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Nueva revista de filología hispánica

versão On-line ISSN 2448-6558versão impressa ISSN 0185-0121

Nueva rev. filol. hisp. vol.65 no.2 Ciudad de México Jul./Dez. 2017

 

Reseñas

Barbara De Cock, Profiling discourse participants. Forms and functions in Spanish conversation and debates

María Eugenia Vázquez Laslop* 

* El Colegio de México. Correo electrónico: mvazquez@colmex.mx.

De Cock, Barbara. Profiling discourse participants. Forms and functions in Spanish conversation and debates. John Benjamins, Amsterdam-Philadelphia: 2014. 307p. Pragmatics & Beyond New Series, 246,


La nueva serie de Pragmatics & Beyond de la editorial John Benjamins refleja el avance, ya imparable, de la investigación en pragmática cada vez más abierta a vincular teorías de lingüística general, de cambio y variación lingüística, de actos de habla, así como de análisis de la conversación, de lingüística de corpus, de análisis cuantitativos y cualitativos combinados y de estudios descriptivos de las lenguas, para explicar más ampliamente los fenómenos de interacción verbal. Un excelente ejemplo de ello es este libro de Barbara de Cock, producto de su tesis doctoral presentada en la Universidad de Lovaina. Encontrar los límites del objeto de estudio de De Cock fue, al menos para mí como lectora, un proceso de indagación a lo largo del texto. Expresar el título mismo en español no es una labor sencilla. A riesgo de perder la fidelidad a la autora, diría que su investigación se concentra en determinadas estrategias de construcción verbal de los participantes discursivos en el proceso de enunciación y sus relaciones entre sí, para ponerlos en relieve, para dejarlos en el fondo, a veces casi ocultos, a partir de los usos de formas específicas del español, que la autora explica según un sistema onomasiológico del ámbito referencial interpersonal, organizado en continuos esquemáticos de corte cognitivo y funcionalista.

El corpus es crucial para esta investigación. De Cock reunió material de tres géneros dialógicos: del “Corpus de referencia de la lengua española contemporánea”, compilado y transcrito por colegas de la Universidad Autónoma de Madrid, tomó conversaciones informales (180000 palabras) y debates televisados -60273 palabras de un ámbito semiformal-, acerca de temas sociales de interés general. El material más formal corresponde al Congreso español de los años 2001 y 2005, que obtuvo del Diario de sesiones (25 000 palabras). Es importante señalar que las sesiones seleccionadas no fueron las cotidianas entre los parlamentarios mismos, sino entre el presidente del Gobierno de España y parlamentarios de la oposición.

El contraste de dos ejemplos de la autora sirve para adentrarnos en el tema: considérese “Los chilenos hacemos un contrato de arriendo que está legalizado”, frente a “En Chile se hace un contrato de arriendo que está legalizado” (ejemplos 50b y 50c, p. 181). En el primer ejemplo, el hablante destaca un escenario nacional del que él mismo forma parte, mientras que en el segundo, con un “constructor espacial” (space-builder, concepto de Fauconnier), el escenario creado es geográfico que, combinado con una construcción indeterminada (se hace), provoca un efecto de distancia del hablante respecto de dicho escenario. De Cock no limita su investigación a las formas deícticas de persona para descubrir las estrategias de representación de los participantes discursivos y sus relaciones, sino que incluye una gran variedad de construcciones no personales, como vocativos, presentativos, sujetos nominales, aposiciones, relativos, cuantificadores, marcadores discursivos, los ya mencionados constructores espaciales y otras construcciones indeterminadas; por ejemplo, las interpretaciones genéricas de uno y de la segunda persona del singular, las formas no específicas de la tercera persona del plural, las construcciones con se y la pasiva perifrástica. El catálogo de formas estudiadas es muy amplio, pero el reto de De Cock es organizarlas no por su función estrictamente referencial -cf. las funciones del lenguaje de Bühler-, sino por sus funciones interpersonales. Por tanto, no hay que esperar de la lectura de la obra una descripción morfosintáctica y semántica de tales construcciones (para eso la autora acude a una lista de obras pertinente, aunque no exhaustiva, de la lingüística hispánica), sino una explicación de la manera como las usan hablantes del español peninsular para construir a los participantes comunicativos en la interacción verbal, según los criterios pragmáticos generales a los que enseguida me refiero.

De Cock distingue tres grupos de construcciones del español peninsular, que incluyen las formas arriba mencionadas, entre cuyas funciones está el “perfilamiento” -si se me permite el neologismo- de los participantes discursivos: las formas de deixis personal, ciertas construcciones más allá de la deixis personal y las construcciones indeterminadas. De Cock se propone explicar tales funciones según los siguientes criterios pragmáticos: primero, la identificación de los participantes de acuerdo con las restricciones de alcance del contexto discursivo; segundo, por un lado, la (inter)subjetividad -agrego- propia de todo acto comunicativo, entendida -en la línea de Benveniste, Lyons y Traugott- como la expresión lingüística empleada por el enunciador para llamar la atención del destinatario comunicativo en cuanto a la representación de uno mismo (self ), tanto en términos modales como de imagen (face) (p. 10); por otro lado, la “conceptualización” de los participantes discursivos según la perspectiva de la lingüística cognitiva, con lo cual De Cock destaca que trabaja no con el hablante y el oyente de la realidad “física”, sino con constructos conceptuales que configuran a un enunciador (addresser) y a un destinatario (addressee) -los participantes discursivos. Por último, en tercer lugar, la estructura de la interacción verbal y del discurso, para observar el papel de los perfiladores lingüísticos de los participantes discursivos tanto en el ámbito local de la estructura de los turnos conversacionales como en el discursivo.

El libro está organizado en seis capítulos. En el primero se expone el objeto de estudio, los tres criterios pragmáticos que sirven de hilo conductor a la obra y la conformación del corpus. El capítulo dos, dedicado a las formas de deixis personal, el más extenso de la obra (abarca poco más de 140 páginas: pp. 21-152), demanda mucha concentración para captar los detalles de los análisis cuantitativos y cualitativos, organizados en cinco apartados que contienen cuarenta y siete sub-apartados de diverso nivel, lo cual hace que el lector corra el riesgo de perder de vista la ruta trazada en la introducción, así como la organización general del capítulo. Los capítulos tres (pp. 153-186) y cuatro (pp. 187-228) son más breves y, para entonces, el lector ya cuenta con un panorama más claro de la investigación. En el quinto capítulo (pp. 229-266) De Cock reúne los resultados de los análisis de los tres tipos de construcciones que perfilan a los participantes discursivos y los organiza en esquemas onomasiológicos basados en los tres criterios pragmáticos que guiaron el estudio. El sexto capítulo incluye el resumen de la obra y las conclusiones.

En el capítulo dos (pp. 21-152), que trata acerca de las funciones de construcción de los participantes discursivos de los deícticos de persona, quizá la comparación más destacada por De Cock no sea entre la primera y la segunda personas, sino entre las formas singulares y plurales de ambos paradigmas. De Cock analiza la distribución de tales sistemas en combinación con clases semánticas de predicados y los papeles semánticos correspondientes, con elementos modales y con la posición que ocupan en la estructura del turno conversacional todas estas combinaciones observadas en los tres géneros discursivos (informal, semiformal y formal). Sin pretender abarcar todos los hallazgos de la investigadora, menciono aquí unos cuantos. La referencia singular del enunciador y del destinatario es muy común con verbos de comunicación y de conocimiento, particularmente en función de objeto de verbos como parecer y gustar, en que los participantes discursivos se representan como cognoscentes o experimentantes. Lo más importante: con estos predicados y funciones semánticas los significados intersubjetivos quedan explícitos en el discurso. En cambio, la referencia plural del enunciador y del destinatario con tales predicados es poco frecuente, salvo en los debates. La pluralidad es muy común en algunos contextos modales e ilocutivos, como el uso de primera persona plural inclusiva en contextos deónticos y directivos. No obstante, la pluralidad contribuye a la vaguedad, a tal punto que puede usarse no para referir al enunciador, sino al destinatario. Piénsese, por ejemplo, en las instrucciones de un médico a un paciente (“Vamos a tomar esta pastilla con cada comida”). Al respecto, De Cock enfatiza su propia perspectiva para interpretar los casos de desemantización de verbos de percepción en primera persona del plural, que avanzan en el proceso de gramaticalización hacia marcadores discursivos, como vamos a ver, en su uso exhortativo. En lugar de excluir tales casos del estudio de la deixis personal, De Cock destaca que dichas formas fortalecen su función pragmática interpersonal y concluye: “While the verb semantics tends to fade away, the participant profiling and (inter)subjective value become more salient” (p. 269). En cuanto al uso del pronombre de primera persona del singular en la conversación, observa que, como sujeto, suele promover al enunciador como candidato para la toma de turno, lo cual favorece también su función de tópico al inicio de éste. Si se trata del pronombre de segunda persona del singular como sujeto, además de ser señal de otorgamiento de turno, se refuerza la direccionalidad, sobre todo, con imperativos, con efectos de valores de cortesía.

En el capítulo tres (pp. 153-186), De Cock analiza formas del español que categorialmente no guardan relación entre sí, salvo que no son formas de deixis personal, pero entre cuyos usos interpersonales ella encuentra la construcción de participantes discursivos: sujetos nominales, vocativos, presentativos, aposiciones, relativos, constructores espaciales, cuantificadores y marcadores discursivos. Excepto los dos últimos, todos establecen, especifican o ratifican la identidad contextual de dichos participantes, como en “Observarán ustedes los espectadores que el señor Mendoza ocupa la derecha” (ejemplo 16, p. 163), donde -de acuerdo con De Cock- la audiencia del debate televisivo pasa de bystander a destinatario (p. 162). De cualquier forma, todas estas construcciones funcionan estratégicamente con deixis. Por ejemplo, el uso de determinados vocativos se asocia a deixis social o los presentativos establecen un referente que, por medio de relaciones anafóricas, se mantiene como participante discursivo.

El capítulo cuatro (pp. 187-228) es el último dedicado al análisis de las formas catalogadas como constructoras de los participantes discursivos, en este caso, de formas indeterminadas: uno y genéricos, se, la tercera persona del plural no específica y la pasiva perifrástica. De Cock demuestra que, a pesar de su indeterminación referencial, dichas construcciones conservan cierta función interpersonal, que mantiene en el fondo del escenario comunicativo a los participantes discursivos. Según sus hallazgos en el corpus, no encontró ningún caso de ambigüedad o de identificación vaga de los participantes discursivos, porque normalmente en el contexto hay otras formas, como las analizadas en los capítulos anteriores, que establecen representaciones del enunciador o del destinatario. De hecho, las formas indeterminadas suelen aparecer en las posiciones medias de los turnos conversacionales, porque las otras construcciones hacen su trabajo en las posiciones iniciales o finales. Además, las formas indeterminadas suelen combinarse con modalidad deóntica. De Cock dedica una sección (§ 4.6, pp. 223-227) a ofrecer su caracterización del tipo de referencialidad de estas formas: la tercera persona del plural como sujeto excluye de manera explícita a los participantes discursivos; el genérico es la forma más intersubjetiva, pues además de invitar al destinatario a verse a sí mismo y a otros en un mundo imaginario, sirve a la vez para resguardar la imagen (face) del enunciador ante una posible amenaza. Uno genérico es menos (inter)subjetivo que el genérico y se aproxima más al uso genérico de la primera persona del plural. Por último, las construcciones con se y de pasiva perifrástica llevan al foco el proceso mismo y sirven también para proteger la imagen de los participantes discursivos, sobre todo, en contextos deónticos.

En el capítulo cinco (pp. 229-266), penúltimo de la investigación, De Cock integra en dos tipos de esquemas las estrategias de construcción de los participantes discursivos con las formas del español analizadas: las de deixis de persona, las que van más allá de la deixis de persona y las indeterminadas. El primer tipo de esquema es una topología triangular de referencia que ubica en cada vértice al enunciador, al destinatario o a un participante no discursivo, respectivamente. Todas las construcciones estudiadas ocupan un lugar más cercano o distante de uno de los tres vértices a modo de continuos, donde la (inter)subjetividad se manifiesta más o menos explícitamente. Hay elementos que se mueven fuera de este ámbito (inter) subjetivo, como los presentativos y las construcciones indeterminadas con se y pasivas perifrásticas. Por lo que se entiende, el objetivo de esta topología es ofrecer un continuo de significados referenciales de las construcciones analizadas. El segundo tipo de esquemas es una sinopsis organizada como matriz funcional de cada una de las formas estudiadas, según determinados factores de los tres criterios pragmáticos rectores de la investigación: la identificación de los participantes discursivos, la intersubjetividad y conceptualización según el tipo de predicados y la estructura conversacional. El sexto y último capítulo (pp. 267-274) incluye un resumen de cada uno de los capítulos y la conclusión.

Todas las construcciones del español se analizan con gran detalle a lo largo del libro. De Cock saca partido de los datos cuantitativos y cualitativos de su investigación doctoral. El libro es rico en fragmentos discursivos extraídos del corpus, suficientemente comentados. Es notable el gigantesco trabajo que cada uno de ellos le demandó para su publicación en inglés. Sin importar la longitud, la autora ofreció glosas morfológicas y léxicas y agregó, además, las traducciones al inglés correspondientes. Esto ofrece los elementos lingüísticos necesarios para que cualquier lector que domine el inglés, sin ser hispanista, siga sin problemas tanto los datos como las interpretaciones de la autora. Aunque los datos también incluyen frecuencias absolutas o relativas por género discursivo, organizados en más de veinte tablas, el análisis cualitativo de cada construcción en contexto, bien hilado con la reflexión teórica, es, desde mi punto de vista, la parte más valiosa de la investigación.

Afortunadamente el libro incorpora, además de una relación de abreviaturas y los índices de tablas y figuras, un índice de materias al final y la amplia bibliografía, para que el lector pueda moverse con más facilidad en una obra de estructura muy compleja. No deja de haber algunos problemas editoriales -por lo menos en el ejemplar en mis manos-, como la falta de secuencia en los ejemplos (60) a (66) de las pp. 218 a 222 o la no correspondencia de las indicaciones en la p. 245 con la tabla 20, en la p. 246, o, en muchas ocasiones, la omisión de espacio en blanco entre algunas palabras a lo largo del libro. Sin embargo, ninguna de estas erratas impide la comprensión del contenido.

Aunque la obra de Barbara de Cock es una investigación doctoral limitada al español peninsular, su propuesta teórica, de corte onomasiológico, cognitivo y funcionalista, bien podría servir de punto de partida para ensayar sus principios en otros ámbitos lingüísticos y culturales. A lo largo de la lectura, no dejaba de preguntarme si las propuestas de De Cock no eran exclusivas del español o si se referían, más bien, al fenómeno comunicativo como tal.

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