SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.55 número1I. Banerjee-Dube (2018). Una historia de India moderna (vol. I: India colonial)A. Shah (2018). Nightmarch. Among India’s revolutionary guerrillas índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Estudios de Asia y África

versão On-line ISSN 2448-654Xversão impressa ISSN 0185-0164

Estud. Asia Áfr. vol.55 no.1 Ciudad de México Jan./Abr. 2020  Epub 27-Mar-2020

https://doi.org/10.24201/eaa.v55i1.2587 

Reseñas

I. Banerjee-Dube (2019). Una historia de India moderna (vol. II: India nacional)

Laura Carballido Coria* 
http://orcid.org/0000-0002-2447-6746

*Universidad Autónoma Metropolitana-Cuajimalpa, México. lcarballido@correo.cua.uam.mx.

Banerjee-Dube, I.. 2019. Una historia de India moderna. vol. II: India nacional, Capetillo, M.. México: El Colegio de México, 536p.


El volumen II de Una historia de India moderna abarca principalmente la primera mitad del siglo XX con un tema central: el nacionalismo. Los capítulos del 1 al 6 exploran las diversas formas de imaginar India, los procesos de lucha por la independencia y la forma de operar del sistema colonial; mientras que el capítulo 7 se plantea un desafío enorme al explorar el periodo posterior a 1947, tarea que logra con gran capacidad de síntesis.

Si bien hay trabajos sobre temas específicos de la historia de India, este libro es la única historia general en español en mucho tiempo. Desde lo escrito por Ainslie T. Embree y Friedrich Wilhelm (1974), por Romila Thapar (1969) y Percival Spear (1969), sólo se ha publicado otra historia general, pero abarca únicamente el periodo poscolonial: un libro escrito por d’Orazi Flavoni (2003), por lo que estamos ante un libro importante en más de un sentido: es una historia general que se nutre de una cantidad enorme de lecturas y de proyectos de investigación (de la autora y de muchos otros más), pero también de diversas corrientes.

Por la vastedad de la obra, elegí algunas ideas que dan muestra de sus aportaciones. Una primera es la pluralidad de nacionalismos. El libro retoma a otros autores y trabajos previos de Banerjee-Dube para dar una idea más amplia de los nacionalismos indios y deja de lado la identificación fácil y menos compleja del nacionalismo con la fundación del Partido Nacional del Congreso en 1885. Así, el comunalismo deja de ser el otro para convertirse en una corriente más (por ejemplo, en el análisis sobre el Reporte Nehru y la Adjudicación Comunalista).

La autora examina procesos de movilización social en torno a la literatura y la lengua que le permiten revisar críticamente los adjetivos “subnacionalista” y “antinacionalista”. Así vemos, de manera distinta, casos como la identificación en torno a una obra literaria en punjabi o la defensa del oriya (ahora odia) frente al bengalí (pp. 35-37).

El periodo entre las dos guerras es particularmente interesante, pues nos acerca a otra forma de pluralidad: la de las organizaciones laborales, los empresarios y las respuestas de los líderes del Congreso. Así, Banerjee-Dube nos presenta huelgas y sindicatos en las décadas de 1920 y 1930 que excedieron las propuestas del Partido del Congreso respecto a esa clase social. Asimismo, retoma organizaciones como la Hindustan Socialist Republican Army y la lucha de Bhagat Singh, lo que le permite examinar la violencia en los movimientos nacionalistas, elemento generalmente olvidado por la influencia de Gandhi y su ideario. Finalmente, examina el mundo de los empresarios: por un lado, los realistas, fieles al Estado colonial, y, por otro, los nacionalistas y su relación con el Partido del Congreso.

Esta noción de pluralidad permite entender la confrontación entre M. K. Gandhi y Babasaheb Ambedkar, líder de los intocables, no desde la historiografía nacionalista que muchas veces hizo eco de cómo Ambedkar aceptó la estrategia colonial de explotar las divisiones sociales indias. La autora traza la formación de Ambedkar y su idea de que los dalits requerían de poder político a partir de electorados separados (además de plantear otros cambios necesarios), y las contrasta con la postura gandhiana de reducir ese poder a un problema social, interno del hinduismo (pp. 314-331).

Resalto esta pluralidad no sólo porque gracias a ello “corregimos” visiones singulares o menos profundas sobre procesos históricos, sino también porque la manera en que Banerjee-Dube lo hace obliga a examinar la compleja relación entre historia y nación, una tarea ineludible para los historiadores en general.

La segunda idea destacable es la materialidad del nacionalismo. Como hemos visto en los ejemplos seleccionados, los movimientos nacionalistas debatieron sobre las formas de lucha, sobre los ámbitos donde había que incidir, sobre si la religión debía o no figurar, entre otros elementos más. Pero el nacionalismo tiene definitivamente una dimensión material. Las corrientes artísticas del siglo XIX debatieron sobre las formas: ¿había que usar las formas occidentales? Parafraseando a la autora, Abanindranath Tagore decidió revivir junto con sus discípulos varias tradiciones indias, entre ellas la escuela mogola, además de acercarse a la técnica de lavado de tinta japonesa. Reviste particular interés la manera de representar a la Madre India, Bharat Mata, que precisamente adorna la portada de este volumen (pp. 112-113).

En el capítulo dedicado a Gandhi, Banerjee-Dube nos presenta las respuestas que generó el uso de la khaddar. Gandhi impulsó la elaboración a mano de la tela de algodón con una charkha (rueca para hilar), así como la confección de ropa coneste material. A través de esta práctica, muchas mujeres, particularmente de estratos bajos, entraron al movimiento nacionalista, pero causó reacciones diversas en la élite, que no atinaba a decidir si mostrar su nacionalismo usándola o no usarla y elegir algo más elegante (pp. 228-229).

La tercera idea es el análisis de los procesos interesantes e inesperados del colonialismo. Conforme la administración colonial se expandía, fue importante determinar cuáles serían las lenguas usadas (esta discusión también se dio en el terreno de la educación). Mientras que el inglés fue defendido por liberales y anglicistas, hecho que también apoyó la élite nativa, el sánscrito fue defendido por orientalistas y funcionarios gubernamentales (p. 38).

La autora hace un análisis de la sociedad civil y el ámbito público (pp. 27-28). A partir de la incipiente participación en los espacios provistos por el régimen colonial, la élite india se acercó a asambleas, resoluciones, votos, minutas y otros rituales de la vida pública para producir ciudadanías en un contexto colonial (p. 28). La intervención de la élite india también abarcó asociaciones de voluntarios e iniciativas diversas, lo mismo en la esfera de la salud que en la de la educación.

La legislación aprobada en 1935 y que regiría India hasta la independencia incluía elementos criticados por todas las corrientes nacionalistas. Sin embargo -nos dice Banerjee-Dube-, algunos pasaron precisamente a la Constitución de 1950, como “el poder discrecional de los gobernadores para disolver un gobierno representativo electo” (p. 299). Esto obliga, por supuesto, a pensar en las continuidades y las rupturas de los regímenes coloniales y poscoloniales.

Es muy interesante el análisis del nacionalismo y el género. Debido a varias razones (sueldos bajos y estáticos, crisis financiera en la década de 1860, sentimientos de inferioridad y transformación de India en colonia de la Corona, lo que profundizó la separación de lo familiar de lo administrativo), los hombres decidieron hacer del hogar y de las mujeres el objeto de actividades reformistas que serían el centro de una modernidad diferente. Chatterjee (1994) había explorado este proceso, pero no había contestado a la pregunta de por qué había ocurrido (pp. 43-45).

En este punto, la autora recupera estudios importantes sobre este movimiento de reforma dentro de la comunidad musulmana -algo que no suele hacerse-. Estos trabajos se han ocupado del largo proceso por el que la mujer musulmana educada pasó de ser la causante de la ruina a aquella que salvaría la moral y la ortodoxia de la familia (pp. 46-48).

Finalmente, agrego algunas consideraciones sobre el universo de lectores y algunos elementos prácticos del libro. Estamos ante una lectura de consulta obligada para los estudiosos de India. En primer lugar, debido a la riqueza de lecturas que está detrás de sus páginas; en segundo, porque apunta a temas novedosos que esperan ser objetos de estudio. Un buen ejemplo es la presencia de asociaciones en ciudades con tradiciones ricas que rivalizaron con Calcuta, Bombay y Madrás, y sobre las que hace falta realizar trabajos de investigación (p. 30).

A lo largo de la obra, Banerjee-Dube identifica los textos claves para profundizar en los procesos descritos, lo que convierte el libro en una brújula para sortear la vasta literatura sobre el sur de Asia. Por ejemplo, el capítulo 3 explora las diversas vetas en los análisis sobre Gandhi (el contexto en que nació, marcado por el jainismo; las ideas cultivadas por los banias, su actitud hacia la salud, la dieta, la participación de las mujeres, etc.), y resulta fascinante, pues logra resaltar la ambivalencia de éste respecto a varios temas. Con todo, es importante anotar que cuando Banerjee-Dube identifica la obra de Singh (1966) como el texto clásico para el Ulgulan de Birsa Munda, olvida el trabajo de Devalle (1977) sobre ésta y otras rebeliones campesinas.1

Más allá de los lectores enfocados en el sur de Asia, el libro de Banerjee-Dube reviste interés para los estudiosos de la historia en general. Asimismo, para los deseosos de ver cómo las ideas de Scott (2000) permiten entender la insurgencia en India; para los que quieran ver un análisis donde el género y el nacionalismo son puestos uno al lado del otro, y para quienes busquen debates amplios, como ya he señalado, relacionados con la historia, la nación y la forma en que ambas se moldean. Resulta en particular útil para los estudiosos del colonialismo y el nacionalismo, pues en este texto ambos procesos interactúan y se modifican mutuamente.

A manera de conclusión, menciono los cuadros distribuidos a lo largo del libro y que son otro más de sus atractivos. Con el título de “Nuevas propuestas”, exploran literatura reciente en torno a un tema determinado. El lector puede ir directamente a ellos y encontrar lo mismo una nota sobre los meos a partir de la obra de Shail Mayaram (pp. 437-438) que información sobre la primera partición de Bengala y la delimitación de Assam, que refleja claramente el giro espacial en la historia (pp. 96-98). Esto hace que uno eche a volar la imaginación pensando en el criterio de selección y en qué otro tema pudo haber sido cubierto en estos cuadros.

Para ediciones futuras, sería recomendable hacer una revisión más a la traducción al español (buena en general) para deshacerse de pequeños errores. Asimismo, sería pertinente incluir los nombres en inglés de cargos administrativos y de documentos o decisiones importantes del periodo colonial para facilitar su identificación y evitar confusiones con estudios previos en español que han brindado otras traducciones.

Referencias

Chatterjee, P. (1994). The nation and its fragments. Colonial and postcolonial histories. Nueva Delhi: Oxford University Press. [ Links ]

Devalle, S. B. C. (1977). La palabra de la tierra (protesta campesina en India, siglo XIX). México: El Colegio de México. [ Links ]

D’Orazi Flavoni, F. (2003). Historia de la India. De la independencia de 1947 a nuestros días. México: Océano. [ Links ]

Embree, A. T. y Wilhelm, F. (1974). India. Historia del subcontinente desde las culturas del Indo hasta el comienzo del dominio inglés. México: Siglo XXI Editores. [ Links ]

Scott, J. C. (2000 [1990]). Los dominados y el arte de la resistencia: discursos ocultos. México: Era. [ Links ]

Singh, K. S. (1966). The dust storm and the hanging mist. A study of Birsa Munda and his movement in Chhotanagpur, 1874-1901. Calcuta: L. K. Mukhopadhyay. Spear, P. (1983 [1969]). Historia de la India II. México: Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

Thapar, R. (2001 [1969]). Historia de la India I. México: Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

1Agradezco a David Lorenzen por este comentario.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons