación de leer ideas ya antes advertidas.

En el primero de ellos, “Erotismo y poesía de cancionero en el ms. 625 de la Accademia Nazionale dei Lincei”, a cargo de Elisabetta Sarmati, se analiza el erotismo de los textos recogidos en este documento. Primero, se establece un breve pero acertado estado de la cuestión sobre el erotismo y se sitúa al lector en la necesidad de rastrear el erotismo presente en manuscritos y cancioneros. Luego, Sarmati proporciona abundante información sobre el manuscrito que estudia, su situación y contenido, e incluye una transcripción de los poemas recogidos en el cancionero, además del análisis de los textos y sus fuentes. El trabajo concluye señalando de manera convincente cómo la risa suscitada en el lector es el posible motivo de la pervivencia del manuscrito, pero también cómo este documento ayuda a comprender mejor la poesía española del Siglo de Oro en ámbitos presuntamente periféricos, tanto de género como geográficos.

En “Erotismo en el manuscrito Corsini 970 de la Accademia Nazionale dei Lincei”, Patricia Marín Cepeda lleva a cabo un estudio relevante. Una vez presentado el manuscrito y demostrada su pertenencia a un grupo de españoles afincado en Roma, la investigadora pasa a determinar el gran número de poemas eróticos que contiene: 136, de los que sólo cuatro no poseen diferentes versiones en otros manuscritos. De estos cuatro restantes, Marín Cepeda ofrece una edición y un análisis que sirven para constatar sus características, riqueza, fuentes nuevas y temas. Este texto se cierra con una valiosa precisión sobre la relación entre la temática erótica del manuscrito y la de los escritos de la Salamanca estudiantil de la misma época, relación bien establecida por la investigadora.

Massimo Marini hace un análisis detallado de dos composiciones en “Formas y temas eróticos en dos poemas del ms. Corsini 970: el Romance de la viuda triste y el soneto «Elvira Nicolás estaba un día»”. Como otros colaboradores del volumen, acertadamente comienza su análisis definiendo su concepción del erotismo y de lo erótico, en contraposición a lo que se entiende por sexualidad; arranque propicio con que fundamenta su comentario de los poemas, los cuales corresponden, formalmente, a dos corrientes poéticas distintas, en boga en su momento. Luego, Marini ofrece la edición del romance y analiza detalladamente los elementos eróticos que lo componen, lo que permite a los lectores apreciar el rico vocabulario del erotismo literario, como, por ejemplo, las dilogías vegetales que aparecen en la composición. El soneto, también editado, se acompaña de textos que recogen su misma temática en otras versiones. De nuevo, observamos otro pormenorizado análisis de los conceptos aparecidos en un poema, pero también la visión que se tiene de la mujer en estos textos, campo de sumo interés, sin duda, para los investigadores que se dedican al tema de lo erótico.

Una canción recogida en un manuscrito de la Biblioteca Vaticana ha dado ocasión a Debora Vaccari para llevar a cabo la monografía titulada “El onírico vuelo de una mariposa en la canción anónima «Durmiendo una mañana con contento»”, en que la investigadora revisa la historia del texto y su localización, así como una muestra de otras variantes que permite mostrar cómo la canción que examina posee motivos eróticos que no aparecen en sus variantes. A continuación, hace un breve y necesario estudio de los poemas que se constituyen a partir de un sueño, para adscribir el poema que analiza al “sueño narrativo”, y no sólo esto, sino que, dando un paso más, lo caracteriza como “pesadilla”, pese a que estos textos suelen tratar sobre sueños placenteros. En este estudio, Vaccari demuestra logradamente cómo el propio sueño ya forma parte del discurso erótico de la canción y comprueba cómo la mariposa y sus impulsos hacia la luz forman parte de la lírica amorosa desde la poesía provenzal. Después de observar cuidadosamente el modo en que la acción del poema, el vuelo y la muerte de la mariposa constituyen un todo dentro del erotismo de la escena, concluye mostrando que, si el sueño era lugar de libertad a la hora de entablar discursos eróticos, el autor anónimo del poema analizado aprovecha esta prerrogativa que le brinda licencia tal para ir un poco más lejos y convertir la voz poética en el animal que pugna por acercarse a la luz, aunque esto le lleve a la muerte.

El trabajo con que culmina En la concha de Venus amarrado está a cargo de Aviva Garribba y se titula “«Caracoles habéis comido». Una letrilla erótica del Ms. Ottoboniano 2882”. No puede haber mejor conclusión de esta antología, pues el estudio evidencia de forma contundente que lo que en apariencia es una inocente letrilla sobre una indigestión esconde, como otros síntomas corpóreos, un preciso contenido erótico relacionado con la sífilis, y también con el acto sexual y con la tradición nominativa de ambos. Así, la autora revela correctamente todos los detalles que se ocultan en las glosas de la letrilla y en otras de sus versiones. El análisis de este esclarecedor ensayo desmenuza con precisión cómo la vena ovidiana que abría el volumen venció, aunque quizá soterradamente, en determinados niveles literarios.

En definitiva, las once contribuciones sitúan este volumen en un lugar de preeminencia en los estudios del erotismo literario español durante el Siglo de Oro y, sin lugar a dudas, impulsarán la elaboración de otros trabajos en el futuro. Por un lado, los autores aportan datos suficientes que dan testimonio de que el erotismo es una vena rica que conviene seguir explorando. Por otro, el recorrido que hacen confirma que el erotismo no está confinado simplemente a la literatura popular, sino que, recurrentemente, la literatura culta también se dejó dominar por la sensualidad. Como he venido insistiendo a lo largo de las páginas precedentes, en este libro se encontrarán análisis de imágenes y vocabularios, pero, sobre todo, conceptos que ayudarán metodológicamente a seguir indagando en el tema. Se debe felicitar a la editora y a sus colaboradores por facilitarnos esta enjundiosa compilación.

Referencias

Díez, J. Ignacio y Adrienne L. Martín 2006. Venus venerada. Tradiciones eróticas de la literatura española, Editorial Complutense, Madrid. [ Links ]

Martín, Adrienne L. y J. Ignacio Díez 2007. Venus venerada II. Literatura erótica y modernidad en España, Editorial Complutense, Madrid. [ Links ]

Recibido: 20 de Febrero de 2018; Aprobado: 27 de Junio de 2018

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons