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Estudios de Asia y África

versión On-line ISSN 2448-654Xversión impresa ISSN 0185-0164

Estud. Asia Áfr. vol.55 no.1 Ciudad de México ene./abr. 2020  Epub 27-Mar-2020

https://doi.org/10.24201/eaa.v55i1.2589 

Reseñas

L. Yuqun (2017). Traditional Chinese medicine: Understanding its principles and practices

María Florencia Incaurgarat* 
http://orcid.org/0000-0002-0852-0735

*Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina. flor.incaurgarat@gmail.com.

Yuqun, L.. 2017. Traditional Chinese medicine: Understanding its principles and practices. Zhaoguo, L.; Laping, W.; Xiru, L.. Beijing: China Intercontinental Press, 131p.


En el marco de la abrumadora bibliografía disponible sobre medicina tradicional china, la presente obra reviste un gran valor por aproximarse a este conjunto de saberes desde diferentes ángulos que proporcionan una comprensión general y no esencializada. Así, con diferentes ejes temáticos y profusas ilustraciones, el libro de Liao Yuqun intenta delimitar y exponer los conceptos y los usos más relevantes de la medicina tradicional china. Con este objetivo, se propone situar este cuerpo de saberes y prácticas en un contexto histórico y repensarlo en diálogo con la llegada de la medicina occidental a China a partir de las llamadas “Guerras del opio” y los encuentros que se han suscitado entre ellas desde entonces. Del mismo modo, es una guía recurrente a lo largo del libro la pregunta sobre el devenir de la medicina tradicional china, en función del papel axial que tiene hoy en “el país del centro” (considerada como la única de las cuatro áreas de conocimiento de la antigua China -astronomía, aritmética, agronomía y medicina- que no fue remplazada por la ciencia occidental), y sin dejar de lado los grandes avances tecnológicos que ha vivido el país desde las últimas décadas.

El libro se encuentra estructurado en ocho capítulos que intentan cubrir de manera introductoria, pero rigurosa, diferentes aspectos fundamentales para un entendimiento inicial o complementario de este histórico y extenso sistema de cuidado de la salud, así como las formas en que los actores locales (y no locales) se apropian de él. Así, se rastrean, desde sus orígenes (o según consta en los archivos más antiguos disponibles), los conceptos y las nociones claves de este saber y su interrelación con grandes sistemas cosmológicos, como el budismo o el daoísmo. Establece una suerte de línea cronológica siguiendo los cambios que fue teniendo este sistema médico a través de las distintas dinastías hasta la actualidad, sin olvidar momentos históricos como la fundación de la República en 1912 y la República Popular de China en 1949, o el proceso de Reforma y Apertura.

En el primer capítulo se presenta un acercamiento a la medicina tradicional china desde un contexto general, con hincapié en las formas en que los chinos legitiman estos saberes y prácticas y se apropian de ellos. Desde una perspectiva crítica en torno a la relación con la medicina occidental (posicionamiento que se esboza eventualmente a lo largo de la obra), Liao Yuqun rescata los esfuerzos que la medicina tradicional china debió llevar a cabo a partir de la llegada de ese “nuevo” sistema de conocimiento al país, y cómo estas vicisitudes terminaron, en última instancia, impulsando su desarrollo y consolidación (por ejemplo, mediante la academización de la disciplina o la sistematización de contenidos). Por otro lado, explica que más allá de que la medicina occidental sea el método más utilizado en la actualidad por la sociedad china, la tradicional sigue teniendo un papel preponderante en el cuidado de la salud, no sólo en la prevención y el tratamiento de enfermedades, sino también para contrarrestar los efectos secundarios de la medicina occidental o cuando ésta no alcanza la efectividad esperada. Por último, para lograr una mejor comprensión de la medicina tradicional china, subraya el necesario diálogo con la filosofía (budista, confuciana y daoísta) y los aportes de la antropología para comprender el propio contexto cultural donde emerge y tiene lugar.

Por su parte, los capítulos 2 y 6 revisten un enfoque histórico mediante el cual se rastrean las obras clásicas de la medicina tradicional china, y los médicos más emblemáticos de las diferentes dinastías, respectivamente. En el primer caso, el autor se detiene en los cuatro cánones legendarios y establece las razones por las cuales se diferencian de otros libros médicos. Estos grandes clásicos son el “Canon del emperador Amarillo” (Huángdì Nèijīng 黄帝内经), del cual hace múltiples menciones a lo largo del volumen por tratarse del más consultado, incluso en la actualidad; el “Canon de las 81 dificultades del emperador Amarillo” (Nán Jīng 难经); el “Canon de materia médica del soberano de la agricultura” (Shénnóng Běncâo Jīng 神农本草经), primera obra especializada en herbolaria, y el “Tratado de enfermedades causadas por frío” (Shānghán Lùn 伤寒论). En el capítulo 6 se rescatan, en sentido cronológico, breves historias de los médicos más relevantes de cada periodo dinástico y sus mayores contribuciones a la disciplina, tanto para la teoría como para la práctica médica.

Aunque sin perder el contrapunto histórico, desde una mirada mucho más enfocada en la descripción conceptual y teórica, se ilustra en los capítulos 3 y 4 la teoría básica de la medicina tradicional china y un mosaico de sus diferentes técnicas terapéuticas, respectivamente. De este modo, Liao Yuqun se detiene en la explicación de las teorías de yīn-yáng 阴阳 y wû xíng 五行, conceptos como qì 气, “vísceras”, “canales y colaterales”, para luego desarrollar nociones básicas de etiología (con la noción de ruptura del equilibrio como principio fundamental) y diagnóstico de enfermedades. En el capítulo 4 presenta las principales técnicas terapéuticas, con especial énfasis en la acupuntura y la moxibustión.

Por otro lado, resulta de notable interés el capítulo 5, ya que, a diferencia de otros libros introductorios al tema, aquí el foco radica no tanto en una descripción teórica, sino en una exposición en clave retrospectiva acerca del conocimiento sobre la materia medica. Esto es, cómo el perfeccionamiento de este saber llevó a la formación y la consolidación de la farmacéutica china. Así, se enumeran y se describen brevemente las obras clásicas más relevantes de este campo y se relata la sistemati zación en la producción y la comercialización de medicinas. Para esto, Liao Yuqun se remonta a las primeras experiencias registradas sobre el descubrimiento y la consolidación de este saber. En esta reconstrucción se destaca como un hito el año 1076, momento en que la dinastía Song del Norte fundó el Instituto Farmacéutico Imperial, primer establecimiento oficial para la manufactura y venta de fármacos. Por último, se detiene en un elemento de radical importancia tanto para la medicina tradicional china como para su sociedad en general: el ginseng. Aquí se retratan nuevamente las formas en que Occidente ha intentado cientifizar o normativizar la medicina tradicional china, como, en este caso, mediante el estudio de la efectividad terapéutica de esta raíz. El autor no permanece crítico respecto a la influencia de la cultura occidental en China, sino que destaca la bidireccionalidad de la comunicación y cómo Occidente ha incorporado el consumo del ginseng reinterpretando su función y su acción desde una lente biomédica.

El capítulo 7 se centra en la relación entre la medicina tradicional china y otras formas paralelas del cuidado de la salud, como las que se agrupan bajo el concepto de “cultivo de la salud” (o “de la vida”). Así, entre otras prácticas, se destaca la estrecha relación entre la alimentación y la ingesta de medicación natural, con una distinción entre éstas muchas veces imperceptible. Para ello se rastrea, desde las primeras enunciaciones halladas de la medicina tradicional china (nuevamente el caso del Huángdì Nèijīng aparece como pionero), la atribución de propiedades específicas a cada alimento. Así, éstos pueden ser fríos o calientes y tener un sabor preponderante (dulce, agrio, amargo, picante o salado), propiedades con un efecto diverso sobre la salud, concebida como un balance entre fuerzas complementarias (yīn-yáng). Aquí, a su vez, se distinguen las formas que esta interrelación alimento-medicamento adquiere en la China actual, como en el caso específico de la industria gastronómica. Por último, se describe la relación entre deporte y salud, y la influencia de las emociones en la adquisición de enfermedades.

En el capítulo final, se plantean reflexiones de gran valor para pensar la medicina tradicional china no como una entidad homogénea y discreta (vicios en los que otros libros de este estilo suelen caer), sino como un sistema poroso y sujeto a numerosos cambios, lo que se hace aún más notorio a partir de la apertura de China al mundo desde finales de la década de 1970 y, sobre todo, de la iniciativa “Una franja, una ruta”, impulsada en este último decenio. En este sentido, Liao Yuqun se explaya acerca de las preocupaciones que se suscitaron en torno a la necesidad de establecer un sistema estándar para su cuerpo teórico-terapéutico e impulsar el desarrollo y la innovación de la práctica médica en el uso clínico (con un marcado énfasis en la integración a la medicina occidental y una “modernización” de la medicina tradicional china). Así, asegura que la práctica ha demostrado que la combinación de ambas medicinas resulta más efectiva que la aplicación de una u otra de forma aislada, y que esta amalgama representa el futuro del campo médico.

Por último, el autor propone un cambio de escala para analizar ahora el papel de la medicina tradicional china más allá de los límites nacionales. Así, indaga sobre las formas de aceptación de estos saberes en el ámbito global y su inclusión en los sistemas de atención a la salud de otros países, como método tanto preventivo como complementario de la medicina occidental. Al exponer cifras reveladoras concernientes a los numerosos convenios de cooperación internacional que el gobierno chino ha firmado desde los últimos años con autoridades sanitarias oficiales de más de setenta países, posiciona la medicina tradicional china en el mapa geopolítico actual y deja un panorama en puntos suspensivos para futuras investigaciones sobre el tema.

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